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Emulsiones 2
Emulsiones 2
Una emulsión es una dispersión de dos líquidos inmiscibles uno en otro. Así
por ejemplo, si agitamos vigorosamente aceite de cocinar en agua se formará
una emulsión. El que la emulsión posea muy baja estabilidad (y por lo tanto
se separe muy rápidamente en sus componentes) es otro problema. Las
emulsiones poseen características muy particulares:
Por lo general, las dimensiones de las gotitas caen fuera del intervalo
que consideramos coloidal (>1000Å).
Requieren un tercer componente (un emulsificante) para ser estables.
Casi siempre se preparan por métodos de disgregación (para lo cual
ayuda mucho el emulsificante).
El agua constituye la fase dispersante más común.
Presentan una apariencia blanca opaca (lechosa).
Existen algunos sistemas que forman emulsiones tan fácilmente que se les
llama emulsificables espontáneamente aunque en realidad todavía es
necesario agitar ligeramente para producir la emulsión. Dentro de estos
sistemas emulsificables espontáneamente quedan las micro-
emulsiones, de las cuales no nos ocuparemos sino sólo para decir que son
dispersiones con gotitas de alrededor de 10 nm. y no presentan dispersión
de luz. Su potencial utilidad estriba en la recuperación terciaria de petróleo.
Dado que en general, los líquidos orgánicos son bastante miscibles entre
ellos, preferimos limitarnos al caso de emulsiones en las que el agua es una
de las fases y la otra un "aceite" (término general para designar cualquier
líquido inmiscible con agua). Entonces tendremos dos tipos de emulsiones:
aceite en agua (O/W) y agua en aceite (W/O). Una de las preguntas que nos
gustaría poder contestar a priori cuando preparamos una emulsión es:
¿cuál tipo obtendré? La formulación de una respuesta acertada tiene
mucho de arte. A través de los años se han desarrollado varias guías útiles
para predecir el tipo de emulsión que se formará:
Regla de Bancroft
Balance hidrofílico-lipofílico
Concepto de HLB
La primera parte del trabajo del sistema HLB es asignar un número a cada
emulsificante ("su HLB"). El carácter lipófilo aumenta a medida que
aumenta el valor de HLB. La segunda parte consiste en asignar un número
a las sustancias emulsificables, esto es, las ceras o aceites esenciales que
nos interesa dispersar. A este valor de HLB le llamamos el "HLB requerido"
por un ingrediente. Afortunadamente, los valores de HLB requerido y de
HLB para las sustancias más comunes están reportados en tablas. Así, por
ejemplo, la lanolina anhidra tiene un HLB requerido de 12. Con esta
información en mano, podemos eliminar familias enteras de emulsificantes
que tienen valores de HLB muy por arriba o muy por debajo de 12.
Aquí entra en juego una de las grandes virtudes del sistema HLB: los valores
de HLB, sean HLB o HLB requerido, son aditivos, lo cual significa que es
muy sencillo calcular el HLB requerido de una mezcla si ya conocemos los
valores de HLB requerido individuales. Solamente tenemos que tomar la
fracción del HLB contribuida por cada componente y sumarlas
todas. También, si tenemos mezclas de emulsificantes, es posible formular
una mezcla de emulsificantes con un valor muy específico de HLB
controlando las proporciones relativas de los emulsificantes de HLB
conocido.
Una limitación del HLB es que sus valores sólo son confiables para producir
emulsiones fluidas, no funcionan de manera tan simple para la formulación
de cremas semisólidas (por el estilo de "cold cream") o para lociones pesadas.
Hay que hacer notar que, antes de hacer las pruebas de emulsificación,
necesitamos definir con todo cuidado las cualidades que buscamos en
nuestro producto final, tales como estabilidad, viscosidad, consistencia y
fluidez o resistencia a ciclos de congelación-descongelación, entre otras. De
esto dependerá en buena parte la selección del sistema emulsificante y no
sólo de la estabilidad que imparta. Recordemos que el sistema HLB sólo
funciona bien para formulaciones de emulsiones fluidas.