UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CUENCA

FACULTAD DE ARQUITECTURA Y
URBANISMO

Teoría e historia de la
arquitectura iv

DOCENTE: Arq. María del cisne

TEMA: revisión capitulo v.

ALUMNO: DAVID SIMBAINA

CUENCA 4/12/2018
En primera instancia hace énfasis en la insalubridad del antiguo París, debido al deterioro
del mismo por esta razón existía la controversia de algunos autores en lo que se refiere a
su destrucción o su mantenimiento. Se destruye sectores completos del tejido antiguo de
París en nombre de la higiene salvando algunos monumentos que realmente para ellos era
importante y formaba parte de su legado.

En 1855 Ferdinand de Guilhermy publica un documento en el cual realiza un inventario

de todos los monumentos que sienten amenazados por los nuevos tiempos, en donde
simplemente quiere resguardar los monumentos, sin realizar un análisis completo de la
ciudad antigua. Por lo tanto percibe los barrios viejos como obstáculos para la salubridad,
el tránsito, la contemplación de los monumentos del pasado que necesitan ser despejados,
aquí nuevamente la higiene es la parte que necesita urgentemente la ciudad antigua.

El autor Víctor Hugo poeta de París medieval esta en contra de las aperturas y la
monotonía de la nuevas avenidas de la capital simplemente se limita a proponer alguna
desviación de las vías proyectadas para salvar no la continuidad de un conjunto urbano
sino un monumento realmente prefiere darle mantenimiento a los monumentos en situ.

La mayoría de los románticos franceses han sido traumatizados por las ordenaciones de
los ensanchadores de calles viendo desaparecer con nostalgia ciudades antiguas cuyo
encanto y belleza lo celebraban. Se puede tener una idea de como fue destruido gran parte
de la ciudad antigua, sin antes hacer un minucioso estudio con el cual se podría haber
salvado partes importantes de la ciudad.

La noción de patrimonio urbano histórico, acompañado de un proyecto de conservación,

nace en la época misma de Haussmann, pero lo hace bajo la pluma de Ruskin, la
conservación de la ciudad material en objeto del saber histórico ah sido provocada por la
transformación del espacio urbano consecuente a la revolución industrial la ciudad
antigua se transforma entonces en objeto de investigación por efectos de diferenciación
en esta instancia la figura memorial es Ruskin. Debido a la industrialización ya comienza
a existir nuevos materiales de construcción como el hormigón, la gente comienza a
cambiar el tipo de construcciones sin tomar en cuenta el patrimonio que tenían en su
tiempo.

Desde principio de la década de 1860 Ruskin llega a esta posición por el valor y el papel
que atribuye a la arquitectura doméstica, la ciudad antigua entera parece desempeñar
entonces en el presente caso el papel de monumento histórico toda la ciudad lo
consideraba como un monumento donde no se debería intervenir. Para Ruskin intervenir
en las ciudades de la era preindustrial es un sacrilegio, debe continuar habitándolas como
en el pasado ya que es la garantía de nuestra identidad personal rechazando la
trasformación del espacio urbano que se está produciendo en la época contemporánea
como ya se menciona debido al crecimiento industrial.
Ruskin combate por la vida y por la supervivencia de la ciudad occidental preindustrial,
estaba implicado en un mundo con 2 tipos de ciudades, la primera casi intactas de
reducidas dimensiones y la otra las grandes metrópolis del siglo XIX. Siempre prefiriendo
la ciudad intacta que cuenta una historia a través del tiempo.
La figura histórica:
Desde 1843-1903 la ciudad preindustrial aparece como objeto del pasado y la ciudad
contemporánea es asumida en su amplitud, visión opuesta a la de Ruskin por lo tanto
nuevos autores hacen referencia a la ciudad contemporánea.

Sitte tiene como origen una constatación limitada y precisa: la fealdad de la ciudad
contemporánea o mas bien, su falta de calidad estética, atribuye nuevas funciones entre
ellas es placer estético no parece tener ningún lugar. Prácticamente son las dimensiones
gigantes de nuestras ciudades, rompiendo el marco artístico de formas antiguas, debe
crearse una escala adecuada para ciudades de millones de habitantes. Tiene una idea
donde la ciudad antigua debe mantenerse juntamente con la ciudad contemporánea ya que
para el autor la ciudad contemporánea no tiene una armonía.

El interés de estos análisis no es solamente histórico, la ciudad antigua todavía puede

darnos lecciones que aparece en el libro de Sitte
Sitte y Viollet-le-Duc tienen un profundo parentesco en la búsqueda de una arquitectura
verdaderamente contemporánea.

Se vinculan entre si 2 autores separados por una generación pero que permiten entender
a ambos el primero para la arquitectura y el segundo para el urbanismo entendido como
arte.

Sitte reconoce la artificialidad de las ordenaciones urbanas efectuadas según reglas del
análisis racional de las formas históricas.

Viollet-Le-Duc aporta unos materiales que desempeñarán un papel decisivo en la

construcción de la tercera figura de la ciudad antigua.
Sitte manifiesta la preocupación de salvar de la destrucción, en lo posible, las viejas
ciudades, y de forma breve.
La figura histórica: Papel museal

Ciudad antigua amenazada de desaparición concebido como objeto raro, frágil, valioso
para el arte y para la historia
Urbanistas Henri Prost, Jean Claude Nicolas Forestier y Rene Danger

Los CIAM rechazan la noción de ciudad histórica o museal Le Corbusier 1925 propone
arrasar el tejido de los viejos barrios de Paris y reemplazarlos por rascacielos conservando
solamente algunos monumentos: Notre-Dame de Paris, el arco del Triunfo Torre Eiffel.
La figura Historial

Gustavo Giovanoni otorga un valor de uso y un valor museal integrando en la concepción

general de la ordenación territorial.
Evalua las nuevas técnicas de transporte y de comunicación.
Giovanoni es casi el primero en percibir la ruptura y la desintegración de la ciudad en
beneficio de una urbanización generalizada y difusa.

Realiza un estudio del hombre para poder entender una ciudad realiza una relación entre
movilidad y estabilidad.

Giovanoni supo rebasar la concepción unidimensional de Viollet-Le-Duc en beneficio de

una concepción dual de la mutación impuesta al espacio urbano por la era industrial.

Concibió su vinculación con la ciudad baja, prometida al desarrollo industrial haciendo

renacer en la gloria de sus plazas y de sus monumentos públicos.

Prácticamente el único de los teóricos del urbanismo del siglo XX que centro sus
preocupaciones en la dimensión estética del establecimiento humano, desarrolla con
optimismo las premisas planteadas por Viollet-Le-Duc a la escala de redes urbanas.

Reconoce y confiere a los tejidos antiguos el valor actual y social designados por Ruskin
y Morris sin llegar a instalarse en la historicidad.