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Plan De Vida
Una vez establecidos los puntos anteriores, el siguiente paso es plasmar un plan de
vida que incluye: la declaración del propósito, los valores que rigen tu vida y la
enumeración de los objetivos que quieres lograr a lo largo de tu vida, así como una
guía que indique cómo se propone alcanzarlos.
Divida el plan de vida en:
Planes anuales:
¿Qué quiero lograr este año?… ¿Cada año?
Planes trimestrales:
¿Qué quiero lograr este trimestre?… ¿Cada trimestre?
Planes mensuales:
¿Qué quiero lograr este mes?… ¿Cada mes?
Planes semanales:
¿Qué quiero lograr esta semana?… ¿Cada semana?
Planes diarios:
¿Qué debo lograr hoy para avanzar en mis metas de largo plazo?
Este plan incluye metas personales, profesionales, económicas y espirituales,
tiempos, recursos, fechas y acciones de seguimiento.
Importante:
Mientras trabajas en tus metas, ellas trabajan para ti. En el transcurso de este viaje,
habras ampliado su radio de acción, tu flexibilidad y habilidades, te habrás
convertido en una parte más cercana a tu verdadero yo: Un ser lleno de recursos y
potencialidades para compartir con otros y enriquecer sus vidas y la tuya propia.
Este momento es el que nos correspondió vivir. No sabemos cuándo nos toca partir
y en tanto llega ese momento, disfrutemos cada segundo de este maravilloso
instante. Busquemos el logro de nuestros sueños y metas; convirtámonos en la
mejor versión de nosotros mismos al buscar y vivir nuestro propósito, desarrollar
nuestros talentos, superar nuestras debilidades, compartir con otros nuestra
existencia haciéndolas más ricas y valiosas por el solo hecho de estar juntos y
buscar el logro de nuestras metas y sueños. Demos y tomemos lo mejor de cada
uno y seguro que este mundo será mejor por el solo hecho de que estamos en él.
“Elige vivir y no sobrevivir.
Elige volar y no quedarte sembrado
Elige ser feliz y no quejarte
Elige emprender tu proyecto y no el de otros.
Tu puedes y lo mereces”
el camino
Últimas Reflexiones
La Agenda
TECNICAS
Metodología 8D
Son los 8 pasos que se utilizan para la resolución de problemas recurrentes y/o
para la mejora de productos, servicios o procesos.
Un poco de historia
Según Wikipedia fue el gobierno de los Estados Unidos el primero en estandarizar
la metodología 8D, refiriéndose a ésta como “Military Standard 1520: Corrective
action and disposition system for nonconforming material “, que en español
significa: Estándar Militar 1520: Acción correctiva y sistema de disposición para
material no conforme.
Pero fue la empresa de automóviles Ford quien la popularizó en los años 60 y 70,
aplicándola a la solución de problemas de ingeniería. Y es a partir de ese momento,
que la industria automovilística y otras más la utilizan para la resolución de
diversos problemas, por su contundencia y efectividad.
El Método 8D aplica 8 pasos o disciplinas (D) en un determinado orden:
Punto de Partida: Prepararse para la conformación del equipo y la aplicación de
la metodología e implementación de las soluciones. Planear este proceso es la base
del éxito en la solución de los problemas a enfrentar. Debe haber disposición,
apoyo, recursos, autoridad, delimitación de autoridad y acción.
D1. Conformar el equipo de solución: es importante que este equipo sea
interdisciplinario, tenga el tiempo, el conocimiento, la experiencia, la autoridad y
los recursos necesarios para el logro de su misión, así como las bases para trabajar
en equipo. Tendrá como todo equipo de trabajo eficaz, un coordinador o líder que
guiará el proceso y coordinará las áreas involucradas, las acciones a implementar,
la revisión y la corrección de las soluciones propuestas.
Una vez que el equipo se ha conformado, es importante que éste desarrolle el
proceso de conocimiento y adaptación como equipo, definición de roles y todo lo
pertinente a su función y misión.
D2. Identificar el problema: para plantear soluciones definitivas a un problema,
es vital identificar y definir el problema en forma real, cauntificando los síntomas
en términos medibles y concretos sobre los cuales trabajar en pos de su solución.
Hay que responder a: ¿qué está sucediendo o qué no debería estar pasando?
¿Dónde está pasando? ¿Quiénes están involucrados? ¿Cuáles son las consecuencias
identificables de lo que está pasando? ¿Cómo, dónde y por qué? y seguir así
formulando todas y cada una de las preguntas pertinentes y específicas del
problema que se va a resolver.
La importancia de este paso lo plantea Albert Einstein en su frase: “si me dieran
una hora para salvar al planeta, gastaría 59 minutos identificando el problema y
uno en la solución “.
De la exactitud en la definición del problema, dependerá la calidad, efectividad y
costo de la solución.
D3. Plantear acciones de contención o soluciones temporales: en tanto se
encuentran y superan las causas del problema hay que tomar medidas de urgencia.
Aquí, es importante verificar y estar atentos, para que éstas soluciones contengan
al problema y no lo dejan avanzar, en tanto el equipo encuentra las soluciones
definitivas.
D4. Identificar la causa raíz: aquí, como en la salud humana, cuando algún
aspecto no está funcionando bien, lo que se puede identificar inmediatamente son
los síntomas, que son una guía o signos de un problema, pero no muestran cuál es
su causa. Ésta se determina a través de análisis, evaluaciones, pruebas y
correlaciones. La causa o raíz se identifica si al proponer una solución se
comprueba que este problema no se volvería a presentar.
Por ello, es importante la calidad del equipo que puede abordar este diagnóstico
desde diferentes ángulos, llegando a una conclusión y solución, certeras y
confiables.
D5. Proponer y verificar las soluciones propuestas: Una vez encontrada la
causa raíz del problema, el equipo propone, analiza y define cuales son las
soluciones a este.
D6. Implementar y validar las soluciones planteadas: las soluciones definitivas
dadas por el equipo se transmiten, se implementan y así, se verifica que el
problema ya fue resuelto y no habrá recurrencia. Es importante realizar esta
verificación con hechos registrables.
D7. Prevenir la recurrencia: el realizar el proceso de solución de un problema
con esta metodología 8D, presupone que el problema no se volverá a presentar,
pero es necesario plantear los mecanismos de retroalimentación y verificación que
nos asegure que esto no suceda nuevamente.
D8. Felicite y retroalimente al equipo: una vez verificado que las soluciones
propuestas son definitivas, es necesario que el equipo se retroalimente a sí mismo
y con información de los involucrados en el proceso.
Es importante reconocer y felicitar al equipo y a su líder, así como dar estímulos
por el tiempo, dedicación y aportes dados en la superación del problema, ya que su
contribución, ayuda y beneficia a toda la organización.
Una vez que te hemos enumerado tres de los mitos más frecuentes en la
elaboración, elección e interpretación de Indicadores Clave de Desempeño
podemos definirlos como sigue: la medición de las variables que son importantes
para lograr los objetivos de la empresa a través de las estrategias previamente
elegidas por el equipo de administración.
¿Cómo debes definir estos indicadores? Para explicar esta
sección[5] ahondaremos en los Indicadores Clave de Rendimiento relacionados
con el desempeño de los empleados, la siguiente lista representa una guía y la
debes adaptar al tipo de indicador que estés analizando:
Preguntas para establecer el Contexto
1. ¿Cuál es la visión de tu empresa o departamento?
2. ¿Con qué estrategia se pretende lograr esa visión?
3. ¿Cuáles son los objetivos de la organización? ¿Qué requieres hacer para seguir
moviéndose en esa dirección?
4. ¿Cuáles son los Factores Críticos de Éxito? ¿Dónde debes enfocarte para lograr
la visión (de la empresa o departamento)
Conclusión:
Te hemos presentado tres de los mitos más comunes al trabajar con indicadores de
rendimiento. Asimismo te hemos propuesto una forma de definir y reportar estas
medidas. El reto consiste en adaptar estas propuestas a tu contexto, sin dejar de
lado la explicación clara de estos índices a todos los involucrados. Tampoco debes
olvidar el análisis de los incentivos a los que pueden dar lugar estos indicadores.
Sabias Palabras
En una reciente encuesta de reclutadores pertenecientes a empresas con más de
50.000 empleados, las habilidades de comunicación fueron citadas como el factor
determinante y más importante en la elección de los administradores.
Dicha encuesta que fue realizada por la Universidad de Pittsburgh Katz Business
School, señala que las habilidades de comunicación, incluyendo las presentaciones
escritas y orales, así como la capacidad de trabajar con otros, son el principal factor
que contribuye al éxito del trabajo.
A pesar de la creciente importancia que sin duda tienen las comunicaciones,
muchas personas continúan luchando contra este problema, sintiéndose incapaces
de comunicar sus pensamientos e ideas con efectividad, ya sea en formato oral o
escrito.
Esta incapacidad comunicativa hace que sea casi imposible que puedan competir
eficazmente a nivel laboral y es la causa de que muchos individuos muy capaces y
preparados se queden por el camino en la carrera de su evolución profesional.
Saber transmitir tu mensaje es de suma importancia para que puedas progresar.
Para ello, hay que entender cuál es su mensaje, a qué público va dirigido y cómo se
le percibirá. También debe ser capaz de tener en cuenta cuáles son las
circunstancias que rodean a tus comunicaciones, como son el contexto situacional
y el cultural.
Componentes De La Comunicación
La fuente o emisor
La persona que sea el origen del mensaje, debe tener claro por qué se está
comunicando y qué es exactamente lo que pretende informar. También es
necesario que se esté seguro de que la información que se está transmitiendo es
útil y precisa.
El mensaje
El mensaje es la información que desea comunicar y que tras pasar las
mencionadas barreras debe ser recibido de manera exacta y sin ambigüedades.
La codificación
Este es el proceso de transferencia de la información que se quiere comunicar de
forma que pueda ser enviada correctamente y decodificada en el otro extremo. El
éxito en la codificación dependerá en parte de tu habilidad para transmitir
información de manera clara y sencilla, pero también de tu capacidad para prever
y eliminar las fuentes de confusión, por ejemplo, las cuestiones culturales, las
suposiciones erróneas y la falta de información.
Algo que resulta clave en este punto es el conocimiento de la audiencia: si quienes
deben recibir el mensaje son incapaces de interpretar el código, la comunicación
será imposible. Un ejemplo claro de esto es que tengas que dirigirte a personas que
no hablan tu idioma, si no sabes el suyo debes buscar un intérprete.
El canal
Los mensajes se transmiten a través de diferentes canales que pueden ser verbales,
como una conversación cara a cara, las videoconferencias o las charlas telefónicas
o escritos, como los emails, los mensajes instantáneos, las notas e informes o las
cartas.
Los diferentes canales tienen distintas fortalezas y debilidades. Por ejemplo, no es
particularmente eficaz dar una larga lista de direcciones verbalmente, mientras
que si realizas una fuerte crítica por correo electrónico, ésta puede ser
malinterpretada o un motivo de discordia.
La decodificación
Del mismo modo que codificar con éxito es una habilidad, una decodificación
apropiada implica esfuerzo y concentración; por ejemplo no se comprende el
contenido de un mensaje, sin tomarse el tiempo de leerlo cuidadosamente o
de escuchar activamente a nuestro interlocutor.
Una confusión puede surgir tanto de los errores cometidos en el proceso de
codificación como en el de decodificación. Un ejemplo muy claro de este problema
se suele presentar si el receptor no tiene suficientes conocimientos que le
permitan entender el mensaje, como se da en el caso de que usar terminología
técnica que él no conoce.
Receptor
Cada persona es un mundo y tiene sus propias creencias, principios y conceptos,
que sin duda pueden influir en la recepción de los mensajes. Por ello es importante
tener en cuenta que cada individuo entra en el proceso de comunicación con un
bagaje de ideas y sentimientos que influirán en su comprensión e interpretación
del mensaje y en su respuesta al mismo.
Para ser un comunicador de éxito, se deben considerar estos puntos a la hora de
dar un mensaje y actuar en consecuencia. Si sabes que tu interlocutor es sensible a
algunos temas y debes hablar de ellos, hazlo con consideración y empatía.
La retroalimentación
El receptor suele proporcionar retroalimentación, que puede ser verbal o no
verbal (gestos, ademanes, etc.) o escrita, como reacción directa al mensaje
comunicado. Es fundamental prestar mucha atención a esto, ya que es el único
medio que se tiene para estar seguro de que se ha entendido nuestro mensaje.
Cuanto antes captes que existe un malentendido o el mensaje no fue captado como
tú lo deseabas, te será más fácil reenviarlo o aclarar las dudas que se presenten
para que el contenido que quieres comunicar llegue efectivamente a su destino.
El contexto
La situación en la que se entrega el mensaje es el contexto. Esto puede incluir el
medio ambiente circundante, si estás teniendo una conversación o la cultura
general, la cultura corporativa, las costumbres internacionales y todo lo que se
relacione con ellas.
Para entregar tus mensajes de manera efectiva debes comprometerte a romper las
barreras que existen, en cada una de estas etapas del proceso de comunicación que
hemos visto y analizado hasta ahora.
Vamos a empezar con el propio mensaje. Si éste es demasiado largo, desorganizado
o contiene errores, se puede esperar que sea mal entendido y mal interpretado. El
mal uso del lenguaje verbal y corporal también puede confundir al receptor.
Las barreras en el contexto suelen ser fruto de que los remitentes ofrecen
demasiada información con mucha rapidez. En caso de duda, ten en cuenta que a la
hora de comunicarte menos es más, esto quiere decir que es preferible decir poco
pero que se entienda, a expresar mucho y que el receptor quede en la inopia de la
mitad de lo que se explicó.
Lo mejor es tener en cuenta que las personas suelen tener poco tiempo a causa de
sus diversas ocupaciones, especialmente en el tipo de sociedad en el que vivimos,
llena de horarios y cosas por hacer, así que ser conciso puede evitar ambigüedades
o confusión por parte del receptor.
Una vez que entiendas esto, es importante que tengas en cuenta las limitaciones de
cultura o educación de aquellos a quienes debes transmitir mensajes. Asegúrate de
ser capaz de conversar y dar información a personas de diferentes orígenes y
culturas dentro de tu propia organización, de otras e incluso del extranjero.
Una reflexión final
Comunicarse es fundamental en todos los aspectos de la vida, por lo que aprender
a hacerlo de manera efectiva y sin errores durante el trascurso del proceso, no solo
te ayudará a progresar laboralmente, sino que te evitará disgustos, malos
entendidos y confusiones en todos los aspectos de tu vida.
También puede serte de utilidad a la hora de reforzar tus habilidades como
comunicados tomar nuestro cuestionario ¿Qué tan bueno eres en el ámbito de la
comunicación? y leer nuestro interesante artículo acerca de cuáles son las claves
de la comunicación
La gestión del cambio es esencial en las organizaciones de hoy. Las empresas que
carecen de un proceso consistente para conducir el cambio o aquellas que
simplemente nunca se arriesgan a cambiar, están condenadas al fracaso y a la
desaparición. Piensa en Blockbuster, Kodak y otras empresas que otrora eran
líderes en sus respectivos mercados y que fueron literalmente barridas por la
aparición de nuevos actores. En buena medida estas organizaciones
desaparecieron porque no fueron capaces de cambiar.
Como administrador o gestor de cambios, tu función será facilitar el viaje de la
organización hacia nuevas formas de trabajo, y para ello necesitarás servirte de un
conjunto de herramientas a lo largo del camino. En este artículo te enseñaremos
todo lo que debes saber para convertirte en un gestor del cambio exitoso.
La gestión del cambio es una expresión que suele emplearse de forma muy ligera. A
veces aparece como chivo expiatorio para justificar los malos resultados: “Esa
iniciativa falló porque no nos enfocamos lo suficiente en la gestión del cambio”. Y
otras veces se utiliza como un cliché para referirse a las actividades del proyecto
que de otro modo podrían ser pasadas por alto: “Cuando implementamos ese
nuevo proceso, no olvidemos la gestión del cambio”.
Es empleada como un sustantivo: “La gestión del cambio es clave para el proyecto”.
Es un verbo: “Realmente necesitamos cambiar la gestión de ese proceso.” Es un
adjetivo: “Mis habilidades de gestión del cambio están mejorando”. Y es también
una expletiva: “¡Cambio de gestión!”
Sin embargo, en realidad, la gestión del cambio es un enfoque estructurado para
asegurar que los cambios se apliquen minuciosamente, sin sobresaltos y con
beneficios duraderos.
El enfoque se centra en los impactos más amplios del cambio, particularmente en
las personas y cómo se ven afectadas, como individuos y equipos, por pasar de una
situación actual “x” a una situación nueva “y”. El cambio en cuestión podría
implicar desde un simple ajuste en el proceso hasta cambios importantes en la
política o estrategia de la organización para permitirle alcanzar todo su potencial.
Las teorías sobre cómo cambian las organizaciones se basan en muchas disciplinas,
desde la psicología y la ciencia del comportamiento hasta la ingeniería y el
pensamiento sistémico. El principio subyacente es que el cambio no ocurre de
manera aislada: afecta a toda la organización (sistema) y a todas las personas
involucradas.
Para gestionar el cambio con éxito, es necesario considerar sus impactos en un
sentido amplio. Además de considerar los impactos tangibles del cambio, es
importante considerar el impacto personal sobre los afectados y cómo éstos
enfrentarán el hecho de tener que adoptar nuevas formas de trabajo y conductas
para apoyar el cambio. La Curva del Cambio es un modelo que describe con buen
nivel de detalle el proceso personal y organizativo del cambio y te puede ser de
gran utilidad en esta labor.
A este punto ya debes tener claro que la gestión del cambio es un campo muy basto
y que los enfoques para abordarlo varían ampliamente, de organización a
organización y de proyecto a proyecto. Muchas organizaciones y consultores se
suscriben a metodologías formales de gestión del cambio. Estas
proporcionan kits de herramientas, listas de verificación y esquemas de todo lo que
debe ser ejecutado para gestionar los cambios con éxito.
Cuando tú eres el encargado de administrar el cambio (independientemente de si
te suscribes o no a un enfoque de gestión del cambio en particular), la primera
pregunta que debes hacerte es lo que realmente significa la gestión del cambio en
tu situación. La gestión del cambio se centra en las personas y consiste en asegurar
que el cambio se aplique a fondo, sin problemas y de manera duradera. Y para
saber lo que eso significa exactamente en tu situación debes profundizar en la
definición de tus objetivos específicos de gestión del cambio. Típicamente, estos
objetivos cubrirán:
Patrocinio: Asegúrate de que existe un patrocinio activo para el cambio en los
niveles ejecutivos altos de la organización, y comprometido para lograr los
resultados deseados.
Buy-in: Adquiere el buy-in de los implicados y afectados por los cambios, ya sea
directa o indirectamente.
Participación: Involucra a las personas adecuadas en el diseño y la
implementación de los cambios, con el fin de asegurarte de que se hacen los
cambios correctos.
Impacto: Evalúa y aborda la forma en que los cambios afectarán a las personas.
Comunicación: Informa a todos los afectados sobre el proceso de cambio.
Preparación: Prepara a la gente para adaptarse a los cambios, asegurándote de
que tengan la información correcta y la debida formación y ayuda.
Una vez que hayas considerado los objetivos y el alcance de la iniciativa de gestión
del cambio que te ocupa, tendrás que abordar sus tareas específicas. La gama de
actividades posibles es sumamente amplia. Aquí no se trata de aplicarlas todas
sino de averiguar cuáles podrían ayudarte a llevar adelante de la mejor forma
posible el proceso delineado en tus objetivos y alcance. Además, deberás entender
las responsabilidades y actividades de otras personas y sus proyectos. La esencia
de esta etapa es identificar las tareas que son necesarias para incrementar la
probabilidad de éxito del proceso de cambio.
Las actividades involucradas en la gestión del cambio pueden incluir:
Asegurarte que haya una declaración clara de las razones para el cambio y
ayudar al patrocinador a comunicarla.
Identificar a los “agentes de cambio” y las personas que deben participar en
actividades específicas del proceso (el diseño, las pruebas y la resolución de
problemas, etc.) y que puedan actuar como embajadores del cambio.
Evaluar a todas las partes interesadas y definir la naturaleza del patrocinio, y el
grado de participación y comunicación que se requerirá.
Planificación de la participación y las actividades del proyecto de los
patrocinadores del cambio.
Planificar cómo y cuándo se comunicarán los cambios y coordinar y/o conducir
la entrega de los mensajes de interés.
Evaluar el impacto de los cambios en las personas y estructura de la
organización.
Planificar las actividades necesarias para abordar los impactos del cambio.
Asegurarte que las personas involucradas y afectadas por el cambio
comprendan el proceso.
Asegurarte que los involucrados o afectados tengan ayuda y apoyo durante
tiempos de incertidumbre y agitación.
Evaluar las necesidades de capacitación que surgen a raíz del cambio y
planificar cuándo y cómo se cubrirán.
Identificar y acordar los indicadores de éxito para el cambio, y asegurarte de
que se midan y reporten periódicamente.
Recuerda que estas son sólo algunas actividades típicas de gestión del cambio.
Quizá otras podrían ser requeridas en tu situación específica. Igualmente, algunas
de las actividades anteriores podrían estar fuera de tus competencias, así que
planifica cuidadosamente y coordina con los demás actores involucradas.
Comprender el cambio
La curva del cambio: Este poderoso modelo describe las etapas de transición
personal involucradas en la mayoría de los procesos de cambio organizacional.
Te ayudará a entender cómo reaccionará la gente ante los cambios para poder
planificar mejor cómo apoyarlos durante el proceso.
Modelo de gestión de cambios de Lewin: Este modelo se basa en que
generalmente tienes que cambiar el estado actual de las cosas con el fin de
hacer mejoras, utilizando el concepto de “descongelar – cambiar – volver a
congelar”.
Modelo de cambio de Beckhard y Harris: Describe cómo las iniciativas
relacionadas con el cambio se nutren de una insatisfacción con el estado actual
de las cosas y una visión de por qué un nuevo estado sería mejor. Además
clarifica los primeros pasos para llegar al nuevo estado de forma exitosa.
Implementar el cambio
Modelo de cambio de 8 pasos de Kotter: El conjunto básico de actividades de
gestión del cambio que hay que ejecutar para llevar a cabo el cambio y
mantenerlo en el largo plazo.
Evaluación de necesidades de formación: Los proyectos de cambio casi
siempre demandan que las personas adquieran nuevas habilidades. Una
evaluación de las necesidades de formación es una forma estructurada de
garantizar que las personas adecuadas reciban la formación adecuada en el
momento adecuado.
Por qué el cambio puede fallar: El cambio es complejo, y saber qué no hacer
es tan importante como saber qué hacer.
Comunicando el cambio
Análisis de los interesados: Un método formal para identificar, priorizar y
comprender a las partes interesadas de tu proyecto.
Gestión de los interesados: Un proceso que consiste en planificar las
comunicaciones de las partes interesadas para asegurarte que le brindas el
mensaje correcto a las personas adecuadas en el momento adecuado y para
obtener el apoyo que necesitas para tu proyecto.
Declaraciones de misión y visión: Las declaraciones de misión y visión son
una forma bien estructurada de comunicar lo que el cambio pretende lograr, así
como motivar a los interesados con una visión inspiradora y compartida del
futuro.
Una reflexión final
La gestión del cambio es un enfoque estructurado que busca garantizar que los
cambios se apliquen minuciosamente, sin sobresaltos y con beneficios duraderos.
Es un proceso esencial en las organizaciones de hoy para garantizar su
subsistencia. Como administrador o gestor de cambios, tu función será facilitar el
viaje de la organización hacia nuevas formas de trabajo, y para ello necesitarás
servirte de un conjunto de herramientas a lo largo del camino.
La gestión del cambio se centra en las personas y consiste en asegurar que el
cambio se aplique a fondo, sin problemas y de manera duradera. Y para saber lo
que eso significa exactamente en el proceso que te ocupa debes profundizar en la
definición de tus objetivos específicos de gestión del cambio.
Una vez considerados los objetivos y el alcance del proceso de gestión del cambio
emprendido, tendrás que abordar sus tareas específicas. Para ello, conviene que
averigües cuáles podrían ayudarte a llevar adelante de la mejor forma posible los
objetivos y alcance trazados. Además, deberás entender las responsabilidades y
actividades de otras personas y sus proyectos.
Recuerda que el cambio es un proceso que requiere un abordaje integral y que en
cada una de sus etapas puedes valerte de un conjunto de herramientas
proveniente de diferentes áreas del saber para ayudarte a salir airoso.
La Técnica
El análisis Foda se realiza en una matriz donde se establecen aquellos factores a
evaluar: Debilidades, Oportunidades y Amenazas en las diferentes áreas de
desarrollo del sistema.
Fortalezas: Son factores, elementos, fuerzas internas que apoyan el desarrollo y
crecimiento: claridad en objetivos, metas y valores, talentos y habilidades
desarrolladas, conocimiento especializado en áreas requeridas, actitudes positivas
hacia el cambio y manejo de crisis, proactividad, autoestima positiva,
reconocimiento del valor del otro, entusiasmo y disposición a trabajar en equipo,
carisma positivo, facilidad de empatía, disciplina. Las fortalezas son una fuente de
energía que nos impulsa y sostiene a lograr lo que deseamos.
Oportunidades: son aquellos factores externos que brindan la posibilidad de
llenar vacíos, diferenciarse y sacar el máximo beneficio basándose en las fortalezas
y diferenciaciones que se poseen.
Debilidades: son aquellas limitaciones, resistencias o factores internos que limitan
el desarrollo, como el miedo al cambio, temores, actitudes negativas, necesidades
básicas insatisfechas, rencores, conflictos no resueltos, conductas reactivas o
pasivas, diálogos internos limitantes, conocimientos desactualizados, limitaciones
físicas, emocionales o mentales, habilidades técnicas, sociales o profesionales no
desarrolladas, falta de disciplina, no concluir lo que se inicia, ausencia de un plan
de vida por escrito. Las debilidades son susceptibles de mejoramiento y convertirse
en fortalezas.
Amenazas: son los factores externos que desestabilizan temporal o
permanentemente y sobre los cuales no se tiene control, pero que en algunas
ocasiones se pueden anticipar y prepararse para enfrentarlas cuando se presenten,
sacando el mayor beneficio posible de esa situación. Por ejemplo, la dependencia
económica o emocional que se tiene de alguna persona o evento, puede ser una
amenaza, ya que cuando esta no esté, afectará y desestabilizará a quien tenga la
dependencia.
Aquí se plantea una Matriz sencilla que cubre las principales áreas de exploración.
Sin embargo, si se tiene un área específica que se quiera evaluar, se puede agregar
al cuadro.
Como toda herramienta, ésta debe obedecer a un propósito superior, es decir para
qué se quiere hacer. Lo que es bueno para uno, no necesariamente lo será para el
otro, ya que cada uno de nosotros tiene talentos únicos, fortalezas y debilidades
propias, así como expectativas y visiónes diferentes. Se requiere valor, visión,
compromiso, honestidad y amor por sí mismo, para desarrollar esta matriz.
Como se observa, se puede hacer una radiografía de los recursos disponibles para
enfrentar y avanzar hacia el logro de metas y objetivos planteados en cada área,
desarrollando un plan de vida completo, coherente y realizable. El análisis Foda
tiene sentido en la medida que se aplique a ayudar a maximizar los recursos y
talentos, superar debilidades para aprovechar las oportunidades y minimizar las
amenazas que este entorno competitivo exige, con el propósito de avanzar en el
proyecto de vida planteado.Por eso, esta herramienta debe ser realizada de forma
individual, totalmente honesta y tenendo presente que es una herramienta de
conocimiento y desarrollo personal. Una vez se tenga la matriz diligenciada, se
debe realizar un análisis frente al proyecto de vida u objetivo a trabajar. Con base
en estos dos parámetros, el paso siguiente es establecer un plan de acción para
utilizar las fortalezas y así aprovechar las oportunidades, al igual que se trabajará
en superar las debilidades hasta convertirlas en fortalezas, para aprovechar
oportunidades y minimizar las amenazas que se presenten.
En el trayecto de la vida, uno de los mayores retos que se tiene, es ser quien se
quiere ser. Por ello, el proyecto de vida, apoyado en el análisis Foda que se realice,
dará dirección, enfoque, energía, creatividad y ayudará a desarrollar talentos y
habilidades, a superar debilidades y a prepararse para enfrentar las amenazas y
aprovechar las oportunidades que el entorno brinda y plantea. Se recomienda
preguntarse: ¿Realmente qué es importante para mí? ¿La salud, el bienestar
personal y de mi familia, la riqueza? ¿Qué objetivos tengo? ¿Poseo todo lo
necesario para lograrlo o necesito adquirir algunos conocimientos adicionales o
desarrollar mis habilidades? ¿Qué talentos hay en mi baúl de tesoros? ¿Que podría
hacer? ¿Parar o volver? ¿Qué impulsará mis acciones hasta el infinito y más allá? Se
requiere valor para establecer la matriz Foda, pero más valor se requiere para
recorrer el camino que necesitas andar para llegar al destino exitoso que te
mereces.
¿Qué Es?
Para explicar cómo trazar un árbol de decisión utilizaremos este ejemplo: se debe
optar entre comprar o cultivar plantas exóticas. Esta decisión representa el punto
de partida y tanto ésta, como todas las decisiones subsecuentes se representan con
un cuadrado y a partir de ahí se extienden dos ramas:
Figura 1. Árbol de Decisión[1]
La rama superior presenta la decisión de cultivar plantas exóticas y el costo en el
que se incurre al construir un invernadero para su cultivo aparece entre paréntesis
y asciende a 60 mil euros. Después de invertir y construir el invernadero existen
dos escenarios posibles, ambos son eventos inciertos pero se conoce la
probabilidad de ocurrencia de cada uno.
Para representar eventos inciertos se utiliza un círculo y a partir de ahí se abren
otras dos ramas: la rama superior representa el evento “hay clima favorable”, con
una probabilidad de 70% y el beneficio asociado a este evento es 80 mil euros. La
rama inferior representa el evento “NO hay clima favorable” con una probabilidad
de 30% y el beneficio asociado a este evento es de 50 mil euros. ¿Cómo calculas el
beneficio neto de seguir esta primera línea de acción?
Muy sencillo: a cada uno de los beneficios se le resta el costo efectuado de 60 mil
euros por inversión inicial y esos resultados se multiplican por la probabilidad
correspondiente, de tal forma que el beneficio esperado de construir un
invernadero es el siguiente:
Beneficio de que haya clima favorable: 80,000 – 60,000 = 20,000
Beneficio cuando el clima NO es favorable: 50,000 – 60,000 = -10,000
Beneficio esperado: 20,000*(.7) + 10,000*(.3) = 11,000
De forma similar, después del primer cuadrado la segunda rama representa la
alternativa a construir un invernadero, que es comprar las plantas a vendedores y
gastar 40 mil euros. A partir de esta decisión también existen dos posibles
resultados: 1) que haya buen clima o 2) que no haya buen clima, con la mismas
probabilidad que en el caso anterior: 70% y 30%, respectivamente.
El beneficio esperado de comprar las plantas a vendedores es el siguiente:
Beneficio de que haya clima favorable: 60,000 – 40,000 = 20,000
Beneficio cuando el clima NO es favorable: 40,000 – 40,000 = 0
Beneficio esperado: 20,000*(.7) + 0*(.3) = 14,000
Comparando los beneficios esperados de cada una de las líneas de acción es fácil
darse cuenta que comprar las plantas a vendedores sería la decisión óptima.
Puntos Claves
MANEJO DE LA IRA
POR ADRIANA UGALDE
Entendiendo La Ira
Aprender a manejar la ira significa ejercitarse con el fin de calmarla antes de que
se convierta en un sentimiento destructivo y afecte nuestras vidas en todos o
algunos de los ámbitos antes mencionados.
A continuación, compartiremos contigo algunas estrategias o consejos señalados
en el libro “La ira mata” de los doctores Redford y Virginia Williams.
1. Reconoce que tienes un problema
Hasta que no reconozcas ante ti mismo que tienes problemas para controlar la ira,
no podrás plantearte soluciones para corregir esa situación.
2. Empieza un registro de “momentos hostiles”
Aunque todos nos enfrentamos a momentos de ira, muchas veces no tenemos muy
claro cuáles son las circunstancias o personas que nos hacen sentir así, ni la
frecuencia con que los tenemos.
Una recomendación que puede resultar muy útil para conocer cuáles son los
motivos de tu ira es llevar un registro de “momentos hostiles”, esto significa que
anotes el momento y/o las circunstancias que generaron que reaccionaras con ira.
Indica cuál fue el nivel de tu reacción en cada caso, desde una simple situación que
te incomodó o molestó, hasta aquellas en las que perdiste el control. De esa
manera, podrás controlar la frecuencia con la que experimentas esta sensación y la
magnitud de la misma.
Puedes utilizar esta tabla:
¿Estaba
¿Qué te hizo
DIA ¿Cómo reaccionaste? justificada esa
enfadar?
reacción?
Lunes
Martes
Miércoles
Jueves
Viernes
Sábado
Domingo
Una vez que registres durante cierto tiempo esos “momentos de hostilidad” podrás
ver si suceden de manera repetitiva y si existen motivos que disparan más
frecuentemente de lo deseado estos sentimientos; solo conociendo los motivos
podrás buscar soluciones para canalizar la ira de forma efectiva.
3. Apóyate en otras personas
En ocasiones intentar cambiar una conducta sobre la que no tienes control es más
difícil si lo intentas hacer tú solo, por lo que es recomendable que dejes saber a las
personas importantes en tu vida los cambios que estás proponiéndote.
Te pueden servir no solo como motivación sino también como un punto de vista
más objetivo y para apoyarte en ello si tiendes a reincidir en tus comportamientos
hostiles.
Además, pasar tiempo con gente que te quiere puede liberarte del estrés que
muchas veces es lo que te pone a punto de un estallido de ira.
4. Interrumpe el ciclo de la ira
¿Qué haces cuando empiezas a sentirte molesto con alguna persona o situación?
Prueba alguna de estas sencillas técnicas:
Grita mentalmente “¡Para!”. Esta simple técnica puede interrumpir el ciclo de la
ira al tomar el control de la misma.
También puedes usar técnicas de relajación como la respiración profunda o la
concentración.
Antes de responder a una persona que te esté alterando cuenta hasta 20.
Utiliza las técnicas del pensamiento positivo así como el uso de imágenes
mentales para visualizar situaciones positivas y nada hostiles.
Si te es posible, aíslate a un sitio tranquilo donde puedas meditar durante cinco
minutos. Si puedes cerrar la puerta de tu oficina ya con eso bastará.
Si te encuentras muy molesto, busca algo que te distraiga como puede ser
escuchar algo de música, visitar un sitio web que te guste o simplemente
caminar un poco.
Está claro que cada situación es diferente y que cuando analices una situación
específica debes considerar los hechos lo más objetivamente posible, evaluando a
la persona o la situación y no aquello que tú piensas sobre esa situación o sobre
cuáles son las intenciones de la persona que te está causando la ira.
Plantéate estas interrogantes: ¿Realmente es algo a lo que le debes prestar tanta
atención? ¿El sentimiento de ira que estás experimentando es proporcionado a su
importancia? En muchas ocasiones, te darás cuenta que le estás dando demasiada
importancia a algo que no la tiene y eso ya te permitirá controlar tus emociones al
respecto.
5. Haz uso de la empatía
Cuando te sientas alterado por lo que te ha dicho o ha hecho otra persona, lo
primero que tienes que hacer es intentar ver la situación desde la perspectiva de
esa persona, aquello de “ponerte en sus zapatos”.
Luego intenta hacer un análisis objetivo para llegar si es posible, a un punto de
encuentro y en caso de haber errores de parte de una de las partes, es importante
que éstos se asuman y se corrijan. Para lograrlo se requiere que la otra persona
también esté dispuesta a llegar a un acuerdo y tu ira no ayudará en nada, así que
apárcala y dialoga.
6. Pon un toque de humor
Aunque puede que en un momento de ira te resulte difícil encontrar la parte
amable, debes aprender a reírte de ti mismo y no tomarte las cosas tan a pecho.
La próxima vez que te sientas tentado a ser hostil en una situación o con una
persona, trata de imaginarte lo graciosas que pueden resultar tus reacciones para
otros, por ejemplo, imagina una reacción exagerada a una situación de poca
importancia que te hace sentir enfadado y luego ríete de la importancia que le has
dado sin realmente tenerla.
Si realmente dramatizas la situación al extremo y luego vuelves a la realidad, te
encontrarás a ti mismo riéndote de la situación. Por ejemplo, supón que un
proveedor ha quedado de llevarte un catálogo para presentárselo a tu jefe en una
reunión y no lo ha hecho; es lógico que te enfades, pero antes de llamar y discutir
con el proveedor o mentirle a tu jefe, puedes imaginar que probablemente vas a
ser despedido por eso, que tu jefe no lo va a entender y que tu proveedor lo ha
hecho porque no quiere tratar contigo y solo con el jefe (o sea una exageración
total), al final te darás cuenta que puedes hablarlo con tu jefe y que el proveedor
debe tener alguna razón válida para no haber cumplido.
Otra forma de ver el tema con humor es imaginarte que alguien te cuenta que lo
que estás sintiendo tú le ha pasado a otra persona. Si lo ves como una anécdota de
un tercero, sin dudas puedes hallarle gracia a la situación y relajarte con una
sonrisa en los labios. Tu secretaria le ha puesto demasiada azúcar al café y está
intomable: si te haces a la idea de que te lo están comentando de otra persona, sin
dudas terminarás riendo en lugar de enfadándote y compadecerás a la pobre chica
que está trabajando bajo presión, en lugar de “echarle la bronca”.
7. Relájate
Más allá de que las técnicas de relajación pueden serte muy útiles, son difíciles de
utilizar en determinados momentos de la jornada laboral, por lo tanto, si hay algo
que sebes aprender si o si es a tomarte las cosas con calma y a no permitir que
hechos de poca importancia y a veces insignificantes te afecten.
Además, otros consejos que en términos generales te ayudarán a estar más
relajado son:
Realizar ejercicio de forma regular puede ayudar a relajarte en situaciones
tensas. No hay necesidad de que sea un ejercicio de alta intensidad; para
algunas personas caminar o simplemente respirar profundamente a la vez que
practica ejercicios de estiramiento pueden ayudarles a controlar la ira.
Sigue una dieta saludable.
Mantente debidamente hidratado.
Duerme el tiempo que tu organismo necesita.
8. La confianza es importante
Confiar en quienes te rodean (amigos o compañeros de trabajo) puede resultar
vital para evitar enfadarse frecuentemente con ellos. Cuando nos enfadamos con
alguien en quien no tenemos confianza tendemos a pensar que esas personas
hacen o dicen las cosas para molestarnos, pero cuando tenemos confianza en
alguien, no asumimos esto con tanta facilidad
La confianza debe ser algo recíproco. Para ganarte la confianza de otra persona
debes ser claro, honesto, actuar de forma consistente y no temer explicar tus
acciones cuando sea necesario. Además actuando así, por lo general recibirás el
mismo trato de la otra parte.
9. Aprende a escuchar de forma activa
Gran cantidad de los conflictos que dan lugar a estallidos de ira se deben a
problemas de comunicación. Aprende a escuchar; esto te ayudará a manejar mejor
las situaciones para no resolverlas con una respuesta hostil de tu parte. Escuchar
te ahorrará muchos enfados.
Escucha con atención, procura no distraerte intentando elaborar la respuesta antes
de que la otra persona termine de hablar y cuando así lo haga, resume sus ideas
para demostrar que has prestado atención y que has entendido el mensaje; si no es
así, será la misma persona quien se encargará de aclarar la situación.
10. Asertividad no es lo mismo que agresividad
Muchas personas confunden la asertividad con agresividad, pero la diferencia es
clara. Cuando asumes una actitud agresiva en una conversación, te enfocas en
ganar la discusión, por lo que te importan poco los sentimientos de las otras
personas, sus derechos y/o sus necesidades; mientras que si tu actitud es asertiva,
aunque expresas claramente tu punto de vista y lo que quieres, lo harás
respetando las necesidades y opiniones de los demás.
Ya hemos hablado de la dificultad para expresarnos claramente cuando estamos
enfadados; por esta razón es importante usar la asertividad para hacerles saber a
los demás nuestras expectativas, límites y valoraciones. Esto te permitirá no solo
sentirte más confiado, sino que también inspirarás más respeto en otros y
mejorarás tus relaciones con los demás.
Elige No Enojarte
Los anteriores puntos pueden ser una guía de mucha utilidad, pero no por ello
exhaustiva. Cada persona puede encontrar otros mecanismos que le ayuden a
manejar la ira. No merece la pena estar permanentemente enfadado con todos y
por todo, porque eso te impedirá disfrutar de la vida personal y también te hará
perder muchas oportunidades en tu carrera profesional.
Además, es importante aprender a perdonar y olvidar, no es bueno ir llenando la
mochila de la vida o de la carrera profesional de conflictos mal resueltos. Si sabes
cuáles son tus puntos débiles, serás capaz de elegir enojarte o ser comprensivo.
Si tu falta de control de la ira es tal que empieza a causarte problemas a nivel
personal o laboral o si incluso el límite se excede hasta causar daño a otras
personas, lo mejor es buscar ayuda de un profesional cualificado.
Resumen
Enojarnos eventualmente es algo normal, el problema surge cuando ese momento
de enojo que puede ser positivo si nos mueve a actuar, tomar decisiones
importantes o a ser más honesto en cuanto nuestras propias necesidades, pasa a
ser algo destructivo que puede poner en riesgo tus relaciones, tu trabajo e incluso
tu salud.
Si tienes problemas para mantener tu ira bajo control, es el momento de tomar
cartas en el asunto. Algunos de los consejos aquí planteados se refieren a la manera
a través de la cual se pueden hallar las causas más frecuentes de nuestra ira, así
como a todas aquellas actividades que podemos hacer y cuáles son las actitudes
que debemos asumir para tomarnos las cosas con más calma.
Como casi todo en la vida, en lo que se refiere al manejo de la ira lo que puede
funcionar para una persona no tiene por qué hacerlo para otra, pero lo importante
es hacer algo; esto es fundamental si notamos que esa falta de control está
dañándonos de forma personal o profesional o afectando a terceras personas.
Aprende a escuchar, a ser asertivo, a relativizar las cosas, a perdonar y a olvidar.
Está en ti tomar la decisión de llevar las riendas de tu vida y eso incluye ser capaz
de controlar esos malos momentos causados por la ira.
LA TÉCNICA DE LA ESCALERA
POR ALEJANDRA GARCÍA AHUMADA
equipo
¿Te ves frecuentemente saturado por la cantidad de trabajo que tienes pendiente
de terminar? ¿Te pasas el día pensando en todo lo que te queda por hacer antes de
que finalice el día? ¿Te sucede frecuentemente que al terminar tu jornada te das
cuenta que te has dejado sin hacer cosas importantes, mientras que le has
dedicado tiempo a labores de menor prioridad?
Si todo esto te sucede estás en problemas, muy probablemente tienes una mala
gestión del tiempo, pero lo bueno es que existen soluciones para ello. Si sigues los
consejos que aquí te damos, notarás cómo harás un mejor uso de tu tiempo y
dejarás de olvidar tareas importantes o de no tenerlas listas a tiempo por no
haberte programado adecuadamente.
Todas las situaciones descritas en los anteriores párrafos suceden porque no
tienes una ‘lista de tareas pendientes’ hecha de forma apropiada.
Una lista de pendientes como su nombre indica es una lista de las tareas que tienes
que llevar a cabo y en la cual se ha indicado la prioridad de cada una de las mismas.
Estas listas se pueden organizar de diferente forma; lo más usual es que se
coloquen de primera en la lista, aquellas tareas que son más urgentes y en último
término las que si bien deben hacerse, tienen menos prioridad.
Este tipo de listas te sirven para tener escrito en un solo lugar todo lo que tienes
que hacer para que así no se te olvide nada importante, esto incluye citas,
llamadas, informes, lecturas, etc. Además al establecerse una prioridad en las
tareas se está determinando el orden en que vas a realizarlas, para que lo más
urgente se realice primero y lo menos importante o menos urgente se deje para
más tarde o para otro día.
Las listas de pendientes te ayudarán a dar una mejor impresión delante de tus
compañeros de trabajo y de tus superiores, quienes te verán como alguien
organizado y confiable. Esto se suma al hecho de que te sentirás menos estresado,
porque aunque las cosas están pendientes de hacer, sabes que esta lista de
pendientes te ayudará a no olvidar ninguna tarea o fecha importante y por tanto
estás más tranquilo lo que a su vez te permite trabajar mejor.
Además, si has establecido tus prioridades adecuadamente, el uso de tu tiempo
será más adecuado ya que lo dedicarás a tareas más importantes y urgentes, antes
que a otras menos relevantes. Esto logrará que tú y tu equipo sean más
productivos y en términos generales la empresa también lo sea.
¿Pero por qué si son tan útiles las personas que usan este tipo de listas?
Básicamente porque un gran porcentaje de trabajadores no saben cómo hacerlas.
Por esa razón, una vez que aprendas a confeccionarlas y a utilizarlas notarás
enseguida como baja tu estrés y mejora tu productividad, lo cual sin duda te
ayudará a avanzar en tu camino hacia el éxito profesional.
1. Si son tareas que te van a llevar mucho tiempo es aconsejable hacer una
secuencia de sub-tareas para tener un mayor control del tiempo requerido para
realizarlas. Se recomienda incluir en la lista las tareas que te van a llevar como
máximo 1-2 horas, así que tomando en consideración esto, si lo que tienes
pendiente te insumirá más de ese tiempo, divide esta gran tarea en pasos o sub-
tareas.
Por ejemplo, si la tarea es preparar el presupuesto del Departamento para 2017,
de allí se pueden desprender diferentes sub-tareas, la primera de ellas o 1º sub-
tarea: estimar los costes de personal para el departamento. Entonces en
nuestra lista debería aparecer como: Estimar costes de personal (Presupuesto
del Departamento). Siempre asociada a la tarea principal.
2. Algunas personas encuentran útil hacer diferentes listas para los diferentes
aspectos de su vida o sea una lista de pendientes de carácter personal, una lista
de pendientes para el trabajo, una lista de pendientes para los estudios, etc. Sin
embargo, muchas personas encuentran más práctico tener una sola lista para
organizarse mejor. Esta es una decisión que debes tomar según tus
preferencias.
3. Si al realizar la primera lista terminas con una gran cantidad de actividades de
alta prioridad, debes volver a revisar y dejar con esa calificación solo las que
realmente debas terminar con urgencia.
Usar La Lista
De nada vale invertir tiempo en realizar una lista completa y establecer bien las
prioridades entre todas las tareas que incluyas, si luego no la usas adecuadamente.
Es muy sencillo, pero se debe ser consistente; simplemente se trata de ir haciendo
las tareas según la prioridad que has marcado: si has indicado que hay 3
actividades con prioridad 1, esas son las primeras cosas que deben realizarse.
Conforme vayas realizando las tareas márcalas como terminadas. Para que una
lista de pendientes sea realmente una ayuda para aumentar la productividad debes
incluir las actividades realmente prioritarias a corto plazo; no merece la pena
incluir una actividad que sabes que vas a ir postergando por no ser relevante o por
falta de recursos para realizarla.
No conviene hacer listas excesivamente largas porque esto puede desmotivarte, es
mejor ir añadiendo nuevas tareas conforme vayas terminando las primeras.
Además, esto también depende mucho de tu personalidad y del tipo de trabajo que
realices.
En un trabajo donde las tareas a realizar son de corta duración plantearse tareas
para terminar durante el día es lo más aconsejable, sin embargo, si tienes un
trabajo en el que las tareas pendientes son de larga duración o dependen en gran
medida de la actividad de otras personas, puede que sea más efectivo desarrollar
una lista a un plazo más largo e ir seccionándola en sub-tareas para el día a día.
¿Cuándo hacer la lista de pendientes?
Al finalizar tu día de trabajo revisa tu lista de pendientes. ¿Te ha quedado algo sin
hacer? ¿Podrás hacerlo mañana? ¿Debes aumentar su prioridad o no? Además,
piensa en si han surgido nuevas tareas prioritarias para incluirlas al día siguiente.
Al invertir estos 10-15 minutos al fin del día, podrás organizar de mejor manera tu
siguiente día laboral y al llegar al trabajo empezar directamente a trabajar.
También puede permitirte determinar si vas a necesitar información de otro
miembro del equipo o de algún cliente y enviar un correo o hacer una llamada para
que al día siguiente lo tengas todo preparado.
Aunque muchas personas encuentren más fácil hacer una lista en cualquier hoja o
en su agenda para el día siguiente, hoy en día existe una gran variedad de
aplicaciones tanto para dispositivos móviles como para el ordenador, muchas de
ellas gratuitas, que te pueden ayudar a ser más eficiente a través de las listas de
pendientes.
La ventaja de utilizar algún programa con este fin es que tienen funcionalidades
como alarmas que te avisarán cuando se aproxime a la hora de una cita o la entrega
de un informe, además algunos pueden sincronizarse con el Smartphone o con tu
cuenta de correo electrónico por lo que puedes enviar información a otros
miembros del equipo o a tu jefe.
Otra gran ventaja de las aplicaciones de administración de tiempo frente a las listas
de tareas pendientes en papel es que son fácilmente actualizables, no tendrás que
hacer la lista todos los días borrando las que ya has terminado, con acciones
simples podrás añadir nuevas tareas, cambiar su prioridad o borrarlas.
Estas aplicaciones de administración del tiempo son bastante populares tanto
entre profesionales liberales como en cualquier persona que al final del día siente
que podría haber aprovechado mejor su día. Algunas de las más populares
son Remember the Milk, TimeGT, Astrid, Todoist, Toodledo, entre muchos otras.
También existen otros programas como Word y Excel de Office y Gmail que tienen
características que te pueden permitir hacer una lista de tareas pendientes.
Ahora bien, no todos los programas te resultarán igualmente útiles, lo que puede
funcionar para tu compañero de oficina puede no ser el ideal para ti y viceversa. Se
trata de que investigues un poco y a la luz de tu trabajo y de tus características
personales escojas aquella que mejor te resulte.
Si estás a cargo de un grupo de trabajo debes saber que para un equipo también
son importantes las listas de pendientes, ya que son una forma muy efectiva de
seguir el ritmo planeado en un proyecto importante para la empresa, así como de
asumir una gran cantidad de tareas siguiendo la prioridad adecuada.
Lo que se aconseja en esta situación es elaborar una lista de tareas pendientes por
cada miembro del equipo, de esta forma tanto tú como el responsable de la tarea
sabrá qué debe hacer y para cuándo.
Como líder de un equipo saber cuáles tareas se van completando te ayudará a
tener un mejor control del equipo, a la vez que te permitirá planificar de forma más
eficiente el trabajo que vas a asignar a cada miembro, para evitar cuellos de botella
o confusiones debido a que no se consideraron la interdependencia entre las
labores de un miembro y las de otro.
Sin embargo, las listas de asuntos pendientes también tienen limitaciones, son
útiles cuando tenemos una cantidad no muy grande de actividades/tareas por
incluir, pero para proyectos más grandes o con muchos miembros es más
aconsejable definir un programa de acción que permite la organización de
situaciones más complejas
Conclusiones
Las listas de asuntos o tareas pendientes son unas herramientas muy útiles para
aprovechar el tiempo del que disponemos. Nos sirven tanto a nivel personal como
laboral, tanto a nivel individual como colectivo, ya que también podemos hacer una
lista de tareas pendientes para un equipo que lideremos.
Es muy sencillo, se trata de hacer una lista de las actividades/tareas pendientes de
realizar durante determinado período de tiempo (diario, semanal, mensual) y
establecer unas prioridades para saber cuáles son más urgentes de realizar o
tienen más relevancia para la empresa.
Puedes hacerlo de forma manual, en una hoja de cálculo como Excel o en una
plantilla de Word, pero también existen gran cantidad de programas/aplicaciones
útiles, incluso algunas gratuitas que podrás instalar en tu ordenador o Smartphone
o bien trabajar directamente de forma online.
Las listas de tareas pendientes te servirán para:
Recordar todas las tareas que necesitas terminar en determinado período de
tiempo.
Concentrarte en realizar los trabajos más importantes y urgentes antes que los
menos relevantes.
Que tu nivel de estrés se vea disminuido porque tendrás un mejor control del
tiempo.
Que tu productividad se vea mejorada de forma importante, ya que los demás
también te percibirán como alguien más responsable y organizado.
PLAN DE CONTINGENCIA
POR ALEJANDRA GARCÍA AHUMADA
Identifica cuál es tu meta: Puede que sea restablecer la operativa común del
negocio, lo que en inglés se conoce como “business as usual”. Otra opción es que se
elabore un Plan de Contingencia B para cubrir la posibilidad de que no se cumplan
las condiciones estipuladas en un Plan de Contingencia A.
Identifica las operaciones críticas del negocio: Y establece las medidas que
minimizarían pérdidas en caso de que se interrumpieran dichos procesos.
Prioriza los riesgos: Para realizar este paso es necesario que no inviertas
tiempo y energía en riesgos que tienen muy baja probabilidad de materializarse en
beneficio de planear adecuadamente la forma de contrarrestar los riesgos que
tienen mucho mayor probabilidad de ocurrencia. Para ello puedes utilizar
herramientas complementarias a esta guía como la matriz de impacto del riesgo y
probabilidades.
Es importante hacerte notar que no todos los riesgos de tu negocio tendrán
un apartado en el plan de contingencia, puede darse el caso de que identifiques
riesgos que son mitigables haciendo ajustes en tus procesos, riesgos que son
transferibles, es decir que puedes contratar un seguro para cubrirlos, y
contingencias para las que es más eficiente no hacer nada y actuar una vez que se
presenten.
Mantener los procesos clave del negocio funcionando debe ser el objetivo
del plan. Define períodos de tiempo para las acciones del plan. ¿Qué debe
realizarse durante la primera hora después de la contingencia? ¿Durante el primer
día? ¿Durante la primera semana?
Reflexión Final
Te hemos presentado una herramienta que te servirá para identificar los procesos
que son vitales para la operación de tu negocio, que te demandará ser crítico para
priorizar los riesgos que enfrenta esta operación y definir lo que necesitarías para
regresar a un estatus de “business as usual” en caso de que uno o más de los
riesgos se materializaran. También te hemos recomendado evaluar
constantemente la vigencia de esta herramienta y modificarla para tener en cuenta
nuevos procesos, personal y tecnologías. La ventaja de invertir tiempo en su
elaboración te evitará costos mayores en caso de que el peor escenario tuviera
lugar.
Sabias Palabras
Componentes De La Comunicación
La fuente o emisor
La persona que sea el origen del mensaje, debe tener claro por qué se está
comunicando y qué es exactamente lo que pretende informar. También es
necesario que se esté seguro de que la información que se está transmitiendo es
útil y precisa.
El mensaje
El mensaje es la información que desea comunicar y que tras pasar las
mencionadas barreras debe ser recibido de manera exacta y sin ambigüedades.
La codificación
Este es el proceso de transferencia de la información que se quiere comunicar de
forma que pueda ser enviada correctamente y decodificada en el otro extremo. El
éxito en la codificación dependerá en parte de tu habilidad para transmitir
información de manera clara y sencilla, pero también de tu capacidad para prever
y eliminar las fuentes de confusión, por ejemplo, las cuestiones culturales, las
suposiciones erróneas y la falta de información.
Algo que resulta clave en este punto es el conocimiento de la audiencia: si quienes
deben recibir el mensaje son incapaces de interpretar el código, la comunicación
será imposible. Un ejemplo claro de esto es que tengas que dirigirte a personas que
no hablan tu idioma, si no sabes el suyo debes buscar un intérprete.
El canal
Los mensajes se transmiten a través de diferentes canales que pueden ser verbales,
como una conversación cara a cara, las videoconferencias o las charlas telefónicas
o escritos, como los emails, los mensajes instantáneos, las notas e informes o las
cartas.
Los diferentes canales tienen distintas fortalezas y debilidades. Por ejemplo, no es
particularmente eficaz dar una larga lista de direcciones verbalmente, mientras
que si realizas una fuerte crítica por correo electrónico, ésta puede ser
malinterpretada o un motivo de discordia.
La decodificación
Del mismo modo que codificar con éxito es una habilidad, una decodificación
apropiada implica esfuerzo y concentración; por ejemplo no se comprende el
contenido de un mensaje, sin tomarse el tiempo de leerlo cuidadosamente o
de escuchar activamente a nuestro interlocutor.
Una confusión puede surgir tanto de los errores cometidos en el proceso de
codificación como en el de decodificación. Un ejemplo muy claro de este problema
se suele presentar si el receptor no tiene suficientes conocimientos que le
permitan entender el mensaje, como se da en el caso de que usar terminología
técnica que él no conoce.
Receptor
Cada persona es un mundo y tiene sus propias creencias, principios y conceptos,
que sin duda pueden influir en la recepción de los mensajes. Por ello es importante
tener en cuenta que cada individuo entra en el proceso de comunicación con un
bagaje de ideas y sentimientos que influirán en su comprensión e interpretación
del mensaje y en su respuesta al mismo.
Para ser un comunicador de éxito, se deben considerar estos puntos a la hora de
dar un mensaje y actuar en consecuencia. Si sabes que tu interlocutor es sensible a
algunos temas y debes hablar de ellos, hazlo con consideración y empatía.
La retroalimentación
El receptor suele proporcionar retroalimentación, que puede ser verbal o no
verbal (gestos, ademanes, etc.) o escrita, como reacción directa al mensaje
comunicado. Es fundamental prestar mucha atención a esto, ya que es el único
medio que se tiene para estar seguro de que se ha entendido nuestro mensaje.
Cuanto antes captes que existe un malentendido o el mensaje no fue captado como
tú lo deseabas, te será más fácil reenviarlo o aclarar las dudas que se presenten
para que el contenido que quieres comunicar llegue efectivamente a su destino.
El contexto
La situación en la que se entrega el mensaje es el contexto. Esto puede incluir el
medio ambiente circundante, si estás teniendo una conversación o la cultura
general, la cultura corporativa, las costumbres internacionales y todo lo que se
relacione con ellas.
Para entregar tus mensajes de manera efectiva debes comprometerte a romper las
barreras que existen, en cada una de estas etapas del proceso de comunicación que
hemos visto y analizado hasta ahora.
Vamos a empezar con el propio mensaje. Si éste es demasiado largo, desorganizado
o contiene errores, se puede esperar que sea mal entendido y mal interpretado. El
mal uso del lenguaje verbal y corporal también puede confundir al receptor.
Las barreras en el contexto suelen ser fruto de que los remitentes ofrecen
demasiada información con mucha rapidez. En caso de duda, ten en cuenta que a la
hora de comunicarte menos es más, esto quiere decir que es preferible decir poco
pero que se entienda, a expresar mucho y que el receptor quede en la inopia de la
mitad de lo que se explicó.
Lo mejor es tener en cuenta que las personas suelen tener poco tiempo a causa de
sus diversas ocupaciones, especialmente en el tipo de sociedad en el que vivimos,
llena de horarios y cosas por hacer, así que ser conciso puede evitar ambigüedades
o confusión por parte del receptor.
Una vez que entiendas esto, es importante que tengas en cuenta las limitaciones de
cultura o educación de aquellos a quienes debes transmitir mensajes. Asegúrate de
ser capaz de conversar y dar información a personas de diferentes orígenes y
culturas dentro de tu propia organización, de otras e incluso del extranjero.
Una reflexión final
Comunicarse es fundamental en todos los aspectos de la vida, por lo que aprender
a hacerlo de manera efectiva y sin errores durante el trascurso del proceso, no solo
te ayudará a progresar laboralmente, sino que te evitará disgustos, malos
entendidos y confusiones en todos los aspectos de tu vida.
También puede serte de utilidad a la hora de reforzar tus habilidades como
comunicados tomar nuestro cuestionario ¿Qué tan bueno eres en el ámbito de la
comunicación? y leer nuestro interesante artículo acerca de cuáles son las claves
de la comunicación
EL CICLO DE PLANIFICACIÓN
POR JOSÉ PESTANA
El Ciclo De Planificación
El Ciclo de Planificación se muestra en la figura 1:
LIDERAZGO ÉTICO
POR SANDRA MONTEVERDE
No importa dónde vivas, sin dudas has sido testigo del fracaso estrepitoso de
algunos líderes al descubrirse que han actuado sin la ética que conlleva su posición
o cargo. Desde la corrupción política hasta las acciones de personajes que contaban
con una reputación y que luego se vio que no era “oro todo lo que relucía”. Estas
situaciones han llevado a la gente a plantearse que las cuestiones éticas son un
tema fundamental para todas las organizaciones.
También pone de relieve lo difícil que puede resultar para los líderes determinar lo
que está bien y lo que está mal. Algunos hacen las elecciones equivocadas y
terminan en las portadas de periódicos y telediarios y/o en los tribunales.
Lo que rara vez se ve a nivel mediático son historias sobre las numerosas empresas
que sí son administradas por líderes éticos. Mientras que las normas parece que
estén en “caída libre” en algunas corporaciones y organismos, otros líderes “elevan
el listón” e inspiran a sus equipos a hacer lo mismo.
Estos líderes son los que vale la pena imitar y de los que se debe tomar ejemplo y
aprender de ellos, ya que hacen lo correcto, en el momento adecuado y por razones
pertinentes. Son quienes ponen su ética por encima de todo y, como resultado,
tienen equipos dedicados y eficaces, que harían casi cualquier cosa por ellos.
Si te preguntas: ¿cómo es posible que estos líderes sean capaces de saber qué
hacer y cómo actuar ante cada situación?, ¿qué posibilidades hay de que yo lo logre
también?, sigue leyendo, porque en este artículo te mostraremos cómo definir tus
propios estándares éticos y de qué manera comenzar a ponerlos en práctica.
Puntos clave
Ser ético tanto en el trabajo como en la vida diaria requiere de una buena dosis de
coraje y convicción. Significa hacer lo correcto, incluso cuando ello no sea popular
o fácil. Tomar decisiones basadas en tus valores personales es una forma de
demostrar a los demás que no es posible comprarte y que eres capaz de liderar a tu
equipo con el ejemplo.
Una vez que identifiques los valores centrales de tu empresa, así como los tuyos,
puedes comenzar a trabajar con tu equipo y tu organización, para que éstos se
cumplan. Las acciones siempre hablan más que las palabras, así que asegúrate de
hacer lo que desearías que otros hicieran.
ESTABLECIENDO CREDIBILIDAD
POR YOLANDA PATARROYO
Cuando te dicen: ¡te creo! ¿Qué crees que te están diciendo? ¿Que confían en ti y
en que lo que estás diciendo? ¿Que eres confiable?
Credibilidad
Así como las personas con sus hechos y dichos pueden generar credibilidad, las
empresas también.
Recuerda que las empresas son desarrolladas por personas y sus actos le
transmitirán a su personal, al mercado y a su entorno, si se puede confiar en ella o
no.
La credibilidad que tengan los colaboradores en la empresa, en los procesos, en
las personas y en las políticas de ésta, definirán el clima laboral, la creatividad y los
resultados.
De igual manera, el grado de credibilidad que tengan sus asociados externos, como
son los proveedores, los clientes, la sociedad y el estado, determinarán el apoyo y
respaldo que reciba de estos.
Credibilidad Y Liderazgo
Con respecto al liderazgo que se observa y vive en la organización en sus
diferentes niveles, hay tres aspectos que son importantes y se deben tener muy en
cuenta, porque de la manera en que estos factores se presenten, se transmitirá
credibilidad o no. El líder debe tener tres características: competencia, integridad y
carácter y buen trato.
1. Competencia: ¿Qué tan competente es? ¿Tiene resultados?
2. Integridad y carácter: ¿Es honesto? ¿Cumple sus promesas? ¿Sigue y hace seguir
las normas y procedimientos de la empresa?
3. Trato: ¿Trata a todos por igual? ¿Utiliza su posición para beneficio personal o
actúa con responsabilidad y buen juicio? ¿Es humilde o prepotente?
Cuando una persona o empresa transmite credibilidad en lo que hace, dice y siente,
genera a su alrededor, confianza, tranquilidad y certeza.
La persona confiable, atrae y genera armonía, oportunidades, apoyo y genera en
otros individuos el deseo de estar a su lado, lo cual le vuelve una persona más
valiosa para su entorno.
La empresa confiable, genera confianza en el mercado, lo que lleva a que el mismo
adquiera sus productos o servicios; los empleados o colaboradores desearán
continuar allí; la comunidad le dará su respeto y respaldo y los proveedores y
aliados de valor le concederán créditos, avales y otros recursos, que le son
necesarios para su crecimiento y desarrollo.
Si tú quieres influir en otros, lograr metas, atraer gente valiosa a tu alrededor y ser
una persona provechosa, un punto de referencia y un ejemplo positivo para otros,
es importante que trabajes en tu credibilidad. El primer paso es que confíes en ti
mismo, en quien eres, en lo que sientes, piensas y haces. Esta fuerza la transmites a
tu entorno y de esa forma le imprime un sello personal a tu devenir diario.
La credibilidad se construye en la convivencia e interacción, paso a paso, momento
a momento, acción tras acción. Pero recuerda que se puede perder en un solo
momento, en una palabra o en un acto.
Ser confiable es el mayor activo, después de la vida misma, de una persona u
organización, en cualquier momento y en cualquier lugar.
¿Te gustaría realizar un complicado procedimiento solo para tener una pluma
extra o una hoja de papel? Por supuesto que no.
Los procedimientos – junto a sus primas, las políticas – pueden ser un verdadero
dolor de cabeza. A veces, estos procedimientos son demasiado restrictivos o
estrictos y otras son vagos o carentes de detalles. Pero por ejemplo, si tu colega
llama para decir que está enfermo tú serás el responsable de que la nómina se
termine a tiempo y para esto es útil tener un procedimiento detallado y bien
escrito para ayudar a guiarse.
Si los procedimientos se hacen bien pueden tener un efecto importante en tú
organización. Cuando se ha escrito de manera clara y correcta pueden ayudar a los
sistemas y a las personas a trabajar mejor. Si los trabajadores saben qué hacer,
cómo hacerlo, cuándo hacerlo y hasta cómo evitar errores, se reducirá la
frustración de ellos y hasta se ahorrará una gran cantidad de tiempo y esfuerzo.
Escribir un procedimiento que sea preciso, breve y fácil de leer no es para nada
sencillo. Pero se puede lograr. Si se tiene el conocimiento y la práctica e factible
aprender habilidades efectivas, procedimientos de redacción, etc. También debes
aprender a reconocer las oportunidades en las que puedas mejorar la calidad de
las cosas que haces.
¿Qué Es Un Procedimiento?
BRAINSTORMING
POR ADRIANA UGALDE
¿Qué Es El Brainstorming?
Se trata de una técnica con un enfoque informal que se basa en el uso del
pensamiento lateral. Consiste en que las personas expresen todos los
pensamientos e ideas que tengan, en torno a determinado asunto.
Algunas de estas ideas, inicialmente pueden parecer descabelladas o inútiles, pero
una vez elaboradas pueden llegar a ser soluciones muy creativas a problemas de
todo tipo. Aún en el caso de aquellas ideas que no deriven en una solución, si se
trabajan adecuadamente, pueden generar nuevas ideas más efectivas.
El poder expresarse con libertad, sin ser enjuiciado, hace que las personas
aprendan a pensar de una forma diferente, con una mentalidad más abierta.
En el caso del Brainstorming grupal, en esta primera etapa de generación de ideas
es indispensable que ninguna de las personas que esté participando critique o
apoye directamente una idea. Normalmente, cuando existe un problema, ya sea
consciente o inconscientemente, limitamos las posibles soluciones que puede
tener. La tormenta de ideas ayuda a romper esos límites que muchas veces no
tienen ninguna base real.
Por eso, mientras estáis realizando una tormenta de ideas se debe evitar ir
evaluando cada una de las ideas, ya habrá tiempo para eso. Expresar nuestras
objeciones a cada idea o favorecer directamente alguna, solo puede causar que se
detenga el flujo de nuevas ideas o que se coarte la creatividad para evitar el juicio.
Tipos De Brainstorming
El momento de evaluar las ideas, sus pros y sus contras, eliminar aquellas que no
son viables o eficientes y escoger una solución, es al final de la tormenta de ideas.
Se pueden utilizar técnicas como los Diagramas de Afinidad o el método de los Seis
Sombreros para ir discriminando hasta llegar a una decisión final.
En resumen, probablemente habrás utilizado esta técnica alguna vez en tu vida, lo
verdaderamente importante es ejecutarla de forma correcta para que resulte una
herramienta provechosa en la resolución de problemas.
¿Alguna vez has tenido tanto miedo de fallar en algo, que finalmente ni siquiera lo
intentaste? ¿O el miedo a equivocarte significó que, subconscientemente, auto
limitaste tus esfuerzos para evitar la posibilidad de un fracaso mayor?
La mayoría hemos experimentado estos temores, en uno o varios momentos de
nuestras vidas. El miedo al fracaso puede ser inmovilizador, lo que se traduce en
que acabamos por anclarnos y no avanzar. El problema estriba en que en el
momento en el que permitimos que el miedo nos detenga, lo más probable es que
desperdiciemos oportunidades fabulosastanto para nuestra vida personal como
profesional.
En este artículo vamos a examinar el miedo al fracaso: qué es lo que significa, qué
lo causa y cómo superarlo, para disfrutar del verdadero éxito, tanto en el trabajo
como en la vida familiar, social y hasta con nuestros propios colegas.
Para encontrar las causas del miedo al fracaso, primero necesitamos entender qué
es lo que realmente significa el término “fracaso”, ya que todos tenemos diferentes
definiciones de esta palabra, simplemente porque cada individuo tiene sus propios
puntos de referencia, valores y sistemas de creencias.
Concéntrate en tu propia definición y ten en cuenta que, lo para una persona
significa un rotundo fracaso, para otra, con diferentes puntos de vista y/o
motivaciones podría ser simplemente una gran experiencia de aprendizaje, un
obstáculo a vencer o un desafío personal.
Muchos de nosotros tenemos temor a fracasar, al menos una parte del tiempo. Pero
este miedo (también llamado “atiquifobia” en sus casos más graves) sobreviene y
es negativo, cuando permitimos que nos impida hacer todo aquello que sabemos es
fundamental para lograr nuestros objetivos.
El miedo al fracaso puede estar relacionado con muchas causas. Por ejemplo, tener
padres muy críticos o sentir que no se cuenta el apoyo o el aval de los progenitores
es una causa para algunas personas, debido a que durante la infancia no se
sintieron seguros y/o secundados en sus metas, proyecten esta negatividad a la
edad adulta.
Experimentar un evento traumático en algún momento de la vida también puede
desencadenar temores. Por ejemplo, una persona que debía hacer la presentación
de un determinado producto delante de un público numeroso y le dominó el
“pánico escénico”, llevándolo a hacerlo realmente mal, no querrá volver a pasar
por experiencias similares, no importa el tiempo que transcurra.
Zona de confort: las personas deciden no arriesgarse a probar cosas nuevas, por
temor a fracasar o a involucrarse en proyectos desafiantes, por lo que se
mantienen en la seguridad del entorno conocido.
Auto-sabotaje: se puede dar en forma de ansiedad excesiva, que detiene y paraliza
al individuo o se caracteriza por esgrimir motivos insólitos con tal de dilatar el
momento de enfrentar el motivo del miedo o presenta pautas similares, que
acaban en el no cumplimiento de los objetivos.
Baja autoestima: si la persona involucrada no tiene la suficiente confianza en sí
mismo empleará una serie de declaraciones negativas como: “soy incapaz de
hacerlo” o “nunca seré lo suficientemente bueno para obtener esa promoción”, con
las que socava aún más la poca fe en sus propios actos.
Perfeccionismo: esta es la disposición que tienen algunas personas a realizar
aquellas tareas que sabe que terminarán exitosamente. Quién cae en
el perfeccionismo, para todo lo que le plantee algún temor, buscará excusas y no
emprenderá nuevos retos.
Es casi imposible pasar por la vida sin experimentar algún tipo de fracaso. Las
personas que lo logren probablemente vivan con tanta cautela que, en pocas
palabras, en realidad no están viviendo, sino casi vegetando.
Lo maravilloso del fracaso es que depende de nosotros decidir de qué manera
afrontarlo. Podemos optar por la forma negativa: es decir, verlo como “el fin del
mundo” o como una prueba más de lo poco que somos y/o valemos.
O, en cambio, podemos ver el fracaso positivamente, como la experiencia de
aprendizaje increíble que a menudo resulta. Cada vez que fallamos en algo
podemos elegir asimilar una lección y aprender de nuestros errores.
Estas lecciones son muy importantes, porque nos forjan y nos dan todas las
herramientas para no caer nuevamente en el mismo error, recuerda que aquello de
“tropezar dos veces con la misma piedra” es una justificación de derrotados. Los
fracasos nos detienen solo si lo permitimos.
Es fácil encontrar gente exitosa que haya experimentado fracasos: Albert Einstein
suspendió matemáticas varias veces en el Instituto, a Michael Jordan su profesor
de baloncesto de la escuela secundaria le dijo que no tenía talento y Richard
Branson, dueño de Virgil, abandonó sus estudios en secundaria, porque se sentía
incapaz de estudiar.
La mayoría de nosotros tropezaremos y caeremos, la vida nos dará más de un
golpe, tomaremos malas decisiones y muchas puertas se nos cerrarán. Pero es
bueno que recordemos que si Albert Einstein ganó el Premio Nobel de Física fue
porque no sucumbió a la desesperación cuando suspendía “Mates”.
Lo mismo puede decirse del resto de los nombrados anteriormente. Ninguno dejó
de luchar, de enfrentar sus temores y de superar sus defectos o aprender de los
errores, a sabiendas de que, si el temor al fracaso los detenía, perderían
oportunidades preciosas de ser lo que realmente deseaban y de hacer realidad sus
sueños.
El fracaso también puede enseñarnos cosas sobre nosotros mismos que nunca
habríamos aprendido de otra manera, dado que, en el momento de enfrentar una
situación, si sacamos fuerzas de flaqueza y la superamos o recibimos apoyo y
fortaleza de nuestros amigos y/o de la familia o encontramos una motivación
inesperada para tener éxito, el sentimiento que nos invade es el de victoria.
La realidad es que mucho más a menudo de lo que tú te crees, las ideas valiosas
vienen sólo después de un fracaso. Aceptar y aprender de esas ideas es clave para
tener éxito en la vida, ya que nuestros errores están para alimentar nuestro deseo
de superación.
Es importante darse cuenta de que cada vez que emprendemos una tarea, por
nimia que sea, siempre existe la posibilidad de que fracasemos. Enfrentar cada
oportunidad como si fuera la más importante de nuestras vidas es un acto de
valentía y además, nos dará una vida más plena y gratificante.
Sin embargo, aquí hay algunas herramientas que puedes emplear para reducir tu
miedo al fracaso:
Analiza todos los resultados potenciales: muchas personas experimentan miedo
al fracaso porque temen a lo desconocido. Cuando se consideran todos los
resultados potenciales de una decisión, es muy posible que dichos temores se
desvanezcan por sí solos.
Aprende a pensar de manera más positiva: el pensamiento positivo es una forma
increíblemente poderosa de construir confianza en uno mismo y de neutralizar el
auto-sabotaje.
Imagina el peor escenario: en algunos casos, el peor de los casos puede ser
realmente desastroso y puede ser perfectamente racional temer el fracaso. En
otros casos, sin embargo, este peor caso en realidad no puede ser tan malo y el
reconocimiento de esto te ayudará a superar el temor a equivocarte.
Ten un plan de contingencia: cuando una persona se enfrenta a un desafío y tiene
miedo de fallar en algo, tener un “Plan B” puede ayudarle a sentirse más seguro y a
darle fuerzas “extra” para seguir adelante.
PREPARACIÓN DE UN WORKSHOP
POR YOLANDA PATARROYO
Workshops
1. Preparación:
Aquí se diseña y se planea el taller, los procesos, metodologías, herramientas y
tiempos.
2. Ejecución:
Se tienen en cuenta tres fases: Inicial, Central y Final.
3. Conclusión:
Se expresan y cotejan los conceptos adquiridos, se acuerdan compromisos y se
realiza la evaluación del taller.
Los tres momentos en la preparación de un taller
Para que un taller tenga éxito la fase de preparación es crucial y nada se puede
dejar al azar. Desde el momento en que se decide que el “taller de capacitación” es
la estrategia adecuada, se procede a prepararlo para que se logren los objetivos
propuestos.
Dentro de la preparación se pueden distinguir tres momentos:
El diseño: Es el momento en el que se elabora el concepto del taller, incluyendo
los objetivos, contenidos y la metodología del mismo.
La planificación: consiste en detallar los pasos y las sub fases en las que se va a
dividir el taller, fijando tiempos, técnicas, actividades, materiales,
responsabilidades y recursos necesarios.
La elaboración de los materiales: de acuerdo al grupo, tema y metodología
seleccionados se elaboran o establecen los materiales necesarios: videos,
música, papelógrafos, presentaciones, tarjetas, juegos, material de apoyo, etc.
7 preguntas en el diseño de un Taller:
Para que un taller tenga éxito en la consecución de los objetivos planteados se
deben responder 7 preguntas básicas:
1. ¿Para qué?
¿Qué se desea lograr? Para encontrar la respuesta se puede plantear de la siguiente
manera: “Al final del taller, los participantes estarán capacitados para…”
2. ¿Quiénes?
¿Cuál y cómo es el grupo al que se va a dirigir el taller? ¿Cuáles son sus
características, condiciones, necesidades? ¿Quién va a facilitar el Taller? ¿Cuáles
son sus conocimientos del tema, sus habilidades y experiencias en el manejo de
talleres? ¿Está en la empresa o se debe contratar externamente?
3. ¿Qué?
¿Qué contenidos son necesarios manejar?
4. ¿Cómo?
¿Cuáles métodos y técnicas se van a aplicar? Aquí se debe tomar en cuenta el nivel
de formación y las experiencias previas del grupo participante en el manejo y
entendimiento de los materiales didácticos que se planean utilizar. Se recomienda
utilizar siempre historias, éstas quedaran en la memoria ayudando a interiorizar y
asimilar el mensaje.
5. ¿Con qué?
¿Qué medios de apoyo se requerirán? se debe evaluar los pros, los contras de cada
uno y su suplemento en caso que falle. Por ej., se prepara un video y
desafortunadamente se daña el proyector, en ese caso se utilizar el papelografo y
determinada dinámica.
6. ¿Cuándo?
Fechas y tiempo disponibles, ¿cuál es la agenda que se manejará?
7. ¿Dónde?
Lugar: dentro o fuera de la empresa.
Al responder estas 7 preguntas se cubren los aspectos básicos para el diseño y
desarrollo de un taller que va a tener mayores probabilidades de éxito.
El Plan De Facilitación
Reflexión Final