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Plan de formación: El camino que debe ser trazado en cuanto a formación, para la asignación de
recursos y el logro de los objetivos estratégicos.
Una organización que aprende, es una organización que está sembrando su permanencia en el
tiempo. Es importante que se señalen los objetivos desde la alta dirección. ¿Para dónde se dirigen
todos los esfuerzos de la capacitación? Diferentes autores señalan el término Desarrollo de
Recursos Humanos, DRH, para enmarcar todos los esfuerzos que se generan para que el equipo
humano de todos los niveles alcance las metas, tanto del negocio, como las personales.
Por DRH se entiende un esfuerzo continuo y planeado de la alta dirección para mejorar los niveles
de competencia de los empleados y por ende, elevar el desempeño organizacional por medio de
programas de capacitación y desarrollo. Las organizaciones de este siglo compiten por el
posicionamiento, mejores ingresos, menores costos, mejores clientes y mayor capacidad de sus
trabajadores. Esto se logra, en gran medida, adquiriendo mejores prácticas por la vía del
aprendizaje y mejorando la calidad de los productos y servicios para incrementar su productividad.
Para lograrlo, se establece un diagnóstico de necesidades de formación que debe contener todos
los requerimientos de la organización en todos sus niveles. En ese orden de ideas, el análisis debe
ser un proceso sistemático y ordenado que permita sustentar un plan robusto y objetivo para que
la organización alcance sus metas estratégicas y a la vez, cumpla con las expectativas de sus
colaboradores.
Prevenir la obsolescencia.
Educación, por otra parte, es un proceso continuo que se inicia desde la infancia y transcurre a lo
largo de la vida del individuo. Requiere de un sistema formal de enseñanza o aprendizaje, el cual, al
ser culminado, conduce a título que habilita a quien lo cursa como una persona apta en un área
específica del conocimiento (Contador, Abogado, Bachiller, Tecnólogo, entre otros títulos obtenidos)
Para lograrlo el interesado debe estar registrado en una institución de índole formal, acreditada
como tal por el ente competente en cada país para generar tales cursos o programas de formación.
Sin embargo, algunos autores homologan el término capacitación con el de formación y desarrollo.
Niveles de análisis de la información --En esta etapa del proceso,(Chiavenato,I. 1999.PP. 562 a
567), menciona tres niveles en los que se debe hacer el análisis para el entrenamiento:
Análisis de la organización total: sistema organizacional.
Análisis de los recursos humanos: sistemas de entrenamiento.
Análisis de las operaciones y tareas: sistema de adquisición de habilidades.
Se refiere a los objetivos trazados por la entidad a largo plazo, que conforman una filosofía de la
formación. El autor se refiere en este sentido al estudio detallado de la Misión, Visión y Valores, sus
recursos, la distribución de estos en la consecución de los Objetivos Estratégicos, así como el
estudio del ambiente socioeconómico y tecnológico.
Este análisis orienta la pregunta ¿Qué debe enseñarse en términos de un plan de formación para
establecer la filosofía para toda la organización?
La respuesta permite ver en qué puntos se debe hacer énfasis. En este sentido se deberán estudiar
todos los factores que intervienen en la formación: planes, fuerza laboral, eficiencia organizacional,
clima, cultura y otros, que orientarán el plan de formación. De esta forma se podrán establecer las
prioridades y recursos para colmar tal expectativa.
Podemos decir que de este nivel surge la Política General del plan de formación, ya que se
estructura a qué debe responder y cómo se verá revertida la inversión hecha en la sostenibilidad de
la organización y en su capital humano. En la medida en que la organización crece, sus necesidades
de formación cambian y se deberá responder a ellas con nuevas habilidades, conocimientos y
actitudes.
En este nivel se busca identificar si las personas tienen las competencias técnicas (de conocimiento
específico para el cargo) y personales (habilidades blandas para gestionar el cargo) para llevar a
cabo las actividades actuales y futuras de la organización. Visto de otro modo, las personas son
gestores de conocimiento.
Analizar estos aspectos, permitirá a la organización cerrar las brechas entre lo que las personas hoy
son capaces de ofrecer y lo que deben dar en el escenario competitivo, dentro de un periodo
definido y con unos recursos previstos.
En este nivel se analizan los requisitos (Descripción y perfil del cargo) que pide la posición (cargo)
para ser gestionada de forma exitosa. Este análisis servirá para determinar las habilidades,
conocimientos, actitudes, aptitudes y experiencia, necesarios para desempeñarse en un cargo.
Este análisis nos permite identificar las brechas que hay entre las cualidades y capacidades de las
personas y los requerimientos del cargo, que se pueden complementar con un proceso de formación
o entrenamiento.
Hay dos preguntas esenciales que se deben formular los líderes de gestión humana: ¿Cuáles son
nuestras necesidades de capacitación? y ¿Qué deseamos lograr por medio de nuestros esfuerzos
en el DRH?
Los objetivos pueden ser muy estrechos si están limitados a la capacidad de supervisión del gerente.
O pueden ser lo suficientemente amplios para incluir la capacidad de todos los supervisores de línea
y las demás fuentes revisadas (evaluación de desempeño, metas estratégicas del negocio, cambios
en tareas, entre otros). Saber lo que la organización necesita requiere de un estudio serio y
confiable, liderado por el área de Gestión del Talento Humano, haciendo uso de diferentes métodos
y técnicas.
(Chiavenato, I.1999, p. 567) dice al respecto: “El inventario de necesidades de entrenamiento es una
responsabilidad de línea y una función de staff: corresponde al administrador de línea detectar los
problemas provocados por la carencia de entrenamiento. A él le competen todas las decisiones
referentes al entrenamiento, bien sea que utilice o no, los servicios de asesoría prestados por
especialistas en entrenamiento”.
Además se deben tener en cuenta las necesidades futuras, por esto es indispensable que Gestión
del Talento Humano esté alineada con la estrategia del negocio, de tal forma que pueda anticipar los
nuevos entrenamientos para dar respuesta a nuevas necesidades tanto de productos como de
servicios. Ente ellos, (Chiavenato, I.1999. P. 569), cita aspectos tales como:
Se definen una vez realizado el diagnóstico de las necesidades de formación. Esto implica el análisis
sistemático de la información recogida y la planeación para atender dichas necesidades, en tal
sentido se debe preguntar:
¿Cuál es la necesidad?
¿En dónde ocurre?
¿Qué tipo de entrenamiento se debe brindar?
¿A cuántas personas está dirigido?
¿Es común a un área o cargo?
¿Cuál es la prioridad para iniciar el proceso?
¿La necesidad es permanente o coyuntural?
¿Cuál es el tiempo disponible para tal entrenamiento?
¿Cuál es el costo de tal entrenamiento?
¿Cuáles son los recursos (internos y externos) disponibles para suplir la necesidad?
¿Quién o quiénes pueden impartir la formación?
En suma, (Chiavenato, I. 1999 p. 573) menciona que este inventario debe suministrar la siguiente
información
¿Qué debe enseñarse?
¿Quién debe aprender?
¿Cuándo debe enseñarse?
¿Dónde debe enseñarse?
¿Cómo debe enseñarse?
¿Quién debe enseñar?
Informe de resultados
El informe general de resultados busca mostrar de forma clara, medible y certera, la necesidad que
tiene la organización de hacer una inversión en su capital humano, con base en el levantamiento de
las necesidades de formación.
Es necesario tener en cuenta los indicadores más relevantes para presentarlo a la alta dirección y
obtener así su aprobación.
Justificación: explica el para qué del levantamiento de necesidades del plan de formación. Debe
orientar a quienes lo avalarán, sobre el valor que éste agrega a la organización, ya que apunta al
cumplimiento de las metas en la perspectiva de Formación, Aprendizaje y Desarrollo, tanto como en
las de los clientes y en las financieras.
Plan de formación: se presenta de lo general a lo particular. Quien lo hace puede optar por áreas de
la organización, equipos o personas. También por niveles jerárquicos o por procesos.
Estadísticas, anexos y graficas: el informe debe apoyarse en información confiable, que dé cuenta
del ejercicio realizado.
Plan de acción: este determinará cómo se llevará acabo el plan de formación, mostrando los
recursos financieros, logísticos y humanos necesarios.
Resulta vital que, una vez levantado el diagnóstico de necesidades de formación, su presentación
sea convincente ante la línea directiva, para que su aprobación sea inmediata y total. Es importante
que el gestor de talento humano cuente con habilidades de comunicación para:
Conclusiones
El plan de formación es la herramienta con que cuenta la organización para motivar, retener, formar
y catapultar el desempeño de los colaboradores. Es necesario contar con una metodología objetiva,
unos instrumentos flexibles y un análisis profundo de las necesidades de formación y entrenamiento
de los colaboradores a todo nivel en la organización. Es necesario establecer los indicadores de
gestión del plan de formación, toda vez que es la única forma de controlar, medir y evaluar la
estrategia.
Referencias
Chiavenato, I. (1999). Administración de Recursos Humanos. (5ª Ed.). Buenos Aires, Argentina: Mc
Graw Hill.
Mondy, R., Wayne & Noé, Robert, M. (1997). Administración de Recursos Humanos. México D.F.
México: Pearson Educación.
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