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SALA CIVIL LIQUIDADORA

Auto Supremo: Nº 337


Sucre: 15 de agosto de 2014
Expediente: C-63-09-S
Distrito: Cochabamba
Segunda Magistrada Relatora: Dra. Elisa Sánchez Mamani.
I. VISTOS:
1. El recurso de casación en el fondo de fojas 680 a 681,
interpuesto por Orietta Angulo de Pereira en representación legal
de la Empresa UNILEVER ANDINA BOLIVIA S.A. contra el Auto
de Vista Nº 211 de 28 de agosto de 2009, cursante de fojas 674 a
676 vuelta, pronunciado por la Sala Civil Primera de la entonces
Corte Superior del Distrito Judicial de Cochabamba, dentro del
proceso ordinario de cumplimiento de obligación, lucro cesante y
daño emergente seguido por la hoy recurrente contra Hernán
Saúl Gonzales Guzmán representante de Comercial Bruno; la
contestación de fojas 149 a 150, la contestación a fojas 683 y
vuelta, el auto de concesión del recurso a fojas 684, los
antecedentes del proceso, y:
II. CONSIDERANDO:
2.1. ANTECEDENTES DEL PROCESO.
Que tramitada la causa, el Juez Cuarto de Partido en lo Civil de
la ciudad de Cochabamba, emitió la Sentencia de 21 de junio de
2004, declarando probada en parte la demanda de fojas 119 a
121 e improbadas las excepciones perentorias de ilegalidad, falta
de acción y derecho, y falsedad opuestas por el demandado a
fojas 159 a 161.
En grado de apelación, interpuesta por Hernán Saúl Gonzales
Guzmán, mediante memorial cursante de fojas 646 a 651 vuelta,
la Sala Civil Primera de la que fuera Corte Superior del Distrito
Judicial de Cochabamba, pronunció el Auto de Vista Nº 211 de
28 de agosto de 2009, revocando la sentencia apelada; y
deliberando en el fondo declara improbada la demanda y
probadas las excepciones opuestas, sin costas en ambas
instancias. Esa resolución de segunda instancia, motivó que la
representante de la Empresa demandante interponga recurso de
casación en el fondo, bajo los siguientes argumentos:
III. CONSIDERANDO
3.1. Denuncias del Recurso de Casación:
1. Refiere que el Auto de Vista Nº 211 de 28 de agosto de 2009,
incurrió en contradicción y errónea aplicación e interpretación de
normas legales, afirmando que el segundo considerando de la
resolución hoy impugnada, se señaló que las normas a
observarse en la tramitación de la presente litis son las
contempladas en el Código de Comercio y, sólo a falta de
disposición expresa en esa materia, de manera supletoria se
recurrirá al Código de Procedimiento Civil, concluyendo que en
materia comercial los contratos y relaciones comerciales, pueden
celebrarse y concluirse de forma escrita o verbal, afirmando que
en el caso de autos el contrato debía ser por escrito, dado el
monto de las transacciones efectuadas entre la empresa que
representa y el demandado, afirmación que en criterio de la
recurrente incurre en desconocimiento del artículo 787 del
Código de Comercio, puesto que según afirma, existió el contrato
de distribución con el demandado, por lo que no puede ignorarse
la existencia de esa obligación del demandado con la parte
demandante, como supuestamente lo hace el Tribunal ad quem.
2. Señala que, la interpretación de la nota cursante a fojas 100,
escrita con lapicero verde, debió hacerse dentro de los alcances
de la previsión contenida en el artículo 510 del Código Civil para
su correcta interpretación, averiguando la intención común de
las partes. Indicando, que esa era la manera en que debía hacerlo
el Tribunal ad quem.
3. Indica que, el Auto de Vista recurrido, ingresa a efectuar
apreciaciones subjetivas carentes de sustento normativo, al
considerar que las facturas emitidas por la empresa que
representa, no acreditan la existencia de deuda y que sólo serían
representativas de venta, ignorando la previsión normativa del
artículo 4 inciso a) de la Ley Nº 843.
4. Que sólo son apreciaciones subjetivas las que sirven de
sustento de los considerandos V y VI del Auto de Vista
impugnado, habiendo olvidado el Tribunal de alzada que el
sistema procesal que rige en nuestro país, se funda en los
principios de legalidad, debido proceso, entre otros, los cuales
fueron transgredidos por la resolución hoy recurrida.
Finalmente, solicita al Tribunal Supremo case el Auto de Vista
impugnado y deliberando en el fondo, se determine la existencia
de la obligación de la parte demandada.
3.2. Contestación al recurso de casación
El demandado indica que, el Auto de Vista de fecha 28 de agosto
de 2009, tiene los preceptos justos y de una correcta valoración
e interpretación de la normativa legal, puesto que el análisis que
efectuaron las autoridades, está respaldado por un análisis
minucioso de los documentos que cursan en el proceso,
en observancia de los principios que rigen el proceso, habiendo
subsanado y legalizado los supuestos derechos vulnerados por el
Juez a quo.
Refiere que, la parte recurrente en su memorial de recurso de
casación no menciona que errores de interpretación fueron
cometidos por los Vocales del Tribunal de alzada, incumpliendo
de esta forma, la recurrente, con lo establecido en el artículo 258
inciso 2) del Código de Procedimiento Civil, en cuyo mérito señala
que no correspondería la admisión del recurso.
3.3 Fundamentos del Fallo.- Así planteado el recurso, pasamos
a resolverlo efectuando las siguientes consideraciones:
Respecto a la denuncia expuesta en el punto 1, por la que la
representante de la empresa recurrente señala que el Auto de
Vista recurrido incurrió en contradicción y errónea aplicación e
interpretación de normas legales, al haber afirmado que las
normas a observarse en la tramitación de este proceso son las
contempladas en el Código de Comercio y, sólo de manera
supletoria se recurrirá al Código de Procedimiento Civil, para
luego concluir que en materia comercial los contratos y relaciones
comerciales pueden celebrarse tanto de forma escrita como
verbal, y que en el caso de autos el contrato debía ser por escrito,
dado el monto de las transacciones efectuadas entre la empresa
que representa y el demandado, afirmación que en criterio de la
recurrente incurre en desconocimiento del artículo 787 del
Código de Comercio, puesto que habría existido el contrato de
distribución con el demandado, no pudiendo ignorarse la
existencia de esa obligación del demandado con la parte
demandante.
Sobre ello, cabe señalar que la labor de interpretación y
aplicación de la norma al caso concreto, que efectuaron los
juzgadores, fue realizada de manera integral, considerando todos
los antecedentes del caso y la norma, no de forma aislada, sino
en todo lo pertinente al caso puesto en conocimiento del Tribunal
de alzada, puesto que no correspondía basar toda la decisión de
fondo sólo en consideración de un artículo del Código de
Comercio de forma aislada. Todo ello en mérito a que no existe la
suficiente carga probatoria que acredite que existe una
responsabilidad incumplida de pago de un crédito por productos
que supuestamente QUIMBOL LEVER S.A. hubiere concedido a
Hernán Saúl Gonzales Guzmán.
Tampoco existe contradicción, violación o desconocimiento de la
norma por parte del Tribunal de alzada, puesto que si bien el
artículo 787 del Código de Comercio, establece que la
manifestación de la voluntad en un contrato, puede
efectuarse tanto de forma escrita como verbal; a efectos de
contar con el suficiente respaldo probatorio, es que la lógica y la
práctica común en negocios jurídicos, exige que determinados
pactos o negocios jurídicos, se realicen de forma escrita. Por otro
lado, tal como se señaló en el recurso de casación y se refirió en
el Auto de Vista recurrido, existe un documento cursante a fojas
100, el cual fue labrado por escrito, en el cual expresamente se
reconoce que la entrega de producto al representante de
Comercial Bruno, se lo efectuaría al contado, circunstancia que
cae dentro de la previsión del artículo 817 del Código de
Comercio, referido a los contratos mediante formulario, el cual se
rigen por las siguientes reglas: “1. En caso de duda, se entiende
en el sentido menos favorable para quien hubiera preparado el
formulario; 2) Cualquiera renuncia de derechos sólo será válida
si apareciere expresa, clara y concretamente, y 3) Las cláusulas
mecanografiadas prevalecerán en relación a las impresas, aun
cuando éstas no hubieran sido dejadas sin efecto.”
QUIMBOL LEVER S.A., fue quien preparó el formulario de
solicitud de crédito, el cual fue llenado por el representante de
Comercial Bruno, pero en el que de forma textual, puntualmente
se establece que la entrega de productos es al contado, aspecto
que se toma en cuenta prevaleciendo en relación a la inexistente
prueba de deuda que se hubiere aportado en el proceso.
Con relación a lo expuesto en el punto 2 de las denuncias del
recurso de casación, por la que la representante de la empresa
recurrente, señala que la interpretación de la nota cursante a
fojas 100, escrita con lapicero verde, debió hacerse dentro de los
alcances de la previsión contenida en el artículo 510 del Código
Civil para su correcta interpretación, averiguando la intención
común de las partes, acusando al Tribunal ad quem de no haber
obrado de esa forma.
Sobre ello, se evidencia que el Tribunal de alzada ha efectuado el
correcto análisis no sólo del documento cursante a fojas 100 del
expediente del proceso, sino de todos los antecedentes que lo
conforman, habiéndose referido con argumentos lógicos que,
consta que la intención de las partes fue de suscribir o generar
un convenio de crédito de productos que la Empresa QUIMBOL
LEVER S.A. iba a otorgar a Hernán Saúl Gonzales Guzmán como
representante de Comercial Bruno, habiéndose iniciado los
trámites para ello, sin constar si es que el mismo hubiere llegado
a su consolidación y ejecución, o simplemente se hubiere
mantenido la condición establecida en el documento inserto a
fojas 100 del expediente de autos, que aclara que la venta de
productos, era al contado. No existiendo prueba alguna que
respalde que el contrato de crédito de productos haya llegado a
efectivizarse.
3. Indica que, el Auto de Vista recurrido, ingresa a efectuar
apreciaciones subjetivas carentes de sustento normativo, al
considerar que las facturas emitidas por la empresa que
representa, no acreditan la existencia de deuda y que sólo serían
representativas de venta, ignorando la previsión normativa del
artículo 4 inciso a) de la Ley Nº 843.
Efectivamente, tal cual discernió el Tribunal de alzada,
la ‘factura’ es un título valor que establece derechos sobre bienes,
puede ser a crédito o al contado, extendiéndose estas como reflejo
de toda la información de una operación de compraventa
porque muestra o detalla el producto comprado o vendido,
asimismo, la previsión normativa del artículo 4 inciso a) de la Ley
Nº 843, está referida al hecho imponible y el perfeccionamiento
del mismo, el cual se da con la emisión de facturas, sin hacer
referencia al valor probatorio que pueda tener una factura en la
cual no específica si es de venta a crédito o al contado, como
pretende la recurrente.
Finalmente, con referencia al punto 4 de las denuncias, en las
que la apoderada de la empresa recurrente indica que el sustento
de los considerandos V y VI del Auto de Vista impugnado, sólo
son apreciaciones subjetivas del Tribunal ad quem, el cual
habiendo olvidado el sistema procesal que rige en nuestro país,
se funda en los principios de legalidad, debido proceso, entre
otros, los cuales fueron transgredidos por la resolución hoy
recurrida.
Sin puntualizar exactamente cuál frase o razonamiento considera
cómo apreciación subjetiva apartada de los principios que rige el
procedimiento, ni cuál la forma en que debió de haberse razonado
lo que acusa de transgredido; circunstancia que no permite que
este Tribunal pueda dilucidar al respecto.
IV. POR TANTO:
4.1.- La Sala Civil Liquidadora del Tribunal Supremo de Justicia
del Estado Plurinacional de Bolivia, con la facultad conferida por
el parágrafo I numeral 1) del artículo 42 concordante con la
disposición Transitoria Octava de la Ley del Órgano Judicial y en
aplicación de lo dispuesto por los artículos 271 inciso 2) y 273
del Adjetivo Civil, declara INFUNDADO el recurso de casación en
el fondo, cursante de fojas 680 a 681 de obrados. Con costas.
4.2 Se regula el honorario del profesional abogado en la suma de
Bs. 1500.-, que mandará hacer efectivo el Juez A quo.
Primera Magistrada Relatora Dra. Ana Adela Quispe Cuba, de
cuyo proyecto fue disidente la Magistrada Dra. Elisa Sánchez
Mamani, con cuya disidencia estuvo de acuerdo el Magistrado
Dr. Javier Medardo Serrano Llanos.
Regístrese, notifíquese y devuélvase

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