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Problematic As
Problematic As
Los pacientes afectados por este trastorno tienen una marcada dificultad para realizar un movimiento
cuando se les pide hacerlo fuera de contexto, pero pueden hacerlo fácilmente de manera espontánea
en una situación natural (John P.J. Pinel 2007).
Es preferible la evaluación de estos trastornos de manera secuencial con el fin de percibir las variantes
de intensidad individual en la persona. Se han ideado diversos métodos como la prueba de conexión
de números y letras, a veces de manera alterna, el dibujar figuras conocidas, como estrellas o círculos
consecutivos, la imitación de mímicas y gestos, el uso de objetos imaginarios (peinarse, cepillarse los
dientes, cortar pan, etc.), movimientos bucales (soplar una vela imaginaria, toser, etc.), entre otros.
Hay varios tipos de apraxia, dependiendo de su relación con la acción o movimiento a realizar, se
clasifican en:
Apraxia ideacional, la cual se manifiesta como una pérdida en la capacidad para formular
mentalmente y expresar verbalmente la secuencia de los distintos procesos relacionados con la
acción. De manera que, al pedírsele a la persona (Semiología) que presenta este tipo de apraxia,
que comunique en voz alta la secuencia de movimientos para, por ejemplo, el llevar la cuchara a la
boca, este sujeto no logra realizar la tarea exitosamente.
La apraxia construccional, en la que trastornos de la construcción en el espacio les impide escribir
y reproducir correctamente los dibujos sencillos,
Ideomotora, en la que el individuo planea con éxito actividades motoras sin poder exponer las
expresiones que corresponden
Bucolingual, bucofacial y/o bucolinguofacial, de importancia en las apraxias fonoauditivas, como el
movimiento de la lengua, labios, etc.
Otros: oral, laríngea, del discurso, articulatoria, etc.
AFASIA
La afasia es el trastorno del lenguaje que se produce como consecuencia de una patología
cerebral.
La mayoría de las personas creen que el tratamiento más eficaz empieza a principios del proceso
de recuperación. Algunos de los factores que influyen en la mejora incluyen la causa del daño
cerebral, el área del cerebro que estaba dañada, el grado de lesión cerebral y la edad y salud del
individuo. Factores adicionales incluyen motivación, el entorno, el nivel educacional o la capacidad
del sujeto para darse cuenta de sus propios déficits.
La terapia para superar la afasia se concentra en mejorar la capacidad de un individuo de
comunicarse usando el resto de las capacidades de comunicación que tiene el paciente, restaurar
y/o compensar las funciones dañadas, siendo en algunos casos imprescindible aprender otros
métodos para comunicarse.
ECOLALIA
Cabe destacar también que, en ocasiones, el sujeto, incluso, puede llegar a repetir palabras o
frases recién escuchadas en programas de entretenimiento de fuentes audiovisuales (o medios de
comunicación) como lo son: La televisión, la radio, cines, entre otros. Dichas palabras imitadas,
pueden llegarlas a repetir una cantidad de veces indefinidas; dependiendo de la persona en
cuestión.
No hay que confundirlo con que el sujeto lo repita por falta de entendimiento, que también se da
el caso.
DISLALIA
La dislalia infantil evolutiva es la que tiene lugar en la fase de desarrollo del lenguaje infantil, en la
que el niño no es capaz de repetir por imitación las palabras que escucha y lo hace de forma
incorrecta desde el punto de vista fonético. Tiene varias fases dentro del desarrollo del lenguaje
del niño y finalmente termina cuando el niño aprende a pronunciar correctamente todos los
fonemas.
La dislalia audiogena, su causa está en una deficiencia auditiva. El niño o la niña que no oye bien
no articula correctamente, confundirá fonemas que ofrezcan alguna semejanza al no poseer una
correcta discriminación auditiva.
Las alteraciones de la articulación cuya causa es de tipo orgánico se llaman dislalias orgánicas.
Si nos referimos a anomalías o malformaciones de los órganos del habla: labios, lengua, paladar,
etc. se les llama disglosias.
Inicialmente, se habla de un trastorno del habla. Los niños que poseen esta patología del lenguaje
tienden a presentar características tales como, tensión, inseguridad, además de que, son niños
que pueden ser más propensos a perder el control y difícilmente pueden entablar una relación con
los demás niños de su entorno social o escolar.
Es importante tener presentes los aspectos personales y en general el contexto del cual el niño es
participé, ya que, estos factores tienen relevancia en la aparición y en el mantenimiento de la
dislalia.
Para poder facilitar que el niño supere su trastorno del lenguaje de una manera natural y sin
dificultades, como lo pueden llegar a ser inconvenientes a la hora de las relaciones interpersonales
y de comunicación, es necesario tener en cuenta dichos factores.
DISCALCULIA
Entre los diferentes síntomas que se producen dentro del fenómeno de la discalculia, cabrían
destacar los siguientes:
Discalculia primaria: Trastorno específico y exclusivo del cálculo, unido a una lesión
cerebral.
Discalculia espacial: Dificultad para ordenar los números según una estructura espacial.
Para realizar el diagnóstico son necesarias unas series de pruebas para medir diferentes habilidades.
La mayoría de estas pruebas o test presentan una alta fiabilidad y una variación acorde a los
patrones de edad y desarrollo propios del menor al que se pretende evaluar. También es necesario
que se produzca un rendimiento escolar por debajo del nivel esperado.
Dictados de números
Copiados de números
Cálculos no estructurados mediante juegos o gráficos
Resolución de problemas con una o varias variables.
Resolución de problemas lúdicos de la vida cotidiana.
El tratamiento siempre se tiene que realizar en función del diagnóstico previamente establecido,
con el fin de conocer de forma segura las limitaciones y fortalezas del menor. Cuando no se
encuentran déficits orgánicos graves, es preciso comenzar con la reeducación de éste, con el
objetivo de que asimile y sintetice de forma correcta la información relacionada con el área de las
matemáticas.
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad o TDAH es un trastorno crónico del
desarrollo neuropsiquiátrico frecuentemente diagnosticado en la infancia y que puede persistir en
la edad adulta, que se caracteriza por inatención (distracción moderada a grave, períodos de
atención breve), hiperactividad (inquietud motora) y comportamiento impulsivo (inestabilidad
emocional y conductas impulsivas) que produce problemas en múltiples áreas de funcionamiento,
dificultando el desarrollo social, emocional y cognitivo de la persona que lo padece.
Los niños con TDAH generalmente, cuando empiezan a andar lo que hacen es correr "como si
tuvieran un motor dentro", refieren algunos padres. En sus inicios escolares tienen problemas con la
lectoescritura y la matemática, habilidades que requieren un esfuerzo de concentración más
prolongado.
Algunas de las actuaciones que se asocian habitualmente con el TDAH derivan de la inatención,
impulsividad e hiperactividad, si bien ninguna de ellas es concluyente ni definitiva: no lograr
mantener la atención a detalles o evitar cometer errores por descuido en el trabajo, realizar
movimientos nerviosos con manos o pies, o retorcerse en el asiento, tener dificultad para mantener
la atención en actividades por las no sienten interés, levantarse en situaciones en las que se espera
que permanezca sentado, no escuchar cuando le hablan directamente o sentirse intranquilo e
inquieto, no seguir instrucciones y no terminar el trabajo exitosamente, la dificultad para
involucrarse en actividades calmadas en sus ratos de ocio o para organizar tareas y actividades, la
sensación de estar “en marcha” o “empujado por un motor”, el deseo de evitar los trabajos que
requieren un esfuerzo mental sostenido, hablar excesivamente, perder cosas necesarias para tareas
y actividades, contestar abruptamente antes de que terminen de preguntarte algo, distraerse con
facilidad, la impaciencia para esperar su turno, el olvido de sus deberes diarios o la interrupción en
lo que otros están haciendo son rasgos característicos.
El primer paso es buscar y detectar enfermedades potencialmente tratables que puedan ser la
causa del TDAH. Diferentes trastornos pueden provocar síntomas de TDAH, tales como la
enfermedad celíaca sin diagnosticar ni tratar o la migraña, o presentarse asociados con el TDAH,
como el asma, los trastornos del sueño y la obesidad. En el caso de la enfermedad celíaca, la
detección temprana y la eliminación precoz del gluten de la dieta parecen ejercer un efecto
protector ante el desarrollo de complicaciones neurológicas.
El diagnóstico diferencial del TDAH se realiza principalmente con las siguientes entidades:
Niños inquietos, pero con atención normal, que se da con cierta frecuencia en los menores
de 5 años.
Discapacidad intelectual.
Trastornos específicos del aprendizaje como la dislexia (dificultad en la lectura), la
disortografía (dificultad en la escritura) y la discalculia (dificultades en el aprendizaje de las
matemáticas).
Trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno obsesivo-
compulsivo, el trastorno de ansiedad por separación y el rechazo a la escuela.
Trastornos del estado de ánimo, como el trastorno bipolar y la depresión.
Trastornos del sueño, como los terrores nocturnos y las pesadillas.
Trastornos generalizados del desarrollo, como el síndrome de Asperger.
Trastornos relacionados con el gluten (la enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten no
celíaca), cuyas manifestaciones extraintestinales pueden enmascararse como trastornos
del comportamiento y/o psiquiátricos.
Efectos adversos de ciertos fármacos como los broncodilatadores, los neurolépticos, los
antiepilépticos y la isoniazida.
El síndrome X frágil, el síndrome alcohólico fetal, la fenilcetonuria, la encefalopatía
postinfecciosa o postraumática, la intoxicación por plomo, y el hipertiroidismo.
El tratamiento del TDAH se basa principalmente en dos componentes: las terapias conductuales y
el tratamiento farmacológico.
DISLEXIA
Los signos de la dislexia pueden ser difíciles de reconocer antes de que tu hijo comience a ir a la
escuela, pero hay algunas señales tempranas que pueden indicar un problema. Una vez que el
niño alcanza la edad escolar, es posible que el maestro de tu hijo sea el primero en notar el
problema. La gravedad varía, pero la afección suele volverse más evidente cuando el niño
comienza a aprender a leer.
Antes de la escuela
Los signos que indican que un niño pequeño podría estar en riesgo de tener dislexia comprenden:
Edad escolar
Una vez que tu hijo esté en la escuela, es posible que los signos y síntomas de la dislexia se hagan
más visibles, entre ellos:
Un nivel de lectura muy por debajo del que se espera para la edad
Problemas para procesar y comprender lo que escucha
Dificultad para encontrar la palabra correcta o formular respuestas a preguntas
Problemas para recordar secuencias de cosas
Dificultad para ver (y ocasionalmente escuchar) similitudes y diferencias entre letras
y palabras
Incapacidad para pronunciar una palabra desconocida
Dificultad para deletrear
Tardar más tiempo del habitual en completar tareas que conllevan leer o escribir
Evitar actividades que conllevan leer
Adolescentes y adultos
Los signos de la dislexia en adolescentes y adultos son similares a los de los niños. Algunos de los
signos y síntomas frecuentes de la dislexia en adolescentes y adultos son:
Dificultad para leer, incluso para leer en voz alta
Lectura y escritura lentas y dificultosas
Problemas para deletrear
Evitar actividades que conllevan leer
Mala pronunciación de nombres o palabras, o problemas para recordar palabras
Problemas para comprender bromas o expresiones que pueden no ser fáciles de
entender a partir de palabras específicas (modismos), como «pan comido», que
significa «fácil»
Tardar más tiempo del habitual en completar tareas que conllevan leer o escribir
Dificultad para resumir una historia
Problemas para aprender un idioma extranjero
Dificultad para memorizar
Dificultad para resolver problemas matemáticos
La dislexia tiende a ser hereditaria. Parece estar relacionada con ciertos genes que afectan la forma
en la que el cerebro procesa la lectura y el lenguaje, y con factores de riesgo presentes en el
entorno.
Problemas para aprender. Debido a que la lectura es una habilidad básica para muchas de
las otras materiales escolares, un niño con dislexia se encuentra en desventaja en la mayoría
de las clases y es posible que le sea difícil seguirles el ritmo a sus compañeros.
Problemas sociales. Si no se trata, la dislexia puede causar baja autoestima, problemas de
conducta, ansiedad, agresión y retraimiento hacia amigos, padres y maestros.
Problemas en la adultez. Un niño puede verse impedido de alcanzar su potencial cuando
crezca si no puede leer ni comprender. Esto puede tener consecuencias educativas, sociales
y económicas a largo plazo.
El tratamiento en la infancia será fundamental incidir de manera preventiva; y por tanto sobre
todos los niños; en los requisitos de la lectura. Entre todos ellos será clave el aumento de la
conciencia fonológica. Para ello se utilizarán materiales orales (aún no se ha comenzado la lectura),
en los que los niños deberán crear rimas, derivar palabras, dividir palabras en sílabas, etc.
Entre los 7 y los 10 años los objetivos serán por un lado aumentar la conciencia fonológica; tanto
oral como escrita; y por otro mejorar la automatización de la mecánica lectora. Para lo primero se
utilizarán recursos similares a los de la etapa anterior; para lo segundo se tratará de lograr que el
niño practique lo más posible la lectura en voz alta.
Tanto en este momento, como en los posteriores, es fundamental que el sujeto lea lo más posible
como forma de mejorar sus habilidades. Sin embargo esto no es tarea fácil, ya que al niño o adulto
con dislexia el leer puede resultarle una tarea agotadora y poco grata.
Por tanto será fundamental encontrar textos adecuados a la edad e intereses del sujeto y motivarle
de forma que leer le resulte una actividad atractiva. En esta misma línea también será fundamental
concienciar a los padres y profesores de estas edades de las dificultades del niño, de forma que no
se le exija por encima de sus posibilidades ni se sienta inferior a sus compañeros.
A partir de los 10 años está comprobado que es difícil aumentar la conciencia fonológica y la
automatización de la lectura. Desde este momento los objetivos serán diferentes; buscando
fundamentalmente la enseñanza de estrategias de comprensión de textos (búsqueda de palabras
clave, subrayado, resumen, etc.)
INCLUSION Y EXCLUSION
La inclusión es un concepto teórico de la pedagogía que hace referencia al modo en que la escuela
debe dar respuesta a la diversidad.
Se resoluto generalizar la inclusión como principio central que ha de guiar la política y la práctica
de la construcción de una educación para todos y se promovió la idea de una educación para
todos, que ofreciera satisfacción de las necesidades básicas de aprendizaje al tiempo que
desarrollara el bienestar individual y social de todas las personas dentro del sistema de educación
formal.
Es un término que surge en los años 90 y pretende sustituir al de integración, hasta ese momento el
dominante en la práctica educativa. Su supuesto básico es que hay que modificar el sistema escolar
para que responda a las necesidades de todos los alumnos, en vez de que sean los alumnos quienes
deban adaptarse al sistema, integrándose a él. La opción consciente y deliberada por la
heterogeneidad en la escuela constituye uno de los pilares centrales del enfoque inclusivo. El
proceso de inclusión pretende minimizar las barreras para que todos participen sin importar sus
características físicas, mentales, sociales, contextos culturales, etc..
La educación inclusiva supone un modelo de escuela en el que los profesores, los alumnos y los
padres participan y desarrollan un sentido de comunidad entre todos los participantes, tengan o no
discapacidades o pertenezcan a una cultura, raza o religión diferente. Se pretende una
reconstrucción funcional y organizativa de la escuela integradora, adaptando la instrucción para
proporcionar apoyo a todos los estudiantes.
Exclusión: Es un proceso de separación de las personas o grupos sociales de los ámbitos sociales
propios de la comunidad en la que se vive, que conduce a una pérdida de autonomía para conseguir
los recursos necesarios para vivir, integrarse y participar en la sociedad de la que forman parte.
Exclusión social es un proceso que afecta a millones de personas en todo el mundo, tanto en los
países en vías de desarrollo como en las prósperas sociedades occidentales.
La sociedad de la información en la que estamos inmersos está demostrando una triple diferencia
social. Por un lado, la seguridad de los privilegiados con trabajo fijo y pleno disfrute de sus derechos
individuales y sociales. Por otro, la inseguridad de los que tienen trabajos eventuales y viven en
permanente estado de ansiedad y escepticismo y, por último, el desarraigo del mercado laboral de
amplias capas de la población. Todo ello conduce a la dualización de la sociedad.
Se trata de un fenómeno que no sólo tiene que ver con la pobreza y que en cualquier momento
puede abatirse sobre las personas. Es decir, el sentimiento de vulnerabilidad de nuestros alumnos
no sólo es observable en los sectores estructuralmente pobres sino que afectos a la población
escolarizada y no escolarizada, aunque de diferentes formas.
El concepto de exclusión implica un proceso de separación entre grupos distintos entre sí y
supuestamente homogéneos dentro de sí mismos. Pero esta separación no es tan simple: la
exclusión también incorpora una valoración diferencial entre estos grupos ya que uno es
considerado mejor que el otro y esto conlleva a comportamientos diferenciales con uno u otro
grupo lo que instaura diferencias en el acceso a oportunidades y beneficios.
Diversos estudios han demostrado que dos tipos de espacios como el urbano y el rural, por ejemplo,
tienen modos distintos de organizar sus actividades socioeconómicas, su vida y por ende, su sistema
educativo, lo que repercute ya sea positiva o negativamente, según el caso, en la formación integral
de los alumnos. En términos de los estudiantes procedentes del campo, frecuentemente enfrentan
problemas varios de deserción, rezago y pérdida de identidad, entre otros, al momento de ingresar
al sistema de educación superior, y eso si logran hacerlo.