FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS, ECONOMICAS Y CONTABLES PROGRAMA DE CONTADURÍA PÚBLICA SÉPTIMO SEMESTRE
23 DE ABRIL 2019 CAPITULO 9: MEDICIÓN DE LOS ELEMENTOS
La medición es el proceso de cuantificación del importe por el que se expresarán
los elementos de los estados financieros. La medición tiene lugar en dos momentos: en el reconocimiento, denominada medición inicial, y al cierre de los estados financieros, medición posterior. Los criterios de medición previstos en el marco son dos; el primero es el costo histórico que se fundamenta en el precio de una transacción pasada y el segundo es criterio de valor razonable y se utiliza la información que reflejan las condiciones actuales del mercado. Aunque en la norma se aprecian otros criterios que se pueden clasificar en dos modelos: el modelo de costo histórico y el modelo de valores corrientes, en este es donde se incluye el criterio de valor razonable. Las medidas de costo histórico en caso de los activos reflejan el precio de la transacción del momento en el cual se controló el recurso. Pero, para el caso de los pasivos es cuando se asumió la obligación. Cuando se entregan activos no monetarios, el costo histórico es el valor razonable del elemento entregado. El modelo de costo histórico también refleja el consumo de los recursos. El reflejo del consumo de los activos no corrientes incorpora algún elemento actual ante un cambio en la estimación de vida útil o en el ritmo de consumo que exija ajustar el patrón de depreciación o amortización. Las bases de costo histórico son apropiadas para modelos de negocio cuya generación de efectivo se estima a partir de la estructura del estado de resultados integral. El costo histórico ofrece una fidelidad basada en la transacción. Las medidas de costo histórico no son tan comparables como las de valor corriente. Pero, por su parte, el costo histórico es más comprensible y verificable, si bien la información es menos oportuna que en las medidas a valor corriente. Los criterios de valor corriente son más apropiados para actividades en las que la rentabilidad depende en gran medida de los recursos controlados y reconocidos en el estado de situación financiera. Los criterios que utilizan valores corrientes son: el valor razonable, que se determina desde las expectativas de los participantes en el mercado y el valor en uso este se mide desde la perspectiva de la entidad. Las mediciones a valores corrientes son relevantes, pues tienen un marcado carácter predictivo en los modelos de negocio basados en financiar a terceros. Asimismo, el valor corriente permite resolver situaciones en las que no es posible obtener el costo histórico o cuando pierde relevancia. La fiabilidad de las mediciones a valor corriente es elevada cuando se obtiene de precios de mercado. Si los mercados son muy líquidos, prácticamente desaparece la posibilidad de introducir un sesgo y de cometer error en su cálculo. Esta fiabilidad es menor conforme el mercado es menos líquido, pues los sesgos y los errores son más posibles. Una de las grandes ventajas de la información a valores corrientes es la comparabilidad entre entidades, pues los recursos y obligaciones son medidos de forma similar. El valor corriente es una medida oportuna cuando se trata de recursos que van a ser transferidos en el corto plazo, facilitando antes la estimación de flujos de efectivo a obtener. Una de las limitaciones de la información a valor corriente es la complejidad de los procesos de estimación. En ocasiones puede hacer difícilmente comprensible la información complementaria, necesaria para dotar de fidelidad a la información. El valor razonable es “el importe por el cual puede ser intercambiado un activo, o cancelado un pasivo, entre un comprador y un vendedor interesado y debidamente informado, que realizan una transacción en condiciones de independencia mutua” (Sección 2.34). La Sección 11.27-32 establece una jerarquía de criterios al medir el valor razonable que suponen un itinerario para efectuar la medición a valor razonable en función de la fiabilidad de los datos: Precios cotizados: son datos observables y no ajustados en un mercado activo para elementos idénticos. El precio cotizado que se utiliza, cuando proceda, es el precio comprador. Precios en una transacción reciente para un activo idéntico: se requiere que no transcurra mucho tiempo entre la transacción de referencia y el momento de la medición. Técnicas de valoración: es un precio hipotético ante la ausencia de un precio cotizado y el precio de una transacción reciente. Para que una medida sea fiable se deben dar cita dos condiciones: 1. La variabilidad en el rango de estimaciones del valor razonable no es significativa para ese activo. 2. Las probabilidades de las diversas estimaciones dentro de ese rango se pueden evaluar razonablemente. La NIIF 13 presenta varias técnicas de valoración que ilustran los enfoques para abordar la medición. Enfoque de mercado: el enfoque de mercado determina el precio observando el precio en transacciones similares. Enfoque de costo: el enfoque de costo estima cuáles son los costos a asumir para reemplazar el servicio ofrecido por un activo. Enfoque de ingreso: en este enfoque se presume que un participante en el mercado no va a ofrecer un precio superior a lo que los participantes en el mercado consideran que va a generar el activo o consumir el pasivo. Las técnicas de valor presente pueden ser: técnicas de descuento y técnicas de valor esperado. Las técnicas de descuento emplean tasas que utilizan los participantes en el mercado.