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Un mandamiento (ver capítulo 8) es algo que el hombre debe hacer; una promesa es
algo que Dios hará. Un mandamiento debe ser obedecido; una promesa debe ser creída.
Cuando Dios da un mandamiento, Él dice, TÚ HARÁS (Deuteronomio 6:5; Mateo
4:7,10); cuando Dios da una promesa, Él dice YO HARÉ (ver Éxodo 6:6-8; ¿cuántos YO
HARÉ encuentra en estos versículos? _____).
Es importante poder ver la diferencia entre un mandamiento (Dios diciéndome que haga
algo) y una promesa (Dios diciéndome que Él hará algo). Examine los siguientes
versículos y escriba una “C” delante de los versículos que contienen un mandamiento y
una “P” delante de los versículos que contienen una promesa:
¿Qué es una promesa? Una promesa podría definirse como sigue: “Palabras dichas o
escritas que comprometen a una persona a hacer o no hacer algo”. Cuando una persona
hace una promesa, está dando su palabra de que hará o no hará algo.
La gente hace promesas y la gente a veces quebranta sus promesas. Aquí hay algunas
promesas que diferentes personas pueden hacer:
¿Qué debería hacer cada una de estas personas para poder cumplir estas promesas?
¿Puede pensar en algunas cosas que podrían suceder que impidieran que estas promesas
puedan ser cumplidas?
Muchas veces las personas quebrantan sus promesas y deben aceptar la responsabilidad
por ello. Quizás se han olvidado, quizás cambiaron de parecer o quizás simplemente
fallaron en hacer lo que habían dicho que harían. A veces las personas quebrantan sus
promesas por causa de circunstancias y situaciones fuera de su control (mal tiempo, un
neumático desinflado en el camino, enfermedad, etc.).
Los hombres quebrantan sus promesas, pero hay Una Persona que nunca quebranta Sus
promesas. Puede ser que un hombre no guarde su palabra, pero hay Una Persona que
siempre guarda Su Palabra. Hay un Dios fiel en el cielo que cumple las promesas.
Examine los siguientes versículos y complete las frases que siguen a cada versículo:
¿Hay alguna circunstancia que esté fuera del control de Dios? ¿Dios alguna vez se
enferma? ¿Puede Dios ser sorprendido por mal tiempo? ¿Puede Dios tener problemas de
transporte? ¿Podría Dios decir alguna vez, “yo quería cumplir esa promesa pero un
suceso inesperado me lo impidió”?
Promesas Condicionales.
Muchas promesas de Dios son condicionales (cuando vea esta palabra “condicional”
piense en esa pequeña palabra “si”). Dios promete hacer algo SI el hombre hace algo.
Dios hará Su parte si
el hombre hace la suya. A veces nuestros padres nos dan una promesa condicional:
“SI terminas de comer todo lo que tienes en el plato, te daré un postre”. Veamos algunas
promesas condicionales que se encuentran en la Biblia:
3. SANTIAGO 4:7 (última parte del versículo). ¿Qué debe hacer el creyente?
_______________ ________________. Si el creyente hace esto, ¿qué promete
hacer Dios? ________________________________________________.
4. SANTIAGO 4:8 (primera parte del versículo). ¿Qué debe hacer el creyente?
_____________________________ Si el creyente hace esto, ¿qué promete hacer Dios?
___________________________________________.
Promesas Incondicionales.
Cuando Dios da una promesa incondicional, no hay “si” o “y” o “pero” al respecto. Dios
dice, “HARÉ TAL COSA” y no importa que al hombre le guste o no le guste, que lo crea
o no lo crea—Dios lo hará de todos modos. Una promesa incondicional significa que Dios
lo hará, como sea. Aquí hay algunos ejemplos:
Y si los hombres no quisieran que Jesús volviera, ¿eso cambiaría la promesa? Y si los
hombres no creyeran que Jesús volverá, ¿afecta eso la promesa de Dios? Jesús cumplirá
Su promesa como sea. Lo más razonable que se puede hacer es creer lo que Dios dice.
Había muchas personas que no querían que Jesús resucitara de los muertos (Mateo
27:62-66). ¿Cambió ésto la promesa? Había muchas personas que no creían que Jesús
resucitaría de los muertos nuevamente (incluso sus propios discípulos). ¿Cambió eso la
promesa de Dios? Dios cumplirá Su Palabra como sea, a como de lugar.
Las maravillosas promesas de Dios no nos harán ningún bien a menos que las creamos.
Considere Hebreos 4:1-2. A los hijos de Israel se les había dado una promesa, pero ellos
no creyeron en la promesa. La Palabra de Dios no nos será de provecho alguno a menos
que la acompañemos con ____ (versículo 2).
Piense en una semilla. Si esa semilla es plantada en la tierra puede crecer hasta ser una
hermosa planta y puede dar mucho fruto. Pero si guarda esa semilla en la cubierta de
su cocina u en otra superficie dura, nunca servirá para algo. La Palabra de Dios es como
esa semilla. Las promesas de Dios deben ser plantadas en lo profundo de nuestros
corazones y debemos creer lo que Dios dice.
Suponga que su padre le dice, “pondré $20.00 en el bolsillo de tu abrigo para que tengas
dinero para gastar en la ciudad.” Si no crees esto, podrías ir a la ciudad y el dinero no
te será de utilidad alguna, porque no puedes gastar algo que no crees tener. Lo
inteligente sería creer lo que tu padre ha dicho, meter la mano al bolsillo, tomar el dinero
y gastarlo.
Ejemplos de Fe.
En Génesis 18:10 Dios dio a Abraham una promesa. ¿Creyó Sara la promesa (Génesis
18:11-12)?
_____. ¿Es Dios capaz de cumplir Sus promesas (Génesis 18:14)? _____. ¿Creyó
Abraham la promesa de Dios (Romanos 4:19-21)? _____. ¿Hizo Dios exactamente lo
que había prometido hacer (Génesis 21:1)? _____.
Dios dio a Abraham otra promesa. Le dijo a Abraham que su hijo Isaac tendría hijos (ver
Génesis 21:12 y 17:19, descendencia significa “hijos”). En Génesis 22, Dios dio a
Abraham un mandamiento: SACRIFICA (MATA) A TU HIJO ISAAC (ver versículo 2). De
modo que Dios dio a Abraham una PROMESA y un MANDAMIENTO.
Cuando Abraham tomó el cuchillo para matar a su hijo (vea Génesis 22:10), él sabía
que Dios resucitaría a su hijo de los muertos (vea Hebreos 11:19) porque él creía que
Dios tendría que cumplir Su promesa. Por esto Abraham dijo a sus siervos lo siguiente
(ver Génesis 22:5): “Isaac y yo iremos y adoraremos a Dios y nosotros
regresaremos. Ambos iremos hasta allá, yo mataré a Isaac y ambos regresaremos,
porque Dios devolverá la vida a mi hijo. No regresaré con un Isaac muerto sobre mis
hombros.”
Lo que sucedió fue que Dios no permitió que Abraham matara a su hijo, pero Dios
permitió que Abraham demostrara que él realmente creía en la maravillosa promesa de
Dios respecto a su hijo.
Zacarías y Elisabeth eran ancianos y no tenían hijos, igual que Abraham y Sara (Lucas
1:5-7). ¿Qué promesa dio Dios a Zacarías (Lucas 1:13)?
_______________________________________
¿Creyó la promesa (Lucas 1:18-20)? _____. ¿Cumplió Dios esta promesa aunque este
hombre no la creyó (Lucas 1:57-60)? _____.
A continuación hay algunas frases que describen como nos sentimos a veces o alguna
situación en la que nos encontramos. Necesitamos reclamar la promesa adecuada para
cada situación en la que nos encontremos. Ponga la letra de cada promesa que usted
reclamaría en lo siguiente (en algunos casos puede usar más de una promesa):