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Continuamente, las personas deben elegir de entre varias opciones aquella que consideran más
conveniente. Es decir, han de tomar gran cantidad de decisiones en su vida cotidiana, en mayor o
menor grado importantes, a la vez que fáciles o difíciles de adoptar en función de las consecuencias
o resultados derivados de cada una de ellas. Es posible trasladar este planteamiento general al
ámbito de la empresa. La toma de decisiones abarca a las cuatro funciones administrativas. Así,
los administradores cuando planean, organizan, conducen y controlan, se les denomina con
frecuencia como “los que toman las decisiones”. Ahora bien: ¿qué se entiende por decidir?
Schackle define la decisión como un corte entre el pasado y el futuro. Otros autores definen la
decisión como la elección entre varias alternativas posibles, teniendo en cuenta la limitación de
recursos y con el ánimo de conseguir algún resultado deseado.
Como tomar una decisión supone escoger la mejor alternativa de entre las posibles, se necesita
información sobre cada una de estas alternativas y sus consecuencias respecto a nuestro objetivo.
La importancia de la información en la toma de decisiones queda patente en la definición de
decisión propuesta por Forrester, entendiendo por esta a "el proceso de transformación de la
información en acción". La información es la materia prima, el input de la decisión, y una vez
tratada adecuadamente dentro del proceso de la toma de decisión se obtiene como output la
acción a ejecutar. La realización de la acción elegida genera nueva información que se integrará
a la información existente para servir de base a una nueva decisión origen de una nueva acción,
y así sucesivamente. Todo ello debido a una de las características de los sistemas cibernéticos que
es la retroalimentación o feedback.
Le Moigne define el término “decidir” cómo identificar y resolver los problemas que se le presenta
a toda organización. Por tanto, el desencadenante del proceso de toma de decisiones es la
existencia de un problema. Pero, ¿cuándo existe un problema? Para Huber, existirá un problema
cuando hay diferencia entre la situación real y la situación deseada. La solución del problema
puede consistir en modificar una u otra situación, por ello se puede definir como el proceso
consciente de reducir la diferencia entre ambas situaciones.
Una vez que se conoce la existencia del problema, se deben identificar los criterios de decisión que
serán relevantes para la resolución del problema. Cada individuo que toma decisiones suele tener
unos criterios que lo guían en su decisión. Este paso nos indica que son tan importantes los criterios
que se identifican como los que no; ya que un criterio que no se identifica se considerará irrelevante
por el tomador de decisiones.
Los criterios seleccionados en la fase anterior no tienen todos la misma importancia, por tanto, es
necesario ponderar las variables que se incluyen en las lista en el paso anterior, a fin de darles la
prioridad correcta en la decisión. Este paso se puede llevar a cabo dándole el mayor valor al
criterio preferente y luego comparar los demás para valorarlos en relación al criterio preferente.
Este paso consiste en la obtención de todas las alternativas viables que puedan tener éxito para la
resolución del problema.
Una vez que se han desarrollado las alternativas el tomador de decisiones debe analizarlas
cuidadosamente. Las fortalezas y debilidades se vuelven evidentes según se les compare con los
criterios y valores establecidos en los pasos 2 y 3. Se evalúa cada alternativa comparándola con
los criterios. Algunas valoraciones pueden lograrse en una forma relativamente objetiva, sin
embargo suele existir algo de subjetividad, por lo que la mayoría de las decisiones suelen contener
juicios.
El proceso de selección queda completado con el paso anterior, sin embargo, la decisión puede
fallar si no se lleva a cabo correctamente. Este paso intenta que la decisión se lleve a cabo, e
incluye dar a conocer la decisión a las personas afectadas y lograr que se comprometan con la
misma. Si las personas que tienen que ejecutar una decisión participan en el proceso, es más fácil
Este último paso juzga el proceso el resultado de la toma de decisiones para ver si se ha corregido
el problema. Si como resultado de esta evaluación se encuentra que todavía persiste el problema,
se tendrá que hacer el estudio de lo que se hizo mal. Las respuestas a estas preguntas nos pueden
llevar de regreso a uno de los primeros pasos e inclusive al primer paso.
Todas las decisiones no son iguales ni producen las mismas consecuencias. Tampoco su adopción
es de idéntica relevancia, por lo que existen distintos tipos de decisiones. Existen varias propuestas
para su clasificación, pero solo destacaremos las más representativas. Las decisiones se clasifican
en función de la posición jerárquica o nivel administrativo ocupado por quien toma la decisión.
Desde este planteamiento distinguiremos:
Son decisiones adoptadas por decisores situados en el ápice de la pirámide jerárquica o altos
directivos. Estas decisiones se refieren principalmente a las relaciones entre la organización o
empresa y su entorno. Son decisiones de una gran transcendencia puesto que definen los fines y
objetivos generales que afectan a la totalidad de la organización; a su vez perfilan los planes a
largo plazo para lograr esos objetivos. Son decisiones singulares a largo plazo y no repetitivas, por
lo que la información es escasa y sus efectos son difícilmente reversibles. Los errores en este tipo
de decisiones pueden comprometer el desarrollo de la empresa y en determinados casos su
supervivencia, por lo que requieren un alto grado de reflexión y juicio. Son decisiones estratégicas,
por ejemplo, las relativas a dónde se deben localizar las plantas productivas, cuáles deben ser los
recursos de capital y qué clase de productos se deben fabricar.
Son decisiones tomadas por directivos intermedios. Tratan de asignar eficientemente los recursos
disponibles para alcanzar los objetivos fijados a nivel estratégico. Estas decisiones pueden ser
repetitivas y el grado de repetición es suficiente para confiar en precedentes. Sus consecuencias
suelen producirse en un plazo no muy largo de tiempo y son generalmente reversibles. Los errores
no implican sanciones muy fuertes a no ser que se vayan acumulando. Como ejemplo, podemos
mencionar decisiones relacionadas con la disposición de planta, la distribución del presupuesto o
la planificación de la producción.
Son aquellas adoptadas por ejecutivos que se sitúan en el nivel más inferior. Son las relacionadas
con las actividades corrientes de la empresa. El grado de repetitividad es elevado: se traducen a
menudo en rutinas y procedimientos automáticos, por lo que la información necesaria es fácilmente
disponible. Los errores se pueden corregir rápidamente ya que el plazo al que afecta es corto y las
sanciones en caso de error son mínimas. Son decisiones operativas la asignación de trabajos a
trabajadores, determinar el inventario a mantener, etc.
Por tanto, vemos que existe una correspondencia entre el nivel de responsabilidad o nivel jerárquico
al cual se toman los distintos tipos de decisiones enunciados y el nivel de dificultad de dichas
decisiones.
El nivel de información determina el tipo de ambiente de la decisión. Según Pérez Gorostegui, los
ambientes de decisión son los siguientes:
1.-Certeza: El ambiente de certeza es aquél en el que el decisor conoce con absoluta seguridad
los estados de la naturaleza que van a presentarse.
2.-Riesgo: Es aquél en el que el decisor sabe qué estados de la naturaleza se pueden presentar y
la probabilidad que tiene cada uno de ellos de presentarse.
Para pasar de un tipo de ambiente a otro anterior es necesario obtener cierto grado de
información, porque cuanto mayor sea la información menor será la incertidumbre. En teoría de
la decisión, al proceso de consecución de información, que, en algún caso, permite pasar de un
ambiente a otro, se le denomina proceso de aprendizaje.
Fuente: http://www4.ujaen.es/~cruiz/diplot-5.pdf
Estimados (as) estudiantes, a continuación, podrán revisar algunos vídeos donde se refuerzan los
conceptos vistos esta semana:
Toma de Decisiones 1
Toma de Decisiones 2
Toma de Decisiones 3
La planeación ofrece a los individuos y a las unidades de trabajo una visión clara para orientar las
Actividades futuras; al mismo tiempo, esta visión puede ser flexible para permitir circunstancias
individuales y condiciones cambiantes.
Puesto que la planeación es un proceso de decisión —se estará decidiendo qué hacer y cómo
hacerlo—, sus pasos importantes se parecen a los pasos básicos de la toma de decisión ya
señalados. La siguiente figura resume las similitudes entre la toma de decisiones y la planeación,
incluido el hecho de que ambas se mueven en un ciclo, no en una sola dirección. Los resultados
de las decisiones y de los planes se evalúan y, de ser necesario, se revisan. A continuación se
describirá en detalle el proceso básico de la planeación.
El análisis general de la situación estudia los eventos pasados, examina las condiciones actuales e
intenta pronosticar las tendencias futuras. Se enfoca en las fuerzas internas que existen en la
organización o en la unidad de trabajo y, examina las influencias del ambiente externo.
Este análisis tan detallado será de utilidad para decidir si se avanza al siguiente paso, el
lanzamiento de la revista.
Sobre la base del análisis situacional, el proceso de planeación debe generar metas alternativas
para el futuro, así como planes alternativos que puedan ser de utilidad para alcanzar dichas metas.
Este paso del proceso debe enfatizar la creatividad y alentar a los directivos y a los empleados a
pensar en términos amplios acerca de sus trabajos. En cuanto se haya desarrollado una gama de
alternativas, los méritos de estos planes y metas deben ser evaluadas. Siguiendo con el ejemplo
de la revista, las alternativas que se querrá considerar podrían incluir si la revista debe ser dirigida
a jóvenes varones, a jóvenes mujeres o a ambos grupos; si debe venderse principalmente a través
de suscripciones o en puestos de periódicos.
Las metas son los propósitos o los fines que los directores quieren alcanzar. Para ser eficientes,
éstas deben tener ciertas cualidades, que son fáciles de recordar por el acrónimo SMART
(específicas, medibles, alcanzables, relevantes y temporalmente determinadas, por sus siglas en
inglés):
• Específicas: cuando las metas son precisas y describen comportamientos particulares
al igual que resultados, los empleados pueden determinar más fácilmente si están
acercándose a ellas.
• Alcanzables (pero desafiantes): los empleados necesitan reconocer que han alcanzado
las metas de las cuales son responsables; de lo contrario, es posible que se desalienten.
Sin embargo, también deberán sentirse frente a un reto que los hace trabajar con ahínco
y ser creativos.
• Temporalmente determinadas: las metas eficientes tienen una fecha límite para su
realización. Además de saber qué es lo que deben hacer, los empleados también
deberán estar conscientes del tiempo en el cual deben entregar resultados.
En seguida, los directores evaluarán las ventajas, desventajas y efectos potenciales de cada meta
o plan alternativo. Deben priorizar estas metas e, incluso, eliminar algunas de ellas. Además, los
directores deben considerar cuidadosamente las implicaciones de planes alternativos para cumplir
con metas de alta prioridad. De forma particular, tienen que prestar atención al costo de cada
iniciativa y al retorno de inversión que esperan. En el ejemplo de la revista, la evaluación puede
determinar que las ventas en puestos de periódicos no serían rentables como para justificar el
lanzamiento si son las únicas. Tal vez podría incrementarse la rentabilidad con una edición en línea
apoyada por podcasts. Para decidir, se tendrá que hacer una estimación de costos y de resultados
esperados de las alternativas exploradas.
Una vez que los directores han evaluado las diferentes metas y los planes, seleccionarán aquellos
que sean más adecuados y factibles. El proceso de evaluación identificará las prioridades y los
beneficios de las metas y los planes. Por ejemplo, si el plan es lanzar un número de nuevas
publicaciones y se está tratando de escoger cuáles serían las mejores, podrán sopesarse las
inversiones iniciales de cada una, la dimensión de cada mercado, cuál de entre ellas cabe mejor
en su línea de productos o la que va más de acuerdo con la imagen de la compañía, etc. El juicio
experimentado tiene un papel muy importante en este proceso. Sin embargo, confiar únicamente
en el juicio puede no ser siempre la mejor solución.
Una vez que los directores han seleccionado las metas y los planes, deben implementar los planes
diseñados para alcanzar las metas. No hay que olvidar que aun los mejores planes son inútiles si
no se implementan correctamente. Los directores y los empleados deben entender los planes,
contar con los recursos para implementarlos y estar motivados para hacerlo, al igual que los
empleados que estuvieron en los pasos previos del proceso de planeación y que abrieron el camino
para la fase de implementación. Normalmente, los empleados se encuentran mejor informados,
más comprometidos y mucho más motivados cuando participaron en la formulación del plan o la
meta. Por último, la implementación exitosa requiere de un plan que pueda ser vinculado a otros
sistemas de la organización, en especial a los sistemas de presupuesto y recompensa. Si el director
no cuenta con los recursos financieros para ejecutar el plan, éste probablemente se derrumbe. De
forma similar, el logro de las metas debe estar vinculado con el sistema de recompensas de la
empresa. Muchas organizaciones utilizan programas de incentivos para alentar a sus empleados
a alcanzar las metas y a implementar adecuadamente los planes. Las comisiones, los salarios, las
promociones, los bonos y otras recompensas se basan en el desempeño exitoso.
Si bien muchas veces es ignorado, el sexto paso del proceso de planeación formal, el monitoreo y
el control, es esencial. Sin él, nunca se sabrá si el plan tendrá éxito. Como se mencionó
anteriormente, la planeación gira alrededor de un ciclo; es un proceso continuo y repetitivo. Los
directores deben monitorear continuamente el desempeño real de sus unidades de trabajo y
compararlas con las metas de la unidad y sus planes. También tienen que desarrollar sistemas de
control para medir el desempeño y permitir la acción correctiva cuando los planes son
implementados de forma inadecuada, o cuando las situaciones se modifican. En el ejemplo de la
revista, los reportes acerca de las ventas por suscripción o en puestos de periódicos son esenciales
para saber cuán bien está funcionando el lanzamiento. Si las ventas por suscripción no funcionan
conforme lo esperado, es posible que sea necesario revisar el plan de mercadotecnia.
Las metas estratégicas son objetivos mayúsculos o resultados finales que se relacionan con la
supervivencia, los valores y el crecimiento de largo plazo de la organización. Los administradores
estratégicos, los de mayor nivel, por lo general establecen metas que reflejan tanto la eficacia
(ofrecer resultados adecuados) como la eficiencia (una relación elevada entre los resultados y los
insumos). Las metas estratégicas típicas incluyen el crecimiento, una mayor participación en el
2) ¿Cómo llegar allí? (por ejemplo, incrementando las ventas, adquiriendo nuevas
compañías)
3) ¿Cómo ganar en el mercado? (por ejemplo, manteniendo bajos los precios u ofreciendo
el mejor servicio)
Al establecer una estrategia, los directores intentan acompasar las capacidades y los recursos de
la empresa con las oportunidades que se encuentran en el ambiente externo. Cada organización
cuenta con fortalezas y debilidades, por lo que las acciones o las estrategias de la organización
deberán ayudar a robustecer las fortalezas, en áreas que satisfagan las necesidades de los
consumidores, y de otros factores esenciales del ambiente externo de la organización.
La planeación táctica traduce las metas y los grandes planes estratégicos en metas y planes
específicos que son importantes para definir una porción de la organización, a menudo una
funcional, como el área de mercadotecnia o de recursos humanos. Los planes tácticos se enfocan
en las acciones más importantes que una unidad debe realizar para cumplir con su función dentro
del plan estratégico. Por ejemplo, si la estrategia decide lanzar una nueva línea de productos, el
plan táctico de la unidad de producción debe involucrar el diseño, las pruebas y la instalación del
equipo necesario para la producción de la nueva línea.
Para ser completamente eficiente, las metas estratégicas, tácticas y operativas de la organización
y sus planes deben estar alineados, es decir, ser coherentes, apoyarse recíprocamente y estar
enfocados en alcanzar un propósito y una dirección comunes.
Una metodología para alinear las metas estratégicas y operativas de la organización es el mapa
estratégico. Éste ofrece una herramienta que los ejecutivos pueden utilizar para comunicar sus
metas estratégicas y permitir a los miembros de la organización, en cualquiera de sus niveles,
entender la parte que jugarán en la consecución del objetivo. El mapa ilustra las cuatro
perspectivas conductoras (o balanced scorecards) del éxito de largo plazo de la compañía: las
habilidades de su gente y su capacidad de crecer y aprender; la eficiencia de sus procesos internos;
su capacidad de entregar valor a los clientes, y, finalmente, su habilidad para acrecentar sus activos
financieros. El mapa muestra la forma en la cual los planes y las metas específicas de cada área
se vinculan a las otras y pueden generar mejoras reales en el desempeño de la organización.
6. Control estratégico.
Conforme los directores llevan a cabo un análisis externo, también están realizando un análisis
de las fortalezas y las debilidades de las áreas funcionales más importantes de la organización.
Por ejemplo, ¿es una empresa, desde el punto de vista financiero, suficientemente fuerte como
para manejar las inversiones de largo alcance requeridas para los nuevos proyectos que necesita?,
¿puede su personal actual llevar a cabo su parte del plan o requiere entrenamiento adicional?,
¿la imagen de la empresa es coherente con la estrategia o tendrá que persuadirse a los
participantes clave de que se requiere un cambio de dirección? Este tipo de análisis interno ofrece
a los tomadores de decisiones estratégicos un inventario de las funciones existentes de la
organización, de sus habilidades y recursos, así como también de un nivel de desempeño grupal.
• Recursos y competencias claves
Sin lugar a dudas, la planeación estratégica ha sido influida fuertemente en los años recientes por
el enfoque en los recursos internos. Los recursos son insumos para la producción (recuérdese la
teoría de sistemas) que pueden ser acumulados con el tiempo para mejorar el desempeño de la
compañía. Los recursos pueden tener muchas formas; sin embargo, entran en una de las siguientes
dos categorías:
1) activos tangibles, como los bienes raíces, las instalaciones de producción, las materias primas,
etc.,
En segundo lugar, los recursos son una fuente de ventajas competitivas si son escasos o si no son
los mismos que ofrecen los competidores. Aun en el caso de recursos extremadamente valiosos, si
todos los competidores tienen el mismo acceso a ellos, el recurso no puede representar una fuente
de ventaja competitiva.
En tercer lugar, los recursos son una fuente de ventaja competitiva si son difíciles de imitar.
Finalmente, los recursos pueden mejorarla ventaja competitiva de una empresa cuando están bien
organizados.
Cuando hay recursos valiosos, inimitables y organizados, pueden ser vistos como la esencia
competitiva de una compañía. Así, dicho de forma sencilla, una competencia clave es algo que
una compañía hace muy bien en relación con sus competidores.
• Benchmarking
Para evaluar e interpretar el desempeño, algunas compañías utilizan el benchmarking: el proceso
de evaluar las funciones de la compañía y sus habilidades comparándolas con las de otras. El
objetivo del benchmarking es entender a fondo las “mejores prácticas” de otras empresas y actuar
para lograr un mejor desempeño y la reducción de los gastos. Los programas de benchmarking
han ayudado a varias compañías a eliminar la ineficiencia y a mejorar la competitividad.
Una vez que los directivos han analizado el ambiente externo y los recursos internos de la
organización, tendrán la información necesaria para evaluar las fuerzas, debilidades,
oportunidades y amenazas de la organización. Esta evaluación se conoce como análisis FODA.
Cuando se habla en este caso de fortalezas y las debilidades, se está haciendo referencia a las de
los recursos internos. Por ejemplo, las fortalezas de la organización pueden incluir una buena
administración, un buen flujo de fondos, así como marcas famosas y muy apreciadas. Las
debilidades pueden ser la poca capacidad de producción de refacciones y la ausencia de
proveedores confiables. Las oportunidades y las amenazas nacen en el macroambiente y en el
ambiente competitivo.
El análisis FODA ayuda a los directores a resumir los hechos relevantes e importantes de sus
análisis externos e internos. Sobre la base de este resumen, pueden identificar las cuestiones
estratégicas principales y secundarias que enfrenta su organización.
Los directores entonces formulan una estrategia que nacerá del análisis FODA para aprovechar
las oportunidades disponibles, capitalizándose en las fortalezas de la organización, neutralizando
sus debilidades y respondiendo a amenazas potenciales.
1. Estrategia de Concentración: se enfoca en un solo negocio que compite en una sola industria.
Los negocios de gran crecimiento y con una posición competitiva débil se denominan interrogantes.
Requieren de inversiones sustanciales para mejorar su posición; de lo contrario, es mejor desistir.
Los negocios con mucho crecimiento y una posición competitiva fuerte se llaman “estrellas”. Estos
negocios requieren de fuertes inversiones, pero su posición fuerte les permite generar los recursos
necesarios.
Los negocios con bajo crecimiento pero con una posición competitiva fuerte se denominan “vacas
de efectivo”. Estos negocios generan ingresos en exceso que van más allá de sus necesidades de
inversión, por lo que pueden patrocinar a otros negocios.
Finalmente, aquellas compañías con poco crecimiento y una posición competitiva débil se
denominan “perros”. Se determinan los ingresos restantes de estos negocios y luego se les vende.
Define las principales acciones con las que una organización fincará sus fortalezas y fortalecerá su
posición competitiva en el mercado. Una ventaja competitiva es, normalmente, el resultado de las
dos estrategias genéricas de negocios:
Los negocios que hacen uso de estas estrategias intentan ser eficientes y ofrecer productos estándar
sin lujos. En muchos casos, la escala permite adquirir o vender productos y servicios a un bajo
costo, lo que lleva a una mayor participación en el mercado, volumen y, finalmente, ganancias.
Para tener éxito, una organización que utiliza esta estrategia debe ser líder en materia de costos
de la industria o del segmento de mercado. Sin embargo, aun un líder de los costos bajos debe
ofrecer un producto aceptable para los clientes, en comparación con la competencia.
Por otra parte, una organización puede buscar una estrategia de diferenciación. Con ésta, la
empresa intenta ser única en su industria o segmento de mercado y en la dimensión que percibe
el cliente. Esta posición diferencial o única se basa, a menudo, en la alta calidad del producto, en
su excelente mercadotecnia y distribución, o en un servicio de primera categoría.
Cualquiera que sea la estrategia adoptada por los directores, la más efectiva será aquella que la
competencia no desee o no pueda imitar.
Si el plan estratégico organizacional puede ser fácilmente adoptado por la competencia, es posible
que no se diferencie lo suficiente o que, a la larga, contribuya significativamente a la competitividad
de la organización. Cualquiera que sea la estrategia adoptada por los directores, la más efectiva
será aquella que la competencia no desee o no pueda imitar.
• Estrategia Funcional
Las estrategias funcionales son desarrolladas por los ejecutivos de cada área funcional con la
retroalimentación y la aprobación de los ejecutivos responsables de la estrategia de negocios. Los
experimentados tomadores de decisiones estratégicas revisan las estrategias funcionales para
asegurarse de que cada departamento opere de forma consistente con las estrategias de negocios
de la organización.
Como con cualquier plan, no basta con formular la estrategia. Los directores estratégicos deben
asegurar que las nuevas estrategias se implementen de manera adecuada y eficiente.
Recientemente, las corporaciones y los consultores estratégicos han prestado más atención a la
implementación.
Se han dado cuenta de que las técnicas más astutas y los buenos planes no garantizan el éxito.
Esta apreciación se refleja en dos grandes rubros. Primero, las organizaciones están adoptando
una visión más clara de la implementación. La estructura de la organización, la tecnología, los
recursos humanos, los sistemas de recompensas para empleados, los sistemas de información, la
cultura organizacional y el estilo de liderazgo deben estar alineados con la estrategia. Tal y como
la estrategia debe estar alineada con el entorno externo, debe también cumplir con los múltiples
factores a través de los cuales se implementa.
Paso 1: Definir las tareas estratégicas. Articular, en un lenguaje sencillo, lo que debe hacer un
negocio en particular para crear o sostener la ventaja competitiva. Definir las tareas, ayudar a los
empleados a entender su contribución a la organización, incluida la redefinición de las relaciones
entre las partes de la organización.
Paso 4: Crear un plan de implementación. El equipo directivo, los empleados del equipo asignado
y otros desarrollan el plan de implementación. Luego la alta dirección monitorea el progreso. El
equipo asignado sigue su trabajo ofreciendo retroalimentación acerca de la forma en la cual los
demás están respondiendo al cambio.
Paso 5: Control Estratégico.
El componente final del proceso de administración estratégica es el control estratégico. Un sistema
de control estratégico se diseña para ayudar a los directores a evaluar el progreso de la
La mayoría de los sistemas de control incluyen un presupuesto para monitorear y controlar los
gastos financieros mayores. De hecho, un nuevo director deberá confrontar el presupuesto de su
unidad, un aspecto clave del plan estratégico de la organización. Su equipo ejecutivo deberá darle
estimaciones de presupuesto y metas para su área que reflejen su parte en el plan general, y es
posible que le pidan revisar el mismo cuando se consoliden los presupuestos generales de la
organización.
Puede parecer que las dos responsabilidades de un sistema de control: la eficiencia y la eficacia,
estén en contradicción con los presupuestos. El presupuesto establece, por lo general, límites de
gasto, pero el cambio de condiciones y la necesidad de innovación pueden requerir de
compromisos financieros diferentes durante el periodo. Para resolver dicho dilema, algunas
compañías han creado dos presupuestos: el estratégico y el operativo.
Fuente: Bateman, T., Snell, S. (2009). Planeación y administración estratégica. En Administración: liderazgo
y colaboración en un mundo competitivo (pp. 130 - 163).
3.2.7 EJEMPLIFICACIÓN
Para complementar los contenidos vistos, los invitamos a revisar los siguientes enlaces:
Matriz BCG
Los Sistemas de Información en las organizaciones ofrecen las siguientes tres ventajas y sus
consecuentes beneficios:
• Mejoran la Eficacia.
• Mejoran la Eficiencia.
• Aumentan la ventaja competitiva de las empresas.
Las organizaciones son sistemas vivientes que actúan y reaccionan ante problemas propios y ajenos
en forma constante. Aquellas empresas que no tienen actitud de cambio y reacción, es decir
aquellas que están: ciegas a sus problemas de comportamiento, ignoran al mercado que la
sustenta, o ignoran las verdaderas necesidades de la gente, pierden rápidamente competitividad
donde lo “único permanente es el cambio” en nuestra época. Los problemas que surgen en estos
casos son los siguientes:
• De alto potencial
• Estratégica
• Clave para las operaciones
• De apoyo
La idea principal que nos lleva a este análisis y es la razón de su observación es permitir
visualizar la prioridad y necesidad de los sistemas de información.
https://elprofejose.files.wordpress.com/2011/10/03_los-sistemas-de-informacic3b3n-en-la-
organizacion.pdf
3.3.4 EJEMPLIFICACIÓN
Para complementar los contenidos vistos, los invitamos a visitar el siguiente enlace: