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Filosofía aplicada a la educación

LF. Miguel Ángel Toscano Mora

4431689003

toscano.filos@gmail.com

Universidad interamericana para el desarrollo (UNID)

Centro de Desarrollo Educativo y Profesional Freire (CEDEP)

Filosofía y educación
Resumen ejecutivo

Si bien la educación es un tema vital para cualquier nación, y no hay quien se


atreva a sugerir que ella no es de importancia, no se ha logrado construir un
sistema educativo que sea optimo, quizá se deba a que la filosofía ha abandonado
las aulas de nuestro país, y por ello no tenemos ciudadanos que en su
personalidad se muestren las características de aquel formado en la filosofía,
hablamos de un carácter crítico, sistemático y reflexivo. Por ello pensamos que la
filosofía debe regresar a las aulas superando primero las obvias dificultades como:
la nula preparación en filosofía del docente, la congruencia entre lo visto en clase
y lo mostrado en casa, la agresión por parte del ignorante hacia aquel que quiere
tener un pensamiento libre y propio, la pésima recepción por parte de los
empresarios ante perfiles humanistas, y claro, la desidia por el pensamiento
reflexivo. Una vez superados estos obstáculos y otros más, debemos construir un
perfil productivo humanista, es que acaso ¿hay quien dude que la formación
humanista es rentable, productiva? La filosofía debe dejar de ser una
excentricidad, un hobbie para los intelectuales, una parte básica de la llamada
cultura general, la filosofía debe ser tratada con el mismo respeto que se trata a la
matemática, pues mientras que ésta nos enseña como funcionan los números la
filosofía nos enseña como funciona la vida, mientras que la ciencia busca la
verdad absoluta, la filosofía se encarga de verdades nobles como la sinceridad, la
franqueza, la lógica y la honestidad, por su parte, la medicina nos explica como
cuidar nuestro cuerpo, la filosofía nuestra mente. Una vez que se han convencido
de la importancia de nuestra bella disciplina, arte del pensar, debemos construir
los mecanismos que permitan la construcción de nuestro objetivo más importante
“El ciudadano sabio”, y uno de los encargados más importantes de dicha labor
serán los nuevos docentes, los que, además de dominar sus especialidades,
deben de manera urgente, aprender a filosofar, y lo más importante, aprender a
enseñar a filosofar. En este trabajo abordaremos todos estos temas y
propondremos un sistema filosófico de nuestra autoría nominado como “filosofía
aplicada a la educación”, no es filosofía de la educación, no es educación en
filosofía, es un sistema teórico de pensamiento filosófico creativo, crítico y
visionario que le devuelva al mexicano lo que por nacimiento le pertenece, su
libertad de pensarse y ser pensado, su derecho a hacer de su vida un ejemplo de
congruencia entre el pensamiento y el acto, su herencia cultural antiquísima e
interculturalizada, y lo más importante, cumplir con su obligación de ser feliz.
Nuestra propuesta en conclusión, no es meter la materia de filosofía desde la
primaria o secundaria, tampoco pretendemos cambiar las materias filosóficas
como ética o historia de la filosofía, sino construir herramientas didácticas
filosóficas para que el docente de primaria, secundaria, bachillerato y universitario,
público y privado, puedan ayudar a la generación de hombres y mujeres
humanistas, críticos, reflexivos, sistemáticos, cultos, interesantes, transformadores
de la realidad, libres pensadores y auto gobernados por la razón, gente que más
que profesionistas alcancen la sabiduría.
Ficha curricular

Nombre: Miguel Ángel Toscano Mora

Lugar de nacimiento: Morelia, Michoacán, México

Teléfono: 4431689003

Correo. toscano.filos@gmail.com

Oficinas: Despachode filosofía Gerd Achenbach, Allende 624, Centro histórico,


58000, Morelia, Mich.

Licenciado en filosofía por parte de la Universidad Michoacana de San Nicolas de


Hidalgo

Ganador del premio Padre de la patria 4 años seguidos.

Promedio más alto de su generación

Titulado con la tesis: Genealogía de la matemática y genealogía de la filosofía.

Primer terapeuta filosófico del estado

Catedrático universitario

Investigador filosófico creador de la Filosofía de Campo

Laboratorista filosófico
Introducción

Para la elaboración de este breve ensayo hemos tomado como ejemplo las
experiencias vividas por el autor en su carácter de docente de filosofía en el
Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolas de Hidalgo, institución con un gran
legado cultural, filosófico y humanista, y en donde la filosofía es enseñada por
abogados, veterinarios, economistas, y perfiles diversos, excluyendo de manera
vergonzosa al filósofo de carrera. Dónde además no se imparte la materia de
filosofía, a pesar de que ese es el nombre de la materia, lo que se imparte es
historia de la filosofía, que en lugar de enseñar a pensar enseñan a memorizar
nombres, fechas y obras.

También se ha tomado en cuenta su experiencia como docente de la Universidad


Interamericana para el desarrollo, que en colaboración con el despacho de
filosofía Gerd Achenbach, han venido desarrollando materias y proyectos de
humanidades con resultados muy positivos.

La situación de la filosofía en la sociedad mexicana

La sociedad mexicana no es filosófica pues carece de las características propias


de una, podemos observar que en general desconoce a la filosofía, rara vez lee y
menos veces comprende un texto o teoría filosófica, imaginan al filósofo como un
sujeto extravagante y loco con actitud de vago, desempleado y peleonero, además
claro de consumidor de drogas, de lo anterior resultan dos cosas, que muchos no
quieran estudiar filosofía, y que algunos, y precisamente por la misma imagen lo
hagan.

Tristemente son poquísimos los casos en los que un hombre o una mujer adopta
de manera profesional el compromiso de ser él pensador de México que
transforme la realidad de esta nación, la realidad social, política, económica,
cultural, artística, y por supuesto la educativa, para el resto, la filosofía no sirve
para nada, no aporta nada de utilidad para la sociedad.
Este es el contexto en que nos encontramos, situación difícil de comprender
debido a las grandes necesidades humanistas que padecemos en nuestro país,
enfrentamos en este momento una problemática económica, social, política, medio
ambiental, ideológica y científica que precisa que diversas disciplinas teóricas y
prácticas, trabajen bajo una forma integral, y consideramos que una de ellas, para
nosotros la más importante, es la filosofía, sobre todo ante la actual cuarta
transformación. Sin duda la filosofía es transformadora por naturaleza,
históricamente los grandes sistemas de pensamiento filosófico han surgido y
transformado el curso histórico del planeta entero, por ejemplo; Descartes y la
edad media, la filosofía ha orientado a la humanidad en momentos de crisis
sociales, y a pesar del uso e imagen social de la filosofía, aún no ha llegado el
momento de prescindir de ella, aun necesitamos de su guía, seguimos precisando
de su orientación.

Dado que nuestro país se mueve dentro del sistema capitalista tendemos
principales, a la mercantilización de todas las actividades humanas, y a la
intensificación de los procesos de alienación o enajenación pública. Si la filosofía
es plenamente humanista, crítica, creativa, sistemática, visionaria y desalienadora,
entonces sus diversas ramas o disciplinas no formarían parte de la actividad
capitalista de los ciudadanos enajenados, a menos que pudieran favorecer a la
mercantilización.

Para aquellos que no estén familiarizados con estos términos, podemos decir que
la mercantilización se relaciona de manera profunda con las ideologías y el
proceso de enajenación cuyo objetivo es el encubrimiento en la conciencia de los
sujetos, intentando así que ellos consideren naturales e inevitables su pérdida de
interés por pensar. Para lograrlo el sistema de dominación se apoya en los medios
masivos de comunicación. Hace uso de disciplinas varias como la psicología y la
sociología, para impedir así un pensamiento libre, crítico y orientarlo en cambio
hacia la creación de mundos ficticios. Así las cosas, resulta fácil la comprensión de
por qué los filósofos han sido retirados del espacio público y exhibidos para un
auditorio selecto en las universidades.
La filosofía y la cultura mexicana

Precisemos lo siguiente, en este texto usaremos una acepción del término


“cultura”, ese que la expresa como el conjunto de hábitos, tradiciones, costumbres,
ideologías, que constituyen la identidad del sujeto. Puestos de acuerdo en la
anterior definición, entenderemos que la filosofía en la cultura mexicana no forma
parte de la identidad del 90% de los mexicanos, es decir, ese altísimo porcentaje
no asume como parte de su identidad, como parte de su personalidad la
mayeútica socrática, la libertad y responsabilidad existencialista, la humildad
estructuralista, la liberación nietzschiana, etc. No se tiene el maravilloso hábito de
usar el ocio para reflexionar nuestro ser y nuestra relación con los otros seres, ni
en casa, ni en la escuela y mucho menos en los medios de comunicación
fomentamos a la filosofía como parte de la cultura mexicana promedio, ¿qué sería
de nuestra nación si la filosofía fuera tan popular como el futbol? Nos preguntamos
ahora, ¿cuál será la fuente de la cultura mexicana filosófica?, puede ser en la
casa, pero ¿debería ser en la escuela?

La escuela forma parte del problema pues mantiene a la fecha una pésima
concepción de la función vital de la filosofía, mientras que el gobierno de los años
veinte y hasta el de los setentas fomentaban el desarrollo de la filosofía en la
formación de los estudiantes de bachillerato y apoyando la fundación de escuelas,
facultades e institutos logrando desarrollar una grandiosa generación de filósofos,
pero desafortunadamente a partir de 1985, la tendencia se dirigió a la reducción
de la filosofía a su mínima expresión. Y como ya mencionamos, la filosofía en los
medios masivos de comunicación nunca ha tenido ningún lugar digno.

Conectando lo anterior con la primera parte, la social, los filósofos, ya no son los
que proponen una identidad orientada al conjunto social, los encargados de
construir las nuevas personalidades, de constituir la identidad, es el conductor de
televisión, el actor de cine, el influencer de Youtube, quienes dirigen toda la
información de acuerdo a los intereses de algunos, y en beneficio de la
enajenación y en detrimento del libre pensamiento. La razón de ello funciona
perfectamente dentro de su propia lógica, de acuerdo al sistema capitalista, la
filosofía es una crítica de los poderes establecidos, del sistema mismo, e induce a
la reflexión y convoca a la argumentación lógica y a la liberación del hasta
entonces sujeto sujetado, el sistema de dominio busca al contrario impactar los
sentidos para la enajenación y la manipulación del televidente o streaming vidente.
Y recordando a Marcuse, está interesado en un espectador acrítico, un hombre
unidimensional al que luego le instaura una forma de ser, pensar y sentir;
construyen un rechazo natural del ciudadano hacia todo lo que signifique pensar.

¿Qué es la filosofía?

Nos hemos estado refiriendo a ella y hemos mencionado en varias ocasiones


algunas de sus características, pero es importante coincidir todos en la misma
definición para comprender mejor nuestra posterior propuesta. Empecemos por
decir que la filosofía es la actitud con la que resolvemos nuestra existencia
subjetiva ante la realidad objetiva. Si bien nuestra definición no es la única para
comprender nuestra postura teórica, es la que nos ha acompañado a lo largo de
su construcción.

Los seres humanos iniciamos nuestra vida construyendo nuestra identidad, es


decir, mediante la cultura es que el ser humano constituye su existencia, esto
conlleva a numerosas complicaciones, siendo la más importante el descubrimiento
de que existe un mundo externo, ajeno e independiente de nuestra existencia, un
mundo que, de hecho, constituye la principal amenaza a nuestra existencia, y a
falta de una formación filosófica la actitud común es la ira, la violencia, la
ignorancia, la irresponsabilidad, etc., parece que en lugar de aceptar la realidad el
ser humano desea destruirla sin ser consciente de que su misma vida se pone en
riesgo. Debemos entonces de dotar al sujeto de herramientas de pensamiento
filosófico que le permitan resolver este enfrentamiento entre su existencia y su
realidad, que siendo sinceros, no es suya. Generaciones como las milenianas o
los copitos de nieve son resultados de la ausencia cultural de la filosofía en
nuestro país.

Como hemos venido argumentando y tomando como guía didáctica nuestra


acepción de filosofía, tenemos el choque entre dos lógicas. La filosofía es, en este
caso, la disciplina constructora de la existencia del sujeto, que le permite
preguntarse por el significado y sentido de su vida y el medio óptimo para pensar
la racionalidad y la justicia social; la filosofía se enfrenta a una realidad actual
dominada por la lógica de la mercantilización y del dominio. Surgiendo
interrogantes como: ¿es posible y deseable la libertad en un mundo esclavizado?,
¿tiene alguna utilidad pensar el mundo cuando otros lo piensan y lo determinan
por nosotros y para nosotros?

Este sistema o matrix, tiene fallas, errores, lagunas, contradicciones que permiten
la subsistencia de la filosofía estableciéndole una determinada dinámica para
propiciar su desarrollo vacío y nulo, sin embargo, la filosofía es más compleja, más
rica y tan rebelde que se enfrenta a las normas impuestas. Debemos trabajar en
las aulas para lograr ciudadanos que construyan filosóficamente una actitud que
les permita resolver su existencia ética, crítica, libre, en una realidad dominante,
mostremos que sólo es dominante porque le permitimos decidir por nosotros.

La filosofía aplicada a la educación en México

Reconociendo a la filosofía como la actitud que nos permita conciliar nuestra


existencia con la realidad, proponemos que la filosofía se aplique a desarrollar en
el ser humano herramientas de pensamiento que le permitan resolver estos
choques culturales y así resolver o prevenir las crisis existenciales, generadoras
de estrés, neurosis, paranoias, trastornos de personalidad, desequilibrio emocional
e infelicidad. Les pido a los filósofos mexicanos que dotemos al docente de
herramientas de pensamiento filosófico para que desarrolle en sus estudiantes las
siguientes virtudes:

1- Pensamiento crítico, es decir, la capacidad de analizar, dividir en sus partes


para encontrar el error, la falla.
2- Pensamiento creativo, es decir, la capacidad de encontrar diversas
maneras de ser, hacer, pensar, sentir y transmitir.
3- Pensamiento utópico o visionario, es decir, la capacidad racional humana
de ver diversas futuros, de construir diferentes predicciones para controlar
mejor los resultados, de crear mundos ideales y trabajar para lograrlos.
4- Pensamiento reflexivo, o pensamiento que se piense a sí mismo.
5- Pensamiento sistemático, es decir, la capacidad de ordenar, jerarquizar,
clasificar, evaluar y construir sistemas de pensamiento lógicos.
6- Pensamiento libre, hablamos de la capacidad del estudiante de llegar por
sus propios medios al conocimiento, e incluso a construir uno nuevo.

Para lograr que el docente acepte de buen gusto estas y otras herramientas
debemos primero entender que la filosofía no es una disciplina que debe ser
cultivada, desarrollada y expresada exclusivamente en las universidades sino
como una disciplina útil y práctica con una profundo relación simbiótica con la
sociedad, debe entonces ser cultivada en todos los ámbitos sociales. Aunque esto
implica, por supuesto, una problemática específica. Por ejemplo, la forma en que
la filosofía se relacionará con la sociedad, otro podría ser la función de la filosofía
en diversos ámbitos, por eso es que en nuestra investigación denominada filosofía
de campo, investigamos los límites y alcances de la filosofía aplicada a diversos
ámbitos sociales y personales.

La filosofía aplicada a la educación busca ser parte de un plan de desarrollo de la


sociedad y la filosofía misma en todos los niveles sociales, educativos y políticos,
tal como lo recomienda la UNESCO. Para poder llevar a cabo esta labor se
requiere exigir a la SEP, al CONACYT, a CONACULTA, al Fondo de Cultura
Económica, a las diversas comisiones de cultura de las Cámaras de diputados y
senadores; a las universidades y demás instituciones culturales que den el
espacio que se merece a la filosofía y nos ayuden a continuar con la filosofía de
campo.

Quiero ahora señalar algo que hemos estado ignorando y que de manera sutil
hemos pedido, nada de lo anterior servirá si el filósofo no camba su actitud,
cambiemos la actitud académica por una aplicada, social. En la ciudad de Dakar
en el 2006 la UNESCO y la “Philosophy teaching in the context of globalization” les
pidieron a los filósofos que abandonaran su encantadora soledad que en nada
ayuda a resolver el conflicto entre la realidad y la existencia, al contrario, parece
que el filósofo niega la realidad y se encierra en su solitaria existencia. Para cerrar,
mencionaremos los primeros 4 pasos de nuestro plan de transformación de la
didáctica de la filosofía hacia una Filosofía aplicada a la educación.

Primero, generemos una filosofía aplicada a la educación y transmitámosla por


medio de cursos de didáctica de la filosofía. Cuando el docente egrese habrá
recibido durante su formación herramientas de pensamiento filosófico y estrategias
de enseñanza humanistas. Evitando así el descuido del estudio de la didáctica de
la filosofía y que hoy debería incluir el uso de las nuevas tecnologías.

Segundo, en la medida de lo posible y después de una óptima formación del


docente en filosofía aplicada a la educación, pedirle que nos ayude a renovar el
contenido y metodología de las materias de filosofía, incluso llegando a incluir a
algunas de ellas en planes educativos que las han dejado fuera.

Tercero, al interior de las facultades de filosofía, en sus planes de estudio,


desarrollemos la materia de Filosofía de campo, generemos un nuevo perfil de
egreso de nuevos especialistas en la aplicación social de la filosofía, necesarios
para establecer relaciones pertinentes entre la filosofía y las diversas carreras
universitarias. Carreras que como ya saben o se imaginan, tampoco incluyen a la
filosofía. Si logramos reunirlas, tendremos profesionistas más productivos.

Los grandes empresarios, las empresas denominadas de “clase mundial” son


testigos de la utilidad económica, productiva, rentable, que de la filosofía resulta.
Ellos, los especialistas, saben que la filosofía ha tenido y sigue conservando una
estrecha relación con la economía; la ciencia política; la historia; la medicina; la
física; la biología; la ingeniería; la arquitectura, etc. Entonces parece increíble que
los espacios existentes sean desaprovechados así como a los egresados de
filosofía, egresados bajo la misma figura arcaica. En nuestra experiencia en el
Colegio de San Nicolás hemos visto maestros de matemáticas usar textos de
Sartre, maestros de economía hablar de Descartes, y ejemplos similares abundan
seguramente en otras instituciones.

Reunamos a la filosofía con la ciencia, que si bien, ninguna de ellas requiere de la


otra para su existencia, a ambas les conviene reunirse como lo argumentamos en
la tesis de titulación de un servidor. Mientras que las diversas carreras no incluyan
a la filosofía como materia relevante en su plan de estudios (como sí lo ha venido
haciendo la UNID a la cual le estoy eternamente agradecido por ello) seguiremos
sufriendo de un retraso humano y social imperdonable para esta altura de nuestra
historia como especie. Es cierto que la principal crítica hacia la filosofía es su
carácter especulativo. Pero recordemos cuando en la historia se impuso el
empirismo sobre el especulativismo de la filosofía clásica, retrasando así la
reflexión sobre los problemas del conocimiento histórico de los historiadores y casi
nada por parte de los filósofos. Otro ejemplo, cuando la ciencia política adoptó al
conductismo, hasta que Isaiah Berlin mostró la insuficiencia de un análisis
conductista pues este no responde al cuestionamiento del ciudadano ¿por qué
debo obedecer?

Cuarto y último paso, construir una nueva voluntad por debates que sigan las
normas propuestas por Habermas para un diálogo libre de dominio y que sí
podrían aplicarse en la educación. Como podemos colegir, necesitamos trabajar
en la formación de la didáctica de la filosofía en el docente, pero para lograrlo
requerimos del especialista que se formará en la facultad de filosofía y que
además de lo anterior trabajará en dos objetivos más, el desarrollo de la filosofía
de campo y en la incorporación de la filosofía al resto de las carreras. Ese,
consideramos, son los nuevos objetivos del, también nuevo, filósofo profesional

El nuevo perfil humanista del profesionista mexicano

¿Qué de útil para un sistema capitalista resulta de una sociedad filosófica? La


respuesta ha sorprendido a muchos, pero es claro que un ciudadano ético es más
productivo, un ciudadano responsable es económicamente más útil debido a que
previene, y como sabemos, prevenir siempre es más económico que remediar, un
ser humano culto apoya a industrias de música, teatro, arte, literatura, danza, etc.,
viaja más y se interesa mucho más por su desarrollo personal bajando así los
índices de delincuencia, se ha subestimado el valor comercial, la utilidad
productiva del profesionista con formación humanista y ha llegado el momento de
desmentir esto.
El filósofo mexicano actual tiene una amplia variedad laboral, y gracias a
propuestas como las nuestras, podemos generar nuevos perfiles de egreso que
les resulten atractivas a los jóvenes para que se comprometan con su sociedad
mediante el estudio, investigación, aplicación y difusión de la filosofía.

Conclusiones

La filosofía en nuestro país, tanto en su rol social como cultural, (enseñanza,


investigación y difusión) ha sufrido el impacto del sistema de dominación
monetario que busca reducir a la mínima expresión su importancia dando lástima
el éxito que han tenido, pues el primero en expresar que la filosofía no es práctica
ni útil, es el filósofo mismo que está preparando a las nuevas generaciones de
filósofos mexicanos. La comunidad filosófica, que es afortunadamente amplia,
debe asumir y cumplir con su compromiso social, debe recordar que la lucha por la
liberación del pensamiento no ha terminado. Para que la filosofía recupere toda su
fuerza necesita cambiar su estado social y cultural actual.

Requerimos de un plan de desarrollo de la filosofía de campo cuyos objetivos


principales sean: primero, dotar de herramientas de pensamiento filosófico al
docente, segundo, desarrollar la filosofía de campo, y por último, incorporar a la
filosofía al resto de las carreras universitarias. A las facultades de filosofía, a sus
docentes, les pedimos construir generaciones, no de licenciados en filosofía, sino
de Filósofos profesionales, que se incorporen al mercado laboral no como taxistas,
sino como lo que son, filósofos mexicanos.

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