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Artículo 196. Las acciones civiles a que se refiere esta Ley para exigir la reparación de todo daño
prescribirán a los doce (12) meses de sucedido el accidente. La acción de repetición a que se contrae
el artículo anterior prescribirá en igual término, a partir del pago de la indemnización
correspondiente.
Capítulo II
Artículo 193. Los propietarios o propietarias no serán responsables de los daños causados por sus
vehículos cuando hayan sido privados de su posesión como consecuencia de hurto, robo o
apropiación indebida.
Disposiciones especiales
Artículo 197. El Ejecutivo Nacional podrá dictar disposiciones especiales sobre la garantía de
responsabilidad civil que juzgue conveniente establecer a los propietarios y las propietarias o los
conductores y las conductoras de vehículos con matrícula extranjera.
Croquis es una palabra que deriva de un vocablo de procedencia francesa. Se emplea para hacer
referencia a un diseño básico, rústico, carente de precisiones y detalles. Por lo general, consiste en
una ilustración, un esquema o gráfico que se confecciona a simple vista, sin apelar a elementos de
precisión geométrica.
Daños materiales
Artículo 200. Cuando un accidente de tránsito terrestre produzca daños materiales, la autoridad que
conozca del mismo debe:
1. Verificar si los vehículos reúnen las condiciones de seguridad exigidas en esta Ley y cualesquiera
otras normas que regulen la materia.
2. Levantar el croquis del accidente, hacer una relación de los daños sufridos por los vehículos o por
cualquiera otra propiedad, y formar el expediente administrativo del caso.
3. Ordenar el avalúo de los daños causados, que se hará por un solo perito designado por la
autoridad administrativa competente del transporte terrestre.
4. Realizar las experticias necesarias para determinar si los conductores implicados o las conductoras
implicadas en el accidente de tránsito se encuentran bajo los efectos del alcohol o de sustancias
estupefacientes o psicotrópicas.
Pasaremos a desarrollar seguidamente todos y cada uno de los factores que concurren a la
producción del siniestro:
Debe sumarse a lo expuesto, el ritmo cada vez más acelerado a que nos vemos obligados a
desarrollar las actividades cotidianas, convirtiéndose el tiempo, para muchos de nosotros, en un
elemento de alto precio que es necesario administrar con avaricia.
Esta situación se traduce, en materia vial, en un notorio incremento de las velocidades de circulación
y en una considerable disminución de los límites de prudencia aumentando, consecuentemente el
número de siniestros.
Debemos tener en cuenta que la posibilidad de respuesta de un ser humano ante determinado
estímulo depende de tres factores que actúan secuencial y sincronizadamente, a saber: 1) La
percepción, 2) La resolución y 3) La acción. El período de tiempo que transcurre desde la iniciación
de la percepción hasta la finalización de la acción se denomina "TIEMPO PSICOFISICO DE REACCION"
b. El camino:
El tipo de calzada, banquinas, la existencia de peralte, puentes, alcantarillas, pendientes y
abovedamiento de la vía de circulación, su estado de conservación y mantenimiento influirán
también en la circulación de los vehículos y en los siniestros que se puedan producir.
Así, los coeficientes de adherencia entre el neumático y la calzada variarán con la naturaleza del
material empleado para la construcción del camino e incluso con su estado de utilización.
Debe tenerse en cuenta que también influye en la adherencia del neumático, la existencia de tierra
suelta, arena o agua sobre la calzada, comportándose los dos primeros elementos como pequeños
rodamientos entre las superficies en contacto y el segundo como película lubricante,
particularmente en aquellos casos en que el automotor cuenta con cubiertas de deficiente dibujo.
Por otro lado se encuentran en la vía factores tales como: animales, niños jugando, personas
distraídas o temerarias, vehículos que obstruyen las vías, obras civiles en proceso, etc, que se
convierten en factores de riesgo, sobre todo para aquellos conductores que no se concentran lo
suficiente mientras están manejando.
Es pues necesario tener todos los sentidos alerta a la hora de conducir, para poder reaccionar con
suficiente tiempo cuando aparezca un imprevisto en la vía.
EL Pasajero (a).
El pasajero o la pasajera es toda persona que es trasladada de un sitio a otro por un conductor, en
un vehículo.
Los pasajeros pueden clasificarse según el tipo de vehículo en el que viajan, así:
De vehículo particular: viajan en vehículo de uso personal o familiar.
De colectivo. Usuarios del transporte público.
De vehículo escolar: Estudiantes que viajan desde sus casas al plantel educativo y viceversa.
De vehículo de seguridad o de emergencia. Funcionario o persona autorizada que se moviliza en
este tipo de vehículo, como bomberos, enfermeros, paramédicos, militares…..
De moto. Persona que viaja en moto, detrás del conductor, como “parrillero”.
El conductor (a)
El conductor o conductora es la persona que opera un vehículo para su movilización. Es el eje
central del sistema vial.
Podemos identificar y clasificar a los conductores por el uso que se da al vehículo que conduce.
Por ejemplo, hay conductores de vehículos particulares, públicos, escolares. entre otros. Los
conductores también pueden clasificarse según el tipo de licencia de conducir que las autoridades
les hayan otorgado. Las licencias pueden ser de segundo, tercer, cuarto y quinto grado. Los grados
dependen del tipo y uso del vehículo y de la complejidad de su manejo. Las autoridades expiden
licencias especiales a personas con alguna limitación física, si pueden conducir de manera
responsable y segura ciertos vehículos.
El peatón (ona).
Peatón o Peatona: Es la persona que transita a pie por las vías y terrenos. Son también peatones las
personas con discapacidad que circulan en sillas de rueda, con motor o sin él, y quienes conducen
a pie una bicicleta o andan en patines y patinetas.
Los peatones pueden clasificarse según la ubicación geográfica, así:
Del sector rural. Son los peatones de caseríos, pequeños pueblos, etc.…, donde el tránsito
automotor es reducido.
Del sector urbano. Son los peatones que se movilizan en las calles y avenidas de las ciudades, donde
el tránsito automotor suele ser intenso.
Del sector periférico. Son los peatones de ciertas áreas de las ciudades, donde la vitalidad es
deficiente (calles, estrechas, sin aceras, etc.)