LENGUA Y LITERATURA NS

Una Tragedia de la felicidad: “El Extranjero”

William Shakespeare

CÓDIGO DE CANDIDATO: ghh330

NÚMERO DE PALABRAS: 1380

 El objetivo de Albert Camus en esta obra es mostrarnos, a través de su vida un contexto

que desafía lo normal de una sociedad que vive inmersa en la monotonía y que de ella no puede

salir, un entorno que lo juzgan por tan solo no encajar en ella, “El Extranjero” sin duda es una de

la obras más comentadas hoy en dia, ya que en ella podemos reconocer una cantidad significativa

de aquellas posiciones de carácter filosófico, además de eso presentándonos y un estilo literario

amable y de un calidad incuestionable, lo cual nos ayudara a experimentar una historia

radicalmente impresionante.

Aunque es preciso decir que la compresión de dicho escrito resulta sumamente sencillo pero

en si está equivocado, ya que muchas de las obras de Camus muestran convicciones personales

de sí mismo, así como señales obvias de su particular orientación filosófica, pues más bien

nosotros nos pondremos a conjuntar semejantes situaciones y resalta, de una manera constante, la

condición de un personaje que ha sido analizado y juzgado siempre de una perspectiva bastante

abstracta.

Para comenzar de una manera directa con el tema que pretendemos indagar y desarrollar, nos

que únicamente determinar el plan que seguiremos, mismo que va desde un inicio la exposición

de la interpretación de Sartre, la cual está contenida en su obra: explicación del “Extranjero”. La

influencia que ha marcado dicha obra ha sido tal que podría considerarse como el canon para

incitar a leer la obra de Camus.

En dicho caso, lo consideraremos como una de las interpretaciones con más valides en la

literatura. En un segundo paso presentaremos de una manera sintética aquellas situaciones por las
que son esenciales para el reconocimiento y desenvolvimiento del desarrollo como para el

desenlace de la obra; hecho esto revisaremos las interpretaciones que le da Camus a su personaje

como aquella especie de conciencia abstracta, un hombre que de manera pasiva se ha visto

envuelto en situaciones inusuales con y sin constancia de una ausencia de voluntad

conmovedora. Finalmente, se procederá a mostrar cómo se ha comprendido la historia del

protagonista desde su perspectiva distinta de la que muchos normalmente ven, una en la cual se

considere a dicho personaje como aquel extraño en el mundo que se encuentra inmerso en un

proceso particular de reconocimiento y que finalmente el no será distinto a muchos de su

alrededor, ni tan culpable o indiferente como vagamente se piensa.

Ahora bien nos resulta complicado entender que, tanto para muchos autores como para

Sartre, el protagonista de la obra materializada en la vida plena misma de la teoría absurdista que

Camus expone en su obra el Extranjero. Dicha posición encuentra una fuerza tenaz si ejercitamos

un poco nuestra memoria y con ello llevarla al límite en recordar la actitud que tiene Monsieur

Meursault ante cada experiencia descrita en esta novela. Con esto Camus nos presenta a un

hombre irresoluto, sin toma de decisión u opinión con respecto a los acontecimientos más

importantes e inmediatos para sí mismo.

Aunque en este caso el héroe de la novela espera aquel consejo o dirección que sus

personajes pueden brindarle como una oportunidad de adaptación al medio, actuando sin

oponerse o manifestándose de alguna manera. Es por tal forma que Sartre evoca que las

situaciones a la que este personaje se enfrenta, son radicalmente determinantes y vitales, pues no

modifican la actitud del mismo.

 El Extranjero, Camus no da a conocer la filosofía de lo absurdo, la cual tiende a ser el

motivo principal de la persistencia y del esfuerzo constante, pero en realidad una inutilidad del

hombre, mostrando así caminos que tajen de una vez por todo el ritmo de la vida de un

extranjero de su mundo, de su entorno, de su contexto siendo este el ejemplo del suicidio; pues

ésta posee un valor que se lo adjudica a la libertad como algo intrínseco.

Dicha libertad que se experimenta, tal cual como muestra el Extranjero es meramente fugaz,

pues no nos libramos de la carga que representa a la vida misma como un solo instante, mientras

otra entra en juego y se presenta. O más bien cuando mientras recomencemos nuestras

actividades una vez más. Por esto es que la conciencia de lo absurdo contiene elementos

singularmente interesantes para la compresión de esta obra, porque como veremos más adelante,

el personaje principal sabe que la vida no merece ser vivida, tanto como que cada esfuerzo,

incluido también aquel ejemplo que garantiza la prolongación y persistencia de la vida, aun así

resulta irreconocible y absurdo.

No obstante para Sartre, este se encuentra convencido en la totalidad de lo absurdo que

invade a Camus y al protagonista que no muestra dolor, pena, emociones o simplemente un

arrepentimiento que sucumba el manto de su extranjerismo que lo caracteriza ya que la muerte,

la miseria y el sufrimiento para el son algo natural e inevitables, donde reconoce que la intención

de los hombres resulta inútil y sin sentido, el este no cambia y si trata de hacerlo este cambio es

inevitable ejemplo de aquello aquella situación natural del paso de la vida hacia la muerte.
 Esto es, ahora más evidente pues es la razón por la que Meursault se encuentra más

preocupado por el cansancio y de esa intensidad incesante del sol sobre su cara en lugar de

manifestar algún tipo de sentimiento referente al deceso de su madre.

Además, de dicha situación nos ha permitido comprender como es claramente es que el

protagonista se queda en el estadio del deseo simple y fugaz hacia Marie, su compañera de

trabajo. Este deseo de lujuria es lo que más interesa a Camus, ya que se manifiesta luego del

entierro de su madre, es así que dicho acontecimiento resulta incomprensible y hasta a veces

incómodo para la sociedad que más tarde los juzgara.

Sin embargo esto no es todo, ya que si consideramos a lo acontecido como una pasión a la de

lo absurdo, entonces solo así comprenderemos porqué el protagonista no es capaza de reconocer

a la dama, siquiera, como su amante, para este seguirá siendo Marie, a pesar de un posible

matrimonio a futuro.

Así de esta forma es como pudiésemos releer una y otra vez el “Extranjero” bajo la

perspectiva de lo absurdo que nos presenta Camus, quien tiene bastante razón al sugerirnos la

obra como una versión más vivencial del absurdismo teórico. Igualmente, a pesar de estar de

acuerdo en el hecho de que el personaje principal es particularmente distinto y distante del

mundo narrado, destaquemos la concepción de la indiferencia y la pasividad por parte del héroe

que nace a partir de una idea de la contextualización del consiente absurdismo.

 Cabe concluir que tras la revisión que se le hace al “Extranjero”, esta es sin duda una novela

radicalmente distinta, donde esta establece un antes y un después en la literatura que ha marcado

a Europa y que difumina exitosamente las distancia entre literatura y filosofía, es decir,

entrelazando de estas dos últimas tanto contenido como formas e intenciones. Asimismo las

interpretaciones en la que nos hemos enfocado nos permiten comprender aspectos singulares y

significativos de la historia tras un hombre que se encuentra en una desadaptación total de su

mundo que lo rodea, siendo así esta una guía que nos llevó a caminos determinados, dándonos

una luz de las situaciones más concreta de este extranjerismo, que cierran nuestra visión a las

interpretaciones más amplias e inmediatas.

Esto nos ocurre cuando nos quedamos con la versión que en primera instancia nos brinda

nuestra conciencia de lo absurdo, no podremos explicar el crecimiento personal del personaje

respecto a lo que a este rodeo con aquellos ínfimos sentimientos de amistad o amor, mucho

menos de aquel estado que fue su condena del tan solo no mostrar un sentimiento de pena hacia

la muerte de su madre o la absolución de un crimen que jamás pretendió cometer. Si, por otra

forma nos detenemos en la condición amoral de nuestro personaje, se nos esfuma de igual

manera el crecimiento intelectual y emocional de un personaje que comienza a reconocer de

cierta manera un sentido de pertenencia a las circunstancias actuales que a este invaden.