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Introducción

La anemia no es una enfermedad sino una indicación de otro problema; por eso es
importante detectar la causa. En general la causa es simple y las reservas
de hierro pueden volver a su nivel normal mediante una dieta o toman suplementos
de hierro. Sin embargo, la anemia puede ser síntoma de algo más serio, como una
hemorragia intestinal. Por tanto la anemia nunca debe ser ignorada.

Este tipo de anemia ocurre ante la ausencia del hierro necesario para producir
hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno por todo el
cuerpo. Normalmente el cuerpo tiene suficientes reservas de hierro, siendo los
glóbulos rojos una fuente importante de hierro. Los glóbulos rojos viven unos 120
días, y al morir, el hierro que contienen es reabsorbido por el organismo.
La Anemia
¿Qué es la Anemia?

La anemia es una enfermedad en la que la sangre tiene menos glóbulos rojos de


lo normal.También se presenta anemia cuando los glóbulos rojos no contienen
suficiente hemoglobina. La hemoglobina es una proteína rica en hierro que le da
a la sangre el color rojo. Esta proteína les permite a los glóbulos rojos
transportar el oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo.

Si usted tiene anemia, su cuerpo no recibe suficiente sangre rica en oxígeno.


Como resultado, usted puede sentirse cansado o débil. También puede tener
otros síntomas, como falta de aliento, mareo o dolores de cabeza. La anemia
grave o prolongada puede causar lesiones en el corazón, el cerebro y otros
órganos del cuerpo. La anemia muy grave puede incluso causar la muerte.

Tipos de anemia según su causa

Existen muchos tipos de anemia, que se pueden clasificar en los siguientes


grupos:
 Anemias por pérdida de sangre.
 Anemias por disminución o producción defectuosa de glóbulos rojos.
 Anemias por aumento en la destrucción de glóbulos rojos.

Síntomas

 Palidez de la piel y las mucosas,


 Cansancio progresivo,
 Dolor y calambres en las piernas,
 Pérdida de fuerza,
 Cefaleas,
 Pitidos en los oídos,
 Irritabilidad,
 Falta de concentración,
 Pérdida de apetito,
 Ausencia de menstruación,
 Disminución del deseo sexual,
 Palpitaciones,
 Caída del cabello,
 Uñas débiles.

Causas

La causa más frecuente de la anemia es la falta de hierro, pero puede estar


provocada por otras muchas causas como:
 La ingesta de ciertos medicamentos,
 Enfermedades crónicas como cáncer, colitis ulcerativa o artritis
reumatoidea,
 Genéticas, ya que algunas formas de anemia, como la talasemia, pueden ser
hereditarias,
 Insuficiencia renal,
 Pérdida de sangre, por ejemplo, por períodos menstruales abundantes o
úlceras estomacales,
 Dieta deficiente,
 Embarazo,
 Problemas con la médula ósea, como el linfoma, la leucemia o el mieloma
múltiple,
 Problemas con el sistema inmunitario que causa destrucción de células
sanguíneas, como en el caso de la anemia hemolítica,
 Cirugía del estómago o los intestinos que reduce la absorción del hierro, la
vitamina B12 o el ácido fólico,
 Muy poca hormona tiroidea: tiroides hipoactiva o hipotiroidismo,
 Deficiencia de testosterona.

Tratamiento

El tratamiento de la anemia depende de la causa que la provoca. Sea cual sea, el


objetivo será incrementar el nivel de oxígeno que la sangre es capaz de
transportar, ya sea mediante el aumento de glóbulos rojos o la concentración de
hemoglobina. Por supuesto, habrá que tratar también la causa o enfermedad que
pueda haber provocado la anemia.

En general bastará con la reposición de hierro por vía oral en casos de anemia
ferropénica; o de vitamina B12 y ácido fólico en casos de anemia megaloblástica.
Cuando se deba a pérdidas importantes de sangre se realizará una transfusión de
sangre. Y en casos más específicos (como síndromes hereditarios) puede
plantearse el trasplante de médula ósea. En todo caso es necesario consultar con
el médico especialista para que te indique el tratamiento de la anemia más
adecuado para tu caso.

Diagnostico: exámenes y procedimientos

Para diagnosticar anemia su médico inicia tomando una historia clínica


completa del enfermo, y le practicará un examen físico. le ordenará exámenes de
sangre para laboratorio. usted puede ser de mucha ayuda brindándole a su
médico un detallado relato de sus síntomas, historial médico, dieta, uso de
medicamentos, ingesta de alcohol y antecedentes familiares. los exámenes de
sangre confirmarán el diagnóstico de anemia y ayudarán a determinar la causa.

El extendido de sangre periférica es otro examen básico: es el examen


microscópico de una gota de sangre para observar el tamaño, forma y coloración
de los glóbulos rojos. si los estudios preliminares apuntan a una deficiencia de
hierro, el médico le puede ordenar chequear los niveles de hierro y ferritina en
sangre, el mejor indicador de almacenamiento de hierro total en su organismo.
igualmente si sospecha deficiencias vitamínicas, puede ordenar niveles de
vitamina b12 y ácido fólico.
Sólo en raras ocasiones se requiere una biopsia de médula ósea para determinar
la causa de anemia. exámenes de sangre especializados pueden detectar causas
raras de anemia, tal como un ataque inmune a los glóbulos rojos, fragilidad,
defectos de enzimas, de hemoglobina y de actividad de factores de coagulación.
si su médico sospecha anemia hemolítica, hay exámenes para detectar los
productos de degradación de los glóbulos rojos en sangre y orina.

Alimentación

Como lo que el organismo necesita es aumentar los niveles de hierro, conviene


aumentar el consumo de alimentos con alto contenido en este mineral. El hierro
que ingerimos a través de la alimentación puede ser de origen animal (hemo) o
vegetal (no hemo). El tipo de hierro que mejor se absorbe es el de origen animal
que contienen las carnes rojas, el pavo, el conejo, hígado, el pescado (sardina,
pescadilla, lubina, rape), los crustáceos (almejas, chirlas, berberechos,
mejillones) y la yema de huevo.

Los alimentos de origen vegetal ricos en hierro son las verduras de hoja,
como espinacas, acelgas, lombarda, perejil, y las legumbres. Dentro de los frutos
secos, los mas ricos en hierro son los pistachos y las pipas de girasol.

Prevención

Comer una dieta bien balanceada que incluya buena fuente de hierro, vitamina
B12 y ácido fólico. Si usted es vegetariano, hable con su médico o nutricionista
acerca de su dieta y tome los suplementos que sean necesarios por prescripción
médica.

Disminuya el consumo de productos con cafeína y té, ya que estas sustancias


disminuyen la absorción de hierro. Otras sustancias que tienen similar efecto
son las fibras, grandes cantidades de calcio y fosfatos de algunos vegetales.
Seleccione cereales y panes enriquecidos con hierro.

Llame a su médico si siente: fatiga persistente, ahogo, palpitaciones, piel pálida


o cualquier otro signo de Anemia. Informe si esta teniendo periodos menstruales
excesivos, si tiene síntomas de úlceras digestivas, hemorroides o sangrado
colorectal. Evite exposición a sustancias con plomo para evitar intoxicación.
Conclusión

La anemia es un trastorno frecuente de la sangre que ocurre cuando la cantidad de


glóbulos rojos es menor que lo normal, o cuando la concentración de hemoglobina
en sangre es baja.

La anemia puede ser debida a diferentes causas y estas se relacionan muy bien con
las variaciones de forma y tamaño de los Glóbulos Rojos. Generalmente, la anemia
se detecta durante un examen médico que incluye análisis de sangre que miden la
concentración de hemoglobina y la cantidad de glóbulos rojos.

El tratamiento de la anemia incluye la eliminación del agente causal, el cuidado de


soporte con transfusión de glóbulos rojos y plaquetas cuando sea necesario,
profilaxis y tratamiento de infecciones bacterianas y fúngicas, la terapia
inmunosupresora y el trasplante de médula ósea.

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