3) HOMILIAS
HOMILIA N? 1°*
A LUIS CANO, EL BENJAMIN DE LA PARTIDA
Morena y pricta ha de ser
la tierra para claveles.
"(De una copla andalusa).
éPor qué he de ser el menos en este centro de arte y
ciencia? Seré yo, por desgracia, la ficha més triste de tan-
tas loterfas? No tal: que voy a opinar también; a echar mi
cachito de conferencia; a usar del sacrosanto derecho de me-
terme en arquitrabes, que con tanta sabiduria consagraron
nuestros licurgos.
Y no es para ensefiar —que no hay mucho maiz en cl
zarzo— sino para advertir, solamente; para ver de llevar
al 4nimo de esta juventud antioquefia, a quien alcanza la
terrible mancha de tinta, unas migajas de alarma, un asomo,
siquiera, de saludable recelo y de prudente desconfianza. Lo
hago con intencidn muy laudable y muy humilde, aunque
no me crean, ni me esté bien el decirlo. No gastaré palabras
lindas ni trabajosas, sino bien claras y bien patentes, a ma-
nera de pdrroco montafiero que exhorta a sus feligreses. Si
tomare tonito imperativo y conceptuoso, no es por arrogan-
cia ni por pedanterfa, ni mucho menos por retdricas; sera
* Homilia N° 1°, en Obras Completas de Tomas Carrasquilla,
ed. Primer Centenario, t. II, Edit. Bedout, Medellin, 1964, pagssue TOMAS CARRASQUILLA
por via de claridad y precisién, Nada de lo que digo es
para sostener; que esto no es tesis sino hipétesis: ideas mias,
muy personales, tal vez, erréneas, propias acaso de un crite-
rio retrdgado y estrecho. Declaro, otrosi, que no quiero he-
rir ni mortificar a nadie, en lo més minimo.
Hechas estas salvedades, voy a exponer mi parecer sobre
el llamado modernismo, en relacién con las letras de Co-
lombia, y, especialmente, con Ia de nuestra tierra antioqueiia
Vamos al asunto:
La moda no es tan arbitraria ni tan caprichosa como
la juzgan muchos espiritus frivolos; no: la dictan cl instin-
to de variacidn y el de novedad; ella es el estado mental y
psicolégico de una época y de una nacién, reflejado en las
miiltiples. manifestaciones de la vida exterior; es el sujeto
objetivado; es un momento de la evolucién en una forma
sensible, Este reflejo es tan notorio y marcado en las artes,
que de él se origina la ciencia de documentacién histérica
y etnogrifica. Tendré de modificarse este reflejo.segui
“modifique a cosa reflejada. Esta es la moda, en el sentido
iniversal.
Concreto: Francia es la nacién
modistera por excelencia, Ia més colonizadora en el infinito
campo que le ofrece la humanidad, con sus instintos de
novelerfa y de imitacién. De tiempo atrés, Francia es el
4rbitro en la materia, Desde luego que tiene por qué serlo:
siempre fue ella invencionera y esteta. Natural es que mu-
chas naciones la quieran imitar, que siempre imitan los po-
bres a los ricos, los nifios a los mayores, Santo y bueno que
nosotros, los tristes colombianos, importemos y tomemos de
allé cuanto nos sea posible, titil y adaptable. Rerommempitten,I. POLEMICAS sus
Estas importaciones son imposibles, y una de
mas, la del_modernismo en las letras
Estas formas, maneras o subdivisiones de escuela (man-
dadas ya a recoger algunas de ellas, acaso por los mismos que
las inventaron) son matices de ese cerebro francés, tan di-
naémico y tan potente; son la exteriorizacién de algunos
temperamentos tormentosos y extraiios, forjados al fuego ca-
lenturiento de aquel medio tan vertiginoso e¢ hirviente, ast
en lo fisico como en lo moral, Mas no son, seguramente,
esos matices la manifestacién genuina de la Francia, la for-
mula del alma nacional, ni en esta ni en ninguna época.
Y tanto no lo son, que allé mismo han sido putestos en la
picota, por varios criticos eminentes, muchos de estos revo-
lucionarios artisticos, y en especial, los lamados simbolistas
y decadentes. Asi es que, en el sentido literario, se les
de regatear el gentilicio. Escritores serios y competentes
sostenido que tales poetas son casos morbosos, por cat
naturales 0 procuradas. Lombroso nada menos asegura
son “simuladores natos"; es decir, gentes que tienen la
nfa de fingir sentimientos y emociones, por darlas de
excéntricos, desalmados, demontacos y demas licores; cosa,
por cierto; harto frecueite,) no: slo et Hteratos y afm
sino también en cualquier autobidgrafo vulgarote que tope
auditorio. En estos particulares es el varén tan fatuo come
la hembra, si no més que ella, Sabido es, por demis, que |
vanagloria y el engreimiento son achaques de toda celebr
dad; que, aunque sea genio, no deja de ser el rey de
creacién el animal chiquito de toda la vida, Pues buer
sia la vanidad natural en cada préjimo se le agrega la
“la gloria” —dque Mama la gente— cdtate que se les
adentro a los grandes hombres una cosa allé, emborra: