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opuestas 9
Miradas opuestas
Esther García...
La enfermera entró como cualquier otro día en urgencias, con aquella expresión de
quien ha vivido mucho y la mayoría ha sido malo. Hacía una semana que lo había
deado con su novio... si a alguien que le llamaba los fines de semana !"iempre que no
hubiese f#tbol$ para echarle un polvo r%pido en la entradita de casa sin llegar nunca m%s
adentro, ni de su hogar ni de su cora&ón... se le podía llamar novio. El caso es que a sus
'( a)os todos aquellos sue)os del príncipe a&ul y el corcel blanco se habían desecho
irremediablemente. *e hecho había llegado a aquel punto en que se preguntaba
frecuentemente +"oy yo o son ellos - en alguno de aquellos momentos en que tenía el
rostro inundado de l%grimas, casi tanto como el cora&ón, se había prometido que hasta
no tener la respuesta a esa y otras preguntas... iba a pasar del amor, claro, como si
aquello fuese tan f%cil, como si con un ra&onamiento lógico pudiera hacer que su
cora&ón dear% de encapricharse, mayormente de personas inadecuadas, aunque eso la
había ayudado a actuali&ar su definición del amor...
amor...
mor !"eg#n ella$/ Eso que te hace suspirar con cara de panoli por alguien que a la
mínima oportunidad te abandonar%, te golpear%,
golpear%, te robar% o... las tres
tr es cosas a la ve&
0or supuesto, con tal concepto del amor, ella no estaba por la labor de enamorarse y
mucho menos de tener parea. unque a veces se le planteaba un ligero
l igero inconveniente...
se sentía sola, pero no sola a secas, no, odidamente sola. 1o era en plan, estamos muy
ocupados todos, no podemos quedar,
quedar, pero est%n ahí, no, era m%s bien en plan... no hay
absolutamente ni una persona que se preocupe aunque sea un poco de mí, ni una migaa
de cari)o, ni nada, solo este est#pido vacío que se empe)a en llenarme
La cosa es que había comen&ado como siempre, cada ve& que conocía un chico
adaptaba sus gustos a los de 2l !6%s bien absorbía los de 2l como si fuese un camaleón,
solo que aqu2lla ve&, en ve& de drogarse, gritar insultos al arbitro, beber cerve&a o
!durante un breve pero intenso período$ ser heavy...
heavy... había ido a parar a una 81G$ El
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opuestas A
chico... un tipo medio hippie y porreta que había terminado en una discoteca pia de
house en :bi&a y que estaba enganchado a las drogas sint2ticas... el sitio, una peque)a
81G que comen&aba a crecer y reci2n estaba elaborando proyectos para el extranero,
con falta de recursos pero grandes esperan&as.
esperan&as. - por primera ve&, aqu2l vacío se había
llenado un poco, era como un b%lsamo para sus heridas, hacer algo, sabiendo que iba a
ayudar, de que habría gente que lo necesitaba, que ella les iba a ayudar... era lo que
necesitaba, lo que cada ve& m%s, en cada misión de ayuda humanitaria, llenaba aquello
que tenía dentro. ;ale, su efa era una manipuladora de cuidado... pero bueno, tampoco
se le pueden pedir peras al olmo
- allí llegaba ella, a su edad, con el peso del mundo en los hombros, una sonrisa que
solo aparecía en misiones humanitarias, trabaando en un hospital en el que era
prescindible y que
que a pesar de llevar
llevar siete a)os allí,
allí, ninguno de sus compa)eros la
conocían realmente
E: <uenos días... !Era el saludo autom%tico que soltaba al llegar a recepción, donde los
oos curiosos de aqu2lla muer llamada =eresa y que bien podía haber sido su vecina del
quinto la esperaban$
T: Hia, buenos días, que mala cara traes +Eh 1o habr%s dormido casi +1o 0ues yo
del tirón, hia, mi peque)o se fue a cenar a casa de su novia, y estuvo toda la noche allí,
por fin un poco dede soledad que a mi 0aco y a mi
mi nos hacía falta,
falta, no habíamos estado
estado
solos desde... bf... 4-a ni me acuerdo5
los oos de Esther, =eresa era la típica muer sesentona que se refería a todo dios como
hio o hia, llamaba >mi peque)o? a un hombre te treinta a)os hecho y derecho, m%s
hecho que derecho tal ve&, y a la que solo le faltaba venir a trabaar con un alborno& y
unas &apatillas de estar por casa de color rosa con florecillas cantonas estampadas,
estampadas, todo
ello a uego con unos rulos y una redecilla en la cabe&a para encontrarse en su salsa. Eso
sí... era encantadora
E: ;oy
;oy a cambiarme, =eresa
=eresa
pesar de que su trabao le gustaba notablemente, odiaba urgencias. =ener que ir detr%s
de los pacientes para que no se tomaran el hospital como un centro de vacaciones en el
que podían moverse a su antoo, detr%s de las visitas para que no utili&aran cualquier
rincón como sala de fumadores y por defecto cualquier cosa como improvisado
cenicero, para que no usaran el móvil y que cuando les decías algo te miraban como si
fueses el mismísimo "atan%s reencarnado en una enfermera de metro sesenta con cara
de ni)a buena, y sobre todo... ir detr%s de los m2dicos para que firmasen las altas, o
fueran ver a tal paciente que se queaba o cualquier otra cosa, y es que allí, los m2dicos
tenían el don del >escaquismo?, l2ase, salían por patas en cuando veían que les ibas a
pedir algo. - t# seguías dando
dando vueltas por
por el hospital detr%s de ellos, cuando en
en realidad
lo que quería era echarse un cafecito y durante tan solo cinco minutos no escuchar aquel
grito aberrado de/ 4Enfermeraaaaa
4 Enfermeraaaaaaaaaaaaaa
aaaaaaaaaa5a5
@na de las pocas personas que la conocían un poco m%s, seguramente porque la doctora
Laura Llanos tampoco es que hubiese tenido mucha suerte en el amor, estaba
completamente enamorada
enamorada del doctor "otomayor !un
! un pio con aires de clase media$
Miradas opuestas
opuestas A
chico... un tipo medio hippie y porreta que había terminado en una discoteca pia de
house en :bi&a y que estaba enganchado a las drogas sint2ticas... el sitio, una peque)a
81G que comen&aba a crecer y reci2n estaba elaborando proyectos para el extranero,
con falta de recursos pero grandes esperan&as.
esperan&as. - por primera ve&, aqu2l vacío se había
llenado un poco, era como un b%lsamo para sus heridas, hacer algo, sabiendo que iba a
ayudar, de que habría gente que lo necesitaba, que ella les iba a ayudar... era lo que
necesitaba, lo que cada ve& m%s, en cada misión de ayuda humanitaria, llenaba aquello
que tenía dentro. ;ale, su efa era una manipuladora de cuidado... pero bueno, tampoco
se le pueden pedir peras al olmo
- allí llegaba ella, a su edad, con el peso del mundo en los hombros, una sonrisa que
solo aparecía en misiones humanitarias, trabaando en un hospital en el que era
prescindible y que
que a pesar de llevar
llevar siete a)os allí,
allí, ninguno de sus compa)eros la
conocían realmente
E: <uenos días... !Era el saludo autom%tico que soltaba al llegar a recepción, donde los
oos curiosos de aqu2lla muer llamada =eresa y que bien podía haber sido su vecina del
quinto la esperaban$
T: Hia, buenos días, que mala cara traes +Eh 1o habr%s dormido casi +1o 0ues yo
del tirón, hia, mi peque)o se fue a cenar a casa de su novia, y estuvo toda la noche allí,
por fin un poco dede soledad que a mi 0aco y a mi
mi nos hacía falta,
falta, no habíamos estado
estado
solos desde... bf... 4-a ni me acuerdo5
los oos de Esther, =eresa era la típica muer sesentona que se refería a todo dios como
hio o hia, llamaba >mi peque)o? a un hombre te treinta a)os hecho y derecho, m%s
hecho que derecho tal ve&, y a la que solo le faltaba venir a trabaar con un alborno& y
unas &apatillas de estar por casa de color rosa con florecillas cantonas estampadas,
estampadas, todo
ello a uego con unos rulos y una redecilla en la cabe&a para encontrarse en su salsa. Eso
sí... era encantadora
E: ;oy
;oy a cambiarme, =eresa
=eresa
pesar de que su trabao le gustaba notablemente, odiaba urgencias. =ener que ir detr%s
de los pacientes para que no se tomaran el hospital como un centro de vacaciones en el
que podían moverse a su antoo, detr%s de las visitas para que no utili&aran cualquier
rincón como sala de fumadores y por defecto cualquier cosa como improvisado
cenicero, para que no usaran el móvil y que cuando les decías algo te miraban como si
fueses el mismísimo "atan%s reencarnado en una enfermera de metro sesenta con cara
de ni)a buena, y sobre todo... ir detr%s de los m2dicos para que firmasen las altas, o
fueran ver a tal paciente que se queaba o cualquier otra cosa, y es que allí, los m2dicos
tenían el don del >escaquismo?, l2ase, salían por patas en cuando veían que les ibas a
pedir algo. - t# seguías dando
dando vueltas por
por el hospital detr%s de ellos, cuando en
en realidad
lo que quería era echarse un cafecito y durante tan solo cinco minutos no escuchar aquel
grito aberrado de/ 4Enfermeraaaaa
4 Enfermeraaaaaaaaaaaaaa
aaaaaaaaaa5a5
@na de las pocas personas que la conocían un poco m%s, seguramente porque la doctora
Laura Llanos tampoco es que hubiese tenido mucha suerte en el amor, estaba
completamente enamorada
enamorada del doctor "otomayor !un
! un pio con aires de clase media$
Miradas opuestas
opuestas '
casado y con un hio en camino, era incapa& de mantener una relación con cualquier
otro, ni siquiera con aqu2l psicólogo guaperas que le tiraba los trastos descaradamente
descaradamente
"in duda la parte m%s interesante de aqu2l trabao, el momento pincha&o, en que cada
paciente reaccionaba
reaccionaba de forma diferente,
diferente, ignorarla, mir%ndola
mir%ndola mal, apretando sus
m#sculos a#n sabiendo que así duele m%s, poniendo cara de buen apersona e intentando
camel%rsela para que no lo hiciera, soborn%ndola con dinero o regalos, poni2ndose en
plan ni)a exorcista
exorcista !sin duda el m%s
m%s divertido ya que tenían que suetarlo
suetarlo dos mientras
la otra le asestaba el >mortal? pincha&o$
pincha&o$ o huyendo !"í, no era la primera ve& que se
había visto a alguien con la bata aquella que no tapaba nada correteando por el hospital
o escondido en los lavabos$, aunque sin lugar a dudas, el caso m%s divertido era cuando
una #nica persona pasaba por todas aquella reacciones en menos de cinco minutos... lo
de las multiBpersonalidades era raro, pero a#n había casos
Entró en los vestuarios, si a dos metros cuadrados llenos de tro&os de hierro llamados
taquillas, se le podía decir así. <uscó en su bolso la llave de la suya. 1ormalmente en
cualquier otra persona no le habría llevado mucho, pero Esther parecía llevar siempre la
casa a cuestas, en su caso, metida a presión en el bolso, llevaba de todo, recuerdos,
guarradas varias que por no moverse hacia una papelera iba acumulando en uno de los
bolsillos y a#n así
así le quedaba sitio
sitio para las llaves de casa... pero las de la taquilla...
taquilla... esta
claro que no. "eguramente estarían en el recibidor de casa sonriendo burlonas. 6iró
alrededor a ver si ya les habían llevado los uniformes limpios, victoriosa se acercó al
montón perfectamente colocado al lado de la puerta y buscó el suyo, hasta que recordó
que los tenía apilados en el fondo de la taquilla para lavarlos en casa porque el
detergente del hospital le causaba sarpullidos
@na hora despu2s estaba harta del día, del trabao, del sarpullido que la había convertido
en una llama andante, de los picores que la hacían rascarse como si tuviera una colonia
de pulgas saltando por su cuerpo, de pasearse por allí embutida en aqu2l uniforme que
por marcarle le marcaba
marcaba hasta los pelos
pelos del bra&o y que amena&aba
amena&aba con estallar
estallar en
cualquier momento, haciendo
haciendo saltar los botones que con la suerte que tenía irían a para a
la calva del director, que la echaría a la calle, por lo que no podría pagar al barrigón de
su casero y por lo que acabaría volviendo a casa de su madre, unto con sus siete
hermanos, donde había que pedir hora con meses de antelación para ir al ba)o y donde
se pensaba en el asesinato a la hora de comer...
comer... "í, la vida era bella
6acarena ilson...
Miradas opuestas F
"e despertó tarde, como siempre, tal ve& porque la noche anterior la cena de gala había
durado m%s de lo previsto o porque le encantaba dormir, acurrucarse entre las suaves
sabanas, arropada por el calor de su propio cuerpo y con aquel olor a hierbabuena que
siempre había en las habitaciones y pasillos de aquella mansión. El sol se colaba entre
las blancas cortinas de seda, despert%ndola suavemente. brió los oos y sonrió a la
estupenda ma)ana que se presentaba en tierras ere&anas
6iró a un lado, sobre la peque)a mesita que había al lado de su cama, descansaba una
bandea de plata, sonrió, armen siempre se adelantaba a sus peticiones. Iumo de
narana reci2n exprimido, tostadas untadas con manteca color% echa por la propia
cocinera de la familia, caf2 en su punto usto traído del <rasil, una rosa con los p2talos
perfectamente definidos y ordenados, seguramente de los numeroso rosales que
inundaban el ardín, y una servilleta de seda
*esli&ó la sabana a un lado, con la suavidad del que toca algo preciado, se despere&ó
tranquilamente y se acercó a la ventana, descorriendo levemente las cortinas, los
ardineros trabaaban en el cuidado de las numerosas plantas que su madre había hecho
traer de infinidad de lugares, quería el ardín m%s hermoso y exótico de Cere&, y lo había
logrado, era envidiado por mucho de los invitados a las fiestas de los ilson, y copiado
por muchos otros. 6%s all% de los ardines se podían ver hect%reas de vi)edos,
dibuando líneas y m%s líneas, formando un perfecto entramado de color verde intenso.
*esvió la mirada hacia el peque)o lago que había a la derecha, unto a los establos y
sonrió, era un gran día para montar
"e acercó a su cama y se dispuso a desayunar, unos suaves golpes sonaron en la robusta
puerta, poco despu2s su hermano Cerónimo entraba vestido de inete
6acarena siguió desayunando, con un poco menos de placer que antes, odiaba cuando
le decían que no existía ese amor puro, grande y sin fin. - es que ella... creía en el amor,
en ese amor, por encima de todo. =al ve& lo veía desde la perspectiva de alguien que
siempre ha tenido todo lo que deseaba, nunca le había pasado nada malo, nunca había
recibido un no como respuesta, y ese amor, ese amor tampoco se le iba a negar, era
6acarena ilson, +ómo se le iba a resistir La cosa estaba en encontrarlo...
Ella so)aba con una gran mansión, un marido encantador que se desviviera por ella, que
le diese todos sus caprichos, desde el m%s peque)o al m%s grande, un par de ni)os,
meor ni)as, que serían educados como ella en el arte de la dan&a y en la equitación,
unas ni)eras que se hicieran cargo de ellos mientras ella paladeaba lentamente el
placentero sabor de tenerlo absolutamente todo, de ser feli& por todo lo que le rodeaba,
y ese final feli& de las f%bulas
8bviamente 6acarena desconocía como era el mundo real, era una muer informada
como se exigía en alguien de su status social, pero todo pasaba a trav2s de los oos de
una muer de '( a)os que no sabe lo que es pasar hambre ni por asomo, en ning#n
sentido. unque a veces, en raras ocasiones, aquella sonrisa se desdibuaba un poco,
imperceptiblemente, a veces pensaba en el mundo. 1o en el que ella conocía, lleno de
luos y copas de plata. 1o. El mundo de fuera, el real, el desconocido, el misterioso, en
el que vivía m%s del MDN de la humanidad. unque solo lo hacía porque como toda ni)a
caprichosa, quería tenerlo todo, incluso lo que no conocía, y es que &ambullida en un
acu&&i con una sirvienta preparada para abrigarte con la toalla al salir... era difícil tener
pensamientos limpios de todo el oro que impregnaba su vida
Antonio: <ien hia, bien. !mbos sabían que no era cierto, dormía solo desde que un
mes atr%s Jocío, su esposa y madre de 6acarena, decidiera mudarse a una de las
habitaciones de invitados, de las numerosas que tenían, y su padre la quería, a pesar de
los a)os y de que el amor no era algo propio de su clase, al menos el desinteresado, a#n
la amaba$ +Est%s muy ocupada
M: Kuería ir a montar, hace una ma)ana espl2ndida
Antonio: <ien, pero me gustaría hablar contigo en alg#n momento del día
M: +lgo grave
Antonio: "abes que no hia, solo negocios. *isfruta del paseo, estar2 en mi despacho
0or muy ni)a que pudiese llegar a ser en algunos aspectos, aquella ironía en lo que
hacía no se le escapaba, sobre todo en la ayuda humanitaria, ella daba una peque)ísima
parte de su dinero, algo tan imperceptible entre los millones y millones que poseían que
no se daban ni cuenta, lo daba por el #nico motivo de la publicidad, anunciaban a cada
donación a bombo y platillo como todos los dem%s, utili&aba el hambre que am%s
llegaría a experimentar, el horror que vivían miles de familias en el mundo para su
beneficio, para tener m%s y m%s. - para aquellas familias... les daban alimentos, ropas y
meoraban su calidad de vida, les procuraban medicamentos y todo lo que necesitaban...
Eran h2roes, hipócritas, pero h2roes. mbos se utili&aban, unos para sobrevivir... otros
por pura ambición. @na ve& le había entrado curiosidad, quería ver los rostros a los que
les mandaban aquel dinero, o tal ve& solo quería asegurarse que el dinero llegaba donde
tenía que llegar y no se quedaba en manos de alg#n burócrata, pero despu2s de
informarse un poco sobre las condiciones >salvaes? en las que vivían aquellas personas,
había desistido, una ilson entre salvaes, impensable... y sin agua caliente 4Kue atraso5
Jemovió un poco m%s la espuma, se acomodó y colocó un apeque)a toalla sobre sus
oos, apoyó la cabe&a en un peque)o coín en el filo y suspiró. "í, la vida era bella
uando Esther estaba toda concentrada en ver como clavar la agua para extraer sangre
a un hombre que tenía tics en el bra&o, apareció de nuevo Laura, le recordó a Esther que
eran las once, esta la miró con una cea al&ada. Hay lo tienes... el amor. La doctora
Llanos estaba tan enamorada de "otomayor, que si este estornudaba, ella ya estaba
pidi2ndole la baa, preparando un caldo y for&ando la cerradura de farmacia para darle
alg#n medicamento... todo a la ve&. Esther ya se la podía imaginar, en cuclillas delante
de la puerta de farmacia, con un pasador del pelo en la mano y trasteando la cerradura.
unque con lo torpe que era, seguramente acabaría por romper con una silla el cristal y
dar un salto dentro al m%s puro estilo Lara roft... y todo eso... por amor +<onito
verdad Esther le entraban nauseas...
"í, qui&%s no era exactamente la actitud de una enfermera, al menos no de una buena,
pero despu2s de media hora intentando que aquel tic parase, o al menos no le afectase
cada ve& que se acercaba a 2l... +Ku2 esperaba El tipo ya tenía suerte de que Esther no
le hubiese cru&ado la cara, como en las películas, para que reaccionara de una ve&, 4Ku2
con la tontería del tic la enfermera había recibido m%s leches que en toda su vida5
@y... pensó la enfermera... sí, genial... :r a una celebración "otomayor, rodeada de gente
que utili&aba billetes de (DD para secarse las manos, que no veían m%s all% de sus
ombligos perfectamente retocados por todo un artista de lo artificial y que acudían a su
clínica privada porque se habían roto una u)a al salir del acu&&i... vale, qui&%s estaba
exagerando... tambi2n podía ser saliendo de la sauna, 41o había que ser tan extremistas5
J: <ueno... os preguntar2is que ascesis aquí +1o !<romeó mientras Esther fulminaba
con la mirada a Laura, ella sabía que hacía allí, y tanto que lo sabía$ 6a)ana mi familia
da una fiesta por todo lo alto con motivo de mi cumplea)os y he pensado que no hay
meor forma de celebrarlo que con ellos y mis amigos, entre los que est%is todos
vosotros !;arios aplausos, sonrisitas, caras de horror por no saber que ponerse y
=eresita, que parecía brillar con lu& propia de la ilusión que se le había metido en el
cuerpo, 4Lo que iba a poder cotillear con sus amigas5$
*espu2s de que =eresa se acoplar% y no parar% de hablar durante una media hora, de
cosas trascendentales, como que llevar a la fiesta y qui2n asistiría, Esther decidió que
era el momento usto para desaparecer, fue a encerrarse un rato a enfermería con la
excusa de hacer el inventario. Había decidido que no iría a la fiesta de Cavier, primero
porque prefería pasarse la noche d%ndose cabe&a&os contra la pared que ir a una fiesta
de pios, segundo, porque aunque quisiera ir +Ku2 se iba a poner "u armario no se
consideraba precisamente una delicatessen en moda. sí que... no iría. unque claro, a
veces el mundo conspira contra tus intereses, o te echa un cable, seg#n como se mire, en
aquel caso, y despu2s de la llamada que iba a recibir, Esther podía afirmar que el mundo
se lo pasaba en grande con ella. - el mundo era 6arisa, en aquella ocasión, la directora
Miradas opuestas M
quel >+Ku2 tal todo? de 6arisa, traducido por Esther, venía a significar/ 31ecesito tu
ayuda... y por cierto, no te va a gustar7 sí que Esther se preparó para lo peor, y siendo
6arisa, lo peor... podría ser muy malo
E: <ien...
Marisa: +"í 41o sabes cuanto me alegro5
Traducción: 3+"í +1o tienes nada roto Entonces me vas a ayudar7
E: Gracias...
M: +Ku2 tal la familia !@n escalofrío recorrió la espalda de la enfermera$
Traducción: 1o te va a gustar... 1*
E: omo siempre... 8ye.. +Ku2 tal t# +La familia +La vecina del tercero
Marisa: <ien, todo, hasta la vecina !Jisita de te vas a enterar$ Kue te he llamado
porque quería preguntarte algo...
E: %... !3Y... ¡Ahí viene! 7$
Marisa: +onoces a "otomayor !8tro temblor la sacudió, y casi se le escapa un taco
por la boca$
E: 6hmh... no s2... hay muchos "otomayores... !0rimera opción/ hacerse la loca$
Marisa: ierto.. pero a mi me interesa el *r. "otomayor que trabaa en urgencias de tu
hospital... !3¿Para que pregunta si ya lo sabe? 7$
E: 8h... ese "otomayor... es que cono&co varios +"abes @y... en mi barrio hay uno, se
llama Jober +"egura que no es 2l unque ese creo que es "otomenor, pero bueno,
viene a ser lo mismo +1o !=uvo un flash de aquella canción... 3=u dir%s que estoy loco,
loco, loco, loco, pensar%s que estoy loco, loco de atar y es verdad que estoy loco, loco,
loco loco...7$
Marisa: -a, sí, vale. 6a)ana es su cumplea)os, hace una fiesta, una fiesta importante,
eres amiga suya +1o
E: <ueno... amiga lo que se dice amiga... yo m%s bien diría conocida... +sabes Es que
estamos en diferentes ondas y eso...
Marisa: "í, sí +pero te ha invitado o no
E: 0ues... !3 A ver realmente... ¿Qu posibilidades tenía de un"ionar el plan de ha"erse
la lo"a? Y# te lo digo$ "ero patatero. %obre todo "ono"iendo a Marisa 7$ "í, me ha
invitado, voy a ir +1o !-a solo le quedaba la resignación y la aceptación... vale,
tambi2n despotricar durante media hora$
Marisa: Esa es mi chica... necesitamos que una familia en concreto se interese mucho
por nosotros, pero mucho, mucho +Eh - adivina... t# vas a despertar su inter2s
E: +Grito de alegría ya o espero a que cuelgues
Marisa: *isfruta de la fiesta, te doy los detalles luego !- colgó, total, ya había
conseguido lo que quería, Esther iría a la fiesta de "otomayor a lamerle el culo a alg#n
engreído rico para que subvencionase los proyectos de la 81G, refunfu)o por lo baini
y siguió con el inventario$
*espu2s de llamar al servicio para que dispusieran el trae de montar y una ve& vestida,
baó cru&ando el ala este de la mansión y utili&ando la gran escalinata en la que solían
Miradas opuestas P
recibir a los invitados en las fiestas, no por educación sino porque verles en lo alto
imponía mucho. "e encontró con su madre e intercambiaron una inclinación de cabe&a,
cuidada al milímetro, para que no pareciesen arrogantes a los oos de la otra, fue todo el
tiempo que se dedicaron. 6acarena salió por la puerta principal donde un elegante pero
pr%ctico eep la esperaba, de uso exclusivo para ir de la mansión hasta el establo, unos
(DD metros o así. Cuan 0ablo, el chofer, le abrió la puerta y 6acarena sonrió levemente
antes de subir elegantemente al eep, hasta en casa debían conservar las formas. 1o
tardaron ni dos minutos en llegar al establo, donde ederico, el encargado, la esperaba
en la puerta
"ubió con cuidado al caballo y le hi&o andar un poco, para comprobar cuanto de cierto
había en lo que le habían comentado, no parecía que ><iscuit?, como se llamaba el
caballo, tuviese problemas, intentó con un trote m%s ligero y notó como &o&obraba de
una pata, suspiró y maldio a su hermano antes de devolver el caballo al establo. 1o
quería da)arlo por nada del mundo, era lo #nico a lo que podía decir que amaba
Jegresó a la mansión y se cambió de ropa para ir a ver a su padre, una de las mueres
del servicio le comunicó que ernando de astro había llamado en su ausencia,
6acarena empe&aba a cansarse de las atenciones de aquel rico encantador, asintió a la
sirviente y fue hacia el despacho de su padre. Los nudillos acariciaron la puerta
emitiendo un leve sonido, suficiente para que al otro lado la profunda vo& de ntonio
ilson la invitase a pasar
"e sentó en una de las sillas que había delante de la mesa y esperó a que su padre deara
los papeles que fingía leer atentamente
Antonio: <ueno... tengo trabao para ti. !l&ando la vista y colocando las manos
cru&adas bao la barbilla, con aire pensativo$ Este a)o a#n no hemos colaborado en
ning#n acto ben2fico... !"acando una carpeta y d%ndosela a 6acarena$ En dos meses
tengo pensado entablar relaciones con *el;alle, es uno de los nuevo ricos aficionado al
rollo naturista ese, sin duda que llegue a sus oídos que hemos hecho una importante
donación nos beneficiar%, al menos har% que las negociaciones sean m%s... fluidas. 6is
contactos me han dado eso !"e)alando las carpetas$ "on proyectos por los que ese
hombre tiene un especial... inter2s. omo relaciones de la empresa me gustaría que les
echases un vista&o, a ver que sacamos +6hm
M: 0or supuesto, padre, en cuanto volvamos de 6adrid las mirar2. !"u padre miró serio
hacia la ventana$
Antonio: El se)or *el;alle es una persona importante, muy influyente... !rrastrando
las palabras con pesar$... y si las negociaciones llegasen a buen puerto... me colocaría en
una posición ventaosa
M: 0adre, ya est%s en una posición ventaosa. !La mirada de su padre se clavó en ella, se
distinguía cierto toque de curiosidad$
Antonio: 6e sorprende lo poco que te pareces a mí a veces... !"uspiró levemente$ 6e
refería a una posición a#n m%s ventaosa. ada detalle es muy importante... incluida t#
elección. *el;alle asistir% ma)ana a esa celebración... quiero que hables con 2l, ten2is
muchas cosas en com#n !:rónico$ El amor por los dem%s... h%blale del proyecto que
para entonces ya habr%s elegido, simpati&a con 2l, g%natelo. reo que sería una buena
forma de romper el hielo +no
M: "í, sin duda. !"u padre sonrió satisfecho$
Antonio: <ien... tienes mucho que leer y pensar !6aca se levantó, aqu2lla era la forma
de decirle que la reunión había terminado, tomó las carpetas y se dirigió a la puerta,
cuando ya tenía el picaporte en su mano escuchó de nuevo su vo&$ 6acarena !Ladeó la
cabe&a para mirarle$ confío en que has la meor elección
M: La har2...
@na hora antes de la celebración, Esther estaba sentada en unos escalones de su casa
esperando a Justi y =eresa, que iban acompa)ados de sus pareas, Kueca y =om%s. l
final Esther había conseguido un vestido... bueno, en realidad era un disfra& de una
vecina, que quit%ndole cuatro cosas que colgaban !y que Esther no había podido
averiguar que demonios eran$ hasta le daba un toque elegante, con aquel color verde
que cambiaba de tono sutilmente con la lu& y aquella sencille&, aunque claro... para que
enga)arnos, Esther llevaba media hora delante del espeo y lo #nico que veía era a un
clon de la rana Gustavo... vamos, solo le faltaba abrir la boca mucho y colgarse un
pa)uelo verde m%s claro al cuello 4- ahí la tienes5 4*o)a Gustava5
sí que con cierto compleo de rana !en cualquier momento se ponía a dar saltitos y a
croar$ y sentada en un frío escalón que le estaba deando el trasero tieso, vio aparecer
una furgoneta, que no era la de las tortugas ninas pero vamos... poco le faltaba, qui&%s
era m%s rollo equipo , se estaba riendo ella sola cuando a trav2s del cristal distinguió
quien iba dentro. Genial... la rana gustava en las filas del equipo ... a lo meor debía
pedirle a su vecino rapero que le dease alg#n medallón, para ir a uego m%s que nada.
unque lo peor vino despu2s, cuando =eresa y Keuca se baaron, Esther ya se echó a
Miradas opuestas 99
reír por no llorar, adivinad lo que vio... ;erde, por todas partes, lo llenaba todo. Eso y a
Justi tirado en el suelo parti2ndose de la risa. Eso tambi2n lo vio
Esther se fió en el detalle de que cada ve& que las miraba por el retrovisor se partía de
la risa, por no entrar al trapo y decirle que el parecía el hermano feo de chanquete, se
concentró en la ventanilla, primero reconocía las calles, la panadería de la Cuani, el bar
del 0ablo, el calleón, luego calles que podrían haber sido las de cualquier ciudad y m%s
tarde le dio una collea a Justi
Esther volvió a mirar por la ventanilla, estaba claro, por allí no había pasado en su vida,
todo eran casa con ardines y grandes veras, y c%maras de seguridad que cada ve& que
pasaban con la furgoneta cerca les seguían. 0ara no seguirles, con aqu2l trasto en un
barrio como aquel lo raro era que no les hubiesen parado ya
R: 6acho... fio que tienen hasta policía propia... !6irando alrededor como todos,
Esther suspiró, parecía que estuviesen buscando un obetivo para mangarles hasta la
cubertería$
Miradas opuestas 9A
6edia hora despu2s llegaban cansados y sudorosos a la casa, la madre que parió a
=omasín, ya lo podía haber dicho estando m%s cerca. El guarda les miró de arriba y
abao
La limusina que el padre de Cavier "otomayor había puesto a disposición de los ilson,
grandes vieos amigos de otros tiempos, les recogió a la puerta del hotel. La familia al
completo baó, en pareas cogidas delicadamente del bra&o, se acomodaron en los
asientos de la parte de atr%s y el chofer bao el cristal que separaba os dos
compartimentos
Las calles de 6adrid le resultaban frías a 6aca, acostumbrada a la calide& del sur,
estaban ausentes de brillo, siempre le daba aquella sensación, por suerte la capital no era
un lugar que pisase mucho, de hecho, ella evitaba despla&arse de Cere&, adoraba aquella
tierra casi tanto como a los caballos. unque 6adrid tenía algo que la seducía, aquel
contraste, aquella variedad cultural propia de las grandes ciudades, aquel ir y venir
apresurado... todo tenía un toque de vida, una vida gris pero llena de movimiento. En
cada rincón, fuese la hora que fuese, era capa& de encontrar algo que llamase su
atención, bien eran cosas sin importancia, cosas de gente sin importancia, y es que en
6adrid la clase reinante era la media, tirando hacia baa en algunos barrios, excluyendo
obviamente al que se dirigían. 0ero hasta la gente rica a veces se para a mirar a su
alrededor, si bien normalmente para mirar si es el que m%s tiene, en raras ocasiones, por
el simple placer de ver movimiento, m%s vidas m%s all% del propio ombligo
Antonio: Hia, +-a has hecho tu elección !unque era una pregunta el tono de su
padre le advertía de la respuesta que esperaba$
M: "í, padre. !sintiendo levemente y mirando por la ventana al tiempo que Cerónimo
se acercaba a su padre para recibir su atención$
Jero: reo que primero deberíamos saludar a los 6ercante, son buenos amigos de
*el;alle y tienen un hio de la edad de 6acarena, muy arrogante y muy boca&as
tambi2n, pero es un buen punto de partida, 6acarena podría dearle caer lo del proyecto,
con las ganas que tiene de ascender ese tipo, seguro que ira a cont%rselo a *el;alle, para
ganarse su aprecio. Esperemos que 6acarena se lo gane al mismo tiempo. +1o, padre
Antonio: 6e parece una estupenda estrategia +6acarena
M: "í, si cre2is que eso nos beneficiar%... pero no voy a soportar al hio de 6ercante
mucho tiempo. En lo de boca&as y arrogante te quedas corto Cerónimo
Roc"o: guantar%s lo que haga falta. Es por el bien del apellido ilson
Antonio: ari)o, no creo que esa estrategia surta efecto con tu hia. 6acarena... !Esta le
miró sabiendo de sobras lo que iba a decir$ "í haces esto... tendr%s todo lo que desees...
M: <ien, padre !unque lo que deseaba era precisamente aquello que no estaba al
alcance de las poderosas manos del patriarca de la familia... su príncipe a&ul, eso no se
lo podía dar$
Miradas opuestas 9F
El guarda que habían puesto en la puerta les hi&o una leve inclinación de cabe&a,
correspondida m%s levemente a#n por la familia, entraron por la gran puerta y fueron a
para al gran salón de la mansión, la mayoría de invitados ya se encontraban presentes.
J%pidamente locali&aron a sus obetivos y cada uno se dispersó hacia su presa
Cavier se acercó a la plantilla del hospital, que había replegado posiciones cerca de una
de las numerosas mesas del catering y que no tenían intención de abandonar. =odos les
había mirado, algunos a#n lo hacían, Esther había comprobado que no iba en bolas
varias veces, top%ndose con Gustava, lo que la deaba tranquila. Hacía rato que se habría
Miradas opuestas 9(
ido, de ve& en cuando les llegaban las voces de algunas conversaciones y le entraban
ganas de plantearse seriamente el suicidio... o el asesinato +u%ntos a)os caían por eso
- ni siquiera la comida le gustaba, porque piernas y dices... ricos... dinero... fiesta...
muchísima comida... llegas toda ilusionada a la mesa esperando ponerte hasta m%s
arriba y lo #nico que encuentras es un montón de cositas enanas, muy cucas eso sí, que
se te cuelan entre diente y diente... aunque Justi había ideado el plan perfecto, había
pedido lonchas de pan de pag2s y metía un montón de aquellas cositas entre loncha y
loncha, nombrado oficialmente, ><ocadillos de cucadas? por Laura, que iba y venía,
bueno, moverse no se movía, pero Esther la pillaba casi todo el tiempo buscando a
Cavier. 0obre chica... lo que hace el amor
6ientras tanto en otro lado de la sala, 6acarena aguantaba con una falsa sonrisa la
charla trascendental de rturo 6ercante, que le estaba mostrando las interesantes
ventaas del polo sobre la regata... Era tan típico en los hombres de su clase, que
6acarena a veces dudaba que fuera a enamorarse de ellos. 0or suerte llegó un conocido
inete, uno de los grandes de aquella temporada con el que mantuvo una m%s que
agradable charla sobre hípica, a rturo parecía que aquello le daba igual, no estaba por
la conversación, sí por las piernas de ella, a lo que 6acarena respondía con indiferencia.
*eLarua, un competidor del apuesto inete, se acercó a saludarle, quedando cautivado
por la se)orita ilson
"e dirigieron hacia un peque)o grupo que había a un lado, 6acarena distinguió a Cavier
"otomayor, el hombre con el cabello blanco y el trae negro debía ser *el;alle, que
hablaba animadamente con una muer que llevaba un sencillo vestido verde, esta estaba
de espaldas a 6acarena, pero sus movimientos la delataban como de clase inferior, sin
duda una de las invitadas del peque)o de los "otomayor. rturo se paró a saludar a un
conocido mientras 6acarena le seguía observando. *el;alle parecía muy atento con
aquella muer, +@na amante Examinó bien a la chica, piernas esbeltas, con cierta clase,
cuerpo fino, un lunar en el hombro i&quierdo que podía resultar sensual, unas manos
delicadas por lo que pudo ver, demasiadas gesticulaciones con ellas al hablar, era el
fallo que la delataba, pero por lo dem%s parecía encontrarse cómoda, la chica ladeó la
cabe&a para decirle algo a Cavier y 6acarena contempló el perfil de su rostro... era
guapa, no una belle&a como muchas de las que había allí, pero tenía un algo que atraía.
*el;alle quiso llamar su atención enseguida, tom%ndola brevemente por el bra&o.
mantes. @n nuevo punto de ataque. Ha&te con la amante y te har%s con el gran hombre
Esther se lo estaba pasando en grande con aqu2l tipo, vale, le había pillado como un par
de veces mir%ndole el escote... qui&%s m%s. 0ero estaba >deseoso? de participar en el
proyecto, incluso se acababa de ofrecer como voluntario, por lo que Esther se estaba
partiendo de risa por dentro, quedaba poco fino hacerlo delante de sus morros, pero es
que cada ve& que le miraba se le venía la imagen de aquel tipo rico, vieo y verde !casi
tanto como su vestido$ en medio de la selva, sin poder ducharse y luchando contra los
pioos y los mosquitos... todo un espect%culo
Antonio: *el;alle... !cerc%ndose a aquel hombre, Esther se giró, un tío pio con una
tía igual de pia, con lo bien que se lo estaba pasando$
%e$#a$$e: 4rturo5 ;en, quiero presentarte a alguien increíble... !6irando con oitos a
Esther, a esta se le vino otra ve& aquella imagen y no le quedó otra cosa que taparse la
boca con una mano$... esta se)orita es Esther García, trabaa en una 81G +1o es
emocionante !"onri2ndole$
Arturo: "í, eso es genial. "oy rturo 6ercante, a su servicio. !Esther intentó no tener
arcadas + su servicios Ese tipo no se escuchaba a si mismo +1o 0orque vaya
palabritas que usaba...$
E: @n placer... !onsiguió decir sin apenas reírse$
J: +6aca !l darse cuenta de la presencia de la muer$
Esther la miró mientras saludaba y felicitaba a Cavier, era de aquellas mueres que
descartaba r%pidamente como posible amistad, bueno, era de aquellas a las que miraba y
se sentía mal, tan altiva, con aquella mirada tan arrogante, una ni)a que lo había tenido
todo, y lo seguía teniendo, seguro que era muy superficial y que no miraba m%s all% de
su ombligo... vamos... una pia de cuidado. Eso sí... como todas las pias... Era guapa,
seguro que tenía a un tipo de esos como los de las revistas, de esos guapetones, no es
que ella quisiese uno de esos, de hecho... no quería ninguno. 0ero le daba rabia que
hubiese gente que lo tenía todo porque sí y otra que no tenía ni donde caerse muerta.
Eso sí, muy guapa pero *el;alle no le quitaba oo a su trasero, ya se empe&aba poner
nerviosa
%e$#a$$e: "e)orita ilson +6e equivoco !Esther sonrió, se iba a librar de las miradas
calenturientas de aquel tío$
M: 1o se equivoca, aunque dudo que un hombre como usted lo haga alguna ve&.
!"onriendo de orea a orea$
Esa sonrisa es m%s falsa que udas, a ver si no va a ser pia y solo es una trepa, seguro
que es amante de alguno de estos, así, como en la tele, que le quita todo el dinero a los
vieos ricos... y claro, aquí el >cachondo? encaa a la perfección en el tipo, sumida en
tales pensamientos no se había dado cuenta de la mirada desafiante que le había echado
a aquella muer, mirada que al darse cuenta esta fue correspondida. 6acarena no le
gustaba que la desafiasen, mucho menos una chica de barrio como aquella
J: 6aca, te presento a una amiga.. Esther, esta es 6aca una viea conocida de la
familia... 6aca, ella es Esther compa)era de trabao y amiga. !Las dos mueres seguían
desafi%ndose con las miradas$
6acarena estaba asombrada del aguante que tenía aquella muer, Esther se llamaba
+1o Lo debía reconocer, pocas eran capaces de soportar su mirada, qui&%s a#n tenía
m%s instinto de territorio que ella, se la imaginaba en uno de esos barrios llenos de
bandas, por un lado aquella idea la asustaba, ella era muy buena tratando con los de su
clase, pero los de clases m%s baas... eran capaces de todo
%e$#a$$e: "í, aunque me gustaría saber algo m%s del proyecto. !Esther se echó de nuevo
a reír, +ómo alguien tan educado podía ser tan descarado 4Le había vuelto a mirar el
trasero5$
J: +ómo est% tu hermano !0ues vaya guardaespaldas se había buscado, +Cavier estaba
tonteando con aquella p%ara nda que como lo viese Laura, vaya... eso podía animar
un poco la fiesta$
M: <ien, seguro que en breve pasa a saludarte, ya le conoces, el sucesor de los ilson.
!<romeó$
J: "í, ya me lo cono&co
Antonio: *el;alle, 6acarena me comentaba que su familia va a hacer una importante
donación a una 81G de aquí. +1o te parece interesante
%e$#a$$e: 6ucho, aprovechando que tenía que venir a la fiesta para hacer negocios
+1o !Jiendo divertido$
M: Lo cierto es que se trata de todo lo contrario, no te lo tomes a mal Cavier.
!cariciando su bra&o$ 0ero he venido a 6adrid para hacer una visita a la sede que
dispone aquí la 81G
%e$#a$$e: Eso sí que es interesante.. !6ir%ndola asombrado$ 1o esperaba eso de un
ilson, ya se sabe... rumores
M: 1o hay que hacer caso a todo lo que se escucha
%e$#a$$e: "in duda... +- de que 81G se trata
M: <ueno, reci2n se acaba de estrenar ahora en proyectos grandes, de hecho, en el que
vamos a colaborar es en JTanda. !@na vo& de alarma saltó en la cabe&a de Esther
4;enga ya5 +En serio "u 81G era la #nica de 6adrid que en aquellos momentos tenía
en mente un proyecto allí$
%e$#a$$e: 4Eso es maravilloso5 Esther trabaa en esa 81G. !"onriendo a las dos
mueres, que volvieron a retarse, 6acarena intentaba convencerse de que se la tenía que
ganar, pero aquella mirada no podía serle indiferente$
M: "í, espl2ndido...
E: "í, claro...
Jero: 4Cavier5 4elicidades, hermano5 !Cerónimo lo estrechó entre sus bra&os$ 4y5
0erdonad... es que a veces se me olvida eso del protocolo. !6acarena lo miró divertida,
su hermano era un gran actor$ Cerónimo ilson se)ores, se)orita...!<esando la mano de
Esther$
+- ese +*e donde había salido l menos no parecía tan arrogante como el resto,
aunque el apellido... era pariente de la estirada. +=al ve& el chico malo de la familia
E: "í, y el se)or *el;alle tambi2n. !Cerónimo dudó un momento, al final optó por no
mostrar su sorpresa$
Jero: Eso es genial, me parece formidable, si no tuviese tantos compromisos como
tengo con la empresa, yo mismo iría. !6acarena pensó lo falso que podía llegar a ser su
hermano, aunque era algo de familia, ella lo llevaba siendo toda la noche$
%e$#a$$e: +- tu 6acarena +1o te animas "ería un honor ir acompa)ado de dos
belle&as tan asombrosas como vosotras. !Cerónimo miró a su hermana sonriente,
6acarena supo en aquel momento lo que pasaba por la cabe&a de su hermano, pero
estaba segura de que su padre no aprobaría aquella idea, una cosa era ser ambicioso y
otra muy diferente era mandar a su propia hia a lo que debía parecerse al infierno$
M: 0ues no creo que pueda, a pesar de no cargar con tanto peso de la empresa como mi
hermano, mi agenda est% bastante ocupada, mantener las relaciones con todos nuestros
socios y conocidos es una tarea a veces bastante complicada
Jero: <ueno, pero siempre se puede hacer un huequito, adem%s, seguro que te mueras
de ganas por ir +1o !Esther rió divertida, a aquella pia la desafiaba hasta su hermano,
le había caído bien el tal Cero$
M: "í, claro
%e$#a$$e: Esther +Ku2 te parece si ma)ana nos pasamos 6acarena y yo por la 81G y
nos explicas m%s detalladamente el proyecto, o meor... os invito a cenar al meor
restaurante de 6adrid, Esther te encantar% ese sitio
M: 1o creo que...
Jero: 4Eso sí que es genial5 6aca, tranquila, que yo te respaldo ante papa +Eh
!6acarena miró con rabia a su hermano, era un manipulador, incluso sobre ella, miró a
la muer que parecía muy divertida con todo aquello$
M: +lg#n inconveniente, Esther !l&ando una cea$
E: 1o, no... ser% interesante. !6ientras empe&aba a imaginarse a aquella muer en
JTanda, eso sí que sería todo un espect%culo, aunque seguro que aquella pia se echaba
atr%s, en cuanto se informase mínimamente sobre la situación del país... aunque,
pens%ndolo bien +- si no lo hacía +"oportar durante tres meses a una ni)a engreída
que%ndose cada cinco minutos 1i de co)a...$ unque, *el;alle, debería pens%rselo
meor, lo de ser voluntario... ser% duro por todo lo que esta pasando allí...
%e$#a$$e: "oy consciente de ello... pero contaremos con protección +1o
E: 0or supuesto, sería un suicido si no tuvi2semos...
E: +"upongo que ya sabr%s como est%n las cosas por allí 6acarena !- encima aquella
muer tenía la desfachate& de volver a retarla, y esta ve& no solo con miradas sino con
palabras tambi2n, no iba a consentir tal cosa, su orgullo estaba por encima de aquella
muer y de lo que pudiese haber en JTanda$
M: Lo s2, por eso hago la donación y por eso intentar2 hacer un hueco en mi agenda,
aunque no lo crea posible
E: -a... muy ocupada... !"onriendo divertida, 6acarena estaba a punto de abofetear
aquel rostro, pero era demasiado educada y refinada para tal muestra de violencia,
apretó los pu)os y siguió sonriendo mientras deshacía con la mirada a Esther, o al
menos lo intentaba$
%e$#a$$e: "in duda va a ser un viae interesante si decide acompa)arnos, 6acarena.
!Esta miró a su hermano, seguro que le estaba haciendo las maletas mentalmente$
Miradas opuestas AD
El resto de la fiesta pasó entre miradas amena&antes entre ellas dos, aguantar la charla
de un Justi algo m%s que bebido en el caso de Esther y de un rturo extremadamente
interesado en la ropa interior de 6acarena, era increíble que alguien de su clase se
mostrase así y 6acarena ya había conseguido lo que quería de 2l, que le presentase a
*el;alle, adem%s, empe&aba a pensar que qui&%s aquella insulsa muer era meor puerta
de entrada que no el peque)o 6ercante
Esther tuvo que volver a casa en taxi, primero porque Justi no estaba para conducir,
segundo porque alguien había llamado a la gr#a para que se llevase la furgoneta...
seguro que alguno de aquellos pios diciendo que rompía la est2tica del barrio, vale, no
era algo que se viese normalmente por allí +0ero tan difícil era no avisar a la gr#a
0orque vamos, hasta a un pio con un mínimo de capacidad de ra&ón se le hubiese
ocurrido que aquella cosa tenía due)o. *espu2s de pagar un oo de la cara y medio de la
otra por la carrera se metió en el portal, tenía los pies que ya ni los sentía, vamos, sabía
que estaba ahí porque seguía de pie en ve& de estar arrastr%ndose hacia el ascensor en
plan &ombie, que si no... para colmo al llegar a la puerta del ascensor vio un papel
enganchado con un chiclet en el que ponía algo como/
E: Genial, perfecto, oder... !:ba refunfu)ando mientras subía las escaleras, en eltercero
se encontró con una pareilla que creía haber encontrado un sitio intimo... 4En medio de
la escalera5 - ni siquiera se habían dado cuenta de que una sudorosa Esther los miraba
con mala leche, vamos... eso... o eran un poco bastante exhibicionistas$ 0erdón...
+pod2is
Jero: sí que la semana que viene nos har%n una visita a las bodegas, seguramente
cerremos el trato entonces +Ku2 te parece, padre
Antonio: 6uy bien hecho, naciste negociando hio. !8rgulloso de su primog2nito$
+6acarena
M: "obreviví a la conversación de rturo...
Roc"o: Hia, creo que eso no es lo que tu padre te pregunta
M: Esta noche cenar2 con *el;alle y una trabaadora de la 81G. Vl mismo nos invitó
Antonio: lgo me comentó Cerónimo. !6irando a su hio un momento$ +Ku2 has
pensado hacer
M: :r, hablar con ellos, mostrarme interesada, ganarme a *el;alle y conseguir lo que
todos queremos
Jero: Hermanita, creo que lo ves demasiado f%cil... !*esafi%ndola$ 0adre, *el;alle se
mostraba mucho m%s interesado en esa muer que en 6acarena, de hecho, creo que la
invitación a cenar fue una mera formalidad, lo que 2l quiere es conseguir a esa chica.
reo que para llegar a 2l, hay que hacerse con ella
M: 1o pienso hacerme con ella. 1o har% falta. *espu2s de esta noche *el;alle estar% a
nuestros pies
Antonio: 1o te muestres tan segura 6acarena, yo tampoco creo que sea tan sencillo,
adem%s... corremos el peligro de que esa chica este interesada en el dinero de *el;alle,
y siendo un vieo falto de cari)o podría llegar a d%rselo todo, cosa que obviamente no
nos interesa...
M: -a he pedido un informe de ella, por asegurarme de quien es, pero no creo que sea
necesario
Jero: +- eso !runciendo el ce)o$
M: ;enga, es una muerta de hambre pero tiene valor, aguantó mucho anoche, las
miradas de un montón de gente sin apenas inmutarse, es orgullosa y fuerte, no creo que
necesite a un vieo rico para conseguir lo que quiere
Jero: +- eso cuando lo describiste, antes o despu2s de casi pegarle
M: Lo s2 y punto. 0adre, no te preocupes, esta noche *el;alle se interesara m%s por los
ilson
Miradas opuestas AA
Esther la miró con una cea al&ada, pensando que seguramente había tardado tanto
porque estaba retoc%ndose el pelo, pint%ndose las u)as o decidiendo si se pondría un
vestido rmani o uno de ;ersace. 6ientras que ella iba disfra&ada de chica pia por
culpa de que el vieo verde se había empe)ado, para rematar la faena aquel vieo había
escogido un vestido que le apretaba el trasero y con el que apenas podía moverse
+<al&ac+Kue nombre era ese +Extranero Genial, Esther ya se veía volviendo a casa
hambrienta y llamando a alguna pi&&ería, pero claro, con la gente que iban lo de ir a
asa 0aco no era lo adecuado +1o on los filetes que pone paquito, con su uguito y
todo... +- la pia que estaba mirando +La estaba mirando a ella ;aya nochecita que le
esperaba...
Miradas opuestas A'
6acarena la miraba, sí, eso no lo podía negar, se lo estaba pasando en grande con las
caras que ponía la enfermera, era muy poco sutil, sus expresiones lo decían todo. En
aquel momento le decían que no le gustaba aquello y que quería estar en otro sitio. - al
ver la limusina su rostro le dio que aquel vestido no le gustaba, su rostro y la mano que
se llevó a la cintura sosteniendo la costura, aquel tipo se había equivocado con la tala de
Esther, una talla menos, lo suficiente para que se lo pudiera poner pero que le apretase.
Esther subió primera y 6acarena usto detr%s de ella, no pudo evitar pensar en que
*el;alle era un vieo verde muy listo. 1o se había equivocado de talla, el trasero de
Esther estaba enmarcado con precisión
uando se tuvieron que baarse Esther se lo pensó dos veces, m%s que nada porque le
daba la sensación de que aquel vestido se había roto, pero no, estaba de suerte, al salir lo
llevaba a#n puesto, lo notó cuando se puso de pie y seguía sin poder respirar. Est#pido
*el;alle. Est#pida 6acarena. Est#pido modista. 4Est#pida efa que se había ido a
buscar5 -a cuando vio al tío disfra&ado de pingWino que cogía la limusina y se la llevaba
tuvo un mal presentimiento, y cuando entró y vio el ambiente del local... pero lo bueno
fue cuando se sentó en la mesa y vio toda una cubertería a su disposición +0ara que era
todo aquello 4"i con un tenedor, una cuchara y un cuchillo ya le valía5 "e fió en la
mirada divertida de 6acarena, aquella pia se lo estaba pasando en grande ri2ndose a su
costa, eso sí que no, am%s. ogió decididamente la carta y la leyó fingiendo elegancia...
aunque por dentro estaba pensando si tenía alg#n diccionario a mano, o una guía de
cocina para tontos +Ku2 eran todas aquellas cosas +- el otro pingWino +:ba a seguir
allí todo el rato 4sí no había quien se concentrase5 ver, Esther, no es difícil... pide
algo que te suene 4-a est%5 Ensalada de... +Eso que es <ueno, el a&ar nunca falla, así
que mientras Esther cantaba el pitoBpito gorgorito en su cabe&a 6acarena la observaba,
igual que *el;alle, que parecía querer a una Esther como primer plato. l final tendría
que hacer ese viae
desastroso. 1o puede ser que unos tengas tanto, el #nico motivo por lo que lo tienen es
porque otros no tienen nada
M: Esther, todo esto est% construido a base de esfuer&o y esa gente no se ha esfor&ado
en meorar, se limitan a extender la mano
E: Eso no es verdad, est%n luchando por sobrevivir, y nosotros les estamos intentando
ayudar en todo lo que podemos. Es el trabao de una 81G +"abías
%e$#a$$e: Hay tienes toda la ra&ón Esther
M: =al ve& sí, o tal ve& no +6erecen que les ayudemos
E: =odos merecen unas condiciones de vida dignas. =ener un plato de comida, un sitio
caliente donde dormir y una salud buena. 1o puedes decir quien merece y quien no,
nadie puede hacerlo. !En su mirada había enfado, igual que en la de 6acarena, +ómo
iba a hacerse con aquella chica$
%e$#a$$e: "e)oritas... +0edimos !6irando al camarero$
M ( E: laro... !@n respiro, 6acarena pidió pensando en como hacerlo, como
conseguir lo que se había propuesto, ganarse a *el;alle para restreg%rselo a su
hermano, como gan%rsela a ella...$
Esther estaba harta, aquella muer era una pia engreída sin cora&ón, +ómo podían salir
tantas tonterías de aquella boca on lo guapa que estaba callada la ni)a, pero no, tenía
que abrir aquella boca&a, normal que el mundo fuese como iba, mientras hubiese gente
de su cala)a. - encima aquel vestido seguía asfixi%ndola, por lo que su cabreo
aumentaba. "i no fuera porque necesitaban el dinero de aquellos dos se iba de allí
mismo cagando leches
Les traeron el primer plato, Esther lo observó detenidamente +quello era una
ensalada 4;enga ya5 "uspiró y cogió un tenedor cualquiera y empe&ó a removerla
+*ónde estaba la lechuga +- el tomate +- las olivitas 4+*ónde estaban las olivitas5
*el;alle carraspeó mir%ndola, Esther frunció el ce)o +Ku2 quería ese Estaba ocupada
buscando +Ku2 era aquello rosa y, madre...
*el;alle comen&ó a hacer algo que si no fuese porque se trataba de un se)or de buena
familia hubiese pensado que era tirarles los trastos descaradamente...
Miradas opuestas A(
%e$#a$$e: <ueno, pero seguro que una muer tan hermosa como t# dea encandilados a
todos, incluso a los guerreros con los que nos encontremos, hasta el m%s fiero de los
hombre se daría cuenta de tu belle&a
;ale, sí, le estaba tirando la ca)a, la ca)a, el cebo, el sedal y todo lo que encontraba a su
paso el gran conquistador. +*ónde estaba la pia 4l menos delante de ella se cortaba
un poco5
6uchas dice, para no ver muchas, si tiene que tener por lo menos... como... no s2... +El
bicho verde de las guerras de las galaxias 0or ahí andar%...
E: Gracias... !Esther miraba todo el rato hacia donde se había ido 6acarena, +Ku2
demonios estaba haciendo aquella muer en el ba)o 8h, claro... las pias necesitarían
todo un proceso para echar una meadita...$ <ueno... +-a le han dicho que salimos en
cuatro días "i aun quiere venir
%e$#a$$e: 0or supuesto... !ogiendo su mano por encima de la mesa y acarici%ndola$ no
me lo perdería por nada del mundo. !Esther sonreía mientras intentaba sacar aquello de
encima de su mano, probó a echarla a un lado, pero aquel vieo tenía refleos, la echó
hacia ella, pero solo sirvió para que 2l sonriente se acercase m%s, intentó compensar
tir%ndola hacia delante y el tío se limitó a ponerla sobre su pecho, blando... muy blando.
La enfermera estaba calculando la posibilidad de utili&ar uno de aquellos tenedores para
apartarlo, pero la pia se ve que ya había cumplido con el ritual y apareció por arte de
magia de pie entre los dos$
M: 0erdonad... !ogiendo una botella de vino y arrastr%ndola por la mesa hasta ella,
consiguiendo en su camino apartar las manos de aquellos dos, sonrió y se sentó botella
en mano, sirvió un poco a Esther y otro a ella y le pasó la botella a *el;alle$ pesar de
no ser un vino ilson, no esta mal. 0ru2belo... !"onriendo de orea a orea y con una
Esther m%s que descolocada mir%ndola +u%ndo la habían abducido los extraterrestres
unque casi prefería a la pia... porque aquella le daba un mal rollo... + qu2 venía tanta
amabilidad$
%e$#a$$e: =ienes ra&ón 6acarena, es un vino muy bueno, aunque yo prefiero un buen
ilson
Ese tío coqueteaba hasta con la pata de la mesa, a Esther le resultó gracioso y una tímida
sonrisilla apareció en su rostro, 6acarena la vio y sonrió a su ve&
significa que por el dinero que llevamos podemos llevar m%s a los poblados que
visitaremos que no si lo tra2semos de Espa)a. 6ientras algunos hacen esto, otros
iremos a >negociar? con las fuer&as armadas del país, intentaremos hablar con el
presidente o con alg#n delegado para asegurarnos de que podemos adentrarnos en el
país con cierta seguridad, al menos que no nos metan un tiro la primera ve& que nos
vean. Esa parte es muy difícil, ya que allí, el gobierno, cree que no necesita la ayuda de
nadie, mucho menos de extraneros, y tal ve& no acceda a darnos su benepl%cito
M: +- si eso sucede +;olvemos a casa !Esther la miró un momento, la pia parecía
asustada, aunque disimulaba muy bien$
E: <ueno... si eso sucede, tendremos que ir con m%s cuidado, solo eso
M: +Est%s diciendo que si el gobierno no acepta nuestra presencia allí nos meteremos
igualmente en un país que est% lleno de soldados
E: 6%s o menos, sí
%e$#a$$e: 4;a a ser toda una aventura5 !Esther le sonrió y 6acarena lo miró con una
cea al&ada, apartó discretamente la copa de *el;alle, aqu2l tipo ya había bebido
demasiado$
M: Es un suicidio...
E: Eso ya lo sabías +1o !*ivertida$
M: "í... +- luego +Llegamos al poblado y
E: Llegamos al poblado y empe&amos a trabaar, lo primero es hacer una evaluación
medica a la comunidad, como son pueblos peque)os, con poca gente, no nos llevar%
mucho tiempo. "e determina qui2nes son los que m%s cuidados necesitan y el
tratamiento m%s adecuado, teniendo en cuenta cosas como la compatibilidad con el
organismo, la posibilidad de seguir con el tratamiento cuando nos vayamos y el precio
de este, que viene a entrar dentro de la posibilidad de seguimiento. l mismo tiempo, se
contabili&an las raciones diarias que les toca a cada uno, sobre todo a los ni)os, porque
si ya crecen mal nutridos luego es muy difícil que se recuperen. =ambi2n hay que
empe&ar a echar una mano en lo que se refiere a la creación de infraestructuras, en ello
trabaan algunos de allí, así que simplemente nos ofreceremos para ponernos a sus
ordenes
M: +:nfraestructuras lgo así como colegios, centros m2dicos en los poblados y eso
E: Exacto, aunque claro, un centro medico en cada poblado es un sue)o, eso no lo
conseguiremos, seguramente ellos tendr%n estudios de los lugares estrat2gicos donde
poner esos centros. -a sabes, para que queden a una distancia que se pueda superar en
una ornada y cosas así
M: +@na ornada para ir al medico !"orprendida$
E: <ueno... allí los vehículos son un bien preciado, la mayoría de la población se
traslada a pie, si no tiene para comer mucho menos para gasolina, 6acarena +Es de
lógica, no
%e$#a$$e: <ueno, Esther, enti2ndela, nosotros no estamos acostumbrados a esas cosas,
bueno, yo sí, ya te die que he colaborado en otros proyectos, y creo que todo eso que
vamos a hacer ayudar% mucho a aquella comunidad, es un gran proyecto, sí
E: <ueno, lo ideamos entre muchos
%e$#a$$e: +0articipaste en su elaboración 4Eso es genial5 -a sabía yo que algo tan
planificado y organi&ado debía provenir de alguien como t#. !6ir%ndola intensamente,
6acarena miró a Esther que parecía no saber dónde meterse, no le gustaba *el;alle eso
estaba claro, y estaba aguantando mucho por conseguir el dinero para llevar el proyecto
a cabo +ómo podía importarle tanto 1o había visto a aquella gente nunca, y aunque lo
hubiese hecho, eso no explicaba aquel brillo en sus oos, 6acarena no lo entendía,
preocuparse por agente a la que no conoces, gente que no sabe nada de ti, ni siquiera
Miradas opuestas AO
que existes, y a#n así, +0reocuparse por ellos quello le resultaba imposible, ella no se
preocupaba ni por su familia... solo por sus caballos, y a ellos al menos les había visto
crecer$
*espu2s de llevar a su habitación a un paciente que creía que las papeleras eran
urinarios y de pelearse con una muer que se empe)aba en abrir la v%lvula del suero a
tope para ver si así deaban de pon2rselo y a la que tenía que vigilar para que no se
escapase a la maquina de comida que había en cafetería, decidió que era hora de un
descanso, así que deó a la nueva, una tal <ego)a no se que a cargo de la muer y se fue
a tomarse un &umo. Lo pilló con desgana mientras echaba un vista&o a las mesas, al
#nico que conocía era a Cavier, que ugueteaba con aquel chisme que llevaban a todas
partes en el cuello y que era lo primero que enchufaban al llegar un paciente, tuviese lo
que tuviese
Antonio: +Ese vocabulario
M: 0erdona, padre, pero no creo que deba ayudar a Esther en nada
Antonio: -o creo que sí... !6ir%ndola serio, 6acarena conocía aquella mirada, era la de
>1o tienes otra opción?$
@na hora despu2s Esther salía del hospital, estaba agotada y a#n tenía que ir a la 81G,
aunque aquello le gustaba, pero aqu2l día estaba harta de todo, se sentó en la parada del
bus despu2s de mirar los horarios, die& minutos mirando la calle 4Genial5 on suerte se
dormiría y se le escaparía el autob#s, ya se veía roncando a pierna suelta en la parada y
el autob#s pasando de largo. :ntentó mantenerse despierta mirando hacia la calle...
arriba... abao... a un lado... al otro... 4Eh5 "us oos se abrieron como platos +Ku2 hacia
la pia allí +0or qu2 se movía - lo m%s preocupante... +0or qu2 se movía hacia ella
Esther la siguió con la mirada +Ku2 se veían allí + dónde iba la pia + la sede
+0ara que 8h, claro, iría a decir que se echaba atr%s, si ya lo sabía ella, esa no
aguantaba ni dos segundos. Espera... +Estaba subi2ndose al asiento del conductor +Los
pios saben conducir +1o tienen chóferes por eso - mientras en su cabe&a &umbaban
tan trascendentales cuestiones, 6acarena le daba la contacto de su coche, aqu2lla muer
se lo iba a poner muy difícil, y es que para llevarse mínimamente tenían que tener algo
Miradas opuestas 'D
en com#n, y ellas... bueno, m%s bien era lo contrario la una de la otra, 6acarena iba a
tener que interesarse por el >rollo humanitario? para gan%rsela, aunque aquel ueguecito
de haber quien tiene la meor respuesta... lo cierto es que hasta le gustaba, miró hacia la
parada donde una Esther con la mirada en el cielo seguía con sus pensamientos,
6acarena la observó unos segundos. *el;alle interesado en alguien como ella...
bueno... tenía algo +El que "e le escapaba, pero había algo en ella atrayente, suspiró,
empe&aba a odiar aquel trabao y todo lo que tenía que hacer por un vieo verde y por su
padre, salió de allí disparada en dirección a la sede
6edia hora despu2s y habiendo superado a la abuelita que se había sentado a su lado en
la parada y que le había contado media vida, la otra media al subir al autob#s, al obrero
que se había sentado a su lado al baar la abuelita y que parecía no haberse duchado en
días, al perro que al baarse del autob#s se le había tirado a la pierna y hacia gestos
>raros? seg#n una pobre ni)a que pasaba por allí, al del restaurante chino que había
tirado un cubo de agua sucia a la calle con la suerte de darle en los baos de teanos y
que le había deado un olor a pescado por el que la mitad de los gatos del barrio la
seguían en la distancia, y sobre todo... la visión de un mini aparcado una calle m%s
abao... 4Había conseguido llegar a la sede5 brió la puerta desganada, y provocando un
montón de maullidos que ni los corderos de la peli aquella, y se coló dentro. l&ó la
vista y se encontró con Jaquel, otra de las voluntarias que viaarían a JTanda
oos de Esther era exc2ntrica, bueno, rara, porque los exc2ntricos son los raros con
dinero, siempre iba con aquellos leotardos de rayas con m%s colores que el paint, una
falda desali)ada de la que colgaba cientos de hilillos por todas partes y que parecía ir a
desmontarse en cualquier momento y unas camisetas descoloridas con su pa)uelo a
uego en la cabe&a, era una inconformista, decía que no era feminista, solo que la muer
estaba por encima del hombre, una actitud que a Esther no le gustaba mucho, pero
bueno, eran sus ideas, y despu2s de verla defendi2ndolas con aquella pasión tan suya...
cualquiera le decía algo. =ambi2n era la defensora numero uno de todo lo que
concerniese a la 81G, de hecho, era a la que mandaban en casos extremos a hablar con
los que hacían donativos, nadie era capa& de dormir tranquilo despu2s de uno de sus
discursillos y eso a Esther le encantaba. quella muer era capa& de quitarle el sue)o a
gente sin cora&ón. Era toda una heroína del mundo moderno
Marisa: Es buena... !0ar%ndose a su lado$ - nos ha deado una pasta para el proyecto...
deberías ir m%s a menudo a esas fiesta. !Esther le lan&ó una mirada que 6arisa captó
enseguida ech%ndose a reír$ =ranquila, a la próxima va Jaquel, si t# has conseguido a
estos dos.. ella consigue a media fiesta
Miradas opuestas '9
E: 0ues nada, haberla mandado a ella y así yo no tendría que haber aguantado a estos
dos
Marisa: "í muer, para que me monte un numerito de los suyos... quita, quita
Esther observaba a 6acarena, una pia trabaando +*ónde habría una c%mara de video
para grabar aquello Estaba ayudando a baar las caas de medicamentos de un camión y
coloc%ndolas en el almac2n para hacer el inventario luego, parecía concentrada, con la
camisa arremangada hasta los codos y el gesto serio. Estaba hasta guapa trabaando, es
lo que tienen las ni)as de papa, est%n guapas siempre, eso sí... los chicos... trabaar lo
que se dice trabaar poco, la mitad se habían parado a mirarle el culo... la otra mitad las
tetas 4Hombres5
6acarena llevaba ya media hora trabaando, y no su trabao no, uno de verdad, y estaba
ya harta, se había arremangado hasta las mangas de su camisa de (DD euros para que no
se le manchara con toda la porquería que traían aquellas caas, que adem%s pesaban
como demonios, encima tenía que aguantar a todos aquellos babeando a su alrededor,
cosa que no le gustaba en lo m%s mínimo, que la mirasen solo le gustaba cuando lo
hacía gente con clase, si eran unos barriobaeros como aquellos que se les notaba a la
legua que iban algo calentitos no. 0ara colmo Esther no llegaba, se había ofrecido a
echar una mano para cuando la enfermera hiciera aparición, seguro que con aquello
conseguía al menos un punto, pero nada, Esther habría decido ir a pie sin perro
corriendo detr%s de ella, porque anda que no tardaba. 1otó una mirada diferente sobre
ella, ya había llegado, miró de reoo y la vio parada al lado de 6arisa, la directora de
todo aquello, hablaban en susurros y Esther no le quitaba oo, 6acarena se concentró
para ver si pillaba algo de la conversación mientras sacaba las caas del camión y las
ponía en pal2s, nada, no pillaba nada. "intió que la enfermera se acercaba y se acercó a
coger otra caa
M: elipe, otra. !:ndic%ndole con las manos que se la acercarse porque no llegaba,
elipe lo iba a hacer pero miró por encima del hombro de 6acarena y se la dio a uno de
los chicos, 6acarena sonrió un momento, Esther debía estar detr%s suyo$ ;enga, elipe,
que no soy de cristal +eh
E: 0ues yo tengo mis dudas sobre eso... !6acarena se giró y medio sonrió divertida$
M: ;aya, al final has conseguido llegar viva... 1otó cierto aroma +Ku2 es...
E: alla y sígueme. !*%ndole la espalda y meti2ndose por una de las puertas que daban
al almac2n$
M: sus ordenes... !<romeando y sigui2ndola$
lado de un hombre, su meilla tenía varias cicatrices, que por la pinta en otro tiempo
habían sido heridas desgarradoras
"iguieron por el pasillo hasta llegar al final, había dos puertas, en una se leía un cartel
con el nombre de 6arisa, la otra era una sala de reuniones, Esther abrió la puerta
empu%ndola suavemente, un chico y cuna chica estaban sentados en la mesa, delante de
un ordenador tecleando sin parar
"iguió echando un vista&o, había todo tipo de mapas, y en todos la misma &ona
marcada, la de los lagos, 6acarena miró a Esther
"alieron otra ve& al pasillo y Esther le ense)ó diferentes habitaciones donde algunas
personas trabaan en otros proyectos, 6acarena le iba haciendo preguntas a las que
Esther a veces contestaba... - a veces solo se quedaba con ella, pero la pia tenía
respuestas para todo y el tira y afloa la estaba agotando +u%ndo se pensaba ir
=erminaron pronto y en cuanto Esther vio a 6arisa decidió dearle a la pia allí mismito
E: 6arisa, oye, que esto ya est%. ;oy a ayudar con el inventario +eh !"aliendo
disparada$
Marisa: "e)orita ilson. "i tiene alguna duda o algo
M: 1o, la verdad es que no, Esther se explica muy bien !3 Mentira...7$ +0uedo mirar
como hacen el inventario
Marisa: laro, si2ntase como en su casa. !"onriendo y ale%ndose$
6acarena se apoyó en la pared, mirando como Esther coordinaba un poco el caos que
había, con unas listas en la mano se iba acercando a cada grupo de caas y los
voluntarias y voluntarios iban sacando medicamentos que Esther anotaba, de ve& en
cuando ella se ponía a buscar, como si faltase algo y sonreía al encontrarlo, cuando no
cogía un peque)o postBit rosa y lo pegaba a la caa en cuestión. 0arecía encontrarse en
su salsa, no como en la fiesta de "otomayor, se la veía tranquila y relaada, aunque de
ve& en cuando la miraba a ella y su gesto cambiaba hacia el de fastidio. Estaba claro que
solo se había ganado un peque)o punto, ella desconfiaba... le quedaba mucho trabao
por delante, se despidió con un gesto en la mano que Esther se limitó a observar y se fue
al hotel
6acarena se despertó temprano por casi primera ve& en su vida, se había dado una
ducha r%pida y había baado a dar una vuelta por 6adrid, quería comprar ropa para el
viae y todo lo que le hiciese falta, el problema es que no sabía donde encontrar aquella
ropa así que vagabundeó un rato hasta que dio con un par d tiendas que le parecieron
adecuadas, los dependientes la miraban raro, era la primera ve& que aquello le pasaba, a
las tiendas que ella iba normalmente nada m%s entrar ya tenía a la encargada dici2ndole
3"e)orita ilson bienvenida7 3"e)orita ilson me parece una elección excelente7
3"e)orita ilson tenemos un vestido exclusivo que...7 y cosas por el estilo, allí una se
limitó a mirarla de arriba abao y poner los oos en blanco, el que se encargaba de cobrar
le echó un vista&o por encima de la revista y volvió a lo suyo. Kue falta de modales por
su parte. 8bservó que la gente cogía la ropa y se iba a los probadores... ellos mismos, no
había modelos para que se las probaran, 4=e la tenías que probar t#5 Estuvo a punto de
marcharse pero recordó su camisa de (DD euros arrugada y tirada a la basura y se metió
detr%s de una de aquellas cortinas. *espu2s de pasar por todo aquello, un autentico
suplicio para ella, se fue a una cafetería cercana al hospital, el caf2 deaba bastante que
desear pero al menos podía pensar un rato antes de ir al hospital. "e le había ocurrido
llevar a Esther a Cere&, así no se perdía las carreras y no deaba de lado su >trabao?. La
cosa estaba en convencer a aquella muer de que la acompa)ase, lo tenía muy difícil
Miradas opuestas 'F
Esther se había tirado toda la ma)ana maldiciendo, desde que un paciente medio tarado
le hiciera un corte en la frente, a la altura de la cea, no había sido nada, un par de
puntos, pero 4-a le valía5 unque tambi2n se lo había buscado, le había entrado la vena
heroica cuando escuchó al paciente discutir con otra enfermera, eso o el orgullo cuando
el tipo dio que las enfermeras eran todas tontas, no servían para nada y cosas por el
estilo. El caso es que allí se plantó, cual superman en un plis plas, mirando amena&ante
al paciente y pidi2ndole que se callase, la otra enfermera la miró como pregunt%ndose
que se habría tomado aquella ma)ana. 0ero nada, Esther estaba en plan superToman, y
cuando el tío se intentó escapar porque decía que le querían matar esta le cerró el paso,
el tipeo se sintió amena&ado y cogió lo primero que tuvo a mano, una eringuilla con la
que pretendía sentirse protegido, y que balanceaba de una lado a l otro como *artacan.
@na lucha intensa que se saldó con el tipo inconsciente en el suelo !;ilches le había
inyectado un sedante r%pido, el corte en la frente de Esther del que salío bastante sangre
y la otra enfermera d%ndole pataditas en la pierna al tío en forma de vengan&a... todo un
shoT. 0ara colmo había tenido que aguantar una charla del director del hospital, que le
había dado permiso para irse a JTanda, pero si no soltaba su discursito sobre
responsabilidad y chorradas varias no se quedaba a gusto, y sin aquello de/
%: 0ues nada, p%satelo bien allí +eh - cuidado con los leones, a ver si te nos van a
devolver en dos caas
E: =eresa...
T: 4Esther5 6ira. !"e)alando a 6acarena, esta la miró y se percató del peque)o corte$
M: Ey +Ku2 te ha pasado
E: omo me digas que te preocupa me tiro a la carretera... =eresa, +"abes donde se ha
metido la nueva "e me ha escaqueado...
T: La he visto hablando con Cavier por allí, yo creo que esa es un poquito trepa, y Laura,
no veas, est% todo le rato pululando a su alrededor, a mí me da un miedo...
E: Es el instinto... la hembra vigila al macho infiel, acechando desde la leanía,
preparada para atacar a su presa en cualquier momento. !:mitando vo& de documental,
6acarena no pudo evitar una leve sonrisa$ +=# que +=e he gustado o que
M: hora que lo dices... !l&ando una cea$ +=ienes tiempo para un caf2
E: "í. !6ir%ndola un momento y poni2ndose a hablar con =eresa, 6aca suspiró y se
apoyó en el mostrador mir%ndola fiamente$ 4+Ku25
M: af2... t# y yo... +hora
E: *ios, si al final va a ser verdad que eres mi perrita 46e sigues a todas partes5
M: +Eso es un sí
E: Eres rara... Kuiero que lo sepas. !6acarena rió y tomó el bra&o de Esther$
M: <ueno, eso no lo puedo cambiar, +quí ten2is cafetería
E: "í bueno... pero no te va a gustar
M: 6hmh... har2 el esfuer&o +Eh
Esther la guió hasta cafetería, +Ku2 demonios quería la pia 0orque algo quería, si no a
que venía tanta sonrisita y amabilidad por su parte, uy, uy, 444que esta iba a ser como
Miradas opuestas '(
6arisa, se la estaba camelando para pedirle algo555 4lgo que no la iba a gustar5
=emi2ndose lo peor cogió un &umo y un caf2 para la pia y se sentaron en una mesa
*espu2s de cuatro horas de su encuentro con la pia y de haberse pasado por la sede a
ver como iba todo llegaba a casa, tirando las llaves por ahí y de%ndose caer en el sof%B
30i2nsatelo... pi2nsatelo7 +Ku2 iba a pensarse -a los iba a atener que aguantar en
JTanda, y mucho, porque fio que les iban a dar problemas y encima allí no tendría
intimidad, estaría las veinticuatro horas del día con ellos, al menos con la pia seguro,
que todas las mueres dormían en la misma tienda. 6arisa no veía los problemas que
iban a darles, claro, como ella no iba a estar allí, ella solo veía el dinero que iba a hacer
posible aquel proyecto y muchos otros, la subvención, era inusto, que gente que quería
de verdad ayudar tuviese que depender de personaillos como aquellos. "e removió en el
Miradas opuestas '
sof% y encendió la tele. 0ero vamos.. +Era necesario que viniesen ;amos, +1o podían
ser como el resto *e los que dan algo de dinero y se despreocupan totalmente, ni
siquiera se aseguran de que llegu2 el dinero donde debe llegar, no, aquellos tenían que
ser de los toca... "e levantó a por una cerve&a y volvió al sof%. - encima la pia la estaba
intentando camelar 4Lo que le faltaba5 Lo que le preocupaba era que no sabía el porque,
aunque seguramente tenía algo que ver con aquello de ir a JTanda, mismo motivo, fio,
4El vieo verde5 4laro5 0ero no, 6acarena se veía de aquellas mueres que tenían a un
hombre rico y guapo y perfecto y todo lo bueno, sí, adem%s, Cavier le había dicho que
6aca creía en el príncipe a&ul, y *el;alle... a&ul lo que es a&ul... no... y príncipe,
bueno... si es por el dinero por ahí a lo meor se salva. 0ero mira que llega a ser pia e
insoportable pensaba mientras le daba un sorbo a su cerve&a. hí toda guapa ella
siempre, con sus respuestas a todo, ese aire de diva que me trae... pia, sin m%s. +- que
iba a hacer en Cere& +;er correr caballitos 4;enga ya5 =enía mil preparativos que
hacer antes del viae... +- porque se estaba intentando convencer de que no iba a ir 41i
que quisiera ir5 :ba a darle otro sorbo pero su mano se congeló en el aire... no. 1o. 41o5
- ahí estaba, como siempre que tomaba una decisión, la melodía de misión imposible
salía a todo volumen del móvil, maldio el día que puso la dichosa cancioncita, misión
imposible, m%s directa no podía ser, la tendría que cambiar, algo m%s alentador... no s2...
+: Till survive 4"í5 Esa era perfecta. Habiendo decidido cambiar de canción miró la
pantalla, que va, aquella canción ya le iba bien para 6arisa
E: El n#mero al que llama esta apagado o fuera de cobertura... 18 lo intente m%s tarde
Marisa: Esther... que es mucho tiempo ya...
E: ambiar la vo& la próxima ve&... +Ku2 pasa
Marisa: Ll2vate una chaqueta... en Cere& refresca por la noche. !El tonillo de guasa no
le pasó desapercibido$
E: ;a bien estar informada del tiempo en otro sitios... pero teniendo en cuenta que no
me voy a mover de 6adrid hasta que me suba al trasto que nos lleve a JTanda... me da
un poco igual +Eh
Marisa: *el;alle ha llamado. Kuería hablar contigo, dice que est% encantado de que le
hayas invitado a Cere& !4larma5 4larma5$
E: Kue yo he... 4+Ku25
Marisa: :nvitado a 2l, que se lo diiste a la ilson. !Kue tramposos que llegan a ser los
pios... +0or qu2 hacia todo aquello$ 1o iras a defraudarle +1o... !"e va a enterar la
6acarenita$
E: 1o, no, claro que no. 0or supuesto que no
Marisa: Genial, cuídales mucho, son nuestro futuro !Jiendo$
E: +uidar "í... tranquila... !El peque)o demonio que había en su hombro i&quierdo
daba saltitos de alegría, el angelito de la derecha negaba con la cabe&a y miraba hacia
otro lado$
Marisa: -a te llamar2 cuando est2s allí
E: "í, sí, venga 6arisa, nos vemos en dos días
olgó, se acercó al bolso y empe&ó a buscar la dichosa taretita que no sabía ni porque
había guardado, peor lo había hecho, y allí estaba, con un paquete de chicles pegado en
el nombre, lo quitó y lo tiró por allí... + los pios que se les dice cuando se les llama
por tel2fono <ah, t# a lo tuyo, marcando...
Miradas opuestas 'O
6acarena estaba sentada en la terra&a del hotel, disfrutando de un poco de sol madrile)o
y con una copa de vino en la mano, había reservado dos habitaciones en un hotel de
Cere&, una cosa era que tuviese que trabaar allí y otra muy diferente era llevarse el
trabao a casa. "obre todo cuando el >trabao? era una enfermerucha medio amargada o
totalmente, y un vieo verde que deaba un rastro de babas al ver a Esther. Había
mentido a *el;alle, pero no se sentía culpable, en cuanto le dio que era Esther la que le
invitaba y no ella enseguida dio que sí, aquello le molestaba, que aquella muer se
hubiese ganado a su obetivo... y que por ello se la tuviera que ganar. Esperaba que
*el;alle no metiese la pata, que no diera nada, aunque si eso sucedía ya haría algo para
remediarlo. 6entir a Esther... ya lo había hecho una ve&, y aunque aquello sí que le
molestaba, podría hacerlo de nuevo sin mayores complicaciones, lo llevaba haciendo
toda la vida, era lo que le habían ense)ado. - Esther no iba a ser diferente en eso, por
mucho que admirase su orgullo que no a ella
6acarena pasó a buscar a Esther por su casa a las nueve, tal y como habían quedado,
*el;alle le había llamado diciendo que 2l se había adelantado para hacer algunos
preparativos, aquello no le gustaba nada, ella lo tenía todo preparado y seguramente
*el;alle se lo iba a echar por tierra. 0ero estaba feli&. =odo aquel lío en el que se había
metido no iba a impedir que disfrutar% en Cere&, iba a tenerlo todo, como siempre.
6iraba atentamente el portal de Esther, al ver su figura saliendo le pidió al chofer que
subiera los seguros, los había hecho baar nada m%s entrar en aquel barrio. El chofer se
baó y ayudó a Esther con la peque)a mochila que llevaba, poni2ndola en el maletero,
una de aquellas teanas desgastadas con una chapa que ponía >ucR you?, 6acarena
suspiró, y se acomodó en su asiento. l poco rato la enfermera subía al coche,
sent%ndose lo m%s pegada a la puerta que podía, vamos... lo m%s aleada de 6aca que
podía
E: +*el;alle
M: 6hmhm... +-a le echas de menos !6ir%ndola con una cea al&ada$ Lo vuestro es
m%s fuerte de lo que pensaba
E: 1o, no le echo de menos, pero estamos aquí para trabaar y sin 2l, me bao de este
coche ahora mismo
M: Jel%ate un poco Esther. 1os espera en Cere&. !El coche arrancó suavemente camino
del aeropuerto$
E: Genial !6irando por la ventanilla$
M: "i quieres le llamó y le digo que nos vaya a buscar al aeropuerto con un ramo de
flores para ti
E: "i quieres le llamo y le digo que el ramo te lo traiga a ti. !Las dos se miraban viendo
quien aguantaba m%s$
M: mi no me lo traer%, le van chicas m%s baas
E: 8 m%s personas tal ve&
M: 8 m%s brutas
E: 8 m%s normales
M: 8 m%s feas. !Esther desvió la mirada 4La había llamado fea5 +ómo podía ser tan...
tan... tan... 4Gilipollas5, 6acarena sintió algo dentro... como... +ulpabilidad ;enga...
ella se lo había buscado$
E: 8 a lo meor es que te tiene calada... !"usurrando$
M: +Ku2 has dicho
E: Kue si quieres una calada... !"acando un paquete de cigarrillos$
M: En este coche no se fuma
E: +Le molesta el humo a la se)orita !Encendi2ndolo$
M: 6e molesta que alguien como t# me vaya a hacer coger un c%ncer
E: *ios no lo quiera. !<aando la ventanilla$
M: 41o5 !6ir%ndola con los oos como platos$
Miradas opuestas 'P
Llegaron al aeropuerto, sitio que Esther había visto muchas veces, claro que nunca de la
mano de una ilson, aquello abría una de puertas, que no veas. Kue si sala ;:0 con
champan y miniBcomida de aquella, que si sillones de piel para esperar el vuelo, que si
musiquita relaante, que si masaista para los nervios... dios, que asquito le daba todo
aquello +u%ndo iban a subirse en el avión - encima la pia no hacía m%s que mirarla,
descaradamente +Eso no estaba prohibido La estaba examinando... lo sabía...
sopesando al contrincante, como en el reportae aquel de cabras de monta)a que había
visto, igualita
Esther la miraba, pasaba una pagina... y otra... fruncía el ce)o +Ku2 estaba leyendo En
la portada había una cabe&a de caballo, buen primer plano
6ientras Esther seguía ugueteando con el cuadro 6acarena la miraba, era como una
cría... no... era una cría. "e estuvo riendo un rato al verla agarres y dar vueltas alrededor
del aparato con el ce)o fruncido y toc%ndolo por todas partes, al final se cansó de verla
así
M: *íselo
E: +ómo
M: *ile >ambia de canal?. !La tele cambió de canal, Esther la miró sorprendida$
Miradas opuestas FD
E: ;aya chorrada m%s grande... !"ent%ndose de nuevo y mirando por uno de los
ventanales$
6acarena la miró sorprendida +-a est% +6edia hora d%ndole vueltas al aparateo y
cuando descubría cómo funcionaba se sentaba a mirra por la ventana quella muer era
rara, pero rara, rara. "uspiró y siguió leyendo la revista, en breve las llamarían para
embarcar, se pondría los cascos y el antifa& y dormiría hasta llegar a Cere&
En la puerta del aeropuerto las esperaba *el;alle, con una flamante limusina y un ramo
de rosas en la mano, todo sonriente 2l. Esther miró las flores... +El vieo verde le iba a
dar eso
%e$#a$$e: 4Esther5 <ienvenida a tierras ere&anas. !0lant%ndole dos besos que m%s bien
parecieron dos lametones en las meillas y d%ndole el ramo$ @n peque)o obsequio por la
invitación. !6acarena le miró un momento y miró a Esther, esta sonrió y aceptó las
flores$
E: 1o hay porque, la verdad es que me apetecía mucho ver Cere& con usted. !*el;alle
hi&o como se sonroaba y abrió la puerta de la limusina$
%e$#a$$e: 0asa, pasa, lo he dispuesto todo ya. !6acarena se vio obligada a toser
levemente para que *el;alle se diese cuenta de su presencia, aquel tipo empe&aba a
sacarla de sus casillas$ 46acarena5 0or favor, sube t# tambi2n
M: laro, gracias se)or *el;alle
"ubieron y el chofer arrancó sin preguntar donde se dirigían, estaba claro que *el;alle
ya había calculado todo, estaba sentado delante de Esther pregunt%ndole sobre el viae y
otras cosas, la enfermera por su parte se había propuesto asesinarla con aquel ramo de
rosas, continuamente le daba en la cabe&a con ellas, 6acarena había intentado ponerse
al lado de *el;alle, pero la opción lo le gustaba del todo, así que resignadamente seguía
recibiendo >golpecitos? por parte de aquellas dichosas flores, al menos tenía la seguridad
de que a Esther no le gustaban las rosas, parecía que aquel tipo no se había informado
tan bien como ella
%e$#a$$e: "í, tengo una peque)a finca a las afueras de Cere&, muy humilde !Esther
pensó que si la finca era humilde ella sería mona, pero se calló y volvió a darle con las
flores a la pia, aquello le estaba gustando$ Espero que sea de tu agrado
E: +1os vamos a quedar en tu casa !6acarena miró a *el;alle, ser%... todos sus planes
por tierra$
%e$#a$$e: 0or supuesto, allí estaremos muy tranquilos. !6acarena sonrió, tranquilidad,
aquel tipo no quería tranquilidad precisamente$
Miradas opuestas F9
M: "e)or *el;alle, lo cierto es que ya había reservado una suite a Esther en un hotel.
quí mismo en la capital, para dos días que va a estar aquí sería una l%stima que se
perdiese la ciudad, hay cosas muy bonitas de ver. !6irando a la enfermera, se podía ver
la duda en sus oos +0refería irse a casa de aquel vieo verde que aceptar su invitación
en un hotel quella muer estaba definitivamente mal$
%e$#a$$e: <ueno, por ese lado tal ve& tengas ra&ón 6acarena. 4-a s25 6e quedar2 en el
mismo hotel, así podr2 acompa)arte y ense)arte la ciudad +Ku2 te parece, Esther
E: 0ues... "í, claro, pero a lo meor ya no quedan habitaciones...
%e$#a$$e: =engo contactos, eso no ser% problema
M: 6e anticip2 a sus deseos y le reserv2 otra habitación, *el;alle
%e$#a$$e: Espero que bien cerquita de la de Esther. !<romeó, 6acarena sonrió, algo así
como en la otra punta del hotel, miró a Esther que la miraba suplicante, le gui)ó un oo
y siguió mirando por la ventanilla$
%e$#a$$e: <ien, creo que el primer sitio donde deberíamos ir !6irando #nica y
exclusivamente a Esther, detalle que no le pasó desapercibido a 6acarena$ sería a la
me&quita de palacio, es la #nica que se conserva en la ciudad de las muchas que hubo,
seguro que te gustar%
E: <ueno, la verdad es que preferiría parar en el hotel un momento, dear esto
!"e)alando con la cabe&a las flores$ - dear la mochila y eso
%e$#a$$e: "upongo que en el Hotel Cere&, cerca de las carreras
M: Lo cierto es que me decant2 por el Grand Hotel 0almera 0la&a. "in duda es
excelente en todos sus sentidos y creo que allí se encontrar%n muy a gusto
E: +=# no te quedas con nosotros
M: 6i casa resulta mucho m%s cómoda que cualquier hotel, y así preparar2 todo lo
necesario para JTanda en los descansos que tengamos
0ero... +6e ha traído a Cere& para dearme a solas con el vieo este Lo que me faltaba,
esta ya no s2 que quiere, creía que estaba interesada en el tipo, pero si se va a ir a su
casa no la vamos a ver el pelo, vamos que 2l no la va a ver ni el pelo, y si est%
interesada... tendr%n que verse +1o +- porque este no dea de mirarme las piernas
Kue voy en teanos, hombre, que no los vas a desgastar hasta poder ver lo que hay
debao... +8 sí
0oco despu2s descendían a la entrada del hotel que 6acarena había escogido, Esther lo
miró de arriba a abao ><ienvenida al píerio andalu&?, agarró su mochila y sin esperar al
resto se metió en el interior, era luoso, pero el aire andalu& le daba un toque hogare)o a
todo, por primera ve& no se sentía fuera de lugar entre tanto luo, hasta que se le
acercaba alguien del servicio o veía a los dem%s hu2spedes, pero el sitio no estaba mal,
eso sí, no le iba a decir a la pia que le había gustado ni en broma
Esther entró en la habitación, bueno, en el miniBpiso que tenían allí montado, era m%s
grande que el suyo, y total, la gente que podía permitirse pagar aquellas habitaciones
normalmente iba sola, de negocios, y solo paraban para dormir, Esther no se los
imaginaba con cinco hios, las cosas de la playa y el perro o gato. 4;a ser que no5 =iró la
mochila por ahí y se asomó a la terra&a, no si... la pia tenía buen gusto, desde allí se
veía el casco antiguo de la ciudad, era precioso. Ella había estado en muchos sitios, pero
siempre se maravillaba de alguna cosa, algo que la sorprendía, peque)os detalles, que
por mucho que diesen que todas las ciudad eran iguales, no lo eran, cosas que las
caracteri&aban, allí era el perfil del casco antiguo, a lo leos el circuito, la escuela de
equitación y aquel aire andalu& que impregnaba cada rincón d%ndole una alegría y una
lu& que hasta dolían en los oos. spiró profundamente el aire, sabiendo que lo tenía que
disfrutar, en JTanda el calor y el ambiente impedían que disfrutases de cosas tan vanas
como respirar profundamente. *ecidió darse una ducha, a ver si así se quitaba la
pegaosa mirada del tipo aquel, >Habitación cerquita? dice >6i casa es muy tranquila?
dice... 4<ah5 4Ese lo que quiere es llev%rsela a la cama5 "e secó con la toalla, bueno, m%s
bien se daba golpes con ella pensando en lo que iba a tener que soportar, en porque
estaba allí en aquel momento y sobre todo... en aquella mirada haci2ndole una
radiografía. +- la pia nda que como se atreviese a dearla a solas con aquel... se iba a
enterar, encima de que todo aquello era culpa suya, que lo había montado ella con vete
t# a saber que propositos, encima la deaba tirada, con esa ya austaría cuenta, ya. "onó
el tel2fono de su habitación
%e$#a$$e: 6a)ana en las carreras, primero... +=e apetece dar un paseo por la ciudad
!3Ya que ma-ana te vas a tirar todo el día viendo "orrer a "aballitos... ¡Que le-e! 7$
E: "í, me encantaría ver la ciudad, sí
%e$#a$$e: +=e parece adecuado que quedemos en el hall del hotel dentro de media hora
E: "í, vale, media hora. !olgó y se fue a cambiar, poni2ndose ropa m%s cómoda, si
quería ver la ciudad en un día iban a tener que ir ligeritos$
0untual con un relo, c%mara en mano, gorrita para el sol y sonrisa radiante baaba del
ascensor, enfrente suyo... +@n cantante de opera +@n camarero enoyado 1o...
*el;alle, ataviado como si fueran a ir al sitio m%s chic e in de toda la ciudad
aquella cuando le entraban las prisas, no veas, Esther la había perdido de vista,
+*ónde se habría metido "eguramente en el tocador, pensaba divertida Esther mientras
miraba a su alrededor, una gran sala que hacía las veces de recepción y de exposición de
trofeos y fotografías, realmente aquel sitio era bueno, vamos, tenía m%s trofeo que las
ultimas olimpiadas, se acercó a uno de ellos, vale, lo de los caballos le daba
exactamente igual, no entendía que podía dar montar a un caballito y ganar a otro tipo
montado en otro caballito, pero sabía reconocer los sentimientos. Eso se le daba
bastante bien. El esfuer&o por llegar a conseguir lo que querían, ese fuer&a al hacerlo,
esa convicción y esa dedicación, era lo que ella hacía en la 81G y que intentaba hacer
en el hospital... aunque allí m%s bien entrenaba su paciencia y su aguante, el primer a)o
de enfermería tenía la manos destro&adas de tanto apretarse los pu)os, aquello de tener
que cerrar la boca por educación... no le iba mucho
M: Ese lo ganó mi abuelo. !Esther metió un bote al notarla a su lado +quella tenía
teletransportador o que <ah... seguro que sí, es m%s... tal ve& su familia tambi2n
fabricase teletransportadores en serie, algo así como >ilson teletransportadores, le
llevamos por mil dólares7 io...$ +Esther !La enfermera la miró, genial, con aquella
cerca tenía la capacidad de evadirse en cuestión de segundos, a ver si la pia le iba a
resultar desBestresante$ +Esther +Hay alguien ahí dentro !*%ndole unos golpecitos en
la cabe&a suavemente$
E: mi no me toques +Eh Kue porque tengas dinero no te vas a librar de la denuncia...
+8 sí +;osotros sois de los que ten2is eso de los sobornos
M: @y, sí, la guardia civil al completo, mitad de la policía nacional y un cuarto del
<:... !Jiendo y dirigi2ndose a una puerta que daba a un gran terreno de c2sped y tierra$
E: Lo del <:... eso no me lo creo.. !6urmurando y sigui2ndola$ +;as a tenerme detr%s
de ti todo el día 0odías ir m%s despacio...
M: 1adie te obliga a seguirme. !"onriendo de espaldas a Esther$ 0ero vamos... si no
puedes aguantar el ritmo... !0or encima de su hombro y acelerando el paso un poco m%s$
E: usha, se me est% espabilando la ni)a...
Llegaron a unos grandes establos, en la puerta les esperaba un tío que saludó con la
mano a 6acarena, uy, +Eso entraba dentro del protocolo +- porque no le habían dado a
ella uno +- quien demonios se había inventado tama)a estupide& -... +Ku2 era
aquello
M: Eduardo, +rees que nos pondr%n alguna pega si sacamos a dos de paseo
Eduardo: 1o creo, la hia de los ilson tiene bastante preferencia. !Jiendo y
gui)%ndole un oo$
M: 0erfecto. !"onriendo y mirando a Esther$ Este para ti. !*%ndole las riendas$
Miradas opuestas F(
Eduardo sacó otro caballo muy parecido al primero y 6acarena subió con la experiencia
y la seguridad de cualquier inete que se precie, Esther suetaba con fuer&a las riendas y
miraba de reoo al animal aquel. 6acarena la observaba con la cea al&ada, divertida
mientras acariciaba el cuello del suyo
;enga, aquello no podía ser tan difícil, había visto a ni)os de cinco a)os subirse a
aquellos trastos, pero claro, ellos contaban con ayuda, pero pedírsela a la ni)a de papa,
nada, ella se subía a 2l como que se llamaba Esther García. 0rimer intento +Ku2 había
hecho 6aca "í, poner el pie en el chisme este, mientras tanteaba a meter el pie iba
refunfu)ando lo que hacer, nada, aquellos se movía que no veas
M: +0iensas hacer que el estribo se meta en tu pie por arte de magia... o a base de
mamporros ! 6acarena aquello le resultaba muy entretenido, la cara de Esther
cuando algo no le sabía bien y quería que le saliese bien... para no perd2rsela$
E: +El estri que en donde !6ir%ndola un momento$
M: Esther... que en un momento yo te ayu...
E: 41o5 4=oma ya5 !onsiguió meter el pie y una gran sonrisa se dibuó en su cara...
Hasta que vio que a no ser que fuese a montar el caballo de espaldas... se había
equivocado de pie$ Cuer...
M: <ueno, cuando te canses, te espero en la entrada +6hm !on los bra&os cru&ados$
E: ;aya, perdone la se)orita que tenga que esperar, pero es que no todos nacimos con
una silla de montar debao del culo
M: -a, igual que no todas nacimos con ese vocabulario digno de reinas
E: 0erdona, +Eso lo dice quien hace un momento ha dicho >mamporra&os? 0orque he
de decir que creo que esa palabra no sale en el diccionario
M: Eso es porque los adetivos a tus acciones no salen nunca en 2l
E: laro, pero eso es porque tienen denominación de origen
M: +6ade in carabanchel alto
E: l menos no es 6ade in ibeles. !;ale, tenía un pie en el estribo ese o como se
llamase... +- ahora que +Ku2 hacía con el otro pie +"e lo cortaba$
M: =al ve& a este paso consigamos llegar hasta la siguiente man&ana antes de que
anoche&ca
E: =al ve& si cierras tu preciosa boquita consiga subirme a esto
M: "i le sigues llamando >esto? te dar% una co&
E: +@na que
M: @n mamporro. !"onriendo de orea a orea$
E: Eso no tiene gracia. Esto no tiene gracia. 0ero claro, las pias no sab2is andar como
las personas normales, no, ten2is que ir en caballitos o en cochecitos o en cositas.
ndando no, +0ara qu2 andar
M: +"iempre eres tan queica
E: "í, pero contigo m%s. !*espu2s de varios saltitos consiguió subirse encima,
aferr%ndose al cuello del caballo con los bra&os y con los oos cerrados$
M: 4<ien5 !plaudi2ndole$ nda, vamos
E: +Ku2 hay m%s
Miradas opuestas F
M: nda...
*espu2s de muchos intentos y muchos te ayudo y bastantes m%s no?s, consiguieron salir
de la escuela de equitación, 6acarena austaba el trote de su caballo al de Esther, que
parecía tener ciertas dificultades, +0ero y lo que disfrutaba con aquello "obre todo
sabiendo que en JTanda, sería Esther la que sabía hacer todo y ella la que nada, era su
peque)o momento de vengan&a por lo que iba a venir en un futuro. - ya que tenía que
alearla de *el;alle para que este no se encaprichara m%s... al menos se lo pasaría bien
Le ense)ó los lugares m%s importantes de la ciudad ere&ana, de ve& en cuando hacían
un alto en el camino para que Esther tomar% fuer&as, aunque 6acarena disimulaba que
se paraba a ver el paisae para que esta no se diese cuenta de su piedad, que la tenía
pocas veces, pero es que el rostro de Esther había cambiado al de exasperación, y total,
ya se había reído bastante, aun le quedaba otro día m%s para hacerlo, tampoco había que
gastar todas las balas en el primer día
M: +;olvemos ya Llevas mucho rato callada, +1o se te ocurre ninguna barbaridad que
decirme !6irando como Esther fruncía el ce)o$
E: +ree la se)orita que ya hemos terminado por hoy
M: "í, ma)ana m%s +6hm
E: "í, vamos, a primera hora de la ma)ana... !6ientras intentaba dar la vuelta al caballo
para volver$
@na hora despu2s Esther y 6acarena subían en el ascensor del hotel, Esther tenía los
muslos destro&ados, se iba cargando de mala leche, aquella pia le había hecho aquello
apropósito, vamos, que si no fuera porque parecía un bebe con pa)al la hubiese
perseguido por todo el hotel cuchillo amonero en mano
concentradas en los labios de la otra como para darse cuenta de que los suyos tambi2n
eran observados y menos mal que los ricos nunca tienen nada que hacer y siempre
hacen las apariciones en el momento usto$
%e$#a$$e: 4Esther5 +Ku2 tal el paseo
6ientras ellas se repetían esa pregunta, *el;alle le decía a Esther la hora en la que irían
a cenar, aunque a parte de las paredes no le escuchaba nadie
Esther estaba flipando, no se le ocurría una explicación al hecho de que sus oos se
hubiesen fiado en aquellos labios, bueno sí, se le ocurría una... era gilipollas, al menos
esa parte de su anatomía. + quien se le ocurre mirar los labios de la pia, y si solo fuera
mirarlos bueno, los oos a veces se aburren y se dan un paseito por las caras, pero es que
lo que había sentido al mirarlos, eso, eso no era normal. l menos no su concepto de
normal, no es que le molestase que fuese una muer, vamos, solo había estado con
hombres, sin mucha suerte, pero que no se iba a morir si le gustaba alguna muer, pero..
+=enía que ser esa 0recisamente la se)orita pia arrogante que dormía en un colchón de
plumas... 1o había m%s +no Hasta en eso tenía mala suerte. + quien demonios le
había hecho tanto da)o como para merecer aquello - encima el *el;alle ahí d%ndole
que te pego a la lengua
ver, a ver, a ver, racionalicemos +Ku2 has mirado "us labios.. +0or qu2 1i idea...
bueno, todo tenía una explicación lógica, seguro, vamos que 4-a est%5 "us oos habían
visto moverse los labios de aqu2lla y por acto puramente instintivo, ha mirado hacia
ellos, pero no tiene porque ser m%s, era eso, los refleos, vamos que ni en broma se le
había pasado por la cabe&a nada, lo del beso un momento de... locura transitoria, eso,
locura, había sido eso. -a est%, todo resuelto... que carita que pone... 46acarena ilson5
Esa muer que est%s mirando es una barriobaera maleducada que no tiene donde caerse
muerta. +- por qu2 la miras ;ale, normalmente no tratas con gente de su clase, debe
ser eso, la curiosidad... *ebería despearme un poco, ir a casa, relaarme, tal ve& ma)ana
invite a ernando a acompa)arme, seguro que dice que sí, pero sería una distracción..
+1o es eso lo que quieres
%e$#a$$e: Esther, Esther...
E: +Eh !3 /i me he enterado de lo que me ha di"ho... ¡'e,a de mirarla "o-e! 7$
%e$#a$$e: Kue me gustaría que fu2semos a cenar temprano, así podríamos aprovechar
para dar un paseo, ver Cere& de noche es increíble
E: *el;alle...
- el hombre este... +1o se da cuenta de que ella no quiere nada con 2l - pensar que...
6acarena abrió los oos como platos, se había olvidado por completo de porque estaba
allí, acompa)ada de aquellos dos, el obetivo, "@ obetivo. *ebía ganarse a *el;alle
por el bien de los ilson, Esther solo era una pie&a en el tablero, alguien a quien
manear para sus propósitos +ómo había podido olvidarlo quella muer tenía un
efecto negativo sobre ella, sin duda alguna, ella era una pie&a, solo una est#pida pie&a, y
6acarena era la ugadora que debía mover esa pie&a, para su beneficio, para ganar la
Miradas opuestas FM
partida a *el;alle. Había cometido un gran error, dear que aquella muer le calase
alguna de sus est#pidas ideas de piedad y ayudar por un momento
E:... la verdad es que no me encuentro muy bien, estoy agotada... así que si no te
importa, me voy a la cama. !6eti2ndose r%pidamente en la habitación y cerrando la
puerta tras de si$
%e$#a$$e: +Ha pasado algo se)orita ilson
M: 1o, no... un día muy largo, hemos ido a montar a caballo. !*el;alle sonrió$ @na
gran inete
%e$#a$$e: =al ve& cuando volvamos de JTanda pueda ir a montar con ella
M: =al ve&... !6ir%ndole a los oos, gan%rselo...$ "i quiere, usted y yo podríamos cenar
%e$#a$$e: Esa es una excelente idea. !"onriendo y acercando su bra&o a 6acarena$
"e)orita...
M: 6uy amable caballero
ueron a uno de los meores restaurantes de Cere&, durante la cena hablaron de mil
cosas, bueno, *el;alle hablaba y 6acarena se mostraba complaciente, actuaba, aunque
de ve& en cuando baase la guardia en su cabe&a, al lado suyo había una familia
cenando, seguramente habían ahorrado durante dos meses para cenar allí, parecía que
era el cumplea)os del padre, una ni)a de unos die& a)os le estaba dando un regalo,
sonriendo, había visto sonrisas como aquellas pocas veces, y casi todas había sido
recientemente. En la fiesta de Cavier, los amigos de Esther, Esther misma...
%e$#a$$e: +rees que Esther se interesaría por alguien como yo !3 ¡¿Qu?! l don de
la oportunidad$ si es que piensas en ella y mira lo que pasa... 7$
M: 0ues... !3 3an4rtelo$ gan4rtelo$ gan4rtelo... 7$ La verdad es que no veo porque no. Es
usted un hombre elegante, educado y atento, a parte de tener un considerable colchón
mullido en el que descansar. @n buen partido como diría mi abuela !Jiendo
suavemente$
%e$#a$$e: reo que JTanda puede ser un buen sitio... pero... tal ve& necesite algo de
ayuda, no creo que sea f%cil estar a solas con ella
M: <ueno, en tres meses seguro que encontrar% el momento
%e$#a$$e: "í, pero... no soy un hombre al que le guste esperar el a&ar... no s2 si me
entiendes
M: umentar las posibilidades hasta que sepas seguro que va a suceder. !onocía bien
el uego$
%e$#a$$e: Exacto... te has hecho muy amiga de ella +;erdad !6acarena le miró,
ocultando su sorpresa, aqu2l tipo quería que ella le ayudase en su obetivo particular,
Esther... y lo bueno es que si le ayudaba... lo tendría en el bote, no pensó, no escuchó
m%s bien, hi&o lo que era meor para ella y su obetivo, en aquel uego todos tenían una
meta, los medios... cualquiera, incluso meter en la cama de aquel tipo a Esther, aunque
aquella idea le desagradar% muchísimo, era lo que debía hacer, acabar con todo aquello
y volver a su vida normal, sin aquellos sentimientos tan extra)os en ella que
#ltimamente se colaban en su cuerpo y en su mente$
M: uente conmigo *el;alle, todos merecemos una oportunidad
%e$#a$$e: 6e alegra escuchar eso, sin duda eres una gran muer 6acarena
M: Espero que su idea no cambie. !<romeó provocando una leve sonrisa en *el;alle$
Miradas opuestas FP
E: 4*ime5
Marisa: +6uy ocupada con nuestros socios !Jiendo$
E: @y sí, de una ocupación... fascinante +Ha pasado algo
Marisa: 1o, solo quería saber como iba la cosa
E: Llevo un día con esos dos y sigo viva, no esta mal +Eh
Marisa: -a...
E: *eberías darme un premio, algo así como > la meor relaciones p#blicas de la
81G?... +@n contrato firmado en el que diga que no me har%s pasar por esto otra ve&
Marisa: 0ero si les tienes encantados Esther
E: reía que solo interesaba *el;alle...
Marisa: =u pia tambi2n
E: 1o es mi pia. !1egando con la cabe&a 3 ¿Qu sabía aquella? ¡&enga sther! %i ni
siquiera t5 sabes que ha pasado$ vale$ que eres tonta$ pero a parte de ese detalle... 7$
Marisa: <ueno, la se)orita ilson, +6eor
E: "í. +Est% todo preparado 1o quiero sorpresitas como la #ltima ve& +Eh Kue
acab%bamos en medio de la selva a patita...
Marisa: =odo preparado, tranquila 4"oy la efa5
E: <ah, todo el mundo tiene su cru&...
Marisa: =endr2is que estar ma)ana aquí, tr%emelos vivos...
E: +Es necesario Les podría convencer para que nos pusieran en su testamente y que
luego tuviesen un peque)o... accidente
Marisa: nda, nos vemos ma)ana
E: larooooooooo. !olgó y se volvió a la ducha... tu pia, tu pia... ser%... 4Cefa5$
6acarena por su parte llevaba ya un buen rato despierta, la verdad es que no había sido
capa& de descansar mucho, que su cabe&a le hiciese caso era un problema, era la
primera ve& que su cora&ón... o lo que fuese, le llevaba la contraria, normalmente no
decía nada.. o tal ve& es que no lo había escuchado mucho, le había sido f%cil ignorarlo,
pero se había vuelto tan esquivo como ella misma, y tan listo, lo suficiente como para
colarse en su subconsciente y proporcionarle una maravillosa pesadilla con la imagen de
*el;alle y Esther... untos...
ueron a las carreras de caballos, *el;alle se la pasó toda entera tir%ndole los trastos a
Esther, así que esta entre tener que ver los caballitos y aguantar al vieo verde estaba
harta, en un momento dado se excusó para ir al ba)o y salió disparada deando a aquel
tipo solo. La pia hacía rato que había desaparecido, su hermano había ido a buscarla y
se habían ido los dos entre susurros. :ntentó encontrar lo ba)os, pero lo que encontró fue
otra cosa, en uno de los pasillos interiores estaba 6acarena y su hermano, hablando con
una parea mayor, por los rostros podría decir que eran familia, seguramente los padres,
pensó en acercarse a saludar, Cero le caía bien, m%s que la pia, y ya de paso le
preguntaba donde estaba el ba)o, pero al acercarse un poco m%s escuchó a conversación
que mantenían
Esther salió pitando de allí, aunque alguien se dio cuenta de su huida. Eso era, el motivo
de que la pia no se separase de ella y *el;alle, estaba intentando ganarse al vieo para
quitarle toda su fortuna, su poder, todo era un maldito y est#pido uego, no debería
haber esperado m%s, no de gente como aquella, pero la verdad es que en alg#n momento
se había enga)ado a sí misma pensando que tal ve&, aquellos dos querían ayudar de
verdad 4- una mierda5 *el;alle solo quería tir%rsela, - 6acarena solo quería la pasta de
*el;alle. =enía que volver a 6adrid, alearse de toda aquella hipocresía que se
Miradas opuestas (9
respiraba allí, pasar un día tranquilo y viaar a JTanda, ya los dearía tirados en
cualquier parte, qui&%s podría convencer a 6arisa de que no fuesen al viae ni *el;alle
ni la ilson. Era posible. +ómo la había enga)ado - ella aceptando hasta aquella
maldita habitación, solo era parte de su plan, ganarse a *el;alle. "iguió paseando por
Cere&, no quería volver a pisar el hotel, pero tenía sus cosas allí, durante horas se intentó
calmar con el aire que se respiraba en tierras andalu&as, cal%ndose de 2l. 0ero nada,
imposible, aquellos dos la habían metido en su uego de ambición y poder, iría al hotel,
cogería sus cosas y se volvería a 6adrid, convencería a 6arisa de que no fueran al viae
esos dos y ella sí que iría. 1o volvería a verles nunca, a ninguno de aquellos dos.
Est#pido *el;alle. Est#pida 6acarena
- allí estaba, apoyada en la pared de enfrente del ascensor, aquella maldita pia era un
autentico incordio, Esther la miró con rabia y salió del ascensor, caminando hacia su
habitación
M: laro, la chica de las grandes esperan&as, llena de sue)os sin sentido que se
preocupa por la pa& mundial y el hambre en el mundo, no tienes tiempo para ugar +Eh
!Esther la miraba con rabia, iba a responderle pero 6aca no la deó$ Entonces dime
+Ku2 hacías aquella noche en la fiesta de "otomayor - no mientas, porque s2 lo que
hacías
E: 4Eso es diferente5
M: 41o5 1o lo es. Es lo mismo... ugar. =# ganaste esa ve&... tal ve& puedas ganar en
esta tambi2n
E: 1o quiero nada que t# puedas ofrecerme
M: +1o +Est%s segura =u tienes proyectos que requieren dinero, yo dinero que
requieren proyectos. +rees que no s2 que est%s trabaando para crear una 81G +Ku2
no s2 que ese es tu sue)o desde que te picó el gusanillo +rees que no lo s2
E: Eres una...
M: @na muer muy inteligente que puede cumplir tus sue)os...
E: 6e da igual lo que puedas cumplir... no quiero tener que deber nada a alguien como
t#
M: +Est%s segura "in alguien como yo am%s lo lograr%s
E: 6ira, puede que en tu mundo las cosas se hagan con enga)os y ueguecitos
est#pidos, en el mío se hace con el esfuer&o de cada uno, y lo lograr2
M: 1o lograr%s una mierda Esther, y lo sabes. "in el dinero no tienes nada que hacer
E: Lo conseguir2 por otro medios, unos en los que no tenga que vender mi alma al
diablo
M: racasar%s... eres demasiado ingenua para conseguirlo
E: 0uede que sea una ingenua, pero no soy gilipollas, y no pienso aliarme contigo, no
me rodeo de gente sin cora&ón
M: 0ues la gente sin cora&ón es la que triunfa se)orita, y a ti me parece que te sobra
mucho
E: l menos tengo algo por lo que vivir, t# no tienes nada
M: +Ku2 no tengo nada !Jió divertida$ =engo todo lo que quiero
E: @y, sí, ya lo veo... +"abes el problema Kue todo lo que tienes lo has comprado... por
lo que no debe ser muy importante si tiene precio
M: 6ira, no espero que alguien como t# lo entienda. La gente que no tiene nada dice
eso para consolarse, pero en realidad siente envidia de todo lo que tenemos
E: 0ues a mi solo me das pena. !*esafi%ndola con la mirada, notando como la ira de
6aca se adue)aba de su mirada$
0erder el control... dear de pensar, de ra&onar... dearse llevar por tu cuerpo, por el
deseo que recorre cada fibra, cada parte, por el cosquilleo que eri&a la piel y que acelera
tu respiración, por los latidos que se extienden hasta las puntas de los dedos, haciendo
que los temblores se sucedan en tu interior... perder el control de tu mente, de tus actos y
simplemente... disfrutar de las emociones...
+En que momento lo perdieron +En que momento de aquella est#pida conversación
que mantenían se habían perdido *aba igual... no había nada m%s que el cuerpo que
tenían delante... - ella lo buscó, con la necesidad del aire al estar bao el agua, pasó su
mano por su espalda, apretando aquel cuerpo contra sí, estremeci2ndose al notarlo
contra ella, encendi2ndose, la empuó hasta la pared, atrap%ndola para no dearla huir y
se perdió. "e perdió mordiendo aquellos labios, luchando contra aquella lengua, con
m%s ganas a cada momento, con m%s necesidad, quería aquel cuerpo con el suyo, quería
follarla allí mismo, en el pasillo de aquel hotel. - le faltaba el aire, pero le daba igual,
Miradas opuestas ('
cegada no podía apartar sus labios y su lengua de aquellos otros, que luchaban contra
ella con la misma fuer&a, el mismo deseo, la misma excitación
- 6aca lo sabía, porque a ella le pasaba lo mismo, quería el sexo de Esther, quería su
boca, sus manos, todo, y cuanto m%s lo pensaba m%s le dolía, y con m%s ganas la besaba,
y con m%s ganas la apretaba, sentía que no podía m%s, le faltaba el aire, pero el echo de
separarse de aquellos labios no se le pasaba por la cabe&a, notaba los pe&ones duros de
Esther clavados en sus pechos, y eso la excitaba mucho, lo suficiente como para querer
m%s. olocó r%pidamente una de sus piernas entre las de Esther, haciendo presión en el
sexo de esta, notando como a la enfermera le floeaban las piernas. hora atacaba con
una de sus manos sus pechos, apret%ndolos y de%ndolos ir, notando su dure&a en la
palma de la mano, los masaeaba r%pidamente, sin descanso, sin dear que Esther se
recuperase, no quería que lo hiciese, quería ver su rostro al correrse allí mismo, y
presionaba la rodilla y Esther mordía el lóbulo de su orea con fuer&a, gimiendo,
pasando sus manos por la espalda de 6aca y apret%ndola con fuer&a, queriendo hacer
m%s presión entre ellas, y se mordía el labio, sin remedio, y suspiraba
Esther sentía que no podía m%s, que si no la paraba tendría un orgasmo allí mismo, le
dolían los pechos, su propio sexo, le dolía todo, la tensión se había acumulado hasta el
punto en que no le quedaba aire, y lo buscaba con ansiedad, abriendo la boca para
cogerlo, pero solo le salían gemidos, era incapa& de respirarlo un poco, y la rodilla de
6aca la estaba torturando, cada ve& la movía con m%s rapide&, y lo #nico que tenía claro
era que quería m%s. "u cuerpo desnudo a su disposición, y que si 6aca lograba hacer
que se corriera allí no habría ese m%s. =enía que actuar, y hundiendo su lengua en la
boca de 6aca, baaba r%pidamente una de sus manos por el vientre, presionando, hasta
llegar entre sus piernas, esperando unos segundos, conocedora de que 6aca sabía donde
estaba su mano, tan cerca, y mordía el labio de 6aca para luego chuparlo, besarlo,
atraparlo entre los suyos succion%ndolo
- obligaba a Esther a subirse encima de ella, y la enfermera la rodeó con sus piernas,
mientras 6aca baaba una de sus manos hasta su sexo, acarici%ndolo con fuer&a por
encima del pantalón, apretando con ganas, la otra en los gl#teos de Esther, impidiendo
que cayera. omo pudo, a trompicones, entre batallas de lenguas y caricias llegaron
hasta la habitación de al lado a la de Esther, 6aca sacó con una mano la tareta
r%pidamente y la pasó por el lector, mientras apoyaba a Esther contra la puerta,
mordiendo su cuello
Miradas opuestas (F
- Esther obedeció, mientras 6aca la arrastraba hasta la cama, ech%ndose sobre ella,
quedando encima, abriendo las piernas para dear que Esther tuviese m%s espacio,
atrapando con una mano uno de sus pe&ones, estir%ndolo y haciendo que Esther apretase
m%s sus manos, mordiendo y lamiendo el otro pe&ón, sin tregua. on la mano libre
Esther tiraba de la camisa de 6aca, que se abría ante la fuer&a y que r%pidamente era
apartada, y atacaba, movía pie&a hundi2ndose en el cuello de 6aca, mientras su otra
mano apartaba a un lado su tanga, y la ere&ana la ayudaba desprendi2ndose de la ropa
interior y del pantalón con rapide&, quedando desnuda, montada a horcaadas sobre ella,
y luego seguía quitando ropa, la falda de Esther desaparecía entre batallas de tomar e
control, luchando por bien quien acababa encima, al igual que desaparecía su ropa
interior. ompletamente desnudas se sentaban, con sus torsos desnudos uno contra el
otro, sus pechos hinchados, sus piernas rodeando sus caderas y sus sexos ro&%ndose,
contagi%ndose del calor, de la humedad, de los latidos que sentían cada uno
6aca mordía los pe&ones de Esther, mientras esta apretaba con sus manos su cabe&a,
queri2ndola m%s fuerte, m%s adentró, y sus caderas se movían instintivamente, ro&ando
sus sexos, apret%ndose uno contra otro, y llegaba un momento en el que ya no podían
morder, ni besar, ni nada, sus labios solo buscaban aire, mientras sus sexos solo
buscaban m%s contacto. Las manos de Esther baaban por la espalda, clav%ndose en los
gl#teos de 6aca y atray2ndola m%s hacia sí, notando como su sexo casi explotaba ante
aquella torturante presión
E: ghhh... aghhhhh...
M: J%pido... aahhgghh... m%s... ahhhh...
- se apretaron m%s, hasta casi traspasarse, agotadas por el esfuer&o a#n sacaban sus
#ltimas fuer&as, fuer&as que les llegaban desde el centro mismo de su sexo, a punto de
estallar, y sus caderas seguían balanceando fren2ticamente, a un ritmo vertiginoso, y sus
gemidos iban creciendo m%s y m%s, hasta que un #ltimo esfuer&o las llevó al borde del
grito, notando como sus cuerpos se destensaban de golpe, notando de golpe todo m%s
h#medo, todo m%s borroso, todo menos real. un apretadas buscaban el aire, poco a
poco se recuperaban, notando el cansancio y el dolor de sus m#sculos, notando lo
moadas que habían quedado, llenas de sudor, ambas apoyaban las manos hacia detr%s,
separando sus torsos, manteniendo el contacto entre sus piernas, no se miraban, tenían
los oos cerrados
Miradas opuestas ((
1otaba el sol colarse por la ventana y achicharrarle la cara, tenía mucho sue)o así que
se dio la vuelta, consiguiendo que en ve& de achicharrarle la cara le quemase la espalda,
refunfu)ó un par de minutos, escondi2ndose debao de la sabana y de la almohada, hasta
que abrió los oos y miró alrededor. +*ónde demonios estaba Era en el mismo hotel,
sin duda, pero aquella no era su habitación, peque)os flash de la noche anterior
asaltaron su cabe&a... 4+6e he acostado con la pia5 0ues... va a ser que sí +6hm l
ver el suetador de 6aca tirado en el suelo, que poco elegante, de%rselo allí encima de
la alfombra. Jecogió sus cosas y la prenda de 6aca y salió al pasillo +Ku2 hora sería
Entró en su habitación y miró el relo... 41o5
6edia hora despu2s, con la ropa embutida en la mochila, a medio peinar y unas oeras
que le llegaban al suelo, consiguió entrar en el aeropuerto, iba maldiciendo su descuido,
mira que quedarse dormida... aunque claro, teniendo en cuenta el >esfuer&o? nocturno
40ara no dormirse5 - allí estaba de nuevo, con un maletón a un lado y sentada tan
elegantemente como siempre en una silla de la sala de espera ;:0, *el;alle estaba de
pie enfrente suyo, hablando animadamente, la pia se había hecho con su obetivo
+=enía algo que ver lo de la noche anterior 1o, seguro que no, el vieo verde quería
llev%rsela a la cama, no que otro, en este caso otra, hiciese la faena. Jespiró hondo, no
quería que la pia notase nada raro, seguramente se la había tirado por capricho, Esther
no iba a darle el placer de verla diferente 41i de co)a5 Ella en su línea... pasota... y no le
iba a costar mucho, porque aun tenía m%s ganas de librarse de ella y del vieo que antes
%e$#a$$e: 4Esther5 ;en por aquí. !"onriendo y acerc%ndose a ella$ +Has pasado mala
noche !Entrando con ella en la sala$
E: 6alísima. =engo que ir a facturar el...
%e$#a$$e: 1o, no y no. *e eso se encarga alguien de aquí. !Hi&o una se)a a un mo&o
que se acercó corriendo, vamos, que perdía el culo por atenderles cosa que a Esther le
hi&o mucha gracia$ acture el equipae de la se)orita
Mo*o: 0or supuesto, se)orita +u%les son sus...
E: =oma. !Entreg%ndole la mochila desgastada y sent%ndose en uno de los asientos toda
pancha$
%e$#a$$e: +Has desayunado ya 0odemos pedir que nos traigan unos aperitivos
E: 0ues... la verdad es que no me ha dado tiempo...
M: 1i a peinarte... !brió por primera ve& la boca, con la vista fia en una revista,
Esther se fio 4omo no5 aballitos...$
E: El estilo desordenado est% a la orden del día, me sorprende que a alguien como t# se
le escape eso, pero claro, a los caballos no se les peina +1o
M: 0ues la verdad es que sí, hasta se les hacen tocados para las grandes competiciones.
!Encogi2ndose de hombros muy tranquila$
E: +=ocados +;a en serio !6irando al vieo que estaba... +6irando sus piernas 1o
veas, si que tenía %nimos el hombre, ya de buena ma)ana$
%e$#a$$e: 1o son exactamente tocados... pero sí, cuando se hacen paseos de galas o
competiciones de doma se les suele peinar de forma especial. +-a tienen todo preparado
en 6adrid
Miradas opuestas
opuestas (
E: "í, sí, todo listo,de todas formas cuando lleguemos yo ir2 a mirar como va todo,
salimos ma)ana por la ma)ana temprano
%e$#a$$e: =e acompa)ar2, quiero asegurarme yo tambi2n. +6acarena !6ir%ndola
significativamente$
M: un me quedan algunas cosas por comprar. !6ientras *el;alle sonreía complacido
Esther ponía los oos en blanco... vete t# a saber lo que iría a comprar, aunque... tambi2n
podía tener que ver con lo que había
había escuchado
escuchado el día anterior 4laro5
4laro5 Les deaba a solas
solas
para que *el;a
*el;alle la conquistase,
conquistase, una sonrisita traviesa
traviesa apareció en su
su rostro, 4La
llevaban clara aqu2l par5$
0oco despu2s les llamaban para subir al avión, Esther subió con la mano en el bolsillo
del ersey, apretando
apretando algo que tenía dentro y sonriendo divertida, se sentó en su asiento,
entre *el;alle y 6aca y se puso los cascos con algo de m#sica
%e$#a$$e: 6acarena, +on que muchas cosas por comprar !provechando que Esther
>no? les escuchaba$
M: 1i se imagina cuantas *el;alle. !6ir%ndole y gui)%ndole un oo$
%e$#a$$e: Eres una muer admirable...
M: 6e viene de familia. !3 Y lo buena a"tri) tambin maquita$ que te de,as eso 7,
pensaba Esther
Esther mientras trasteaba con el cable de los cascos$
%e$#a$$e: "í, una gran familia para haber criado a alguien como t#. 0ero.. hay algo que
me preocupa
M: +El que
%e$#a$$e: yer noche quise prepararle algo a Esther, como se había ido así de las
carreras, pero no la encontr2 en su habitación, aunque en recepción me dieron que la
habían visto subir...
M: Estaría en el bar. !Estaba tranquila pues sabía que el servicio del hotel no delataría
su presencia la noche anterior, ella ya se había encargado
encargado de ello, Esther contenía los
pu)os +En elel bar "í, claro, eso o en tu cama haci2ndolo,
haci2ndolo, no tenía
tenía morro ni nada la pia
+ómo se había deado hacer aquello 8h, sí... le habían entrado ganas 4Hasta su cuerpo
estaba en contra de ella5$
%e$#a$$e: @hm... aunque... +0odrías averiguarlo
M: Lo intentar2. !"onriendo ampliamente$ "i no te importa !"acó su antifa& y se lo
ense)ó a *el;alle$
%e$#a$$e: 0or supuesto que no, yo tambi2n aprovechar2 para descansar !Gui)%ndole un
oo y sacando otro antifa&, ambos se lo pusieron y al cabo de un rato Esther se sacaba
los cascos, miraba a ambos y sonreía, deó algo sobre 6aca y se levantó para ir al ba)o$
E: 1o, no, no. !0ar%ndola$ "oy una chica muy educada, te lo deaste ayer noche y te lo
devuelvo. !"onriendo con maldad$ 0ero nada, si quieres le preguntamos su opinión a
*el;alle
M: 1o pienso dear que lo mandes todo a la mierda por un momento de locura
+Entendido !"usurr%ndoselo enfadada$
E: 6acarena... cuida ese vocabulario. !Jiendo y achuchando a *el;alle para que se
despertase$
%e$#a$$e: +6hm
E: El cinturón, no querría que le llamasen la atención
%e$#a$$e: 6uy generoso por su parte. !"onriendo y bromeando$
Habían quedado en el aeropuerto de 6adrid, donde cogerían lo que llamaban >el p%aro?
para llegar a JTanda,
JTanda, era el avión con
con los pasaes
pasaes m%s baratos, todo
todo ahorro era poco,
poco, y
tambi2n era el que m%s horas de vuelo llevaba... vamos, de hecho, seg#n Esther aquel
trasto volaba desde 9P(9, echa cuentas, un montón de horas... quella
quella ve& quien llegó
tarde fue 6acarena y *el;alle, Esther estaba ayudando a meter las cosas en el avión
cuando les vio llegar, con su limusina pararon dudosos delante del avión, *el;alle baó,
miró el avión y negando con la cabe&a se acercó a 6arisa, 6acarena baó un segundo
despu2s y... +*e donde había sacado aquella ropa
E$i: Kue mona va esta chica siempre. !Jiendo y empuando una caa rampa
r ampa arriba$
E: 6onísima, va a ser la 1aomi ampbell de la selva... !1egando divertida y
empuando su caa$
6acarena había optado por un modelo de camuflae muy mao 2l, con sus pantaloncitos,
su camisita, si gorrito con mosquitera y variedades por el estilo, muy cuca ella, claro, en
aqu2l momento y al ver que los dem%s ! excepción de *el;alle$ :ban con teanos y
camisetas, se sentía un poco fuera de lugar, pero la ropa se la había aconseado un
experto aventurero que reali&aba documentales preBpago para cualquier rico +Habían
enga)ado a una ilson quello le resultaba fastidioso
%e$#a$$e: Jealmente no creo que eso nos pueda llevar a JTanda, si es por el dinero
puedo conseguir
conseguir un et privado en en un momento
Marisa: 6ire, es la forma en que hacemos las cosas, cuanto menos gastemos en el
viae, m%s podremos invertir en el proyecto, y tranquilo, este avión re#ne todos los
requisitos de seguridad e higiene actuales
Car$os: "í, claro... si vivi2semos en 9PO9. !Jiendo con una peque)a caa entre sus
manos$
Marisa: 1o haga caso a arlos, es algo bromista
%e$#a$$e: Eso espero, si morimos durante el viae no servir% de nada su proyecto
Marisa: =al cosa no suceder%. 4Esther5
E: 41o estoy5 !6irando a Eli y poniendo los oos en blanco$
Marisa: +u%ndo vuelvas podrías mirar donde se han metido el resto
E: 4laro5 4Estoy en ello5 !"ent%ndose
! "ent%ndose encima
encima de una caa$
Car$os: +@na #ltima cervecita !"onriendo y sacando tres cerve&as de una caa$
E$i: =ío, +*e donde las has sacado
Car$os: Eh, que allí no tiene cerve&a, y para las noches de pasión desenfrenada no viene
mal. !Jiendo y acerc%ndoselas$
acerc%ndoselas$
Miradas opuestas
opuestas (M
E: ;amos que las has traído para ver si emborrachas a alguna y se acuesta contigo.
!ogi2ndola$
Car$os: Elemental, mi querida Esther. !6acarena
!6acarena se asomó por la puerta del avión$
;aya, vaya, vaya, Esther, no creía que tu perrita viniese
E: -a ves, le hace falta un buen paseo. +Has revisado todo
E$i: Lo he hecho yo, este ha llegado hace una hora
Car$os: 0erdona, pero el retraso usto y adecuado es elegante, no lo de estos dos.
!"e)alando con la cabe&a a la pia$
E$i: nda, 46aca5 +@na cervecita
%e$#a$$e: 4-o si querr2 una5 !"ubiendo y sent%ndose al lado de Esther, Eli le gui)ó un
oo a la enfermera que hi&o el gesto de meterse un tiro en la cabe&a$
E$i: "e)or *el;alle, Esther me ha hablado mucho de usted. !quella se lo estaba
pasando bomba$
bomba$
%e$#a$$e: Espero que todo bueno. !"onriendo$
E$i: Espera bien
Ra)ue$: 4;enga5 4Kue aun quedan caas5 !som%ndose$ +Ku2 1o le deis ninguna a
Jaquel +Eh
Car$os: =en. !Lan&%ndole una$
Pi$oto: +- yo !"aliendo de la cabina del piloto$
E$i: "%cale una anda, que el viae es muy largo
E: *el;alle, te presento a parte del equipo, los otros estar%n en camino. Estos son Eli y
arlos, expertos en el terreno y m%s o menos multiusos !Gui)%ndoles un oo$, aquella es
Jaquel, la diplom%tica por así decirlo !=odos
!=odos rieron y Jaquel hi&o un gesto con la
mano$ faltan :sabel y Joberto, doctores, y... +*ónde anda Luís
Car$os: 0obre Luisito... tan oven y ni siquiera a durado un minuto, lo hemos puesto ahí
atr%s en un rincón...
%e$#a$$e: +Ku2
E: Kue est% durmiendo la mona, ya lo conocer%s cuando lleguemos a JTanda
%e$#a$$e: +- 2l !"e)alando al #ltimo que había pedido una cerve&a$
E: +Vl <ah, el piloto
%e$#a$$e: +El piloto Esto es...
Pi$oto: ver, que a mí esto no me hace nada +eh +;e !Levant%ndose y tambale%ndose
un poco$ 1ada de nada +1os vamos ya 4Hip5 0erdón.. !Jiendo$
Marisa: +-a os hab2is divertido bastante !Llegando con el resto del equipo$
Pi$oto: 1o te creas... aun podemos exprimirlos m%s... !Jiendo y baando del avión$ 4
por esas caas5
caas5 :sa, Jober,
Jober, sus toca por
por ser los #ltimos
Ro'erto: ;enga, tío, no me odas
Pi$oto: 4Eso am%s de la vida5
+sa: 40aco5 4Kue hemos pillado un atasco5
Pi$oto ,Paco-: 6e da igual.. !anturreando$
E$i: reo que a tu perrita le han quitado la lengua... !"usurr%ndole al oído$
E: *ebe estar re&ando para que todo esto sea un sue)o. !Gui)%ndole un oo$
*espu2s de subir todo lo necesario y de un sermón apoteósico que *el;alle escuchó con
gran inter2s, 6acarena aburrida y los dem%s ni escucharon ocupados en mirar el suelo,
las u)as, el cielo o cualquier otra cosa subieron al >p%aro?. *el;a
*el;alle se quedó m%s
tranquilo al observar las credenciales de los pilotos de verdad, que no de 0aco, que
tambi2n tenía credenciales, era psicólogo, algo loco, pero psicólogo. *e esta forma,
pusieron rumbo a JTanda
Miradas opuestas (P
*urante el viae el equipo iba bromeando, sobre todo cachondandose del #ltimo
discursito de 6arisa. *el;alle y 6acarena charlaban en los asientos traseros,
compartiendo sus miedos por aquel viae y sorprendi2ndose de la falta de seguridad y de
profesionalidad de aquella gente. Esperaban otra cosa de aquellos, solo eran una panda
de tipeos y tipeas que parecían que iban de aventura a cualquier lugar del mundo
E$i: Ey, +0or qu2 no les dices que se vengan, pobres !"e)alando levemente a la pareita
del fondo$
E: on lo monos que est%n...
Ra)ue$: ;enga, va, que la tía me cae bien
E: Genial, ser% tu amiguita +6hm
E$i: - el vieo el tuyo +1o
E: @y, sí... tenemos una amistad tan, tan profunda que... no s2, creo que estamos unidos,
almas gemelas. !Jiendo a carcaadas$
Car$os: ;a a ser eso. Esthercita, si t# sabes que estas loquita por mis huesos
E: arlos, no empecemos que te tiro por la ventanilla... y sin paracaídas
Car$os: aída libre... debe ser guapo eso. !<romeando$
E: +Kuieres probarlo !l&ando una cea divertida y provocando las risas de los dem%s$
*el;alle se acercó a ellos y se sentó al lado de Eli, a falta de un hueco cerca de Esther,
trasteaba con una c%mara de fotos de #ltima generación
0rimer impacto... pero imposible. 1ada m%s llegar al aeropuerto de la capital ruanesa
fueron detenidos por las >fuer&as de seguridad?, no les dio tiempo ni a baar las caas de
medicinas y otras cosas que habían traído desde 6adrid, arlos y Jaquel les intentaban
explicar quienes eran en ingl2s, pero aquellos tipos eran sordos... o tenían ordenes muy
claras. Les llevaron a unas >dependencias? del aeropuerto, dos habitaciones de apenas
dos metros cuadrados que apenas tenían ventilación !@n aguero enano en el techo$ y
que apestaban a meado y otras sutile&as por el estilo, separando a los hombres con las
mueres. Les dearon allí durante dos horas interminables, hasta que alguien entró en la
>suite? de los chicos, escuchaban las voces de *el;alle, arlos, 0aco, Joberto y Luís
!Kue con el follón había despertado de su particular coma etílico$ y un par de voces que
hablaban en sTahili
Eli e :sa intentaban pillar algo con las oreas pegadas a la pared, cosa que 6aca no haría
en la vida, aquellas pared tenían distintas capas de mugre, seguro que eran un caldo de
cultivo para los microbios, así que permanecía en el centro de la sala en absoluto
silencio y procurando no tocar nada
La puerta se abrió de golpe, dos tipos armados entraron y las hicieron sentarse a todas
contra una pared, incluida a 6aca, a la que para derribarla tuvieron que empuarla,
podía m%s su miedo a las infecciones que a aquellos tipos, con... +6ala suerte alló
sobre Esther, que de otro empuón la apartó a un lado, mientras 6aca la miraba con
rabia por el poco tacto que tenía, Esther se concentraba en escuchar a aquellos tipos...
l%stima que no tuviesen nada que decir. 0ermanecían como estatuas a ambos lados de la
puerta
Miradas opuestas 9
M: 0odías haber... !@no de los tipos la abofeteó con fuer&a, haci2ndolo un corte en el
labio, Esther la miró y le mando callar con un dedo$
0oco despu2s un hombre traeado de unos dos metros entró por la puerta, las miró una a
una, daba miedo, no era su rostro, ni el hecho de que tuviese que agacharse para no
darse con la cabe&a en el techo, su mirada, completamente vacía... de todo
Las dos estatuas se movieron y las levantaron una a una del suelo, con se)as les
indicaban que les siguieran, salieron de la habitación, les hicieron cru&ar por un pasillo
estrecho que daba a una gran explanada detr%s de las pistas de aterri&ae, dos camiones
militares estaban parados, en uno vieron como subían a los hombres, a ellas las pusieron
en el otro, unto con los dos guardas y enseguida emprendieron camino hacia alg#n
lugar
El sol asfixiante quemaba la tela que les protegía, creando una acumulación de vapor y
calor dentro del camión, combinado con el olor a sudor que parecía desprender el
mismo camión, 6aca llevaba un buen rato, estaba muy p%lida y el corte en el labio a#n
no había deado de sangrar. Esther suspiró resignada e intentó decirles a los guardas que
ella se lo curaría, pero no le hacían ni caso, vamos, estaban muy ocupados sosteniendo
aquellas >pistolitas? que llevaban. En una curva aprovechó para hacer como que se caía
al suelo, y al volverse a sentar lo hacía al lado de la pia, no quería soportar sus queas
durante el resto del viae, seguro que les denunciaba por no atenderla en mitad de una
situación como aquella, sacó un pa)uelo de su bolsillo y lo colocó sobre la herida
Esther consiguió ver la selva a trav2s de la tela que ondulaba en la parte trasera del
coche, llevaban cerca de una hora en aquel coche, y por sorprendente que pareciese el
silencio reinaba, vale, los guardas habían deado clarito que como hablasen iban a
utili&ar esos uguetitos que llevaban colgados del hombro, y sí, por la forma y el color...
aquellos >uguetes? eran reales. <uscaba la mirada de Jaquel, era la #nica capa& de
convencer a cualquiera de cualquier cosa, pero tenía la cabe&a agachada, seguramente
meditando... eso o se había vuelto creyente y re&aba para salir de allí. osa que sin duda
la pia estaría haciendo, la miró de reoo, tenía la cabe&a apoyada contra el asiento y los
oos cerrados, parecía agotada, acoonada, o ambas cosas a la ve&. Le odía preocuparse
por ella, pero mir%ndolo obetivamente era la m%s d2bil, vamos, que allí aquella no tenía
mucho que hacer, por no decir nada
E$i: +Ku2 Es verdad, lo est%is pensando todas, hasta la pia. "i es que piensa +Eo
!6aca se había quedado otra ve& en la parra$
E: mí me preocupa el avión, hemos deado todo allí, oder
Ra)ue$: 1o creo que toquen nada, sería crear un conflicto
+sa: +6%s conflicto que esto
E: ;ale... la pia me preocupa. !6acarena observaba con detalle un retrato que colgaba
de la pared$
M: ;ete a la...
E: =odo lo bueno se pega. !ort%ndola$ +0asa algo
M: ono&co a ese. !"e)alando la fotografía$
Ra)ue$: +Est%s segura
M: "í, creo que alguna ve& ha estado en Cere&, cuando era peque)a
Ra)ue$: Es el presidente
M: @hm... !sintiendo y mirando atentamente el retrato$ Kue mal le sientan los a)os a
algunos. !=odas se miraron y pusieron los oos en blanco, usto en ese momento
volvieron los guardas$
Guarda: ;osotras. omida
E$i: 4Lo sabía5 !=odas la miraron incr2dulas y se encogió de hombros sac%ndoles la
lengua$
Guarda: ;enid. !El guarda las conduo por una serie de pasillos hasta legar a un gran
comedor, sobre la mesa había numerosos platos regionales e internacionales, las sillas
eran las ustas para ellas$ omed. !"aliendo de allí$
E$i: 0rimero nos engordan...
M: +1o decíais que este era un país pobre
E: Kue sea un país pobre, no significa que no haya gente rica, de hecho, ese es el
problema de aquí, mientras 0aul Qagame tiene todos estos luos, su pueblo se muere de
hambre. Es el desequilibrio que hay, para que haya ricos... tiene que haber pobres.
!6ir%ndola con rabia, sabiendo que aquella muer era una de esas que estaban en el lado
bueno de la balan&a, en la vida cómoda$ "er% meor que comamos, esta hospitalidad
es...
+sa: 0rimero nos engordan y luego 4Ias5
Ra)ue$: +:sa +=# tambi2n Kue tiene titulo muer
E$i: +0erdón -o tengo titulo tambi2n, y solo es un papelito que me costo sudor y
l%grimas conseguir
Ra)ue$: 8 resacas y chuletas...
E$i: La duda ofende. !"ent%ndose$ La #ltima cena chicas, 4 comer5
E: 6aca... !Esta la miró con una cea al&ada$ =e odes, creo que ya tenemos confian&a
para llamarte así +1o
M: En ese caso medio Cere& tiene derecho a llamarme así, no eres la #nica
E: "í claro, cono&co los gustos de la gente como t#
E$i: Estas dos... !"usurrando a :sa$ +Ku2 se traen
+sa: 8dio... reo
Ra)ue$: 6acarena, que lo hayas visto en Cere&... +*ónde
M: En mi casa, tenía negocios con mi padre
E: =u padre negocia con asesinos +"e que me sorprendo
M: Esther, t# no sabes nada de mi familia
E: "e lo suficiente, de tal palo tal astilla
E$i: - a mí que esto me da morbillo... !:sa le dio un coda&o$
Ra)ue$: +cabaron bien
Miradas opuestas F
6edia hora despu2s vieron a la primera muer desde que habían llegado a JTanda,
entró como si ellas fueran fantasmas... o al rev2s, vamos, ni las miró, Jaquel intentó
comunicarse con ella en aquel sTahili tan b%sico que parloteaba, pero esta las ignoraba
deó unas telas en una silla y desapareció con el mismo silencio que había entrado
@na cosa era que gracias a que los pios eran una especie de secta fueran a salir de allí,
otra muy diferente que ella se lo agradeciera a 6aca, ni en broma, am%s. - el am%s
venía a ser una hora despu2s. uando, despu2s de una m%s que tensa charla con el
presidente Qagame y de que 6aca aceptar% por ellas ser invitadas de honor en aquella
mansión, coincidieron en uno de los balcones de la mansión, bueno, 6aca pasó por allí
y vio a Esther apoyada en la baranda
mbas miraban hacia el mismo punto, la selva, con las mismas ganas, vamos... ninguna,
en realidad estaban pendientes de los movimientos de la otra, mir%ndose de ve& en
cuando y apartando la vista enseguida, hasta el momento en que coincidieron
M: +in de la tregua
E: =e la has cargado al hacerte amiga de un asesino...
M: 6ira, Esther, el hacerme >amiguita? de ese tipo va a hacer que en dos días estemos
en esas aldeas, con tu proyectito de buena samaritana, en ve& de muertas o vete t# a
saber
E: +0ero t# sabes algo aparte de los caballos o que
M: "eguro que s2 muchas m%s cosas que t#
E: "í, claro, las chicas de barrio no vamos a la escuela +En qu2 mundo vives
M: 1o me refería a eso, pero t# me atacas y yo me defiendo
E: laro, no vaya a estar la se)orita por debao
M: 1o nos vamos a llevar bien +;erdad
E: 1o. no ser sea para sexo del malo como t# le llamas. !Entrando en la casa y
deando a 6aca en el balcón$
+"exo del malo 1o había sido eso lo que quería decir, pero lo que realmente quería
decir era inadecuado, fuera de lugar, había sido un momento de locura, consentido, pero
solo un momento de locura, una forma de acabar con toda aquella tensión, con todas
aquellas ganas de tenerla en su cama a todas horas, pero no le había bastado. "i Esther
lo supiese seguramente le diría que eso se debía a ser una ni)a de papa, siempre
queriendo m%s, nunca siendo suficiente nada, suspiró y miró el paisae. =an diferente a
su Cere&, contempló la selva, pronto estarían allí, y aunque le daba cierto miedo no lo
iba a demostrar, debía mostrarse impasible, no como aquellas que habían perdido los
nervios. *ebía ser fuerte... @na ilson. - sobre todo debía descubrir el paradero de
*el;alle, no podría dearlo tirado, su padre no se lo perdonaría am%s
M: =omando el aire
E$i: Esther te asfixia +Eh !Jiendo y sent%ndose en la barandilla$
M: 0ara nada
E$i: 6ira, ponte en su lugar +eh Ella odia a la gente con dinero, pero tiene motivos, y
ahora una de esas personas ricas le ha salvado el culo, no es f%cil de asimilar
M: =# lo has asimilado
E$i: "í, pero Esther es muy fuerte en sus ideales, no los dea de lado así porque sí, y
estar aquí para ella es la m%s grande de las ofensas, y esta aquí por tu culpa, así que...
bueno, no esperes mucho de ella
M: 1o espero nada de ella, es una mal educada
E$i: Las dos lo sois, este viae va a ser muy divertido
M: "eguro... !"arc%stica$ +Ku2 tiene en contra de Qagame 1o parece mal tipo
E$i: <ueno, Qagame es... un asesino, no tiene las manos manchadas pero lo es. uando
se hicieron las lecciones su partido ganó por una mayoría aplastante, mayoría que
compró y consiguió a base de matar a sus oponentes. 1ada demostrable. 0ero lo hi&o.
@n dictador en cierta forma. omprender%s que no estemos muy cómodas estando en su
casa
M: 6i padre no negocia con asesinos
E$i: 1o, negocia con dinero, sin fiarse en nada m%s. Kui&%s deberías repasar tus ideas.
quí no eres una ilson, solo eres 6aca, tal ve& hagamos de ti persona. !"onriendo y
ba%ndose de la baranda$ 1o s2 que te traes con Esther, aunque creo que sospecho algo
y... no te la vas a ganar con tu apellido, cr2eme
M: 41o quiero gan%rmela5
E$i: -a, *el;alle +1o
M: +ómo lo sabes
E$i: 4;enga ya5 +@na pia en misión humanitaria "i ni siquiera te importa tu familia,
solo lo que piensen. +0or qu2 ibas a venir con la 81G Es obvio
M: Espero que para *el;alle no
E$i: =ranquila, ese est% demasiado ocupado mir%ndole las tetas a Esther. !6aca la miró
molesta$ ;enga... ese vieo quiere hac2rselo con ella, la cosa es que solo no lo va a
conseguir +;as a d%rsela
M: Esa est#pida es demasiado arrogante como para dearse dar. !on una media
sonrisa$
E$i: +- eso te gusta o no !6aca la miró, Eli sonrió, había cosas que no podía negar,
aquella era una de ellas, le gustaba que Esther no se fuera a dar a alguien como
*el;alle, y le gustaba el hecho de que si se hubiese dado a ella$ Kuiero que te acuerdes
de esta palabra >mimiBbaghami? así te la ganar%s !"onrió de nuevo y se fue$
6acarena pasó aquel día deambulando por la casa, las dem%s habían intentado
escabullirse para ir a comprobar que las cosas siguieran en el avión, pero teniendo en
cuenta que una parte del plan consistía en enrollar sabanas y dearse caer por la
ventana... dudaba que lo hubiesen conseguido, seguramente estarían en una de las
habitaciones, maquinando como salir de allí. lgo que a ella no le preocupaba mucho,
no es que no creyera lo que le habían dicho de Qagame, aunque tampoco se lo
imaginaba así, cuando ella lo vio, bastantes a)os atr%s, parecía diferente, m%s como
ellos... qui&%s fuese eso. llí se sentía en casa, con todas las comodidades del mundo,
poco importaba que a cien metros literales la gente se muriese de hambre. Ella estaba
bien. Estaba allí y no le apetecía irse. Ese era su mundo, entre aquellas paredes, no el
que había fuera. unque no podía negar cierta curiosidad por lo que hubiese allí fuera,
eso que Esther defendía con tantas ganas y por lo que se enfadaba con ella
Miradas opuestas O
cabó en una de las escaleras, sentada en un escalón se miraba los pies, empe&aba a
aburrirse, necesitaba hacer algo, pero allí lo #nico entretenido era meterse con Esther, y
esta no había dado se)ales de vida, al igual que a las otras, bueno... le había parecido ver
a Eli cargada con un montón de ollas, pero no le había prestado atención, sabía que en
su grupo era >non grata? y le daba un poco igual, cada ve& menos igual, pero antes se
moría de aburrimiento que interesarse por los est#pido planes de aquellas. 0oco despu2s
una puerta delante de ella se abría, un guarda y Esther aparecían por ella, la enfermera
llena de hierba y tierra por todo el cuerpo y el pelo y mirando fastidiada a aquel hombre
Ra)ue$: "elva, m%s selva... 4Espera, espera5 !=odas la miraban atentamente$ 6%s selva
E: 1o vemos nada. !1egando con la cabe&a sonriente$
Car$os: +1o veis alg#n claro *elante nuestro hay uno bastante grande...
E: <uscad un aguero...
E$i: 4Lo tengo5 4llí5
E: Lo ven
Car$os: <ien, +0od2is llegar hasta aquí
E: 0ues... Lo tenemos complicado...
Car$os: Esther, nosotros vamos a probar de escapar +;amos a buscaros
E: 1o, no, esos tíos van armados... + cuanto crees que estaremos de los lagos
Car$os: 1o creo que a m%s de die& quilómetros, al menos del primero...
E: +0unto de encuentro
Car$os: <ien... +u%ndo lo vais a probar
E: =enemos que pensar, est%n muy pendientes, ya lo hemos intentado, habr% que hacer
un buen plan...
Car$os: <ien, tenemos que cortar esto
E: "uerte
Car$os: 46ucha mierda chicas5
M: +uncionar%
E: Coder, no voy a poder salir tranquila a tomar el aire
M: ;engo en son de pa&
E: +0a& +=# y yo
M: +uncionar% o no
E: Eso espero
M: +0or qu2 lo has hecho
E: +El que
M: Hablarle bien de mí a *el;alle...
E: 6aca, +estamos a punto de ugarnos el pelleo y a ti solo te importa esa estupide&
M: -a sabes, a las pias solo nos importan tonterías. !Esther al&ó una cea con una
sonrisita$
E: uanto antes te lo ganes, antes te iras... así de f%cil
M: +=antas ganas tienes de librarte de mí
E: 1o lo sabes bien...
M: 1o estoy tan segura yo +Eh
E: +- eso
M: La otra noche no decías lo mismo...
E: La otra noche no podía hablar por culpa de tu lengua hurgando en mi boca...
M: -a... pues yo no escuch2 precisamente queidos... m%s bien gemidos...
E: <ueno, siempre he pensado que vosotros escuch%is lo que quer2is...
M: ;a a ser eso...
E: "í...
E$i: 4hicas5 4;amos a dormir que ya es de noche5 !Gritando por el pasillo$
Miradas opuestas OD
E: 4@y sí5 4Kue sue)o5 !"aliendo disparada de la terra&a como si hubiese visto un
demonio, demonio que la siguió tranquilamente con una sonrisa uguetona en los labios$
"e reunieron en la habitación en la que iban a >dormir?, era hora de poner el plan en
marcha, por la noche solo se quedaban un par de guardas, a parte de que la oscuridad de
la noche les proporcionaría el refugio perfecto. El #nico inconveniente era la distancia,
estaba claro que a pie no iban a ir a ninguna parte, pero desde la terra&a Esther había
observado que en un peque)o garae guardaban un eep peque)o, perfecto para intentar
llegar lo m%s leos posible con 2l, no era tan aparatoso como los coche militares que las
habían llevado allí, aunque había un peque)o inconveniente... no tenían llaves, pero
tampoco les harían mucha falta, Esther había dicho que si le conseguían tiempo
arrancaría el eep
Ra)ue$: <ien, +Eli
E$i: Lo tengo. !"uetando una pata de una silla en la mano$
Ra)ue$: ;ale, ya sabes... solo si la cosa se pone fea
E$i: "í, sí, fea. !"onriendo y acariciando el palo provocando sonrisas nerviosas en las
dem%s$
+sa: +Esther
E: 4;oy5 !*esde el ba)o, salió toda vestida de negro y con la cara tambi2n pintada$
Lista
E$i: 0areces... algo
E: Gracias por la definición. !*%ndole en el bra&o$ "i quieres me pongo un chaleco
amarillo para que me vean en cuanto salga por la puerta
+sa: ;ale, yo me quedar2 vigilando en la puerta del garae +1o
Ra)ue$: "í, mientras tanto nosotras entretenemos a los guardas
M: +- si hay alguien m%s !=odas la miraron$ ocineras, sirvientas... cosas por el estilo
E$i: 6íralo por el lado positivo +on que nos van a atacar +on un pelapatatas y una
bandea
M: Genial...
Ra)ue$: <ueno... vamos a ello
"igilosas salieron por la puerta, abao se escuchaban las voces de los guardas, Eli se
adelantó dando una voltereta por el suelo y peg%ndose a una pared, echó un vista&o
abao y les hi&o se)as para que se acercaran
La idea era que la #nica persona a la que se la consideraba importante entre ellas, al
menos para Qagame, fingiera hacerse da)o, Jaquel y Eli, harían como que la ayudaban
mientras las otras dos se escabullían por la puerta de atr%s hacia el garae. 0ero claro...
cinco chicas alteradas en una escalera, con la que tenía que fingir atr%s del todo... pues
pasó lo normal y lógico, al intentar pasar entre ellas, trope&ó y cayó por la escalera,
yendo a parar a los pies del guarda con un grito de dolor
Miradas opuestas O9
J%pidamente Jaquel y Eli baaban, esta #ltima con el palo escondido detr%s de la
espalda, movieron a 6aca con la ayuda de unos confusos guardas hasta un sof%, que no
paraban de discutir entre ellos. Esther e :sa aprovecharon para baar en silencio y
meterse r%pidamente en el pasillo que llevaba a la puerta trasera
M: 4gh5
E$i: =ranquila, Jaquel ha& algo
Guarda: +*a)o
E$i: 1o, si te parece chilla y pone cara de estre)ida porque sí
Ra)ue$: =ranquilidad, +6aca
M: Hias de... !Jaquel le tapó la boca y sonrió a los guardas$
Ra)ue$: +=ela con agua
6ientras los guardas se miraban intentando decidir que hacer, Esther e :sa descubrían
que la puerta trasera estaba cerrada con llave, un peque)o inconveniente, escucharon
como Jaquel pedía una tela con agua, gran cagada, m%s que nada porque si uno de
aquellos iba a la cocina las pillaba de pleno, no tenían mucho tiempo así que Esther optó
por poner en pr%ctica lo que había aprendido de unos de sus novios, cogió una horquilla
del pelo de :sa y empe&ó a trastear la cerradura
Guarda: +0ara que
Ra)ue$: 0ara poner en dolor
Guarda: 6hmhm... !Le hi&o una se)a al otro que asintió y se separó de ellas, las miró
un momento y lentamente se iba hacia el pasillo$
M: "ois unas...
Ra)ue$: alla, anda, que ahora te curamos, ya ver%s, todo va a ir bien
E$i: +Lo deo Q8 ya !En un susurro$
Ra)ue$: =e voy a meter una... calla un rato maa. !6ientras fingía examinar a 6aca$
En el garae Esther se colaba en el coche y buscaba las llaves, si la puerta estaba abierta
es que a lo meor las guardan dentro, pero nada, no las encontraba, suspiró
profundamente, solo le había hecho un puente a un coche una ve&... y había tardado
media hora, en aquel momento no tenían tanto tiempo ni de co)a, se agachó debao del
volante y empe&ó a trastear con los cables, mierda, ni siquiera recordaba cuales eran los
que tenía que coger
Miradas opuestas OA
El guarda volvió con el pa)o h#medo, que Jaquel colocó sobre la &ona da)ada, m%s o
menos, porque se confundió de lado y los guardas la miraron raro, al darse cuenta
cambio el pa)o de sitio y sonrió nerviosa, pero ambas guardas se miraban
Ra)ue$: Los nervios...
M: ;enga...
E$i: +Les doy ya
Ra)ue$: Kue te calles anda. +=e duele mucho, 6aca
M: 8s matar2... os matar2... seguro que ha sido Esther... sí... ella...
E$i: Kue bonito, hasta en momentos cómo este pensando en ella. !6aca la miró furiosa$
+Ku2 Es meterme contigo o darles a ellos y Jaquel no me dea lo #ltimo... !0oniendo
cara de pena$
Los guardas seguían mir%ndose, aenos a los susurros que intercambiaban aquellas tres,
al final uno de ellos se fue de la habitación escaleras arriba, seguramente a comprobar
que las otras estuviesen allí, todo se iba a ir al traste, ya estaban pensando en lo que les
harían al descubrir la ausencia de Esther e :sa, cuando escucharon un motor, era la
se)al. El guarda que quedaba se giró hacia el ruido, Eli saltó y le dio con el palo en la
nuca de%ndolo tirado al suelo, salieron corriendo, suetando a 6aca que se había hecho
da)o de verdad y no podía moverse, :sa las vio pasar y corrió detr%s de ellas, dieron un
bote para saltar al eep que ya se encontraba fuera del garae y Esther aceleró, por el
retrovisor vieron salir a uno de los guardas que empe&ó a disparar
E: 4Coder5
E$i: 462tele ca)a5 4Kue nosotras no tenemos de esas5
Ra)ue$: esto se le llaman relaciones diplom%ticas... sí, se)or...
"e escurrieron por un camino de tierra que parecía cru&ar la selva, iban a toda leche y
Esther creía que en cualquier momento se estrellarían contra un %rbol, pero los faros de
otro coche refleados a veces en el retrovisor hacían que acelerar% m%s, no le apetecía
acabar la noche tirada en el suelo a base de bala&os
E$i: 41os siguen5
E: 4Lo s25 4Lo s25
Ra)ue$: 4on m%s cuidado5 46aca esta mal5
E: 4+Ku25 4+Le han dado5 !"in frenar pero con el pie encima del pedal$
Ra)ue$: 1o, no, se ha hecho da)o en la escalera
E: h, bueno
M: 4laro5 4<ueno5 4=otal5 "olo me he roto un pie...
E: :sa, 2chale un vista&o oder
E$i: 4Esther5
=uvo que dar un volanta&o mientras apretaba el freno, el camino terminaba de golpe al
hacerse m%s densa la selva, Esther golpeó con rabia el volante, miró hacia atr%s, los
faros del coche se acercaban y no había ning#n sitio donde ir, al menos no con el eep,
paró el motor y miró a las chicas
E$i: 4orred5
Miradas opuestas
opuestas O'
"altaron todas del eep, bueno, 6aca se deó caer al suelo, mientras las dem%s se
adentraban en la selva ella intentaba seguirles el paso, pero el tobillo le dolía un
montón, y ella no estaba acostumbrada
acostumbrada a eso
E: 46aca5
M: 41o puedo5 !Eli y Jaquel volvieron atr%s y la cogieron cada una por un lado, el
coche ya casi había llegado hasta el eep$
E$i: 46ierda5 4orred, corred5
"iguieron corriendo por la selva, hasta que se dieron cuenta de que no les seguían, se
habían quedado donde el eep, pararon un momento, apoy%ndose en los %rboles que las
rodeaban. Jaquel deaba caer a 6aca unto a un %rbol, mientras :sa se agachaba a
examinarle el pie
E: +;as bien
M: "í. !poyando la cabe&a en su hombro$
E: 6ira que como est2s fingiendo para que te lleve a cuestas... te tiro aquí mismo
M: 0referiría ir andando que ir así...
E: 1o es la primera ve& que est%s tan pegada a mí
M: - a este paso tampoco la #ltima !:gnorando las insinuaciones de la enfermera$
+"iempre hac2is las cosas así
E: +"igues pensando que nos deberíamos haber quedado +1o has visto como nos
perseguían para matarnos
Miradas opuestas
opuestas OF
M: 1o, solo he visto los faros de un coche y escuchado alg#n disparo. =al ve& no eran
ellos
E: - tal ve& llueven ranas del cielo. !Jiendo y siguiendo hacia delante$
aminaron durante casi tres horas, hasta que salieron a un arroyo, seguramente venía o
iba a los lagos, una ve& encontrado el camino no les costaría mucho llegar, aunque
seguía estando bastante leos, decidieron parar y que algunas hiciesen guardias, al
menos se habían aleado lo suficiente del eep como para temer ver a los guardas,
tendrían que tener cuidado con el motivo de que no se hubiesen adentrado con ellas. El
primer turno les tocó a Eli y a Esther,
Esther, que apoyadas
apoyadas en una roca mantenían los sentidos
sentidos
alerta
0ermanecieron en silencio un rato, Esther miraba a la pia, vaya susto se iba a meter
cuando despertar% y viera que estaba llena de barro y bichos por todas partes, eso iba a
ser divertido, se fió en que fruncía el ce)o, alguna pesadilla o el dolor del pie, para no
tener pesadillas, desde luego, nada había salido como esperaban. 6aca se movió y abrió
los oos, encontr%ndose con los de Esther, esta esquivó la mirada y siguió atenta a los
ruidos
M: ;enga.
;enga. !"e cambiaron de sitio, 6aca se sentó al lado de ella y Eli se tiró en el tro&o
que ella había estado sobando$ +Ku2 tal est%s
E: +;as a hacerte mi amiga solo porque te duele el pie
M: 1o, era por hablar de algo, pero vamos, me callo y ya est%
E: <ien
M: <ien. !=ras unos minutos de escuchar a las dem%s roncando Esther miró el pie de
6aca$
E: +=e duele
M: +Ku2 te importa
E: 1o
M: <ien. !"e calló y la miró un segundo$ 6e duele un poco, pero poco...
E: 6e alegro...
M: +*e que me duela o de que me duela poco
E: =al ve& las dos cosas. !6ir%ndola ugando$
M: ;aya... Kue bien +1o
E: @hm...
M: +;amos a morir verdad
E: "eguramente. !mbas rieron$
M: Eso sí que va a estar bien... morir en medio de la selva con barro hasta las ceas...
E: - con unas barriobaeras, no lo olvides...
M: -a... es que ahora mismo me preocupan m%s los bichos estos que me trepan por las
piernas
E: 4;aya5 Estamos por encima de los bichos de la selva 4Gracias5
M: *e nada, tonta
Ra)ue$: 4Eh5 4 dormir5 !6edio ronca y revolc%ndose por el suelo$
M ( E: "hshshs... !6ir%ndose y riendo al verse hacer el mismo gesto$
"iguieron haciendo guardia durante un par de horas m%s, en completo silencio, con
miradas cómplices cuando alguna de las dem%s se movía y repitiendo el gesto de
callarse. *isfrutaban de un poco de pa& en aquella especie de vínculo que se había
creado entre ambas. 0or primera ve& estaban relaadas untas, seguramente por la
sensación de haber estado a punto de acabar a dos metros bao tierra, o porque aquella
tensión entre ellas no tenía cabida en aquel momento, en medio de una selva africana
con los ronquidos y los grillos de fondo
Esther abrió los oos top%ndose con tres miradas graciosillas en ella, frunció el ce)o e
intentó levantarse, pero algo en su hombro derecho se lo impedía, miró hacia allí y vio
una cabe&a apoyada
Ra)ue$: Kue maas...
+sa: =a te digo...
E$i: "i es que... ya se sabe... so)ando, so)ando...
E: 4Eh5 !*%ndole un empuón a 6aca y despert%ndola$
M: Eh... con m%s suavidad
E: Encima que me has dormido el hombro no te ode
M: Eh, que yo no te he sobado el hombro
E: 4Kue no5 +;es !Ense)%ndole el hombro de la camiseta$ 4Esto son tus babas5
M: 4-o no babeo5
E: laro, entonces ha sido un p%aro que se me ha me...
M: =e sienta meor la luna. !Las dem%s reían sin parar$
E: +ómo que me sienta meor la luna
M: Kue de día eres una hist2rica
E: 4- tu una pia5
M: Eso lo soy a todas horas, cari)o. !Gui)%ndole un oo burlona$
E$i: - a esto se le llama el despertar de las enamoradas
"iguieron andando siguiendo el curso del río, bueno.. Esther pateaba el suelo, Jaquel e
:sa se arrastraban medio dormidas, Eli se acariciaba la cabe&a, usto donde Esther le
había dado una collea y 6aca iba agotada. Llevaban horas andando, y solo habían
conseguido averiguar que iban en la dirección adecuada, pero el hambre empe&aba a
hacer mella, y sus estómagos rugían alertando a cualquiera que estuviese a dos
Rilómetros de allí. Esther las hi&o parar unos metros m%s adelante, había escuchado
algo, las dem%s tambi2n lo escucharon, voces y gritos, se escondieron entre unos
arbustos, nada, no se acercaban, seguían viniendo del mismo punto
E: *eberíamos ir a ver...
Ra)ue$: +Esa no es la vo& de arlos
E$i: omo te la conoces, eh, pillina. !*ando coda&os y recibiendo una mirada asesina$
0ero.. 4Es verdad5 4Es 2l5
Ra)ue$: ómo te la conoces +Eh !Haci2ndole burla y corriendo hacia las voces, las
dem%s la siguieron$
E: Co...
E$i:... der... !Es lo #nico que salió de sus bocas al llegar a los chicos$
E: 41i se os ocurra5 !Escondi2ndose detr%s de quien tenía m%s cerca, por casualidades
de la vida era 6aca, que ladeaba la cabe&a mir%ndola de reoo para no tener que mirar al
frente$
Esther volvió con unas cuantas hoas y ramas. *eshi&o con cuidado las improvisadas
vendas, el tobillo aun seguía hinchado, era normal, por mucha sueción que le habían
puesto, no lo había podido reposar
E: En cuanto tengamos las cosas del avión habr% que ponerte crema... para baar la
hincha&ón
M: @hm, uhm
las moscas, y porque lo de acabar cosidos a bala&os no les resultaba muy tentador que
digamos
Llegar a los poblados era duro, pero no difícil, solo tenían que seguir el río arriba, por el
camino tal ve& pudiesen coger algo para comer, ocultarse de los guardas... eso iba a ser
bastante m%s complicado, todos sabían que estaban situados en las &onas conflictivas y
la de los grandes lagos era la peor, y tambi2n sabían que tenían infiltrados entre la
población a los soldados, aunque en aquella región era improbable, ning#n soldado
quería pasar mucho tiempo allí, aunque seguro que hacían rondas, solo debían
evitarlas... y recuperar las cosas del avión, eso iba a ser una autentica misión imposible
"olo contaban con el dinero de *el;alle y el apellido de 6aca, pero el dinero era algo
que podían robarles y luego tomarlos como presos igualmente, así que solo quedaba el
apellido ilson. La idea de Jaquel, la loca idea de Jaquel, consistía en que 6aca
volviese a la mansión o hablase con el primer guarda que se encontrar% por el camino,
llegar de nuevo hasta Qagame y dialogar con 2l. unque la verdad, la pia no estaba por
la labor, y muchos no estaban de acuerdo con el plan, vale, que el apellido les salvase en
una ocasión, pero teniendo en cuenta la huida seguramente Qagame estaría furioso y
habría ordenado abrir fuego al verles, a cualquiera de ellos, era un riesgo que no podían
correr
M: 41o pienso hacerlo5 !Jaquel llevaba media hora intentando convencerla, dici2ndole
que la orden de dispara era improbable$
Ra)ue$: 6aca... anda, que no te va a pasar nada
M: 0erdona, +Ku2 me conviertan en un colador no es pasar nada
Ra)ue$: Kue no, muer, que eso no va a pasar, te llevarían hasta 2l
M: para que me mate en persona, genial. 41o lo har25
Ra)ue$: Kue no muer
E: Jaquel, d2ala
M: +Ku2 !6irando a la enfermera$ +rees que no me atrevo
E: 1o. reo que es una locura. !"eria$
M: <ueno... tal ve& est2 un poco loca
E: Eso no te lo discuto. !"onriendo divertida$ Jaquel, 6aca no va a ir, nadie va a ir
Ra)ue$: 0ero...
E: +Kuieres ir t# ver si te matan o no +6hm
Ra)ue$: 1o.. no
Car$os: ;enga, calm2monos un poco, estamos hambrientos y algo tocados, creo que lo
meor es un descanso +1o cre2is
%e$#a$$e: -o estoy a favor. !0ar%ndose al lado de Esther$
M: -o voy a ver si me despeo un poco. !6irando a Jaquel y meti2ndose en la selva$
E: Ehm... voy con ella, no vaya a ser que perdamos nuestro posible seguro...
%e$#a$$e: =e acompa)o.. !Eli le detuvo un momento$
E$i: Kue te quería comentar yo unas cosillas, ven hombre, si2ntate !"onriendo de orea a
orea$
6aca pateaba las piedras, los tronco y todo lo que pillaba 4Estaban todos locos5 6ira
que querer mandarla a una muerte pr%cticamente segura, al menos no habían sido todos,
aunque no sabía que era pero, porque Esther le había sacado las casta)as del fuego...
vale, no negaba cierta atracción hacia ella, vamos que no tenía reparos a la hora de
Miradas opuestas OP
reconocer que le podía atraer sexualmente una muer, al fin y al cabo el cuerpo de las
mueres era admirable por su perfección
ada una de sus curvas, irremediablemente sensuales, tentadoras como ninguna, como
si cada una de ellas te pidiese a gritos que la acariciases, no una caricia ruda y apretada
no, la adoración transmitida con las puntas de los dedos suavemente, subiendo por las
largas piernas, resiguiendo las caderas en su semicírculo perfecto, dibuando el
abdomen hasta los senos, abarcarlos con una mano y darse cuenta de que encaan al
milímetro, como si el estado natural fuera ese, las clavículas debao de los hombros,
rogantes de suspiros desde los que contemplar el deseado cuello, los labios, incitadores
a la m%s exquisita de las locuras, mostr%ndose tiernos, sensuales, h#medos... +ómo no
sentirse atraída por una muer 0ero... +=enía que ser aquella precisamente +*e entre
todas las mueres del mundo +quella que le tiraba piedras y luego se las sacaba de
encima
Escuchó unos pasos tras de ella y dio un salto escondi2ndose en unos matoos, sus
sentidos se pusieron alerta, como nunca había tenido que hacer, se sentía desprotegida y
el temor se adue)aba de ella... hasta pasar al cabreo que se cogió al ver a Esther de
bra&os cru&ados, mir%ndola con una sonrisita est#pida en la cara
E: +Ku2 haces
M: reí.. creí... !"e sacudió los pantalones mientras se levantaba$ reí que podían ser
los de Qagame
E: -a... no deberías ir sola por aquí
M: 1ecesitaba pensar
E: +Haces eso !6aca le dio un leve empuón y siguió caminando$ ;enga tonta..
!Jiendo y sigui2ndola$
M: +=e gusto o que
E: reía que era yo la que te gustaba a ti
M: -a, claro, nos gustamos mutuamente
E: 4laro5 4;a a ser eso5 !"iguieron caminando un rato$ 8ye.. no te vamos a obligar a
hacer nada
M: laro, para eso estas aquí... para convencerme de lo que haga
E: 1o. 1o quiero que lo hagas. !6irando las copas de los %rboles, 6aca se giró para
mirarla, el sol ugaba a dibuar extra)as figuras en el rostro de la enfermera$
M: +h no
E: 1op. !6irando al frente$ +=# quieres hacerlo
M: 0ues... no, no quiero morir a#n
E: laro, +Ku2 iban a decir en tu entierro 6acarena ilson... murió antes de ser
persona...
M: 4Eh5 !*%ndole un palo en el bra&o$
E: +Ku2 Es verdad, no llegas ni a media persona
M: Eso no es verdad enfermerucha
E: Eso sí que no es verdad piilla. !mbas se miraron y rieron$ "i Jaquel convence a
*el;alle...
M: 18
E: <ueno, est%s haciendo muchas cosas por 2l
M: ;ale que haga muchas cosas, pero no pienso dear que me maten por ese vieo verde
E: +;ieo verde Kue desilusión se llevaría si te escuchase
M: =# piensas lo mismo...
Miradas opuestas MD
uando llegaron allí vieron que solo estaban *el;alle y Eli, preguntaron por los dem%s,
habían ido a buscar fruta, 6aca se sentó al lado de *el;alle, hablando con 2l, Eli le hi&o
se)as a Esther y se acercaron a la orilla del río
E$i: Es un pesado...
E: =# te lo has buscado. !Jiendo al ver la expresión de Eli$
E$i: *eberías darme las gracias...
E: +0or qu2
E$i: ;enga ya... !Jiendo esta ve& ella$
E: 4+0or qu2 !onfusa$
E$i: Coder, Esthercita, a ti lo de blanco y en botella leche, como que no +1o
E: Leche... !:mitando la cara de un conocido personae de animación$
E$i: "e te cae la babita mona. !*%ndole una palmadita en la espalda$
E: -a te digo...
@n rato despu2s aparecieron el resto, traían algunas pie&as de fruta, al verlas Esther y
Eli pr%cticamente se abalan&aron sobre ellas, meti2ndoselas en la boca con ansias, 6aca
y *el;alle las observaban
La noche enseguida se les hecho encima, con la misma frescura que la anterior... vamos
que se estaban quedando congelados allí tirados, y disimuladamente cada ve& que uno
abría un oo se movía para pegarse m%s a los dem%s, así que acabaron hechos una pi)a
contra un %rbol. Esther le entró demasiado calor, arlos estaba pegado a ella por un
lado y *el;alle por el otro, se escabulló como pudo y se sentó en la orilla del río, con
los pies descal&os ugando en el agua, al menos se refrescaba un poco, notó que alguien
se sentaba a su lado y miró de reoo, una media sonrisa se dibuo en su rostro
mbas se miraban a los oos, perdidas por completo y sin moverse de allí, 6aca decidió
acabar con aquello y anduvo hacia el grupo, Esther miró sus ropas empapadas y caminó
hacia la selva, a medio camino cada una de sus respectivos obetivos pararon en seco
estaban tensos, sus pulmones vacíos de aire y habiendo olvidado que tenían que respirar,
solo sentían el calor de la otra y su boca, su lengua, r%pida, potente, adue)%ndose de
todo lo que encontraba a su paso
Esther puso su mano en la nunca de 6aca, queriendo profundi&ar m%s y m%s, sabiendo
que ya no había donde ir, pero sin poder apaciguar aquel deseo que la invadía al sentirla
entre sus bra&os, 6aca por su parte desli&ó sus manos por la espalda de Esther,
apretando, queriendo marcar aquella piel, odi%ndola por provocarle aquello, pero a la
ve& am%ndola por permitirle tenerla, apretó los gl#teos de Esther, clavando sus cuerpos
a#n m%s, Esther apenas soportaba la presión eercida, sus piernas le fallaban, segura de
que 6aca no la soltaría las cru&ó rodeando su cintura, mientras la pia la apretaba m%s
contra ella
Kuiso llev%rsela leos, leos de los ronquidos de los dem%s, leos de los ruidos de la
selva, leos de todo y todos, pero no podía, y tampoco llegaría muy leos teni2ndola así,
caminaba lentamente hacia los %rboles, buscando un refugio para amar aquel cuerpo de
diosa que se restregaba contra el suyo, que palpitaba entre sus bra&os, que se aceleraba a
un ritmo vertiginosos cuando mordía el lóbulo de su orea. "us piernas empe&aron a
fallarle, la excitación que sentía en su interior no podía m%s, la apretó contra el tronco
de un %rbol y Esther mordió su cuello, volvi2ndola pr%cticamente loca. =iró de su
camiseta, quit%ndosela y arro%ndola a un lado, su boca no era paciente, no esperó a
deshacerse del sost2n de Esther, empe&ó a descender desde el cuello hasta su escote,
mordiendo y lamiendo, sin tregua, con ansias
Esther notaba como 6aca se adue)aba de ella por momentos, perdi2ndola por completo
y le daba igual, le daba igual que fuera la pia la que empe&aba a acariciar con sus
manos sus pechos, la que le arrancaba de un tirón el sost2n, rasg%ndolo y tir%ndolo, la
que atrapaba con su boca uno de sus pe&ones, succion%ndolo, mientras con una mano
pelli&caba el otro, como advirti2ndole de que en breve estaría entre sus dientes, siendo
mordisqueado, estirado, lamido, besado, le daba igual que fuese ella, le daba igual todo
en aquel momento. "olo sentía aquel calor, adue)%ndose de ella, subiendo hasta sus
oreas, notando como quemaban, notando como sus sienes empe&aban a palpitar, como
su sexo se humedecía a pasos agitadamente, gimió al notar la rodilla de 6aca
incrust%ndose en 2l, haciendo que se pusiera de puntillas por la sorpresa y que
descendiera al momento buscando m%s
6aca conocía lo que le provocaba a Esther, sabía que ella tambi2n perdía el control y
que tenía que aprovechar aquellos breves momentos en que ambas se deaban de llevar,
sabía que en breve ya no se sucederían m%s, en cuanto ella consiguiese lo que quería y
se marchara de aquella horrenda selva, de%ndola allí tirada, por eso la amaba, en aquel
momento, por eso desbordaba su pasión en tortuosas caricias, en besos sedientos y en
suspiros adeantes. La quería allí y en aqu2l momento. - la tenía, completamente y sin
remedio, la tenía. "u excitación era la suya, su respiración ahogada y fren2tica, sus
gemidos, su cuerpo entero
<uscó la cintura del pantalón a tientas, mientras notaba como Esther se estremecía,
notaba sus pe&ones en su boca, hinch%ndose y endureci2ndose cada ve& m%s, notaba la
tensión de sus m#sculos al tocarla, notaba como buscaba el aire, tiró del pantalón hacia
abao, metiendo la mano entre 2l y su ropa interior, coloc%ndola en su entrepierna y
apretando con fuer&a, Esther gimió una ve& m%s, al&ando la cabe&a hacia arriba, deando
Miradas opuestas M'
Esther miró a 6aca, agotada, a medias, frustrada, se mordía el labio con rabia, 6aca
metió su lengua por #ltima ve& en la boca de Esther y corrió hacia el grupo, segundos
despu2s llegaba Esther, tan acalorada como la pia y con la camiseta a medio poner, pero
los dem%s estaban tan distraídos o m%s bien, tan concentrados en otra cosa, que no
percibieron el calor que desprendían los cuerpos de 6aca y Esther, que no sentían como
se abrasaban hasta estando a un metro de distancia
Ra)ue$: 4"on ellos5 !"e)alando a lo leos, al otro lado del río, dos guardas de Qagame
se tiraban al agua para cru&arlo, mientras gritaban y les se)alaban con sus armas$
E: 4orred5 !1o hubiese hecho falta que lo diese, porque una d2cima de segundo antes
todos habían echado a correr, meti2ndose en la selva, esperando que los %rboles les
protegieron de las balas, como lo habían hecho de las miradas$
orrían sin ver, ciegos, notaban como las ramas les golpeaban, como algunas se
clavaban en su piel deando marcas y peque)as herida, pero no se detenían por nada del
mundo, las voces de los guardas acerc%ndose se lo impedían. Esther luchaba por abrirse
hueco en lo que parecía cada ve& una selva m%s espesa, le dolían las piernas y los bra&os
de los ara)a&os, y el calor que su cuerpo había experimentado se había convertido en
una fuer&a invisible que la empuaba hacia delante, sin mirar atr%s, sin ver que 6aca la
seguía, chocando con las mismas ramas, trope&ando con las mismas pierdas, detr%s de
ella arlos echaba alg#n vista&o hacia atr%s, hasta que pudo ver las caras de los guardas
Car$os: 4 un lado5
=odos se lan&aron a un lado, tir%ndose sobre lo que pillaban, con la mala suerte que tres
de ellos cayeron por un terrapl2n, sin llegar a ser detenidos por los %rboles, m%s bien
golpeados hasta magullarles enteros y de%ndolos tirados veinte metros m%s abao, se
arrastraron como pudieron para esconderse detr%s de una roca, apret%ndose los tres para
ocultarse si los guardas miraban, pero los guardas no miraban, uno seguía a dos de ellos
a trav2s de la selva, el otro rastreaba la &ona buscando a los dem%s
Esther notaba como el cuerpo de 6aca, pagado al suyo temblaba, la miró de reoo,
estaba llorando y se agarraba el pie con fuer&a, los labios se apretaban queriendo
silenciar os gemidos de dolor que sin duda alertarían al guarda que había arriba, la
enfermera desli&ó su mirada por las piernas de ella, acabando en el tobillo, estaba muy
hinchado y la luna le permitía ver un tono morado en 2l, pero no podía hacer nada por
ella allí, nemos con aqu2l tipo busc%ndolas arma en mano. erró los oos con fuer&a y se
concentró en escuchar los movimientos del hombre de Qagame
l cabo de unos minutos solo se escuchaban los ruidos propios de la selva, nada m%s,
Esther asomó la cabe&a por encima de la piedra, mirando a las alturas, no se veía nada,
se agachó de nuevo, poniendo la espalda contra la piedra y sent%ndose sobre la tierra
Miradas opuestas MF
%e$#a$$e: +Ku2 hacemos ahora !Esther miraba al suelo, con el ce)o fruncido, aquello
no le podía estar pasando a ella, todo estaba saliendo fatal$ rees que.. +Los han
cogido
E: 1o lo s2, oder. !Golpeando con el pu)o la hierba$
%e$#a$$e: 6acarena +Est%s bien
M: "í... !En un susurro ahogado$
E: *2ame... !Haciendo que 6aca colocase el pie entre sus piernas, apartó la mano de la
pia y examinó m%s atentamente el tobillo, tenía un aspecto desalentador, toda la &ona
estaba amoratada y encima alguna rama le había hecho un corte que atravesaba la
inflamación$ -o...
M: =ranquila... !Llev%ndose la mano al tobillo$
%e$#a$$e: 1o podríamos... inmovili&arla de nuevo...
E: "í, pero... no tendr% que ser una atadura dura, no podr% flexionar el pie para nada y
con ella así, no vamos a ir muy leos
%e$#a$$e: +*ónde vamos a ir
E: Hay que arriesgarse a llegar a los poblados... aquí no estamos seguros, o los hombres
de Qagame han perdido el miedo... 8 han hecho un trato con los que fueran que
temían...
%e$#a$$e: Eso no puede ser bueno
E: 1o lo es. 1o sabemos quienes son, Kui&%s sean ellos a los primeros que encontremos
para pedirles ayudas, y no tendremos ni idea
%e$#a$$e: 1o debemos confiar en nadie
E: En nosotros tres. En el resto del grupo. 1adie m%s
M: Esther... !Esther se perdió en los oos doloridos de 6aca, no soportaba verla así$
E: ;oy a buscar algo para... !"e)aló el tobillo e hi&o el gesto de levantarse, la mano de
6aca en su mu)eca la frenó$
M: Es peligroso...
E: 0uede... !"olt%ndose y andando agachada hacia unos %rboles, buscando ramas fuertes
para inmovili&ar el pie de ella$
%e$#a$$e: 6aca... !cerc%ndose a ella sin querer separarse de la roca$ *eberíamos
volver a 6adrid...
M: +-a !onocía a la perfección lo que aquello significaba, para el resto sería una
huida de un par de pios que no habían tenido valor, para *el;alle sería ganarse su
cari)o, por consiguiente conseguiría lo que quisiese de 2l, para Esther... Esther la odiaría
y confirmaría todo lo que había pensado de ella, desde el principio, la miró buscando
ramas para intentar mitigar el dolor que ella sentía, miró a *el;alle, con la cara
enroecida, sudado y con el p%nico en sus oos$ +- esa gente
%e$#a$$e: 1o les servimos de nada muertos, adem%s, si nos vamos podremos volver,
negociar2 con Qagame, t# y yo negociaremos con 2l. 1os llevaremos a Esther con
nosotros...
M: 1o querr%...
%e$#a$$e: onv2ncela...
M: 6e odiara, y eso no te ayuda mucho en tu plan de conquista...
%e$#a$$e: -a pensar2 en otro en 6adrid, pero 6aca... ay#dame a sacarla de aquí...
6ientras Esther rebuscaba por el suelo de aquella selva algunas ramas fuertes, 6aca la
observaba hundida en sus pensamientos, otra oportunidad inmeorable para ganarse a
*el;alle, y estaba a punto de echarla a perder por culpa de algo que sentía, y que sabía
perfectamente que no debería sentir, qui&%s lo meor sería volver a 6adrid, volver a su
vida, la que conocía, no aqu2lla que la descolocaba a cada segundo, pero lo cierto es que
Miradas opuestas M(
aquella sensación innovadora de estar perdida le gustaba, le encantaba las sorpresas que
le estaba deparando aquel viae, la emoción, sentía su cuerpo lleno de adrenalina,
bombeando por cada una de sus venas, estaba en estado permanente de excitación, no
solo la que la embriagaba hasta perder el control cuando estaba con la enfermera, no,
otro tipo, todas ellas tal ve&. "e sentía bien y viva a#n m%s que cuando cabalgaba entre
los vi)edos de su casa. "í, estaba extasiada de toda aquella novedad
0or otro lado, por muy extasiada que estuviese, el obetivo de todo aquello lo tenía
claro, aunque a veces le gustase ignorarlo un rato y simplemente dearse llevar, pero era
algo que no podía ignorar, si lo hacía... no podría volver a Cere&, no con los >suyos?,
sería una deshonra para el apellido ilson, y su vida cómoda y apacible a la que tan
acostumbrada estaba se esfumaría ante sus oos sin darle oportunidad ni de despedirse
de ella. sí que lo tenía que hacer, debía convencer a Esther de volver a 6adrid unto
con *el;alle, debía dar aquel #ltimo golpe de gracia y llev%rselo en el bolsillo a Cere&...
pero a su debido tiempo, no servía de nada convencerla si no tenían vías adecuadas para
escapar de allí, esperaría, lo suficiente e imprescindible como para que al segundo de
convencerla se fueran, no debía darle tiempo a pensar a Esther, así era como hacían las
cosas, los pensamientos eran sus enemigos y había que eliminarlos de la ecuación
@na pun&ada se extendió por toda su pierna, atravesando su cuerpo y peg%ndose a sus
sienes, aquella muer tenía la sensibilidad de un porcoBespín. 4quello dolía5 6%s
incluso que cuando corría como una loca por la selva, aunque claro, en aquel momento
no había asimilado el dolor, solo corría
E: +;as bien !La mirada asesina que recibió bastó para que se diese prisa con aquello$
%e$#a$$e: +Esther +1o deberíamos ir a pedir ayuda
E: "í, en cuanto inmovilicemos este piececito iremos río arriba, hay que llegar a los
poblados, allí conseguiremos algo para el dolor
%e$#a$$e: 0ero.. +- los guardas
E: "olo hay que esquivarlos, si no nos deamos de mover no nos encontraran
M: 0erdona... pero yo no estoy para mucho movimiento que digamos
E: =e cargaremos entre *el;alle y yo
Miradas opuestas M
*icho y hecho, minutos despu2s recorrían la selva, buscando el río de nuevo con el peso
muerto de 6aca sobre sus hombros, con en vendae apenas podía flexionar nada, y lo de
ir dando saltitos a la pata coa... no era buena idea. sí que convencida de que no podía
con su peso intento ech%rselo encima a *el;alle, por lo que iba ladeada para estar cerca
suyo, le hubiese gustado m%s ir hacia el otro lado, pero no quería escuchar las queas de
Esther sobre cuanto pesa un pia y otras barbaridades
M: 4Lo veo5
E: Grita m%s +6hm !Jefunfu)ó$
M: La emoción... !"ac%ndole la lengua$
%e$#a$$e: *eberíamos para a descansar +Eh
M: ;enga, hombre, que no se diga de ti +Esther +t# est%s cansada
E: 0ara nada...
M: +;es
%e$#a$$e: -o lo decía por vosotras +Eh Kue yo tampoco estoy cansado. !mbas lo
miraron incr2dulas el pobre iba con los goterones de sudor cay2ndole por la frente y
baando por sus meillas completamente acaloradas$
E: ;enga, va, descanso
M: +0or qu2
E: =# calla que solo te falta alguien abanic%ndote. !"olt%ndose de ella y apoy%ndose
contra un %rbol, miraba alrededor atentamente, como cada dos por tres desde que habían
emprendido el camino$
M: +Ku2 buscas
E: ;er si el resto han pasado por aquí...
M: +Les esperamos
E: 1o, en estos casos lo meor es ir a los poblados, ellos los saben, llegaran antes o
despu2s que nosotros
%e$#a$$e: +- si los tienen aquellos tipos
E: <ueno, en los poblados tal ve& encontremos la forma de recuperarlos. 0ero desde
aquí no podemos hacer nada, a parte de arriesgarnos a que aquellos vuelvan y nos tomen
como prisioneros otra ve&
%e$#a$$e: +Hay vehículos
E: "í, un par de coches de las ayudas de aquí, los tiene por si alguien se pone muy grave
y hay que llevarle a alg#n lado y para transportar cosas de un poblado a otro. !*el;alle
miró significativamente a 6aca, est% sintió con la cabe&a, el sitio era en el poblado$
<ueno +"eguimos
%e$#a$$e: laro
Horas despu2s distinguían humo a trav2s de unos %rboles, se pararon a un lado del río,
observando atentamente y en completo silencio, se escuchaban voces, pero no sonaban
autoritarias ni nada por el estilo, al rev2s, parecía que estuviesen celebrando algo, a
medida que ese aproximaban aquella idea cobraba forma con m%s nitide&, se asomaron
entre unos arbustos y lo vieron
Había una gran fogata en el centro de un claro, con algunas peque)as caba)as alrededor,
una docena de ni)os correteaban alrededor del fuego, armando un esc%ndalo
impresionante, un par de hombres despelleaban aun animal en el otro extremo,
quit%ndole la piel mientras las mueres avivaban el fuego y controlaban a los ni)os, era
un poblado peque)o, seguramente alguna división de uno mayor, no había m%s que tres
chabolas, once ni)os, dos hombre y tres mueres, tal ve& hubiese m%s, no se veían
Miradas opuestas MO
ancianos, Esther sabía que participaban poco en los ritos diarios, m%s bien se pasaban el
día metidos en las chabolas
Era alto y debía tener unos die& a)os, los huesos se le marcaban por todas partes y
llevaba puestas una viea camiseta llena de irones y unos pantalones cortos, los pies
estaban descal&os y con numerosas heridas y cortes ya cicatri&ados, el vientre estaba
hinchado, uno de los síntomas de la hambruna, tenía algunas ronchas por el cuerpo, y
los labios amoratados, cogió un palo del suelo y se acercó lentamente, manteniendo el
palo en alto, como si esperase que al otro lado hubiese alg#n animal, otro de los ni)os se
acercó a 2l y lo imitó
Las caras que pusieron al apartar los matorrales eran un poema, durante un segundo
permanecieron allí parados, mir%ndoles, Esther se preguntaba que veían, seguramente a
tres blancos llenos de tierra hasta las oreas con cara de enfermos y mirada asustadi&a.
Gran primera impresión
.i/o 0: 4<abu5 4<abu5 !4buelos5 4buelos5$ !6ientras corría hacia una de las caba)as,
los hombres dearon de pelar el pobre animal y se acercaron a ellos, los examinaron
detenidamente y los hicieron salir del matorral, poni2ndolos al lado de la hoguera, al
poco empe&aron a salir una serie de ancianos de la caba)a donde el ni)o se había
metido, las mueres les sacaron una especie de sillas echas con algunos tro&os de
madera cru&ados y los ancianos se sentaron, lo miraban por todos lados$
*e inmediato los hombres volvieron a su trabao con el animal, los ni)os los observaban
a la distancia, comentando entre ellos vete a saber t# el que, y las mueres se acercaron a
ellos y los llevaron dentro de una caba)a, a *el;alle lo llevaron a la de los ancianos, y
6aca y Esther entraron en otra que había al lado, una ve& allí las comen&aron a
desvestir y a moar pa)os en un agua que debía ser la que usaban para lavarse ellos y la
fruta. mbas se deaban hacer, 6aca por no poder entenderse con aquellas mueres,
Esther porque no quería ofenderlas por nada del mundo, habían conseguido ayuda, era
lo #nico importante en aqu2l momento
Esther descubrió algo bueno mientras aquellas mueres las desvestían y les pasaban los
pa)os moados en agua, no se excitaba para nada, lo que quería decir que aquel subidón
hormonal que le había dado en la selva se había esfumado, así que podría dedicarse a las
cosas serias en ve& de ir buscando a la pia para un revolcón, hablando de ella, se estaba
queando cuando una de las mueres le quitaba las vendas. Esther puso los oos en
blanco y cogió uno de los trapos, humedeci2ndolo y apoy%ndolo levemente contra el
tobillo de 6aca
M: Gracias...
E: 1o hay de que, no es por ti. "olo que no quiero que se asusten con tus gritos
M: -a, claro...
*espu2s de asearse un poco las mueres les dieron algo de ropa seca, mientras la otra la
extendían en el teado de una cho&a para secarse, Esther se rió al ver a 6aca, su cuerpo
estaba bastante meor que antes, al menos limpio, pero eso le recordaba a la 6aca que
había conocido en 6adrid, y el verla con aquellas ropas, imagin%ndose a aqu2lla 6aca...
es que le podía, la pia le tuvo que dar m%s de un coscorrón para que se callase. "e
encontraba bastante bien, y debía reconocer que en parte era por aquel asqueroso
ungWento que le habían puesto en el tobillo, aun lo tenía hinchado pero apenas le dolía.
omo tenía que hacer reposo ella se quedo en la cho&a mientras Esther salía afuera
Enseguida percibió que ni los ancianos, ni los hombre ni *el;alle estaban fuera, debían
estar en alguna cho&a, sabía que era muy probable que se encontrase en una comunidad
altamente machista, y la verdad que el echo de que aquel anciano, <auru, se hubiese
dirigido a ella y no a *el;alle, la había sorprendido, suponía que el contacto con otros
le habría ense)ado que las mueres eran iguales a los hombres, y no le había importado
hablar con una para dar a bienvenida, pero para hablar de cosas m%s serias, seguramente
lo haría con *el;alle
"e sentó a un lado de la hoguera y el mismo ni)o que les había visto nada m%s llegar se
sentó a su lado
.i/o: @pendo. !"e)al%ndose$
E: Esther. !:mitando al crío que sonrió satisfecho$
3pendo: Eter
E: Esther
Miradas opuestas MP
3pendo: Esssster
E: be. !"onriendo de orea a orea a aquel peque)o$
3pendo: <auru ense)ar poco idioma
E: Eso est% muy bien. =ienes que saber muchos. !Hablaba lentamente para darle tiempo
a entenderlo, pero parecía que el ni)o la entendía a la perfección, lo que le costaba era
comunicarse en castellano$
3pendo: +1ombre mío
E: mor. "ignifica amor
3pendo: <ueno
E: 6uy bueno. !Jiendo al ver como el ni)o sonreía orgulloso$
3pendo: +=# ayudar nosotros
E: "í, todo lo que podamos
3pendo: +=# quitar dolor !l&ó su camisa y Esther pudo ver numerosas llagas y
manchas, a parte de una sería desnutrición el chico era muy probable que tuviese el
":*, su cuerpo parecía tan d2bil, pero su sonrisa, su sonrisa era de una fuer&a
increíble$
E: Lo intentar2, sí. !quello la mataba por dentro a la ve& que le daba vida, el estado de
aquel ni)o le rompía el cora&ón, pero el saber que talve& podrían ayudarle con las
medicinas que había en el avión... era increíblemente bueno$
6aca se apoyó en el marco de aquella cho&a observando a Esther, sentada unto a aquel
crío que se veía a la legua que debía estar muy enfermo, como el resto del pueblo, temía
que le pegasen lo que fuera, pero la verdad es que se sentía bien. 6irarla
intercambiando risas y gestos cari)osos con aquel peque)o la llenaban de una forma que
lo hacían muy pocas cosas, por no decir ninguna, y su firme&a se iba al traste al verla
acariciar la meilla de aquel chico con un cari)o infinito. "e acercó a ellos y se sentó. El
chico la miró curioso
"e metieron en la selva, no ale%ndose mucho del poblado ya que no querían arriesgarse
a ser descubiertas por los guardas, Esther echaba un vista&o de ve& en cuando a 6aca
que coeaba un poco, bastante mucho, vamos, si no fuera porque tenía demasiada clase
y Esther no supiese que estaba malherida... hubiese pensado que llevaba el pedo del
siglo
Miradas opuestas PD
E: +0aramos
M: 1o. !0oni2ndose toda recta ella para dar la sensación de que estaba bien$
E: -a... vale... +Hacemos footing !Estalló en carcaadas al ver la cara de p%nico de
6aca$
M: Eso no ha tenido gracia listilla
E: +Listilla Kue va, ese premio lo tienes t#
M: =e gusta meterte conmigo
E: =anto como a ti hacerlo conmigo
M: ierto, no te lo discuto !"onriendo$
Llegaron a un terrapl2n y se sentaron sobre una roca, Esther para descansar y 6aca para
acariciarse el tobillo a escondidas poniendo cara de dolor
E: +Ku2 te ha parecido
M: +El que
E: Esa gente... son a los que vamos a ayudar
M: <ueno... no tienen nada
E: -a, por eso se les ayuda
M: "í bueno, tampoco es que se lo trabaen mucho
E: 4+ómo5 !6ir%ndola sorprendida$
M: 0ues que.. bueno... no tienen nada porque no hacen nada... se conforman con ca&ar
alg#n bicho y poco m%s, si tuvieran algo de ambición irían a una ciudad m%s grande,
esta claro
E: Eres... gilipollas, en serio, creía que habías cambiado un poco, que lo que hemos
pasado estos días te habría abierto los oos, pero sigues siendo la ni)a de papa mimada y
engreída de 6adrid
M: 4Eh5 "olo digo la verdad, si te molesta es porque llevo ra&ón
E: 8 porque est%s odidamente equivocada 6acarena, +1o ves que no tienen medios
+Kue no pueden hacer m%s de lo que hacen 6antenerse con vida
M: ;enga ya, Esther, no seas ilusa, si se empe)aran conseguirían meorar
E: +En serio crees que esos críos van a pensar m%s all% de en comer algo hoy 0ara
nosotros es f%cil pensar eso, pero cuando no comes durante días, la ambición se limita a
conseguir algo para llevarse a la boca
M: ;ale, lo que digas
E: 1o, lo que diga no, la verdad
M: Kue sí, que sí
E: 4 mi no me des el sí de las tontas +Eh5
M: Kue va... !guant%ndose la risa, a Esther se le había hinchado una vena del cuello$
;enga, anda, solo quería picarte un poco, lo echaba de menos +1o puedo
E: Eres... eres... 4<uf5
M: =enemos que recuperar el avión
E: ;aya, ya piensas con la cabe&a y no con el culo...
M: Le he dicho a ese ni)o que le ayudaría... y lo voy a hacer. !Esther se la quedó
mirando unos segundos pensativa$
E: Eso es... bonito. !runciendo el ce)o y vi2ndola por nos segundos como otra cosa, no
la pia, sino algo m%s... Jeal$
M: Gracias. +;amos !0oni2ndose de pie$
E: "í... claro.. !"onri2ndole y levant%ndose tambi2n$
M: =res puntos... !"usurrando por lo bao$
Miradas opuestas P9
Esther no se dio cuenta del susurro de 6aca, cosa que esta agradeció al mismo instante
de darse cuenta, si la llega a escuchar pierde todos sus progresos, pero es que aquello le
estaba costando mucho y cada avance era motivo de gritos de alegría, encima que se
contenía y solo susurraba, aunque no había hecho suficientes avances, porque la muy
odida apartaba las ramas y luego las soltaba d%ndole en la cara, fio que lo hacía a
propósito, ya se la imaginaba pensando, 4hí va otra5 4Jama va5 4=oma ya, en toda la
frente5 - cosas por el estilo, por suerte su educación era espl2ndida y aguantaba los
rama&os que recibía con gesto heroico
0or fin terminaron los rama&os, habían llegado de nuevo al claro, la hoguera seguía
encendida y los restos del pobre bicho que hubiesen matado descansaban en un palo, el
poblado entero estaba sentado alrededor de la hoguera, con *el;alle entre ellos
comiendo. El ni)o que antes había hablado con Esther, el tal @pendo se acercó a ellas
con dos cuencos de madera hechos a mano y tro&os tostados de algo en su interior
acompa)ados de unas hierbas, Esther tomó el suyo sonriente y acarició la cabe&a del
chico
+Ku2 era aquello -a no lo había distinguido cuando el bicho estaba entero, pero a
tro&os y quemado era demasiado +- si era malo Los dem%s lo comían, pero claro,
Esther ya le había dicho que no tenían muchos alimentos por lo que aquella gente se
comería cualquier cosa +- las hierbecitas 0ara pasar el mal trago, fio, y lo m%s
importante +*ónde estaban los cubiertos 6iró a los dem%s y vio como hundían las
manos en los cuencos, sacando los tro&os de carne y las hierbas y llev%ndoselas a la
boca, contempló las manos de uno de los hombres 4Coder5 #n tenía restos de sangre...
su cuerpo no pudo con aquello y excus%ndose salió pitando camino a la selva buscando
un hueco en el que echar lo que llevaba dentro, poco elegante pero es que aquello la
superaba 41o pensaba comer mientras durar% aquella locura de viae5
E: 6hmhmh... est% rico +Ku2 es !:gnorando que 6aca se hubiese ido, m%s que nada
porque sabía porque y por dentro estaba descoon%ndose de risas, pobrecita la ni)a$
2auru: GisifaRiri. !Llev%ndose un tro&o de carne a la boca$
%e$#a$$e: +El que
E: Lagarto. !Jiendo$ =amu. !"onriendo a <auru y comiendo m%s carne, de ve& en
cuando echaba un vista&o alrededor sonriendo siempre$
Era una sensación extra)a, verles comer, a pesar de que el hambre les apremiaba se lo
tomaban con calma, disfrutando de cada sabor, de cada textura, palade%ndolo todo, era
increíble, sus expresiones, sus rostros de felicidad y satisfacción por tener aquel
gisifaRiri para comer, indescriptible. Esther se le encogía el cora&ón, algo que le
pasaba habitualmente cuando estaba trabaando en la 81G, ya se había acostumbrado,
pero eso no quitaba que se emocionase cada ve& que sucedía, no tenían nada, y eran
felices, completamente felices, una felicidad que no podrían comprar ni todos los
dolares ni euros del mundo, salía de ellos mismos, de sus logros, estaban orgullosos y
Miradas opuestas PA
ese orgullo les hacía especiales por encima de cualquier otra persona en la tierra. La
enfermera se sentía a gusto allí, entre aquella gente
6aca volvió con dos Rilos de menos al claro, por suerte para ella y para su pobre
estomago ya habían terminado de comer, las mueres se afanaban en limpiar los
utensilios utili&ados, los hombres descansaban en un rincón, hablando animadamente,
*el;alle intentaba seguirles pero no tenía ni idea de sTahili, y a pesar de las
traducciones de <auru se perdía bastante. 6aca se acercó a Esther, que ayudaba a las
mueres hundiendo los cuencos en... 4;enga ya5 +quel era el cuenco de agua con el que
las habían limpiado "e aguantó las ganas de irse otra ve& y se sentó al lado de Esther
E: +-a lo has echado !Jiendo y pasando un cuenco de madera a otra de las mueres
que los colocaba sobre una roca para que se secaran$
M: 6uy graciosa... no s2 como te lo has comido...
E: Estaba muy rico, las hierbas le daban un toque dul&ón muy rico
M: @y, sí, una delicatessen de la alta cocina
E: 1o deberías ser tan exigente, es lo #nico que hay para comer
M: 0ues no comer2, a dieta. !Esther rió y siguió lavando$ +Ku2 se trae *el;alle
E: 0ues no tengo ni idea, lleva todo el rato con ellos...
M: +Le echas de menos !Jiendo y mir%ndola mientras se apoyaba con las manos en el
suelo$
E: Locamente.. me preocupa lo que pueda decir...
M: Es todo un diplom%tico
E: llí, aquí solo es un vieo blanco... y verde, eso no dea de serlo, ha desnudado a
todas las mueres del poblado con la mirada
M: =iene m2todos poco... sutiles. !6irando hacia 2l, <auru le susurraba algo al oído y
*el;alle asentía con una sonrisa falsa$ +u%ndo iremos a... la ciudad esa
E: +*imbTiRubTa !6aca asintió aunque no tenía ni idea, por ella como si se llamaba
uchupipi$ 6a)ana con suerte
M: +on suerte
E: <ueno, pueden pasar mil cosas, estamos en 2pocas de lluvias, nadie se adentra en la
selva muy leos cuando hay tormenta, es peligroso
M: 0ero allí hay coches
E: "í, pero si nos matamos en la selva no servir% de nada que haya coches, rel%ate,
estamos a salvo
M: +ómo estas tan segura
E: *ios 6aca, dea de pensar y tómatelo con calma +6hm Estamos vivas, tenemos
comida y un sitio donde dormir, no hay prisa, esta gente nos necesita +"abes
M: 6e doy cuenta, pero tambi2n me doy cuenta de que la #nica salida est% en ese sitio
E: - seguir% ahí pasado ma)ana. !6iró a las otras mueres$ 4=ayari5 ! 4Listo5$
Las mueres sonrieron y se levantaron llamando a los ni)os, era la hora del ba)o, todos
se pusieron en pie y se metieron en la selva, <auru se quedó un poco re&agado para
hablar con los >invitados?
%e$#a$$e: +*ónde vamos
2auru: l río m%s abao, nos ba)amos allí. !"onriendo$
M: 6enos mal...
2auru: +1o te gusta el río
M: 46e encanta5 !3 Me,or que el "uen"o ese...7$
Miradas opuestas P'
@pendo sonrió feli& y empe&ó a corretear por la orilla, lan&%ndoles agua de ve& en
cuando, Esther ugaba con 2l, con la mitad del cuerpo sumergido en el agua del río, daba
Miradas opuestas PF
saltos y salpicaba con las manos al crío, 6aca solo pensaba en dos cosas, la
hiperactividad de aquel mocoso y los pechos de Esther arriba y abao... arriba otra ve&...
y ahora abao... 46acarena5 "e imponía cierto autocontrol, pero al ver que no era posible
nadaba río arriba
3pendo: uidado con los mamba. !Le gritó el ni)o mientras Esther le hacía una
ahogadilla$
M: +Los que
E: 4Los mamba5 !Jiendo cuando @pendo se le subió a la espalda y empe&ó a
despeinarla$
M: +Ku2 es un mamba
3pendo: +ómo dice ! Esther$
E: ocodrilo... !"usurr%ndoselo al oído$
3pendo: 4ocorilo5 4ocorilo5 !Empe&ó a canturrear dando saltos en el agua$
M: +ocori... 4ocodrilo5 !*esde luego, aquella muer debía haber sido una gran atleta
en otro tiempo, medalla de oro en las olimpiadas, a Esther no le dio tiempo ni ver como
salía del agua, un segundo estaba dentro y al siguiente entre los %rboles agachada,
@pendo - Esther empe&aron a reírse de la broma, no había cocodrilos, al menos no en
aquella &ona, pero la cara de 6aca era un poemario completo$
E: 46aca5 4Kue es broma5
M: 4+Ku25 !6iraba las caras divertidas de Esther y @pendo, se lo estaban pasando en
grande a costa suya, pero bien, por un momento puso la mente en blanco y sonrió con
malicia fingida$ 48s vais a enterar5 4Gamberros5 !orriendo hacia ellos mientras huían a
nado, 6aca no tardó en alcan&arles y comen&aron a ugar los tres untos$
"us uegos fueron interrumpidos por los gritos de una de las mueres, ambas salieron
disparadas poni2ndose la ropa por el camino, @pendo corría mucho m%s que ellas por el
terreno selv%tico y cuando llegaron al grupo 2l estaba parado con los otros ni)os,
encima de un tronco caído mirando hacia el grupo de mayores, que habían hecho una
pina a un lado del río. Esther se abrió paso entre ellos y llegó hasta el centro, una muer
yacía en el suelo, con un charco de sangre entre las piernas y una mueca de dolor
tatuada en su rostro, 6aca observaba por encima de los hombros de los dem%s
Esther echó un vista&o entre las piernas de la muer, algo iba mal, estaba totalmente
dilatada, pero aquella cantidad de sangre no era normal, miró a <auru, que por su
expresión conocía la gravedad del asunto, dio unas instrucciones a las dem%s mueres y
salieron disparadas hacia el poblado, los ni)os despearon la &ona ante la orden de
<auru, los hombres y los ancianos se sentaron a un lado a observar
E: El m%s peque)o tiene die& a)os, fue antes de aquello, seguramente nacerían en un
hospital
M: quello...
E: La matan&a que hubo aquí, 6aca
M: @hm. !Las mueres aparecieron con un cuenco grande echando humo y unas telas
vieas$
E: 6aca, pon las telas en el agua
M: ;ale
Los gritos de la muer se fundían con las instrucciones que Esther daba tanto a 6aca,
como a las dem%s mueres, la chica se llamaba ERao, y tenía treinta y dos a)os seg#n
<auru, el padre era 2l. Esther se había desinfectado las manos en el agua hirviendo,
quem%ndoselas ligeramente, pero en aqu2l momento le daba igual, colocaron algunas
telas entre sus piernas, usto a la salida del #tero, otras las conservaron para envolver al
reci2n nacido
E: <auru, tienes que pedirle que empue con todas sus fuer&as +;ale
2auru: "í, ERao 4eTeguta5 4eTeguta5
La muer hacia fuer&a, pero Esther no veía aparecer la cabe&a del beb2, debía estar
atascado en alguna parte
@n grito desgarrador salió de la garganta de la muer, Esther colocó sus manos de forma
que la presión del cordón se eerciera en ellas y no en el cuello del bebe, 6aca vio
aparecer una cosa viscosa
M: +Ku2 es eso
E: 46%s5 4J%pido5
Miradas opuestas P
M: 4Es una cabe&a5 !"e anotó mentalmente no quedarse embara&ada, aquello no era un
beb2, era viscoso y le daba grima tocarlo$
E: ;enga, 6aca, tira de 2l con suavidad, tenemos que ayudarla
M: +Ku2 toque eso !Jecibió una mirada asesina y al segundo siguiente sostenía la
cabe&a de >aquello? entre sus manos$ +sí
E: "í, lo est%s haciendo muy bien. <auru, necesitamos que haga un #ltimo esfuer&o
2auru: ;ale. 4ERao5
La muer volvió a empuar, medio cuerpo del bebe se encontraba fuera, unto con las
manos de Esther, esta pidió el cuchillo y cortó r%pidamente el cordón, terminaron de
sacarlo y 6aca lo sostuvo entre sus bra&os mientras Esther anudaba el cordón y
limpiaba levemente al beb2, que ante los oos de 6aca iba tomando una forma m%s
nítida, de repente su boca se abrió y empe&ó a llorar, todos aplaudían y saltaban
mientras la madre yacía exhausta en el suelo, el bebe abrió los oos y miró alrededor
curioso
M: 4Ha abierto los oos5 4Ha abierto los oos5 46e est% mirando5 !Jeía sin parar, Esther
la miraba sonriente para luego atender a la muer$
Horas despu2s 6aca y Esther descansaban con las tres mueres del poblado y el reci2n
nacido, que dormía pl%cidamente entre los bra&os de su madre, Esther le había tenido
que explicar a 6aca porque el ni)o era no m%s que un manoo de huesos, y porque su
situación era tan delicada, era muy posible que el beb2 no sobreviviera m%s de unos
días, pero si era fuerte, tal ve& dentro de poco el poblado se enorgullecería de tener doce
ni)os
Esther y 6aca compartían camastro, si a un tro&o de barro seco al&ado con unas mantas
por encima se le podía llamar cama siquiera, la enfermera dormía a pata suelta, vamos,
solo le faltaba roncar, demasiadas emociones en un día, nada m%s dearse caer se había
quedado grogui. 0ara 6aca era un poco m%s complicado, no por la comodidad, aquello
era meor que el suelo de la selva y hacía algo menos de frío, tal ve& por aquella
sensación en el pecho que le había inundado al ver al reci2n nacido. :nstinto maternal,
descartado, le gustaban los ni)os pero no quería tener uno ni en broma, sacar algo así...
de allí, no, no, eso no entraba en sus planes ya, era otra cosa, qui&%s tuviese que ver con
haber ayudado a alguien, con sostener entre sus manos una vida tan fr%gil que pedía a
gritos que la ayudasen... o porque una de las tres mueres sí que roncaba, vamos, parecía
la orquesta sinfónica en pleno apogeo
chuchó a Esther con la esperan&a de hablar con alguien, era su #nico recurso, *el;alle
estaba con los dos hombres y los cuatro ancianos en otra caba)a, y lo de meterse en la
de los críos... va a ser que no. sí que como quien no quiere la cosa fue d%ndole coda&os
a Esther
<auru le dio un golpe cari)oso en la cabe&a y rieron, poco despu2s los cinco
atravesaban la selva, debían ir m%s lentos por el tobillo de 6aca, que a pesar de haber
meorado notablemente con la >crema? que le habían puesto a#n le molestaba y por
*el;alle, que por mucho que fingiese, se agotaba a menudo
3pendo: 1o forma. !"usurró a Esther mirando al vieo, esta sonrió mientras veía como
el chico saltaba de %rbol en %rbol ugando$
E: 4=e vas a hacer da)o5
2auru: +@pendo Vl creció saltando como los monos, de hecho su segundo nombre es
=umbiri. !Jiendo$
E: sí que amor mono. !Jiendo con 2l$
Miradas opuestas PP
3pendo: anaeshi
2auru: Qern
3pendo: aTli
%e$#a$$e: +Ku2 sucede
2auru: @pendo ve dos soldados m%s all%. 1os desviaremos. !"e internó por una senda
que se abría a su derecha$ 0erderemos una hora por aquí, no entiendo que hacen aquí
esos soldados, no se adentran tanto. !6iró a Esther serio$ +Ku2 les hab2is hecho
E: 0ues... nada tan grave, <auru, no os pondríamos en peligro. "abíamos que nos
buscaban, pero no sabemos con cu%ntas ganas lo hacen
2auru: 0arece que con muchas... deb2is ser importantes para Qagame. !Esther miró
disimuladamente a 6aca para despu2s seguir los pasos de @pendo y <auru, aquella
relación ilsonBQagame la tenía con la mosca detr%s de la orea, pero no era el
momento de discutir aquello$
*urante aquel día caminaron sin parar, <auru calculó que si pasaban la noche en la
selva llegarían a media tarde a la ciudad, todos se mostraron de acuerdo en parar, sobre
todo 6aca y *el;alle, que llevaban la lengua fuera desde hacía un par de horas. <auru
decidió parar en una peque)a explanada y empe&ó a hacer una hoguera para
resguardarse un poco del frío
2auru: orren muchas leyendas e historias por la selva, muchas son historias buenas...
otras, sin embargo, no lo son tanto... !"u vo& ronca y aqu2l leve acento hacían que por
alguna ra&ón los dem%s se concentrar%n en la historia, eran transportados con las
palabras de <auru
<auru al mismo lugar de fantasía en el queque se desarrollaba$
desarrollaba$ uentan que
había una peque)a familia en alg#n lugar recóndito de esta selva, dos padres y sus dos
hias, una de ellas, Qali, se pasaba todo el día sentada sin ayudar a su familia, mientras
los dem%s cocinaban, ca&aban o buscaban madera para las hogueras, ella permanecía
allí, siempre sentada. Era una ni)a muy pere&osa, tanto que siempre era la #ltima en ir a
ba)arse, remoloneaba
remoloneaba por los alrededores
alrededores hasta que
que oscurecía,
oscurecía, muchas veces
veces así se
libraba del ba)o. 0ero un día sus padres la obligaron a acudir por la noche al río r ío a
ba)arse, ya
ya que estaba muy
muy sucia, Qali convenció
convenció a su hermana
hermana para que la acompa)ase,
acompa)ase,
y mientras Qali baaba al río, su hermana preparaba telas secas para llev%rselas. quella
quella
noche, Qali se metió dentro del río a ba)arse, escuchaba
escuchaba ruidos a su espalda, y pensando
que era su hermana le pidió que le frotara la espalda... entonces... fue cuando lo notó...
un olor f2tido y unas cosas pun&antes en sus espalda, parecían las garras de un aguar,
Qali se dio la vuelta y se encontró con :bilisi, el demonio. uando su hermana llegó con
las ropas no encontró a Qali en ning#n lado, buscó y buscó sin halarla, al final,
pensando queque Qali le estaría gastando
gastando una broma
broma volvió con sus padres y se fue fue a
dormir...
dormir... dicen, que a la ma)ana siguiente, al amanecer, la hermana despertó y se
encontró sola, sus padres habían desaparecido. :bilisi se había llevado a Qali por no
hacer nada en todo el día... y a sus padres por no ense)arle a hacer nada... la hermana
peque)a fue la #nica que se libró de las garras de :bilisi, pero a#n así,
así, no volvió a
adentrarse en la selva de noche, ya que :bilisi y los bilisi habitan en la noche...
3pendo: 4-o dar2dar2 :bilisi con palo5 !<auru rió con ganas$
2auru: =# dormir%s con el resto, sin separarse
Esther se levantó y buscó un lugar cómodo en el que tumbarse, 6aca fue a tumbarse a
su lado, iba a hacer frío y necesitaba un cuerpo al que pegarse y los otros tres... como
que no. 0ero claro, no contaba con el peque)o >amor mono? que se coló r%pidamente
entre los bra&os de Esther y se acurrucó a ella
l cabo de un rato a 6aca le dolían las manos, @pendo se apretaba demasiado contra
Esther por el frío
f río y sus manos quedaban aplastadas
aplastadas en medio, decidió desli&arlas como
pudo hasta la cintura
cintura de Esther,
Esther, buscando
buscando un rincón calentito
calentito bao su camiseta
camiseta
Esther notó la mano de 6aca uguetear en su cintura hasta colarse poco sutilmente
debao de su camiseta, vamos, solo le faltó levantar con la otra mano la camisa, a pesar
de eso, sonrió escondida en el cuello de @pendo, intentó dormir a pesar de que la mano
de 6aca le quemaba la piel, calor que se extendía por todo el cuerpo. @pendo empe&ó a
revolverse entre ellas
Esther notaba la risa de 6aca en su cuello, se achuchó contra ella, porque hacía frío,
6aca se apretó tambi2n porque hacía frío, escondió su cuello en el de Esther, porque
hacía frío y amanecieron abra&adas
abra&adas la una a la otra y con sus rostros pegados... 0orque
hacía mucho frío
6aca empe&ó a moverse, tenía media parte del cuerpo congelada y la cara helada, se
apretó contra aquello que le daba calor y suspiró
uando notaron que lo que les daba claro a ambas era un cuerpo pegado al suyo
abrieron los oos y se miraron
M: Hola...
E: @hm... !Esther se notó observada y se encontró los rostros de <auru y @pendo
mir%ndolas sonrientes$
M: 4Coder5 !part%ndose de golpe$
3pendo: 4"usto5 !"e)alando a 6aca y riendo$
E: 4;en
4;en aquí5 !trapando al chico y d%ndole un abra&o mientras le revolvía el pelo con
la mano$ +=e parece bonito
3pendo: 4"usto5 4"usto5 !"eguía riendo, 6aca los observaba sentada en el suelo y
negaba con la cabe&a sonriente, miró a <auru$
2auru: El desayuno ya est% listo. Habr% que despertar a *el;alle...
M: @pendo... !El chico la miró$ mi no susto, pero a 2l... los que quieras. !El ni)o
corrió hacia *el;alle y saltó encima de 2l despert%ndolo de golpe$
E: Kue bestia eres hia.. !Jiendo y levant%ndose$ 6hmhmh... fruta... !"onriendo se
acercó a la hoguera$
=odos
=odos disfrutaban de la fruta ligeramente tostada que había preparado <auru, menos
6aca, que los miraba apoyada en un %rbol con las manos en el estómago
%e$#a$$e: 6aca deberías comer algo +1o es cierto Esther !0as%ndole un bra&o por
encima del hombro$
E: "íp... !ogiendo otra fruta y separ%ndose así de *el;alle$
M: 1o tengo hambre
3pendo: =ripas rugir de noche. !=odos rieron el comentario del chico$
E: Es verdad. !6aca la miró con una cea al&ada, la enfermera puso los oos en blanco y
se levantó con la fruta en la mano acerc%ndose a ella$ ome
M: 1o
E: ome
M: 1o quiero. !errando la boca todo lo que podía$
E: 1o seas cría...
M: Lo soy, mimada y consentida
Miradas opuestas 9D'
E: =# misma... !*%ndole un bocado$ 6hmhmhm... sabe a fresa... que rica... !6aca la
miraba comer con los bra&os cru&ados, se movió un poco y miró a *el;alle$
M: +"abe a fresa
%e$#a$$e: "í, est% muy buena... !6aca puso los oos en blanco, *el;alle había dicho eso
mir%ndole el culo a Esther$
M: 6hmhmhmh... la pruebo, como no este buena...
E: =en anda bebito... !Esther le ponía la fruta cerca de los labios, 6aca la miraba
negando con la cabe&a y mordía ligeramente la fruta$ + qu2 esta buena
M: @hm... pero si luego muero intoxicada es culpa tuya
E: 6i conciencia cargar% con ese peso. !Jiendo y sent%ndose, esta ve& entre <auru y
@pendo, 6aca se acomodó al lado de *el;alle$
Esther iba pensando en que iba a ser muy divertido, arrastrar aquellos dos pesos muertos
con la muy alta posibilidad de que acabasen todos de nuevo en el borde del acantilado,
lo que era muy divertido, sí, se)or, encima miró para adelante y vio que la pendiente se
hacía cada ve& m%s pronunciada, al final había que escalar unos cinco metros... genial,
iban a encontrarles vete t# a saber cuando, ya se imaginaba los titulares 3F gilipollas se
suicidaron con una cuerda atada al cuerpo7 3"acrificio de tres turistas y un rTand2s en
el acantilado del machupichu7 o cualquier nombre, seguramente lo bauti&arían como
>La pendiente de la muerte? o algo por el estilo
2auru: +;ais bien
E: "í. !runció el ce)o, no notaba el peso de aquellos dos 4La cuerda se había roto5
Hasta que notó la respiración de 6aca en su cuello y su susurro$
M: +"eguimos o que
E: Kue chulita ella con la cuerdecita
M: - sin ella, no quería dear solo a *el;alle...
E: -a, claro, no vaya a ser que pierdas de vista tu fuente de ingresos
Miradas opuestas 9DF
M:Z Graciosilla, la fuente de ingresos est% a dos metros de ti +;as a esperar a que se
acerque a tu culo
E: =onta. !1egando con la cabe&a y siguiendo a <auru$
Llegaron al muro de cinco metros con alg#n que otro esfuer&o, y alg#n susto por parte
de *el;alle, alg#n resbalón tonto que hacía que todos se agarrasen a lo primero que
pillasen y re&asen para que la rama, tronco o lo que fuera no cediese
6aca se sorprendió de la facilidad con la que Esther trepaba, sin duda ya se había visto
en esa situación otras veces, <auru y @pendo iban mucho m%s r%pidos que ella, pero de
todas formas era admirable, en sus gestos, en su forma de agarrarse, en su forma de
moverse y balancearse, en la b#squeda de apoyos para los pies, se notaba que aquello le
gustaba y lo sabía hacer, en el borde <auru le extendió las manos para i&arla, 6aca
pensó que seguramente era innecesario, Esther lo podría haber hecho perfectamente sola
2auru: 4=ened5 !El extremo de una cuerda llego hasta ellos, 6aca y *el;alle se
miraron$
M: =# primero. !ogi2ndola cuerda y d%ndole el extremo$
%e$#a$$e: 1o s2 escalar...
M: 1i yo... pero si caes ya te coger2 como pueda
%e$#a$$e: +Kui2n te coge a ti 1o me gustaría que te matases, tenemos cosas que hacer.
!"e)alando con la cabe&a a Esther$
M: =ranquilo, no creo que eso pase
E: 4*el;alle5 !Este miró con los oos encendidos hacia arriba, 6aca puso los oos en
blanco y pateó una piedra$ 4Ytate la cuerda a la cintura y te subimos5
%e$#a$$e: 4;ale5 !"e ató la cuerda y esperó a notar estirón$
2auru: =ienes que echarnos una mano, ve subiendo, nosotros suetaremos la cuerda
%e$#a$$e: eso iba, a eso iba
"e acercó ala pared y empe&ó a trepar, un centímetro, mirada abao, die& centímetros,
mirada abao y sudor en la frente, veinte centímetros, mirada abao, sudor en la frente y
oitos de cordero degollado... así hasta que ya deó de mirar abao, se quedó quieto
colgando de la cuerda y lloriqueando
"e hi&o un nudo como pudo y empe&ó a trepar, aquello no era tan difícil, pie aquí, pie
allí, manita por allí, otra mano en el nudo de la cuerda para asegurarse que est% bien
cogido, perfecto, tres metros m%s y ya est%, oyó un cruido y notó como debao de sus
pies todo desaparecía, uno de los apoyaderos había cedido, por suerte <auru y Esther
Miradas opuestas 9D(
estaban atentos y tensaron la cuerda lo usto como para que no se &arandease hasta caer,
aunque no la salvaron de un corte en almeilla al chocar con la pared
E: 4+Est%s bien5
M: 4En la gloria5 !"arc%stica a m%s no poder$
E: ;enga, 6aca, t# puedes
M: Kuieres tirar de la cuerda y dear de decir tonterías
E: Kue imb2cil que eres
M: 6ucho, y cuando he estado a punto de matarme... m%s
E: "i son dos metros de nada. ;ale, vale, ya te subimos. <auru...
2auru: =ira con fuer&a a la de tres...
2auru: alta poco...
3pendo: 4vión5 4vión5 !Jeía el ni)o se)alando un claro cercano a los teados, Esther
miró y empe&ó a dar saltos$
E: 4Es nuestro trasto5 4Es nuestro trato5 !En un impulso puramente inocente se abra&ó a
la primera persona que pilló y le estampó un beso en la meilla$
M: ;ale, venga... !"onriendo y separando a *el;alle de Esther, que la abra&aba baando
cada ve& m%s las manos$ Hay que llegar enseguida
E: 4"í5 4;amos5 !Empe&ando a correr por el descenso, dando saltitos de alegría y
gritando como una loca$
M: ;a a hacer que nos maten...
2auru: Es posible... !Jiendo y sigui2ndola$
3pendo: 4Esther5 4Esther5 4Espera5 !Jiendo y alcan&%ndola a base de saltos$
M: Genial... =8*8" van a hacer que nos maten
%e$#a$$e: Est% buenisi...
M: 4;ale5 !ort%ndole$ 4ndando5 !1egando con la cabe&a y siguiendo al resto$
=res horas despu2s contemplaban el trasto en el que habían venido desde Espa)a,
empotrado contra unos %rboles, el morro lo tenía completamente destro&ado, Esther se
acercó corriendo y miró en el interior, nada, no había nada, ni rastro de alguno del grupo
ni de las cosas, maldio por lo bao mientras se preguntaba que demonios hacia el avión
allí. El ruido de un motor la sacó de su ensimismamiento, miró hacia el ruido
+sa: 4Esther5 !Esther se abra&ó a su amiga, para esas alturas todos habían salido y
saludaban al grupo$
E: +=# tambi2n de militar +Ku2 demonios hab2is hecho
+sa: 1ena... es una larga historia. !Jiendo y pas%ndole un bra&o por encima del hombro
sonriente$ +Ku2 tal con los pios
E: =iene su punto... !*e repente deó de reír, miró a las dos que faltaban, no iban de
militares, de echo apenas llevaban ropa, unos tro&os de pieles a lo ama&ona y un montón
de pintura de colores por todo el cuerpo, si no fuese por la piel blanca que las delataba...
habrían pasado por parte de cualquier tribu africana$
Ra)ue$: @na sola risita y os mato... !on un dedo al&ado$
E$i: ;enga, Jaquel... sí esto tiene un morbito... !Jiendo y dando vueltas$
Car$os: Kuien fuera ese trapito...
E$i: Kuien fuera tu cerebro.. sin hacer nada todo el día
Car$os: -a te gustaría a ti estar tan dentro de mí...
E$i: 1o, de hecho con estar bien leos ya me conformo
Ra)ue$: 4;ale parea5
Car$os: 1o te me pongas celosa, cari)ín
E: ;enga, chicos, chicas, ten2is que contarme todo. !bra&ando a Eli con cari)o$
E$i: "igues viva... +Ku2 tal con la pia
E: "e han portado bien...
E$i: -a, claro... pero.. +<ien o... muy bien !Esther le dio un palo en el bra&o$ 4ómo
est% mi pia favorita !bra&ando a 6aca$
M: ontenta de que me entreteng%is a Esther, ya estaba harta de ella
E$i: laro, claro. 4*el;alle5
6ientras los dem%s se terminaban de saludar Esther se acercó a <auru y a @pendo, que
estaban en un segundo plano, el chico se abra&ó a su cintura y Esther le acarició el pelo
mir%ndole sonriente
"ubieron todos al coche y arlos puso rumbo a un almac2n de la ciudad, allí habían
guardado todas las cosas, Jaquel y Eli habían elaborado un austero mapa de las
comunidades indígenas m%s desfavorecidas, comunidades que no habían contado al no
encontrarse en los mapas comunes ni en los informes de las 81G?s locales,
seguramente el pretexto oficial era que estaban en tierra de nadie, termino por el que se
conocía a todo aquello situado en una frontera o en lugares de imposible acceso, al
menos no accesibles con los coches y camiones con los que se solía mover una 81G
6aca miró a Esther, que la contemplaba atenta, con una aleve sonrisa en sus labios, tal
ve& aquel fue el momento en que se dio cuenta de que ese estaba aleando de aquella
muer que siempre había sido, de la brecha que se empe&aba a abrir entre ella, 6acarena
ilson... y 6aca, o tal ve& ya se había dado cuenta antes, y no había sido capa& de
reconocerlo
M: "í, aprendo... Esther sonrió a 6aca y pasó una mano por detr%s de @pendo,
acariciando su espalda levemente$
E: Hablaremos con <auru +;ale, @pendo =al ve& encontremos la forma de que al
menos te dee quedar unos días
3pendo: +"í !6iró esperan&ado a un lado y a otro$
M: laro. !cariciando su pelo$
E: -a le tocas... no est% mal...
M: 1ada mal...
Miradas opuestas 9DP
*el;alle apartó a 6aca de todos los oídos presentes, salieron afuera con la excusa de
tomar el aire, a nadie le pareció importarle mucho, todos estaban ocupados
M: Lo intentar2...
%e$#a$$e: <ien hecho. !*%ndole una palmada en la espalda$ <ien hecho. !Entró de
nuevo deando allí afuera, Esther la iba a matar, y si conseguía llev%rsela a 6adrid... la
iba a matar muy despacito$
onvencieron a <auru de pasar la noche allí, se habían provisto de unas camas m%s o
menos cómodas, y Esther le había prometido que al día siguiente comprarían víveres
para llevar al poblado, la madre debía estar muy fuerte y alimentarse bien para que la
leche de sus pechos hiciese fuerte al peque)o, con este argumento <auru no obetó nada,
y @pendo y 2l se acostaron en una de las camas. 6aca por su parte no sabía como
plantearle aquello que rondaba en su cabe&a, Esther no atendería a ra&ones y lo
Miradas opuestas 99D
consideraría como una huida, aprovechó un momento en el que Esther salía a tomar el
aire, mientras los dem%s dormían para acercarse a ella, sabía como hacerlo, no sabía lo
que decir llegado el momento
La enfermera estaba apoyada en un peque)o muro, con los bra&os sobre 2l, sus hombros
temblaban, como todas las noches refrescaba, aunque allí algo menos que en la selva,
6aca se acercó en silencio y rodeó su cintura, apoyando la cabe&a en su hombro
M: +=ienes frío
E: @n poco... !*e%ndose abra&ar por ella$ Has estado muy bien antes...
M: +@hm
E: on @pendo... ha sido bonito lo que has dicho...
M: <ueno... algo le tenía que decir... !Esther notaba su c%lida respiración en el cuello,
acariciando su piel y eri&%ndole el pelo, despertando su cuerpo$
E: 0ues... me ha gustado...
M: 6e alegro... !Empe&ó a dibuar un reguero de besos, tra&%ndolo desde detr%s de la
orea de Esther, descendiendo por el cuello, por la nuca, por detr%s de hombro, por
encima de 2l, mientras sus manos atrapaban las de Esther, acarici%ndolas, tra&ando el
mismo dibuo con las yemas de sus dedos$
E: *e... deberíamos descansar...
M: @hm... !Jepitiendo el mismo camino en el otro lado$ 1o tengo sue)o...
E: 0ero... debemos dormir... en las aldeas no...
M: Esther... *el;alle quierer volver a 6adrid. !Esther se separó, &af%ndose de las
manos de 6aca, se giró y la miró a los oos$
E: El equipo se alegrar% de no tener que cargar con vosotros. !runciendo el ce)o$
M: Esther... ven con nosotros
E: +=e est%s escuchando
M: "í, me estoy escuchando, este país est% con la amena&a de una guerra en cualquier
momento, no es seguro
E: +- que +rees que porque no sea seguro debemos rendirnos
M: reo que hay momento y momentos...
E: 6ira, si t# quieres irte, bien, ha&lo, no me importa, pero yo no voy a moverme de
aquí
M: Esther por favor... ven conmigo
E: 1o !6aca vio lo que esperaba en la mirada de Esther, estaba convencida, creía en lo
que hacía y no iba a volver a casa, no sin antes ayudar a aquella gente$
M: 0i2nsatelo... solo pi2nsatelo
E: 1o me hace falta
M: Esther, allí... puedo darte todo lo que...
E: 41i se te ocurra 6aca5 +"abes reía que empe&abas a tener cora&ón, que la pia
empe&aba a desaparecer, pero veo que no, aquí est% de nuevo, intentando comprarme,
pues lo siento, pero ni mis ideas ni mis actos est%n en venda
M: Esther, es por t# bien, por el de ellos, volveremos despu2s, cuando no sea peligroso,
te lo prometo
E: 6aca, l%rgate, ve con *el;alle, ha& con 2l lo que quieras... -o me quedo
M: Est%s loca... !"usurró pasando sus manos por su cintura, mirando el suelo un
momento$
E: 6ucho
M: 0rom2teme que lo tendr%s en cuenta... si las cosas empeoran, prom2teme que lo
har%s, si estamos en serio peligro...
Miradas opuestas 999
E: +0or qu2 quieres que te lo prometa +0ara tener algo que decirle a ese vieo
M: =al ve&... o tal ve& no... !"us oos se perdieron en alg#n punto, en las cientos de
tonalidades marrones que ugueteaban entre ellas en los oos de Esther, respiró
profundamente, suspiró al oír el leve sí de Esther, se abra&ó con fuer&a a ella, queriendo
atraparla en aquel abra&o y no soltarla$ Gracias...
E: 1o vamos a estar en m%s peligro que ahora... !:ntentó bromear$
M: 1o te creas...
"e separó lentamente, embriagada por el olor de su piel, miró aquellos labios que ya
había go&ado una ve&, se sabía su sabor, aunque no de memoria pero empe&aba a
aprenderlo, atrapó el labio inferior de la enfermera en un leve mordisco, la apretó m%s
contra ella y el mordisco se convirtió en una caricia de su lengua, que aventurera, se
colaba en su boca, antes de que aquello pasara a m%s se separó levemente, mir%ndola a
los oos
M: Gracias...
E: @hm...
M: +;amos a dormir !"uspirando en el cuello de la enfermera$
E: "í, ya va siendo hora, tenemos mucho que hacer. !0asó su mano por la meilla de
6aca mientras la miraba a los oos con dul&ura, aquella preocupación por ella la
sobrepasaba, viniera de quien viniera, pero si encima era de la pia, era demasiado$
6aca no quiso dormir con ella como otras noches, de hecho nada m%s entrar al almac2n
se fue a su cama y se acostó, Esther sonrió y se fue a la suya. primera hora
acompa)aría a Eli y a Jaquel a comprar víveres, todos los que pudieran, y seguramente
tendría que preparar las cosas para el poblado de <auru
manecieron unto con el sol, tenían mucho que hacer, arlos y 0aco prepararon un
peque)o desayuno, Joberto e :sa aprovecharon para explicar alg#n detalle m%s a <auru,
que se concentraba todo lo que podía, aunque en ocasiones necesitara de los res#menes
de Esther, la enfermera reía de ve& en cuando al ver la cara de <auru, aquel par cuando
empe&aba a soltar >palabros? t2cnicos no paraban. @pendo, 6aca y Eli estaban a su
lado, trasteando con algo entre las manos, Esther miró un momento y descubrió que Eli
les estaba ense)ando lo que consideraba alta cocina, que traducido a un idioma normal
significaba que les ense)aba como hacer s%ndTiches con cualquier cosa, creando
aut2nticos monstruos que provocaban dolor de barriga durante semanas, menos a Eli,
que debía estar acostumbrada a comerse aquello
E$i: -o no me preocuparía por lo que le puedan hacer... m%s bien por lo que 2l pueda
hacer
M: 0erdona, no creo que 2l...
E$i: 6aca, s2 que le tiene afecto y tal, pero reconoce que es un gilipollas en letras
may#sculas
Ra)ue$: Eso no es...
E$i: ;ale, sí, ll%malo como quieras, pero no dea de significar lo mismo, es un vieo
verde gilipollas
2auru: 0ara nosotros las personas mayores son fuente de sabiduría, han estado m%s
tiempo que nosotros viviendo y saben m%s, nos ayudan a afrontar la vida con sus
conseos
E$i: "í bueno, no dudo que *el;alle pueda aconsearnos mucho, por eemplo sobre pelis
porno, pero no creo que sea comparable con vosotros, con mi primo de quince a)os tal
ve&, pero no con vosotros, son mundos diferentes
2auru: veces es ese contraste lo que hace valorar las cosas, tal ve& para que los
sabios existan hace falta gente menos sabia
E$i: 8 sea, gilipollas
E: 4Eli5
E$i: =# calla, que ya me dir%s que cuchiche%is ahí, y no me mires a mí, creo que no soy
la #nica a la que le interesa eso. !"e)aló con la cabe&a hacia 6aca, que r%pidamente
fingió estar concentrada en sus u)as, hasta a ella misma le parecía un gesto
terriblemente superficial y absurdo$
las doce del mediodía el grupo volvía a separarse, Jaquel y Eli querían ir a ver a los
6asaRa, Esther tenía mucha curiosidad por aquella tribu, a parte de unas ganas
tremendas de ponerse en acción, @pendo se había encari)ado de ella y no pensaba
soltarla, como demostró al aferrase a su pierna cuando <auru le insinuó que volviera al
poblado con 2l, al no conseguir que el ni)o entrar% en ra&ón decidió que 2l iría al
poblado con Joberto e :sa y se reunirían días m%s tardes en aquel mismo almac2n, el
resto del grupo buscaría a *el;alle, que a aquellas horas a#n no había parecido, dato
que empe&aba ser preocupante. 6aca se quedó con ellos, sospechando que *el;alle ya
estaría organi&ando la huida, y con cierta triste&a o alg#n sentimiento parecido que le
hacía sentirse mal, tal ve& por no poder conocer a aquella misteriosa tribu, la verdad que
le apetecía, o por dear a Esther ir sola, tampoco es que ella fuese muy #til, vamos que
en el apellido ilson no venía nada de aventurera, seguramente sería m%s un estorbo
que otra cosa... pero a#n así la idea de separarse de Esther la hacía sentir, +u%l era la
palabra exacta ... perdida
Horas despu2s Eli, Jaquel, @pendo y Esther se acercaban a su destino, Eli y Jaquel
parecían conocer bien el camino, aunque de ve& en cuando dudaban y Esther se ponía
nerviosa, sobre todo cuando en un momento Eli soltó un/ >Kue fuerte, estamos
completamente perdidas? y Jaquel le dio una collea, vamos, que aquel >peque)o?
detalle no es que diese precisamente confian&a, por lo que Esther iba marcando los
%rboles, como viese una de sus marcas m%s >adelante? 4"e las cargaba5
Ra)ue$: La pia ni se ha despedido... !+Ku2 meor forma de distraer a alguien que darle
algo en lo que pensar "obre todo cuando ese algo era 6aca, que lo reconociera o no,
era una peque)a obsesión para la enfermera$
Miradas opuestas 99F
E$i: Kue falta de consideración por su parte... podría ser la #ltima ve& que nos
vio y no
dio nada. 0odrían devorarnos los mosquitos... atacarnos esos monos tan graciosos... ser
devoradas por una tribu caníbal... caer en una trampa de ca&adores...
E: 4-a5 4"í5 +6orirnos 18 hace falta que des detalles
E$i: "olo os ponía en situación. !Encogi2ndoos de hombros mientras apartaba unas
ramas$
3pendo: 0oder picar serpiente. !omentó sonriente @pendo$
E$i: 4Gracias5 !Jiendo y acariciando su hombro$ 2l est% conmigo
E: -a lo veo... !"uspirando resignada$
"iguieron haciendo bromas, la enfermera fingió no escucharles, ni a las dos locas que
tenía como compa)eras ni a @pendo, que parecía aprender las malas formas de aquel
par a un ritmo vertiginoso. "e había dado cuenta del inter2s que tenían en 6aca, al
menos en hablar de la pia delante de ella, la estaban estudiando, a las dos, y sabía
porque, a veces, por unas mil2simas de segundo, en algunos momentos, entre 6aca y
ella había un algo, no aquel deseo salvae, hasta hiriente que había sentido aquella ve&,
algo diferente, igual de fuerte pero m%s... suave. unque aquellos momentos se
esfumaban cada ve& que 6aca se comportaba como una autentica ilson, y Esther
odiaba cuando hacía aquello. - de alguna forma que no llegaba a comprender, lo malo
que sentía hacia ilson tan solo acentuaba lo bueno que sentía hacia 6aca, cosa que la
confundía, estaba empe&ando a diferenciar una parte de la otra, olvidando que eran la
misma persona, estaba enamor%ndose de una y odiando a la otra.[
6ientras ellas deambulaban por la selva en la ciudad parecía respirarse una calma
sobrecogedora, esa que suele preceder a la tormenta, todo parecía ir a un ritmo m%s
lento del normal, de hecho, cuando arlos y 6aca salieron con el eep a buscar a
*el;alle al aeropuerto se fiaron en la poca gente que había, arlos comentó que otros
días a esas horas las calles estaban llenas, sus temores se confirmaron al salir de la
ciudad, unto a las #ltimas casas había un grupo de rebeldes, habían cortado la carretera,
arlos conocía a un par y le dearon pasar, pero les advirtieron que fueran con cuidado,
a primera hora uno de los suyos había visto a soldados del estado acerc%ndose y creando
peque)os campamentos alrededor suyo, estaban rodeados y las principales carreteras
cortadas
La carretera que salía de *imbTiRubTa estaba igual de solitaria que siempre, avan&aron
por el pedregoso camino unos Rilómetros en el m%s absoluto silencio, descubriendo con
algo de temor que el #nico ruido alrededor de ellos era el del motor del eep, hasta la
selva parecía anticiparse a los acontecimientos, qued%ndose mudos ante la estupide&
humana. @n par de Rilómetros m%s y divisaron el primero de los muchos campamentos
militares que descubrirían en su b#squeda, era absurdo esquivarlo, arlos confiaba en
que estuviesen lo suficientemente distraídos para no dar importancia a su presencia, eso
o que los confundieran con rebeldes y aun no quisiesen empe&ar la guerra
l pasar cerca de ellos, 6aca intentó agachar la mirada, pero al ver a los soldados,
sentados en peque)os grupos, limpiando y maneando fusiles arriba y abao su mirada
se congeló, no era broma, iban a empe&ar la guerra, se intentarían hacer con
*imbTiRubTa, los rebeldes les plantarían cara, unos con la excusa de defender su tierra,
los otros con la excusa de conquistarla para el soberano del país, due)o de todo, se
entregarían a la tradición por excelencia de la humanidad, ni los siglos habían podido
con ella, o tal ve& es que en el fondo a nadie le interesaba eliminarla, al fin y al cabo los
que mandaban no estaban en aquellos campamentos, estaban en sus mansiones
protegidos por decenas de guardas, a salvo de cualquier peligro, solo perderían algunos
hombres y a cientos de inocentes, era una perdida que ellos, los poderosos, bien podían
permitirse. "e sorprendió de tener un pensamiento como aquel, pero su lógica, su ra&ón
en lo referente a la gente que estaba en el poder, era tan aplastante, tan real, que se
preguntó como le había importado tan poco aquello antes
unque la respuesta la conocía, aquella guerra no era para ella como las otras, aquella
ve& ella estaba allí, ella conocía os rostros, tanto de un lado como del otro, aquella ve&
la gente inocente eran <auru, @pendo, la gente del poblado, aquellos rebeldes que les
habían ayudado, se dio cuenta de lo que conocer aquellos rostros significaban, aquella
ya no sería una guerra en un país africano, aquella era un guerra contra gente que
conocía, gente a la que le había tomado cari)o, se había convertido en algo personal.
ue entonces cuando comprendió la ira y la rabia de Esther, todo se reducía a eso, para
ella todo era personal, cada gesto afectaba a gente que conocía, y aunque no los
conociese no le era difícil imaginar sus rostros, iguales a los de las personas que
intentaban ayudar cada ve& que empe&aban un proyecto. - entendió porque Esther la
odiaba, aunque en ve& de odio bien podía ser rencor o tal ve& prudencia, eso no lo sabía,
pero vio sus motivos, en su cabe&a repiti2ndose una y otra ve&, su cora&a se desgarró en
aquel momento, mirando a trav2s del retrovisor el campamento militar, deseando que no
tomar%n la ciudad, ni los poblados cercanos, deseando que no se acercaran al poblado,
que aquel beb2 que había nacido en sus manos estuviese a salvo
M: - t# la conoces a fondo... !ue un comentario entre dientes, no esperó que arlos lo
escuchase, pero una ve& m%s, los amigos de Esther parecían anticiparse a su cabe&a y
sus sentimientos, como si ya supieran algo$
Car$os: Es encantadora, tiene ese puntito sarc%sticoBborde, combinado con una dul&ura
extremas, grandes ideales y esperan&as, a pesar de los palos que se ha llevado, es fuerte
y d2bil a la ve&, no s2... es una combinación aplastante, o la odias o la amas, con ella no
hay punto intermedio. -... es preciosa +8 no !"onrió divertido a la carretera$
M: 1o m%s que yo... !1o iba a descubrirse así como así, menos ante aqu2l tipo despu2s
de haber escuchado todo aquello +Habían salido alguna ve& +Estaban apunto de
hacerlo +arlos amaba a Esther - lo que m%s vueltas le daba en la cabe&a +Era
correspondido$
Car$os: <ueno, puede que no tenga una belle&a deslumbrante o visible a tres Rilómetros
de distancia, pero tiene ese algo que atrae sin propon2rselo...
M: *iría que te gusta
Car$os: 41o5 !Jiendo$ 1o hay que estar enamorada para ver las cualidades de los
dem%s, ni para decirlas en vo& alta...
M: -a...
Car$os: =al ve& hay que estarlo para negarlas... !40aren las rotativas5 +Le acababa de
gui)ar un oo +0ero que pasaba con aquellos +Ku2 era aquello al parecer tan obvio
que les empuaba a pensar que había alg#n tipo de sentimiento romanticoide entre ella y
Esther 8 ella era el #ltimo mono, o era un mono ignorante o... aquellos eran los
monos$
Gui)os parecidos recibía Esther por parte de Eli y Jaquel, aunque hacía un rato que le
costaba seguirlas, aquel par parecían pocahontas de toda la vida. 1o parecía que sudaran
un agota, sin embargo Esther estaba empapada, con la lengua fuera y cogiendo aire
como si fuese un pe& fuera del agua
paciencia, qui&%s se mostraran reacios a la presencia de dos m%s. sí que estaban
sentadas en un peque)o claro de la selva, esperando y entreteni2ndose con bromas.
@pendo parecía preocupado, sentado al lado de Esther ugueteaba con la tierra del suelo,
con semblante serio, a la enfermera le sorprendió verle así, su rostro manchado por el
polvo de la selva, aquella mirada tan adulta y a la ve& con ese brillo infantil que da vida
y la quita, en aquel caso la quitaba, estaba asustado, el temor centelleaba en sus oos, la
fotógrafa que Esther llevaba dentro salió breves momentos, sac%ndole una fotografía
con su viea c%mara, @pendo al verla sonrió y Esther le sacó una nueva, grabando
aquella sonrisa en ella
E: sí est%s m%s guapo. !Le dio cari)osamente mientras guardaba de nuevo la c%mara$
3pendo: +0uedo !"e)alando la mochila de Esther$
E: laro, mira...
@n día y medio despu2s escucharon ruidos en la selva, no debían ser los miembros de la
tribu ya que ellos no eran tan escandalosos, debían ser otras personas... o animales. "e
agruparon en un corrillo, como si eso les fuese a servir de algo si alg#n animal les
atacaba. @nas ramas delante de ellas empe&aron a moverse y al poco dos figuras
salieron de la penumbra que les rodeaba
E: +6aca
Ra)ue$: 4arli)os5 !Jiendo$
E$i: Kue bonito es el amor... !Jefunfu)ó poniendo los oos en blanco$
Eli se sentó al percatarse de las miradas desaprobatorias del resto, sobretodo de Esther y
6aca que habían aprendido a darse por aludidas en cualquier comentario sobre el amor,
m%s cuando venía de Eli, m%s cuando la susodicha estaba tatareando el >love is in the
air? y mucho m%s cuando lo hacía mir%ndolas a ellas
M: +Est%s bien !"usurró muy baito mientras seguía con la vista a Eli, lo #timo que
quería es que soltara otro de sus graciosos, simp%ticos y oportunos comentarios$
E: @hm. !sintió levemente$ +=# !Cugueteando con la punta de su &apatilla en el
suelo$
M: @hm. !"onrió echando la cabe&a para atr%s y mirando las copas de los %rboles$ 6e
alegra que est2s bien
E: - a mí
M: +Ku2 lo este yo... o t#
E: -o, por supuesto. !La miró divertida y 6aca le gui)ó un oo brevemente, observó
que Eli las estaba mirando con una sonrisa ladeada y una mirada traviesa$ +<onito
paisae
E$i: Es un dilema estoy entre el vuestro y ese... !"e)aló a arlos que retiraba un mechón
de pelo de la cara de Jaquel$
E: arlitos... me voy a poner celosa... !<romeó la enfermera$
Car$os: 41unca, mi vida5 !6etió un bote y se sentó entre Esther y 6aca, para alivio de
una y fastidio de la otra$ "abes que t# eres la #nica
E: 6%s te vale, porque sino hablar2 con algunos de aquí a ver como arreglan ellos lo de
las infidelidades
E$i: reo que la castración podría ser uno de esos m2todos
Car$os: ;ale, vale, yo y mis peque)os nos vamos a dar una vuelta. !=odas reían
mientras arlos fingía cara de susto y se llevaba las manos a la entrepierna
protegi2ndose$ Kue os vaya bien se)oritas
Miradas opuestas 9AD
Esther se despertó por el frío, arlos estaba abra&ado a ella, pero por la espalda había un
hueco, recordó que Eli había pr%cticamente empuado a 6aca para que se colocase allí,
ladeo la cabe&a busc%ndola en la penumbra, un metro m%s all% sentada sobre un tronco
medio caído estaba ella. Esther frunció el ce)o e intentó &afarse de las manos de arlos,
se apuntó darle una collea por haber puesto la mano en su culo, sacudió su ropa en un
gesto bastante absurdo, la tierra ya formaba parte de su piel, y se acercó a ella,
sent%ndose a su lado
l mismo tiempo que 6aca asentía Esther apoyó sus dedos en los labios de ella,
silenciando sus posibles palabras, 6aca la miró y Esther se)aló su oído. La pia deseó
que hubiese alg#n tipo extra)o de mono roncador durmiendo por encima de ellas, pero
no, ni un ruido, al menos no ronquidos. "intió como la mano de Esther se aleaba de sus
labios
estaban preparadas para decirlo, no en vo& alta, ni tan siquiera con las miradas, ya que el
miedo lo ocupaba todo en ellas, no quedaba nada de aquel deseo sexual que sentían la
una por la otra, o tal ve& es que ese deseo casi animal había sido eclipsado por algo
mucho peor por algo que podía da)ar muchos m%s, por algo que podía terminar de
perderlas por completo. El amor
M: Estoy cansada...
E: - yo... !mbas sabían que no era algo físico, que aquel cansancio abarcaba muchas
cosas m%s, cosas contra las que luchaban, separ%ndose y ale%ndose$
E: 6hm...
M: +6hm !"onrió una ve& m%s y abrió los oos$ 46ierda5 !on los oos desorbitados
se aferró al cuerpo de Esther en un acto refleo, protegi2ndola de aquel tío de color gris
que parecía un &ombie y que estaba mir%ndola a escasos centímetros$ 4+Kui2n demonios
eres t#5
M: 1i se te ocurra... !"u vo& sonó m%s amena&ante de lo que esperaba, y es que en
realidad estaba cagadita de miedo, pero parecía que aquello por Esther superaba hasta el
miedo a ser el primer plato del banquete de aquel tipo$
&om're: 1o tocar tu esposa. !on una mueca que podía ser una sonrisa o una extra)a
imitación de un mono en celo, con los labios echados para afuera y la boca entreabierta
ense)ando los dientes$
M: 6eor...
E$i: +6aca reo que ya puedes soltarla +Eh !<romeó Eli, fue entonces cuando se
percató de que todos la miraban, incluida Esther desde su hombro que se estaba
partiendo de risa$
M: 4Eh5 41o tiene gracia5 !"olt%ndola y haci2ndose la ofendida$
E: nda tonta... !Jiendo y d%ndole un golpecito en la meilla$
M: -a...
E$i: -o creo que ha sido bonito +1o, Jaquel
Ra)ue$: "í, sí, a mi el momento abra&o posesivo me ha encantado
Car$os: -o me quedo con el de no tocar a su muer
E$i: "í, sí, no sabía que este par ya se habían casado
3pendo: -o quedar con 46ierda5 !:mitaba le susto que se había llevado 6aca$
Miradas opuestas 9AA
E: +;es lo que le ense)as !#n riendo por el tono roi&o que estaban tomando las
meillas de 6aca$ mí me ha gustado el de >ni se te ocurra? le ha faltado poner un baby
detr%s y lo clava. !<romeaba tambi2n la enfermera$
E$i: 8h, sí, rollo termi, >"ayonraa, baby?. !Hay gente que no debería imitar a termi... Eli
es una de ellas$
Ra)ue$: +Ku2 le ibas a hacer si la tocaba +Eh +*arle con la mochila en la cabe&a
M: 4;ale ya5 +1o 0odrías dear de meteros dos segundos conmigo y explicarme quien
es ese
Ra)ue$: 6asaRa
E$i: +-a han pasado los dos segundos 4Genial5 +6aquita, porque pareces un tomatito
M: 46i... !Esther le tapó la boca$
E: -a +6hm !6aca refunfu)ó y se cru&ó de bra&os$
Car$os: Kue tierno. 4-a sabemos quien lleva los pantalones en casa5
E: 48ye5
E$i: +Ku2 Es verdad !"e encogió de hombros tranquilamente y se sentó al lado de
6aca$ ;enga, muer, que no has estado tan mal, a mi me hubiese gustado que hiciesen
eso por mí
E: Eli, d2ala pobre. !on la mirada fia en el hombre$ <ueno, ya han vuelto +- ahora
que
Ra)ue$: <ueno, mientras vosotras dormíais tranquilamente, abra&aditas, amorosas...
E$i: =ortolitas...
Ra)ue$: "í, eso tambi2n, gracias Eli
E$i: 0ara eso estamos. !Gui)%ndole un oo y riendo las dos$
Ra)ue$: <ueno, a lo que vamos, quieren que vayamos a su poblado, el que han hecho a
un día de aquí, quieren estar cerca de esta &ona cuando llegue la 2poca de los baobabs
y... bueno, ahora que la intoxicación por el agua parece haber desaparecido deberíamos
comprobarlo y ver el estado de salud del pueblo
E: <ien +Ku2 hacemos aquí parados
E$i: +Esperar a la pareita
E: <ien, pues ya no hay que esperar +;amos !Levant%ndose de un salto$
El hombre repitió la mueca que a partir de ahora llamaremos sonrisa y empe&ó a andar,
los dem%s le siguieron, d%ndole un respiro a 6aca, Esther se quedó unos segundos con
ella, mir%ndola con la cabe&a ladeada
M: +Ku2
E: +Le ibas a dar con la mochila !on una sonrisita uguetona$
M: +=# tambi2n !Jefunfu)ó cogiendo su mochila y echando a andar$
E: 6aca... !ogió su mano par%ndola, 6aca no quería darse la vuelta, estaba molesta
por toda aquella situación, pero al notar el pulgar de la mano de Esther acariciando la
suya se giró, la enfermera estaba allí parada, mirando su mano, viendo sus propios
dedos desli&%ndose por la mano de esta$ Gracias...
M: -o... !"uspiró y miró al resto, sus espaldas se adentraban en la selva$ ;amos a
perderles... !Echando a andar, con la mano de Esther sueta a la suya a#n$
E: Hay algo que quiero preguntarte... !6ientras avan&aban sin soltar sus manos$
M: +ElL que
E: 0ues... ehm.. +Ku2 haces a#n aquí
M: +ómo
E: 6aca, por si no te has dado cuenta, por lo que ha explicado arlos... va a estallar una
guerra, y t# est%s aquí cogiendo mi mano en ve& de estar huyendo a Cere&... +0or qu2
Miradas opuestas 9A'
aparte de las malas vibraciones que les daba el hecho de que aquel tipo pareciese
flotar en ve& de caminar, cual gr%cil mariposa suspendida en el aire... 8 como un
fantasma de alguna película de segunda aponesa. Estaba tambi2n el hecho de que
llevaban cinco horas andando sin descanso, vamos, ni un segundo para apoyarse en un
%rbol, detenerse significa perder de vista a aquel tipo, y teniendo en cuenta que no
tenían pr%cticamente idea de donde estaban ni a donde iban, no era aconseable perder
aquella espalda gris toda tatuada
6aca la miró unos segundos, su mente a cien por hora, calibrando las consecuencias de
su respuesta, buscando dentro de ella el sí o el no. Estaba a punto de estallar una guerra,
lo que imposibilitaría salir del país en un tiempo, no había nadie que pudiera verla y
comunicar en Cere& nada de lo que hacía, su imagen permanecería intacta pasase lo que
pasase, lo que sucedía en la selva, se quedaba allí
E$i: 6uy graciosa se)orita ilson !6aca rió$ 1o, solo es una forma de ver la vida. 4=e
pondr2 un eemplo5
eemplo5
Ra)ue$: +Ku2 hac2is por allí atr%s
E$i: onvertir en una muer a 6aca
M: 4Eh5 !1otó la mirada de Esther y se giró hacia ella$
E: Hola
M: Hola
E$i: ;ale,
;ale, sí muy tierno, primero aprendes, luego practicas. !Esther la miró sin entender
y negó sonriente con la cabe&a para seguir con su camino$
M: divino, la sutile&a no es una de tus cualidades
&om're: Hemos llegado
<ien, o aquella gente vivía en caba)as invisibles o allí faltaba algo, un peque)o detalle
sin importancia +@n poblado 0ara empe&ar +Gente Lo segundo. 0ero el hombre
parecía muy contento
contento y sonriendo
sonriendo una ve& m%s
m%s se)aló hacia arriba.
arriba. quí
quí es cuando llegó
el verbo impresionar
@na telara)a de r#sticos y tambaleantes puentes unían los troncos de los %rboles, a estos
había suetas peque)as y grandes plataformas de madera, en algunos puntos peque)as
lamas, resplandores anaranados, centelleaban al atardecer. Había miembros de la tribu
por todas partes, unos
unos ni)os sentados
sentados al filo de una
una plataforma observ%ndoles,
observ%ndoles, hombres
hombres
y mueres pasando por los puentes, cargados
cargados de comida, troncos y mil cosas, dos
ancianos fumando unos tallos de hierba de color dudoso y sabor igual de dudoso
mir%ndoles, una madre con su hia, una parea observando las copas de los %rboles,
imaginando como el sol se ponía al otro lado tal ve&, o riendo las gracias de un grupo de
monos que saltaban en las ramas m%s altas de los %rboles. Era como transportarse a
alguna película de Jobin Hood o a alg#n libro de aventuras. @n mundo irreal, difícil de
imaginar, pero que estaba
estaba allí, estaban allí, con los pies en el suelo, la vista en el cielo y
la boca abierta de par en par
E$i: <onito chalet...
&om're: "ubir !El tipo se)aló unos tro&os de madera a forma de escalones que había
en un tronco aleado$
3pendo: 4"ubir5 !laro, para @pendo era f%cil, tenía compleo de mono, pero para los
dem%s no era tan... divertido$
Car$os: 6e siento como tar&%n !<romeó arlos mientras se agarraba a los tro&os de
madera e iba ascendiendo$
ascendiendo$
E: 0ues yo como chita !La enfermera se estaba peleando con uno de los escalones, sin
encontrar el hueco seguro donde poner el pie, 6aca iba detr%s de ella, hablando con Eli$
M: Kue va en serio... !Jiendo y mirando el pie tambaleante de Esther$
Miradas opuestas
opuestas 9A
E$i: Esto es...
E: @topía !omentó fascinada Esther$
&om're: "eguir conmigo
6aca y Esther siguieron a la efa de la tribu, como les habían indicado, compartirían
caba)a, al igual que lo harían Jaquel y ELi, y @pendo y arlos. Era una peque)a
caba)a que a diferencia de las otras y al igual que la de sus compa)eros
compa)eros tenía puerta y
cortinas hechas con c%)amo
omo la muer había dicho dentro las esperaba una tina con agua caliente y sobre un
tronco a modo de mesa, un montón de alimentos exóticos. "e había olvidado
comentarles lo de la pila de ropa limpia pulcramente ordenada y la cama, una cama, dos
personas. 6aca
6aca no se dio cuenta
cuenta del #ltimo detalle,
detalle, estaba ocupada
ocupada ugueteando
ugueteando con el
agua con una de sus manos
Miradas opuestas
opuestas 9AO
M: 4Est% perfecta5
E: +6aca
M: +"í !"e giró para mirarla, Esther se)alaba la cama$ 6hmh... bueno... yo... puedo
pedir otra caba)a
caba)a si no quieres...
E: 18, no !gachó la cabe&a$ ;oy a ver a ELi y a Jaque mientras te ba)as +;ale
M: "í, claro... pero se te va a enfriar el agua
E: -a me ba)ar2 allí. !"alió casi corriendo de la caba)a$
M: +- ahora que le pasa !"e encogió de hombros y se desvistió, el agua la llamaba a
gritos$
Esther
Esther solo le hi&o falta buscar una caba)a con puerta,
puerta, a parte de ser la #nica de la que
saliesen gritos, a dos puentes de la suya. Entró sin llamar y se encontró a Eli dando
saltitos en pelotas y a Jaquel frot%ndose la espalda como podía
E: Esto es tan...
E$i: +;es 4Kue va5 4Eso es a dos puentes de aquí5 !Jiendo$
E: Graciosa... !omentó sarc%stica mientras se acomodaba en el suelo$
Ra)ue$: +Llev%is dos segundos viviendo untas y ya te ha echado
E: 6e he ido yo... 4Eh5 !6irando un punto concreto$ +0or qu2 ten2is dos camas
Ra)ue$: 0ues.. +0or qu2 nos las han puesto así
E: 1o me lo puedo creer !1egaba fastidiada con la cabe&a$
E$i: 4@y, uy5 !0asó un bra&o por los hombros de Esther$ que a la pareita solo le han
puesto una
Ra)ue$: 4Kue putada5 4- a nosotras no5 Eli no tienen en cuenta para nada nuestro amor
oculto
E$i: <ah, seguro que si te ponen con arlos tambi2n tendríais cama doble
Ra)ue$: +Ku2 estas insinuando
E$i: 0ues nena, que ahí hay tomatito
Ra)ue$: 0erdona, pero eso no es verdad
E$i: "í, claro, arlos no est% por ti, tu estas por 2l, Esther no est% por 6aca, 6aca no
est% por Esther. 4quí nadie est% por nadie5
E: +Hola +0odemos hablar de mi problema -o, 6aca, una cama
E$i: "abía que alg#n día llegaría este momento, dios, Jaquel, nuestra ni)a... !ingió
sollo&ar$
Ra)ue$: Lo s2, lo s2. !Le frotaba
fr otaba la espalda con gesto triste$ 0ero es el momento de
hacerlo
E: +"e puede saber de que demonios est%is hablando
E$i: ;er%s Esther... mierda, no puedo, Jaquel, no puedo, voy a acabar con ella,
destro&ar2 todas su ilusiones y sue)os, no puedo, lo siento
Ra)ue$: Esta bien, cari)o, lo har2 yo. ;er%s, Esther... Los ni)os no vienen de parís
E: Genial, +"ab2is Lo sospechaba, nunca había visto a una cigWe)a con un bebe por el
cielo. !"e las quedó mirando seria$ 4hicas5
E$i: 8h, claro, ella necesita la versión bollo +=enemos
+=enemos versión bollo
Ra)ue$: 6hmhm.. no, creo que no tenemos versión bollo, pero podemos utili&ar
aquello de las necesidades de una persona
E$i: 4laro5 4omer, beber y foll...
E: +hicas5 4;a en serio5
E$i: ;ale, vale, +u%l es el problema +Las dos preferís el lado i&quierdo de la cama
!Esther al&ó una cea y le lan&ó una mirada amena&ante$ 8Rs, no quieres dormir con ella
Miradas opuestas 9AM
eso siempre le pasaba cuando se libraba de aquella gris ciudad. "e sentía diferente, sin
las capas de amargura que tenía en casa, sin la monotonía de despertar cada ma)ana con
los cantos del loro de su vecina, sin las peleas en el metro por conseguir un sitio en el
que sentarse, sin aguantar a pacientes maaras
"uspiró y miró hacia su caba)a, 6aca estaría terminando de ba)arse. @na distracción.
Eso era aquello. *ebería estar preocupanse por el tiempo que estaban perdiendo en
aquella misión en ve& de preocuparse por lo de compartir cama con ella. Estaba
perdiendo de vista sus prioridades. <ien. 1o podía permitírselo. @na noche de libertad y
en cuanto saliera el sol se pondría a trabaar, a hacer lo que había querido hacer nada
m%s llegar. 0ero necesitaba esa noche. 1o pensar en nada, dearse llevar, dear fluir las
cosas, eso le había dicho Eli. "er egoísta por una ve&
@na ve& comieron y se ba)aron algunos 6asaRa fueron a buscarles, ya había oscurecido
por completo y parecía que se preparaba algo, baaron al claro entre bromas, y fueron
recibidos por los silenciosos fantasmas de la selva. un lado habían colocado un tronco
caído, para que los >invitados? se acomodasen. @na ve& colocados y servidos con unos
cuencos con una crema gris%cea, os 6asaRa empe&aron un peque)o ritual
=odos colocados en círculo, con las luces de las antorchas refle%ndose por sus cuerpos
y sus pinturas tribales, se balanceaban, levantando un pie y clav%ndolo con fuer&a en el
suelo, repitiendo el gesto con el otro pie, creando un latido fuerte y seguro que brotaba
de ellos, un latido tranquilo. *os de los 6asaRa, situados en extremos opuestos de
círculo cambiaban de ritmo, acelerando sus movimientos, mir%ndose amena&antes el
uno al otro, los dem%s procuraban mantener el ritmo tranquilo del principio, pero
aquellos dos se empe)aban acelerando sus golpes. En la selva se escuchaban los latidos
de los dem%s, contrapuesto a aquellos nuevo m%s veloces y fuertes, poco a poco ambos
se iban confundiendo, y los dem%s 6asaRa eran arrastrados en la espiral de rapide&. @n
#nico latido, acelerado, mientras los dos 6asaRa que habían iniciado el nuevo ritmo se
adentraban en el círculo, enfrent%ndose con las miradas, amena&%ndose con gestos, a
cada paso que daban acerc%ndose los dem%s aumentaban el ritmo, hasta que era una
confusión de latidos, uno tras otro, sin parar, fuera de control, los dos 6asaRa fingían
luchar, abati2ndoos el uno al otro, cuando el grupo creía que los pies de los dem%s iban
a romperse por el ritmo, de golpe, pararon, al mismo tiempo que los dos 6asaRa del
centro se caían al suelo y quedaban inmóviles. 6ientras ellos yacían allí, el resto de los
6asaRa volvía a repetir el ritmo inicial
- una ve& m%s repetían los mismos pasos, excepto cuando otros dos 6asaRa empe&aban
a acelerar el ritmo, esta ve& el resto cerró el círculo, de%ndolos fuera, manteniendo el
ritmo tranquilo mientras los otros fingían querer saltar dentro del circulo para luchar,
pero las manos unidas del circulo impedían que pudiesen tocarse, poco a poco sus
rostros mostraban gestos abatidos y sus saltos eran menos en2rgicos, m%s cansados,
volvían a golpear el suelo tranquilamente y el circulo se abría acogi2ndoles de nuevo.
Los 6asaRa que había en el suelo se levantaban, les lan&aban dos tambores hechos de
madera y lianas y se sentaban espalda contra espalda mientras empe&aban a tocar una
Miradas opuestas 9'D
alegre melodía. El círculo se rompía una ve& m%s y empe&aban a bailar dando saltos
sonriendo
Los 6asaRa comen&aban un nuevo ritmo, esta ve& con tambores, uno de ellos se
acercaba a Jaquel y la conducía al centro del claro, un hombre y una muer dan&aban a
su alrededor mientras el 6asaRa anciano le quitaba la ropa
M: +Ku2...
E$i: 1os dan la bienvenida a su tribu... !"usurró Eli
al ver como el anciano tomaba el
cuenco que Jaquel suetaba entre sus manos y untaba una especie de pincel en 2l$
El 6asaRa dibuaba los mismos tribales que llevaban ellos en su cuerpo, serpiente sy
espirales reali&adas con gruesos y seguros tra&os, la hoguera que estaban encendiendo a
un lado comen&aba a alumbrar casi exclusivamente a Jaquel, al anciano y a los dos
bailarines. medida que el cuenco empe&aba a quedarse sin nada, el cuerpo de Jaquel
se llenaba de extra)os y suntuosos tra&os, una ve& terminaron el anciano sonrió y se
acercó a Eli. @no a uno fueron pasando por las artísticas manos de aquel 6asaRa, que
creaba dibuos diferentes en cada uno de ellos, mientras susurraba palabras en un
extra)o idioma, como si estuviese contando una historia y el lien&o sobre el que sucedía
fuera el cuerpo de alguno de ellos. arlos. @pendo. Esther. 6aca
=odos tenían su peque)a historia dibuada en sus cuerpos. unque ellos no sospecharon
am%s que aquellos extra)os dibuos significaban su vida. 1o se percataron de un punto
en com#n, un cruce dibuado en la espalda que en cada uno de ellos tomaba caminos
diferentes, aunque en todos había un camino id2ntico, en algunos los caminos id2nticos
eran dos, tampoco se dieron cuenta de la forma abrupta que los tra&os terminaban en sus
piernas, desdibu%ndose como si a partir de aquel punto todo fuese confuso. "olo se
miraban sonrientes y se sentaron a escuchar a los 6asaRa tocar
La noche se consumía entre golpes, bebían una extra)a bebida entre risas, bebida que
relaaba sus cuerpos, poco a poco las bromas, las palabras iban desapareciendo, hasta
que solo quedaban las miradas y los gestos. 6ientras la tribu representaba otra de sus
historias con sus tambores, Esther acarició la mano de 6aca, mir%ndola a los oos, en
silencio se levantaron, sigui2ndose la una a la otra
uera aun se escuchaban los pausados ritmos de los 6asaRa, la selva les rendía
homenae call%ndose, al igual que ellas, avan&ando en silencio, Esther acariciaba la
mano de 6aca, desli&ando las yemas de sus dedos por ella, sintiendo el tacto de su piel,
desnudas entraron en la caba)a
"e pararon en el centro, mir%ndose la una a la otra, 6aca avan&ó un paso, ro&ando el
cuerpo de Esther. "u mirada reseguía los tra&os que habían tatuado sobre ella, se llenaba
de sus curvas, de sus espirales, del contraste que la pintura gris%cea ofrecía sobre la
Miradas opuestas 9'9
Esther colocó sus manos en los hombros de 6aca, apret%ndola brevemente contra ella,
sintiendo el dulce calor de su piel, luego, entre caricias, deaba la espalda de 6aca a su
merced, esta agachaba la cabe&a mientras sentía las manos de Esther desli&%ndose por
ella. erró los oos, imaginando los tra&os que ella reseguía, las espirales de sus
omoplatos, la serpiente que descendía por su columna, el cruce de caminos al final de su
espalda, los que subían indecisos dando marcha atr%s, sintió un leve mordisco de Esther
en su hombro. uando las manos volvían a aquel cruce, tomando los caminos restantes,
os labios de Esther descendían al encuentre de sus manos, alternando leves besos,
apenas roces, con peque)os mordiscos
La ere&ana sintió los círculos en sus gl#teos, las manos de Esther desli&%ndose por sus
caderas, su respiración llegando a aquellos círculos, el beso intenso que la enfermera le
regaló en ellos, las yemas de sus dedos siguiendo la serpiente que adornaba su cintura,
enred%ndose debao de su ombligo, mientras su respiración iniciaba el camino a la
perdición y los besos de Esther se hacían m%s intensos. 6%s provocadores. =repando
por ella, hasta llegar a su cuello. "us manos se estrecharon sobre su vientre, apretando
los cuerpos, clav%ndose el uno en el otro, mientras su lengua, sus labios, sus dientes se
adue)aban de cada rincón del cuello de 6aca
- a fuera los tambores comen&aban a tronar, golpe%ndose con fuer&a, resonando por
toda la selva, rompiendo en sus oídos cuando 6aca se dio la vuelta incapa& de contener
aquel calor, cuando su boca se aferró a la de Esther y cayeron sobre la cama, cuando
perdieron el control, cuando los tambores estaban a punto de estallar y cuando sus
cuerpos se tensaron, amena&ando con romperse
- no sonó nada m%s en la selva. En el claro, los 6asaRa reunían los tambores y los
lan&aban entre susurros a las llamas, que los devoraban con rapide&, consumi2ndolos.
=odos volvían a sus caba)as. La noche pronto daría paso a un nuevo día
Hacia rato que se había despertado, con las piernas de ella entrela&adas con las suyas y
sus manos colgadas de su cintura, se había separado como había podido de ella, deando
un beso en su hombro, despu2s de vestirse había salido a saludar el sol
Horas despu2s era ella la que despertaba, se dio la vuelta en la cama y notó la ausencia
de aquel cuerpo, suspiró y abrió los oos. @n buenos días susurrado a la nada y en
marcha. "alió de la caba)a y se encontró con Eli y Jaquel en uno de los puentes,
apoyadas en la baranda
"e sentaron a esperar que el desayuno estuviese preparado, Eli y Jaquel bromeaban con
6aca, bueno, m%s bien la picaban para ver si se le soltaba la boca, pero no fue así. =al
ve& porque esta #ltima no paraba de mirar alrededor, quería vela, mirarla a los oos y
saber si la noche anterior había sido un sue)o o no
La enfermera apreció entre los %rboles, riendo con @pendo, arlos les seguía de cerca
bastante m%s serio que sus acompa)antes, los 6asaRa estaban sirviendo el desayuno, el
efe y la efa de la tribu habían decidido baar al claro a desayunar con los invitados
enfermera actuaba como si nada, aunque 6aca tampoco había hecho nada por acercarse
un poco m%s >íntimamente? a Esther, tal ve& fuese eso. En ese caso la cosa tenía f%cil
arreglo
3pendo: +0or qu2 Esther echar !0reguntó @pendo mientras andaba delante de ella$
M: 1o lo s2, cuando volvamos se lo preguntas, así me lo ahorro yo
3pendo: Esther buena
M: @n cielo, sí. 1os manda de paseo en cuanto puede pero un cielo. !El ni)o rió$
3pendo: +;ivir en misma caba)a
M: osa de los 6asaRa
3pendo: llí en casa
M: 8h, no, no, yo vivo en un sitio muy diferente. on mucho campo
3pendo: +=# ir mucho al campo
M: "í, tengo un caballo y suelo pasear por allí con 2l
3pendo: Esther tener ra&ón
M: +En que
3pendo: Gustar lo que ver. !El ni)o sonrió y se echó a un lado$
*elante suyo pudo ver el cielo, al acercarse se dio cuenta de que estaban en lo alto de un
terrapl2n, un pronunciado barranco descendía a sus pies, cayendo hasta llegar a un gran
manto de un verde luminoso. entenares de colinas se dibuaban allí, con llamativos
tonos de verdes, a lo leos, se podía ver un gran lago, como puntuali&ó @pendo, aunque
bien podía pasar por mar. 6aca sonrió de orea a orea, recordó lo que le acababa de
comentar a @pendo sobre su caballo, le encantaría tenerlo allí para poder cabalgar por
allí, aunque seguramente el terreno que se ocultaba bao aquel manto sería mucho m%s
duro
M: Es precioso
3pendo: "í
Estuvieron durante horas hablando, observando el paisae, @pendo le contaba sus cosas,
como era su vida, 6aca se sorprendió escuchando con verdadero inter2s a alguien, y no
solo a alguien, a un ni)o, sin duda aquel viae la estaba cambiando y la sensación que
sentía le gustaba, seguramente el cambio era para bueno
M: "hshsh... !carició su pelo y se tumbó a su lado, sin tocarla m%s, solo la miraba, el
ce)o fruncido, los oos cerrados, la boca entreabierta$
E: *2alo... !Gru)ó de nuevo$
M: +Ku2
E: *ea de mirarme...
M: +Kui2n te dice que estaba mir%ndote
E: -o...
M: 0ues te equivocas
Miradas opuestas 9'(
E: -a... !"e medio incorporó e hi&o una mueca de dolor llev%ndose la mano a la
espalda$
M: +Ku2 te pasa
E: Kue no tengo veinte a)os
M: +En serio - yo que te echaba... veintitr2s. !Esther la miró y puso los oos en
blanco$ ;en aquí... !"eparó sus piernas deando un hueco entre sus piernas$
E: +ómo !0uso cara de susto, 6aca medio sonrió y suspiró$
M: Las pias, a parte de gastar dinero y montar a caballo, tambi2n aprendemos cosas,
para complacer a nuestros maridos ricos +"abes - yo s2 dar masaes
E: Enhorabuena
M: nda Esther, no seas tonta
E: 6aca, tengo muchas cosas que hacer a#n +;ale !Levant%ndose de la cama, 6aca le
cogió la mano y tiró de ella, coloc%ndola entre sus piernas$
M: "olo es un masae, si quieres te cobro
E: +1o me vas a dear hasta que me est2 quieta no
M: Exacto, así que trata de relaarte
E: Kue sea rapidito
M: 6hmhm... yo no hago nada rapidito...
E: 46aca5
M: ;ale, vale... !omen&ó a masaear los hombros de Esther$ +Ku2 tal ha ido todo
E: <ien, est%n muy sanos para haber pasado por una intoxicación, se recuperan r%pido
M: Eso es bueno +1o
E: "í... aquí estamos perdiendo el tiempo, esta gente no nos necesita y hay gente que sí
M: 0ero estamos aquí, a salvo... +"abes @pendo me ha llevado a un sitio precioso...
E: @hm...
M: 6e dio que t# diiste que me gustaría
E: "í, no s2, puede. 6hmhm... @n poquito m%s abao !Las manos de 6aca descendieron
unos centímetros, acarici%ndola$ hí...
M: +0or eso le has pedido que me llevase
E: 1o... quería hablar con la efa y el efe...
M: +*e que
E: ;er%s... ninguno de ellos tiene el ;:H, es raro, que en un poblado que vive sin nada
no haya ni un solo caso, m%s en esta &ona del país, por un momento pens2 que... no s2...
tal ve& sabían como...
M: +urarlo
E: ue una tontería, simplemente siempre han tenido cuidado
M: 0ero a @pendo lo tratan como los dem%s, ahora mismo se ha ido a ugar con algunos
ni)os
E: =ener cuidado no es encerrarlo en una burbua, simplemente conocen como se
contagia y pueden prevenir el riesgo de contagio...
M: Lo siento...
E: 1o pasa nada... los retrovirales har%n su efecto...
M: "eguro que sí, es un ni)o muy fuerte...
E: "í...
M: Hemos hablado mucho...
E: @hm
M: "e me da bien esto +Eh
E: "í... !6aca deó un breve beso en el hombro de Esther$ 6aca...
M: +"í
E: -o... no quiero... yo...
Miradas opuestas 9'
Esther puso los oos en blanco, aquella muer siempre se salía con la suya, y lo peor es
que ella estaba dispuesta a dearse llevar un poco, a dear que aquella muer cumpliese
lo que tenía que hacer, disfrutar, le sonaba tremendamente tentador, demasiado tentador
E: "olo aquí...
M: "olo aquí... !omentó una risue)a 6aca$
E: +6%s abao
M: +El que
E: El masae +=e habías olvidado de donde estaban tus manos
M: 1o, que va. !Jiendo acarició la espalda de Esther descendiendo un poco m%s,
dibuando círculos con sus pulgares$ 8ye... +rees que esta caba)a est% insonori&ada
!"usurró en su cuello$
E: 46aca5 !Jiendo le dio un empuón, 6aca calló sobre sus codos y Esther se colocó
r%pidamente encima$ 1o
M: +1o !Levantó una cea$
E: 1o
M: Co... !ingió poner morritos$
E: Eh... #n no me has contado que ha sido de tu obetivo principal
M: +La tengo encima de mí !olocando sus manos en el trasero de Esther y
apret%ndola contra ella$
E: "í, claro, +- que m%s
M: Esther, no es importante ahora mismo +6hm
E: -o creo que sí...
M: +1o echar%s de menos a ese vieo verde
E: 0erdona, no es un vieo verde, solo est% falto de cari)o
M: 4- yo tambi2n5 - estoy m%s cerca que 2l, así que... mientras llega +0or qu2 no me
mimas a mí !Jepartía peque)os besos por sus meillas$
E: 0orque t# siempre has sido una mimada
M: 8h, claro, +- la vida de ese vieo aventurero ha sido muy diferente
E: 0ues... 1o s2... !oló su mano por debao de la camiseta de 6aca$ =al ve&...
M: 0erdona, 2l es igual de... 4Eh5 !Esther empe&ó a reír a carcaadas$ 4Eso no vale5
!6aca empe&ó a hacerle cosquillas por todas partes, Esther se revolvió sobre ella,
intentando esquivarla$
E$i: 4;ale, soy menor para ver esto5 !"e tapó los oos y se dio la vuelta$
Miradas opuestas 9'O
Ra)ue$: 4Eli5 !Le dio una collea y miró a las chicas$ +0odrías... dear de... lo que sea
que est2is haciendo
E: Ehm, sí, sí, claro. !"e quitó de encima de 6aca ay se sentó a su lado$ Esto... +Ku2
pasa
3pendo: 4;enir soldados5 !"altando animad e la cama y sent%ndose entre las dos$
E: +Ku2
Ra)ue$: <ueno, pues que si en ve& de ugar a los m2dicos hubieras estado ahí afuera
sabrías que hay una decena de soldados de Qagame apostados cerca de aquí
E$i: *ales un respiro
M: +Est%s bien !"usurró a @pendo mientras le acariciaba la cabe&a$
3pendo: +Cugar a m2dicos !6aca echó una mirada desafiante a Jaquel$
E: +Hab2is avisado a los 6asaRa !Levant%ndose de la cama$
Car$os: "í, yo les he avisado
E: <ien +- que teneos que hacer
E$i: Es el problema... no quieren que hagamos nada
E: 4+Ku25
Ra)ue$: *icen que ya lo sabían desde hace días, antes incluso de que nosotros
lleg%semos
E: +- porque no se fueron
E$i: <ueno, parece que creen que no saben de la existencia del poblado, vamos... que es
casualidad que est2n a menos de una hora de aquí
M: <ueno... hasta ahora no se han equivocado +1o
E: 0ero no podemos correr el riesgo... 4Est%n locos5
M: +- que pens%is hacer +oger unos palos e ir a met2rselos en los oos a los soldados
mientras duermen
E$i: +0or qu2 me parece buena esa idea !Jaquel la golpeó en el bra&o y miró a Esther$
Ra)ue$: <ueno, deberíamos hablar con ellos +1o
E: <ufff... no lo s2... no lo s2...
Car$os: hicas, yo esperaría, esta gente es bastante inteligente, vamos, saben cosas que
no deberían saber... ehm.. tal ve& tengan ra&ón y solo... no s2... est2n de paso...
Ra)ue$: +*e paso por el medio de la selva "í, claro, esto les pilla de paso entre la selva
y la selva 4arlos5
E: *eberíamos locali&ar al resto del grupo
E$i: +ómo
E: 1o lo s2, pero si esos soldados deciden atacar... vamos a necesitar medicamentos y
otras cosas... Hay que ir a la ciudad a buscarlos
Ra)ue$: 0uede que ya est2n en camino, podríamos cru&arnos por la selva con ellos
E: +- que propones +1os quedamos de bra&os cru&ados
M: Esther, esta gente... diiste que estaba muy sana +1o
E: Ehm... sí...
M: "aben cuidarse solos, tal ve& tengan algunas medicinas alternativas, al menos para
tratar las heridas
Ra)ue$: +Esto es una locura5 4=enemos que irnos5
E$i: +0uedo abofetearla !"u compa)era la miró con el ce)o fruncido$ En las pelis
funciona...
Car$os: Jaquel, anda, vamos a dar un paseo +6hm ver si nos relaamos todos un
poco
E: arlos, tened cuidado
Car$os: "í, princesa !=omó la mano de Jaquel y salieron de la caba)a$
Miradas opuestas 9'M
Eli se había quedado allí parada, @pendo seguía entre 6aca y Esther, que se miraban de
ve& en cuando ante el repentino silencio que se había hecho
un par de caba)as de allí l efe y a efa de los 6asaRa observaban las copas de los
%rboles tranquilamente. El efe sostenía unas toscas aguas con las que había estado
teiendo y la efa simplemente las tenía cru&adas sobre el vientre
Je!e: Llegaran tarde...
Je!a: Eso parece... Kui&%s los otros tambi2n se retrasen...
Je!e: Kui&%s...
*os días despu2s, lo que unos esperaban y otros deseaban que no pasar%... pasó. on el
amanecer se escucharon los primeros disparos, los soldados habían entrado en el
poblado y revisaban cada caba)a, alguno de los 6asaRa ofrecía resistencia, y los
soldados son dudaron en usar las armas. arlos recordó algunas cosas que los rebeldes
le habían ense)ado, e intentó plantarles cara, pero era pr%cticamente imposible
=odo el día, hasta que ya no hubo munición, hasta que ya no quedó apenas nadie, los
que sobrevivieron de Qagame huyeron, los tres rebeldes que quedaron fueron a buscar a
la gente para avisarle. La escena al volver al poblado... se pusieron todos a echar una
mano, a buscar a los heridos que no habían podido huir, a atender a los que tenían las
heridas m%s graves, arlos, Luís y 0aco montaron un improvisado hospital con unas
telas, Joberto e :sa se encargaban de las heridas m%s graves, mientras que Esther
ayudada por Eli lo hacían de las leves. Jaquel ayudaba a los 6asaRa a recuperar los
cuerpos caídos. 6aca entretenía a los ni)os con @pendo. <auru hablaba con el efe y la
efa de la tribu, les ofrecía que se instalasen en su poblado
*el;alle entró en el hospital e intentó hablar con Esther, pero esto no fue posible hasta
que habían atendido a casi todos, ya solo quedaban heridos muy leves y Esther decidió
que Eli debía tomarse un descanso esta estaba tan agotada que ni rechistó, al quedarse
sola el vieo aprovechó el momento
%e$#a$$e: Esther, menos mal que est%s bien, estaba muy asustado por ti
Miradas opuestas 9'P
El tono que utili&ó bastó para que *el;alle se batiera en retirada, había conseguido un
transporte para salir de allí, y quería que Esther le acompa)ase. 6aca y arlos habían
salido antes que ellos a buscarlos para eso, para que 6aca convenciese a Esther, pero
parecía que la ere&ana no había hecho muy bien su trabao, *el;alle iba maldiciendo,
todo el esfuer&o para nada, aunque a esas alturas si Esther no venía allí se quedaba, 2l
iba a salir de aquel maldito país en unas horas y nadie lo iba a impedir. "e cru&ó con
6aca que había deado a los ni)os con <auru
6aca puso los oos en blanco al verle alearse enfurecido, miró hacia el peque)o
hospital y suspiró, Esther debía estar acord%ndose de toda su familia y m%s, meor era
esperar un poco
La enfermera vio a 6aca allí parada y suspiró, había tenido mucho tiempo para pensar,
tomando una decisión y no quería que 6aca influyese en ella, intentó no prestarle
atención recogiendo cosas allí y all%, pero 6aca no tenía intención de irse sin hablar con
ella
M: +0uedo pasar
E: +=e has hecho da)o
M: 1o, estoy bien
E: +Entonces !*%ndole la espalda mientras recogía unas eringas que tenía
desparramadas por la mesa$
M: +0odemos hablar
E: Lo estamos haciendo
M: 1o, estoy hablando con tu nuca, y aunque es preciosa prefiero hacerlo contigo. +Es
mucho pedir o que
E: +u%ndo os vais
Miradas opuestas 9FD
M: En tres horas... est% todo preparado. !"e acercó y se paró detr%s de ella, lo suficiente
como para que su mano pudiese llegar a tomar la de Esther si quisiese$
E: @hm...
M: 6írame...
E: +Ku2 !"e dio la vuelta y la miró con la decepción dibuada en sus oos$
M: -o...
runció el ce)o, su mente quería decir unas mil cosas en aqu2l breve espacio de tiempo
en el que disponía de su atención. - a pesar de ello allí seguía, mir%ndola y sin separar
los labios para decir ni una sola de aquellas mil cosas. Era algo que solo Esther
conseguía, con su sola presencia +ómo aquella enfermera le causaba aquello +0or qu2
demonios no podía decirle lo que realmente quería decirle +ómo era capa& de ponerla
tan nerviosa en un segundo Hasta el punto de que sus palabras se atropellaban para
salir y que ni una solo lo hiciese porque se quedaban atascadas. on tanto miedo de que
las que saliesen fueran precisamente las que no quería, las que la apartaban de ella...
miedo con motivos, porque su boca se abrió para decir la #nica cosa que podía apartarla
de su lado, las que no echaban abao aquel muro que se había construido durante a)os
M: ;en conmigo...
E: 1o...
M: Esther, acabamos de estar en medio de un tiroteo, vale que esta gente te necesita,
pero no veníamos preparados para esto, es una locura quedarse
E: <ueno, es mi locura. !6ir%ndola fiamente y segura de sus palabras$
M: 0ero...
E: 6acarena !Esta se sorprendió, hacía mucho que no escuchaba aquel nombre, le
sonaba como algo aeno a ella, aunque le dolía si venía de aquellos labios$ t# eres libre
de hacer lo que quieras, y es comprensible que te vayas, t# no viniste por los mismo
motivos que nosotros y no esperabas una guerra. 0ero yo vine por ellos. - siguen ahí.
on guerra o no. +- sabes Est%n esperando que les ayudemos y no vamos a dearles
tirados, no yo
M: 0ero no sería dearles tirados, volveríamos, de verdad, volveríamos mucho meor
preparadas, conociendo la situación exacta, haci2ndolo meor. !Las palabras se
atropellaban las unas a las otras, seguramente porque era consciente de que pasar% lo
que pasase ella se iba a ir con *el;alle, pero consciente tambi2n de que quería a Esther
a su lado en el avión$
E: 6aca, t# tienes tus prioridades, yo tengo las mías, muy claras adem%s, sería la muer
m%s infeli& del mundo si regresar% contigo ahora mismo
M: +unque sea para volver
E: #n con eso. - ahora... !Le dio la espalda por segunda ve&$ tengo cosas que hacer
M: +1os... vemos luego !quella batalla estaba perdida, - 6aca ya lo había sabido de
antemano, había querido gastar el #ltimo cartucho$
E: ;oy a estar muy ocupada, así que buen viae
Es curioso eso de los movimientos, hay de mil formas distintas, y todos y cada uno de
ellos son importante, un solo movimiento puede cambiarlo todo, si Esther se hubiese
dado la vuelta habría visto la triste&a refleada en los oos de 6aca, y si ella hubiese
puesto su mano, aunque solo fuese un instante, en el bra&o de la enfermera, esta habría
deado salir todas aquellas l%grimas que se estaba guardando, aquellas llenas de dolor y
decepción, desilusión y amargura. 0ero ni Esther se dio la vuelta ni 6aca la tocó, dio un
paso atr%s, volviendo por donde había llegado, retrocediendo mientras miraba por
Miradas opuestas 9F9
encima de su hombro, y es que la esperan&a es algo com#n en todos, y algo que no por
surte o no... no nos abandona nunca
Hay movimientos que acercan y movimientos que alean, aqu2l sin duda era de los que
aleaban +Habrías m%s de aquellos o las cosas cambiarían
La enfermera tenía muchas cosas que hacer, debían acabar de atender al poblado,
asegurarse de que todo fuera bien y buscar otros poblados que hubiesen sufrido los
ataques de los soldados del gobierno. 0or suerte dos rebeldes se iban a quedar para
acompa)arles, como protección y arlos se empe)aba en que le ense)asen todo lo que
supieran, aprendía r%pido, en poco tiempo tendrían tres excelentes guardaespaldas
*ebían racionar bien los suministros, tanto de medicinas como de alimentos, ya que iba
a ser difícil conseguir provisiones de nada estando en guerra, <auru y @pendo les
acompa)arían, el beb2 estaba perfectamente, así que no les faltarían alimentos naturales,
siempre y cuando no hubiese llegado nadie antes que ellos. - debía comen&ar a hacer el
recuento con Jaquel y Eli y hacer las mochilas
- a#n con todo eso estaba allí parada, en uno de los puentes colgantes, observando las
huellas del eep rebelde que se había llevado a *el;alle y a 6aca. Hacía tres horas que
se habían marchado, tal ve& ya hubiesen despegado rumbo a 6adrid, tal ve& ya no les
volvería a ver. 6aca volvería a su cómoda vida en Cere& y olvidaría Juanda, y con eso a
ella y lo que había pasado entre las dos. - eso le molestaba, le molestaba que se hubiese
asustado, le molestaba que se hubiese largado sin m%s, aunque tal ve& lo que m%s le
molestaba es que antes de que se marcharan había estado fingiendo que tenía mucho
trabao con tal de no despedirse de ellos, de ella
mbas se quedaron calladas, Esther seguía mirando aquellas huellas y Eli sabía lo que
estaba mirando, así que optó por darle algo de tiempo, ver si ya estaba preparada para
hablar, pero parecía que no era el caso, despu2s de quince intensos minutos con los
murmullos de los monos, Esther seguía igual de hipnoti&ada por aquellas huellas
"u padre y su hermano iban a dar saltos de alegría, tal ve& su hermano no tantos, ya que
6aca lo había conseguido antes que 2l, pero su familia en general se alegraría mucho de
tener a *el;alle como amigo. "í, iban a hacer grandes cosas untos. "in embargo ella no
estaba tan contenta, sentía un hueco extra)o dentro de sí, como si al subirse al eep, o al
avión, se le hubiese caído algo de ella
"e había asustado tanto, los disparos, la sangre, la gente muerta, los heridos, no quería
ser uno de ellos, no podía ser uno de ellos, no había querido quedarse, y le hubiese
encantado que los dem%s regresar%n con ellos, eran unos barriobaeros, pero eran buenas
personas, mucho m%s que algunos conocidos, conocidos como aquel vieo que apretaba
el pu)o mientras disfrutaba de la visión del culo de la a&afata +Ku2 estaría haciendo
Esther "eguramente estaría muy ocupada. 1o la había visto. 1i siquiera cuando el eep
se aleaba del claro, con paso dificultoso col%ndose entre los %rboles ustamente. Habían
estado todos. 0ero ella no. =al ve& la odiaba. - reconocía que no le faltaban motivos,
pero no iba a ugarse la vida porque Esther no la odiase, prefería seguir viva, d%ndose
ba)itos relaantes y montando a caballo
Kue mentira m%s grande acababa de soltar, suspiró y llamó a la a&afata para regocio de
*el;alle y para pedirle unos cacahuetes
E$i: "\p +Esther
E: "olo una cosa m%s... 6aca es imb2cil... +"eguimos
E$i: +6eti2ndonos con ella o trabaando
E: 4=rabaando5 "olo yo me puedo meter con ella. !omentó burlona mientras abría otra
caa$ 6hmhm... 9A unidades
E$i: notadas. !punt%ndolo en la peque)a lista que estaban haciendo$
Ra)ue$: quí hay cuatro m%s. +arlos ha estado ugando con las caas Esto est%
desordenadísimo
E$i: @hm.. +ómo sabes que es desordenado
Ra)ue$: =rabaa con nosotras...
E$i: 0ues yo no lo sabía...
E: 1op, yo tampoco... !mbas rieron mientras Jaquel ponía los oos en blanco y
suspiraba$
1o quiso pasarse por el despacho de su padre al llegar, se escabulló por la puerta de
atr%s y subió a su habitación para dearse caer sobre la cama. 8lía a a&mín y una ligera
brisa entraba por la ventana, se escuchaban los caballos a lo leos, sonrió abatida y se
sumió en un profundo sue)o
"e veía parada en medio de una gran sala, parecía que se estuviese celebrando una
fiesta, una gran fiesta, pareas bailaban en la pista y hombres de esmoquin susurraban en
peque)os corros, fumando puros habanos y saboreando sus copas. - ella estaba allí,
pero no hacía nada, solo permanecía sentada en una silla, mirando alrededor. omo si
todo aquello no fuese con ella. Escuchaba la m#sica pero no la sentía. Escuchaba las
risas pero no se le pegaban. Era como si no quisiese estar allí
*e repente, vio cambiar el paisae, ya no estaba en una sala, estaba en la selva, rodeada
de %rboles, en el centro de un claro, se veía a si misma mirando hacia arriba, y entonces
la veía, una gran sonrisa dibuada en su rostro, seguía su mirada y allí estaba el poblado
6asaRa, uno de los puentes colgantes, todos estaban allí, todo el grupo excepto Esther,
y ella les saludaba con la mano. 1otó algo en el cuello y cuando se iba a girar para mirar
un porta&o la sorprendió
M: +=e ode
Jero: ;eo que se te han pegado las formas de esos. =odo es por el beneficio de la
familia, claro que no me molesta
M: Cerónimo, tengo sue)o, d2ame en pa&
Jero: omo quieras, pero padre te espera para hablar con 2l
M: Est% bien, dile que ahora voy
Jero: 0or supuesto !ontestó sarc%stico$
6aca se quedó de nuevo sola, se pasó la mano por la frente, intentando borrar el sue)o,
pero se dio cuenta de que no funcionaba. lgo había cambiado en ella. -a no le
resultaba tan f%cil ignorar las cosas, al menos aquello +*ónde demonios estaba Esther
en su sue)o "uspiró y se preparó para lo que sería una larga y condescendiente charla
con su padre
El despacho de su padre seguía igual que siempre, era de esperar, en los #ltimos a)os
apenas había cambiado +0or qu2 iba a hacerlo despu2s de su viae unque para ella el
viae se le hubiera hecho una vida
Antonio: Hia mía, me alegra tenerte en casa. !Empe&ó cuando 6aca tomó asiento en la
silla de enfrente$
M: -o me alegro de estar aquí. !"onrió como su padre, como hacía tiempo, falsamente,
no es que no se quisieran, pero el trato entre ellos era como el que tenían con los dem%s,
falso y frío, interesado$
Antonio: u2ntame, +Ku2 tal el viae de vuelta
M: 6enos accidentado de lo que imagin2
Antonio: 6e han comentado que estuviste en un tiroteo, lo lamento, no creía que fueras
a estar en peligro
M: Han cuidado de mí, tranquilo padre
Antonio: <ueno !"e recostó en su asiento y la miró por encima de sus manos cru&adas$
"upongo que Cerónimo ya te habr% comentado sobre la llamada de *el;alle
M: lgo me ha dicho, sí. !"u padre la miraba serio$
Antonio: *el;alle nos ha invitado a su casa este fin de semana, una comida informal
M: *isfrutad del viae, padre
Antonio: 6acarena, t# y yo, tu hermano no ha sido invitado y es de mal gusto llevarle
la contraria al anfitrión
M: "obre todo cuando ese anfitrión est% rebosante de billetes. !ue apenas un murmuro,
pero en el silencio del despacho resonó por cada centímetro de pared, ntonio se
levantó haciendo caso omiso a la salida de tono de su hia, tan impropia de ella, se
acercó a la ventana con las manos cru&adas en la espalda, examinaba el estado de los
ardines$
Antonio: =e encargar%s de los negocios con *el;alle
M: 0adre, Cerónimo est% m%s cualificado para eso !ntonio ilson se giró y miró a
aqu2lla muer$
Antonio: Es la primera ve& que le haces un cumplido a Cerónimo y la primera que
intentas evadir algo que yo te he mandado
M: 1o lo evado, solo digo que a Cerónimo se le daría sin duda meor el traro con ese...
se)or. !El padre detectó algo en la hia, un flash cru&ó moment%neamente su cabe&a,
viaando a muchos a)os atr%s, a la mirada penetrante de una camarera que se había
cru&ado con la de 2l, su esposa, la madre de 6aca, aunque aquel era un secreto muy
Miradas opuestas 9F(
bien guardado, y la mirada de su muer se había desgastado con los a)os, la misma que
ahora reconocía en su hia$
Antonio: Hagamos un trato, consigue que ese vieo acepte a tu hermano y no tendr%s
que hacer nada m%s
M: *e acuerdo, si es lo que quieres
Antonio: 1o, lo que quiero es que seas una ilson, pero parece que ya no lo eres +1o
M: +Ku2 significa eso
Antonio: Kue te apareces a tu madre, 6acarena, aunque no lo sepas ver. hora, si no te
importa, tengo otros asuntos que tratar
En Juanda, el grupo de preparaba para marcharse, los 6asaRa les habían indicado
caminos seguros para llegar a otros poblados, y habían aconseado a los rebeldes. 1unca
les habían explicado porque no huyeron, porque esperaron la visita del resto y los
rebeldes, no lo hicieron al despedirse y todos sabían que no lo harían, sería uno m%s de
los extra)os misterios que rodeaban a aquella tribu. Les habían entregado un amuleto a
cada uno, un cordón con una extra)a piedra, para darles suerte
Llegaron al primer poblado que los 6asaRa les habían indicado, cuatro caba)as de
ca)as medio derruidas
Las caba)as aparecían chamuscadas en algunos puntos, había astillas de madera por
todo el suelo, seguramente habían saltado de la madera al recibir alg#n disparo, como
parecían indicar las paredes de las caba)as, los techos habían cedido por completo, en el
suelo, a unos pasos de una de las caba)as había una peque)a mu)eca de trapo sucia y
con una mancha de algo roi&o en la viea tela que le hacía de vestido. Esther la guardó
en su mochila
Miradas opuestas 9F
Horas despu2s la hoguera que habían preparado empe&aba a arder, habían encontrado
los cuerpos de tres personas, dos mueres y una ni)a, seguramente a los hombres se los
habrían llevado para utili&arlos como defensa m%s adelante
@na ve& m%s el grupo se separó, prepar%ndose para lo peor que podía pasar, tener que
enfrentarse a aquellos soldados cara a cara, oal% los refuer&os llegaran a tiempo, oal%
que hubiese refuer&os +Ku2 estaría pasando en la ciudad
>n grito desgarrador sali9 de la garganta de la mu,er$ sther "olo"9 sus manos de
orma que la presi9n del "ord9n se e,er"iera en ellas y no en el "uello del bebe$ Ma"a
vio apare"er una "osa vis"osa
M: ¿Qu es eso?
travesaban la selva con rapide&, a pesar de que el sendero se había hecho mucho m%s
estrecho, pero podían m%s que las ganas y los cruces que encontraban a su paso. arlos
les había explicado como utili&ar los fusiles, aunque a Esther le costaba bastante, sentir
el frío metal en sus manos, llevar una de aquellas cosas, iba en contra de ella, aquellos
trastos habían sido creados para destruir, aunque muchas personas dieran que era para
mantener la pa& +ómo mantenerla con algo capa& de matar entre las manos Era tan
hipócrita, ella estaba siendo tan hipócrita al cargar con aquello por la selva
Car$os: 4;eo algo5 !arlos se detuvo unto al rebelde, a unos metros se veía otro
poblado$
Re'e$de: La próxima ve& no grites. "i est%n cerca nos habr%n escuchado... !"usurró
mirando hacia las caba)as$
Car$os: Lo siento yo...
Re'e$de: =# y yo aseguraremos la &ona
Ro'erto: *eberíamos alearles... 0or si nos han escuchado, hacerles creer... no s2...
+sa: =omaremos ese camino haciendo mucho ruido !6irando a su compa)ero$
E: 1o, si ya han pasado por aquí van a necesitar m2dicos. +<auru
2auru: ;amos...
+sa: +Ku2 tenemos
Car$os: 1ada, aquí no hay nadie
Re'e$de: quí hay disparos. !omentó el rebelde tocando con la mano una de las
paredes de una caba)a$
E: 0ero no hay sangre +1o !<uscando a su alrededor$
2auru: hí. !En un arbusto había peque)as gotas de sangre$
Ro'erto: @na herida, hay demasiado poca. ;amos. !"e acercaron a la planta, en un
%rbol que había a un metro había otra mancha$
Miradas opuestas 9FP
*espu2s de practicar el torniquete y sabiendo que las posibilidades de que aquel hombre
sobrevivieran eran pr%cticamente nulas, se sentaron a esperar una meoría peligrosa o el
inminente final
6aca estaba tumbada en su cama, se estaba preparando una peque)a fiesta y ella no
tenía ganas de participar, así que con la esperan&a de que la dearan en pa& se había
encerrado allí. La cuestión era que no tenía mucho que hacer, podía coger alguno de
aquellos libros con los que a veces se entretenía, pero su mente no estaba dispuesta a
entretenerse así, era incapa& de concentrarse en nada. *ecidió ir a picar algo a la cocina,
al salir se fió en que la puerta que llevaba a las golfas estaba entreabierta, frunció el
ce)o, allí no subía nadie desde... 41i lo sabía5 "iempre había estado cerrada. La abrió y
ascendió por el peque)o tramo de escaleras, su padre estaba sentado en una silla viendo
un vieo %lbum de fotos
M: Hola padre
Antonio: Hola... !1o miró a su hia, parecía muy concentrando en las desgastadas
fotografías$
M: He visto la puerta abierta y me ha extra)ado, nadie sube aquí
Antonio: "í... solo el servicio de ve& en cuando
Miradas opuestas 9(D
M: "í... !;olvía a tener la misma extra)a sensación que había tenido en su despacho$
+;a todo bien
Antonio: "í, solo estaba viendo esto +6e acompa)as
M: laro.. !En realidad no tenía nada meor que hacer, y seguro que allí nadie la
encontraba, se sentó unto a 2l y le miró$
Antonio: Esta de aquí es tu madre... !omentó se)alando una de las fotografías, 6aca
frunció el ce)o$
La fotografía parecía muy viea, y si su padre decía la verdad y aquella muer era su
madre, realmente era muy viea. En ella aparecía una enfermera con un impecable
uniforme blanco y un peque)o gorrito con una cru& medica estampada en 2l. La chica
sonreía a la c%mara de orea a orea, parada en medio de un largo pasillo sin ning#n tipo
de decoración, seguramente el de un hospital
Antonio: 0orque creía que eras como tu hermano, ya est% atrapado, pero este viae, este
viae te ha liberado, te ha dado una oportunidad, hia, tienes que aprovecharla. *ate
tiempo y toma una decisión, seguro que ser% la acertada, como siempre
Le pasó el %lbum de fotos a su hia y se levantó, 6aca sonrió al fiarse en otra foto,
aparecía la misma enfermera, esta ve& acompa)ada de un apuesto oven, por el porte y
el trae, sin duda era ntonio ilson. mbos sonreían a la c%mara abiertamente
1o habían encontrado rastros de ellos, ni de ellos ni de ning#n ser vivo, vamos, ya ni
había monos ugando por encima de sus cabe&as, seguramente habrían huido a sitios
m%s tranquilos. Los poblados habían sido abandonados precipitadamente, como
indicaban las hogueras a medio quemar y la comida abandonada, y para alivio de todo
!incluidas Esther y Eli que habían regresado hacía unas horas$ no habían encontrado
nuevos rastros de sangre ni cuerpos
El ni)o les puso al día sobre la situación, como le había dado tiempo a avisar a todo el
mundo, los soldados se habían marchado hacia la ciudad, bastante cabreados. 6%s tarde
supieron por el resto del grupo que en la ciudad las cosas estaban muy mal, habían
vuelto con tiendas de campa)a grandes y todo lo necesario para montar un hospital
ambulante, incluidos los pacientes, que les habían seguido hasta allí
La vo& corrió y pronto todos los inocentes que resultaban heridos entre los dos fuegos
iban allí, tambi2n los rebeldes que eran heridos mortalmente, los que podían mantener
en pie seguían luchando con todas sus fuer&as. reían que todo meoraría cuando
Qagame y sus solados se fueran, lo creían tan fuertemente, que les daba igual quedarse
en el camino y no poderlo ver con sus oos, convencidos que sus hios si que lo verían
+sa: +Est%is bien
M: Ha sido difícil pero sí. !"e quitó el sombrero y se encontró con ella$
+sa: 46aca5 !Eli que andurreaba por allí al&ó la vista y corrió hacia el eep$
E$i: 4ucha5 4@na pia5 !<romeó antes de abra&arla$ +Ku2 +ómo es que 4=ienes
mucho que contar5 !6aca miró intensamente a Eli y esta sonrió$ Est% en aquella
tienda... sola para m%s se)as. "i fueras un tío te diría donde est%n los condones
M: En tu línea guapa. !Jiendo corrió hacia la entrada a la tienda, se detuvo usto en la
puerta y respiró profundamente, era el momento.$
Miradas opuestas 9(A
Lo primero que vio al entrar a la tienda fue a ella, de espaldas, recogiendo cosas de la
mesa, como la #ltima ve& que la vio, como cuando se despidió de ella. 6aca sonrió y se
acercó sin hacer ruido, deleit%ndose con los breves momentos en que la enfermera no
conocía su presencia, llen%ndose de su cuerpo con miradas. medio camino vio un leve
temblor en los hombros de Esther. Lo sabía. *e alguna forma lo sabía
"e colocó usto detr%s de ellas, lo suficiente leos como para no quemarse con el
contacto de su piel, lo suficientemente cerca para notar su calor, aquel calor c%lido que
desprendía Esther. ;io como una de sus manos se echaba hacia atr%s, y sus dedos
sucumbieron a la peque)a tentación de desli&arse por su palma, resiguiendo las líneas
que se dibuaban en ella, lo que sintió al notar de nuevo aquella piel la embriagó,
buscando un punto de apoyo, algo que no permitiese que cayera apoyó su frente en la
nuca de la enfermera
1o supo porque, pero su mente se fue muy leos, a cierta conversación que había tenido
con Eli, y aquellas palabras de las que a#n desconocía su significado brotaron en un
susurro que acarició la piel de Esther
M: 6imiBbaghami... !Esther sonrió sabiendo que 6aca no la podía ver, deó que
siguiera acariciando su mano$ 6imiBsiRitiRa...
La enfermera se dio la vuelta, enfrent%ndose a aquellos oos marrones, 6aca sintió una
pun&ada de temor, los oos de Esther no le decían nada, ni sus gestos, ni una sola pista
que le ense)ase lo que iba a pasar, nada. =enía que arriesgarse ella, lan&arse a la piscina,
en la caída ya vería si esta estaba llena o vacía. Levantó su otra mano y la colocó a unos
milímetros de la meilla de Esther, pero seguía sin decirle nada, permaneció allí unos
segundos, como si la enfermera fuese a moverse para que su mano la tocar%, pero no fue
así. *ecidió arriesgarse un poco m%s, acariciando aquella meilla mientras sus oos se
perdían si remedio en los de ella
"u mano, caprichosa, quería m%s, así que suavemente se desli&aba por el rostro de ella,
por su barbilla, aprendiendo como era exactamente la curva que dibuaba, sus labios,
aprendiendo de su suavidad, su nari&, memori&%ndola, pasando entre sus oos para llegar
a su frente, desli&ando las yemas de sus dedos por sus ceas, volviendo así hasta su
meilla. ue entonces cuando notó la se)al, la mano de Esther apretó un instante la suya,
6aca sonrió y su mano se desli&ó por su cuello, adorando sus hombros con sus dedos,
sus bra&os. "altando de ellos a la cintura de la enfermera, sin dear de perderse en sus
oos, intentando descifrar lo que había en ellos, mil sentimientos encontrados que se
peleaban, ansiosa por saber quien ganaría
*esli&ó sus manos hasta acabar bao el ombligo de Esther, colando algunos por debao
de su camisa y empe&ando a subírsela con cuidado, con miedo a que se deshiciera, las
manos de Esther siguieron a las de 6aca, desprendi2ndose de la prenda para luego
desprenderse de la blusa de 6aca. 6aca paseó su mirada por el torso de Esther,
sigui2ndolo con sus manos, acariciando los abdominales de la enfermera, riendo al notar
que temblaba. Esther sonreía y deaba que 6aca la mirase como en aqu2l momento,
sinti2ndose la #nica persona en el mundo, sintiendo que fuera de allí no había nada,
seguramente ni siquiera había un allí ni un aquí, solo ellas dos en ninguna parte
Miradas opuestas 9('
- sus manos seguían acarici%ndola, esta ve& en su espalda, desli&%ndose por ella sin
dear ning#n trocito sin tocar, cerrando los oos ante su suavidad. "e miraban sonrientes.
6aca puso su mano sobre el botón del pantalón de Esther y la miró traviesa, la
enfermera rió y acarició su cara mientras esta desabrochaba el pantalón y veía como
caía al suelo. Esther colocó sus manos en la cintura de 6aca para quitarle los pantalones
como ella lo había hecho, rieron al ver como estos se resistían encall%ndose en sus
rodillas, 6aca movió las piernas ante la sonrisa de Esther y terminaron de caer. :ntentó
acallar aquella peque)a carcaada que emitía Esther sus manos empe&aron a desli&arse
de nuevo por su cuerpo, acariciando su ropa interior por los bordes, hundiendo su
respiración en su cuello, notando el contacto entre los dos cuerpos, pr%cticamente
desnudas
"e terminaron de quitar la ropa entre sonrisas y gestos cómplices, 6aca empuó a Esther
hasta la camilla y riendo se deó caer sobre ella, la enfermera aprovechó para acariciar
su nuca y descender por su espalda mientras 6aca apoyaba la cabe&a sobre su hombro
0oco despu2s sus labios buscaron los de ella, resigui2ndolos con su lengua y
mordi2ndolos un poco, provocando m%s sonrisas, 6aca se sentó a horcaadas sobre
Esther mientras la tomaba de las mu)ecas y las ponía por encima de su cabe&a, la
enfermera sonrió y movió su cadera buscando el contacto con 6aca. Esta se apartó con
una gran sonrisa mientras besaba el contorno de sus pechos. La enfermera se tensó,
doblando una rodilla que presionó entre las piernas de 6aca, soltando un leve gemido,
Esther sonrió triunfante y 6aca le dio un mordisco en el hombro antes de soltarle las
mu)ecas
La enfermera se movió hasta que quedó encima de 6aca, para no cederle todo el
terreno, esta se medio incorporó, quedando sentadas la un afrente a la otra, sus labios se
encontraron, sin cesar de acariciar sus espaldas, Esther le mordió en el cuello al notar
que 6aca empe&aba a mover sus caderas, buscando aquel contacto que deseaban, la
enfermera se retiraba de ve& en cuando, deleit%ndose con la cara que le ponía 6aca y
riendo ambas
Los besos se fueron haciendo m%s h#medos, m%s profundos, m%s largos, ya que el
apartarse de los labios de las otra se les hacía completamente absurdo +0udiendo estar
allí, para que ir a otro sitio *e ve& en cuando guerreaban con peque)os mordiscos
mientras sus caderas se acoplaban al mismo ritmo, acelerando y decelerando para
alargar el momento, queriendo que este no acabase
0ero el calor y la tensión las empuaba a acabarlo, y la enfermera ya no pudo m%s y coló
una de sus manos entre las piernas de 6aca mientras mordía su labio sonriente y 6aca
hundía despu2s su cara en el cuello de Esther, esta acarició su centro antes de colar sus
dedos en su interior, antes de que sus yemas probasen las diferentes texturas que
encontraban, 6aca siguió los pasos de Esther, mientras seguían en su particular lucha,
ugaban a ver quien lo pedía, tortur%ndose dulcemente la una a la otra, acerc%ndose y
ale%ndose, provocando mutuamente. Las dos perdieron o vencieron a la ve&, seg#n
como se mire
E: =engo una duda... +=e has tenido que ir parea aprender suahili !0reguntó sin ning#n
tono especifico en su vo&, sin el menor movimiento para acercarse o alearse de ella$
M: 6e aburría en el avión... unque lo del baghami no lo he encontrado...
E: <ueno... no es nada que yo no supiera ya...
M: +h no
E: +Ku2 eres tonta "i lo saben todos. !omentó riendo cuando 6aca le dio una
palmada en el trasero$
M: La voy a matar... !Esther la miró apoyando su barbilla sobre el pecho de 6aca,
6aca sospechó lo que iba a pasar antes de que la pregunta saliese de los labios de la
enfermera$
E: +Ku2 haces aquí
F+.
"e me ha ocurrido una extra)a idea !<ueno.. en realidad se me ocurrió hace mucho$...
ver2is, siempre digo que las historias son m%s de quien las lee que de quien las escribe,
esta historia incluida. - siguiendo mi idea original hemos llegado al punto en el que se
cuelga la palabra >:1?
+:nesperado <ueno... Es posible... pero esta historia no trataba sobre una vida, solo
sobre un momento, un cambio, un lugar concreto. sí que en cuanto super2is la
sorpresa... tengo una proposición para vosotras, que seguramente nadie har%, pero allí va
mi idea...
8s regalo el final de este fic +ómo <ien... existe la posibilidad de que imagin2is lo
que os hubiese gustado, la remota posibilidad de que escrib%is algo, una línea, un
p%rrafo, dos.. quince, la infinita posibilidad de que colgu2is ese final vuestro y lo
compart%is con las dem%s, incluida yo. - la no tan infinita ni remota posibilidad de que
eso sea algo grandioso
Hag%is lo que hag%is, el final es solo vuestro, ha sido un verdadero placer, como
siempre me quedo con lo meor, vosotras, las que escriben, leen o me dan la brasa con
sus locuras Gracias a todas
+:1
@1 08":<LE :1L
... =odo lo que empie&a acaba de alguna manera... quella guerra tambi2n. =al ve& por
agotamiento de los contendientes se acabó firmando el armisticio, ni vencedores ni
vencidos... todos asumieron que su papel era meorar la situación del país para bien de