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Prof. Soria.

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Descartes:

René Descartes había encontrado que la “(…) ciencia de su tiempo era una mezcla
confusa entre prejuicios y afirmaciones no demostrables y sólo un sector de las ciencias,
las matemáticas se le apareció como una posesión cierta y absolutamente indudable” 1.
Esto es de suma relevancia porque es lo que determinará la finalidad central de su
filosofía y la que sobresale por encima de todas las demás: la búsqueda de un nuevo
sistema de conocimiento basado en verdades sólidas. Para conseguirlo pretenderá
alcanzar la unidad y en las distintas ciencias que en el momento en el que él vivía no
sólo le parecían especulativas sino también estériles 2.

En esta línea, en su Historia de la Filosofía de Descartes a Kant plantea Sanz:

“Un rasgo característico del pensamiento cartesiano es la clara definición de los fines
que se propone. En varios lugares de sus obras Descartes hace alusión explícita al vasto
proyecto que ha emprendido. La amplitud de sus pretensiones tiene un doble aspecto: se
extiende a toda la realidad, pues en último extremo consiste en el proyecto de una
ciencia universal, y se alcanza gradualmente, de modo que en el desarrollo del
pensamiento cartesiano hay una progresiva explicitación y fundamentación del proyecto
inicial. De aquí proviene la doble perspectiva –histórica y sistemática– desde la que
puede enfocarse el estudio de la obra de Descartes. No hay, sin embargo, oposición
entre ambos aspectos, sino más bien complementariedad: el esbozo del proyecto estaba
ya al comienzo, de modo que puede decirse que en los célebres sueños de noviembre de
1619, cuando se produce el «hallazgo admirable», está ya contenido en germen el plan
de toda su filosofía, aunque aún sin la amplitud y afán de totalidad que tendrá después”.
“(…) De la amplitud del proyecto da buena muestra su alcance: comprende tanto la
metafísica como la física, la antropología y la moral. Pero lo determinante del
planteamiento cartesiano es la unidad entre las ciencias. La filosofía aristotélica
enseñaba que hay una pluralidad de ciencias, cada una de las cuales se especifica por su
objeto; frente a esta doctrina, Descartes propugna la unidad de todas las ciencias, que
dependen de un único método obtenido a partir del modelo que ofrecen las matemáticas.
En sus primeras obras, absorbido como estaba por las cuestiones y problemas
matemáticos, el proyecto de una ciencia enteramente nueva estriba en construir
mediante un método único el entero edificio de la geometría; pero enseguida supera este
propósito y concibe la posibilidad de construir todas las ciencias según el método
geométrico. La extensión del único método a toda la realidad implica que no son ya los
diferentes objetos los que determinan el método, sino que éste es una exigencia de la
facultad de conocer, que quiere obtener en toda certeza y evidencia.
La empresa genuinamente cartesiana de elaboración de una ciencia universal, que intuye
en 1619, nace en gran medida como reacción frente a la filosofía escolar de su época,

1
Windelband, Historia de la Filosofía Moderna, Tomo I, p. 136.
2
Windelband, Historia, p.134.
Observemos aquí como la filosofía no siempre es un conocimiento absolutamente independiente de la
ciencia, como a veces se plantea en las aulas de secundaria, sino que para varios filósofos y momentos de
la historia ha buscado su complementariedad.
caracterizada –señala Descartes en el Discurso del Método por el desacuerdo en todas
las cuestiones. Esta situación había llevado a un escepticismo al que la filosofía de
Descartes pretende ser una respuesta definitiva1. La solución cree verla en el
conocimiento matemático, pues sólo en él pueden encontrarse verdaderas
demostraciones que sean ciertas y evidentes; por consiguiente «todos los que buscan
el recto camino de la verdad no deberán ocuparse de nada que no pueda ser objeto de
una certeza igual a las demostraciones de la aritmética y la geometría» 2. Una vez
encontrado el método que proporciona esa certeza y evidencia paradigmáticas, habrá
que ponerlo al servicio del verdadero fin, que es el de «ver claro en nuestras acciones y
proceder con seguridad en esta vida» 3.

A partir de lo anterior, podemos visualizar la importancia del objetivo cartesiano de


alcanzar la verdad en las diversas ciencias, por eso toma aspectos del método del
matemático para construir una metodología precisa, cuyos pasos han de evitar caer en el
error. Para Descartes la filosofía ha de llegar a ser una matemática universal, “un
sistema unitario del cual todas las ciencias puedan tomar su base y su certeza como de
un único centro” 4.
En esta línea es que podemos afirmar que Descartes es un filósofo de transición, porque
plantea un quiebre de época en el pensamiento, de una filosofía escolástica
fundamentalmente especulativa aparece la necesidad de dar un giro hacia la búsqueda
de precisión que dejará su marca hasta Immanuel Kant y representa el cambio de época
de la filosofía medieval a la filosofía moderna.

En la primera parte del Discurso del Método, Descartes señala que su propósito no es
enseñar un método para conducir la razón, sino que ha de compartir con los lectores el
método que él ha seguido para conducir la suya 5. Dado que desde su niñez se sintió
inconforme con las enseñanzas que le fueron dictadas, cuando tuvo la edad suficiente
para salir de la tutela de sus preceptores abandonó el estudio de las letras y se dedicó a
“no buscar otra ciencia que la que pudiera hallar en sí mismo o en leer el gran libro del
mundo”6.
A continuación, en la segunda parte de la obra nuestro nos confiesa que de joven estudió
lógica, matemática y álgebra y que encontró que en estas tres disciplinas hay virtudes y
defectos, a partir de esta experiencia nuestro autor, va a buscar dejar atrás las
debilidades de esas disciplinas, para producir un métódo que reuniera las ventajas de las
tres. De este modo emergen las cuatro reglas que han de definir su método de
investigación:

La primera de esta regla es denominada de la evidencia, radica en:


«No admitir jamás como verdadera cosa alguna sin conocer con evidencia que lo era:
es decir, evitar con todo cuidado la precipitación y la prevención, y no comprender en
mis juicios nada más que lo que se presentara tan clara y distintamente a mi espíritu
que no tuviese ocasión alguna para ponerlo en duda».
A través de esta regla, Descartes plantea la necesidad de aceptar como verdaderas
solamente aquellas verdades que resistan el “test de la duda”, es decir que, sólo serán
admitidas como verdaderas aquellas creencias que sean claras y distintas para el
espíritu, aquí aparece planteada la “claridad” y la “distinción” como criterios de certeza.

3
p. 44.
44
Windelband, Historia, p.138.
5
Descartes, Discurso del Método, p. 34.
6
Descartes, Discurso del Método, p. 39.
Esto será de suma relevancia para nuestro autor, en la medida en que se pretende fundar
un método de conocimiento que se aparte de las dudas y el error.

La segunda regla denominada del análisis plantea lo siguiente:


«Dividir cada una de las dificultades que examinase en tantas partes como fuera
posible y como requiriese para resolverlas mejor».
Aquí nuestro autor se refiere a la necesidad de separar en partes el tema que se aborde
para analizarlo parte a parte, detalladamente. Sin duda esta regla está vinculada al
análisis matemático. El objeto de investigación debería considerarse en parte y no
abordarse en su totalidad.

La tercera regla, denominada de síntesis, plantea una especie de secuencia para el


pensamiento de dirigirse de lo más simple a lo más complejo:
«El tercero, en conducir por orden mis pensamientos, comenzando por los objetos más
simples y más fáciles de conocer para ascender poco a poco, como por grados, hasta el
conocimiento de los más compuestos, suponiendo incluso un orden entre los que se
preceden naturalmente unos a otros».

La cuarta regla se denomina comprobación, es una especie de revisión del


cumplimiento de las reglas anteriores:
«Y el último, en realizar en todo unos recuentos tan completos y unas revisiones tan
generales que pudiese estar seguro de no omitir nada».

Si bien la filosofía siempre estuvo preocupada por el método de análisis, reflexión y/o
argumentación, en Descartes vemos una preocupación especial por clarificar el método
y darle precisión tanto en su aspecto teórico como en su implementación práctica. Sin
un método adecuado de análisis será imposible alcanzar una verdad indubitable y por
ende cumplir el objetivo planteado.

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