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1. Las partes, los profesionales del derecho que les asistan y representen
procesalmente y, en general, todos los partícipes en el proceso adecuarán su
conducta a la veracidad, probidad, lealtad y buena fe procesales.
Tiene como objetivo hacer que el curso del proceso transcurra dentro de unos
márgenes adecuados y razonablemente exigibles, a pesar de que las posiciones de
las partes sean contrapuestas, de igual forma este principio vincula al juez y vincula
a las partes y se manifiesta en que estas han de actuar de modo positivo, con
buena fe, probidad, veracidad sin ejercitar abusivamente su derecho, el fraude de
ley o con finalidad dilatoria.
El numeral dos, indica que el Juez podrá, dentro de sus deberes, rechazar
incidentes y excepciones propuestos con finalidad dilatoria o que entrañen abuso
de derecho, pero siempre deberá motivar por qué lo hace y exponer la “ratio
decidendi” o razón de resolver como exige el Art. 207 CPC, para evitar que la
justificación técnica de la resolución que en la mente del juez y no pueda ser
conocida pro las partes y fiscalizada pro el Tribunal de Apelación.
La interpretación conjunta de estos principios, en relación con la finalidad del
proceso implica la necesidad de que los jueces y tribunales tutelen a cada una de
las partes superando las prácticas desleales y dilatorias en los juicios y tramites,
quedando facultados plenamente para cortar y rechazar de plano toda actuación
desleal y contraria a la buena fe. Los órganos de la administración de justicia no
sólo “pueden” sino que “deben” rechazar esas maniobras que pretendan el fraude
de ley y un uso abusivo y antisocial del derecho. Al lesionarse la razón de ser del
proceso al pretender una de las partes hacer uso del mismo en forma contraria o
distinta a la finalidad que le es propia el juez, para tutelar y garantizar el derecho al
proceso justo que tiene la otra parte, debe encauzar nuevamente el procedimiento
a su curso natural para que cumpla la finalidad social para la cual fue instituido.
Aunque la ley no lo diga expresamente, el juez deberá inadmitir o rechazar de
plano el acto manifiestamente fraudulento o contradictorio o restarle valor
probatorio a aquellas probanzas rendidas con vulneración del principio, en razón
de la innegable esencia normativa subyacente en todo principio general de
derecho, no siendo difícil colegir de ellos la existencia de específicos deberes de
conducta. Sin embargo, para la eficacia del principio, es menester la existencia de
un juez activo, dotado de poderes de control y dirección del proceso, y que no sea
un simple títere de la voluntad de las partes o del legislador.
* La actuación por los sujetos procesales desconociendo una norma que tiene
como base el PLPC, es nulo.
ECONOMÍA PROCESAL.
Faculta a los jueces para proponer a los litigantes, fórmulas que simplifiquen y
disminuyan las cuestiones objeto de litigio.
Este principio del Derecho Procesal significa obtener el resultado más óptimo en el
menor tiempo, con el mínimo esfuerzo y los
OPORTUNIDAD.
El proceso civil regulado en este Código, sólo puede iniciarse mediante acto
procesal válido de parte, que sea consecuencia de la autonomía de la voluntad.
PRINCIPIO DISPOSITIVO.
1. Salvo en los procesos no dispositivos con las particularidades que esta ley prevé,
la parte que haya ejercido su derecho de acción, determina con su pretensión el
objeto del proceso; la parte que se oponga a la misma fija con su resistencia el
objeto del debate. Lo mismo es aplicable en caso de reconvención.
3. Las partes pueden poner fin al proceso antes de que se dicte sentencia, en
cualquiera de las instancias, o en casación, en los términos fijados por este
Código, si el acto dispositivo está autorizado por las leyes.
Este principio es el que asigna a las partes, y no al juez, la iniciativa del proceso, el
ejercicio y el poder de renunciar a los actos del proceso, por lo que el proceso civil
solo puede iniciarse mediante acto procesal valido de parte que sea consecuencia
de la autonomía de la voluntad consagrada en la constitución y en las leyes de
derecho privado, con dicho principio las partes pueden iniciarlo libremente y tienen
la posibilidad de este y de sus diversos actos. Es entonces al ciudadano que solicita
dicha tutela a quien se atribuye la carga de pedirla, precisarla, alegar y probar los
hechos y argumentar en derecho, por lo que, excepto en determinados casos, se le
impone estar asistido de abogado.
BUENA FE, CONDUCTA Y EJERCICIO DE LA VÍA PROCESAL ADECUADA.
CONSTITUCION
1. Las partes, los profesionales del derecho que les asistan y representen
procesalmente y, en general, todos los partícipes en el proceso adecuarán su
conducta a la veracidad, probidad, lealtad y buena fe procesales.
OPORTUNIDAD.
El proceso civil regulado en este Código, sólo puede iniciarse mediante acto
procesal válido de parte, que sea consecuencia de la autonomía de la voluntad.
PRINCIPIO DISPOSITIVO.
1. Salvo en los procesos no dispositivos con las particularidades que esta ley prevé,
la parte que haya ejercido su derecho de acción, determina con su pretensión el
objeto del proceso; la parte que se oponga a la misma fija con su resistencia el
objeto del debate. Lo mismo es aplicable en caso de reconvención.
3. Las partes pueden poner fin al proceso antes de que se dicte sentencia, en
cualquiera de las instancias, o en casación, en los términos fijados por este
Código, si el acto dispositivo está autorizado por las leyes.
Son dichos principios que en nuestra vida diaria cotidiana nos hacemos e incluso a
veces no nos damos cuenta. Por ejemplo en el área de oportunidades si lo
hablamos desde el punto de vista jurídico como abogados. Lo aplicamos con las
leyes y debemos actuar conforme a ellas.
decisión de fondo del juez ha de ser congruente con lo pedido por el actor y lo
opuesto por el demandado, teniendo en cuenta las pruebas ofrecidas por las partes
y, por otro, que las partes pueden poner fin al proceso antes de que se dicte
sentencia en primera instancia, o en su caso en segunda instancia o en casación, en
los términos fijados por el Código Procesal si el acto dispositivo está autorizado por
las leyes.