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Tres libros de filosofía imperdibles para cumplir tus propósitos de 2015

Ahora que usted inicia un nuevo año, y que le restan 364 días para cumplir su ambicioso propósito
de leer más. Y como veo que está de moda hacer listas de todo, pues aquí les dejo la mía de los tres
libros de filosofía que no se puede perder.

Qué más quisiera recomendarles los títulos de mis cuates, no obstante, algunos pensadores que les
sugeriré para leer, murieron hace más de un siglo, y el otro que aún vive, francamente no es mi
amigo. Así, esta lista tendrá mayor valor objetivo que muchas que he leído.

Tómese todo el tiempo del mundo y del año, para echarle el ojo a los siguientes libros.

1. Arthur Schopenhauer: El arte de ser feliz. Muchos nos proponemos cada año ahora sí ser
felices, pero aunque suene fácil, los momentos de satisfacción parecen ser más cortos que el
torbellino del sinsabor. El asunto entonces, no es conocer qué es la felicidad, sino cómo
llegar a ella. El modus operandi de una existencia feliz, podemos aprenderlo de manera
breve, en el texto de Schopenhauer.

Uno de los más ácidos pesimistas, por muy paradójico que suene, escribió un pequeño
manual de filosofía práctica, tejido con un estilo aforístico, en el cual usted podrá leer
algunas normas para experimentar días plenos.

El arte de ser feliz, está explicado en cincuenta reglas para la vida, a las cuales uno puede
acudir, con el fin de resolver o profundizar en algún meollo existencial.

Si usted se quiere ahorrar la terapia con su psicólogo, lea a Schopenhauer. El libro lo


orillará a emprender un viaje interno. Un tipo de biblioterapia es lo que podrá encontrar a lo
largo de sus páginas, una que le ayude a ser más consciente de sus expectativas, pero sobre
todo, de las fuerzas reales para cumplir dichos anhelos. Porque una cosa es querer y otra
muy distinta poder hacerlo.

Dice el filósofo que ser feliz significa no engañarse y soñar con lo imposible, una clave
elemental para ser dichoso es "conformarnos con el hecho de que algunas cosas son
inalcanzables". Entonces, si usted quiere ser inmensamente venturoso este 2015, no
construya castillos en el aire, cimiente la fortaleza de la felicidad desde un piso firme.

Pero si lo que desea es llegar a la cúspide del bienestar, no está de más seguir uno de los
últimos consejos que da Schopenhauer y dedicarse a la vida filosófica, la cual define como
la más feliz. Podría usted intentar seguir dicha sugerencia comenzando por leer su libro.
2. Philipp Mainländer: Filosofía de la redención. Antología. La historia de Mainländer resulta
escabrosa, un hombre que se suicida en cuanto termina de escribir su obra maestra,
poniendo así en práctica su sistema de pensamiento.

El filósofo declara que el universo nace a partir de un Dios que cansado de ser, decide
fulminar su existencia, dando paso así a la creación de todas las cosas. Por lo que, para
Mainländer, “Dios ha muerto y su muerte fue la vida del mundo” y todo lo que apreciamos
en él, no es más que esta manifestación del suicidio divino.

Borges fue un asiduo lector de Mainländer, y su cita favorita es la que dice que “somos
fragmentos de un Dios, que en el principio de los tiempos se destruyó. La historia universal
es la oscura agonía de esos fragmentos”.

Para el filósofo, la ley universal que rige es el dolor y la muerte, pero sobre todo la entropía,
una que condiciona a todo ser a ir siempre hacia su propia decadencia.

La Filosofía de la redención, ve su aura impresa el primero de abril de 1876, el mismo día


que Mainländer eligió para despedirse de la vida, anudándose una soga al cuello y poniendo
en ejemplo práctico su teoría.

Si usted quiere leer otra versión del Big Bang —un melodrama con cierto misticismo
poético—, no está de más que compre este bello título; que en la edición de Fondo de
Cultura, es sólo una antología de las partes más incandescentes de la obra completa. No se
me asuste, el libro es sumamente interesante, exótico y está escrito de forma sublime.

3. Byung-Chul Han: La agonía del eros. Uno de los propósitos más recurrentes, es encontrar
el amor. Si está obsesionado con besar al hombre o la mujer ideal, y cree que todavía se
puede casar sólo una vez y vivir enamorado cincuenta años de la misma persona. Este libro
es para usted.

El breve texto de Han, es un anti-himno a un sentimiento derrotado, el por todos anhelado


amor. Esta centuria está demasiado concentrada en promover los logros individuales, que
parece no dejarle espacio a la vida en pareja.

Es la época de Narciso, del individuo que se basta a sí mismo. De la sociedad hipnotizada


con el éxito profesional y económico, como para ocuparse de dramatismos y sufrimientos
que generalmente toda relación amorosa conlleva. ¿Por qué traer el infierno del otro a
nuestras vidas, si podemos seguir con la tranquilidad y civilidad que sólo puede
garantizarnos la relación en soledad, e incluso la pasión certera de nuestro propio onanismo.
Según Han, el amor que necesita todo hombre y mujer contemporánea, es uno que respete
cierta formulita basada en “el principio de rendimiento”: una pareja que no quite mucho
tiempo, que se acoté a nuestras necesidades, que no exija de más y que por supuesto aporte
y se adhiera a nuestros planes futuros.

En el amor actual parece imposible la negociación, y mucho menos es pensable la


aceptación del otro tal como es, porque se busca un ideal fijo, con ciertas categorías, tal
como si estuviéramos comprando un electrodoméstico. Las relaciones de pareja actuales, se
asemejan más bien a empresas familiares, donde si no se cumple con los requisitos básicos
que cada quien ocupa, la pasión se termina de un momento a otro.

Estamos insertos en una obscena inmediatez, y resulta también más fácil buscarse alguien
rápido y a quien no se ame tanto, para tener cierta seguridad social y emocional. Hoy en día,
hay muchas parejas conformadas por un hogar con dos personas antagónicas, juntadas tan
sólo por una cama, el dinero o por un contrato.

¡Despierte lector soñador!, el amor sólido es algo que en esta época y en todas sigue siendo
muy difícil de encontrar y de conservar. Pero si usted reconoce estos vicios del
individualismo de la época, posiblemente, su propósito de enamorarse este año, se le
cumpla. O posiblemente sólo se encuentre amantes enamorados de sí mismos. Como sea,
nunca está de más disfrutar el drama de sentir que nos ahogamos lentamente en La agonía
del eros.

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