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CIVIL PERUANO
AUTORES:
II. ABSTRACT:
III. SUMARIO:
I. PALABRAS CLAVE, V. INTRODUCCIÓN, VI. OBJETIVOS, VII. NOCIONES
V. INTRODUCCIÓN
observamos que este daño, que en sí mismo se hace al ambiente, afecta a la sociedad en su
conjunto, a la calidad de vida de sus miembros; y, más aun, a su desarrollo, porque el ambiente
es el sustento que hace posible la vida en la Tierra hoy y la hará posible mañana.
En el presente ensayo tocamos aspectos referentes a la reparación del daño ambiental en
relación con las disposiciones del Código Civil peruano y la Ley General del Ambiente.
Por ello tenemos como objetivo explorar las diversas respuestas jurídicas que pueden
sobre los desafíos y oportunidades que las normas ambientales brindan a los ciudadanos para
VI. OBJETIVOS
El objetivo de este presente trabajo es realzar el gran impacto ambiental que
obtenemos al realizar ciertas actividades, pero de forma más comprometedoras.
No se que poner
No se que poner
OBJETIVO GENERAL:
No se que poner
A. Ambiente
por la acción humana o natural que rige o condiciona la existencia o desarrollo de la vida.
Está constituido por elementos naturales como los animales, las plantas, el agua, el aire, y
ciudades son el resultado de la sociedad humana y forman parte del ambiente. La cultura de un
Algunos creen que el ambiente es únicamente la naturaleza ¡Pero no!, el hombre también forma
parte. Somos un componente muy importante porque podemos transformarlo más que
cualquier otro ser del planeta y por ende tenemos una responsabilidad superior.
El ambiente está en constante modificación, positiva o negativa, por la acción del hombre o
natural. O sea que los cambios pueden ser hechos por los humanos o por la naturaleza misma.
Sin duda nosotros transformamos lo que nos rodea pero también la lluvia modela el paisaje, el
mar construye y destruye playas, el frío y el calor rompen las rocas, otras especies son
En síntesis, el ambiente es todo aquello que nos rodea, que forma parte de nuestro entorno, ya
Pese a que todos los días vemos los motivos por los cuales es tan importante proteger nuestro
ambiente, aún hay gente que se pregunta ¿Por qué? ¿Por qué debemos cuidar nuestro planeta?
Creemos que la belleza del mundo es inmensa y que la sola idea de ir perdiéndola poco a poco
es terrible. Amar a la naturaleza es lo que nos da fuerzas para defenderla día a día. Mirar el
cielo limpio, observar un río claro y lleno de vida, sentir el aroma especial que tiene un bosque
Ahora bien, para algunos amar al mundo no es suficiente razón. Y creemos que hay más...
Imagínate que el ambiente fue prestado a los hombres. Cuando un amigo te presta un juguete
o un libro tú puedes usarlo; está bien que lo hagas. Pero estaría mal si lo rompieras, si lo usaras
con descuido.
Es importante entonces pensar que el mundo no nos pertenece, nos ha sido prestado para que
vivamos en él y lo utilicemos con sabiduría. Y eso es lo que debemos hacer, vivir, no destruir.
La Ley General del Ambiente incorporó en su artículo 142 una definición de daño ambiental.
Dicho artículo reitera, en primer lugar, el principio general por el cual quien pudiera producir
Por ello, la ley define como daño ambiental «todo menoscabo material que sufre el ambiente
y/o alguno de sus componentes, que puede ser causado contraviniendo o no disposición
jurídica, y que genera efectos negativos actuales o potenciales» (Ley General del Ambiente,
2005).
En primer lugar debemos precisar a qué se alude con el ambiente o sus componentes. La propia
Ley General del Ambiente señala que ellos comprenden «los elementos físicos, químicos y
el medio en el que se desarrolla la vida». Sin embargo, esto nos da como resultado un conjunto
muy grande de elementos. Por ello, la ley 28611 precisa que son «los factores que aseguran la
diversidad biológica y el patrimonio cultural asociado a ellos, entre otros» (Ley General del
Ambiente, 2005)
. Es decir, se trata de aspectos ambientales esenciales para el desarrollo pleno de la vida humana
menoscabo material del ambiente o de sus componentes que trae como resultado la disminución
de una alteración material. Esta, sin embargo, debe leerse desde una visión dinámica de los
situación física de un componente del ambiente. Para ilustrar el caso, imaginemos que se busca
alterar el ciclo natural —previo a la intervención humana— de un río, buscando que este
obstante, de acuerdo con la Ley General del Ambiente, solo si dicho menoscabo material
otros bienes jurídicos protegidos, puede denominarse daño ambiental. En particular, estamos
hablando de la vida y salud humanas, así como otros bienes sociales, económicos —incluyendo
la propiedad—, o culturales que pudieran ser afectados. De esta manera se establece una línea
entre el menoscabo material ambiental tolerable del que no lo es. (Di laura, 2003)
Se trata de distinguir entre el daño al ambiente y el daño a través del ambiente. La salud, la
vida, o la propiedad pueden sufrir un menoscabo por un cambio en la situación del ambiente y
sus componentes. De igual modo, derechos colectivos como la identidad cultural pueden ser
afectados como consecuencia del daño ambiental. Estos daños se producen a través del
ambiente, pero no son, propiamente, un daño al ambiente. Dado que debemos relacionar el
menoscabo material a sus efectos negativos, es necesario tomar en cuenta dos aproximaciones
diferentes. Una, que podríamos llamar de carácter fuertemente científico, esta se centra en el
valor que tiene el ambiente para el mantenimiento de procesos ecológicos —incluyendo los
que sostienen los aspectos biológicos de la vida humana— de gran dinamismo y en ocasiones
de enorme fragilidad. La segunda, liga los distintos componentes ambientales con la sociedad
humana, con lo cual su mantenimiento se vincula con la esfera económica, social y cultural de
reducción significativa del número de individuos que la componen —que producen una pérdida
que podría no tener un efecto mayor sobre los ecosistemas, pero sí implicar una afectación
negativa del valor estético que le asigna la sociedad humana. La alteración de un paisaje le
resta valor en tanto el mismo cumple un papel de satisfacción estética, tanto individual como
colectivo. Este último ejemplo es, por su propio origen, mucho más proclive a generar serias
desavenencias sobre el valor de los componentes del ambiente, dadas las modificaciones que
pueden aparecer sobre dicho juicio estético al interior de los colectivos e incluso en los propios
individuos. Las dos aproximaciones señaladas deben ser analizadas reconociendo, en primer
término, los naturales límites del conocimiento humano así como las variaciones que este ha
tenido, tiene y puede tener, sobre la conceptualización del daño ambiental. Por ejemplo,
como lo fuimos por mucho tiempo con relación al daño que se estaba generando en la capa de
ozono estratosférico que rodea el planeta o el fenómeno del calentamiento global. Nuestro
desconocimiento sobre el número total de especies existentes en muchos lugares del planeta
limita nuestra capacidad de evaluar el daño que pudiera estar produciéndose sobre los
ecosistémica que posee la Tierra. Lo mismo puede decirse de los cambios en las valoraciones
humanas sobre el ambiente. No es difícil comprender los cambios históricos que pueden
producirse en el valor que se asigna al ambiente por razones sociales, económicas y culturales
En un mundo globalizado, se debe agregar los desafíos de la diversidad cultural que pone en
relieve las diferencias valorativas presentes a la vez. De otra parte, los efectos negativos del
ambas cosas) de este. Aquí también encaramos los desafíos en la definición del vínculo causal
entre el daño ambiental y los efectos negativos que buscamos atribuirle. Nuevamente, esta
alguna norma legal. El ejemplo más sencillo es el efecto de acumulación de múltiples acciones
También puede ocurrir que la falta de conocimiento científico no permita al sistema jurídico
establecer alguna prohibición o limitación de ciertas conductas que pueden dañar el ambiente,
como fue por mucho tiempo el caso de las emisiones de sustancias agotadoras de la capa de
ozono, caso ya mencionado. Y no debemos olvidar que, incluso con conocimiento disponible,
no siempre es viable incorporar prohibiciones y restricciones a todas las conductas que pueden
generar —por sí mismas o por un efecto acumulativo— daños ambientales. De otro lado, la
causa del daño ambiental no siempre puede ser atribuida a la acción humana. Una erupción
volcánica puede lanzar, al ambiente, más contaminantes que años de producción industrial. El
fenómeno natural será el agente productor del daño al ambiente, daño que tendremos
igualmente que enfrentar, por más que no podrá ser atribuido a acción humana alguna.
VIII. RESPONSABILIDAD CIVIL Y EL DAÑO AMBIENTAL PURO
etapas. Una inicial, caracterizada por un Derecho que protegía indirectamente algunos
componentes del ambiente considerados propiedad privada; para luego pasar a una segunda
etapa en la que ya se reconoce a la naturaleza como un bien jurídico que debe ser protegido por
A. Los principios
La gestión del ambiente y de sus componentes, así como el ejercicio y la protección de los
derechos que establece la presente ley, se sustentan en la integración equilibrada de los aspectos
sociales, ambientales y económicos del desarrollo nacional, así como en la satisfacción de las
La gestión ambiental tiene como objetivos prioritarios prevenir, vigilar y evitar la degradación
ambiental. Cuando no sea posible eliminar las causas que la generan, se adoptan las medidas
Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza absoluta no debe utilizarse
como razón para postergar la adopción de medidas eficaces y eficientes para impedir la
Toda persona natural o jurídica, pública o privada, debe asumir el costo de los riesgos o daños
que genere sobre el ambiente. El costo de las acciones de prevención, vigilancia, restauración,
ambiente y de sus componentes de los impactos negativos de las actividades humanas debe ser
El causante de la degradación del ambiente y de sus componentes, sea una persona natural o
jurídica, pública o privada, está obligado a adoptar inexcusablemente las medidas para su
posible, a compensar en términos ambientales los daños generados, sin perjuicio de otras
sostenible de las poblaciones menos favorecidas. En tal sentido, el Estado podrá adoptar, entre
medidas de carácter temporal dirigidas a corregir la situación de los miembros del grupo al que
equidad efectiva.
g) Principio de gobernanza ambiental (artículo XI):
efectiva e integrada de los consensos, sobre las base de responsabilidades claramente definidas,
Respecto del primero, autorizada doctrina nacional advierte que “[...] no cabe duda de que
nuestra sociedad no pretende —ni puede pretender cuerdamente— preservar una pureza
ambiental y paisajística prístina y absoluta a cualquier costo. Por este motivo, no todo daño
ambiental es antisocial, sino solo aquel que la sociedad considere excesivo para su grado de
El artículo 147 de la LGAMB define a la reparación del daño como “el restablecimiento de la
económica del mismo”. Y añade que “de no ser técnica ni materialmente posible el
mejoramiento del ambiente o de los elementos afectados”. Luego, a párrafo seguido, dispone
que “la indemnización tendrá por destino la realización de acciones que compensen los
intereses afectados o que contribuyan a cumplir los objetivos constitucionales respecto del
por el cual, a partir de la determinación valorativa de un bien que ha sufrido deterioro por un
daño ambiental, el agente dañoso debe indemnizar efectivamente al o a los afectados; sostiene
que es no solo el resarcimiento pecuniario propio del ordenamiento civil, sino también la
en perfectas condiciones por más que haya sido usado con unos fines dados a la
población.
responsabilidades administrativas, civiles o penales a que hubiera lugar”; obligación que está
Lograr la reducción de los impactos ambientales en el Perú es un camino largo, pero que se
recorre a paso firme en el Ministerio del Ambiente (MINAM). Uno de los hitos más
importantes en esta ruta ocurrió a fines de 2014, con la aprobación de los Lineamientos para la
Compensación Ambiental, que hoy tenemos el gusto de presentar a través de esta valiosa
esta herramienta, que prevé y determina lo que se debe hacer para mitigar y gestionar los
de mencionar otros instrumentos que se unen a ese propósito, como la Zonificación Ecológica
ecosistemas. Así, son una guía clara que permite a las empresas (u otras inversoras)
que ya estamos viendo las primeras iniciativas privadas que se vienen aplicando y que son un
Este documento, además, resultará de gran interés para las ONG, consultoras, funcionarios
Desde el MINAM, estamos convencidos de que tanto la norma como sus lineamientos
permitirán que las actividades económicas se ejecuten adecuadamente, haciendo del desarrollo
una realidad de perspectivas variadas en que el factor ambiental ocupa cada vez más un lugar
organismos no gubernamentales en coordinación con otros sectores del gobierno— que nos
Espinoza en lo que a nexo causal se refiere, sabemos que el análisis causal es dual, vale decir,
conducta contaminante y el evento que constituiría la saturación .Creo que en este tipo de casos
carga probatoria debe recaer en quien está en mejor posición para asumirla. (Espinoza, 2011)
El Derecho ambiental tiene hoy en día soluciones incluso singulares en materia de relación de
causalidad. Por ejemplo, los casos por daño ambiental son los llamados casos arduos, ríspidos,
difíciles o complejos desde el punto de vista procesal. Dada esta situación, se han generado una
serie de teorías en materia de relación de causalidad que tratan de aligerar la carga de la prueba,
de suavizar la exigencia de prueba con respecto a la relación de causalidad, porque se sabe que
zona de afectación, las empresas tienen lo que se llama una pluma contaminante, que genera
una zona de afectación. En el sector afectado por este hecho, basta con ubicar a las dos o tres
industrias que manipulan o producen hidrocarburos para considerar que alguna de ellas, debe
haber sido la responsable. Si no se conoce el aporte individual de cada una de ellas al daño, la
Ley señala es que son todas responsables solidariamente por la reparación del daño ambiental.
(Cafferatta, 2013)
Cuando concurran una acción u omisión dolosa de la persona que hubiera sufrido un daño
Cuando el daño o el deterioro del medio ambiente tenga su causa exclusiva en un suceso
inevitable o irresistible.
Cuando el daño o el deterioro del medio ambiente haya sido causado por una acción y
omisión no contraria a la normativa aplicable, que haya tenido lugar con el previo
consentimiento del perjudicado y con conocimiento por su parte del riesgo que corría de
Llama la atención que no se haya contemplado el supuesto del hecho de un tercero (aunque
complementarse con los arts. 1972 y 1973 C.C., este último, que opera como concausa).
Mención aparte merece el inc. c: Es cierto que el derecho formalmente válido establece límites
y standars en los cuales está permitido dañar, sin embargo, este dispositivo colisiona
frontalmente con el art. 142.2 ya que puede haber daño ambiental «contraviniendo o no
disposición jurídica”.
No se debe confundir el supuesto del art. 146. de la L.G.A. con el de las cláusulas en las cuales
(formalmente) sólo serían válidas si obedecen a culpa leve (no por dolo ni culpa inexcusable)
¿acaso no se violan normas de orden público. En efecto, también merece pasar este acuerdo
por el filtro de constitucionalidad ¿no se debe resarcir un daño al medio ambiente cuando media
(art. I Const.) y la propia protección al medio ambiente (art. 67 Constitución, cuando se refiere
al “uso sostenible” de los recursos naturales). Por consiguiente, aunque exista “previo
consentimiento”, no cabe la configuración de una supuesta ruptura del nexo causal ni, mucho
ambiente es un bien jurídico que esta constitucionalmente protegido, ya que este es el sustento
de la vida de las personas, por ende también determina que todos tengamos la obligación de
legislación nacional determina que toda conducta que atiente con lo que está previsto en el
presente artículo es considerado antijurídica, en el caso que dañen; también señala que si se
incumple este debe ser reparado con una disposición jurídica si es que se da el caso.
Si hacemos una revisión de nuestros ordenamientos jurídicos civiles, nos damos con la sorpresa
que en el párrafo 1 del artículo 1971 del Código Civil establece que no hay responsabilidad
contexto jurídico que se ve en el día a día, el ejercicio del derecho no será irrestricto. A caso
esta ¿Esta norma del Código Civil es una exención viable de responsabilidad para todos los
disposiciones legales para poder proteger, cuidar nuestro medioambiente. Y si por alguna razón
la dañamos debemos repara el daño hecho, y esto lo respalda las disposiciones constitucionales,
las de la Ley Orgánica para el Aprovechamiento Sostenible de los Recursos Naturales, Ley
26821, así como lo establecido en los artículos VIII y IX del Título Preliminar de la LGAMB
lo prohíben.
F. Un plazo de prescripción distinto
El código civil del 2001 en el artículo 4, establece que “prescriben, salvo disposición diversa
de la ley (…) a los dos años, (…) la acción indemnizatoria por responsabilidad
extracontractual”.
Según lo expuesto, damos a entender que la acción prescribe, pasado dos años, contado desde
el momento que la víctima conoce el daño, esto es un requisito fundamental, los daños
ocasionados al medio ambiente por la mayoría son visibles y podemos darnos cuenta tan
fácilmente. Un ejemplo claro, será la contaminación de los mares, uno de los más contaminados
Luego de unos 16 años, fue aprobada la ley donde el plazo de prescripción es de veinte años
para un caso ambiental específico. El apartado 1 del artículo 23 de esta ley, bajo el epígrafe
“Responsabilidad por residuos sólidos peligrosos frente a daños”, establece que “el que causa
IX. CONCLUSIÓN
Para concluir este tema, tan caótico y después de haber realizado un estudio breve referente a
paso a paso como se encuentra las normas relacionas al tema en si en nuestro Código Civil,
también de cómo es la protección del ambiente por la vía administrativa. Es así, como la
legislación ambiental peruana ha tomado mucho más importancia estos últimos años, aunque
no fue de una manera uniforme. Pero debemos tener en cuenta que a pesar de la dispersión y
no regularización de varios puntos sobre el derecho ambiental, no implica que el estado y las
empresas depreden de una manera excesiva nuestro recurso natural o contaminar con la
extracción de estos, porque no se encuentra normado tal cual en nuestro ordenamiento jurídico
civil.
En el ámbito de los daños ocasionados por la contaminación en el Perú, aun no hay una
regularización exacta o definida respecto a ese punto, sin embargo las normas ambientales,
deben ser interpretadas para poder abarcar este tema. Aunque los derechos generales en si sobre
el medio ambiente, son muy literarios y para la regularización de los daños debe ser, mucho
más realista.
Debemos ser conscientes de nuestras acciones, y tratar poco a poco a ayudar a mejorar nuestro
revistas.pucp.edu.pe/index.php/themis/article/view/9070
Cafferatta, N. (02 de Junio de 2013). “La responsabilidad por daño ambiental”. Obtenido de
http://www.pnuma.org/deramb/documentos/VIProgramaRegional/3%20BASES%20
Ley General del Ambiente. (15 de Octubre de 2005). Ley General del Ambiente- ley 28611.
Múller, E. C. (2012). «El daño ambiental en la ley 25.675». Revista de Derecho Ambiental.
CONTENIDO
I. INTRODUCCIÓN .............................................................................................................. 2
A. AMBIENTE .................................................................................................................... 3
(SEIA) ............................................................................................................................... 12
DERECHO ........................................................................................................................... 16
V. BIBLIOGRAFÍA .............................................................................................................. 19