Está en la página 1de 4

Rutina

Dime, ¿Dónde te encuentro, acaso no eres tu, la persona con


la cual mi monótona rutina, obtiene un poco mas de color? La
leche y miel se juntan para formar una bebida maravillosa, el
sol y el viento se juntan para refractar su luz y convertir el
cielo en un maravilloso espectáculo de colores; La melancolía
y la nostalgia se juntan, para hacer de esta habitación oscura
un teatro; donde cada recuerdo se sienta vivo. Donde cada
lagrima que se haya derramado se sienta de nuevo, donde cada
caída deje su dolor, donde cada risa suena mas fuerte y parece
que todavía esas personas estuvieran allí; Pero no, solo estas,
solo estoy; Tu de un lado, yo del otro, bloqueados por una
inmensa oscuridad, espesa; que da la perspectiva y sensación
que poco a poco todo lo va consumiendo; Y siento tu mirada,
con aquellos ojos azabache con aquel brillo que tienes en la
parte izquierda o derecha, dependiendo de donde el sol te
diera; siento aquellos ojos mirándome de nuevo; Solo te
sonrío, porque aunque no te vea se que estas ahí, porque se
donde te encuentras; Ya que te he buscado en mil lugares y en
otros mil te he encontrado; Y no, no hablo de que seas solo
una copia de un grupo social, si no, que te encuentro en cada
lugar, en cada esquina, en cada risa, en cada palabra adornada
para acompañar al Te amo; Te encuentro, te encuentro en
estas líneas, en estos verbos, te encuentro al lado de mi;
aunque todo parezca oscuro y diera la sensación de no existir,
se que estas allí; Mi hoja refleja el brillo de tus hombros, la
línea de tus labios, tus cabellos con rulos; Mi lápiz, detiene el
paso de la rutina, deseoso de escribir otra vez sobre vos; mis
dedos se detienen al ver que solo tocan, accionan de nuevo en
aquel trabajo sintiéndose meramente una herramienta, y
anhelan, anhelan dibujar de nuevo tu piel.

Rutina, me has matado, me has ocupado el tiempo en cosas


que al final no dejaran la huella que tanto he querido marcar;
Que haré con vos querida rutina, cuando sos vos que me traes
el susodicho estrés; Pero también sos vos la que me traes a ese
amor tan soñado.

II
Querida, te dedico esto a ti, este verso a vos; Dedicado a ti van
mis anhelos, mis sueños, ya que he aprendido con vos que
soñar es bonito, pero mucho mas acompañado; Hoy, bueno
hoy ha sido un día gris, mis pies se han visto inundadas de
dudas, he mirado al frente pero una gran niebla me ha segado;
Querida, siento que mis huesos ya no podrán levantarse, al
mirar arriba solo recibo una cachetada, pero al darme cuenta
soy yo mismo el que me hago daño; Querida, soy un hombre
vacío, tan vacío como aquella cuenca que de pequeña tomaste
y escuchaste el susodicho ruido del océano, he aprendido amar
con vos y con cada paso he redescubierto lo que es despertar
para amar, amar para ser amado y lo mas importante que amar
significa vivir, porque he llegado al momento donde
realmente me siento vivo, donde miles y miles de momentos
que no han ocurrido llegan a mi, momentos sobre ti, y sigues
siendo tu y sigo siendo yo; Solo que ahora trato de hacerte
reir; Viajo, tratando de encontrar la manera de hacerte feliz,
lo que veo anoto en mi libreta y poco a poco aprendo de nuevo
a sonreír, Porque así como tu, lo olvida a veces, a mi también
se me pasa sonreír.
Y al llegar a casa, no te digo nada de lo que ha sucedido
anteriormente, te veo;
Y me sigues pareciendo la chica mas hermosa que he visto en
mi existencia.
Guardo mi libreta, y me acuesto al lado de ti, y siento aquel
cabello antes descrito en mi pecho, en mi nariz, en mis
hombros, cada mechón brillante, cada mechón dando vueltas
por ahí, Te veo a ti, concentrada en alguna cosa, veo tu marca
en la frente, veo tus manos, veo tu pecho respirar, dándome
cuenta que todo pasa en cámara lenta; Tratando de hacer
perdurar el momento otros mil años mas. Y llega la noche, te
veo preparando la cena – te imagino, cocinando conmigo – Y
veo aquel anillo, tan brillante, tan cálido, en algún dedo de tu
mano, te veo a ti, y te has dado cuenta que te he mirado, -
aunque ahora se me haga un nudo en la garganta, tengo que
continuar – Y solamente me sonríes, tus labios claroscuros
hacen una forma tan suave y linda, un gesto tuyo sin
comparación; tomo tu mano, toco tu boca, te beso y me doy
cuenta que tal vez la rutina sea mucho mas hermosa de lo que
me imagino.
III
Y así, me doy cuenta de la realidad, de lo bonito que es
imaginar, me siento al frente del Pc, abro un Word;
Documento1 – Word, sin texto; Y solo empiezo a ver como
palabras, frases, versos en prosa; todo, todo eso se crea
espontáneamente, de maneras tan diversas, tomando caminos
distintos, pero inspirados por lo mismo, inspirados por ti.
Y me llega un mensaje, es de ti; Con aquel apodo cursi que
me encanta, has llegado de un día duro de trabajo, cansada y
aunque me pregunte si imaginaras cosas conmigo, Solo callo
mis pensamientos, y sonrió de nuevo, porque aunque a pesar
de aquella distancia de la oscuridad, te siento mucho mas
cerca de mi, y a pesar de que cada día sea el ejemplo mas vivo
de monotonía para ti y para mi; Simplemente por el hecho de
que hayas llegado de nuevo a mi, es el hecho mas precioso por
el cual se puede sonreír.

IV
Amor, tal vez un te amo ya no sea suficiente, para describir lo
que siento al imaginarte; Pero se que tanta espera servirá de
algo y se, que va llegar el día en donde me despierte y vea tu
espalda desnuda, curva, morena, con tu cabello despeinado
haciéndote de sabana, al lado de mi, sin nada mas, se que ese
día llegara al igual que llego el día donde pude quitar el miedo
de mi y arriesgarme a un futuro al lado de ti; al mirarme ahora
tan apegado a vos, siento desde el fondo de mi corazón que
cada decisión tomada no era por mi, era el destino, era nuestro
destino dijo hasta aquí, y nos unió de una manera tan hermosa,
que ni Miguel Angeló lo podría replicar en piedra.

También podría gustarte