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Capítulo II

Productos o servicios de salud

Artículo 67.- Protección de la salud


67.1 “El proveedor de productos o servicios de salud está en la obligación de
proteger la salud del consumidor, conforme a la normativa sobre la materia”.
Los proveedores están obligados a suministrar productos o servicios en
condiciones de inocuidad (que no sea nocivo para la salud), calidad y seguridad,
siendo responsables civil, penal y administrativamente por el riesgo o daño
causado a la salud e integridad física de las usuarias y los usuarios, las
consumidoras y los consumidores. La responsabilidad civil se refiere a que
responden por los daños y perjuicios económicos que sus actos conllevan; la
penal los compromete a sufrir una sanción privativa de libertad si sus actividades
se enmarcan en un delito; y la responsabilidad administrativa los hace pasibles
de sanciones y multas provenientes de sus Autoridades de Supervisión y Control
Social.
67.2 “La prestación de servicios y la comercialización de productos de salud a
los consumidores se rigen por las disposiciones establecidas en la Ley núm.
26842, Ley General de Salud, normas complementarias, modificatorias o las que
la sustituyan y en lo que no se oponga por las disposiciones del presente
Código”.
LEY Nº 26842 – LEY GENERAL DE SALUD

CAPITULO V

De los alimentos y bebidas, productos cosméticos y similares, insumos,


instrumental y equipo de uso médico-quirúrgico u odontológico, productos
sanitarios y productos de higiene personal y domestica

Artículo 88º.- La producción y comercio de alimentos y bebidas destinados al


consumo humano así como de bebidas alcohólicas están sujetos a vigilancia
higiénica y sanitaria, en protección de la salud.

Artículo 89º.- Un alimento es legalmente apto para el consumo humano cuando


cumple con las características establecidas por las normas sanitarias y de
calidad aprobadas por la Autoridad de Salud de nivel nacional.
Artículo 90º.- Queda estrictamente prohibido importar, fabricar, fraccionar,
elaborar, comerciar, traspasar a título gratuito, distribuir y almacenar alimentos y
bebidas alterados, contaminados, adulterados o falsificados.

Artículo 91º.- Todo alimento y bebida elaborados industrialmente, de producción


nacional o extranjera, sólo podrán expenderse previo Registro Sanitario.

Artículo 92º.- La Autoridad de Salud de nivel nacional es la encargada del control


sanitario de los alimentos y bebidas, productos cosméticos y similares, así como
de insumos, instrumental y equipo de uso médico-quirúrgico u odontológico,
productos sanitarios y productos de higiene personal y doméstica.

Artículo 93º.- Se prohíbe la importación de todo alimento o bebida cuyo comercio,


distribución y consumo no estén permitidos en el país de origen por constituir
riesgo para la salud.

Artículo 94º.- El personal que intervenga en la producción, manipulación,


transporte, conservación, almacenamiento, expendio y suministro de alimentos
está obligado a realizarlo en condiciones higiénicas y sanitarias para evitar su
contaminación.

Artículo 95º.- La fabricación, elaboración, fraccionamiento, almacenamiento y


expendio de alimentos y bebidas debe realizarse en locales que reúnan las
condiciones de ubicación, instalación y operación sanitariamente adecuadas, y
cumplir con las exigencias establecidas en el reglamento que dicta la Autoridad
de Salud de nivel nacional.

67.3 “Los establecimientos de salud y los servicios médicos de apoyo tienen el


deber de informar al consumidor, a sus familiares o allegados sobre las
características del servicio, las condiciones económicas de la prestación y
demás términos y condiciones, así como los aspectos esenciales vinculados al
acto médico”.
El paciente recibirá el servicio a cambio de una prestación económica (cual sea
su importe) de parte del proveedor quien concurre en el mercado bajo una visión
diferente a la del Estado, el cual, en materia de salud, desarrolla actividades de
carácter social y asistencial a través de sus hospitales, postas médicas, etc.
En el artículo 65º de la Constitución Política vigente de 1993, en cuanto prevé
que el Estado defiende el interés de los consumidores y usuarios, y para tal
efecto garantiza el derecho a la información sobre los bienes y servicios que se
encuentran a su disposición en el mercado, velando además y en particular, por
la salud y la seguridad de la población.
Esta norma pone de relieve el derecho del consumidor como un derecho
fundamental. Sobre todo este reconocimiento constitucional importa una
preferencia por proteger al consumidor en los aspectos más importantes para su
vida como son la salud y seguridad, que no sólo se ven afectados por servicios
defectuosos de ciertos proveedores sino por productos que utilizan los
consumidores en todo momento (alimentos, medicinas, productos de belleza y
cuidado personal, prendas de vestir, aparatos tecnológicos, etc.).
67.4 El derecho a la protección de la salud del consumidor es irrenunciable. Sin
perjuicio del pleno reconocimiento de estos derechos conforme a la normativa
de la materia, los consumidores tienen, de acuerdo al presente Código, entre
otros, los siguientes derechos:
a) A que se les brinde información veraz, oportuna y completa sobre las
características, condiciones económicas y demás términos y condiciones
del producto o servicio brindado.
Proporcionar información sobre las características, composición nutricional,
forma de uso o conservación de los productos o servicios ofertados, de manera
accesible para las usuarias y los usuarios, las consumidoras y los consumidores.
Está obligado a tener información accesible con relación a la calidad del producto
o del servicio y con las especificaciones de sus características principales. Por
ejemplo, algunos alimentos deben aprobar un proceso de certificación
internacional de calidad, conocido como ISO
Consignar el precio total en moneda nacional que incluya los tributos y cargas
que correspondan. Por ejemplo, señalar en un lugar visible el precio final de un
producto, evitando así cobros excesivos.
Informar oportunamente sobre los ajustes de tarifas en los servicios, así como el
rango de precios que estén disponibles para un mismo producto o servicio. Por
ejemplo, notificar a los usuarios cuándo y por qué razón va a subir el precio de
la conexión a internet o a la televisión satelital.
b) A que se les dé, en términos comprensibles y dentro de las
consideraciones de ley, la información completa y continua sobre su
proceso, diagnóstico, pronóstico y alternativas de tratamiento, así como
sobre los riesgos, contraindicaciones, precauciones y advertencias sobre
los productos o servicios brindados.
Proporcionar información en idioma castellano, de ser necesario a través de
etiquetas complementarias y, en lo posible, en otro idioma oficial del Estado. Es
por ello que muchos negocios y servicios ofrecen señalizaciones y advertencias
en el idioma nativo de la zona además del inglés y castellano.
Consignar en etiquetas las equivalencias de peso, medida o volumen, cuando
no correspondan al sistema nacional de pesas y medidas. Por ejemplo, una lata
de bebida gaseosa o energética, cuyo contenido es de 12 onzas (unidad del
sistema imperial de medidas), debe traducir esta unidad a350ml, que es su
equivalente en el sistema métrico que es el que utiliza el país.
c) A que se les comunique de forma suficiente, clara, oportuna, veraz y
fácilmente accesible, todo lo necesario para que puedan dar su
consentimiento informado, previo a la entrega de un producto o la
provisión de un servicio.
Proporcionar información necesaria, cuando se cuente con una variedad de
productos o servicios de similares características, para que las usuarias y los
usuarios, las consumidoras y los consumidores puedan asumir una decisión
favorable a sus intereses. En caso de medicamentos con el mismo principio
activo o denominación genérica, ofertar sus alternativas. Por ejemplo, que una
farmacia indique las diferencias entre comprar paracetamol de una marca o de
otra.
67. 5 Lo previsto en el Código no afecta las normas que en materia de salud
otorguen condiciones más favorables al usuario.

Artículo 68.- Responsabilidad por la prestación de servicios de salud


68.1 “El establecimiento de salud es responsable por las infracciones al presente
Código generadas por el ejercicio negligente, imprudente o imperito de las
actividades de los profesionales, de los técnicos o de los auxiliares que se
desempeñen en el referido establecimiento, sin perjuicio de las
responsabilidades que les correspondan a estos”.
De esta manera si un consumidor acude o se atiende en una clínica, ésta será
la responsable por alguna infracción administrativa y pasible de ser denunciada.
Si en cambio el especialista brinda el servicio a título particular en su propio
consultorio, será éste considerado como proveedor denunciado. Por ello, las
denuncias interpuestas contra el médico y la clínica son usualmente declaradas
improcedentes en relación al primero, como así sucedió en el caso materia de
análisis.
La obligación de resarcir sólo se presenta en los casos en que la ley faculta a la
víctima o damnificado a reclamar que sea resarcido por quien, sin haber causado
directamente el daño, tiene particular vinculación con el victimario.
68.2 “El establecimiento de salud también es responsable por los actos de los
profesionales que de manera independiente desarrollen sus actividades
empleando la infraestructura o equipos del primero, salvo que el servicio haya
sido ofrecido sin utilizar la imagen, reputación o marca del referido
establecimiento y esa independencia haya sido informada previa y
expresamente al consumidor; sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo 68.1. La
responsabilidad del establecimiento de salud conforme a esta norma es
solidaria”.
En el segundo párrafo, se coloca en una situación en la cual el especialista o
profesional atiende en el mismo establecimiento sin tener la calidad de trabajador
o dependiente de aquél. Así pues, el establecimiento de salud tendrá
responsabilidad solidaria por los actos de los profesionales que aun de manera
independiente desarrollen sus actividades pero empleando la infraestructura o
equipos del primero, utilizando la imagen, reputación o marca del referido
establecimiento, sin haber informado al paciente su independencia de manera
previa y expresa.

Artículo 69.- Seguros de salud


69.1 “Las empresas de seguros están en la obligación de informar clara y
destacadamente al consumidor el tipo de póliza y la cobertura de los seguros de
salud”.
El citado código en su artículo 2 señala que el proveedor debe ofrecer al
consumidor toda la información relevante para tomar una decisión o realizar una
elección adecuada de consumo, así como para efectuar un uso o consumo
adecuado de los productos o servicios. La información debe ser veraz, suficiente,
de fácil comprensión, apropiada, debiendo ser brindada en idioma castellano.

Por otro lado, el citado Código señala en su artículo 48 que los contratos por
adhesión o clausulas generales de contratación deberán tener una redacción
concreta, clara y sencilla, sin reenvíos a textos documentos que no sean
facilitados previa o simultáneamente a la conclusión del contrato; y en todo caso
deberá hacerse referencia expresa en el documento contractual.

Es decir cualquier concepto o término relevante en la póliza de seguros, debe


estipularse con claridad y precisión, a efectos de evitar que se susciten conflictos
interpretativos, y en caso de existirlo, la interpretación siempre se dará a favor
del asegurado.

69.2 “La prestación de servicios de seguros de salud y el contenido de sus


contratos se sujetan a lo dispuesto por la regulación especial emitida por la
Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Fondos de
Pensiones”.
Esta norma, tiene su fundamento en que las potestades del asegurador tienen
su límite en la legislación, y se encuentra regulada por un órgano de control que
es la Superintendencia de Banca y Seguros, el cual busca establecer un
equilibrio entre el asegurador y asegurado.

Artículo 70.- Planes y programas ofrecidos por los proveedores de


servicios de salud
Los proveedores de servicios de salud que ofrezcan programas o planes que
otorguen beneficios similares o equivalentes a los seguros de salud, deben incluir
en sus contratos las siguientes condiciones mínimas:
a) Información clara y destacada sobre lo que es materia del servicio.
Particularmente debe informarse al consumidor sobre las restricciones en
lenguaje de fácil comprensión para una persona no versada en la materia.
b) Entrega bajo cargo del documento escrito en el que consten las
condiciones del contrato.
c) Entrega bajo cargo de una hoja resumen en la que consten las
exclusiones, coberturas y condiciones relevantes de la póliza en términos
comprensibles.
d) Información sobre el monto de los beneficios y el precio del programa o
plan de salud. La posibilidad de cualquier modificación del precio debe ser
advertida de manera destacada al consumidor.
e) Información sobre las consecuencias de falta de pago del precio para
acceder a los servicios y beneficios contratados.
f) Información sobre el alcance, riesgos o circunstancias excluidas de la
cobertura del programa o plan de salud, las fechas y modalidades de pago
del producto o servicio.
g) Información sobre los establecimientos en los cuales puede hacerse valer
el servicio contratado y sobre el representante del proveedor encargado
de atender los eventos.
h) Información sobre la vigencia del producto o servicio y las condiciones
para la renovación del contrato.
Un contrato es un documento mediante el cual una persona o empresa suscribe
un acuerdo con respecto a otra u otras. Si el contrato es de prestación de
servicios recogerá las condiciones en las que un profesional independiente, de
cualquier área, se compromete a realizar una serie de servicios para su cliente
a cambio de una remuneración.

Ejm: Sobre la suspensión de cobertura por falta de pago en el seguro de pacifico

Artículo 21. Suspensión de la cobertura por incumplimiento de pago

El incumplimiento de pago establecido en el Convenio de Pago origina la


suspensión automática de la cobertura del seguro una vez transcurridos treinta
(30) días desde la fecha de vencimiento de la obligación, siempre y cuando no
se haya convenido un plazo adicional para el pago. Para tal efecto, el asegurador
deberá comunicar de manera cierta al asegurado a través de los medios y en la
dirección previamente acordada, el incumplimiento del pago de la prima y sus
consecuencias, así como indicar el plazo de que dispone para pagar antes de la
suspensión de la cobertura del seguro. El asegurador no es responsable por los
siniestros ocurridos durante el período en que la cobertura se mantiene
suspendida.
La suspensión de cobertura no es aplicable en los casos en que el contratante
ha pagado, proporcionalmente, una prima igual o mayor al período corrido del
contrato.

Si el asegurador no reclama el pago de la prima dentro de los noventa (90) días


siguientes al vencimiento del plazo, se entiende que el contrato queda
extinguido.”

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