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Por
Yo soy la colisión.
Tú el fiambre.
Él la veleta.
Ella es mi amante.
Aquello no es tiempo.
Nosotros somos el sueño.
Ustedes son los espectadores.
Ellos son mis cronistas.
Introducción
Capítulo 1
Capítulo 2
Poco importaban las razones de estar dentro del salón de clases, todos lo
veían, incluso la maestra (una señora de lentes, poco amigable a simple vista).
Solamente importaba entregar aquello que sostenía en sus manos: Un ramo de
rosas rojas, perfecto para la ocasión.
- Aquí tienes- Le dijo. De pronto todo se revolvió, se encontraba en ese
instante en la entrada de la Trinity’s Salón. -¿Estás segura?- Preguntaba
impaciente, feliz, pero con muchas dudas. De nuevo, todo revuelto, ahora
estaba de pie justo a la derecha de la cama de Ella. – Ya lo arreglé.- Dijo esta
vez. Ahora parecía todo ir hacia atrás, excepto Él, las cuerdas de la guitarra a
lo lejos se estaban reparando sin una razón física posible, debajo de la puerta
(Que no existía apenas un par de segundos, apareció.) comenzaron a entrar un
par de hojas que flotaron hasta llegar a la cama (La puerta volvió a
desaparecer). Él leyó la primera línea “Un final para la humanidad, no existe.”
Luego cayeron al suelo, volvieron a subir a la cama un instante después, las
letras de la última página se fueron eliminando, luego pasó a la página anterior
repitiéndose lo mismo y así hasta que llegó a la primera. La línea que había
leído no se borró, continuó ahí, Ella abrió sus labios. Parecía como si ella
fuera a leerlo, pero dijo “Etsixe on, dadinamuh al arap lanif nu.”, no
correspondía al texto, así que la vio con más detenimiento e intentó entender
lo que Ella le decía…
-Satsip sámed sal acsub- Se rascó a dos manos la cabeza. ¿Cómo iba a
entender lo que le estaba diciendo? Movió sus dedos índices en un eje
imaginario, dándole a entender a Ella que lo dijera de nuevo.- Recah odeup
euq omitlú ol se otse, odipár- Ella tomó la muñeca de cada mano de Él y
comenzó a correr hacia atrás. Para Él seguía sin tener sentido, chasqueó sus
dedos, tomó las muñecas de Ella y también Él corrió hacia atrás. Esa fue la
respuesta correcta, el tiempo del sueño iba retrocediendo, en el momento que
Él había chasqueado sus dedos había aparecido un reloj de arena en el cual
todo su contenido arenoso iba hacia arriba, como si hubiera una gravedad
inversa dentro de él.
-Esta vez sí lo lograremos. O quizás mejor aún, esta será la última vez que
no estaremos juntos.- Él gritaba, Ella seguía corriendo, parecía un juego donde
quisieran arrancarse las manos o los brazos completos (lo que cediera más
rápido) el uno del otro.
*
5:00 Pm en punto. Su mente aun no lograba olvidar tantas cosas sucedidas.
¿Su humanidad había sido tan minúscula? Todo se había reducido a eso “un
día de recuerdos, un día en la vida”. No, posiblemente faltaba más, pero ¿qué
podría ser? Estaba distante de comprenderlo. Por el momento seguiría en el
recuerdo. A lo que según podía memorar de luego de tantos jalones era que sin
duda, Él se había soltado. Recordaba que sus últimas palabras las gritaba y
fueron:
-¿Por qué el tiempo se detuvo? ¿Por qué exactamente en cero?- Y luego…
Nada. Sus recuerdos lo habían traicionado, por alguna razón incomprensible
para Él todo estaba de cabeza desde ese instante.
-Te lo explicaré…- Dijo Ella, soltando el último fragmento de cordura.-
Esto ya sucedió. Todo fue lo mismo. No, mejor dicho, todo fue nuestro sueño.-
-¿Por qué lo explicas ahora? Sabes que cuando regrese a la normalidad te
habré perdido. No, -ironizó, igual a como lo había hecho Ella hacía un
instante- mejor dicho, todo habrá sido nuestro sueño… Mi sueño.- Terminó
diciendo.
-Lo hago porque, así cuando suceda de nuevo, en algún lugar de nuestra
memoria tendrás… tendremos estos recuerdos.
-¿Hablas siempre de un nosotros en mí? No lo comprendo.-
-Lo entenderás cuando pase. Por ahora es muy pronto. Mira nuestro reloj
de arena, sigue corriendo en reversa, aunque bueno, ahora no hay más que
retroceder. Tengo que decir que mis pruebas aun no son lo suficiente para
engañarlo. Esta fue una fase. Aún faltan peores momentos. 5 meses:
Recuérdalo bien, ese es el tiempo. Nos vemos dentro de un par de horas…- El
cuerpo de Él estaba suspendido de las ramas de un árbol. Y despertó.
-Te dije que no pasaría demasiado.- Dijo Ella a sus espaldas.
Instintivamente Él dio un giro sobresaltado.
-¿Quién eres tú?- Sus ojos estaban como platos. Y cuando la analizó un
momento de pies a cabeza, quedó mudo.
-¡Adivina! Soy tu felicidad… No, soy tu sueño hecho realidad.-
Definitivamente era todo lo que Él hubiera soñado: Cabello liso. Ojos grises.
Boca a punto de dejar una marca roja. Un cuerpo exquisito. Desde su cabellera
negra hasta el último detalle en sus espléndidas zapatillas se veía bellísima.
Pasaron alrededor de 15 minutos y Él seguía admirándola. Se recobró al fin de
su impresión inicial. Parpadeó.
-Sigo sin saber quién eres.-
-Puedes llamarme “Un millón y medio”…-
-¿Qué?- Aquello no tenía sentido en ninguna forma.
-Bien, pues entonces, no tengo nombre. Te aseguro que tú tampoco tienes
uno.- Él apartó la vista involuntariamente, sabía que tenía razón.
-Pero, ¿Quiénes somos?-
-¿En serio quieres saberlo?- Acababan de empezar los juegos de palabras.
Y Él, lo estaba recordando.
Claro que sí, por eso estoy… estamos aquí.
*
Un final para la humanidad, no existe.
¿Desde cuándo existe la humanidad? ¿Para qué existe? ¿Adónde va a
parar? ¿Hay un fin específico?
Todas las dudas son resueltas al morir. Todas las dudas dejan de tener
importancia al pasar a otro plano. ¿Existe tal plano? Casi todos los humanos
tienen que vivir con los sueños atados a un tiempo finito. Casi nadie los
cumple, y quien los cumple, vuelve a soñar para tener un nuevo propósito,
algo por que continuar hasta que su vida caduque.
Las atmósferas de amor, emoción, alegría, tristeza, momentos de pensar,
momentos de pesar; todas sin excepción, pertenecen a un mundo diferente, son
cosas que perduran por siempre… por siempre, mientras existan humanos que
puedan afirmar su existencia.
Lo que concierne en este punto es: Si la humanidad estará por siempre para
hallar algo en que encontrar un propósito. Si bien todo está basado en átomos,
energía cuántica, la sangre, el espacio utilizado por un cuerpo, la reproducción,
pero y luego: ¿Qué? ¿Qué sugiere el universo a todas estas criaturas? ¿Cómo
va a continuar? ¿Acaso podría vivir eternamente evolucionando en su misma
forma? ¿Continuarían viéndose cambios tan drásticos como los que ya se han
visto?
¿Qué más puede pasar?
Esta anterior es la peor de todas las dudas. Si bien nadie le hace frente de
manera continuada y sin descanso, todos en algún momento piensan en el
futuro, lo que se viene, lo que pasará dentro de poco “tiempo”. Lo que hay que
imaginar es como el “tiempo” los rige, los acostumbra a lo que son y lo que
pueden ser.
¿Qué más puede pasar?
Tal vez es la mejor pregunta de todas.
La incerteza de dirigirse hacia algo ciego los hace valientes, les enseña a
encarar la vida de la manera que ellos creen hacerlo bien.
Citaré a Jimy.karnalitopineda que en el poema “Humano.” Dice lo
siguiente:
“Si por un momento detienes tu respiro.... Mantenlo... Aún no lo sueltes
Intenta seguir el ritmo de este mundo inerte que vive sin respirar
Deja ir ese aire que has ensuciado, pero sabes, has debilitado a la tierra
Nuestras esperanzas de vivir se acaban cada vez que lo haces...”
He ahí, que el poemario “Donde Yacen Los Hechizos, Mueren.”, nada tuvo
que ver con temas filosóficos, pero que de un momento a otro tienen cierto
valor o algún acierto en sus frases.
Todos los humanos tienen que vivir sabiendo que a las futuras
generaciones les dejan -dejando de lado lo positivo como los avances
tecnológicos y sociales- menos esperanzas de “un mundo mejor”, mayores
tasas de crecimiento poblacional, y otras muchas cosas que son inconcebibles
de creer, puede abarcar la humanidad.
Así que de ser posible buscar un final para la humanidad sería tan sencillo
como decir: Mañana el sol ya no brillará. O bien se puede decir: La tierra
dentro de tres años será inhabitable ya que no poseerá un aire respirable, y en
el peor de los casos, si debes tener un hijo a este niño se le cobrará cada gramo
de oxígeno que deba respirar hasta que sea posible que encuentre una forma de
generarlo por su cuenta y sino debe morir o no nacer. Y sin embargo, no hay
dudas respecto de que el futuro es improbable, de que dentro de un par de
décadas será posible la creación de lugares en donde el aire en vez de que al
respirarse se ensucie, sea purificado. O por otro lado, los seres humanos
aprendan a no respirar, que de todos los estudios llevados a cabo durante tanto
tiempo encuentren la forma de “evolucionar a la fuerza” los pulmones
humanos, para que el respirar sea un caso perdido, y que con el tiempo estos
órganos sin ninguna importancia en el cuerpo se atrofien, y al fin,
desaparezcan.
Todo esto es tan idóneo como ilógico, viéndolo desde una perspectiva
realista. Entonces no debe verse de forma racional, sino de forma demente.
Pensar en cómo pueden adherirse a la realidad los criterios de ciencia ficción
con una dotada maravilla de raciocinio. Si bien los sueños son un molde de lo
que se quiere hacer, la realidad es la que permite ir con la vida a cuestas, la
vida es la que permite que dicha realidad exista. Entonces es posible dejar de
lado la realidad y vivir de los sueños…
Dejemos ese punto de lado. Pues estaría pensando en lo que intento con
gran emoción.
Volvamos al principio, ¿Adónde va a parar?
Cuando se termine la propagación humana a lo largo de este planeta, sólo
quedará la posibilidad de otro mundo o iniciar una guerra con el fin de acabar
con más de la mitad de toda la humanidad. De ser posible lo último, debemos
imaginar un escenario donde “el padre mate al hijo y este hijo mate al
hermano…”. Y si es la primera, hay mucho de donde escoger pero con
demasiadas dificultades, tanto por la tentadora idea de saber que los planetas
fuera de acá, su aire no es respirable o es similar al nuestro, pero por
momentos se vuelve tóxico; y tanto también porque si existiera un lugar
habitable fuera de aquí, estallaría una guerra por ver quién debe ir a este nuevo
lugar de asentamiento humano. Si tuviera como nombre “Tierra 2” nosotros
nos convertiríamos en extraterrestres de ese lugar aún si fuéramos de la misma
especie. Además hay inconvenientes respecto de los materiales que ya existen
aquí y que deberán ser llevados allá -donde quiera que sea- pues si serán
llevados de aquí, la Tierra se iría quedando poco a poco sin estos materiales
que, en principio, formaron parte del polvo como material puramente mineral.
Y luego de algunos años la Tierra también sería explotada a un nivel mayor
del que actualmente ya lo es.
Lo que se saca en claro es que, dicho de cualquier manera, los humanos no
dejan que su especie desaparezca, así sin más ni más. Siempre tienen nuevas
ideas para su “mundo mejor” aun si con ello llevan el planeta a una
destrucción más pronta, ellos se dicen a sí mismos que si bien el futuro es
malo, es peor no saber valorar el presente y, sólo vivir el presente tampoco es
algo muy bueno porque se olvidan que hay un porvenir que se debe -en vez de
“se debe” debería ser “que obliga”- cuidar lo que hay y lo que puede haber.
Las prematuras condiciones de buscar un final sólo dejan un sabor amargo,
en realidad no se busca un final, sino un comienzo a algo que ya comenzó,
entonces no se buscaría un comienzo, quizás una continuación, pero sería
ilógico que este concepto diera realce a lo que se busca si hablamos sobre
títulos que al verlos den “ganas de querer leerlo”. Podría llamarlo entonces
“La continuación de la humanidad.” O quizás por nombre debería ponerle
“Así sigue la humanidad”. El primer tema no da con respecto a lo que se
intenta decir, podría pensarse rápidamente que trata sobre la evolución y no
sobre que sigue luego de tantos siglos vividos, sin que se suceda la
mencionada evolución. El segundo tiene más un contraste acerca de temas de
psicología o de algún tema en particular de costumbres o estilos musicales que
van floreciendo, decayendo, transformándose, uniéndose con la costumbre y
volviéndose folklore, y luego, los temas se confunden de nuestro propósito;
entonces, el tema sugiere lo que debe sugerir, ¿Qué le sigue a la humanidad
después de la humanidad? En otras palabras ¿Cuál es la finalidad de esta raza?
Continuando con la exposición de ideas, sería posible que el humano
pensará en las soluciones que se pudieran dar a los problemas futuros, y claro,
sin pensar en que en dicho futuro las cosas de las que prescinden hoy por hoy,
no estarán. Es muy probable que se cuenten historias acerca de los aparatos
que se tuvieron -que se tienen actualmente- y que con ellos, pudieran ser
posibles cosas que no serán posibles porque ya no existen, con el tiempo estos
dispositivos se vieron forzados a desaparecer para dar espacio a los que se
estaban creando.
Sin tomar mucha distancia de los pasos que le siguen a una actualización
humana en un contexto de “mundo nuevo” se cuentan entre ellos.
1. La creación de espacios donde poder habitar.
2. Lugares en donde se pueda mantener -al menos en principio- contacto
con los demás seres de la Tierra.
3. Vías que permitan la expansión rápida de los seres que vayan llegando a
este lugar.
4. Gobiernos -algo infaltable en un lugar donde habiten humanos-.
Y así podría seguir enumerando las cosas que irían haciendo, hasta
conseguir un dominio total de un nuevo planeta. Recordarles que todo esto es
a base de ejemplo y que si bien es tan ciencia ficción, es tan cierto que
cualquiera puede decir que hay mucha razón al decirlo de esta manera.
Recordarles también que el humano en su necesidad de sobrevivir no se
detiene a ver el camino y ver si hay pros o contras, sigue sin importarle si hay
maldad o frialdad para todo lo demás. LO IMPORTANTE ES CONTINUAR.
Se dice entre los humanos que el instinto de supervivencia es uno de los
adelantos más grandes que tiene, y el otro adelanto –si bien igual de grande,
pero al contrario- es el de poder pensar -se dice contrario, porque debido a esto
es posible hacer daño a los semejantes con plena facultad de saber lo que se
hace-. Y si bien estos dos van de la mano, no son unidos, sino más bien son
enemigos y si tan siquiera se unen por momentos, es, para en otro momento
darse la espalda. Nos perdemos del tema. Estos adelantos son los que permiten
al humano saber que hay algo que sigue después de un segundo en el presente,
que se acerca otro segundo… y así sucesivamente. Todo viene como una
cadena, todo lleva a lo mismo, a “pensar” que se avecina.
El pensar implica “tiempo”, pero ¿Qué es el tiempo?
El tiempo es un lapso de vida que se va en el presente hacia un futuro
siempre. El tiempo es una carrera invertida de lo que se hace y de lo que no se
hace. El tiempo es la forma en que la vida le deja de sonreír a un humano. Un
significado u otro de los tantos significados de lo que puede ser el tiempo en
un momento determinado, es eso… un momento determinado para actuar.
¿Cuál es su fin, el propósito de la raza humana?
Sea aquí o tan lejos como sea posible, el ser humano actúa o deja de actuar
acorde a sus metas. Estas metas pueden ser algo realmente bueno… o
completamente malo. Los motivos y razones se van detallando con cada
acción que realizan. Pueden ser capturados por sí mismos en estas
descabelladas ideas de lo que intentan lograr -sea lo que fuere-. Y si tienen
éxito en sus planes… ¿Qué le sigue?… y luego que han podido encontrar algo
que le sigue… ¿Qué volverá a seguir después de concluir con ese algo?... O
también si no logran su cometido… ¿Qué le sigue?... “Algo con que
continuar”. En caso de fallar, se pierden esperanzas y anhelos, se busca
incansablemente cuál fue el error de todo cuanto sucedió en el proceso de lo
que se intentaba. En caso de ganar, sólo hay un sentimiento que inunda el ser:
La felicidad. Y luego a buscar algo con que seguir, porque: La felicidad es
efímera. La duración de ésta depende de la meta que se buscaba. La felicidad
representa una espada de doble filo: UNO GANÓ Y OTRO PERDIÓ. UNO
TUVO ÉXITO Y OTRO FRACASÓ. La felicidad esta llena de cosas que se
deben explicar: Motivos, dudas, mentiras, llanto, gozo. Demasiadas cosas en
un solo sentimiento. Para la humanidad no puede existir un final, para la
humanidad todo es un nuevo comienzo, para la humanidad todo se reduce a
hacerlo o no hacerlo. Todo se reduce a esto: El inicio de algo.
Capítulo 4
“Los detalles no importarán demasiado”, pensaba Ella para sí. “Todo está
arreglado de esa forma. Pronto los sueños no podrán seguir siendo sueños.”
-De cualquier forma debes ir haciéndote a la idea de una relación muy
íntima entre nosotros dos.- Le decía Ella con su tono seductor.
-Pero apenas llevamos una semana… de conocernos.-
-Aun si no lo recuerdas.- Él fruncía sus cejas dando a entender que era muy
ilógico.
-Bueno; en cualquier caso, que me digas, que esta vez en nuestros sueños
tendré que enfrentarme a una prueba, sin saber de qué se tratará no es un plan
muy efectivo.- Miraba hacia el cielo con un aspecto pensativo. Volvió su vista
hacia Ella.- Muy bien, que así se haga.- Modificó su rostro pensativo en uno
muy sonriente.- Ya pronto me darás más detalles. Aún si para ti no tienen
importancia.
-¿Qué pueden estar haciendo dos estrellas fugaces clavadas a un cuadro?
Parece muy real, parece como si de veras estuvieran a lo lejos compitiendo…-
-¡Shhh!- Dijo Ella desde su espalda.- Ahora inicia la prueba… - Añadió
casi en un susurro.
-¿De qué estás hablando?- Al darse un giro a 180 grados no vio a nadie.
Ahí lo comprendió. Estaba soñando. Por si fuera poco no sólo se limitó a
pensarlo, sino que chasqueó sus dedos, los cuales resonaron de una manera
que no hubiese sido posible si no fuera porque estaba soñando. Esto lo
comprobaba todo: Un reloj de arena a unos dos metros delante de Él.- ¿Qué se
supone que debo hacer con eso?- Se acercó. Tenía un tamaño de 50
centímetros y estaba suspendido en el aire. Lo rodeó buscando una explicación
de su flotar. No la halló. Se dijo a sí mismo que era, porque estaba en un
sueño.
-¡Bravo! La vez anterior te costó 5 sueños más…- Ahí estaba Ella.
Aplaudiendo despacio y con la mejor sonrisa que Él pudiera imaginar hasta
ese momento.
-Dime una cosa: ¿Cuántas veces han pasado ya? 6… 9… más… ¿Por qué
continuas haciéndolo si al final siempre quedan 5 meses… o 7 horas? Eso aún
no te lo comprendo.-
-Ya con esta serán 15 veces… Estás seguro que soy yo la que lo hago. Yo
soy tu sueño hecho realidad, tú buscas algo y al existir yo, significa que aún no
consigues tu objetivo. Pero quién sabe, esta podría ser la última vez que lo
intentes… Quiero decir, que lo intentemos. Has dejado tantas pistas y la última
vez hasta pudiste dejar fragmentos de sueño… o de realidad adentro de tu
propio sueño para que así esta vez no te costase llegar a la conclusión en la
que te habías quedado, por esa razón ha aparecido ese hermoso reloj. Además
ese reloj es el que rige mi existencia. Por ahora no se moverá. Te dejará que te
acostumbres, al menos un par de horas antes de que todo se vuelva un
desorden aquí y allá.
-¿Aquí y allá?- Él estaba intentando seguir el ritmo de la conversación,
pero había demasiadas cosas que no comprendía.- ¿Dónde están esas pistas
que dices?-
-No lo sé, si lo hubiera sabido, hubieran dejado de existir al mismo tiempo
que yo. Sólo hay un documento que existe y que yo lo hice en la fase anterior,
debo decir que está completamente al revés. He querido pasarlo todo a su
forma normal, pero se desvanecen las letras cuando apenas voy a la mitad.- Él
asentía como si supiera de qué se trataba.- Por ahora despierta, no sería bueno
que el tiempo comenzará a correr al ver que puedes estar aquí tanto tiempo.
Una última cosa: El documento del que te hablaba se titula “Un final para la
humanidad, no existe.”. ¿Te dice algo?-
-No, nada en realidad. Tal vez más adelante pueda saber si tiene algo que
ver con todo esto.
-Yo no sé qué busco, pero sé que lo hallaré.- Él tomaba las manos de Ella.
-Sí, lo sé. Mira, aquí será nuestro punto de encuentro. Este árbol tan
majestuoso por su altura y hechura guardará nuestros secretos.
-¿Secretos? Eso es, aquí ya estuvimos, y según recuerdo aquí dejé algo
muy importante. ¡Ven ayúdame! Me puedes explicar cómo es que el tiempo
regresa y sigue fluyendo de la misma forma que cuando comenzamos. Es
decir, la primera vez que tú, apareciste.- Él se había acercado al tronco del
árbol y arrodillándose a un par de pasos de este, sacudió el suelo muchas
veces. Al cabo de unos instantes, algo pequeño y redondo comenzó a brillar.
-Lo que pasa es que es un sueño unido a la realidad, sin embargo, el tiempo
empieza a trastornarse debido a que no puede mantener esa unión. En la cuarta
vez que pasó esto, tú dijiste que era un bucle, que era algo que siempre se iba a
suceder de la misma manera, entonces decidiste comenzar a guardar partes de
lo que fuera pasando con alguna diferencia. - Ella se acercó a Él.- Por cierto,
ese anillo me lo regalaste en la séptima vez que estuvimos aquí.- Él estaba
sonriendo, tanto porque el mencionado anillo lo introdujo en el dedo de Ella,
así también porque el viento le recordó otra pista.-
- Me dijiste que se guardaban secretos aquí, no es así.- Ella observaba el
anillo.
- Así es.- Fijó su vista en Él.- Aunque no dije “se guardan”, más bien,
“vamos a guardar”- Él omitió el comentario.
-Entonces este anillo, no debe ser el único secreto que guardamos aquí.-
Mientras hablaba, palpaba el árbol, veía la copa y sus alrededores cercanos.
-Eso no puedo saberlo. Tengo algunos recuerdos anteriores, pero siempre
que lo voy a recordar, el tiempo toma una carrera absurda por separar el
tiempo del sueño y el de la realidad.
-No, está bien. Lo recordaré yo, esta es probablemente otra pista.
-En un par de días mi personalidad cambiará, me volveré más adicta a las
pruebas… Las pruebas, son juegos de cambios… Cambiaré mi estilo de
cabello. Ya no será negro, lo cambiaré por un color… - Se quedó pensativa
unos segundos. Sonrió con la malicia femenina que Él adoraba tanto.- Será
color chocolate.
-Entonces este es tu lugar de estudios…- Decía Él asombrado de la
majestuosa obra de arte de la cual Ella le estaba comentando era donde tendría
que recibir sus clases. Ella se acercó a su oído y le dijo en un susurro.-
-Sabes que todo esto es falso. ¿Verdad?-
-¿A qué te refieres con “falso”?- Él se encogió de hombros. Ella se rio en
señal de que no era la misma de hacía 5 días.-
-Espérame afuera de la sala de belleza “Body and Beauty”. Llegaré tarde o
temprano.- Seguía riéndose de una forma en la que Él sabía no lo había hecho
hasta ese instante.
- Ahí estaré.- Él se fue alejando con la mano extendida a modo de
despedida.
-¿No me besarás?- Y su risa continuaba.
-¡Lo dejaré para después! El sueño nos conoce demasiado bien.- Ella dejo
de reír y sonrió, porque Él ya no era el mismo.
-De qué manera deben suceder hoy las cosas.- Meditaba Él en su
habitación.- Morir no puedo. Tiene que haber otra forma de hacer una pausa a
los eventos.- Se levantó, abrió el baúl donde sabía estaban las estrellas, se
disponía a pedir un deseo, aun si luego sólo le quedaba uno y entonces la vio:
Una libreta demasiado vieja a su parecer. La tomó y la hojeó. No vio nada
interesan… Había una hoja donde habían escritas unas líneas. La primera: “Ya
es mo…”. La segunda: el intento de una “s” y luego una “r”. Y la tercera:
“Amor mío… me ha encantado.”.- ¿Cómo es que ya sabía de las estrellas
fugaces?- Se preguntó a sí mismo.
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Las imágenes iban y venían, se fusionaban con distintos colores. A veces
se desvanecían, a veces por el contrario, aparecían en los lugares menos
esperados. Todo en su mente.
“¿Qué más podría pasar?” Esa pregunta lo atormentaba desde aquel
momento en que había visto la imagen de Él en aquél sueño extraño, y luego
la de Ella mientras escribía algo sin parar, las horas habían ido pasando y Ella
no se había detenido, Él la había observado en todo momento. Aún si fuese un
sueño eso debía suceder. En Ella las manchas oscuras… moradas por el
cansancio se habían hecho notar. Y de pronto… La realidad ya no lo era. La
pared frente a Ella se desmoronaba. ¿Cómo era posible? ¿Acaso era sueño
adentro de un sueño el recuerdo que estaba teniendo? No, Ella era realidad
hacía apenas un instante, lo cual indicaba una fusión entre realidad y sueño.
De la cama habían caído un par de hojas de las que había escrito Ella. Él había
visto por mera inercia, por destino, por cualquier excusa que pudiera ser y
exactamente la línea que había leído decía esa pregunta que ahora lo
atormentaba.
Capítulo 8
Epílogo