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Documento creado: 14 agosto del 07

Air & Space Power Journal - Español Tercer Trimestre 2007

Volar y Luchar en el Ciberespacio

Honorable Michael W. Wynne, Secretario de la Fuerza Aérea

Considere las Siguientes Situaciones:

• Ahora mismo hay un terrorista tendido sobre el estómago en una zanja


polvorienta. Tiene un transmisor de radio que hará detonar un dispositivo
explosivo que matará a soldados estadounidenses cuando circulen en un convoy
por un tramo de asfalto roto. El personal de la Fuerza Aérea de una instalación de
seguridad justo al este de las Montañas Rocosas de Colorado introduce comandos
en satélites de sistema de posicionamiento global (GPS) para permitir que un F-
16 se enfrente al terrorista con munición guiada de precisión.

• Ahora mismo hay un técnico financiero, tomándose un café en una cafetería


conectada al internet, que está transfiriendo dólares de EE.UU. por medio de una
computadora portátil para apoyar operaciones terroristas. El personal de la Fuerza
Aérea de un centro de operaciones conectado a la red reconfigura a distancia los
sistemas de computadoras de la Fuerza Aérea de todo el mundo para mitigar el
ataque de la computadora por internet.

Recientemente, el Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea y yo tomamos medidas para


concentrar y acelerar los esfuerzos de la Fuerza Aérea en el ciberespacio haciendo lo
siguiente: actualizando la declaración de la misión de servicio, manteniendo una Fuerza
de Tarea del Ciberespacio y asignando tareas de mando importantes para desarrollar
opciones organizativas potenciales incluido un mando adicional importante. La Fuerza
Aérea depende en particular del ciberespacio y está bien situada para librar batallas en el
ciberespacio. Sin el dominio del ciberespacio, las operaciones en los dominios del aire y
del espacio así como en los de tierra y mar están en peligro. El punto principal del esfuerzo
de la Fuerza Aérea consiste en combinar los esfuerzos distintos aunque efectivos, de miles
de miembros de la Fuerza Aérea, que ya contribuyen a las operaciones del ciberespacio,
en una organización que pueda producir efectos globales, gestionar la capacidad del
ciberespacio actual, y desarrollar nuevos sistemas y métodos para suministrar las
opciones soberanas requeridas.

El Ciberespacio

Así como las moléculas de agua y los principios de la


hidrodinámica definen el dominio del mar y las moléculas de aire
y los principios de la aerodinámica definen el dominio del aire, el
espectro electromagnético y los componentes electrónicos
relacionados y la propagación de energía definen el ciberespacio.
Esto incluye todas las señales que circulan por el espectro
electromagnético—las de teléfonos celulares, internet y los
dispositivos de detonación a distancia. Si un equipo emite,
transmite o refleja, quiere decir que usa el ciberespacio.

En septiembre de 2006, el Estado Mayor Conjunto aprobó una definición del ciberespacio
como "un dominio caracterizado por el uso de componentes electrónicos y el espectro
electromagnético para guardar, modificar e intercambiar datos a través de sistemas de
redes e infraestructuras físicas relacionadas".1
Michael W. Wynne
Secretario de la Fuerza Aérea

El punto clave de la definición—la idea de que el ciberespacio incluye la totalidad del


espectro electromagnético—permite un enfoque más completo de la lucha del
ciberespacio. Por ejemplo, los esfuerzos contra un sistema de defensa aéreo integrado del
enemigo podrían incluir efectos ofensivos y defensivos así como cinéticos y no cinéticos
contra las señales (radar y comunicaciones), nudos y sistemas de redes de todo el
sistema—no simplemente los aspectos de comunicaciones o almacenamiento de datos.
La Fuerza Aérea es la principal fuerza de maniobra multidimensional de la nación, cuya
estrategia y tácticas tiene en cuenta la agilidad, alcance, velocidad, subrepción, carga útil,
precisión y persistencia para producir efectos globales a la velocidad del sonido y, con la
capacidad del ciberespacio, a la velocidad de la luz. Esta definición significa lo que
comprende el ciberespacio, que es más que la internet, porque también incluye
capacidades como la energía dirigida, que existe en una parte del espectro
electromagnético que está fuera de la red de información global interconectada basada en
computadoras.

La Fuerza Aérea domina actualmente el espacio en la medida que incluso supervisa y


hace el seguimiento de miles de restos de "basura" espacial. Aunque existen cargas útiles
extranjeras y comerciales en el espacio, la Fuerza Aérea sin ninguna duda confiere a
Estados Unidos la capacidad de proyectar el poder a través de este dominio.

Además, la Fuerza Aérea proporciona superioridad en el dominio del aire en el lugar y


con la duración que decida. Es cierto que varios países reclaman la soberanía del espacio
aéreo próximo a sus posesiones territoriales, pero estos límites probablemente no se
pueden hacer cumplir haciendo frente a acciones deliberadas de la Fuerza Aérea. Nuestro
servicio tiene actualmente la capacidad de negar el uso de incluso el espacio aéreo
extranjero nacional durante un tiempo y en un lugar especificado.

El ciberespacio exige un esfuerzo comparable a la omnipresencia global estratégica de la


Fuerza Aérea en el aire y en el espacio, pero hoy en día el servicio puede ofrecer
solamente opciones limitadas en ese dominio. Los adversarios, ya sean estados nación o
terroristas, pueden maniobrar de forma efectiva dentro del ciberespacio y por lo tanto
pueden encontrar oportunidades para explotarlo. Se pueden comunicar globalmente con
sus agentes, repartir propaganda y solicitar apoyo en todo el mundo, atacar la presencia
en el ciberespacio de los oponentes (inutilizando servidores y mutilando sitios web), e
incluso llevar a cabo operaciones tácticas que tengan efectos cinéticos, como
interferencias en las frecuencias de GPS o detonación de dispositivos explosivos
improvisados por medio de frecuencias de radio controladas a distancia.

Una gran parte de nuestra capacidad de combate opera en el ciberespacio: los sistemas de
mando y control (C2) así como las plataformas de inteligencia, vigilancia y
reconocimiento que aseguran la posición de conocimiento del campo de batalla son
simplemente dos ejemplos de sistemas críticos que operan en el ciberespacio—y que
están en riesgo por asociación. No podemos permitir a nuestros adversarios, tentados por
el bajo costo de entrada y los altos beneficios, obtener una ventaja en el ciberespacio, que
operen libremente allí. La presencia tan común de sitios web en favor de la yihad
representa un ejemplo tangible y muy visible de cómo nuestros adversarios usan los
elementos del ciberespacio contra nosotros.

Esfuerzos de la Fuerza Aérea en el Ciberespacio

La Fuerza Aérea tiene una larga historia de lucha en el ciberespacio. A medida que
aumentaron en importancia las operaciones en el espectro electromagnético, surgió una
gama de formas de combatir en el ciberespacio, como la interferencia de frecuencias de
radio, el combate electrónico por radio (un derivado ruso de la guerra electrónica), la
guerra de C2, la investigación de energía dirigida, la capacidad de información y
operaciones (incluido el ataque y la defensa de las computadoras), etc. Aunque todos los
servicios hacen inversiones sustanciales en las capacidades del ciberespacio, la Fuerza
Aérea proporciona la preponderancia de haberes para la batalla del ciberespacio.

Desafortunadamente, la falta de enfoque de las fuerzas del ciberespacio dentro de la


empresa de la Fuerza Aérea ha obstaculizado la presentación de servicios de estos haberes
al esfuerzo de combate conjunto. Mientras que los servicios terrestres y marítimos tienen
relaciones de mando directas con sus capacidades de ciberespacio y líneas directas con
los comandantes combatientes mediante el Mando Estratégico de EE.UU. o el Mando de
las Fuerzas Conjuntas de EE.UU., la Fuerza Aérea emplea varias disposiciones en
diferentes mandos principales para suministrar las capacidades y efectos ciberespaciales.
Para que el ciberespacio alcance su máximo potencial, debe convertirse en una capacidad
tan crucial como lo es el poder aéreo para lograr la lucha conjunta a fin de ejercer un
verdadero dominio del aire, espacio, ciberespacio, tierra y mar.

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Todos los aspectos de la guerra aérea
tendrán una función equivalente en la
guerra ciberespacial.

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Los efectos que podríamos producir en el ciberespacio varían desde la simple disuasión
hasta la destrucción y derrota absolutas. No obstante, es importante hacer hincapié que
no cinético no equivale a no letal. Así como podemos usar un ataque cinético para
aterrorizar en vez de matar, también podemos emplear ataques no cinéticos para
suministrar un espectro completo de efectos con el fin de irritar o causar tremendas
pérdidas de vida y materiales. La presentación de la fuerza apropiada permitirá el uso
preciso de estos efectos según las reglas de enfrentamiento.

Entre los ejemplos de efectos factibles en el reino del ciberespacio se podría incluir la
supresión de las defensas enemigas del ciberespacio, apropiándonos y controlando las
defensas del enemigo según nuestros deseos, y llevando a cabo un apoyo inmediato del
ciberespacio que incluya operaciones ciberespaciales diseñadas para asegurar la libertad
de llevar a cabo operaciones del ciberespacio y que no sean del ciberespacio en
operaciones de seguridad o de señuelo para alejar las operaciones ciberespaciales del
enemigo de las actividades/fuerzas amigas. Todos los aspectos de la guerra aérea tendrán
una función equivalente en la guerra ciberespacial.

Acciones Recientes

El 7 de diciembre de 2005, el día del aniversario de Pearl Harbor, el Jefe de Estado Mayor
y yo proclamamos una misión de transformación para la Fuerza Aérea: "volar y luchar en
el aire, en el espacio y en el ciberespacio".2 La mención explícita del ciberespacio refleja
el reconocimiento de la interdependencia entre los dominios. La superioridad en el
ciberespacio es el prerrequisito para llevar a cabo operaciones efectivas en todos los
dominios estratégicos y operacionales. La Fuerza Aérea tiene un compromiso no
negociable para suministrar opciones soberanas para Estados Unidos a través del dominio
del aire, del espacio y del ciberespacio. Este pronunciamiento da al ciberespacio el mismo
énfasis que el que se da a los dominios del aire y del espacio.

En enero de 2006, también establecimos una Fuerza de Tarea del Ciberespacio a nivel de
Plana Mayor del Aire bajo la guía del Servicio Ejecutivo Superior. La dotación de la
misma consiste en personal obtenido de la Plana Mayor del Aire y expertos de la Reserva
de la Fuerza Aérea y de la Guardia Nacional Aérea (ANG). La fuerza de tarea investigó
todos los aspectos de una función de la Fuerza Aérea en el ciberespacio, debatió las
opciones con nuestros servicios hermanos y, a nivel de Generales en toda la Fuerza Aérea,
desarrolló orientaciones para enfocar el debate, y formuló opciones para establecer una
hoja de ruta con el fin de asistir al desarrollo de esta capacidad.

En Septiembre de 2006, el Jefe de Estado Mayor y yo asignamos a los generales de los


mandos importantes de la Fuerza Aérea con capacidad ciberespacial la tarea de
proporcionar una serie de opciones para desarrollar un mando de combate importante en
el ciberespacio. De momento esto nos ha llevado a identificar al Teniente General Robert
Elder y a la Octava Fuerza Aérea como comandante y mando residente respectivamente
del ciberespacio. Evaluaremos las recomendaciones sobre el tamaño y la composición de
esta fuerza e implementaremos un plan completo incluido la adquisición, el desarrollo de
fuerzas y las capacidades para situar a la Fuerza Aérea a la cabeza del dominio del
ciberespacio.

La Visión

Como en otros dominios en que las fuerzas armadas llevan a cabo operaciones, el
ciberespacio puede tener componentes ofensivos y defensivos. Los ejercicios de
adiestramiento de combate Red Flag, componentes bien conocidos de la guerra aérea, se
convertirán también en un elemento fundamental de la guerra en el ciberespacio. En este
contexto, debemos observar que la naturaleza defensiva de la guerra en el ciberespacio se
refiere a la protección de la capacidad de llevar a cabo operaciones ofensivas—no a la
opinión más común de defensa como seguridad de información. Aunque lo último es
importante, unas barreras de fuegos ("firewalls") más altos y más gruesos no garantizarán
la seguridad del ciberespacio. Lo siguiente es crucial: El reino del ciberespacio
comprende mucho más que la guerra de redes. El ciberespacio es un dominio, como la
tierra, donde se aplican cada uno de los principios de la guerra. Para entender este
concepto se requiere un cambio institucional y cultural importante en la planificación y
en las operaciones bélicas.

La Fuerza Aérea tiene ciertas ventajas para producir efectos globales. Observe el sistema
de armas del centro de operaciones del aire y del espacio (AOC), que permite al
comandante del componente aéreo de la fuerza conjunta de una fuerza de combate
conjunta mejorar el C2 conectado por red surtiendo efectos en los dominios del
aire/espacio/ciberespacio. El AOC, que en estos momentos se inclina hacia la producción
de efectos suministrados por el aire, con el apoyo del espacio y efecto en las capacidades
del ciberespacio, podría evolucionar y convertirse en un centro de coordinación y tareas
para toda la gama de haberes del aire, espacio y ciberespacio de la Fuerza Aérea.

La Fuerza Aérea desarrollará un plan de largo plazo para el guerrero ciberespacial del
futuro consiguiendo expertos establecidos en toda la Fuerza Aérea de múltiples
disciplinas y comunidades funcionales. Las aptitudes básicas como la guerra electrónica,
el control del espacio y las operaciones de guerra de la red son candidatos clave para un
cuadro orgánico básico inicial, con otros como competidores próximos.

Nuestro personal tiene la clave del éxito, y nosotros simplemente tenemos una fuerza de
trabajo tecnológicamente experta y muy impulsiva para conducirnos allí. Necesitamos
buscar y desarrollar el talento de la Fuerza Total para asegurar el dominio del
ciberespacio. Necesitamos reclutar y desarrollar todos los componentes de la Fuerza
Aérea. También debemos aprovecharnos del talento y de los conocimientos de nuestros
miembros de nuestra Guardia y Reserva que puedan tener relaciones directas y una larga
experiencia en la industria de alta tecnología.

El reino del ciberespacio comprende mucho más


que la guerra de redes. El ciberespacio es un
dominio, como la tierra, donde se aplican cada
uno de los principios de la guerra. Para entender
este concepto se requiere un cambio institucional y
cultural importante en la planificación y en las
operaciones bélicas.

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Ya hemos instituido varias iniciativas de este tipo. Por ejemplo, el 262avo Escuadrón de
Agresores de Información, una unidad de la ANG en el estado de Washington, utiliza los
conocimientos de la industria de miembros de la guardia empleados en Microsoft, Adobe,
Cisco y otras firmas de tecnología de la parte occidental del estado. El 177avo Escuadrón
de Agresores de Información en Kansas, otra unidad de la ANG, obtiene individuos de
firmas locales como Sprint, Boeing y Koch Industries. En cada uno de estos ejemplos así
como en la relación de Texas con el personal de la Guardia y la Reserva obtenidos del
Corredor de Austin (un famoso centro tecnológico) y que sirve a una variedad de unidades
dentro de la 67ava Ala de Guerra de Redes y del Centro de Guerra de Información de la
Fuerza Aérea, estamos haciendo avanzar la naturaleza de la Fuerza Total del reino del
ciberespacio reuniendo de forma efectiva a guerreros de la Guardia y de la Reserva.

Pensamos hacer llegar la llamada de la Fuerza Aérea a nuestra población estadounidense


con conocimientos tecnológicos. Los esfuerzos del ciberespacio nos permitirán luchar en
grupos ágiles, ampliables usando métodos empresariales conectados por red e ideas
frescas de la "Generación del Ciberespacio". Desarrollaremos una empresa del
ciberespacio coherente para fomentar una fuerza de guerreros del siglo XXI capaces de
suministrar un espectro completo de efectos cinéticos y no cinético, letal y no letal en
todos los dominios. Como nuestra nación depende de nosotros no sólo para volar y luchar
sino también para vencer, debemos tener la capacidad de suministrar opciones soberanas
en el ciberespacio, así como lo hacemos en el aire y en el espacio.

Notas:

1. Estado Mayor Conjunto, Plan de campaña de operaciones conjuntas centradas en la


red (Washington, DC: Estado Mayor Conjunto; Directorado de mando, control,
comunicaciones y sistemas de computadoras [J-6]; Octubre de 2006), 62,
http://www.jcs.mil/j6/c4campaignplan/JNO
_Campaign_Plan.pdf (se tuvo acceso a este sitio el 9 de enero 2007).

2. "Carta de SECAF/CSAF a los miembros de la Fuerza Aérea: declaración de la misión",


[7 de Diciembre de 2005], Air Force Link,
http://www.af.mil/library/viewpoints/jvp.asp?id=192 (se tuvo acceso a este sitio el 9 de
Enero de 2007).

Colaborador
El Honorable Michael W. Wynne (USMA; MS, Air Force
Institute of Technology; MBA, University of Colorado) es el 21er
Secretario de la Fuerza Aérea, confirmado el 3 de noviembre de
2005. Está a cargo de los asuntos de la Fuerza Aérea, inclusive
de la organización, adiestramiento, equipamiento y bienestar de
una nómina que consta de más de 700,000 empleados militares
y civiles y un presupuesto de aproximadamente $110 mil
millones de dólares. Anteriormente se desempeñó en calidad de
Subsecretario de Defensa Adjunto para compras, tecnología y
logística, fue miembro del NextGenFund Executive Committee
y ocupó cargos ejecutivos con empresas tales como IXATA
Group, Extended Reach Logistics, General Dynamics y
Lockheed Martin. Durante siete años sirvió en la Fuerza Aérea
culminando su carrera como capitán y profesor adjunto de
astronáutica en la Academia de la Fuerza Aérea.

El Teniente General USAF Robert J. Elder


Jr., Comandante de la 8ava
Fuerza Aérea ha sido designado como
Comandante del nuevo
Comando Cibernético de la Fuerza Aérea.

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