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J. S. Scott
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El presente documento tiene como finalidad impulsar la lectura hacia aquellas


regiones de habla hispana en las cuales son escasas o nulas las publicaciones,
cabe destacar que dicho documento fue elaborado sin fines de lucro, así que se
le agradece a todas las colaboradoras que aportaron su esfuerzo, dedicación y
admiración para con el libro original para sacar adelante este proyecto.
Moderadora de Traducción:
Blanca20011893

Grupo de Traducción:
Blanca20011983 Saiyu^mbopizita^ Noebearomero

Vecina Lizels

Moderadora de Corrección:
Leluli

4 Grupo de Corrección:
vickyra Liraz

francatemartu lsgab38

Revisión Final:
Blanca20011893

Diseño:
francatemartu
Una introducción a la Capítulo 02
Coalición Vampiro
Capítulo 03
# 0.5 - El Duro
Capítulo 04
Apareamiento de un
Vampiro Capítulo 05
Sinopsis Capítulo 06
Empezamos… Capítulo 07
5
#1 - La Compañera de Capítulo 08
Ethan
Epílogo
Sinopsis
Próximo Libro
Prólogo
Sobre la Autora
Capítulo 01
# 0.5
6
El Duro Apareamiento
de un Vampiro
A
dare Connor es un vampiro, el más antiguo de su clase, que encuentra
su pareja.

Kristin Sparks, un ser humano, es dueña de su alma


(literalmente). En un apareamiento áspero, salvaje y volátil, Kristin le devolverá su
alma, volviéndose compañeros vinculados.

Adare sabe que el apareamiento sacara todos sus instintos carnales, posesivos
y dominantes que tiene. Es la naturaleza de los vampiros durante el apareamiento.

¿Su compañera destinada será capaz de soportar el apareamiento salvaje con


un vampiro de su edad y poder, o eso va a aplastar el amor que le tiene?
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Este es un relato erótico que da inicio a la Serie Coalición Vampiro.

La serie está compuesta de:

Libro 0.5 – El Duro Apareamiento de un Vampiro

Libro 1 – La compañera de Ethan

Libro 2 – La compañera de Rory

Libro 3 – La compañera de Nathan

Libro 4 – La compañera de Liam

Libro 5 – La compañera de Daric


Kristin Sparks se estremeció al sentir las femeninas manos poniendo aceite en
su cuerpo. Ella se casaría esta noche y se estaba preparando para unirse con su
compañero vampiro.

Se había bañado y su piel ya se sentía como una seda, pero las mujeres
continuaron su preparación masajeándole la piel con los aceites. Esta era la
ceremonia. Una parte de un ritual que siempre había existido para los vampiros.

Kristin suspiró. Esta noche... Adare Connor sería suyo por toda la eternidad.
Ella negó con la cabeza ligeramente, todavía no podía creer que era su compañera,
la guardiana de su alma.

8 Ella era un ser humano, una de las compañeras elegidas para un vampiro.
Todos los vampiros nacían varones, pero al contrario de la tradición popular, no eran
“muertos vivientes”.

Un macho vampiro vivía y respiraba, que con el tiempo encontraba a su


compañera, una mujer humana nacida con su alma perdida firmemente entrelazada
a la suya, convirtiéndola en su compañera predestinada.

Sí... Los vampiros necesitan sangre para sobrevivir, pero no eran las criaturas
de leyenda, unos seres traídos de vuelta de entre los muertos. Ellos estaban vivos, en
todos los sentidos, excepto que no tenían alma, y sólo la recuperaban cuando
encontraban a su compañera. Kristin transferiría su alma a Adare esta noche.

La mitad de ella, la mitad de él. Ambos tendrían la mitad del alma, con la
mitad de la suya propia, para completarla. Estarían unidos como uno.

Adare había esperado 300 años por eso, y ya había perdido la esperanza de
encontrar algún día a su pareja. Y sucedió. A veces, por diversas razones, un vampiro
nunca encontraba a su compañera y por lo general acababan cayendo, abrazando su
lado más oscuro.

Se estremeció involuntariamente, muy contenta de haber salvado a Adare de


ese destino. Tenía una fuerte voluntad y un corazón muy bueno, que lo ayudaron a
persistir y no ceder a su lado más oscuro, hasta que ella le encontró.

Kristin todavía recordaba la conmoción y la resistencia cuando descubrió lo


que realmente era. La compañera de un vampiro. Pero ahora ya había dado su
corazón a Adare. La había cortejado suavemente, sensualmente, seduciéndola con su
encanto y viciándola con su fuerte cuerpo. Adare era un macho alfa, dominante y
exigente, especialmente en la cama.

Kristin sonrió ligeramente, todavía resulta difícil de creer que se sentía atraída
por su personalidad dominante. Ella era una mujer de negocios exitosa y le gusta
tener el control de todos los aspectos de su vida. O eso pensaba...

Sabía que estaba muy atraída por él. Por Adare. Sí, él era posesivo... Pero
9 también era cariñoso, sensible y protector. La necesidad de controlar en la cama era
parte de su naturaleza, sobre todo durante el cortejo y el apareamiento. Nunca supo,
que como su compañera, someterse, ceder a sus placeres oscuros, era parte de ella,
parte de su composición genética. Con su alma entrelazada, sus necesidades eran
también las suyas, y esa parte de ella había permanecido enterrada hasta que Adare
despertó su deseo de cederle el control a él, encontrar su propio poder de una manera
totalmente nueva y satisfactoria. Kristin adoraba cada parte de Adare. Incluso la
oscuridad. Tal vez... Especialmente la oscuridad.

Las tres mujeres terminaron de prepararla para la ceremonia de apareamiento


y estaban conversando muy emocionadas, pero Kristin estaba teniendo dificultades
para seguir la conversación. Ella sonrió y asintió con la cabeza, sin saber lo que
estaban diciendo realmente. Estaba demasiado ocupada anticipando los próximos
eventos.

Tenía que admitir que estaba un poco ansiosa. Sabía que el apareamiento sería
duro en un nivel que ella y Adare nunca habían experimentado. Una vez que su
marca lo tocara... él sería gobernado por los instintos carnales y la necesidad de
tenerla y poseerla seria bestial. Adare le había explicado todo, pero aún así tenía un
poco de miedo.

Los vampiros sentían el instinto de apareamiento desde el momento en que


tocaban a sus compañeras humanas. Una necesidad de dominar, de poseer. Durante
la ceremonia, el apareamiento real, su control se perdía completamente y se
mantenían prisioneros por el deseo de dominar, hasta que su recién formada alma
fuera transferida y se encontrara dentro de su cuerpo. Todavía seria un macho alfa
después del apareamiento, pero la necesidad de dominar a su pareja se aligeraría un
poco después que se unieran y su alma se hubiese establecido. El vampiro estaría en
paz... la mayor parte del tiempo... mientras que su compañera fuera feliz y saludable.
Hasta la ceremonia… él seria controlado por sus necesidades. Una vez que la
ceremonia hubiera empezado, una vez que las marcas de apareamiento se hubieran
tocado, y se transfirieran las almas, Adare seria incontrolable. Ella sabía que Adare
sería totalmente salvaje e indómito. Sería diferente de su relación sexual normal.

10 Kristin sabía que Adare la amaba, la adoraba. La colmaba con todo el cariño
que pudiera necesitar y no tenía miedo de él. Él era una parte de ella y ella lo amaba
incondicionalmente. Le gustaba su lado dominante. Le gustaba mucho. Había algo
dentro de Kristin que se alegraba con el hecho de que su necesidad por ella desatara
su pasión desenfrenada. Sin embargo, esperaba esta noche, sabiendo que una vez que
la ceremonia hubiera terminado, por fin iba a estar feliz y contenta.

Es sólo la ceremonia que me pone nerviosa.

Kristin cerró los ojos y pensó en Adare, echando de menos su gran cuerpo y
su toque. Su vampiro de oro. Sus ojos eran oscuros, pero su pelo era una mezcla de
varios tonos de rubio. Casi podía sentir la textura sedosa atravesando sus dedos. Le
necesitaba y echaba de menos su toque.

Abrió los ojos cuando las mujeres pusieron un largo vestido por su cabeza.
Levantó los brazos y lo dejó caer sobre su cuerpo, escondiendo muy poco de su
curvilínea figura. Podía ver la ardiente mancha de fuego de pelo entre sus muslos,
que había sido cortado y cuidado para su preparación.
Su necesidad por Adare ocultaba su miedo y quería que el tiempo pasara con
rapidez, para poder unirse con su pareja y finalmente encontrar la paz en su
matrimonio.

*****

Adare Connor se paseó por la pequeña habitación con pasos largos e


impacientes. ¡Maldita sea! ¡Él necesitaba a su compañera!

La necesidad arañaba en su interior, por lo que era incapaz de sentarse.


Incapaz de pensar. Su mente estaba llena de Kristin.

¡Cristo! Cómo le gustaba su cabello de fuego, sus seductores ojos verdes. Tuvo
suerte... Mucha suerte. Su compañera era perfecta, por dentro y por fuera, valía la
pena los cientos de años que tuvo que esperar, pensando que había perdido su
oportunidad.

11 Acababa de separarse de ella antes de la salida del sol esta mañana, pero
parecía una eternidad. Necesitaba su olor, su sabor, todo lo que era exclusivamente
de Kristin.

Su polla había estado dura por horas. Todo lo que tenía que hacer era pensar
en ella y se quedaba con las bolas azules y desesperado por estar en su interior.

Quería desesperadamente este apareamiento, pero al mismo tiempo sentía


una punzada de miedo. Había asistido a muchos apareamientos, sido testigo de
muchas de estas reuniones, y eran feroces y carnales. En ese momento, había sido
como ver un documental cuando él había perdido todo deseo sexual y la capacidad
de tener relaciones sexuales a la edad de cien años. Todo había regresado cuando
había tocado a Kristin, y sufrió la agonía y el éxtasis de los deseos perdidos, desde
aquel día milagroso.

Él era un vampiro dominante, pero su mayor deseo de dominación era


complacerla a ella. Cada orgasmo que tenía, cada grito de placer aumentaba el suyo.
Su placer era suyo. Eran compañeros.
¿Podría complacerla ahora? ¿La unión sería deseable o dolorosa para ella?

Él era el vampiro más antiguo en encontrar a su compañera. La mayoría de


sus hermanos se apareaban a la edad de cien años. Sabía que sus instintos de
apareamiento eran más fuertes y más intensos, porque había esperado más tiempo
por Kristin.

Le había preguntado a otros machos apareados y habían jurado que la


ceremonia de apareamiento, había sido un placer más allá de la explicación.

Adare ahora se maldecía a sí mismo por no preguntar si el placer había sido


todo del lado vampiro.

*****

Kristin siguió a las mujeres desde los apartamentos de lujo de preparación,


con un nudo en el estómago. Había sido toqueteada y manoseada lo suficiente...

12 estaba lista, más que lista, para Adare.

El material ligero y diáfano de su vestido flotaba y se movía con su cuerpo


mientras caminaba lentamente detrás de sus guías femeninas.

Ella no había estado en la cámara de apareamiento del gran castillo antiguo,


que era un lugar de encuentro para los vampiros, pero sabía que la ceremonia sería
presenciada. No vería a los observadores pero estarían mirando.

Sintió la humedad entre sus piernas mientras caminaba hacia la cámara de


apareamiento. Otros vampiros y compañeros observarían a Adare reclamarla. Ellos
serían testigos de la posesión feroz.

Kristin hizo una pausa, mientras las tres mujeres se detenían y alejaban,
señalando a Kristin la puerta frente a ellas.

Adare esperaba dentro. El corazón de Kristin saltó cuando ella estaba en la


puerta, observando la habitación donde su apareamiento explosivo con Adare se
llevaría a cabo.
La habitación era ovalada y completamente dominada por una gran cama
cubierta de seda roja que se eleva sobre una plataforma. No era una habitación
grande. En realidad, no era mucho más grande que un cuarto y parecía íntimo. El
ambiente tranquilo hizo que Kristin se relajase cuando entraron, sus ojos buscando
a Adare.

Él estaba allí, apoyado en la pared, su postura casual, pero sus ojos feroces.
Llevaba sólo un tanga de cuero que hacía poco para cubrir increíbles activos. Su pene
estaba tratando de reventar el pequeño confinamiento.

Kristin tragó, deseando liberarlo. Era tan hermoso, como casi todos los
vampiros hombres, pero creía a Adare superior y casi se rió de su opinión sesgada.

Él es mi compañero. No tengo ojos para nadie más.

Su piel había sido aceitada y sus músculos brillaban a la luz de las velas. La
habitación estaba llena de velas que adornaban un borde que corría por completo
13 alrededor de las paredes circulares.

Por encima estaban las ventanas. Sintió sus ojos en ella y Adare, pero las
ventanas fueron ensombrecidas. Ella no podía ver a nadie, pero podía sentir a los
observadores.

¿Adare? Kristin lo llamo con su mente, a pesar que sabía que no debía hacerlo.
La comunicación íntima haría las cosas más difíciles para él.

¿Sí, amor? Su profunda voz de barítono de inmediato respondió, hablando


sólo en su mente, la comunicación que todos los compañeros verdaderos tenían.

Nada. Sólo necesitaba sentirte. Tonto, pero ella sólo tenía que tocar su mente,
y sentir su conexión íntima.

Él no respondió y Kristin oyó un sonido ahogado entre un gruñido y gemido.

Ella cerró su mente, poco dispuesta a provocarlo, odiándose a sí misma por


ceder a su necesidad totalmente egoísta de tocar su mente con la de ella. Tenía un
margen muy estrecho de control por el momento y no era él mismo. Podía sentirlo,
notarlo.

—Desvístanla. —La orden de Adare fue verbal y dirigida a las mujeres que la
habían escoltado a la sala.

Una de las mujeres se adelantó y llevó las manos al cuello del vestido que fluía
sobre Kristin. Mientras desataba los lazos que lo mantenían en su sitio, le pregunto a
Kristin con solemnidad:

—¿Usted da su consentimiento a este apareamiento con Adare Connor?

—Sí. —Kristin respondió en voz baja, con los ojos fijos en Adare. Sus ojos
eran casi negros, en lugar de color marrón oscuro de costumbre y lleno de una
oscuridad que ella nunca había visto en los ojos de su compañero.

El vestido cayó y Kristin se quedó desnuda. Sabía que su cuerpo brillaba a la


luz de las velas, destellando ligeramente por el aceite.

14 —Déjennos ahora —Adare gruñó cuando despidió a sus ayudantes. Las


mujeres salieron de la habitación, cerrando la puerta detrás de ellos. Kristin oyó el
chasquido de la pesada cerradura.

Esta hecho, no hay vuelta atrás.

No es que alguna vez quisiera irse. Ella estaba muy excitada con sólo mirar a
Adare. Tan fuerte. Tan grande. Increíblemente masculino.

—Ven a mí. —Ordenó, su espalda separándose de la pared. Se puso de pie,


alto y recto a la espera de su compañera.

Kristin se acercó a él sin dudarlo, parándose justo enfrente. Se alzaba sobre


ella, grande, amenazante y musculoso, cuando comenzó la ceremonia.

Adare comenzó a recitar un discurso del ritual en su lengua materna. Kristin


no entendía el idioma, pero sabía que estaba diciendo las palabras que los mantendría
juntos por la eternidad.
Cuando las palabras se detuvieron, él levantó su mano derecha. Tenía la
marca de un águila en vuelo en su palma. Kristin tenía exactamente la misma marca
en la parte baja de la espalda, justo por encima de la nalga izquierda. Él bajó su
marca a la de ella, presionando firmemente.

¡Oh Cristo! quemaba. Kristin arqueó la espalda, como si lava caliente entrase
en sus venas. Se enfrió... pero muy poco. Se sentía como si todo su cuerpo estuviera
en llamas. Sabía que era las inquebrantables almas, el alma de Adare que se liberaba,
ambas almas despertándose. Estaban separándose a la mitad y fundiéndose.

El cuerpo de Kristin se retorcía, la sensación era a la vez sensual y dolorosa.


No duró más de un minuto, pero Kristin había perdido la noción del tiempo. Podía
visualizar en su mente lo que estaba pasando en su cuerpo. Vio cómo sus almas se
combinaban, como se movía a través de su marca y entraba en el cuerpo de Adare.
Su cuerpo se estremeció, aceptando lo que no había tenido desde su nacimiento.

El alma de Kristin se estableció y se quedó sólo el calor, el deseo de fusionarse


15 con su pareja. Ella siempre había sido la guardiana de las dos almas combinadas y,
aunque era un poco diferente, no se encendía como lo hacía Adare.

Observo a Adare mientras sus ojos brillaban de color rojo. Su alma recién
adquirida estaba perdida, no determinada dónde establecerse vagando sin rumbo a
través de su cuerpo. Estaba inquieta y agitada... y así estaba Adare.

Sus ojos la acuchillaron, de color rojo brillante, cuando agarró un puñado de


su pelo y tiró de su boca a la de él. Fue un beso de posesión puro. Su boca era dura
en la de ella cuando su lengua entró en su boca.

Kristin aprovechó, permitiéndole la entrada, moviendo su lengua con la suya.


Su necesidad primitiva combinada con la suya. Lo necesitaba para poseerla, tomarla.
Los brazos alrededor de él, marcando su espalda con las uñas en su agarre.

Adare arrancó su boca de la de ella, jadeando.

—Libera mi pene.
Kristin cayó de rodillas, con ganas de complacerlo. Cogió las tiras de cuero en
las caderas.

Él la agarro por las manos con fuerza.

—Con los dientes.

Oh Dios. Su coño se inundo. Ese tono gutural de mando casi la rompió.

Ella tomó las tiras con los dientes y las soltó. Su pene estaba lleno, forzando
el cuero. Era enorme de todos modos, pero ahora más que estaba completamente
lleno de sangre, latiendo con la compulsión de ser libre. Ella liberó otra tira con la
boca y los dientes, tirando del material cuando se soltaron las ataduras. Se resistió
porque un lazo de cuero se enganchaba a través de sus nalgas duras como rocas y
luego libero su polla mientras quitaba el paño y lo dejaba caer al suelo.

Su polla saltó, hinchada y necesitada. Kristin se humedeció los labios,

16 queriendo probarlo.

Él la agarró del pelo, tirando de su cara hacia su gran polla dura.

—Chúpala, chúpala duro.

Alargó la mano para cogerlo, pero él le contuvo las manos a la espalda.

—Sólo con tu boca.

Ella voluntariamente envolvió sus labios alrededor de la cabeza, lamiendo las


gotas de humedad que se filtraban desde la punta. La boca y la lengua comenzaron
con una suave caricia como usualmente le gustaba, pero, obviamente, no era lo que
quería hoy. Él agarró su cabeza más cerca y comenzó a follar su boca.

Kristin casi se ahogó mientras bombeaba dentro y fuera de sus húmedos y


cálidos labios. Lo oyó gruñir cuando se embistió con más fuerza en las cálidas
profundidades.

Estaba tan grande, tan hinchado. Ella lo quería dentro, pero también quería
que se corriera. Quería sentir su liberación, tragárselo.

Abandonado y salvaje Adare la estaba volviendo loca. Ella quería que la


follara duro y rápido. Sin piedad.

Él estaba abusando de su boca, casi ahogándola con su polla, pero a ella no le


importaba. Quería que la consumiera y ella necesitaba devorarlo.

Sus labios se sellaron más duro para ofrecerle más succión. Bombeando en su
boca más fuerte, más rápido, con la cabeza firmemente follando duro su boca.

Ella gimió a su alrededor. Una necesidad animal surgió dentro de ella,


llenándola con la lujuria y un deseo casi doloroso que sentía que nunca podría ser
apagado.

Continuó pisoneando a través de sus labios a una velocidad que ningún


hombre normal podría manejar. No podía controlar su magia en ese momento, pero

17 aún tenía la fuerza y la resistencia de un inmortal. Ella y Adare había experimentado


muchos intercambios de sangre. Esto aumentó su fuerza, la hizo lo suficientemente
fuerte como para soportar las aventuras amorosas con un inmortal. Ella no sería por
completo una de su especie después que la ceremonia se hubiera completado... Pero
estaría cerca. Solo le faltaría la magia de un vampiro nacido.

Kristin quería ronronear cuando oyó sus gruñidos torturados. Se dio cuenta
de que iba a acabar. Anticipo su chorro humeante y le dio en la parte posterior de la
garganta, inundando su lengua con su esencia. Mantuvo la cabeza dura cuando vació
su polla palpitante. Tragó el líquido caliente y lamió su polla limpiándola. Sabía a
Adare y ella quería más, necesitaba más.

Adare la levantó y subió las escaleras hasta la cama. Podía ver sus ojos ahora
y todavía brillaban con un color rojo profundo turbulento. Sus necesidades carnales
la llamaban y ella sintió el salvajismo en su alma anhelando que él la tomara. Duro,
caliente y salvaje como él quería.

Adare la lanzó sobre la cama y Kristin saltó un poco cuando su trasero golpeó
la sabana de seda. Él cogió un par de esposas que colgaba en la cabecera de la cama
enorme y apretó con fuerza sus brazos.

Kristin tiro de las esposas, amando la sensación de posesión, dejándola a


merced de Adare. Ella confiaba en él por completo, a pesar de que estaba bajo la
influencia del ritual de apareamiento.

—Vas a disfrutar para mí ahora. —La voz baja y profunda de Adare no estaba
pidiendo. Estaba exigiendo.

Kristin no tenía ninguna duda de que iba a disfrutar. Estaba tan emocionada
que se sentía que iba a explotar con un simple toque.

—Sí, Adare. Lo haré. —Su respuesta salió como un gemido. No estaba segura
de cuánto más podría aguantar. Su cuerpo estaba en llamas. Su coño estaba
inundado. Ella necesita al orgasmo tan mal que se retorcía, necesitando su toque tiro
de sus ataduras.

18 Su boca y manos atacaron sus pechos, apretando y pellizcando, tomando


posesión. La combinación de placer y dolor se arremolinaba en sus caderas, tratando
de mover su pelvis en la suya.

Bajó su cuerpo, girando a un lado. Él golpeó su trasero, mientras la sostenía


de lado.

—Te correrás mientras como tu coño. Te haré acabar. ¿Entiendes?

Kristin se quedó sin aliento cuando él golpeó duro su culo, castigándola por
intentar acelerar su orgasmo. Ella nunca lo había visto actuar con tanta dominación,
pero sabía que su instinto de apareamiento era fuerte y salvaje. Necesitaba dominarla.
Y Dios... quería ser dominada.

—Sí, Adare. —Ella trató de calmarlo mientras su culo quemaba por su castigo.
Había estado conteniéndose mientras era azotada, la estimulación casi la llevándola
a su punto culminante.

Adare la hizo rodar sobre su espalda y empujó sus piernas. La extendió


ampliamente, abriéndola para exponer su coño, vulnerable, brillante. Dobló las
piernas hacia su cuerpo, abriéndola por completo. Kristin sabía que estaba mojada.
Podía sentir el rocío goteando por su culo.

—¿Quieres que lama tu coño? ¿Que haga que te corras? —Hablaba en voz
baja y seductora.

—Sí, Adare, por favor. Te necesito. —Se retorció, necesitando sentir su boca
sobre ella. Temblaba con la necesidad de alcanzar el clímax, su excitación necesitaba
ser saciada.

Adare enterró su cabeza entre sus piernas, lamiendo sus jugos, acariciando
sus pliegues con la lengua.

Oh Dios. Su boca se sentía tan bien. Kristin gimió cuando la devasto, su boca
y su lengua deslizándose a través de sus jugos, tragándolos. Él la estaba marcando
con su caliente y sexy boca. Su lengua se apoderó de su clítoris, estimulándola.

19 Kristin estaba a punto de perder la cabeza. Cuando continuó su ataque


implacable en su clítoris, deslizó dos dedos en su apertura con ganas, llenándola con
sus dedos. Hundió duro y profundo, con lo que las caderas Kristin se arquearon de
placer. Añadió un tercer dedo, llenando su capacidad, sintiendo un nudo en el
estómago.

—Oh, sí, Adare. Follame. Lámeme. Te necesito. —Ella estaba jadeando y


gimiendo estúpidamente mientras su dedo la follaba duro y profundo, mientras su
lengua seguía acariciando ásperamente, agitando frenéticamente su clítoris desnudo.

Su orgasmo se apoderó de su cuerpo con tanta fuerza que se sentía como si


estuviera haciendo implosión.

Los espasmos atravesaron su cuerpo como un tornillo apretando y negándose


a dejarla ir. Un clímax conducía a otro, hasta que ella no supo dónde terminaba uno
y comenzaba otro. Adare trabajó sin cesar, haciendo que su orgasmo continuara.

Era como un hombre obsesionado. Sintió sus ásperos gemidos contra su


clítoris. Su necesidad de satisfacerla había tomado el control. Se quedó allí, con los
brazos sujetos, incapaz de hacer nada, solo montar las olas de placer que rompían
contra su cuerpo por el ataque implacable de su lengua y sus dedos de fuego. Más y
más.

Cada vez más duro.

Kristin no sabía cuántas veces llegó. Su coño estaba casi adormecido para el
momento en que Adare se deslizó por su cuerpo y su pecho subía y bajaba, jadeando
en busca de oxígeno para sus pulmones hambrientos.

Ella lo miró a los ojos. Seguían ardiendo de deseo desenfrenado.

—Adare.

Ella susurró su nombre, incapaz de hablar. Estaba sin aliento y agotada, pero
su cuerpo aún suspiraba por él.

—Necesito follarte. —Su voz era áspera y ronca—. Necesito follarte duro y
20 rápido. Eres mía, Kristin. Para siempre. Los testigos van a mirar mientras te hago
mía. Ellos sabrán que eres mía.

La soltó de las restricciones y acomodó su cuerpo otra vez. Luego la sujeto de


nuevo, con más fuerza.

—Implórame que te folle. Dime que me perteneces. Permite que todos los
testigos lo escuchen. —Él golpeó su trasero cuando la empujo hacia arriba y abrió
sus piernas.

Kristin gimió cuando su mano golpeó su trasero caliente. Ella se estaba


empapando de nuevo, incluso después de que él lamió todo. Ella tenía que tener su
polla tomándola.

—Yo soy tuya, Adare. Sólo tuya. Te pertenezco. —Su voz se elevó más
fuerte—. Por favor, Follame. Por favor. Lo necesito.

Casi se había olvidado de los espectadores. La idea de que estaban asistiendo


a la unión de Adare era casi dolorosamente emocionante. Ella se preguntó qué
estaban haciendo. ¿Las parejas se excitaban, acariciándose entre sí hasta la
liberación? ¿Estaban los vampiros jóvenes acariciando su pene?

Sabía que Adare estaba controlando su rendición, marcándola. Podía sentir


su alma ardiente de poseerla por completo... y quemaba por ser poseída. Quería a
Adare como ningún otro.

Ella siempre lo querría. Sus almas se combinaban.

Estaba caliente y duro cuando entró en ella, llenándola completamente,


estirándola. Ella aún no estaba acostumbrado totalmente a su tamaño y grosor.

Oh Dios. El estiramiento era tan bueno. Las paredes de su canal bien


apretados alrededor de su polla gigantesca. Necesitaba lo necesitaba, tomándola
profundamente y caliente. Ella jadeaba de deseo, mientras se resistía a sus
restricciones, deseando poder tocarlo.

21 No comenzó lento y fácil. La golpeo con fuerza, enterrado hasta sus bolas.
Agarró sus caderas, tirando de ella para satisfacer sus brutales embestidas. Las
embestidas duras eran agresivas y salvajes. Él se empujó, bombeando duro y
profundo. Lo oyó gruñir y gemir mientras la penetraba.

Todo su ser estaba consumido por él cuando empujó hacia atrás para
empalarse a sí misma, mientras se retorcía y gemía su nombre.

Los únicos sonidos en la habitación eran el chasquido de su piel y los sonidos


de agonía y éxtasis. Le oía golpeando contra su humedad llevándola a casa. Una y
otra vez.

Él la agarró del pelo y tiró su cabeza hacia atrás. Sus dientes se hundieron en
su cuello, sin preludio o advertencia, moviendo su cuerpo en un trance de felicidad.

Kristin apenas notó el dolor penetrante antes de estar inundada con el placer
sensual. Ella experimento el mismo placer con su mordida, del que él sentía cuando
bebía.

Ella se sorprendió cuando los dientes afilados brotaron de sus encías, su


necesidad reciproca de consumir a Adare extremadamente feroz. La mano que
sostenía su cabello se adelantó y ofreció su muñeca. Ella no dudó. Hundió sus
colmillos en su carne, sintiendo su esencia explotar en su boca. Ella se alimento de él
con avidez, amando los lazos que sentía tejiéndose entre ellos. La experiencia de la
alimentación era erótica y sentí su cálida esencia en su cuerpo, mientras que sus
poderosos movimientos dentro de su canal impaciente casi la condujeron a la locura.

Adare saco los dientes de su cuello y puso la muñeca a distancia. Le pasó los
dedos por el cuello deteniendo el sangrado y luego detuvo el suyo.

Kristin podía sentir su cuerpo tensándose mientras levantaba sus caderas y lo


atraía con fuerza para encontrar sus duros golpes. Más duro... más rápido... y todavía
más rápido.

Más duro... más duro... hasta que ella pensó que sería dividida.

—Mía. —Él gruñó con cada golpe de sus caderas.


22
Ella oyó su grito de agonía mientras su orgasmo la atravesaba. Sus paredes
musculares se apoderaron de su miembro y lo ordeño, apretando con fuerza a su
alrededor mientras se desintegraba. Kristin gimió su nombre como un canto, una y
otra vez, cuando ambos encontraron a su liberación.

—Adare, Adare, Adare.

Ella se estremeció y tembló, los espasmos sacudiendo su cuerpo delgado.


Podía sentir su liberación caliente inundar su vientre mientras sostenía sus caderas
firmemente contra él, dejando que sus espasmos masajeasen su pene.

Ella sintió sus almas moverse y supo que habían encontrado su lugar. Adare
soltó sus brazos y Kristin cayó a la cama, jadeando, retorciéndose. Tomó un sorbo de
oxígeno, tratando de hacer que su cuerpo se moviera, pero estaba completamente
agotada.

Adare tomó su cuerpo y la sostuvo en su regazo, acunándola.

—Adare. —Ella suspiró—. Te amo.


Le acarició el pelo, sosteniéndola con fuerza contra su cuerpo, sus brazos
temblando con el resto de su cuerpo.

—Eres mía, Kristin. Mía. —Su voz era baja y gruesa, llena de emoción—. Y
nunca podrías amarme tanto como te amo yo.

Ella levantó la vista para mirarlo a los ojos. Sus ojos se encontraron y ella vio
a su amado Adare, mirándola con admiración y adoración. Sus ojos eran normales
otra vez, de color marrón oscuro y hermoso.

Adare la empujo para ponerla a su lado, cubriéndose con una manta ligera
que él fabricó sin pestañear. Su magia había vuelto.

Kristin levantó la cabeza y Adare la besó con ternura, su lengua acariciando


la suya. La cabeza cayó en su hombro, sus sentidos borrosos.

—Siempre he sido tuya, Adare. —Ella susurró suavemente, dándose cuenta

23 de la verdad de sus palabras. Era como si ella lo hubiera estado esperando, parte de
ella estaba vacía antes de que él hubiera aparecido en su vida, para llenar cada rincón
vacío de su corazón.

Fue lo último que murmuró antes de cerrar los ojos, dando la bienvenida a la
oscuridad que la empujo hacia su seductor abrazo.

No oyó la maldición de Adare, quien murmuró con alivio antes de que la


siguiera en un profundo sueño mientras la sostenía con firmeza, con gratitud en su
abrazo protector.

******

—Van a estar fuera por un tiempo. —Ethan Hale los observaba desde la
galería de los testigos. Vio como su colega de la Coalición descansaba satisfecho con
su compañera.

—Hicimos nuestro deber de testigos. —Su hermano Rory estuvo de acuerdo—


. Es hora de ir a patear los culos de algunos caídos.
Ethan estuvo de acuerdo. Tenía trabajo que hacer. Él y sus tres hermanos
habían ido sólo para presenciar el apareamiento porque Adare era un amigo y había
solicitado su presencia, sabiendo que los hermanos podían asistir sin ser afectados.

El erótico emparejamiento no hizo ninguno efecto en los cuatro hermanos


Hale y no era más que un favor y el deber de un vampiro de 500 años de edad como
Ethan. Todos los hermanos habían pasado los 100 hacia ya un tiempo y ver un
apareamiento no era más que un doloroso recordatorio de que quizás ninguno
encontrara a sus compañeras. No es que Ethan hubiese mencionado esto a Adare. Se
consideraba un honor ser invitado a participar en un apareamiento y él nunca
admitiría que de alguna manera le molestaba en algo más que a un nivel físico.

Ethan estaba feliz por Adare... Pero sintió una punzada de soledad. La
mayoría de los miembros de la Coalición se había unido a la fuerza de combate
porque no había encontrado a su pareja. Pensaban que si no tenían una pareja, al
menos podían ayudar a derrotar a los caídos.

24 —Todavía puede suceder, ya sabes. —Su hermano Liam dijo, sintiendo la


tristeza de Ethan. Liam era un sanador... Sensible.

Ethan se encogió de hombros, él había aceptado que su momento había


llegado y se había ido. De alguna manera, su oportunidad de apareamiento había
pasado. Él tenía 500 años, demasiado viejo para correr hasta su compañera.

Nathan sonrió a su hermano Liam.

—Tal vez para ti, hermanito. Definitivamente no para mí.

Ethan sabía que Nathan se escondía detrás de su sarcasmo y cinismo, así que
no hizo ningún comentario. Ver un apareamiento era un doloroso recordatorio para
todos que probablemente habían perdido de alguna manera su oportunidad.

Era un milagro que Adare encontrara a su compañera a la edad de 300. Todos


los hermanos Hale eran mayores que Adare.

Ethan intentó empujar la soledad profunda dentro de él, donde por lo general
descansaba, tranquila y no reconocida.

—Me voy de aquí. Necesito rastrear un caído. —Nathan desapareció en un


abrir y cerrar de ojos, dejando a sus hermanos atrás.

—Odio cuando hace eso. —Liam dijo con un suspiro cuando desapareció,
trazando el camino de Nathan.

Rory lo siguió de inmediato, ansioso de ponerse al día con sus hermanos.

—Te veo luego, Ethan. —La voz de Rory sonaba distante, cuando
desapareció.

Ethan le dio una última mirada a la pareja durmiendo.

—Descansa bien, amigo mío.

Él aparto su mirada y desapareció, tratando de poner sus inquietos


25 sentimientos detrás de él.
26
The Vampire Coalition #1

27
Traducido por Blanca20011983
Corregido por Leluli

E than Hale es un vampiro con una misión. Junto con sus tres hermanos y
otros miembros sin pareja, él lucha con la Coalición Vampiro para
proteger a los humanos de los vampiros caídos. Su vida es bastante
simple. Si él tiene un problema... lo resuelve. Si su problema es algo sombrío... lo
mata. Pero su vida sencilla está a punto de terminar cuando inesperadamente su
compañera lo llama hacia ella.

Brianna Cole esta débil, su fuerza de vida se está desvaneciendo. Ella piensa
que sufre de una rara forma de leucemia. Poco sabe que la enfermedad es mucho más
complicada. Se está muriendo, por qué no se unió a su compañero vampiro de quien
28 guarda su alma desde su nacimiento.

Ethan encuentra a Brianna y sabe que tiene que convencerla o la verá morir.
La ha estado esperando durante 500 años y no tiene intención de dejar que se vaya,
pero ella no está preparada para la dominante ceremonia de emparejamiento con un
vampiro. Él tendrá que ganar la carrera contra el tiempo, darle fuerzas a Brianna y
pelear una batalla contra los caídos que la persiguen para reclamar a su compañera.
Él también está en guerra con sus instintos de apareamiento que le queman por
dominarla y conquistarla. Pero Ethan es obstinado y un vampiro obstinado hará lo
que sea para ser dueño de su alma gemela... para siempre.
Traducido por Blanca20011983
Corregido por Vickyra

S er vampiro significaba tener una existencia solitaria. Ethan Hale


llevaba en la tierra 500 años, sobreviviendo en secreto y ocultando su
verdadera naturaleza, a sabiendas de que los seres humanos aún no
estaban listos para aceptar y dar la bienvenida a la existencia de los vampiros. El
mundo había cambiado a lo largo de los siglos. Pero no lo suficiente...

Había otros de su especie, pero los vampiros eran criaturas solitarias, sin
confiar en nadie, caminando solos. Aunque pueden socializar en ocasiones, y su
especie podía recurrir a otro de sus hermanos en busca de ayuda, nunca estaban
29 mucho tiempo en compañía de otros. Tenía tres hermanos por los que daría su propia
vida, sin embargo, al final, todos vivían solos.

La única esperanza de alivio de su solitaria existencia era encontrar su alma


gemela. Ese evento que cambia la vida, nunca le había ocurrido a Ethan y había
vagado durante siglos sin alma.

Ethan y sus tres hermanos habían peleado una buena batalla, y los mitos
populares de vampiros eran a menudo objeto de bromas entre sus hermanos. Los
vampiros no se 'hacían', sino que nacían. Vivian, respiraban, eran carne y hueso con
poderes extraordinarios y, sí, necesitan sangre para sobrevivir. La única cosa que les
faltaba era un alma. Su compañera tenía su alma gemela estrechamente ligada dentro
de su propia alma, manteniéndola segura y protegiéndola hasta el día que iba a ser
transferida a su vampiro en un ritual de apareamiento tan antiguo como la especie
vampira.

Los vampiros no eran los monstruos del folclore, sin embargo, había
momentos en que el autocontrol era necesario, lo que significaba que Ethan, sus tres
hermanos y varios más tuvieron que unirse para derrotar a un caído que había cedido
a la sed de sangre. Matar sin rumbo estaba en contra del código de vampiros. Si uno
de su clase se volvía muy frenético durante la alimentación y mataba, el deseo de
sangre se volvería permanente más allá de la redención. Se convertirían en un caído,
y el exterminio inmediato de los vampiros caídos era la única esperanza para la
supervivencia de su especie. La detección humana significaría la destrucción de toda
su especie. Aunque los vampiros podían reírse de los mitos incorrectos y los
malentendidos sobre el verdadero vampiro, los seres humanos los verían como
abominaciones que debían ser perseguidos y extinguidos.

Los vampiros no mataban indiscriminadamente. Tomaban la sangre cuando


era necesario y dejaban el donante humano sin recordar nada del incidente.

¿Y su compañera verdadera? Eso no era un mito, era real, pero el encontrarla


no podía apresurarse, como Ethan y sus hermanos habían descubierto en los últimos
cien años de espera. Todos los vampiros nacen varones, su contraparte femenina es
un ser humano con una diferencia genética. La compañera humana nacía con el alma

30 de ella combinada con la de su compañero vampiro, una mutación genética que


significaba que tenía que llamar a su compañero hacia ella, antes de perder la fuerza
de la vida. Las compañeras no vivían más allá de los treinta años, a menos que se
uniera a su vampiro.

Ethan era uno de los más antiguos de su tipo que aún no habían encontrado
a su compañera. ¿Y si ella había muerto, sin haberlo llamado? ¿Y si no hubiera oído
su llamada? Hacía mucho tiempo que había dejado de esperar. Un vampiro perdía la
capacidad y el deseo de tener relaciones sexuales después de los cien años y habían
pasado más de 400 años para Ethan. Él había dejado de creer que ella lo esperaba, o
que estaba aún por nacer. Lo aceptó, pero eso no impidió el deseo y la soledad que
ahora formaban parte de su existencia.

Sus hermanos, que no se habían apareado, tenía pensamientos similares, estos


pensamientos los habían llevado a todos a trabajar en la Coalición Vampiro. Todos
ellos habían pasado la edad de apareamiento y tuvieron que aceptar que para ellos,
una pareja ya no era una posibilidad. Tal vez él y sus hermanos no tenían compañeras
pero podían preservar su especie para aquellos que podían. Muchos vampiros
emparejados estaban contentos, felices, viviendo una vida completa y llena de
alegría. Ethan y sus hermanos querían que su raza continuara existiendo en esta
tierra. Era lo que ellos vivían, su causa, un rayo de luz y esperanza a los que viven en
tinieblas. Si no tenían nada más por lo que vivir, podrían permanecer en ese rayo de
luz, preservar el futuro por otros de su especie. Si no tuviesen la Coalición y sus
metas, sabían que era posible tornarse la presa en lugar del cazador.

31
Traducido por Blanca10011983
Corregido por Vickyra

V en a mí. Te necesito.

Ethan Hale se incorporó en la cama, su corazón bombeando,


el sudor goteaba por su cuerpo tan profusamente que mojaba la cama. Estaba
jadeante como si hubiera peleado con una docena de caídos.

Me estoy muriendo. Mi fuerza de vida se está desvaneciendo. Ven a mí.

32 La voz era débil y suave en su mente, un débil susurro con una suavidad
femenina que envió un escalofrío por su columna vertebral. Reconoció la voz de su
compañera por puro instinto, una certeza de que no tenía nada que ver con la lógica.

Otro me busca, pero no eres tú. Por favor, ven a mí... antes de que sea
demasiado tarde.

— ¿Quién te busca y por qué? Ayúdame a encontrarte. —Habló en voz alta,


aunque no fuera necesario. Preguntó en su mente, tratando de llegar a ella a través
de la débil conexión psíquica. Algo estaba... mal. Ella parecía distante, empobrecida.
Todavía era de día... mucho antes de que el sol se ocultase, y la conexión era frágil.

Ethan intentó levantarse pero no pudo. Nada podía sacarlo de su sueño


durante el día, excepto su compañera, pero no podría funcionar antes del anochecer.
Luchó y luchó, frustración e ira dominándolo. ¡No puedo levantarme! ¡Maldita sea!
¡No puedo levantarme! Su cuerpo se negó a cooperar y su mente estaba lenta.

Nada sostenía a un vampiro como la necesidad de su compañera. Era salvaje.


Animal. La necesidad de proteger a su mujer de todo mal invadió su inútil cuerpo.
Su dolor y su necesidad se convirtieron en el suyo, y no había nada peor que no ser
capaz de proteger a su compañera. El instinto ya estaba allí y aún no habían
conectado.

No sé que busca pero me persigue, y no eres tú. ¡Me siento mal! Estoy débil.
Debes venir a mí.

El corazón de Ethan casi explotó en su pecho mientras luchaba con la


seducción de su sueño de día.

—Dime, ¿cómo?, por favor. —Su voz era desesperada ahora, apretó las
sábanas mojadas, tratando de sentir su esencia. Era tan difícil, el mal estaba allí, pero
tenía que alcanzarla.

Por favor encuéntrame...

Su voz se alejó flotando suavemente, desapareciendo... nada. El enlace había

33 sido completamente cortado.

Ethan se sintió arrastrado de nuevo al sueño diurno. Resistió, rasgando las


sábanas, palmeando la cama. Pero el sueño durante el día era implacable, tirando de
él en un oscuro abismo.

¡Nooooo! Su grito fue un aullido de angustia cuando la oscuridad lo


consumió.

*****

Brianna Cole se despertó con un grito de sorpresa. Sus ojos se abrieron y tuvo
una conciencia inmediata de su entorno. Estaba en casa. En su propia cama. Su
corazón latiendo y su respiración superficial, se sentó y miró alrededor de la
habitación.

—No hay nada aquí. —Susurró para sí misma mientras se estremecía y


frotaba los brazos para calentarse, a pesar del calor de su habitación.

Ella siempre estaba fría en estos días. Desde que había caído en picado con
una forma rara y misteriosa de leucemia hacia seis meses, estaba constantemente fría
hasta los huesos.

Brianna estaba agradecida de estar en su propia casa. Aunque su familia y


amigos se opusieron, fue obstinada y mantuvo su postura de quedarse en su propio
hogar, donde se sentía en paz. No había sido capaz de volver a su trabajo como
trabajadora social, y más a menudo que no, ella estaba en el hospital recibiendo una
transfusión o algún otro tratamiento experimental. Cuando no estaba siendo
punzada y examinada como un espécimen de laboratorio, necesitaba estar en casa.
Era lo único que mantenía su nivel de cordura, en un mundo que se había vuelto del
revés por su enfermedad.

Brianna sabía que se estaba muriendo. No necesitaba un equipo de expertos


que le dijeran que se estaba desvaneciendo lentamente. Podía sentir la debilidad, la
lenta fuga de su espíritu.

¡Pero conecté con él hoy! ¡Le llamé!


34
Ella sacudió la cabeza cuando la idea le vino a la cabeza involuntariamente.

¿Conectar? ¿Qué demonios significa eso? Sin embargo, de alguna manera,


sabía que era importante, que llamarlo significaba algo.

Brianna suspiró mientras salía de la cama y se ponía de pie. Lentamente estiro


su débil y dolorido cuerpo mientras se dirigía a la cocina, su felino hambriento se
enrosco alrededor de sus pies. Ella cogió al Sr. Wiggins, el nombre de un maravilloso
caballero con quien había trabajado y que no podía mantener al gato, y lo acarició,
disfrutando de la suave caricia de su piel contra su mejilla.

—Simplemente no estoy lista para morir todavía, Wiggs —dijo en voz baja,
mientras seguía frotando su mejilla contra su pelo—. No siento que tengo que morir.

¿Era la negación? Ella no había pasado a la etapa de aceptación de su


inminente muerte y tal vez nunca lo haría. Parecía que se había atascado en la
negación desde que su misteriosa enfermedad la había golpeado. Si no se daba prisa,
probablemente nunca pasaría a través de las etapas de negación, ira, depresión y
aceptación. Parecía que se había atascado en la negación, desde el día en que su
enfermedad había sido diagnosticada.

Dejo a Wiggs en el suelo y busco en su armario la comida para gatos.

Lleno el cuenco y lo puso en el suelo. Wiggs, que era gordo, para empezar,
devoró la comida como si no hubiera comido en semanas.

Ella levantó una ceja.

—Diablillo goloso. —Wiggs la observo brevemente con una mirada que


podría haber jurado era de desdén, antes de regresar a su glotonería.

Brianna suspiró mientras se sentaba en un taburete y miraba a Wiggs hacer


un cerdo de sí mismo. Ella todavía estaba cansada, pero llena de una inquietud que
sabía que nunca la dejaría dormir. Sinceramente, no quería dormir. Mañana estaría
de vuelta en el hospital por otra transfusión y quería disfrutar de un día de libertad.

35 Tenía que llamar a su madre y hacerle saber que todavía estaba entre los vivos.
Quizás era un mal término para usar con su madre. Brianna decidió que haría la
comprobación y dejaría de lado el humor negro que no solía ir bien con su
preocupado padre. Le dejo saber a su madre que estaba bien. Si no lo hacía, su madre
vendría corriendo a ver como estaba.

¡Negación! ¡¡Negación! ¡Negación!

Cuando Brianna fue a la ducha, decidió que no le importaba si vivía el resto


de su corta vida en esa etapa particular. Si tenía un tiempo limitado en este mundo,
lo apreciaría en cualquier fase y muy satisfecha. Se detuvo en la habitación para
conseguir unos vaqueros limpios y una camisa, con el ceño fruncido mientras miraba
su reflejo en el espejo de la cómoda.

Habían pasado varios meses ya desde su último intento arriesgado de


quimioterapia y ahora su pelo rubio le cubría la cabeza con un estilo corto y de punta,
pero su rostro se veía ensombrecido y viejo. Las ojeras enmarcaban sus ojos verdes,
como si no hubiera dormido en días, mientras que la verdad era que, dormía la mayor
parte del día. Y por la noche.

Pero las noches la asombraban. Sentía el deseo de... algo. Y luego estaba el
terror nocturno, un momento en que sentía que algo malo estaba al acecho en las
sombras. Podría ser el temor de su muerte inminente, pero no lo creía. Todavía estaba
en la negación después de todo y parecía más como una presencia amenazante en la
condenada oscuridad. Cada noche, la entidad desconocida se acercaba más,
sofocándola. Cada noche, se mantenía despierta durante más tiempo, haciéndola
temblar bajo varias mantas.

Brianna cerró el cajón, enojada consigo misma por ceder al miedo. Ella quería
luchar contra la oscuridad. Si era capaz de luchar contra la leucemia, bien podría
sacudir este sentimiento que amenazaba con consumirla después de que la oscuridad
hubiese caído.

Cuando se dirigió con determinación al cuarto de baño para un buen baño


caliente, decidió que disfrutaría de cada momento que tenía, dejando la oscuridad
36 atrás.

Se fue hacia el baño, dejando caer su ropa en el mostrador, sabiendo que


valerse por si misma cada día siempre funcionaba... hasta que el sol se ponía.

*****

Ethan explotó de su sueño diurno, enojado y decidido a encontrar a su


compañera. Sus ojos estaban salvajes y feroces mientras se vestía y trataba de no
ahogarse con las emociones que lo inundaban.

¡Mía!

Su compañera estaba en peligro. Ethan sintió el estremecimiento de la


conciencia en cada célula de su cuerpo, y experimento la necesidad de proteger, la
necesidad de matar a cualquier persona o cosa que amenazaba a su compañera.

Sólo deseaba que alguien le hubiese advertido acerca de la intensidad de las


emociones sobre el emparejamiento. Sus sentimientos siempre habían sido cálidos...
hasta ahora. Actualmente... estaba explotando con emociones desenfrenadas,
abrumado por ellas, sometido a esas emociones.

Tomando una respiración entrecortada, intentó hacerse con el control de los


sentimientos de ira hirviendo en su interior.

Consigue el control vampiro. Pensó. No puedes salvarla si no puedes


funcionar.

Mierda... ¿cómo iba a trabajar cuando su mundo se volvió del revés por una
vocecita débil en la cabeza?

Tomó el teléfono y llamó a sus tres hermanos, dándoles una breve explicación.

Aparecieron literalmente momentos después.

Nathan llegó primero con su brillantez habitual. No había nada de sutil en el


mayor de los hermanos Hale. Él estaba allí en un destello de luz tan brillante que
37 dañaba la sensibilidad a la luz los ojos de Ethan.

Ethan miró, sabiendo que su hermano mayor era perfectamente capaz de


mostrarse con un poco menos de ostentación. Nathan era poderoso y podía controlar
el flash, pero como él estaba emocionalmente cargado... no se molesto.

Rory llegó sin el flash, pero de repente se hizo presente con nada más que un
estallido de luz que no podía ser escuchado por el oído humano. Era evidente, sólo
para los vampiros por su audición altamente desarrollada.

Liam... Liam llegó. Llegó en silencio y sin hacer ruido.

Rory y Liam eran gemelos, casi imposibles de identificar de un vistazo.

Todos los hermanos eran similares en apariencia general. Musculosos. Altos.


Cabello oscuro y ojos marrones que eran la firma de los vampiros. Y en su momento,
un poco espantoso en su intensidad y unidad.

— ¿Ella ya respondió? —Nathan le preguntó en voz baja.


Ethan apretó los puños, sintiéndose impotente y frustrado.

—Nada.

—Probablemente no durmió tranquila. —Liam respondió con calma, siempre


la voz de la razón del aterrorizador cuarteto.

—No puedo esperar. —Ethan decidió mientras caminaba, con el cuerpo


tenso, sus emociones apenas bajo control—. Ella está débil y en algún tipo de peligro.
No sé exactamente qué. Tengo que encontrarla.

—¿Qué podemos hacer? —Rory preguntó bruscamente, sabiendo que su


hermano estaba dolorido. Rory era por lo general alegre, pero ahora no parecía muy
seguro de cómo actuar frente a Ethan. Ninguno de los hermanos estaba
acostumbrado a verlo en cualquier tipo de caos emocional.

—Necesito saber que no está en peligro por un caído. Habló de ser abordada

38 por alguien. Algo malo. Investiguen si está pasando algo a nuestros hermanos u otros
que puedan llevarnos a encontrarlo. —Se esforzó por pensar racionalmente cuando
añadió—: Cualquier cosa fuera de lo común.

—Hecho. —Nathan respondió—. Voy a investigar la posibilidad de que sea


un caído mientras Liam y Roy verifican con los demás. —Señaló a sus dos hermanos,
que asintieron con la cabeza. Como el más antiguo de los cuatro, Nathan era bueno
para dar órdenes. Eso generalmente causaba conflictos entre los hermanos, pero no
ahora, no cuando era necesario unirse para ayudar a Ethan.

—Voy a intentar conectarla, encontrarla. Te llamaré. —Y así Ethan


desapareció sin sonido, sin dejar evidencia de que él estuvo presente.

Los tres hermanos se quedaron en silencio por un momento, asimilando el


significado de lo que le estaba pasando a Ethan.

Liam fue el primero en hablar y dijo nerviosamente:

—No puede fallar.


—Ethan no fallará. —Nathan respondió con firmeza.

—Si lo hace… no va a sobrevivir. —Rory dijo lo que los otros dos hermanos
no podían o no querían decir.

—Pues vamos a asegurarnos que no falle —dijo Nathan, y brilló lejos, los
otros lo siguieron segundos después.

39
Traducido por Blanca20011983
Corregido por Liraz

E than estaba en el corazón de la ciudad, un lugar donde la mayor parte de


la gente normal teme caminar sola cuando la noche había caído. Se había
alimentado bien, sabiendo que tenía que estar a pleno rendimiento para
lo que se avecinaba.

Cualquier criaturas de la zona, humana o de otro tipo, escapo cuando el


acecho a través del callejón. Era como si pudieran sentir su enojo y frustración. Él
era peligroso. Podría haber algunas criaturas locas, peligrosas en esta parte de la
ciudad, tanto de la variedad humana como inmortal, pero nada podía compararse a
un vampiro que busca a su compañera, especialmente cuando dicha compañera
40 estaba en peligro.

—Ven a mí.

Ethan se detuvo, su corazón latiendo, su adrenalina sobrecargada.

—Habla conmigo. Ayúdame a encontrarte.

La conexión fue un poco más fuerte esta vez.

Él respiró hondo y abrió los sentidos, tratando de encontrar su esencia.

—No sé cómo.

—Sigue hablando conmigo. —Exigió al caminar de manera constante hacia


el norte, siguiendo la huella psíquica de ella.

—Tengo... miedo. Sé que no debería tenerlo, pero lo tengo.

El corazón de Ethan dolía cuando escuchó su vulnerabilidad, algo que sentía


que esta mujer normalmente no admitiría.

—¿Por qué? —Él suavizó sus pensamientos, tratando de enviarle comodidad.

Ethan sabía que estaba aproximándose y su espíritu era más fuerte. Continuó
viajando más rápido de lo que el ojo humano puede detectar, tratando de
concentrarse en su ubicación.

—Hay algo mal aquí. Sé que suena... gótico... pero no lo puedo explicar de
otra manera. Incluso mi gato, el Sr. Wiggins, se metió bajo las sábanas conmigo. Su
piel esta erizada.

Estaba cerca, muy cerca.

—Mantente fuerte. Estere ahí en breve. —Ethan cambió de dirección


ligeramente y preguntó con una divertida sonrisa—. ¿Tienes un gato llamado Sr.
Wiggins?

41
—No te rías de mi gato. Lleva el nombre de un hombre muy distinguido.
Wiggs es un compañero muy fiel.

—No me estoy riendo. —En realidad, lo estaba, pero no quería decirle eso. Su
respuesta indignada divertida y encantada.

—Te ríes. Puedo sentirlo. ¿Quién eres?

Ethan se puso serio cuando sintió su angustia.

—Estoy aquí para ayudar. Nunca te haría daño.

—Te creo. No sé por qué... pero lo hago. ¿Qué me está pasando?

La conexión era fuerte y Ethan flotó a la ventana de su casa, fácil de encontrar


cuando se fortaleció la conexión adicional. Se presentó en su habitación y de
inmediato sintió una sensación de mal que la perseguía. Se dispuso a hacerle frente,
pero en cuanto entró en la habitación la presencia huyó, completa y totalmente,
dejando sólo la esencia de su compañera.
—Estoy aquí ahora. Todo va a estar bien. Está segura.

—Él se fue. Gracias. Estoy tan cansada...

Su voz se apagó y la conexión se rompió. Durmiendo el sueño de los


inocentes.

Ethan se movió en silencio al lado de la cama, mirando hacia abajo para


obtener el primer vistazo de su compañera. Le dolía el corazón, llegando a un ritmo
salvaje al ver su cabello rubio esparcido encima de las mantas. Ella era hermosa y
más preciosa para él de todo lo que había ansiado en su existencia. Ella era la persona
que tenía su alma y su cordura en sus frágiles manos.

Se veía tan... delicada. Ethan vislumbró las manchas oscuras alrededor de sus
ojos, estaba muy delgada, y había líneas de preocupación alrededor de la boca,
incluso mientras dormía.

42 Él extendió la mano para tocarle ligeramente la sien. Era grosero invadir sus
pensamientos, pero quería saber lo que hizo que su apariencia angelical estuviera
marcada por la preocupación.

Todo lo que preocupaba a su compañera desaparecería. Estaba seguro.

El dolor tomo su cuerpo y él gimió cuando sus dedos buscaron y encontraron


una conexión con su mente.

Ella está enferma. Se está muriendo. Sintió el dolor de su tratamiento, la


tortura por la que su cuerpo había pasado. Ella había luchado valientemente... pero
estaba perdiendo la batalla.

Vio cómo sus otros recuerdos le llenaron, la mayoría de ellos felices. Al menos
había llevado una vida tranquila, hasta su misteriosa enfermedad. Él retiró la mano,
todavía reacio a invadir sus pensamientos sin su permiso.

¿Muriendo? ¿Muriendo? Eso no iba a pasar. Ethan sabía exactamente porque


se estaba muriendo, y no era la rara enfermedad de la sangre que los médicos habían
diagnosticado. Ella necesitaba un vínculo con su pareja. Ella tenía 28 años. Casi 29.
¡Maldita sea! ¿Por qué no la escucho antes?

La mirada de Ethan vio una foto en su mesita de noche. Su compañera estaba


en la foto junto con su madre y una amiga o hermana, alguien que no había visto en
sus recuerdos. Él sonrió, notando que se veía animada y feliz en la foto, las tres
mujeres se abrazaban y sonreían.

Le acarició el pelo y la besó en la frente. Él podía tocarla mientras ella estaba


durmiendo sin consecuencias. Pero en el momento que la tocara conscientemente...

Ethan se encogió de hombros. ¿Cómo diablos podría aparearse con ella


cuando era tan frágil? El apareamiento y proceso de unión vampiro eran ásperos. El
apareamiento era volátil y él estaría envuelto en los instintos primitivos más salvajes.
Una vez que los votos se dijeran y las marcas se unieran, no habría vuelta atrás.

Maldición... necesitaba tiempo, y tiempo era algo que esa mujer no tenía a
juzgar por su aspecto frágil. La unión entre compañeros era instintiva, pero todavía
43 quería conocerla. Ella tendría miedo de descubrir la verdad de su existencia, y tenía
que ir al enlace de buena gana.

Ethan salió de la habitación y sacó su teléfono. Llamó a sus hermanos para


ver si habían desenterrado algo de información. Aunque los vampiros eran psíquicos
y podían comunicarse a través de sus mentes, sólo los compañeros en realidad podían
mantener una conversación fácil. Con cualquier otra persona era más fácil
simplemente llamar por teléfono.

Nathan era el único con información. Había oído un rumor acerca de algunos
caídos que perseguían compañeras. Ellos elegían compañeras que no estaban
protegidas y que no se habían unido.

Ethan puso el teléfono en el bolsillo. ¡Bastardos! Se aprovechan de los débiles.


¡Compañeras que no sabían quiénes eran todavía! ¡Compañeras que no sabían que
guardaban el alma de un vampiro!

A pesar que beber de un vampiro nacido era veneno para un caído, beber la
sangre de una compañera que no había llamado a su vampiro, era poderoso. La
sangre de pareja de un vampiro era más poderosa que la de un humano normal, y
su poder se absorbería en el sistema de un caído, haciéndolos más fuertes. Si un caído
se acercaba lo suficiente a la compañera de un vampiro, podían sentirla y olerla.
Ethan se estremeció con la proximidad del hijo de puta que había estado con su
esposa.

Cuando estaba a punto de volver a la habitación y mirar a su compañera,


sintió una punzada incómoda que hizo que el pelo en la parte posterior de su cuello
se erizase.

—Vamos, hijo de puta, muéstrate —susurró, su voz llena de malicia—. Te voy


a mostrar tu propio culo.

El caído apareció frente a él, no fue un espectáculo agradable. El caído parecía


más demonio que hombre con sus brillantes ojos rojos y su rostro lampiño, hundido.
Los caídos nunca podrían recibir la sangre suficiente para recuperar su apariencia
anterior.
44
Ethan no conocía este caído de su vida antigua, pero eso no importaba. Habría
matado al cabrón de todos modos. A veces, sentía una punzada de remordimiento y
tristeza si conocía al ex-vampiro, antes de tener que matarlo como caído. Ahora
quería arrancarle la cabeza sólo por estar tan cerca de su compañera.

El caído dio el primer golpe, marcando las afiladas garras en la cara de Ethan.
Pero Ethan golpeo duro y rápido, sacando un cuchillo de una funda en su cintura,
alcanzando a la grotesca figura en el pecho, enviándolo volando por la habitación.

Puede que no tuviera tiempo de conjurar todo su equipo de combate... pero


podía improvisar.

La figura se recuperó, golpeando el pecho de Ethan con sus garras, pero Ethan
se dio la vuelta con sólo un rasguño.

El caído trato de perseguirlo, pero él no estaba de humor para jugar. Era un


vampiro que protegía a su pareja y no tenía ganas de nada más que destruir la
amenaza. Golpeó con fuerza y rápidez, dando golpe tra golpe con el cuchillo
mientras pateaba y debilitaba al enemigo.

Ethan tomó una garra en su espalda y se dio la vuelta, tratando desequilibrar


a la criatura.

Él no tenía un juego completo de garras, pero tenía un cuchillo y la furia de


su lado.

La batalla se prolongó hasta que la criatura se cansó y Ethan tuvo su


oportunidad. Fijo al caído a la pared, golpeando su brazo izquierdo sobre la cabeza
mientras hundía el cuchillo profundamente, rompiendo el corazón del maldito
bastardo que estaba persiguiendo a su compañera.

Romper el corazón de un caído era la única manera de vencerlo


permanentemente. Mientras que para matar a un vampiro se requería decapitación,
sangramiento, o exposición prolongada al sol, para asegurar la muerte de un caído
es necesario aniquilar el corazón.
45
Ethan lo miro sin una punzada de remordimiento y murmuró con sarcasmo:

—Que tengas una buena vida en el más allá, idiota. —Él sabía que no había
otra vida real para los caídos. Andaban sin rumbo, absolutamente inofensivos y
constantemente torturados por toda la eternidad, en otro reino. Esperaba que el
bastardo lo disfrutara, no tenia compasión para cualquier persona que quisiera
romper en pedazos su esposa.

El caído se disolvió hasta que no era más que un montón de cenizas en la


alfombra.

Ethan oyó un grito e instintivamente se volvió para defenderse, aún en modo


de lucha. Sólo tardó unos segundos en darse cuenta que la exclamación había venido
de su compañera.

Ella estaba en la puerta del dormitorio, el completo horror era evidente en su


rostro. Sintió su miedo y no le gusto. Ella nunca debía tener miedo de él.

Bueno... Tal vez ella tenía una ligera razón para tener miedo. Sus ojos todavía
estaban salvajes de la batalla, la ropa cubierta de sangre... y la sala de estar parecía
una zona de guerra.

Se encogió de hombros. Era casi una situación normal para él, pero era
evidente que estaba haciendo hiperventilar a su compañera.

Ethan giro rápidamente su mano y la sala de estar se acomodo cuestión de


segundos. Con otro giro se cambió de ropa y se limpió la sangre del cuerpo, ropa
nueva apareció en momentos. No podía sanar sus rasguños, pero desaparecerían
pronto.

Vale… ¿Todo está bien ahora? Ethan hablo en la mente de su compañera...


pero ella no respondió. Lo seguía observando fijamente con una mirada horrorizada
en su rostro.

Mierda. ¡No funcionó! Ethan pensó que se sentiría mejor si se limpiara, pero
sólo parecía asustarla más. Oh, demonios... no sabía cómo actuar con una mujer. ¡O
46 un ser humano que no conocía su naturaleza! ¡Tenía 400 años por amor de Cristo!
Supuso que tal vez debería ocultar algunas de sus habilidades, hasta que se calmase.

Él se dirigió hacia ella, preguntándole con voz ronca:

—¿Estás bien?

Acabas de hacer tu higiene personal en segundos con magia. La mujer es un


ser humano. Probablemente no está exactamente bien con eso.

Ethan maldijo mientras trataba de pensar en una manera de acercarse a ella


sin asustarla. La magia era normal en su mundo tanto como respirar. Era difícil para
él recordar que ella era humana y no usaba todo lo que no podía ser explicado por la
lógica.

—Por favor, no tengas miedo. Estoy aquí para ayudar. El demonio


desapareció. ¿Me recuerdas? —Ethan intentó activar su memoria subconsciente de
mientras su mente alcanzaba la de ella.

Su boca se movió, pero las palabras no salieron. Sus ojos se clavaron en los
suyos y la sostuvieron estables.

—Recuérdame —ordenó suavemente.

Brianna se sacudió, pero sus ojos estaban pegados a los suyos. Él la mantuvo
cautiva con su mirada, y ella no podía desviarla.

—¿El mal se ha ido? —Ella susurró con voz temblorosa.

Ethan asintió.

—Sí.

Brianna se deslizó por la pared como si sus piernas no la sostuvieran. Su


mirada no dejó la suya cuando le preguntó con voz angustiada:

—¿Qué me está pasando?

47 Ethan la miró con un suspiro. Ella recordó. ¡Todo! Y, era evidente que no lo
estaba llevando muy bien.
Traducido por lizels
Corregido por Liraz

B rianna escondió el rostro entre las manos intentando que todo se


desapareciera. ¿Estaba perdiendo la cabeza junto con su cuerpo?

Todo su ser se estremeció y no estaba segura de si alguna vez volvería a


enderezarse de nuevo. La único que tenía sentido es que todo lo que había visto en
los últimos minutos había sido una horrible pesadilla.

Por favor, que sea un mal sueño. Déjame despertar y descubrir que esto era
solo una pesadilla. Voy a abrir los ojos y estaré en la cama. El hombre cubierto de
sangre habrá desaparecido.
48
Ella se descubrió el rostro. No. Sin cambios. Él todavía está aquí. Ella suspiró
decidiendo que, obviamente, él no iría a ningún lugar, y necesitaba entenderlo,
quisiera o no.

—¿Quién eres tú?, ¿Qué eres tú? —Ella se sorprendió, pero después de la
sorpresa inicial, se dio cuenta que realmente no tenía miedo de aquel hombre. Se
habían hablado durante sus sueños. Este era su salvador. Se acordaba ahora y sabía
que él la había protegido del mal que había estado escondido alrededor de ella.

—Me gustaría haber tenido más tiempo para prepararte, pero debes darte
cuenta que hay algo sucediendo que no puede ser explicado por la lógica, y tienes
muy poco tiempo. —Él hizo una pausa y encontró sus ojos—. Yo soy un vampiro. El
demonio que te estaba persiguiendo era un caído, un vampiro que se perdió ante el
mal.

Oh, Dios. Brianna gimió y cubrió su rostro, apartándose lejos de sus ojos. De
algún modo extraño… tenía sentido… y la aterrorizaba. Pero ella no podía negar que
había hablado en sus sueños sin mencionar la escena horrible que había acabado de
presenciar delante de sus ojos. Oh, infierno. Estoy muriendo. ¿Qué importa si esto es
lógico o no?

—¿Eres el bueno o el malo de la película?

Él se encogió de hombros.

—Mejor que él. —Ethan señaló hacia la alfombra donde el caído se había
disuelto.

Ella puso los ojos en blanco.

—¿Nombre?

—Ethan. Ethan Hale.

—Ethan. —Probó en su lengua. Su nombre era familiar. Era cómo si lo


conociera de algún modo.
49
—Soy Brianna. Brianna Cole.

—Brianna. —Respiró su nombre en voz baja.

—No tengo miedo de ti, Ethan. Y después de lo que pasó, con seguridad,
debería tenerlo. ¿Por qué es eso?

Él respondió en voz baja.

—Me conoces. Subconscientemente me conoces. Tu vida esta terminando, así


que estas usando tus sentidos ahora, en vez de la lógica. Sabes que eres mi
compañera.

Ella se ahogó.

—¿Compañera?, ¿Yo? No soy compañera de nadie.

—Lo eres, Brianna. Eres mi compañera. Mi otra mitad. Quien mantiene mi


alma —respondió él, su voz ronca.
Ella buscó por algún tipo de señal de que eso era una broma, pero el hombre
estaba completamente serio.

—Ni siquiera te conozco. Además, estoy muriendo. Eso es una compañera


bastante pésima para tener. Creo que te equivocaste. Vengo con un plazo de
caducidad muy rápido —Ella intentaba darle ligereza a sus comentarios, pero en
algún lugar de su corazón, realmente se sentía atraída por él.

—No estás muriendo con una forma rara de leucemia, Brianna. Estas
lastimada porque todavía no estás unida a tu compañero. Tú fuerza de vida está
desapareciendo. —Explicó pacientemente. Se acercó y se sentó junto a ella en el
suelo, al frente para que pudiera ver sus ojos—. En algún lugar de tu cuerpo usas mi
marca. Mi marca de familia. Es un dragón. —Él extendió su brazo izquierdo. En su
antebrazo tenía un perfecto tatuaje de un pequeño dragón. Era feroz, multicolor y
muy detallado, considerando que era solo del tamaño de la mitad de un dólar.

—Oh, mierda. —Brianna sintió su corazón palpitar y una caída en el


50 estomago. Ella tenía una marca idéntica en su cadera derecha. La marca apareció
cuando tenía 18 años. Una mañana… sola… allí. Nunca se lo mencionó a nadie. Ella
lo racionalizó, diciendo que se lo hizo en su cumpleaños. Era una de esas raras
ocasiones en que había fiestas con alcohol cuando era menor de edad y estaba ebria.

—¿La tienes? —Era una pregunta retórica de la que Ethan ya sabía la


respuesta, pero le preguntó de cualquier forma.

—Sí. —Ella casi no podía hablar. Todo esto era muy extraño. Todo muy
increíble.

—No tengas miedo, Brianna. Fuimos hechos uno para el otro. Esto no es la
forma en que se hace normalmente. Me hubiera gustado encontrarte. Conocerte.
Dejarte por lo menos a acostumbrarte a mí, antes de soltar esta bomba sobre ti. Pero
tienes poco tiempo. Creo que sientes eso. —Su voz era urgente y preocupada.

—Sí —respondió ella sin vacilar. Lo sabía. Lo sentía—. Desearía que


hubiésemos tenido más tiempo juntos.
—Tendremos la eternidad. Pero hay que comenzar pronto. —Su voz la estaba
persuadiendo.

—¿Ethan, qué parte de «me estoy muriendo» no entendiste? —Estaba


empezando a frustrarse.

—Podemos casarnos, Brianna. No vas a morir. Estarás conmigo para la


eternidad.

—¡No puedo casarme contigo! No te conozco. —Pero algo dentro de ella lo


quería. ¿Seria sacrificio casarse con un hombre que la hacía estremecer por dentro,
incluso sin tocarla?

Era el hombre más hermoso, atractivo que había conocido y algo dentro de
ella lo ansiaba, estaba acercándose a él.

Por otra parte, la alternativa era morir. ¡Pronto!

51 Sí. ¡Difícil elección! Ni creía en esa historia y se casaba con un hermoso


hombre o morir una muerte agónica. Era una especie de obviedad.

Ethan fue en su dirección y le tocó la mano suavemente, como si tuviera miedo


de romperla, y ella sintió una onda de energía pasar por su cuerpo. Solo el ligero
toque de su mano era electrizante.

—Entonces conóceme, Brianna. Abre tu mente y conóceme.

Él colocó la mano en su sien y su mente se inundó con Ethan. ¡Ethan de un


joven!, ¡Ethan con sus hermanos! Sus pensamientos. ¡En batalla!, Sus emociones.
Ella estaba total y completamente consumida por Ethan.
Traducido por lizels
Corregido por Lsgab38

E than estaba en el infierno. Un toque de su mano en su cuerpo trajo sus


sentidos rugiendo a la vida.

Su cuerpo quemaba, exigiendo una gratificación inmediata. Apretó los


dientes e intento ignorar el ardiente deseo de tomarla. Ella era suya. Necesitaba
poseerla, tenerla. Quería consumirla, estar enterrado en su aroma, su cuerpo, su
mente.

Su pene estaba duro y pesado. Había pasado mucho tiempo desde que había
sentido esa sensación particular, pero nunca ardió así. Había estado con mujeres
52 antes de haber sucumbido a su involuntaria impotencia a los cien años, pero había
sido el deseo normal de sexo. Esto era más que una obsesión maníaca.

Ella sentiría eso también, incluso en su frágil estado. Era normal entre
compañeros. No estaría lidiando con el mismo deseo frenético que el suyo, pero su
deseo de casarse estaría allí. Su deseo de ser saciada sería implacable… y lo dejaría
completamente loco.

Una vez que estuvieran casados el deseo intenso, la posesividad


permanecería… pero la locura frenética disminuiría. Una vez que fuese suya. Una
vez que le perteneciera a él.

Soltó un gemido involuntario, intentando ahogarlo, desearía tener el tiempo


que necesitaría ella para conocerle. Ella lo escuchó y apartó la mano.

No dijo nada, pero sus ojos decían todo. Podía ver su deseo por él y no
conseguía respirar, no podía hablar, su propia necesidad furiosa fuera de control.

Finalmente ella habló con vacilación.


—¿Puedo hacerlo a través del apareamiento… la unión?

A pesar de su inseguridad, no sonó temerosa y Ethan quedó afectado por su


valentía. Estaba dispuesta a intentarlo. Esta pequeña mujer tenía más coraje que
algunos de los miembros de la Coalición.

—Tenemos que aumentar tu fuerza. No voy a mentirte Brianna. Es… difícil.


Una vez que el voto se diga y nuestras marcas se unan, todos los instintos salvajes y
carnales te dominaran y me van a gobernar. Es algo que no se puede controlar. —La
atrajo más cerca y la meció contra él.

—Quiero intentarlo. No estoy lista para morir. ¿Cómo puedo aumentar mi


fuerza? ¿Tengo que beber tu sangre, no? Lo vi en tu mente. —Enfrentó la situación
con naturalidad, pero él podía ver que estaba indecisa.

—Tenemos que intercambiar sangre, pero puede ser más fácil para ti.

53 —¿Cómo?

—Así. —Bajo su boca hacia la de ella.

*****

El toque de su boca en la de ella envió a Brianna a la locura. Sus sentidos


giraban mientras su boca tomaba la de ella en un asalto exigente. Su lengua se burló
de la unión de sus labios y se abrió para él de buena gana. Su abrazo le poseía,
marcaba todo su cuerpo con fuego.

Levanto sus brazos alrededor de su cuello y pasó sus manos por la rica textura
de su cabello sedoso.

Sus manos se movieron posesivamente sobre su cuerpo, dejando un rastro de


fuego donde quiera que la tocara.

Ethan le levantó en sus brazos, nunca rompiendo el contacto con la boca,


cuando continuó su abrazo implacable.
La llevó hacia la cama y la bajó suavemente sobre las sábanas.

Tomó su boca en la de ella y agitó la mano. Inmediatamente, su ropa


desapareció.

Quedó desnuda y vulnerable mientras la miraba intensamente.

—¡Ethan! —gritó, cuando se hundió en las sábanas—. ¡No puedes hacer eso!

Él arqueó sus cejas y le dio una sonrisa maliciosa.

—Lo acabo de hacer.

—Quiero mi ropa de vuelta —exigió con vergüenza mientras se escondía bajo


las sábanas.

Él se metió en la cama a su lado y levantó las sábanas de su cuerpo.

54 —Y las tendrás de vuelta… eventualmente. —Vio su mirada oscura y


apasionada antes de que su boca nuevamente bajara a la de ella.

Quería buscar una sábana. Estaba consciente de su cuerpo y estaba demasiado


flaca ahora, bajo el peso de su enfermedad, poco atractiva.

Cuando la mano hizo su camino hacia su pecho, dando vueltas y provocando


su pezón. Se olvido de la sábana. Oh Dios… sus manos eran tan buenas en su cuerpo.

—No pienses, Brianna. Solo siente —le susurro con una voz áspera cuando
su boca dejó la de ella para lamer su oído y el lado de su cuello.

¿Cómo podía hacer algo más? Su boca continúo besando y pellizcó el rostro
y cuello, mientras sus manos jugaban con sus senos sin piedad. Sus dedos hicieron
movimientos circulares en su piel mientras se deslizaba lentamente sobre el
estómago. Cambiaron a un movimiento perezoso que la estaba dejando loca. Parecía
que estuviera en llamas. ¿Era esta la magia vampiro o solamente la magia de su
toque?

Sintió los dedos tortuosos ir más abajo y comenzar a acariciar entre sus
muslos, sobre sus rizos ligeros, y ella se quedó sin aliento.

—Ábrete para mi, Brianna —exigió con voz baja y seductora.

Obedeció inmediatamente, necesitando sentir su toque, queriendo esos dedos


perversos. Sus golpes eran persistentes, burlándose a través de su humedad,
resbalando.

Ella gimió, moviendo sus caderas hacia arriba y encontrando sus dedos.
Necesitaba más.

Como si él sintiera su necesidad, deslizó su dedo hasta el lugar que estaba


rogando por su atención, haciendo círculos lentos en el brote sensible. El
deslizamiento de dos dedos trajo más, dejándola desesperada.

—¡Ethan! —gritó su nombre mientras se retorcía bajo sus cuidados.

Sus dedos se deslizaron lentamente en su canal vacío y sus paredes se


55 apretaron alrededor de ellos con fuerza.

—Estas tan caliente, mojada y apretada. —Sintió estremecerse a Ethan


cuando comenzó con un ritmo lento, que le hizo querer más… más… era mucho…
más. Su respiración era dura y rápida, como si estuviera intentando conseguir algo
de control.

Su boca devoraba la de ella y hundió su lengua al ritmo de sus dedos.

Su ritmo aumentó, su pulgar deslizándose contra la carne suave, mientras sus


dedos continuaban penetrándola dentro y fuera, perfectamente compatible con su
implacable lengua devorando su boca.

Brianna se sintió perdida. Había cedido el control y todo lo que podía hacer
era sentir las demandas de su cuerpo. Tendría un orgasmo. Todo su ser estaba
centrado en su carne ardiente, implorando por el clímax.

Su liberación golpeó fuerte y rápida, arrasándola con espasmos profundos e


interminables. Su canal se estrechó entre los dedos de Ethan y le oyó gemir cuando
arrastro su boca de la de ella, su respiración corta.

Él acarició su cuello, pasando la lengua a lo largo de la vena. Apenas sintió


sus colmillos hundirse en su cuello cuando una ola de placer tomo el control. Todo
su cuerpo se incendió cuando bebió de ella, llenándola con placer erótico,
aumentando su orgasmo con una intensidad casi dolorosa.

Mientras tomaba de su cuello, guió su boca hacia su hombro, mellando su


piel. Instintivamente cerró la boca sobre su carne caliente, sintiendo la humedad
debajo de su lengua. Se dio la vuelta, tomando su sangre en su cuerpo sin pensar,
cuando empezó a perder cada pensamiento coherente en su cerebro. El sabor de él
era como un afrodisíaco, inundándole con más sensaciones eróticas. Sabía a Ethan,
y era embriagador.

Sintió que él soltó su cuello y pasó un dedo por los agujeros levemente.
Cuando descendió de la altura erótico, Ethan la apartó lejos de su herida en el
hombro y palmeó sus dedos sobre el corte. Paró de sangrar, pero el corte todavía
56 estaba allí.

Estaba en sus brazos, saciada y sin aliento, dándose cuenta que, en algún
punto, Ethan debió haber disuelto su camisa y cortado el hombro.

Había tomado la sangre de él… y le encantó. En ese momento, lo único que


quería era compartir cada parte de Ethan.

Cuando recobró el conocimiento, se dio cuenta que algunos de sus dolores


habían desaparecido.

¿Su cuerpo se había llenado un poco? Brianna sintió una fuerza vertiéndose a
través de ella que no había sentido desde su enfermedad.

—Me siento más fuerte, Ethan. —Cuando se alejó para mirar su rostro, su
euforia por su mejora física huyó cuando percibió la sudoración, el enrojecimiento
en sus cara y los salvajes ojos oscuros. Alarmada y preocupada, susurro—: Ethan,
¿estás bien?
Él estaba temblando y sus ojos acariciaban su cuerpo desnudo con un hambre
que no era nada normal.

Brianna empujó las sabanas sobre su desnudez y agarró su rostro con las dos
manos, forzándole a mirarle a los ojos.

—Ethan, dime. Dime que estas bien —exigió, su voz llena de ansiedad.

Él miró sus ojos y respiró profundo. Dejó de temblar cuando respondió


lentamente.

—Estoy bien, Brianna.

—No estás bien. —Mantuvo sus manos en su cabeza, obligándole a encontrar


sus ojos. Él levantó una de sus manos de su rostro y beso su palma.

—Eres mi compañera, Brianna —respondió en voz baja y torturada—. Es


difícil no tomarte.
57
—Entonces tómame, Ethan. O déjame ayudarte. —Su mano se deslizó hacia
sus vaqueros, acariciando su pene erecto sobre el material de algodón. Podía sentir el
inmenso tamaño, su dureza y lo quería desesperadamente. Lo quería dentro de ella,
estirándole, llenándole.

—¡No! —Ethan agarró su muñeca suavemente y movió la mano—. No ahora,


Brianna. No estás lo suficiente fuerte. Los vampiros son criaturas extremadamente
sexuales con sus parejas.

—Entonces, ¿por qué hiciste eso?

Él la beso suavemente en la frente.

—Para que sea más fácil para ti, amor —le lanzó una sonrisa diabólica—. Fue
fácil, ¿verdad?

—Oh, Ethan —suspiró, sin saber si estaba exasperada o divertida.


Cuidadosamente envolvió una sabana alrededor de su cuerpo y se acurrucó en su
pecho.

Sus brazos protectores vinieron a su alrededor, abrigándole. Se sintió tan…


segura.

Absorbió el sentimiento, aprovechando el momento… hasta que su paz fue


perturbada en un nivel bastante sorprendente.

58
Traducido por Saiyu^mbopizita^
Corregido por Lsgab38

—¡H ola! —Una voz alegre, profunda que emanaba del final de
su cama hizo saltar a Brianna. Si Ethan no le estuviese
sosteniendo en sus brazos, habría saltado cinco metros de
altura.

Sus ojos fueron al final de la cama. Tres hombres muy grandes estaban allí,
todos con expresiones diferentes.

El que hablo estaba sonriendo.

59 Uno estaba sorprendido.

El otro tenía una expresión soñadora.

El hecho de que todos se parecieran sospechosamente al hombre acostado a


su lado, no podría ser una coincidencia. Ella había visto a estos hombres en la
memoria de Ethan. ¡Rory, Liam y Nathan! ¡Sus hermanos! Ahora no podría decir
quién era quien, asumió que el alegre y el soñador eran los gemelos. Todos se
parecían, los dos eran casi idénticos en la apariencia.

—¿Qué están haciendo? —dijo el alegre—. Nosotros somos los hermanos de


Ethan. Yo soy Rory. Este es Nathan. —Apunto hacia el pensativo—. Y ese es Liam.
—Hizo un gesto con la mano hacia el que parecía perdido.

Ethan no respondió, pero podía ver su cara tornándose roja y apretando la


mandíbula. ¿Cómo aceptar el hecho de que habían aparecido en su habitación sin ser
invitados?

—Ethan y yo… nosotros estábamos apenas… nosotros… nosotros estábamos


apenas conversando y conociéndonos el uno al otro. —Bien... sabía que sonaba poco
convincente cuando tartamudeaba las palabras. Pero por el amor de Dios… ellos
estaban en la cama y estaba completamente desnuda. ¿Qué diablos debería decir?

—O eso está bien. ¡Pero realmente esperaba que fueras… oof! —Rory se
inclinó cuando Liam le golpeo con su codo en el intestino. Liam disparo una mirada
aguda a Rory, mientras Nathan se limitó a sonreír, una expresión malvada en su
rostro.

Brianna lanzo una mirada nerviosa a Ethan. Su mandíbula se estaba


apretando fuerte cuando rugió.

—¡Fuera... infiernos… fuera!

Brianna envolvió la sábana alrededor de ella y se deslizó fuera de la cama.

—Es un gusto conocerlos. Pero este no es un buen momento. Tal vez, si


pudieran darnos algunos minutos para vestirnos podríamos conversar. —Una mujer

60 pequeña espantando a tres hombres, dos veces el tamaño de ella, hacia la puerta era
una visión divertida. Sorprendentemente… los hombres se fueron—. Sírvanse
cualquier cosa de la cocina —dijo cuando cerró la puerta del cuarto detrás de ellos.

Brianna coloco sus manos en su cadera y levanto una ceja hacia Ethan.

—Creo que tenemos que hablar con tus hermanos sobre sus costumbres.

—¡Voy a matarlos a todos! —Se levanto y vistió un par de jeans y una camisa
con su magia. Vistió a Brianna en ropas similares.

Brianna coloco sus brazos alrededor de su cintura y recostó la cabeza en su


hombro.

—Sabes que no vas a matarlos. Son tus hermanos.

Ella sintió su encojecimiento de hombros.

—Tratamos de matarnos unos a otros todo el tiempo. Pero esta vez realmente
voy a hacer eso. Ellos saben bien qué hacer cuando un vampiro acaba de encontrar a
su compañera.

Podía decir que él se fue calmando mientras le acariciaba la espalda.

—Tal vez debemos conversar y conocernos unos a otros.

Suspiró.

—Bien… pero luego tengo que matarlos.

—No los mates hoy, Ethan. —Ella se estremeció—. Ya te he visto en acción


y eso es suficiente. —Se echó hacia atrás para examinar su rostro.

Pareció recuperarse de sus injurias, pero decepcionado por no ser capaz de


matar a sus hermanos y ella se mordió una sonrisa.

—Te arrepentirás de decidir ayudarles. —Las esquinas de su boca se


levantaron en una pequeña sonrisa conocedora.
61
—¿Por qué? ¿No me importa?

—Lo harás. —Le dijo con una voz siniestra cuando tomo su mano y la llevo
a través de la puerta para conocer a sus hermanos.

*****

Ethan se extendió cuando se despertó de su sueño diurno. Inmediatamente


busco a su compañera, pero no estaba durmiendo a su lado.

Brianna llevaba cinco días ingiriendo su sangre de vampiro para recuperar su


fuerza normal y desarrollar la fuerza adicional que necesitaría para su apareamiento.
Su sangre era la de un anciano y era poderosa, pero Brianna estaba severamente
debilitada.

Su hermano Liam era un sanador para sus hermanos y entre su magia y el


intercambio de sangre Brianna, recuperó su fuerza. No le había tocado sexualmente
desde su primer intercambio. Había estado a punto de perder el control ese día, pero
no se atrevió.
Ella decía que se siente increíblemente fuerte, pero Ethan sabía que no
duraría. Su compañera comenzaría a decaer nuevamente en breve. El apareamiento
tenía que suceder tan pronto como sea posible.

Ethan sabía que estaba perdiendo el control. El deseo de poseer a su


compañera iba más allá de la lógica y la razón, tornándose cada vez más difícil
contener su posesividad y sus celos.

Infelizmente, a ella realmente le gustaba sus hermanos, por otra parte, ellos
parecían adorarla. Ethan lo odiaba. Podría apreciarlo más tarde, pero ahora no quería
a ninguno cerca de su compañera. Sus hermanos lo sabían… y se burlaban de él
constantemente. Venían a menudo y se demoraban, comiendo con Brianna fuera de
casa y en casa. Ella estaba encantada y él estaba trastornado. Ella sólo se rió y se fue
al supermercado después de sus visitas. ¡Los bastardos! Estaban disfrutando de su
agonía. Sinceramente, esperaba que todos encontrasen sus compañeras. La venganza
seria un infierno.

62 Ethan se inclino para atrás contra la cabecera de la cama, mientras gruñía


para sí mismo:

—No me gusta lidiar con lo desconocido.

Admitió para sí mismo que toda la situación era desconocida. Su amigo y


compañero miembro de la coalición, Adare, estaba apareado ya hacia algunos meses.
Adere tenía 300 años de edad y la situación había sido desconocida. Antes del
apareamiento de Adare, ningún vampiro vinculado había atravesado la edad de 150,
antes de encontrar a su compañera. Había algunos que nunca fueron llamados y
permanecieron sin vincularse, pero aquellos que estaban vinculados acoplados ahora
habían sido llamados, poco después de haber perdido su capacidad para tener
relaciones sexuales.

La intensidad de la posesividad y el deseo de Adare habían estado más allá de


lo normal del apareamiento, por causa de su edad avanzada.

Y Ethan era doscientos años más viejo que Adare.


—Estoy tan jodido. —Ethan habló en voz alta con resignación silenciosa. Ya
estaba preso en una tela de deseo y sentimientos de celos por su compañera del cual
no podría escapar.

¿Sería posible que él realmente quisiera huir? ¡Claro que no! Esperó cientos de
años por Brianna y ella era un milagro. No obstante odiaba los aspectos desconocidos
de su situación. Si él tenía un problema… él lo resolvía. Si iba mal… lo eliminaba.
Su vida había sido bastante simple… hasta que había encontrado a su compañera.

Ahora, se encontró con una “situación desconocida” y no le gustó. La única


cosa que sabía era que su instinto de apareamiento estaba casi fuera de control.
Estaba peor a cada día que pasaba. Todos los días que pasó con Brianna traían otro
motivo para gustarle… o una docena de razones para amarla.

La amo. No estoy sólo atraído por ella como un compañero. La amo.

—Oh infiernos… estoy totalmente jodido. —Susurró ferozmente, sabiendo


63 que su amor sumaba combustible para el fuego… y él ya era un infierno en furia.

Si Brianna no estuviese tan debilitada, estaría tentado en seducirla.


Probablemente habría tomado la ventaja frente a su necesidad de aparearse, una
necesidad que estaba poniendo su dedo en el gatillo por el momento, apenas
esperando por un pequeño empuje para hacerlo explotar.

Así que cuando había decidido rodar fuera de la cama, Brianna entro en el
cuarto.

Su corazón se acelero y sus músculos se apretaron. Para Ethan, ella traía luz
donde había oscuridad y necesitaba desesperadamente estar dentro de ella.
Necesitaba consumirla. La quería tan malditamente que envío un rugido bajo por la
garganta aunque trató de tragarlo.

Tragó un gemido cuando sus ojos recorrieron su cuerpo. Ella estaba vistiendo
una camisa rosa que moldeaba sus curvas y terminaba en el muslo. No era para
seducir… pero lo hacía. Ethan podía ver sus pezones a través del material fino y la
camisa acariciaba sus senos bonitos, perfectamente formados.
Su polla ya dura salto en cuanto olió su excitación. Sus ojos intentaban
trabarse con los de ella. Podía ver el calor, el deseo en sus ojos cuando ella miró su
torso desnudo. Le deseaba. Y necesitaba saciarla.

¡Mía!

Ella se deslizo en la cama a su lado, sin sacar los ojos de él.

Ethan estalló, la cordura abandonándole. Necesitaba poseer a esta mujer y no


podía esperar más.

64
Traducido por Saiyu^mbopizita^
Corregido por francatemartu

B rianna ya no sabía si el perfume del deseo era de ella o de él. Oyó un


gruñido bajo de su garganta y sabía que él la necesitaba, tanto como
ella a él. Había sido como una hembra en celo desde el primer toque.
Cuando había recuperado su fuerza normal, su deseo había crecido en una masa de
necesidad cruda.

Brianna sabía que su vampiro era un Alfa que necesitaba dominar


sexualmente, especialmente antes de vincularse, y ella quería ser dominada por él.
Lo quería duro y rápido, y no importaba si fuera rudo. Estaba comenzando a pensar
65 que follar bien duro era la única cosa que podría apagar su fuego.

Ser sexualmente dominante era parte de su naturaleza de vampiro y ella lo


aceptaba. Infiernos… lo deseaba. No quería domarlo y sabía que no podría cambiar
su deseo oscuro, mismo si quisiese. Y ella definitivamente no quería. Lo quería
salvaje e indomable, fuera de control. Quería someterse a lo que él necesitaba.
Estaban tan vinculados que ella sabía que iba satisfacerla, saciarla. Y ahora… seguro,
en este momento… necesitaba dominarla para asegurarse que le pertenecía.

Brianna cogió debajo de la cama las suaves esposas que había comprado días
atrás para esta ocasión. Las balanceo en sus dedos en frente de Ethan.

—Estas te podrían gustar.

Ethan gimió.

—Sí… Quiero atarte de modo que nunca puedas huir. Mía.

—Entonces tómame, Ethan. Quiero eso también —susurró suavemente


mientras cerraba las esposas en sus muñecas, su voz pesada con pasión.
—Necesito follarte. Tomarte. Asegurarme que me perteneces. —Él rasgó su
camiseta directo por la mitad, exponiendo sus senos a su mirada caliente,
hambrienta. La retiro más o menos de su cuerpo. No tenía control para usar la magia.
Estaba siendo gobernado por sus instintos de apareamiento y agarró el extremo de
las esposas atándola a la cabecera de la cama.

Sus palabras aumentaron sus deseos, su necesidad de tenerlo elevándose. Ella


empujo las restricciones, sintiendo la resistencia. Seria suya para poseerla de la forma
que quisiese, que necesitase.

Brianna jadeó cuando su boca fue tomada, devorándola. Era un beso nacido
de la desesperación, una necesidad primaria y ardiente. Su boca se cerró sobre la de
ella, su lengua barriendo, en busca de la de ella.

Brianna abrió la boca, recibiéndolo. Sus lenguas acoplándose, entrelazadas y


batiéndose en duelo una contra la otra. Sus manos se extendieron por sus senos,
corriendo posesivamente sobre ellos. Sus dedos pellizcaron sus pezones, enviando un
66 choque a través de su sistema y empapando sus bragas.

Se aparto de su boca y comenzó a lamer sus senos. La boca de ambos


aguantándose, despertándola casi al clímax. Su lengua lamió cada centímetro de sus
senos como si él no quisiese dejar ninguna parte intacta, ninguna área que no
reclamada.

Sus manos se movieron por las curvas de su cuerpo hasta que llegaron a su
cadera. Él extendió la mano y rasgó su braga al frente, tirándola al suelo. Sus dedos
invadieron su calor húmedo de forma agresiva, y ella gimió por la invasión, amando
la sensación de sus dedos fuertes que recorrían su clítoris.

—Estas tan mojada. Para mí. Mía. Dime que es para mí —él exigió con voz
áspera.

Brianna lo miro, adorando la suya fiera de pasión y deseo. Él era fuerte, un


hombre impresionante, a pesar de toda su oscuridad e intensidad. O tal vez por causa
de eso. Su vampiro. Su compañero eterno.
—Sí, Ethan. Solo para ti —ella susurró, calmando a la bestia salvaje.

Brianna gritó cuando él enterró su cabeza entre sus muslos. Él obtuvo la


victoria y procedió a un ataque “sin tomar prisioneros”. Su lengua invadió sus
pliegues húmedos en una larga decadencia, destruyendo su control.

Ahogó un gemido cuando la lengua se arremolinó en espiral alrededor de su


clítoris. El bulto estaba hinchado y necesitado, rogando por su toque.

Ella arqueó la espalda, alcanzando su boca con las caderas. Necesitaba su


posesión total, necesitaba su lengua enviándola al borde.

Brianna se consumía en el placer erótico sin tener nada sentido, aparte de


Ethan.

—Por favor, Ethan., Por favor —ella declaró cuando sus caderas rodaron
violentamente, buscando el calor de su lengua.

67 Cuando la lengua de fuego se posó en su bulto hinchado, gimió. Él lamió y


mordió hasta que estaba salvaje y perdida, sin poder hacer nada, además de sentir.
Le tocó el cuerpo como un músico profesional, sabiendo exactamente cómo jugar.

Cuán duro... Cuán rápido... cuánto tiempo.

Brianna sintió el clímax acercándose con un estremecimiento. Comenzó en la


parte inferior del abdomen y la quemó hasta los dedos. Ella se corrió con un grito
que brotó de sus pulmones involuntariamente. Fue un grito que se extendió en un
gemido mientras Ethan la lamía, extendiendo el placer salvaje. Él lamió el líquido
que salió de ella en un frenético abandono, como si se tratara de su postre favorito.

Cuando Ethan se deslizó por su cuerpo sensualmente, Brianna se quedó sin


aliento. El cuerpo de Ethan se sentía como si estuviera en llamas. La cubrio, con la
piel ardiente y sus ojos feroces. Aquellos ojos ardientes la recorrieron mientras
enterraba la cabeza en su cuello con un gemido. Pensó que iba a morderla... pero no
lo hizo.

Podía sentir a Ethan jadeando, su aliento caliente golpeando su cuello


esporádicamente mientras tragaba aire.

—Te amo. —Se quedó sin aliento entre respiraciones entrecortadas—. Te amo
tanto que no lo puedo soportar.

Brianna se quedó inmóvil, aturdida por su revelación. El corazón le latía con


tanta fuerza que se quedó sin aliento. Él la amaba.

—Oh Ethan, yo también te amo. Con todo mi corazón. —Ella se derritió


cuando lo sintió estremecerse en su contra—. Tómame, Ethan. —Él la necesitaba y
solo quería ofrecerse—. Por favor.

Él arrastró sus labios desde el cuello hasta su boca, besándola con una
ferocidad que sería aterradora si tuviese alguna razón para temerle. Pero no estaba
asustada. Brianna encontró su abrazo, sus movimientos apasionados chocando unos
contra otros, fusionándose, intensificando su deseo.

68 Su boca caliente la dejó indefensa, incapaz de pensar en nada más que su


necesidad de él. Cuando hizo una pausa para recuperar el aliento, le rogó:

—Fóllame, Ethan te necesito, te necesito dentro de mí.

Podía sentir su polla, caliente, pesada y dura contra su muslo. Se retorció,


desesperada para que se uniera a ella.

Ethan tomó su boca otra vez mientras deslizaba su mano para agarrar su polla
hinchada. Él trajo su cabeza entre sus piernas, deslizando su cuerpo hinchado contra
su calor líquido.

Era grande, pero ella estaba preparada. No había nada de él no estuviera


dispuesto a aceptar. Se aparto de la boca de Ethan, su aliento saliendo de su cuerpo
mientras se deslizaba en su canal ardiente, agarró firmemente su polla con sus
paredes internas. Sintió que se extendía para aceptarlo, levantando sus caderas para
tomarlo por completo en su interior. La sensación era extraordinaria. Sus músculos
se tensaron y se relajaron contra su pene, acostumbrándose a la sensación del gran
falo. Ellos gimieron juntos cuando él se introdujo completamente.
—Estas tan apretada. Tengo que follarte. Hacerte mía —Ethan dijo cuando
comenzó a moverse.

—Soy tuya, Ethan. Toda tuya —susurró las palabras, sabiendo que lo
aliviarían.

El cuerpo de Brianna se encendió cuando él comenzó a acariciarla,


movimientos largos y duros que parecían quemarla en su núcleo.

—Te necesito, Brianna. —Su voz se quebró cuando se arrodilló, tirando de


sus piernas hasta sus hombros y agarrando sus caderas vigorosamente.

—Sí, Ethan, ¡Sí! —Sabía que estaba gritando... pero no le importaba. Bombeo
cada vez más fuerte y rápido volviéndola loca y llevándola al clímax, y Ethan con
ella. Necesitaban encontrar la liberación antes de incendiarse juntos.

La liberación era una fuerza impulsora que los tenso juntos, sus caderas

69 moviéndose para encontrarse con el aporreo de su polla. Su fuerza era increíble, pero
él era un vampiro y Brianna había bebido su sangre. Eso la hizo lo suficientemente
fuerte como para tomar su áspera pasión. Lo suficientemente fuerte como para
revolcarse con alegría en ella.

Ethan echó la cabeza hacia atrás, dejando escapar un sonido entre un gruñido
y un gemido. Su pierna estaba en su hombro y él volvió la cabeza y hundió sus
colmillos en su muslo. Aspiró con fuerza contra su piel, mientras golpeaba su polla
en su dolorido canal.

Su mordedura erótica la hizo volar en pedazos. El clímax de Brianna entró en


erupción con una fuerza e intensidad que sacudió su cuerpo. Fue una ola salvaje que
la llevo a estrellarse en un mar turbulento de felicidad erótica.

Sus espasmos agarraron la polla de Ethan, lo apretó y libero fuertemente. Una


y otra vez. Una y otra vez. Sintió que liberara sus dientes de su muslo para levantarse
y hundirse profundamente en su interior. Soltó un sonido profundo, reverberando
cuando se acabo, su polla explotando en contracciones rítmicas. Su liberación
caliente inundó profundamente su interior mientras ella dejaba escapar un gemido
torturado y aliviado.

Brianna sintió sus manos siendo liberadas, mientras que la empujaba


fuertemente en un abrazo. Se quedaron sin aliento juntos, tratando de recuperar la
conciencia.

Llevó su boca hacia su pecho, en el que había abierto una vena para que
bebiera. Se nutrió, junto con la esencia de Ethan, haciendo caso omiso de la prisa
sexual. No podía soportarlo más. Ella se alimento, simplemente disfrutando de la
intimidad. Cuando terminó, él levantó la mano y detuvo la hemorragia con un toque
de su dedo.

No estaba segura de cuánto tiempo estuvieron así, perdidos en la felicidad pos


clímax.

Ella levantó la cabeza del hombro de Ethan para mirarlo. Dios... él era un
hombre asombroso. Su apariencia robaba el aire. Era físicamente perfecto, pero ella
70 sabía que lo único que alcanzaba directamente su corazón era el hombre mismo. La
forma en que la miraba hacia que su corazón cantara. Su sonrisa hacia que su
corazón cantara y bailara como en un musical de Broadway. No dijo una palabra,
pero él estaba sonriendo.

Brianna movió su cabeza, capturando su sonrisa con la boca, sólo porque no


podía resistirse. Ethan era una tentación diabólica, especialmente cuando sonreía.

Brianna suspiró en el beso largo y pausado. No había visto mucho la sonrisa


de Ethan por el instinto de apareamiento, pero el hombre tenía un sentido del humor
que surgía de vez en cuando. Sólo podía imaginar lo que sería después del
apareamiento. Él se calmaría y perdería un poco la locura, porque su alma había sido
trasladada a él y encontraría su lugar de descanso.

De acuerdo... la mitad de su alma y la mitad de ella se convertirían en un alma


permanente. El apareamiento vampiro traía un nuevo significado al término “alma
gemela”.

Su boca abandonó a regañadientes la de Ethan y apoyó la cabeza en su


hombro.

Deseaba dar a Ethan su alma y poner fin a su tormento. No temía la


ceremonia de apareamiento. Si esto traería la paz a Ethan, ella lo abrazó.

Pronto. Me aseguraré de que eso suceda pronto.

Sus ojos se cerraron. Se dejó caer en el sueño, sabiendo que siempre estaría a
salvo en los brazos de Ethan.

71
Traducido por Vecina
Corregido por francatemartu

A l día siguiente, Ethan se encontraba en la sala masculina de preparación


para la ceremonia de apareamiento, que ocurriría esa noche.

La sede vampiro era un castillo de hace siglos en Europa. Estaba restaurado,


opulento y lujoso, con todas las comodidades modernas. Los vampiros podían ser
viejos, pero amaban el adelanto tecnológico que fueron viviendo. Probablemente
apreciaban los avances, sobre todo porque eran tan viejos. Ethan era lo
suficientemente viejo para recordar cómo era el saneamiento y las condiciones de
vida en el siglo XVI. Se estremeció. Quizás él prefiriese no recordarlo y estar
72 agradecido de estar viviendo ahora en el siglo XXI.

Él se había transportado a sí mismo y a Brianna a la sede en Europa desde los


EUA luego de cenar con su madre la noche pasada, llegando antes del amanecer por
causa de la diferencia horaria. Había caído en un sueño diurno, y no había visto a su
compañera desde entonces. El ritual para compañeros humanos era mucho más
complicado que para el macho vampiro. Ella estaría ocupada con la preparación,
hasta comenzar la ceremonia.

Actualmente, él estaba pasando el tiempo con sus tres hermanos y Adare, cuya
esposa, Kristin, que había pasado por esa experiencia hace algunos meses atrás, había
optado por ser una de las tres mujeres que asesoraban a Brianna.

—¡Mierda! ¿Será que esa agonía nunca termina? —Ethan murmuró para sí
mismo cuando la necesidad de ver a Brianna lo traspasó. La necesidad de poseerla
se estaba volviendo demasiado dolorosa y todavía le faltaban algunas horas.

Adare rió.

—Pronto, Ethan. Cree en mí… quédate tranquilo.


A pesar de todo, la felicidad de Adare era increíblemente irritante. El interior
de Ethan estaba tan desgajado, que no podía imaginar estar tan relajado y contento
como Adare parecía estarlo. Sin embargo, recordó del amor y el dolor de Adare
cuando estaba sufriendo por los instintos de apareamiento. Deseó haber sido más
amable.

—¿Y la posesividad, la locura… realmente se van? —Ethan le preguntó,


mostrando agonía en sus ojos.

Adare se encogió de hombros.

—Sí. No será tan doloroso después. La separación siempre lastima. La


ansiedad nunca para. La posesividad y la necesidad de protección siempre
permanecerán. Pero la necesidad de dominar se apaga un poco. —Él le dio a Ethan
una sonrisa maligna—. Además, podrás dejarla en la cima y controlar el momento.
Y notarás que es muy agradable.

73 —¿Qué? ¿No es agradable ahora? —Rory preguntó con curiosidad.

Ethan puso los ojos en blanco y cruzó una mirada cómplice con Adare.

Adare rió y comentó:

—Él no tiene idea.

—¿Estás seguro que no voy a lastimarla? —La ansiedad de Ethan estaba


consiguiendo lo mejor de él. Era el vampiro más viejo para pasar la ceremonia de
apareamiento y sentía miedo de todo. ¡Joder! Odiaba lo desconocido, especialmente
cuando era por el bienestar de su compañera.

—Puedo asegurar que ella estará dolorida cuando despierte, pero tú no la


lastimarás, Ethan. Ustedes son compañeros. Están unidos. Kristin me dijo que mis
necesidades eran también las suyas. Ella sintió un poco lo que yo sentí. Todo estará
bien. —Adare intentó tranquilizar a Ethan, dándole unas palmadas en la espalda.

Ethan no estaba totalmente tranquilo.


—Pero yo soy más viejo. ¡Maldición! No quiero estar descontrolado. Y no
quiero que nadie lo presencie. No quiero que nadie vea a mi compañera, excepto yo.

Adare suspiró.

—No te va a importar, una vez que el tiempo pase. Estarás desesperado por
poseerla. Realmente te gustará tener personas presenciando cuando la haces tuya. Es
difícil de explicar, pero es como una demarcación de territorio. Avisa a todos que no
se acerquen.

Ethan suspiró. La espera era lo peor. El tiempo parecía arrastrarse, cada


minuto parecían horas.

—Yo sólo quiero que sea mía.

Rory miró a Ethan con una expresión perpleja.

—Ella es tuya. Es tu compañera.


74
Adare y Ethan cruzaron otra mirada. Rory realmente estaba perdido. Todos
sus hermanos lo estaban. Había pasado mucho tiempo, desde que habían
experimentado cualquier deseo físico, y ninguno lo entenderían hasta que se
apareasen. Si eso sucedía.

Si existía justicia en este mundo… ellos encontrarían a sus compañeras.


Entonces Ethan podría atormentarlos, como ellos lo estaban haciendo con él.
Aunque, por ahora, no estaban torturándolo, se aseguraban de agregar combustible
al fuego siempre que les era posible. Estaba seguro que lo sabían, que si comenzaban
algo sería como tirar de la cola al tigre. Él estaba nervioso y hasta sus hermanos no
estaban dispuestos a torturarlo en ese momento.

—¿Cómo fue la cena con su madre? —Adare preguntó, intentando distraer a


Ethan.

Ethan puso los ojos en blanco.

—Brianna insistió en llevar a mis hermanos. Ellos comieron como si fuera un


evento Olímpico competitivo. No estoy seguro quien ganó, pero no sobró ni un
pedazo de comida en la mesa.

—Hey… a ella le caímos bien. Dijo que ama los hombres con apetito
saludable —Nathan protestó—. Ella quedó encantada. ¿Cómo podría no estarlo? —
El ego nunca fue un problema con Nathan. El suyo era tan grande como el sistema
solar. Pero era verdad que sus hermanos habían sido encantadores y la madre de
Brianna no tenía nada que decir ellos, solo cosas agradables.

Ethan se giró para hablar con Adare.

—Ella es una mujer muy linda. Nos agradó a los cuatro.

Liam comentó con calma.

—Rico, encantador y lindo como Ethan. No hay nada que no le guste.

Ethan frunció el ceño.


75
—Tal vez sea por el hecho que soy un vampiro y estoy listo para hacer de su
hija mi compañera eterna. No estoy seguro de como ella se sentiría sobre este
pequeño asunto.

—Creo que no fue invitada a la ceremonia como testigo. —Nathan levantó


una ceja, mirando a Ethan con una sonrisa burlona.

Ethan le mostró el dedo medio. Nathan sabía que la madre de Brianna no


sabía la verdad. Ellos estaban planeando una ceremonia de casamiento para casarse
en la tradición humana.

A Ethan no le importaba tener un casamiento, además del apareamiento.


Tendría a Brianna luciendo el mejor anillo que pudiera encontrar adecuado a su gusto
simple y elegante. Estaba descubriendo que cualquier cosa que la marcase como suya
lo dejaba extasiado.

—Ya le he dicho a Brianna que sería más que feliz que fueran mis padrinos de
casamiento. —Ethna informó a su hermano perversamente—. Ella tiene una
madrina y dos damas de honor, por eso funciona perfectamente.

Ethan sonrió, dándoles una mirada divertida, cuando los rostros de sus
hermanos registraron horror y consternación.

Ninguno estaba riendo ahora.

—¿Cuándo será? Creo que ya tengo planes —Nathan se quejó.

—Yo también —Rory agregó.

—Y yo —Liam dijo suavemente.

—Oh, no. Si no pueden hacer eso… deberán explicarle a Brianna por qué no
pueden asistir a uno de los días más importantes de su vida. Yo no lo voy a hacer. —
Ethan sonrió cuando todos fruncieron su frente. Sus hermanos realmente adoraban
a Brianna y de alguna manera, ella podría convencerlos de hacer lo que deseaba. Eso
calmó un poco su infierno. Les gustara o no, sabía que todos estarían allí.
76
Podría haber algunas trabas a lo largo del camino para la integración de sus
familias, pero eso no sería difícil.

Brianna tenía una vida humana y familia. Él respetaba eso. Aunque se


convertiría en la compañera de un vampiro luego de la ceremonia, nunca sería
completamente vampiro. Ella precisará sangre y tendrá que evitar el sol, pero no
tendrá magia. Cualquier envejecimiento se frenará y tendrá mayor fuerza, pero estará
entre dos mundos. Será más vampiro que humano, pero como fue criada como una
humana no se esperaba que olvidara todo eso.

Ethan se sobresalto cuando un golpe firme en la puerta lo sacó de sus


pensamientos.

—Es la hora, Ethan. —Adare le informó en voz baja.

Todos sus hermanos le dieron una palmada en la espalda. Ellos se estaban


yendo. Brianna podría adorarlos, pero realmente no quería que estuvieran presentes.
Ella había venido a cuidar de ellos como de una familia e insistió que prefería tener
extraños en este ritual de apareamiento, verdaderamente no quería que sus futuros
cuñados la vieran desnuda.

Adare también se estaba yenfo. Ahora que estaba apareado, no podía asistir a
las ceremonias. Kristin y él salieron tan pronto como ella terminó sus deberes como
asistente.

Sus hermanos desaparecieron. Adare estaba a su lado, listo para acompañarlo


a la cámara de apareamiento. Este esperaría a su compañera Kristin fuera y se
marcharían juntos.

Ethan intentó controlarse, pero cuanto más cerca estaba de la cámara de


apareamiento, su control parecía escaparse más. Estaba listo para comenzar el
antiguo ritual vampiro y la magia parecía envolver la ceremonia.

Adare abrió la puerta y le hizo una señal para que entrase, se detuvo y dejó
que Ethan continuara solo.
77
Cuando entró en la cámara, sintió una poderosa ola de magia, pero no estaba
viniendo de él. Esta era magia antigua, fuerte y poderosa.

Su ropa desapareció y de pronto fue vestido con apenas un pedazo de cuero


para cubrir su pene, asegurado en su lugar, con solo algunas cuerdas. Su miembro ya
estaba protestando, intentando reventar las costuras.

Su piel brillaba con los antiguos aceites de apareamiento.

Podía sentir la magia girando a su alrededor, aumentando su excitación a una


necesidad salvaje. Apenas podía imaginar lo que sucedería cuando tocaran sus
marcas y las antiguas palabras fueran pronunciadas.

Apretó sus dientes, intentando no perder el control por completo, mientras


esperaba que su compañera llegara.
Traducido por Noebearomero
Corregido por Liraz

B rianna se acercó a la cámara de apareamiento con dos mujeres delante


y Kristin junto a ella. Kristin se había apareado recientemente y
Brianna apreció el hecho de que acabara de pasar lo que ella debía
pasar ahora. La ayudó a calmar un poco los nervios.

Brianna no tenía miedo. Infierno... había estado cerca de la muerte en el


momento en que Ethan había entrado en su vida. Ahora estaba preparada para
vivirlo. Ella tenía una vida gloriosa con Ethan a su lado.

Estaba vestida con lo tradicional, un íntegro y transparente vestido hasta los


78 tobillos, que arrastraba tras ella mientras caminaba por el pasillo estrecho. Eligió un
rojo escarlata que hacía juego con su estado de ánimo actual. Su pelo había crecido
rápidamente restaurado a su longitud normal y le llegaba hasta los hombros.
Brianna se había bañado en aceites exóticos y sensuales. Su piel estaba suave por el
aceite fragante que se había aplicado después del baño.

Todas las mujeres se detuvieron en la puerta de la cámara de apareamiento y


Kristin empujó el ornamento de la pesada puerta para abrirla, moviéndose a un lado
para dejar que Brianna entrara.

Brianna se detuvo, sus ojos barrieron la habitación. Ethan estaba en la


plataforma frente a una enorme cama levantada. La cama estaba cubierta de seda
negra, unos almohadones de seda negra esparcidos sobre la superficie.

Brianna sonrió. La cámara de preparación fue la elección de Ethan. Ella pensó


que estaba en una especie de humor «oscuro» hoy.

Cuando Brianna entró en la habitación, percibió que era cómo Kristin la había
descrito.
Una pequeña sala circular con ventanas oscuras alrededor de las paredes. Eran
para los observadores. Testigos. Todo estaba iluminado con velas que se colocaron
en una cornisa que rodeaba las ventanas. Ella estaba adivinando que los testigos
tendrían un infierno de una buena vista.

Ella miró a Ethan. Los ojos de él estaban casi completamente negros e


intensos. Quería hablarle telepáticamente, pero no lo hizo. Sabía que sólo empeoraría
las cosas para él, cuando oyera su voz y aún no podría tocarla.

Brianna podía sentir las vibraciones eléctricas en la habitación que levantaron


su pelo cómo si soplara viento.

Es magia antigua, Brianna. Nunca he oído hablar de que eso ocurriera antes.
Es probablemente debido a mi edad. Pero no es malo. No tengas miedo.

Ella oyó a Ethan comenzar a gruñir en su mente, sorprendida de que él aún


pudiera usar su magia por así decirlo. Podía sentir su necesidad y su cuerpo
79 respondió. Su cuerpo se estremeció cuando fue invadido con sus instintos de
apareamiento. Quería ponerlo en las sábanas negras y saciar a aquel vampiro de
todos modos él quisiese.

Ella asintió a Ethan, sin apartar los ojos de él, para que supiese que lo
entendía.

—Desnúdala —ordenó Ethan, con voz baja y dominante.

Kristin se acercó, frunciendo el ceño cuando vio que todo se estaba moviendo.
El vestido se arremolinaba y el pelo de Brianna fluía, cómo si el viento lo llevara.

Kristin vaciló, perpleja.

—Está bien, Kristin. Hazlo —le susurró ella en voz baja.

Kristin llevó las manos a los lazos del vestido de Brianna.

—¿Estás de acuerdo en aparearte con Ethan Hale?


—Sí —respondió Brianna, con los ojos ardiendo sobre Ethan.

Kristin lanzó su vestido y este brilló en el suelo. Lo recogió y lo puso sobre su


brazo.

—Déjanos. —Ethan sofocó la demanda.

Kristin salió, el vestido de Brianna todavía flotando en su brazo. Tomó la


puerta y la cerró detrás de ella.

El fuerte chasquido de la cerradura debería haber sonado amenazador, pero


Brianna se sentía alegre. Ella finalmente se aparearía con Ethan.

—Ven a mí. —Ethan instruyó, dejando de mirar los ojos de Brianna para
escanear su cuerpo en su totalidad con hambre y deseo.

Brianna respondió con entusiasmo, subiendo los pocos escalones para ponerse
delante de Ethan en la elevada cama.
80
Ethan no la tocó, pero sus ojos ardían sobre su cuerpo desnudo cuando él
comenzó a recitar las palabras rituales de la unión en su lengua materna. Ella no
entendía pero le encantó el flujo lírico de la lengua antigua, sílabas que subían y
bajaban.

Cuando la última palabra desapareció de la lengua de Ethan, él bajó su brazo


hacia su cadera, hacia sus marcas. Ella podía ver su brazo tembloroso, mucho antes
de juntarse las marcas y apretarlas con firmeza.

El cuerpo de Brianna se sacudió. Ethan la agarró por la cintura con el otro


brazo, mientras que las llamas quemaban por todo su cuerpo, incinerándola
internamente. Era extremadamente doloroso... pero erótico. Ella cerró los ojos y se
inclinó contra Ethan en busca de sostén, su cuerpo quemándola al contacto.

Ella descansó de esa manera, hasta que el alma de Ethan se libero de la de ella
y se separaron, su propia alma entonces se desgarró y se fundió con la mitad de
Ethan. Sus marcas unidas seguían ardiendo, el alma completa de Ethan, entro en él
a través de las marcas siamesas, un alma que era la mitad de ella, la mitad de él, pero
más completa.

El alma recién acoplada de Brianna se estableció rápidamente, encontrando


su antiguo lugar de descanso. Ella todavía estaba caliente, pero el calor era ahora
completamente sexual. Necesitaba a su compañero.

El alma de Ethan no podía fijarse tan fácilmente. Nunca había tenido un alma
antes y vagó por su cuerpo inquieto, en busca de un lugar de descanso.

Ella vio que sus ojos se volvían rojos, brillando con un resplandor demoníaco.
La magia girando alrededor de ambos, ardiendo cómo una llama azul.
La necesidad y el deseo de Ethan se apoderaron de Brianna, agarrándole el estómago,
como si estuviese experimentando los sentimientos por sí misma.

Tengo que saciarlo. Tengo que quitarle su angustiosa necesidad de poseer.


Necesito su posesión cómo él necesita poseerme. Tengo que ayudarle a establecer su
alma errante.
81
—Libera mi pene, Brianna. ¡Ahora! —La dura voz de barítono la quebró.

Sus necesidades eran salvajes y ella se agachó y comenzó a desatar las correas
de cuero, tirando el miembro libre de su encierro. Lo tenía en sus manos, rígido e
hinchado. Lo envolvió con sus manos, acariciando su larga y sedosa dureza.

Ethan la agarró de la muñeca, impidiéndole tocarlo. Envolvió sus brazos


alrededor de ella con un apretón casi sofocante y reclamó su boca en un cálido
abrazo. Era un beso de propiedad, una marca. Áspera y dura. Ella envolvió sus brazos
alrededor de su cuello, encontrando su lengua y conquistándola con la suya. Recorrió
cada centímetro de su boca y su lengua con la suya, afirmándola. Entonces él la tomó
y la puso en el centro de la cama cubierta de seda.

Él estaba sobre ella antes de que tuviera la oportunidad de tomar un respiro.


Él le ató las manos a la cabecera de la cama con las tiras colgantes. Ató sus piernas,
haciéndolas separar con las tiras en ambos lados del pie de la cama. Tenían un poco
de holgura, pero muy poco. Ella estaba completamente indefensa, abierta a sus
deseos.
Él rodeó la cama, con los ojos rojos y brillantes quemando a través de su
cuerpo.

—Mía. Mía. Mía. —Él gemía, como si le fuera muy difícil hablar, pero ella le
entendió.

Él parecía encontrar cierta satisfacción sólo mirándola sabiendo que era suya,
para satisfacer lo que quisiese.

—Tuya, Ethan. Toda tuya. —Ella susurró en voz baja, sin aliento, por sus
propios deseos. Tiró de las tiras que la sujetaban, amando la sensación de estar
contenida para su placer.

Su vagina estaba empapada y podía sentir las gotas que corrían por sus muslos.
Ella se retorció en sus ataduras, desesperada por que él la poseyese.

—Por favor, Ethan. Te necesito.

82 Él se movió entre sus piernas, poniéndole una almohada debajo de las caderas.

—Tengo que hacerte gozar. —Gruñó.

—Oh, Dios, sí. Hazlo, Ethan. Necesito eso. —Ella se retorcía contra sus
ataduras.

Su cuerpo estaba en llamas. Estaba consumida por el calor, lista para la


combustión.

Él atacó entre sus piernas, lamiendo los jugos de sus muslos y pasando la
lengua en su vagina vulnerable. Podía oír el sonido de su lengua lamiendo en la
abertura húmeda. Ella gritó cuando su lengua lamió su rígido clítoris, con un
movimiento rápido y duro en la yema hinchada.

Sus dedos fueron a su canal, el índice y el dedo medio enterrados en la


abertura.

—Oh, Ethan. Sí. Sí. Sí. —Ella estaba fuera de control, consumida por la
necesidad de llegar al orgasmo.

—Goza para mí. —Gruñó en su vagina, sin parar en su acción implacable


contra su clítoris, los dedos bombeaban, con fuerza y profundamente en su canal
resbaladizo y caliente.

Cómo si respondiera a su mando, su estómago se endureció, apretándose con


espasmos que se propagaban directamente a su núcleo. Si no hubiera estado
contenida, ella probablemente se hubiera enroscado en el clímax. Todo su cuerpo se
estremeció con la fuerza que sacudió su cuerpo cómo una muñeca de trapo. Cayó
sobre el borde, volando sobre una gran explosión.

Ella tiraba sus ataduras mientras cabalgaba las olas que la golpeaban sin
descanso. Ethan no paraba, continuaba su ataque mientras ella se retorcía y se
quemaba. Él era un hombre poseído y no estaba satisfecho con su largo, explosivo
orgasmo.

83 Giró su cuerpo y de pronto su enorme verga estaba en su rostro.

—Tómalo en tu boca.

Oh, sí. Ella abrió su boca cuando él bajó su enorme miembro, húmedo y
ansioso. Sus labios se cerraron cómo mejor pudieron en torno al pene gigantesco e
hinchado. Podía sentirlo gemir en su pubis mientras sus caderas comenzaron a
bombear, follando su boca.

Él estaba montando su boca con dureza, empujando su pene en su garganta.


Apenas podía respirar, pero le dio la bienvenida a sus gemidos torturados mientras
trataba de tragarlo.

Él trabajaba cómo un hombre loco. Sus manos se apoderaron de sus muslos


y la extendieron lo más posible. Él todavía sacudía su clítoris con calientes lamidas
húmedas, invadió su apertura con un dedo extra, mojándolo con tres dedos grandes.
Ella se sacudió cuando sintió la plenitud y gimió alrededor de su polla mientras él
seguía lamiendo con golpes furiosos.
Ethan deslizó la otra mano a través de sus pliegues húmedos, empapándose
los dedos.

Deslizó la humedad sobre el ano, mojándolo con su propia crema.

—Mío. Mío. Mío. —Ella exclamaba jadeante.

Su pene ahora latía en su boca, golpeando la parte posterior de su garganta.


Ella estaba en un trance inducido de pasión y no le importaba. Quería que el liberase
su pasión para ella. Presionó con su boca y sacó la lengua con fuerza contra el
miembro sedoso.

Lo sintió deslizar su dedo mojado en su culo virgen. Era estrecho y dolía, pero
el placer erótico se sobrepuso al dolor. Él la estaba follándola desde todos los ángulos.
Cada movimiento estaba en sincronía. Las lamidas de su lengua, sus tres dedos
agresivos en su canal y un rápido y furioso bombeo en su culo.

84 Era demasiado... mucho... muy rápido... demasiadas emociones. Su cuerpo


estaba sobrecargado de sensaciones eróticas.

Sintió el remolino de magia a su alrededor con la fuerza de un gran vendaval.

Entonces él se tensó. Su clímax se apoderó de su cuerpo cómo nunca antes.


Ella gimió alrededor de la polla de Ethan cuando se corrió en su boca.

Lo sintió tensarse cuando vació su violenta liberación en la parte posterior de


su garganta. Fluyo con tanta fuerza que ella no lo probó. Él salió a borbotones en el
fondo de su garganta con fuertes espasmos, llevándolo a gruñir en su vagina
palpitante. Tenía el aspecto de un animal salvaje.

Y ella se sentía cómo una leona enjaulada.

Sus uñas se apretaron en sus palmas, sacándole sangre, mientras su orgasmo


continuaba atacando su cuerpo. Luchó contra sus ataduras cuando Ethan continuó
golpeándola desde todos los ángulos.

Demasiado... era mucho.


Él sacó su pene de su boca y ella gritó, llorando su nombre una y otra vez.
Estaba completamente deshecha.

No más... más... no más... ¿cuánto podría tomar?

Justo cuando estaba segura de que iba a perder la cabeza, Ethan se volvió y la
cubrió.

Sus cuerpos se deslizaron juntos, ambos manchados de sudor y aceites. Ella


miro sus ojos vidriosos de pasión, que todavía eran de color rojo brillante.
Estaba exhausta y cansada, pero su cuerpo todavía ansiaba su posesión.

—Mía. —Él jadeó cuando llevó su boca a la de ella. Sus manos se deslizaron
sobre sus senos mientras su lengua capturaba la de ella. Sus esencias fluían juntas
cuando su lengua encontró la suya. Los fluidos de sus orgasmos combinados hacían
un sabor único que era un afrodisíaco para ambos.

85 El deseo de Brianna fue instantáneamente renovado. Ethan no estaba muerto.


Ella sentí su polla, caliente y dura contra su muslo.

Sus manos trabajaban sus pechos con la cantidad justa de dolor y placer,
acariciando los pezones con pasión erótica.

—Tengo que follarte, Brianna. Necesito mi polla enterrada profundamente


dentro de ti. —Él respiró en su oído, su aliento golpeando el costado del cuello con
fuerza, mientras apartaba su boca de la de ella.

Las palabras atravesaron su necesidad.

—Sí, Ethan. Tómame. —Estaba casi ahogándose en sus propias palabras, su


necesidad de tenerlo en su interior dejándola sin aliento.

—Todo el mundo nos va a ver juntos. Tengo que tomarte con fuerza, para
hacerles saber que eres mía.

Una mano salió de su pecho deslizándose hacia abajo y agarrando su verga


henchida. Deslizó su cabeza sobre su clítoris, haciéndola gemir al frotar el
hipersensible botón. Todo su cuerpo se sentía abrumado eróticamente, sus sentidos
sobrecargados.

Las imágenes eróticas flotaban en su mente, provocadas por el conocimiento


de que muchos estaban viendo que Ethan la reclamaba. Ella quería que él tomara
posesión de su cuerpo. Verlo reclamándola.

—Sí, Ethan. Hazme tuya. —Su respiración era difícil y estaba ciega de deseo.

Puso la cabeza de su polla contra su dolorida abertura y empujó, enterrándose


totalmente dentro de ella. Ambos gimieron, sus cuerpos fusionados felices.

Ethan no comenzó lentamente. La tomo cómo un hombre deshecho,


acariciando rápido y furiosamente.

Sus cuerpos se deslizaban juntos, su piel ardiendo, el aceite y el sudor hacían


que sus movimientos se deslizaran eróticamente. Ethan le agarró las nalgas y trajo

86 sus caderas hacia arriba para golpearla contra sus movimientos vigorosos.
Estaba indefensa, completamente perdida en su posesión. Su cabeza se agitaba, con
las manos encrespadas en un apretón fuerte contra sus palmas y tiras.

—Eres mía, Brianna. Mía. Siempre mía. —Ethan jadeaba contra su cuello.
Ella podía sentir su locura, su deseo de conducirlos a fusionarse completamente.

Su cuerpo latía en ella, su polla enterrada por completo con cada golpe duro.
Más rápido... más fuerte... más rápido. Sus caderas estaban empujando duro,
atrayéndola a su encuentro. Se encontraron con tal fuerza que toda la unión era un
golpe apretado de piel contra piel.

Ethan inclinó la cabeza y se enterró en su cuello, hundiendo sus colmillos en


su suave piel. Sintió un destello de dolor antes de que la inundaran sensaciones
eróticas y sensuales.

Aunque ya sabía que iba a suceder, la erupción de sus colmillos en las encías,
la asustó. Esto le provocó un hambre feroz por Ethan y enterró sus colmillos recién
surgidos en su hombro, con un golpe casi violento.
Ethan se sacudió, pero ella sabía que no era de dolor. Estaba abrumado con
los mismos sentimientos que ella estaba experimentando, el dibujo de la
embriagadora esencia de ambos. Era carnal, salvaje y continuaron alimentándose
vorazmente mientras luchaban para llegar al clímax.

Cuando retrajeron sus dientes, se habían perdido por completo. Ethan detuvo
su sangrado con un golpe de su dedo. Le llevó un momento recordar parar el suyo.
Ella lamió las gotas que habían escapado.

Brianna estaba tonta, sin sentido. Sabía que su clímax se acercaba, construido
con intensidad, la sensación le apretaba en su intestino y le decía que iba a golpearla
violentamente.

La golpeó con tales espasmos profundos que ella trató de arquear la espalda.
Echó la cabeza hacia atrás y gritó mientras la sacudía.

—Ethan. ¡Oh Dios Ethan!


87
Él arqueo su espalda, fuerte y duro, y cuando se enterró profundamente fue
alcanzado por las contracciones de sus paredes. Sus espasmos envolviendo su polla,
contrayéndolo y soltando, lo que lo forzó al orgasmo.

—Mía. —Él gruñó y gimió cuando se corrió furiosamente en sus


profundidades calientes.

Ella se estaba ahogando en el placer, casi paralizada por el latido de su cuerpo.


A la más ligera presión, su cuerpo se estremecía y se sentía como si estuviese
flotando.

Sintió que su cuerpo se relajaba cuando Ethan la soltó de sus amarras. Tomó
a Brianna en sus brazos, acunándola.

Su alma se había asentado y había encontrado su lugar.

Ellos se estremecieron juntos mientras se abrazaban con fuerza. Ethan la


levantó, mirándola ansiosamente. Le tomó las manos entre las suyas y pasó los dedos
por los perforaciones sangrantes que había causado con las uñas. Cuando terminó,
ella puso sus brazos alrededor de su espalda.

—Termino. —Ethan jadeó aliviado.

—Fue increíble. —Murmuró ella desgastada y agotada.

Su vampiro sonrió y su corazón se derritió.

—Eres mía para siempre.

Ella le dio una sonrisa débil, exhausta.

—Sabes... eso debería ser terrible... pero no lo es.

—Mi valiente compañera. —Le besó la parte superior de la cabeza.

Sus sentidos regresaron, ella miró alrededor de la habitación.

—La magia se ha ido. —La magia que había sentido en toda la habitación
88 había desaparecido, dejando apenas una apacible paz.

Ethan sonrió maliciosamente.

—Mi amor, la magia acaba de comenzar.

Ella sabía exactamente lo que él quería decir y sin más sonrió. Nunca podría
resistirse a esa sonrisa traviesa.

—Creo que tienes razón. —Ella bajó la cabeza y le dio un beso cariñoso.

Ethan arregló las almohadas y se recostaron, acercándola a él con la cara


enterrada en su pelo.

La cubrió con una manta, que conjuró con su propia magia.

Ambos cayeron exhaustos en un sueño, profundamente contentos al saber que


eran compañeros finalmente, que habían encontrado su verdadero hogar por la
eternidad.
Traducido por lizels
Corregido por Liraz

F ue, naturalmente, una boda nocturna, y fue espectacular. Ethan volvió el


momento un cuento de hadas que cumplía todos los sueños que una
mujer podría tener sobre la boda perfecta.

La novia estaba radiante en marfil y encaje. Caminó por el pasillo entre


botones de rosa propagados en una enorme catedral que albergaba todos sus amigos,
parientes y la mitad de la población vampiro.

La felicidad de la novia y el novio y su obvio amor uno al otro hacia suspirar


a cada invitado.
89
Las damas de honor estaban listas en sus vestidos azul pálido, decorados con
toques rosa.

Los hermanos Hale estaban allí, para su asombro, resplandecían en sus trajes
negros que combinaban con el novio. Nadie se dio cuenta, lo mucho que los atraían
los cuellos del equipo adyacente, de vez en cuando o que no parecían totalmente
cómodos.

Ellos, sin embargo, disfrutaron de la recepción. Mientras los seres humanos y


vampiros se mezclaban y reían, los hermanos Hale limpiaban las mesas de comida.

Ethan había ordenado un montón de comida sabiendo que sus hermanos


comerían por lo menos la mitad.

También pidió una torta extra. Una para sus hermanos… otra para el resto de
los invitados.

Para alegría de Brianna, su dama de honor y mejor amiga Callie tomó el ramo.
Rory capturo la liga roja, a pesar que ni siquiera lo estaba intentando. Parecía gravitar
hacia él y de alguna forma, quedo atrapada en un botón de su chaqueta. Él se la
tendió cómo si fuera una cobra venenosa.

Brianna y Ethan se sonreían mientras observaban la reacción de él. Brianna


le dio a Ethan una mirada curiosa cuando su sonrisa se volvió mala y deshonesta.

Ethan continuó mirando a su hermano y la liga roja de Rory cuando murmuro


para sí mismo en un susurro pecaminoso:

—Ah… espero que sí, hermano… realmente espero que sí.

Brianna tomó los pensamientos tortuosos de su nuevo esposo y lo golpeó en


el hombro.

—Ethan… eres terrible. Realmente quiero que todos tus hermanos encuentren
sus compañeras.

Él le dio una expresión inocente cuando respondió.


90
—Ah… yo también, amor. No tienes idea de cuánto estoy esperando eso.

Y él realmente lo esperaba en más de una forma. Amaba a sus hermanos


incluso si lo irritaban como el infierno. No los quería miserables… bueno no mucho.

Más venganza realmente seria un infierno.

Su esposa le dio una mirada exasperada y él sonrió hacia ella. Brianna no


podía evitar devolverle la sonrisa. Ethan sonreía tan frecuentemente en estos días y
todavía hacia su corazón palpitar. Probablemente siempre lo haría.

Aunque los hermanos Hale en su mayoría eran buenos… cada uno de ellos
tenían un poco de diablo.

Brianna suspiró. Su esposo era probablemente más que solo un poco perverso.

Ethan la atrapó en un abrazo caluroso y cuando bajo sus labios a los de ella le
dijo en voz baja:
—A veces te gustan mis malos hábitos, esposa.

Cuando sus labios encontraron los de ella Brianna admitió para sí misma que
probablemente lo hacía.

En realidad, ella disfrutaría mucho durante toda la noche de bodas… y más


allá.

91
Serie Vampire Coalition
2 - La compañera de Rory
Callie Marks nunca imagino que cuando
atrapó el ramo en la boda de su mejor
amiga... también se encontraría con su
destino en el mismo lugar. Rory Hale era
el hombre más lindo y dulce que había
conocido nunca. Él era tambien el más
inalcanzable. Espléndido, rico e
inteligente, Rory nunca se interesaría en
ella. Nunca elegiría a una mujer
regordeta, aburrida y chef que sufrió
92 rechazos en su pasado. ¿Quién querría a
una niña abandonada que nunca supo
quienes eran sus padres? Poco sabía ella...
él estaba muy interesado. Por desgracia,
él también era un vampiro gobernado por
el destino en el departamento de
apareamiento. Su compañera no sería de
su elección.

A Rory Hale le había gustado Callie


Marks desde que la había conocido en la
boda de su hermano. Aunque no podía
sentir deseo por nadie, excepto por su verdadera compañera, él y Callie tenían una
conexión. Se hicieron cautelosamente amigos y él deseaba poder ofrecerle más.
Debajo de su exterior seguro, Rory tenía sus propias inseguridades, pero Callie
parecía pensar que era especial. Su corazón decía "sí"... pero su cuerpo no le
respondía.

¡Hasta que la tocó y descubrió que ella era su compañera!

Rory estaba siendo maltratado por sus instintos de apareamiento y su necesidad de


poseer y dominar a Callie. ¿Podría Callie omitir quién era él realmente y lo que
significaba ser la compañera de un vampiro? La guardiana de su alma. Rory está
decidido a convencerla... ¡de cualquier manera posible!
J.S. Scott es una reconocida autora de romance
erótico del New York Times y EUA. Es una
lectora ávida de todo tipo de libros y literatura.
Escribiendo lo que le gusta leer, J. S. Scott
escribe historias de romance erótico
contemporáneo y romances eróticos
paranormales. Ellos casi siempre cuentan con un
macho alfa y tienen un "felices para siempre",
¡porque simplemente, parece que no puede
escribirlas de otra manera! Ella vive con su
esposo en las pintorescas Montañas Rocosas de
Colorado.

Soy representada por Michelle Johnson, de


Inklings Literary Agency (Agencia Literaria
Inklings)
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jsscott_author@hotmail.com
Traducido, corregido y diseñado en...

94

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