Está en la página 1de 4

Retrocediendo para avanzar: Derechos lingüísticos de los pueblos y

nacionalidades del Ecuador

Nombre: Andrés Torres

Curso: 8º “A”

La esencia de un pueblo está en sus costumbres, cultura y cosmovisión,


dicha esencia trasciende en la cronología de su historia y en sus generaciones
venideras mediante la lengua. La lengua tiene la capacidad de hacer perdurar la
memoria de las pasadas generaciones para no olvidar sus orígenes y su modus
vivendi. Por tal razón la conservación de la lengua es de importancia crucial para
cualquier pueblo, pues si esta desaparece con ella se extinguen los ideales, las
costumbres, la visión del mundo y el elemento humano de una sociedad única y
poseedora de un potencial que jamás se podrá desarrollar. El proyecto de ley
creado para el amparo lingüístico de las lenguas ancestrales del Ecuador que
tiene como fin su protección y preservación, acierta en proponer una
estandarización con respecto a su escritura, debido a que muchas de las catorce
lenguas ancestrales del Ecuador no poseen un alfabeto. Entonces, al unificar un
único modelo de escritura para todas estas lenguas, se afianza el concepto de
interculturalidad que define al país. A pesar de ser un proyecto de ley no
aprobado que presenta diversos enfoques y artículos que contribuyen al
cumplimiento de sus objetivos, también posee varios desaciertos, como no tomar
en cuenta la incompatibilidad que tienen los pueblos y nacionalidades indígenas
con el pensamiento occidental, pensamiento en el que está basado el modelo
educativo nacional, de modo que a los miembros de los pueblos ancestrales que
tienen una cosmovisión diferente, les cuesta más entender lo que se les pretende
enseñar. El dar el ejemplo, es importante para desarrollar una confianza con los
involucrados, por tal motivo el proyecto de ley debería ser traducido e
interpretado para los pueblos y nacionalidades ancestrales en su propia lengua,
ya que esta normativa les concierne directamente. Los proyectos que involucran
a los pueblos y nacionalidades indígenas deben ser compartidos con estos, para
así, contar con un mayor apoyo al momento de su aprobación.

La única manera con la que el ser humano ha preservado su historia y


conocimiento a lo largo del tiempo ha sido a través de la escritura. En el Ecuador
se encuentran catorce pueblos indígenas, cada uno de ellos con su propia lengua
ancestral, cabe destacar que la mayoría de dichas lenguas no cuenta con un
conjunto de símbolos que puedan utilizar para una comunicación escrita. De ahí
que se considera un acierto la propuesta del proyecto de ley para la
estandarización de un alfabeto que pueda ser empleado por todas las lenguas
ancestrales, y así reforzar la interculturalidad del país.
En consecuencia, al existir un único sistema de escritura, la relación entre las
comunidades indígenas se ampliaría, al igual que su conocimiento. Con esto se
podrían unificar a todos los pueblos y nacionalidades indígenas para convertirse
en un organismo influyente de gran relevancia y poder en el país dado que
manejarían una mayor cantidad de saberes e información. Edgardo Civallero
(2004) menciona: “La información fue (y sigue siendo) sinónimo de poder, debido
a su capacidad para solucionar situaciones problemáticas y para generar
crecimiento y desarrollo en una sociedad determinada” (p.2). Es decir que quien
si los pueblos indígenas dominaran la información podrían dar inicio a un
desarrollo más acelerado.
La unificación de la escritura para las lenguas ancestrales, aparte de consolidar
la interculturalidad, podría otorgar a sus hablantes el lugar que se merecen
dentro del estado ecuatoriano y de esta forma transmitir con mayor facilidad su
conocimiento y su lengua, no solo con los miembros de su pueblo sino a todos
los individuos que conforman la nación.

En el proyecto de ley se menciona lo benéfico que resultaría para los


pueblos indígenas la implementación del currículo en sus propias lenguas y por
docentes que conozcan la realidad sociocultural de dichos pueblos, o que estos
sean miembros de las comunidades ancestrales. Pero, falla al no considerar que
el problema que presentan los pueblos indígenas, con respecto a la educación,
va más allá de la precaria utilización de sus lenguas.

Evidentemente, las culturas ancestrales tienen sus maneras propias de


entender la realidad y de elaborar discursos y explicaciones del mundo sobre
estas bases, pero los desarrollos teóricos de la lingüística moderna están
fundamentados en sistemas epistemológicos que no parecen ser compatibles
con el pensamiento de dichas culturas (Enrique Contreras, 2013, p. 26).

De lo citado, se infiere que los pueblos indígenas tienen una cosmovisión que
entra en conflicto con el pensamiento occidental dominante, y en el caso del
Ecuador es aún más complejo, porque cada lengua ancestral supone una
cosmovisión diferente (según diario el telégrafo, párrafo 7).
En definitiva, el proyecto de ley debería centrarse en la adaptación de las
concepciones de los pueblos y nacionalidades indígenas al currículo nacional,
con el propósito de crear una verdadera inclusión, y no enfocarse únicamente en
la traducción e interpretación del currículo en lenguas ancestrales.

Como aporte o sugerencia. El proyecto de ley debe ser compartido con


las comunidades ancestrales, haciéndoles entender la importancia que tiene, los
beneficios que podría aportar y también las desventajas o inconvenientes que
podrían presentarse. El hacer esto, ayudaría a que dicho proyecto tenga un
respaldo por parte de organizaciones y comunidades indígenas e incluso por
organizaciones internacionales que velan por los derechos de estos pueblos
como: “CEA-CISA” o “Survival Internacional”, con el fin forzar su aprobación. Sin
embargo, la socialización del proyecto debería darse a cada pueblo ancestral en
su propia lengua, para así mostrar el compromiso y la seriedad de dicho
proyecto.
Resumiendo, los pueblos y nacionalidades indígenas deberían estar al tanto de
los proyectos o leyes que les afectan, de está forma existirá una vos que pueda
reclamar su aprobación o rechazo. Asimismo, debe respetarse la lengua
ancestral de estos pueblos, exponiendo las problemáticas que les atañen en sus
propias lenguas.

Para finalizar, la estandarización de la escritura para todas las lenguas


ancestrales deviene en el desarrollo intelectual de sus comunidades, así como
también en la oportunidad de influir de manera participativa en las políticas
públicas, logrando una genuina interculturalidad. Por su parte, la suma del
pensamiento ancestral en el currículo de educación garantiza una inclusión real.
Por último, todo lo que compete a los pueblos y comunidades indígenas debería
ser expresado en su lengua ancestral.
Bibliografía.
 El telégrafo. (2015). ¿Sabías que en Ecuador se hablan 14 lenguas
ancestrales? P. 1. Recuperado de:
https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/buen/1/sabias-que-en-ecuador-
se-hablan-14-lenguas-ancestrales
 Enrique Contreras. (2013). El reto de la escritura. El caso de la escuela
Cacique Jumandy y el pueblo kichwa Rukullakta, en Napo. Quito.
Ecuador: Universidad Andina Simón Bolívar, Corporación Editora
Nacional. Disponible en:
http://repositorio.uasb.edu.ec/bitstream/10644/4021/1/SM149-Contreras-
El%20reto.pdf
 Edgardo Civallero (2004). Las voces sin voz Oralidad y centros de
conservación de la memoria. Córdoba. Argentina: Universidad Nacional
de Córdoba. Disponible en:
https://www.aacademica.org/edgardo.civallero/68.pdf

También podría gustarte