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Del fetiche sexual a la fetichización de la figura femenina

como un objeto de placer

Resumen

La industria cinematográfica ha tomado partida en la reproducción estructural


patriarcal para la producción y reproducción de la objetivación de la figura femenina
sexualizándola haciéndolo uso del deseo fetichizado y comercializado para el uso
de la explotación del capitalismo.

Palabras clave: pornografía, sexualidad, figura femenina, fetichismo, deseo, objeto


y sujeto.

Introducción

Para introducirlos un poco en el tema, hemos tratado de abordar diversos puntos


para poder explicar la idea de este argumento, partimos de cómo es que se
constituye el deseo, entendiendo desde Freud que el deseo está asignado al fetiche
que a su vez está sujeto a la perdida de eso que le da seguridad o bienestar, él nos
explica esto desde el psicoanálisis del mismo sujeto entendiendo sus patrones
culturales que lo dirigen a crear fantasías eróticas, como construye estos deseos y
el porqué, de estos, pensamientos se posan en la mujer y esto es por la castración
hacia la figura materna o al falo femenino queriendo sustituir este deseo por otro
para poder alcanzar lo sublime pero es aquí donde el deseo se convierte en material
para la producción de la mercancía y donde Marx nos expone desde el capitalismo
que estos deseos forman parte del fetiche de la mercancía. El sujeto se convierte
en proveedor y consumidor de estos deseos creados.

La mayor industria que ha sabido como controlar la psique del sujeto desde los
postulados de Freud ha sido la industria pornográfica valiéndose de la sexualidad
y el cuerpo como la expresión del deseo fetichizado. Reproduciendo imágenes de
la figura femenina que la han sexualizado, objetivado y cosificado a la mujer a estos
roles para el servicio del hombre. La instrumentalización de la mujer dentro de la
pornografía ha creado patrones de reproducción hacia la violencia, acoso verbal y
sexual, así como el uso del alcohol y drogas.

Así como el libre albedrio del internet para la recreación del cuerpo pornográfico
donde el hombre de diversas edades parte de este consumo.

Además de poder responder quizás muy audazmente que, si la industria


pornográfica a responde a la cultura patriarcal para el placer del hombre utilizando
como medio la sexualidad haciéndola rentable y permitiendo que esto se vea
reflejado en las estructuras sociales, aportando quizás al abuso femenino en el
ámbito social y cultural y dejar en calor que el tema es extenso para poder
profundizar y abordar cada aspecto que lo compete, en las reflexiones finales se
abordan otros temas y otros puntos de vistas que se podrían exploras y poder
entender estos patrones culturares y como se ha ido distorsionando la sexualidad
y el cuerpo.

Como se constituye el deseo

El deseo constituye la necesidad de satisfacción del sujeto, según Freud los deseos
son ideas que pueden ser transformadas del sueño a una realidad como imágenes
visuales (Freud, pág. 88) estos pueden ser amorosos o sexuales que se estimulan
el escenario de satisfacción alucinatorio e imposible. Esta fuerza del deseo para
crear representaciones e intenciones de la pulsión, según el psicoanálisis:

La cultura ha sido creada obedeciendo al impulso de las necesidades vitales


y a costa de la satisfacción de los instintos, y que es de continúo creada de nuevo,
pues cada individuo que entra en la sociedad humana repite, en provecho de la
colectividad, el sacrificio de la satisfacción de sus instintos. (Freud, pág. 9)
Podemos decir que el deseo es el motor de las creaciones imaginarias que están
en constante formación por el impulso de los procesos psíquicos, anhelos,
aspiraciones u obsesión para satisfacer la tensión interna que suele ser mas de tipo
sexual del sujeto.

Materialización del deseo a mercancía

Siendo el deseo el motor de las creaciones satisfactorias del sujeto (la sexualidad),
es aquí donde el deseo se convierte en un fetiche. La materialización de los deseos
para el uso de la mercancía es el fetiche de la sexualidad, para Freud el fetiche:

Fetiche parece serlo, más bien, la suspensión de un proceso, semejante a la


detención del recuerdo en la amnesia traumática. También en aquella el interés se
detiene como a mitad de camino; acaso se retenga como fetiche la última impresión
anterior a la traumática, la ominosa (Freud, pág. 150)

Podemos decir que el fetiche se crea a partir de la castración (perdida) de la psique


del sujeto que es separado de eso que le brinda confort, el fetiche es el resultado
de esta perdida renunciada que se sustituye por otra fantasía o figura, en este caso
fetiches sexuales (fantasías eróticas como el ejemplo que Freud pone sobre el
fetiche por las zapatillas femeninas que contornean la figura).

Freud profundiza más sobre el fetiche sexual pero lo que tratamos de abordar aquí
como es que este fetiche (deseo, fantasía, necesidad, etc.) de la sexualidad se
convierte en mercancía, aquí es donde Marx ve al fetiche como mercancía debido
a que no solo representa el valor de uso sino la posibilidad de satisfacer las
necesidades del sujeto convirtiéndolo en objeto de valor de uso y de intercambio.
Claro estas satisfacciones son momentáneas permitiendo su reproducción y
consumo constante por parte de los sujetos.
Podemos ver como desde los postulados de Freud y Marx como el sujeto se
convirtió en un consumidor de su propio deseo. El fetiche es tomado desde la
cultura del hombre como objeto de producción de consumo, de esta manera es la
industria de la pornografía quien ha tomado estos deseos convirtiendo las ilusiones
imaginarias en una probable realidad de placeres y fantasía como su medio de
reproducción y producción de la mercancía.

La industria pornográfica: la sexualidad y el cuerpo

Podemos ver como la industria pornográfica se aprovecha de la sexualidad y del


cuerpo como instrumento para la producción de consumo visual (imágenes).

Como a lo largo del tiempo la producción de imagen como lo ha sido el arte


mostrando pintura de cuerpos desnudos, la llegada de la fotografía y video paso
del arte en papel o cambas de cuerpos desnudos a los cuerpos en movimiento para
la satisfacción del morbo y deseo del sujeto por la sexualidad.

La cámara recrea al cuerpo como objeto del placer y la reduce a la expresión


biológica del ser humano que es la sexualidad, desde la mirada Freud estos dos
son el objeto de la pulsión como satisfacción que exporta a la idea del psicoanálisis
del goce del yo. Entendiendo a la sexualidad humana en fisiológico y función del
cuerpo de satisfacción personal.

La reproducción de imágenes sexuales está implícita en nuestro diario vivir, siendo


la más explotada para la propaganda de diversos productos (desde la figura de una
botella), etc. pero el cuerpo de quien es el que se ha sexualizado o se le ha otorgado
esta figura: es a la mujer. La mujer la han convertido en el objeto del deseo y
fantasías, que es el fetiche de la pornografía.
La cosificación de la figura femenina en la pornografía

La pornografía ha convertido a la figura femenina en objeto que está al servicio del


hombre, pero como es que la pornografía se convirtió en un éxito, su éxito se bebió
al echo de la privacidad intima que se restringió y reservo a la sexualidad bajo
normas morales, la iglesia fue una de los actores para censurar la sexualidad del
ser humano con prejuicio o castigos divinos. Debido a esta censura la pornografía
logra convertirse en la productora de imágenes sexuales y satisfaciendo a sus
consumidores.

La creación de la industria pornográfica a cosificado a la mujer utilizándola en varios


medios hasta como herramienta política, el cuerpo y la sexualidad se han
convertido en un espectáculo del deseo, ella es una imagen de objetivación y
personalización para el hombre.

Este espectáculo fragmentado el cuerpo de la mujer proveerlo al consumidor de


diversas imágenes y partes del cuerpo podemos ver esto en 1972 cuando se
comienza con las primeras películas pornográficas siendo una de estas llamada
“ Garganta profunda” (Basch, 2016, pág. 119) exhibida en estados unidos la cual
fue la primera película que representaba el sexo oral (el sexo oral era restringido
solo a las prostitutas puesto que la boca era una parte del cuerpo pura, ya que se
utilizaba para la oratoria) podemos ver como a las prostitutas se las ha tratado
objeto de producción sexual, abusando de ellas, denigrándolas, llegando al punto
de tratarlas como una simple muñeca, otra película que fue mas impactante que la
anterior que puso a la figura femenina en peligro y vulnerabilidad fue “Detrás de la
puerta verde” (Basch, 2016, pág. 119) la cual trataba del rapto de una mujer siendo
violada públicamente denigrándola como un simple objeto de abuso y desecho.
Convirtiéndose la sexualidad pornográfica como un estilo de vida normal pasando
de una experiencia privada a la pública.
En las películas pornográficas existen categorías para complacer al consumidor,
pero en cada una de ellas es a la mujer a quien se le denigra, cometiendo violencia
sexual, la industria pornográfica a creado una realidad de violencia en contra de la
mujer ya que el contenido de cada una de esas películas está producidas y dirigidas
para el hombre.

Desde la sociedades antiguas como modernas la mujer siempre a tenido el rol de


objeto mas nuca de sujeto es por ello que la pornografía a instrumentalizado a la
mujer como mercancía, pero si nos dirigimos más al ámbito social, la pornografía
además de denigrar la integridad de la mujer la misma sociedad lo hace y cada uno
de los grupos que los conforman, no quiero que esto se confunda pero podríamos
ver la pornografía para los grupos de LGBT veámoslo desde el grupo lesbiano, la
mujer sigue siendo sujeta de ser un objeto, asimismo en cada grupo que conforman
las siglas se busca que uno ocupe el rol de la figura femenina para seguir con la
reproducción de vulnerabilidad, cosificación violencia de la figura sexual que está
inserto en nuestra sociedad

Pero volviendo al tema ha la mujer se la a colocado en esta posición por la cultura


patriarcal para el placer de los hombres, sin embargo, es la propia mujer que forma
parte de esta reproducción ya que la misma sociedad por así decirlo la ha moldeado,
puesto que la mujer es un material para la producción de la figura exótica y así
mantener un mercado de la figura femenina sexualizada.

Lo pornográfico se a tomado de estas estructuras sociales para mantener la figura


femenina vulnerable, pero esto también ha traído consigo una serie de
problemáticas las cuales algunas se han normalizado, unos ejemplos podrían ser
la industria de la música que sus letras son explicitas y de agresión hacia la mujer
como objeto, las series que contiene mensajes subliminales, la publicidad que se
apoya siempre de la figura femenina para promover un producto y así podríamos
hacer un listado donde la figura femenina es utilizada.

Pero podríamos decir que la pornografía quizás pueda aportar a la reproducción de


acoso verbal, sexual e incluso violación, así como la trata de las mujeres para la
prostitución. El acoso callejero, pueda que se vea tan normalizado, en sociedades
tan machistas sería tan fácil acosar sexualmente a una mujer en la calle como decir
hola.

Pero esto radica también en el capitalismo que se a dispuesto a cosificar a los


seres humanos para los procesos de reproducción y producción del valor y
acumulación del capital.

Podemos analizar cada captura de la imagen del cuerpo de la mujer se enfoca en


partes específicas del cuerpo como lo pueden ser los senos, la entrepierna, etc.
Dejando fuera casi siempre el rostro de la mujer trasmitiendo con esto que es un
instrumento.

No es nuevo ver que el cuerpo de la mujer ha formado parte del arte a lo largo de
la historia, la figura femenina es a la que se le ha dado más relevancia se le ha
dado ese magnetismo de lo bello y hermoso, pero no estamos tan lejos del arte ya
que en la actualidad y con la accesibilidad a la tecnología la cámara recrea estos
lienzo digitales reproduciendo la figura femenina como misteriosa, codiciable para
el ojo masculino, yo siendo fotógrafa también e tocado esta parte artística de la
sexualidad, fotografiando cuerpos desnudos como una expresión y visibilidad del
ser humano como sujeto podría tratar de interpretar un poco y pueda que esa algo
hipotético hasta cierto modo será la exhibición del cuerpo de la mujer en las
marchas feministas que expone que quiere que se les reconozca como sujeto y no
como objeto.

Entendamos también que la pornografía ha cambiado un poco esta visión artística


a algo pervertido, de exhibición y cosificación.

Además de lo anterior el porno se ha convertido también en un educador sexual


hoy en día cuando el internet nos permite y no nos limita ha poder ver cualquier tipo
de contenido, este se ha vuelto en un buen aliado a de la pornografía, el hombre o
adolescente e inclusos niños tiene acceso a estas páginas ya sea para consumir
estas imágenes o producirlas, moldea a nuestra sociedad a los nuevos hombres
que creen que todo lo fantasioso que ven es como su libro de instrucciones
aprendiendo que la mujer y su vestimenta, actitudes, verla vulnerable y provocadora
según la pornografía es sinónimo de sexualidad.

El papel de la pornografía en nuestra sociedad ha servido para reforzar la estructura


patriarcal y machista formando violadores creyendo que es tan natural someter a la
mujer a estas prácticas haciendo rentable el consumo de la pornografía.

A partir de esto podríamos responder que la sexualidad es parte inherente de la


formación de la cultura patriarcal, me atrevería de responder que sí, la sexualidad
responde a las necesidades de deseo de la producción y reproducción para el
hombre. Que es un juego psicológico donde lo prohibido es objeto del deseo, esta
misma prohibición a provoca el deseo para su consumo que es aprovechado el
proceso de circulación y de acumulación, y no solo una prohibición legal sino
también moral porque podemos ver países que son mas abiertos a la sexualidad
esto sigue siendo un gran negocio para el consumo y de hecho se ser “legar”
permitido legitimar el negocio de la trata de personas.

Pero se entiende que el placer tiene que ser sexo genital y es quizás lo que tenga
más cerca el ser humano de lo sublime, porque el sistema nos cosifica como objetos
de placer sexo genital y es aquí donde la industria pornográfica es demasiado
grande enfocada al placer del hombre mayoritariamente.

Referencias

Basch, V. (2016). El cuerpo mirado: entre psicoanálisis y pornografía. Madrid.

Freud, S. (s.f.). Fetichismo.

Freud, S. (s.f.). Lecciones introductorias al psicoanalasis 1915-1917 [1916-1917].

Sigmund, F. (s.f.). el porvenir de una ilusión.

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