Está en la página 1de 2

EE.UU.

UN OBSTÁCULO PARA LA DEMOCRACIA, LA


TRANSPARENCIA Y EL LIBRE COMERCIO MUNDIAL

A raíz de los hechos actuales, me pregunto qué son los EE.UU. ¿Es una
democracia de los que más tienen o es una dictadura de las grandes
empresas transnacionales y de su complejo industrial-militar?

Unos dicen que es la tierra de “los libres”. ¿Libres para qué? ¿Para hacer,
para tener, para ser? Remitiéndonos a los hechos, los EE.UU. no es un país
honesto, porque se “apropia de la gente y la retuerce modelándola como
le dé la gana” ¡País de emprendedores mercantilistas sin humanidad!

¡EE.UU. y sus habitantes, que hablan sin saber lo que dicen de la


libertad y de la democracia! ¡Constituyentes dueños de sus esclavos! El
pueblo de EE.UU. en general, con toda la libertad que creen tener son
unos avariciosos. Se les enseña a obedecer la ley norteamericana, no
importa lo que diga esa ley (porque quienes los representan llegan a
tener una cuota de poder gracias a los millones y millones obtenidos
de las “donaciones” de las grandes empresas transnacionales que
esquilman a países y pueblos enteros alrededor del mundo, tal como
sucede en oriente medio y en Venezuela, donde quieren apropiarse
del petróleo a como dé lugar). ¿Eso es Democracia?...

Por ejemplo, en el Perú, aun siendo un país extremadamente


subdesarrollado en todo,… ¡No desaprobamos pensar y amar! Pero, allá en
los EE.UU. ¡Qué artificial es el concepto de Democracia! Según las
estadísticas, en los EE.UU. están las universidades más “prestigiosas del
mundo”, pero ¿Qué saben? ¿Qué clase de cultura tienen? ¡Lo único que
conocen es la avaricia y el lavado de cerebros! El lavado de cerebro
sucede todos los días. No tiene que significar una transformación
completa de la identidad. En el nivel más simple, significa obligar a alguien
a creer algo que no es verdad. Los elementos clave del lavado de cerebro
son control, crisis y resonancia emocional. Para lavar con éxito el cerebro
de alguien, debes controlar su entorno, imponerle una crisis, y luego
aprovechar las emociones básicas, el miedo, el amor, la culpa, el odio, la
vergüenza, y guiarlos a través de la crisis aceptando e interiorizando una
nueva creencia. Se lleva a cabo todos los días en una escala masiva en los
Estados Unidos.
¿Dónde están los “campeones del libre comercio, de la democracia
occidental y de los derechos humanos” tan cacareada en los medios de
comunicación masivos que sólo apoyan en la práctica a ese 1%? Después
de la caída del “muro de Berlín” y mientras no han tenido competidores a
nivel internacional, EE.UU. ha hecho lo que le ha dado la gana con la
economía global; pero, cuando han surgido otras economías que han
prosperado sin causar invasiones, sin llevar las guerras “inventadas” fuera
de sus fronteras, si ahondar las desigualdades a nivel mundial, “saltan
como conejos asustados” y comienzan a imponer sanciones a “diestra y
siniestra, en nombre de su libertad” especialmente a gobiernos que “les
tienen ojeriza” (como es el caso venezolano ahora; pero, en el pasado han
apoyado directamente a todas las sangrientas y brutales dictaduras
militares de Sudamérica) y elevando los aranceles, chantajeando a los
gobiernos débiles en nombre de su “seguridad nacional”, cuando en
estos tiempos de alta tecnología ese término se ha vuelto difuso y sin tener
en cuenta que se pone en peligro la paz mundial, porque es de ingenuos
que nunca la guerra va a llegar a sus fronteras.

Creo que es razonable garantizar un crecimiento estable de la economía


mundial mediante una cooperación abierta y proteger la Tierra "como
nuestra casa común"…eliminando las sanciones y que fluyan las relaciones
comerciales sin la intervención de términos difusos como “la seguridad
nacional”; porque la guerra comercial entre EEUU y China en estos
momentos está en un punto álgido. El veto de Trump a Huawei por
motivos de "seguridad nacional" ha cristalizado en que las empresas
americanas no puedan trabajar con la empresa China y esto tiene
consecuencias directas sobre los usuarios del todo el mundo.

Esta guerra comercial entre los dos países consiste en que ambos suban
los aranceles de las importaciones, para que estas sean menos atractivas
para sus ciudadanos y estos reduzcan sus compras procedentes de los
países afectados.

Que las grandes compañías tecnológicas de ambos países se vean


afectadas por la guerra comercial no es bueno para ellas; pero, tampoco
para los que usamos sus productos y servicios.
MACR 2019.

También podría gustarte