Está en la página 1de 63

♥Sub-Eje Temático 5: SUCESIÓN INTESTADA

La sucesión intestada o ab intestato es aquella en que el llamamiento a la sucesión es realizado por la ley,
sin intervención de la voluntad del difunto manifestada en el testamento.

Pérez Lasala (2014, p. 11) la define como la sucesión hereditaria que se defiere por ministerio de la ley,
ora por no existir testamento, ora por resultar ineficaz.

1) Es una sucesión hereditaria: pues el sucesor es siempre un heredero. No


comprende los legados. Se trata de un sucesor universal que recibe el conjunto de
bienes del causante y responde por sus deudas. Cuando concurren varios
herederos, reciben una parte alícuota del patrimonio, con derecho a acrecer.

2) Se defiere por ministerio de la ley: el llamamiento a los herederos es realizado


de manera directa y exclusiva por la ley.

3) Es supletoria de la testamentaria: ya que si el causante en un testamento ha


dispuesto el destino de su patrimonio, no procede la sucesión intestada, pues
prevalece la voluntad del sujeto. El límite está dado por el respeto a las legítimas
cuando tiene legitimarios, de tal manera que si el difunto se ha excedido de la
porción disponible al distribuir sus bienes, aquellos tienen acciones para la
protección de las legítimas.

4) Procede cuando por testamento sólo se ha dispuesto de una parte de los bienes,
o aquel resulta parcialmente ineficaz: en este caso, se abre la sucesión intestada
con relación al resto de bienes, es decir, a los que no estén alcanzados por el
testamento. Así, la sucesión será en parte intestada y en parte testamentaria. Esta
solución es receptada por el art. 2277, cuando regula la apertura de la sucesión,
pues establece que: “si el testamento dispone sólo parcialmente de los bienes, el
resto de la herencia se defiere por la ley…”

Por último, el fundamento de la sucesión intestada radica, por un lado, en la presunta voluntad del
causante que responde al reconocimiento del orden natural de los afectos y, por otro, a la protección de la
familia.

Causas que la originan:

a) Cuando el causante no ha testado. Este es el supuesto que se da con mayor frecuencia. En nuestra
sociedad, no es una práctica generalizada el otorgamiento de un testamento.

b) Cuando el causante ha testado, pero el testamento es ineficaz, ya sea por nulidad, caducidad o
revocación.

Si el testamento es nulo ab initio, se considera que nunca ha existido y da lugar a la sucesión intestada.
Ahora bien, la nulidad puede afectar a algunas de las disposiciones testamentarias; en tal caso, el resto de
las disposiciones mantienen su validez.
Por su parte, la caducidad implica la ineficacia del testamento, que es válido de por sí, atento a la
carencia, luego de abrirse la sucesión, de algunos de los presupuestos indispensables para que el
testamento o alguna de sus disposiciones testamentarias produzcan sus efectos (p. ej.: beneficiario no
sobrevive al causante o es indigno, etc.). Si la caducidad es total, se abre la sucesión intestada (siempre
que no actúe el derecho de representación); en cambio, si es parcial, puede dar lugar a la sucesión
intestada si no existe derecho de acrecer a favor de los beneficiarios no afectados.
Por último, la revocación que deja sin efecto un testamento puede producir la apertura de la sucesión
intestada en determinados casos. Así procede cuando se deja sin efecto un testamento anterior o alguna
disposición contenida en él, atento a un cambio en la voluntad del difunto:
c) cuando el testamento no instituye herederos y se limita a disposiciones patrimoniales particulares
a título de legados;
d) cuando el heredero testamentario renuncia a la herencia;
e) cuando las disposiciones testamentarias no alcanzan la totalidad de los bienes.

 Asimismo, debemos formular una distinción entre la sucesión intestada y la sucesión legitimaria,
pues esta última es la sucesión que la ley defiere forzosamente a favor de determinados parientes y
cónyuge, a quienes adjudica porciones de la herencia.
 El derecho sucesorio se organiza primordialmente sobre la base del llamamiento legítimo de los
legitimarios. Son tales: los descendientes, los ascendientes y el cónyuge supérstite. Los parientes
colaterales que tienen llamamiento o vocación hereditaria (hasta el cuarto grado) no son
legitimarios.
 Por último, resulta oportuno indicar que el Código Civil y Comercial suprime al llamado
hereditario a la nuera viuda sin hijos. Ello responde a que la realidad social es diferente de la
existente al momento de su incorporación y afecta la igualdad jurídica del hombre y la mujer, pues
no se justifica una distinción entre yerno y nuera.

Principios que rigen las sucesiones mortis causa deferidas por la ley

Principios fundamentales que gobiernan el llamamiento ab intestato:

1) jerarquía o prioridad de los órdenes hereditarios;

2) proximidad de grado dentro de cada orden;

3) indistinción del origen y naturaleza de los bienes;

4) título universal del llamado.

Estos principios no son absolutos, pues reconocen excepciones.


Pérez Lasala esgrime que los principios que imperan en la sucesión intestada se pueden dividir en
principios relativos al llamamiento y principios relativos a la distribución de la herencia.
1) Prioridad o jerarquía entre los órdenes sucesorios
 La vocación legítima se basa en la prelación o sucesión de órdenes de llamamiento y, dentro de
cada orden, en la proximidad de grado de parentesco con el causante.

 Los órdenes son llamados a la herencia de manera sucesiva; de este modo, si existen miembros de
un orden preferente, no se puede pasar a un orden posterior.

 Cuando se trata de clases pluripersonales, esto es, compuestas por varios herederos (la del
cónyuge es unipersonal), cobra plena vigencia el principio según el cual el orden preferente
excluye al orden siguiente; por ejemplo, los descendientes excluyen a los ascendientes.

 Por su parte, el cónyuge supérstite constituye un orden anómalo o atípico. En efecto, el cónyuge
supérstite no actualiza su vocación excluyendo llamamientos ulteriores, sino que en el caso de no
existir descendientes, es un orden excluyente de los parientes colaterales; sin embargo, concurre
con descendientes y ascendientes del causante.

 Así, encontramos en los órdenes hereditarios: los parentales y el orden del cónyuge.

 La ley convoca primero a los descendientes; no habiéndolos, llama a los ascendientes. Ambos
órdenes concurren con el cónyuge supérstite que, a su vez, hereda como único sucesor cuando no
hay descendientes o ascendientes y excluye a los colaterales.

 Por último, los colaterales sólo son llamados en ausencia de descendientes, ascendientes y
cónyuge.

 En definitiva, la sucesión intestada se defiere a los descendientes, ascendientes, cónyuge supérstite


y a los colaterales.

Las sucesiones intestadas se defieren a los descendientes del causante, a sus


ascendientes, al cónyuge supérstite, y a los parientes colaterales dentro del cuarto grado
inclusive, en el orden y según las reglas establecidas en este Código. A falta de
herederos, los bienes corresponden al Estado nacional, provincial o a la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, según el lugar en que están situados.

 En los parientes consanguíneos y en la adopción plena, no hay límite de grado en el orden de los
descendientes y en el de ascendientes; en cambio, los colaterales sólo heredan hasta el cuarto
grado.

 En la adopción simple no hay límite en la línea descendiente; en la línea ascendiente, sólo hereda
el adoptante.

 Este primer principio que rige la sucesión ab intestato puede enunciarse así: los órdenes
hereditarios se excluyen entre sí, según la jerarquía, prioridad o preeminencia que la ley le asigna,
salvo el cónyuge, que siempre concurre, nunca es excluido y a su vez excluye.

Jerarquía Orden Excluye a: Concurre con: Es excluido por:


hereditario
1 Descendientes Ascendientes y Cónyuge Nadie
colaterales
2 Ascendientes Colaterales Cónyuge Descendientes
3 Cónyuge Colaterales Ascendientes y Nadie
descendientes
4 Colaterales Fisco Nadie Descendientes,
ascendientes y
cónyuge

2) Prioridad dentro de cada orden sucesorio: proximidad de grado


 La preferencia dentro de cada orden queda determinada por el principio general de la prioridad de
grado.

 La regla de proximidad de grado sólo tiene sentido respecto a los parientes de un mismo orden
(por ejemplo, los hijos excluyen a los nietos).

 Para determinar el grado de parentesco por consanguinidad, es necesario distinguir la línea directa
de la línea colateral.

 En la línea directa, que es la que se forma entre ascendientes y descendientes, el grado equivale a
la generación; así, habrá tantos grados como generaciones.

 En cambio, en la línea colateral, debemos remontarnos desde la persona cuyo grado de parentesco
se quiere conocer hasta el tronco común, y de ahí descender hasta el otro pariente. Por ejemplo, en
el caso de los hermanos, el tronco común son los padres; así, tenemos dos grados.

 Esta norma enunciada como principio fundamental es absoluta; sin embargo, admite como
excepción el derecho de representación.

 A su vez, cada orden es excluyente de los ulteriores. Ello interesa pues permite afirmar que
mientras existan parientes con vocación actual o eventual que integran un orden preferente, no
actualizan su vocación los parientes del orden subsiguiente. Por ejemplo, si al causante le
sobreviven sólo nietos y, además, sus padres, aunque éstos últimos se encuentran en primer grado
de consanguinidad en línea recta con respecto al causante y los nietos en segundo grado, éstos
actualizan el llamamiento (por derecho de representación), excluyendo a los ascendientes que se
encuentran en un orden ulterior.

3) Indistinción del origen y naturaleza de los bienes. Excepción.


“en las sucesiones intestadas no se atiende a la naturaleza ni al origen de los bienes que
componen la herencia, excepto disposición legal expresa en contrario”.

 El patrimonio hereditario, al momento de la muerte del causante, forma una unidad en la que no se
distinguen categorías de bienes en función de las cuales asignarlos a determinados herederos o
sucesores. Es decir, en principio la distribución de los bienes del causante se realiza con
independencia de su origen.
 Sin embargo, esta regla contempla dos excepciones en materia sucesoria:

1) En la sucesión del cónyuge, si concurre con los descendientes y el régimen patrimonial entre
los esposos es el de comunidad, se diferencia si los bienes son propios o gananciales. De este
modo, sobre los bienes gananciales, el cónyuge supérstite retira la mitad que le corresponde en
calidad de integrante de la comunidad de ganancias, y el resto (mitad que le corresponde al
causante) se divide entre los descendientes.

2) En la sucesión del adoptado por adopción simple (art.2432) el adoptante no tiene derechos
sucesorios sobre los bienes que el adoptado recibe de su familia de origen. Asimismo, la familia
biológica no hereda los bienes que el adoptado hubiera recibido a título gratuito de su familia de
adopción.

Tales exclusiones no proceden si los bienes quedasen vacantes.


Con relación a los demás bienes, los adoptantes excluyen a los padres biológicos.
En conclusión:
 Los bienes gratuitos recibidos por el adoptado de parte de su familia biológica vuelven a la
familia biológica.

 Si se tratase de bienes adquiridos por el adoptado, la prioridad la tiene el adoptante.

 Los bienes gratuitos de su familia adoptiva vuelven a la familia adoptiva.

4) Título universal del llamado


Al estudiar los caracteres de la sucesión intestada, señalamos que es una sucesión hereditaria, pues el
sucesor es siempre un heredero. Conforme a ello, la ley no llama a los legatarios.

El derecho de representación
Es una vocación referida a otra posición hereditaria por disposición de la ley.

Se da cuando el llamamiento a ciertos herederos se hace con referencia a la posición jurídica que hubieran
ocupado otros herederos, pero que atentos a distintas circunstancias, no efectivizaron esa ocupación.

 La esencia del derecho de representación está en que los derechos sucesorios de ciertos herederos
(representantes) se determinan por referencia al grado, calidad parental y cuantía que hubieran
tenido otros herederos (representados), que los hubieran excluido de haber heredado.

El grado se refiere al grado de parentesco; la calidad parental está relacionada a la circunstancia de


ser descendiente biológico o adoptivo, o hermano bilateral o unilateral del difunto, y la cuantía es
la porción hereditaria que le hubiere podido corresponder al representado.

 El derecho de representación constituye una excepción al principio según el cual el pariente más
cercano en grado excluye al más remoto. El derecho de representación es la facultad que la ley le
concede a los descendientes de los hijos y de los hermanos del causante para acercarse al autor de
la sucesión y ocupar los lugares que hubieran quedado vacantes por determinados supuestos.

 Al momento de la muerte hay una vocación que falla, que es la del representado. En este caso, los
representantes heredan en su lugar y ejercen los derechos hereditarios directamente por
disposición de la ley.

 El Código Civil y Comercial no define el derecho de representación (a diferencia del Código de


Vélez), sino que determina los sujetos que suceden por representación. Estos son:

a) los descendientes de hijos del causante, sin límites. Esta procede en la línea recta a favor
de los nietos y descendientes de grado inferior; en tal sentido, el art. 2427 sostiene: “Sucesión de
los demás descendientes. Los demás descendientes heredan por derecho de representación, sin
limitación de grados”.
Respecto al parentesco por adopción: la adopción plena le confiere al adoptado la condición de
hijo, con lo cual se crea un parentesco igual que el consanguíneo entre adoptado y familia del
adoptante. Por lo tanto, el derecho de representación se da en los mismos casos que en el
parentesco por consanguinidad.
En la adopción simple, el adoptado y sus descendientes no heredan en la sucesión de los
ascendientes del adoptante. Respecto a éste último, tiene los mismos derechos hereditarios que el
hijo y sus descendientes por naturaleza.
b) los descendientes de hermanos del causante hasta el cuarto grado. Preceptúa el art. 2439:
“Orden. Los colaterales de grado más próximo excluyen a los de grado ulterior, excepto el
derecho de representación de los descendientes de los hermanos, hasta el cuarto grado en
relación al causante…”

Condiciones para que funcione el derecho de representación:

Para la procedencia del derecho de representación deben reunirse presupuestos objetivos y presupuestos
subjetivos.

 Los presupuestos objetivos constituyen circunstancias de facto referentes al representado. Estas


son:

1) Premuerte: el descendiente de grado más próximo o el hermano del causante faltan a la


sucesión por haber premuerto. Así, sus estirpes vienen a suceder en la cuantía y grado que le
hubiere correspondido al premuerto.

2) Conmoriencia: Por ejemplo, en un accidente automovilístico en el que fallecen padre e hijo,


los descendientes de este último pueden representarlo en la sucesión del abuelo, pese a que no hay
transmisión de derechos hereditarios entre padre e hijo; lo que ocurre es que los descendientes del
hijo reciben la herencia directamente del abuelo.

3) Ausencia con presunción de fallecimiento.

4) Renuncia de la herencia.

5) Indignidad: el fundamento de la procedencia de la representación está dado porque los nietos o


sobrinos no tienen responsabilidad por la mala conducta del representado.
 En cuanto a los presupuestos subjetivos:

A. Requisitos del representante:

1) debe tener vocación hereditaria del causante;

2) debe tener delación hereditaria, es decir, llamamiento efectivo que presupone debe tener habilidad para
suceder y no ser indigno del causante;

3) aunque no reciba la herencia del representado, no debe haber sido declarado indigno por aquel.

B. Requisitos del representado:

1) Debe tener el grado parental necesario para ser considerado ab initio heredero legítimo. La
representación sólo funciona en la línea recta descendiente, respecto de la descendencia de los hijos, y en
la línea colateral la representación sólo tiene lugar a favor de los hijos y descendientes de los hermanos.
No gozan de esta prerrogativa los ascendientes ni el cónyuge del difunto, tampoco sus colaterales que no
fueran descendientes de sus hermanos.

A continuación, desarrollaremos diferentes casos en los que procede el derecho de representación:

1. C+

A B D

2. Supongamos, en cambio, que habiendo premuerto D, al momento de la apertura de la sucesión de C, le


sobreviven sus hijos A y B y sus nietos N, M y Ñ (hijos de D).

C+

A B D

N M Ñ

3. Pero si la estirpe ha producido muchas ramas, la subdivisión se hace también por estirpe en cada rama.

C+

A B D

N M Ñ
X Y

Efectos de la representación:

En cuanto a los efectos de la representación, podemos distinguir tres categorías:

1) efecto necesario o esencial;

2) efectos eventuales;

3) efectos accesorios.

 El efecto esencial es la atribución de derechos sucesorios a ciertos herederos (representantes) que


se determinan conforme al grado, calidad del parentesco y cuantía que le correspondía a otros
(representados), quienes los hubiesen excluido en caso de haber ellos heredado. Los
representantes ocupan la posición jurídica que le hubiere correspondido al representado en la
herencia del difunto. De esto se desprenden las siguientes consecuencias:
A. Obligación de colacionar: los representantes deben colacionar las liberalidades que el
causante le hubiese dado en vida al representado, sin dispensa de colacionar. Esto sólo rige para la
línea recta descendiente, porque los colaterales no son herederos legitimarios.
B. Derecho de legítima: los representantes, en conjunto, tienen derecho a la legítima que le
hubiere correspondido al representado.
C. Reducción de liberalidades a extraños o a herederos: los representantes mantienen la
facultad de reducir las donaciones realizadas por el causante que excedan la porción de libre
disposición. Esto sólo rige para la línea recta descendiente porque los colaterales no son
legitimarios.

 El efecto eventual del derecho de representación es la división por estirpes. Dentro de cada
estirpe, la división entre sus miembros se realiza por cabeza.
En tal sentido, el art. 2428 prescribe: Efectos de la representación. En caso de concurrir
descendientes por representación, la sucesión se divide por estirpes, como si el representado
concurriera. Si la representación desciende más de un grado, la subdivisión vuelve a hacerse por
estirpe en cada rama. Dentro de cada rama o subdivisión de rama, la división se hace por cabeza.

 El efecto accesorio de la representación es la exclusión del derecho de acrecer, pues éste surge
como consecuencia de la regla de que el pariente más próximo excluye al más remoto; así, la parte
del pariente próximo que falta acrece a los herederos de igual grado. Ello no sucede cuando opera
el derecho de representación, pues aquí los representantes reciben la parte del representado.

La representación en la sucesión testamentaria

 En el Código de Vélez solo se regulaba el derecho de representación en la sucesión intestada.

 El Código Civil y Comercial prescribe que la representación “se aplica también en la sucesión
testamentaria, si el testador se limita a confirmar la distribución a la herencia que resulta de la
ley”
Es decir, la representación se aplica a la sucesión testamentaria si el testador distribuye la herencia
de la misma forma que la distribuye la sucesión intestada.

 Se debe presumir que el testador que dispone a favor de sus hijos o de sus hermanos, si hubiera
previsto la contingencia de la premoriencia o incapacidad del heredero instituido habría querido
favorecer en defecto de éste a sus hijos o descendientes que son los naturales continuadores de su
persona.

Sucesión del cónyuge


 El cónyuge concurre con los descendientes y ascendientes y excluye a los colaterales. Constituye
un orden anómalo.

 Respecto a la concurrencia con los descendientes, el art. 2433 expresa que:

Concurrencia con descendientes. Si heredan los descendientes, el cónyuge tiene en el acervo hereditario
la misma parte que un hijo.

En todos los casos en que el viudo o viuda es llamado en concurrencia con descendientes, el cónyuge
supérstite no tiene parte alguna en la división de bienes gananciales que corresponden al cónyuge
prefallecido.

 Cuando el régimen patrimonial elegido entre los esposos es el de separación de bienes, el


cónyuge supérstite hereda como un hijo más cuando concurre con ellos a la sucesión de su
cónyuge.

 Cuando se trate de un régimen de comunidad, el cónyuge supérstite hereda como un hijo más
respecto a los bienes propios del causante. En cuanto a los bienes gananciales, el cónyuge
supérstite no hereda sobre los gananciales que le correspondiesen al cónyuge fallecido. En
consecuencia, respecto a los bienes gananciales, el cónyuge supérstite retira la mitad, atento a su
calidad de integrante de la comunidad de ganancias, y la mitad que le corresponde al causante se
distribuye entre sus descendientes.

Graciela Arga cuestiona esta solución, pues entiende que resulta paradójico que si los cónyuges eligieron
el régimen de separación de bienes, el cónyuge supérstite herede cuando concurre con los descendientes;
en cambio, si el régimen elegido es el de comunidad, el cónyuge sólo hereda en los propios, no así en los
gananciales. Estima la autora que no hay razón jurídica para sostener tal distinción pues implica
diferenciar el origen de los bienes, lo que es contrario al principio que rige las sucesiones intestadas.

 Cuando el cónyuge concurre con los ascendientes, el art. 2434 regula: “Concurrencia con
ascendientes. Si heredan los ascendientes, al cónyuge le corresponde la mitad de la herencia”.
 En este supuesto, la herencia se divide por mitades: una es para el cónyuge y la otra es para los
ascendientes, cualquiera sea su número. Esto se aplica tanto para el régimen de separación de
bienes como para el de comunidad.

 Es importante hacer una aclaración, si el régimen entre los esposos es el de comunidad, de los
bienes propios, una mitad le corresponde a los ascendientes y la otra, al cónyuge. En cuanto a los
gananciales, los ascendientes heredan una mitad y la otra se le entrega al cónyuge,
independientemente de la mitad que recibió de los gananciales en su carácter de integrante de la
comunidad de ganancias.

 Respecto a los colaterales, el art. 2435 afirma: “Exclusión de colaterales. A falta de descendientes
y ascendientes, el cónyuge hereda la totalidad, con exclusión de los colaterales”.

 De tal manera, a falta de descendientes y ascendientes, el cónyuge supérstite recibe la totalidad de


la herencia.

Supuestos de exclusión hereditaria:

 La regulación relativa a los casos de exclusión del cónyuge se adecua a la reformulación


realizada sobre el matrimonio y la crisis matrimonial; así, los supuestos de exclusión
hereditaria conyugal sufren el impacto de la eliminación de la separación personal y de las
causales del divorcio.

 Por lo tanto, al suprimirse la separación personal desaparecen las causales de exclusión


hereditaria del cónyuge culpable, así como las causales de ineficacia de vocación que produce
el hecho de que el inocente en la separación incurriere en injurias graves o concubinato.

El art. 2437 prescribe:

Divorcio, separación de hecho y cese de la convivencia resultante de una decisión judicial. El divorcio, la
separación de hecho sin voluntad de unirse y la decisión judicial de cualquier tipo que implica cese de la
convivencia, excluyen el derecho hereditario entre cónyuges.

 En cuanto al divorcio, se mantiene la exclusión sucesoria y la pérdida de los derechos hereditarios


para ambos cónyuges, con total independencia de culpabilidad.

 Con relación a la separación de hecho y en los supuestos de cese de convivencia, se produce la


pérdida de vocación hereditaria sin analizar la culpa, es decir, cualquiera sea la causa de la
separación.

 A un supuesto especial de exclusión de la vocación hereditaria lo encontramos en el


matrimonio in extremis, el que es regulado en el art. 2436. Éste señala que:

La sucesión del cónyuge no tiene lugar si el causante muere dentro de los treinta días de
contraído el matrimonio a consecuencia de enfermedad existente en el momento de la
celebración, conocida por el supérstite, y de desenlace fatal previsible, excepto que el
matrimonio sea precedido de una unión convivencial.
En la norma se mantiene la regulación del Código de Vélez, pero se realizan ciertas especificaciones:

1) La enfermedad debe ser, por un lado, existente y conocida por el cónyuge supérstite al momento de
celebrarse el matrimonio y, por el otro, debe ser de desenlace fatal previsible. Es decir, debe ser una
enfermedad de gravedad suficiente para ser la causa directa e inmediata de la muerte.

2) Se recepta una excepción a la exclusión hereditaria: esta es que el matrimonio esté precedido de una
unión convivencial en los términos y con los requisitos del art. 509 y siguientes del Código Civil y
Comercial. Esta solución pone fin a las dudas que se suscitaban en la norma del Código de Vélez que
establecía que la excepción procedía si el matrimonio se hubiese celebrado para regularizar una situación
de hecho, sin resultar claros los casos que quedaban comprendidos en el supuesto.

La finalidad de la norma es evitar la captación de la herencia, es decir que se busca impedir que el
matrimonio sea celebrado con el fin espurio de servir de causa a un llamamiento hereditario conyugal.

La Legítima

“La legítima es una limitación legal y relativa a la libertad de disponer por testamento o donación, que
lleva como consecuencia la reserva de una porción de la herencia o de bienes líquidos a favor de los
denominados legitimarios” .

En el derecho comparado, podemos distinguir dos sistemas con relación a la facultad del causante de
disponer de los bienes por medio de testamento:

 Sistema de libertad de testar: el testador tiene amplia libertad para designar a las personas
beneficiadas por las disposiciones mortis causa y para distribuir sus bienes. En este sistema, la ley
no prevé limitaciones ni reserva parte de los bienes para determinados parientes.

 Sistema de legítima: se limita la libertad de testar, pues una determinada porción de la herencia se
confiere a ciertos parientes (legitimarios) y el causante sólo puede disponer de la porción que
reste. Dentro de este sistema, es dable distinguir:

1) sistema con distribución forzosa de legítima;

2) sistema con porción de distribución forzosa y otra de libre disposición dentro de la cuota de
legítima, llamado sistema de mejora.

 En nuestro derecho, si el causante no tiene legitimarios, podrá disponer libremente de todos sus
bienes; por el contrario, si los tiene, sólo podrá disponer de una porción determinada –porción
disponible– que variará según el grupo de legitimarios que sea llamado a la sucesión.
 Por tanto, nuestra normativa recepta un sistema protectivo imperativo, pues la legítima implica una
protección para ciertos miembros de la familia –legitimarios–, a fin de garantizarles una porción de la
herencia de la que no pueden ser privados por el causante, por medio de testamento o por actos de
disposición entre vivos a título gratuito.

 Tal regulación responde a la necesidad de proteger al núcleo familiar que habitualmente ha ayudado
al difunto por medio de la asistencia moral y –a veces– material a obtener ciertos bienes que ahora
forman parte de la sucesión.

 La solidaridad familiar justifica que se sacrifique la capacidad jurídica de libre disposición de una
persona.

Así, resulta necesario hacer algunas precisiones:

1. La legítima tiene importancia solamente en los casos en que el causante tuviese


legitimarios y hubiese realizado un testamento o efectuado una donación; en caso
contrario, el causante puede disponer de sus bienes libremente, ya que no existe ningún
heredero protegido con la legítima.

2. Es necesario distinguir la porción legítima de la cuota hereditaria. La legítima es la porción


de la herencia de la cual no pueden ser privados los herederos forzosos o legitimarios.

A diferencia del Código de Vélez, el Código Civil y Comercial no contiene una definición
de legítima, sino que se limita a designar los tres tipos de legitimarios; estos son: los
descendientes, los ascendientes y el cónyuge.

3. El Código Civil confería al causante la posibilidad de privar de legítima a determinado


legitimario, siempre que concurriese una justa causa de desheredación. El Código vigente
suprimió el instituto de la deshederación.

Caracteres

En atención a que nuestro Código recepta un sistema protectivo imperativo, la legítima presenta los
siguientes caracteres:

1) Inviolabilidad: prescribe el art. 2447 que el testador no puede imponer gravamen o condición alguna a
las porciones legítimas; si lo hace, se tendrán por no escritas.

2) Irrenunciabilidad: afirma el art. 2449 que es irrenunciable la porción legítima de una sucesión no
abierta.

3) Instituto de orden público: es inconmovible por la voluntad del propio titular de los bienes.

4) Limitación legal: constituye un freno a la libertad de testar que es impuesto por la ley.
Legitimarios
Los legitimarios son los titulares de la porción legítima.

El art. 2444 establece que son tales:

 los ascendientes;

 los descendientes;

 el cónyuge.

 En cuanto a quienes tienen derecho a la legítima, el Código Civil y Comercial los llama
legitimarios, salvo en el art. 2493, que se relaciona con el fideicomiso testamentario, en el que se
los llama “herederos forzosos”.

 Resulta necesario distinguir al legitimario del heredero legítimo. Heredero legítimo es todo aquel
sucesible cuyo fundamento de la vocación reside en el llamamiento ab intestato que hace la ley,
independientemente de la voluntad del causante. Si bien todo legitimario es, a la vez, heredero
legítimo, no es igual a la inversa, pues hay herederos legítimos que pueden ser preteridos por el
causante mediante la institución de otras personas. En nuestro derecho, este es el caso de los
parientes colaterales que no tienen por la ley porción legítima.

Porciones legítimas. Porción disponible


 La legítima lleva consigo la existencia de una porción disponible.

 La porción disponible o de libre disposición es la parte de la herencia sobre la que el testador


puede disponer libremente cuando hay legitimarios.

 Para determinar la parte disponible debemos realizar el cálculo de la legítima global. Esta se
calcula determinando el activo neto del caudal hereditario (activo bruto menos las deudas), a lo
que deben adicionarse las donaciones.

 El Código, en el art. 2445, distingue las porciones legítimas según el orden sucesorio; así,

Orden sucesorio Porción legítima Porción disponible


Hijos 2/3 1/3
Ascendientes 1/2 1/2
Cónyuge 1/2 1/2
 El Código de Vélez regulaba porciones legítimas mayores (descendientes: 4/5, ascendientes: 2/3, y
cónyuge: ½)

El fundamento de tal reducción responde a la doctrina mayoritaria que considera excesivas las porciones
establecidas en el Código de Vélez, pues considera que es más justo ampliar las posibilidades de libre y
definitiva disposición del futuro causante.

Por otra parte, el Código Civil y Comercial prevé la posibilidad de mejorar la legítima de los herederos
descendientes o ascendientes con discapacidad, así el causante puede disponer de hasta 1/3 de la legítima
que corresponde a los demás legitimarios.

Masa de cálculo de la legítima

Acciones vinculadas a la protección de la legítima


 La porción legítima a la que tienen derecho los legitimarios, según la clase a la que pertenecen, es
intangible; en consecuencia, tienen derecho a reclamarla íntegramente.

 Cada uno, de acuerdo con la cuota de concurrencia, goza así de las acciones tendientes a obtener
su legítima la cual es protegida con diversos remedios, dentro de los cuales tenemos, entre otros:
a) la opción conferida al heredero en el supuesto de legados o donaciones de usufructo, uso o
habitación o de renta vitalicia; b) la presunción de gratuidad de determinadas transmisiones
hechas por el causante a favor de sus legitimarios.

Dentro de las acciones, el Código Civil y Comercial distingue tres:

1. acción de entrega de la legítima;

2. acción de complemento;

3. acción de reducción.

1) Acción de preterización (de entrega de la legítima)


 Si bien la libertad de testar del causante no puede exceder la porción disponible en los casos en
que tenga legitimarios, podría ocurrir que instituyere herederos en su testamento, de modo
universal y con llamamiento potencial a toda la herencia, lo que excluiría al legitimario. Ante esto,
la normativa ha venido a tutelar los derechos de los legitimarios, confiriéndoles la acción de
entrega de la porción legítima.

 En tal sentido, prescribe el art. 2450: “Acción de entrega de la legítima. El legitimario preterido
tiene acción para que se le entregue su porción legítima, a título de heredero de cuota. También la
tiene el legitimario cuando el difunto no deja bienes pero ha efectuado donaciones”.

Tal norma regula dos situaciones:

 la del legitimario preterido;

 cuando el causante no deja bienes, pero ha efectuado donaciones.

En el primer supuesto, el causante ha realizado un testamento en el que ha omitido a un


legitimario. Por ejemplo, el causante tiene dos hijos y en el testamento deja todos sus bienes a uno
de ellos. En el segundo supuesto, el legitimario pide íntegramente su porción legítima a los
donatarios.

 Un aspecto novedoso en la regulación está dado porque tal posibilidad se confiere al legitimario,
pero a título de heredero de cuota. Esto ha generado un debate doctrinario, ya que por regla
general los herederos de cuota no tienen vocación a toda la herencia, lo que desnaturaliza la
condición del legitimario preterido. Así, se expresa que la voluntad del testador de instituir un
heredero en omisión a un legitimario, avanzando sobre la porción legítima, no es óbice para
modificar la característica principal de su título, pues el llamamiento del legitimario sigue
teniendo su base en la ley.
 Por otra parte, se cuestiona que pueda ejercerse esta acción cuando el causante no ha dejado
bienes, pero ha efectuado donaciones, ya que cuando la porción legítima se ve afectada por las
donaciones, los legitimarios pueden ejercer la acción de reducción.

En cuanto al ejercicio de la acción:

 Tramita ante el juez de la sucesión (fuero de atracción).

 Legitimado activo: legitimario preterido;

 legitimados pasivos: herederos, legatarios y donatarios

 Carga de la prueba: el preterido debe probar que fue omitido en el testamento y que es un heredero
forzoso. Asimismo, es conveniente que manifieste en la demanda que no es donatario del
causante, pues de lo contrario podría suceder que lo donado cubriera su legítima y no proceda la
acción.

 Prescribe a los 5 años.

 Efectos: reintegro de la legítima. El legitimario preterido, al ejercer la acción no obtiene la nulidad


de la institución de heredero, sino que reduce el monto de los herederos instituidos en la
proporción necesaria para dejar a salvo su legítima.

2) Acción de complemento

 El art. 2451 regula la acción de complemento; así, establece que “el legitimario a quien el
testador le ha dejado, por cualquier título, menos de su porción legítima, sólo puede pedir su
complemento”.

Tal norma debe analizarse de manera armónica con los artículos que regulan la acción de reducción.

 Ambas acciones se encuentran fuertemente relacionadas, pues la de complemento se dirige a


integrar la legítima, mientras que la de reducción tiene por fin reducir las liberalidades hasta el
límite en que se hubiese afectado la legítima. De esta manera, la consecución del complemento
aparece como el fin, y la reducción, como el medio para alcanzarlo.

 Respecto a las vías procesales, generalmente se plantea como acción. Puede plantearse como
excepción cuando el heredero legitimario se opone a la entrega de los legados que afectan la
legítima.

 El juez competente es el juez del sucesorio.

3) Acción de reducción
 Esta acción prevé el modo de lograr el complemento de la legítima mediante la reducción de las
disposiciones testamentarias contenidas en legados o, en su caso, de las donaciones hechas por el
causante en la medida que están sujetas a declaraciones de inoficiocidad.

 La reducción sólo se ejerce hasta lograr el complemento de la legítima.

 El efecto principal de esta acción es resolver las liberalidades en la medida en que excedan los
límites de la porción disponible.

Caracteres:

1. es patrimonial, pues persigue integrar la porción legítima;

2. es transmisible;

3. es renunciable a partir de la muerte del autor de la sucesión;

4. es prescriptible: a los 5 años de la muerte del causante.

Naturaleza jurídica:

Es una acción personal, ya que hay una limitación respecto a los sujetos demandables y por su plazo de
prescripción, pero que produce efectos reales, en cuanto persigue el bien en manos de quien se encuentre.

Todas las posturas coinciden en que la acción tiene efectos reipersecutorios a fin de recomponer la
porción legítima.

Orden en que debe operar la reducción:

 En cuanto al orden de la reducción, primero se reducen las disposiciones testamentarias y luego


las donaciones. Esto es materia de orden público, por lo que no puede ser alterado por la voluntad
del testador.

 Lo que se persigue con la acción de reducción es redistribuir las cuotas asignadas hasta cubrir las
legítimas de los afectados, en los casos en que el testador haya realizado una distribución que
resulte violatoria de las legítimas.

 Con relación a la reducción de las disposiciones testamentarias, el art. 2452 postula que:

"A fin de recibir o complementar su porción, el legitimario afectado puede pedir la reducción de
las instituciones de herederos de cuota y de los legados, en ese orden. Los legados se reducen en
el mismo orden establecido en el segundo párrafo del artículo 2358."

Por lo tanto, la acción de reducción puede ser ejercida contra los herederos instituidos por
testamento y contra los legatarios de cosa cierta.

De la norma se desprende que la reducción se realiza en el siguiente orden:


1. las instituciones de herederos de cuota;

2. los legados.

 Si bien el artículo sólo se refiere a los herederos de cuota, también comprende a los herederos
instituidos sin asignación de cuota. Afirma que esto sucede cuando el testador instituye como
herederos a legitimarios y no legitimarios. Por ejemplo: el testador nombra herederos de todos sus
bienes a su único hijo y a su hermano; el caudal relicto es de 10,000 pesos, dividido por partes
iguales, es decir que le corresponde a cada uno 5,000 pesos; pero el hijo es legitimario y la
legítima global es de 2/3, esto es: 6,666 pesos, por lo que podrá reducir la parte de su tío en 1,666
pesos, a fin de conformar la legítima.

 Dentro de los legados, la reducción se realiza conforme a lo establecido en el art. 2358. Allí se
observa el siguiente orden:

a) “los que tienen preferencia otorgada por el testamento;

b) los de cosa cierta y determinada;

c) los demás legados”.

 En cuanto a la reducción de las donaciones, expresa el art. 2453 que:

"Si la reducción de las disposiciones testamentarias no es suficiente para que quede cubierta la
porción legítima, el heredero legitimario puede pedir la reducción de las donaciones hechas por
el causante."

 Se reduce primero la última donación, y luego las demás en orden inverso a sus fechas, hasta
salvar el derecho del reclamante. Las de igual fecha se reducen a prorrata.

 El art. 1565 define a las donaciones inoficiosas: “Se considera inoficiosa la donación cuyo valor
excede la parte disponible del patrimonio del donante. A este respecto, se aplican los preceptos de
este Código sobre la porción legítima”.

 El art. 2454 regula lo relativo a la reducción de las donaciones y distingue distintos supuestos:

a) si la reducción es total, la donación queda resuelta;

b) si es parcial, pueden presentarse dos situaciones:

-- o el bien donado es divisible: se lo divide entre el legitimario y el donatario;

-- o el bien donado es indivisible: se entrega al que tiene la porción mayor y se reconoce un


crédito a favor de la otra parte por el valor de su derecho.

 El donatario podrá impedir la reducción “entregando al legitimario la suma de dinero necesaria


para completar el valor de su porción legítima”, facultad que se otorga al donatario y
subadquirente para evitar los efectos reipersecutorios de la acción, siempre que se deje a salvo la
legítima violentada.

 Por otra parte, “el donatario es deudor desde la notificación de la demanda, de los frutos o, en caso
de formular la opción [de entregar el dinero para completar la legítima], de intereses”.

 Casos posibles según la persona del donatario:


1. donaciones efectuadas a terceros no legitimarios: las donaciones se imputan a la porción
disponible;

2. donaciones efectuadas a legitimarios que renunciaron a la herencia o fueron declarados


indignos: también aquí se imputan las donaciones a la porción disponible;

3. donaciones efectuadas a los legitimarios: se encuentra sujeto a reducción el exceso del valor
donado sobre la cuota hereditaria del legitimario donatario.

 Si la sucesión es intestada y la donación es a favor de un legitimario, será reducida cuando su


valor excediese la porción disponible y la porción legítima del donatario. Si, en cambio, la
sucesión es intestada y la donación a favor de un tercero, la donación se reducirá cuando su valor
exceda la porción disponible.

 Desde otro costado, resulta relevante analizar las soluciones previstas por el Código Civil y
Comercial en caso de perecimiento del bien donado. El art. 2455 distingue los siguientes casos:

a) Si el bien donado perece por culpa del donatario, éste debe su valor.

b) Si perece sin su culpa, el valor de lo donado no se computa para el cálculo de la porción


legítima.

c) Si perece parcialmente por su culpa, debe la diferencia de valor; y

d) si perece parcialmente sin su culpa, se computa el valor subsistente.

 Es dable señalar que si procede la reducción, pero el donatario o sus sucesores hubieran
constituido derechos reales sobre los bienes donados, tales derechos se extinguen respecto al
legitimario; es decir, el bien retorna al legitimario libre de todo tipo de gravámenes. En
consecuencia, el efecto reipersecutorio procede con relación a los inmuebles, atento a lo cual se
extinguen los derechos reales. En cambio, si se trata de muebles, sólo podrá ser ejercida la acción
de reducción contra terceros adquirentes de mala fe.

 Por otra parte, en caso de insolvencia del donatario e imposibilidad de ejercer la acción
reipersecutoria, la acción de reducción puede ser ejercida contra los donatarios de fecha anterior.

 Acción reipersecutoria: Establece el art. 2458: “El legitimario puede perseguir contra terceros
adquirentes los bienes registrables. El donatario y el subadquirente demandado, en su caso,
pueden desinteresar al legitimario satisfaciendo en dinero el perjuicio a la cuota legítima”. La
norma alcanza a los inmuebles y muebles registrables, por tanto, quedan fuera de la regulación las
cosas muebles a las que se aplica lo previsto para la apropiación.

Se estima que esta norma brinda una protección exagerada de la legítima, pues puede ejercerse
contra los terceros adquirentes a título oneroso y de buena fe, lo que resulta injusto.

Cuando establece que pueden desinteresar al legitimario satisfaciendo en dinero, el Código se


aparta de una de las características del efecto reipersecutorio que implica la restitución en especie.

 En cuanto a la reducción de las disposiciones testamentarias y los terceros adquirentes, cabe señalar
que si los herederos o legatarios hubiesen enajenado a favor de terceros los bienes que recibieron,
pero que afectan la legítima, no procede la acción de reducción contra los terceros. Al legitimario le
queda la posibilidad de accionar por daños y perjuicios.

 Prescripción adquisitiva: como límite a la procedencia de la acción de reducción.

En tal sentido, el art. 2459 expresa: “Prescripción adquisitiva. La acción de reducción no procede contra
el donatario ni contra el subadquirente que han poseído la cosa donada durante diez años computados
desde la adquisición de la posesión."

Este artículo permite al donatario poseedor oponer la excepción de prescripción adquisitiva.

La posesión se produce cuando se efectúa la donación; si la realiza el causante y fallece luego de diez
años de realizada, esa donación no puede ser sujeta a reducción, porque no forma parte de la masa que
sirve de base para determinar la legítima.

 Debe tenerse presente que el cálculo de la legítima recién puede efectuarse luego de la muerte del
causante, pues es en ese momento cuando se forma la masa con los bienes que dejó el difunto,
menos las deudas y se suman las donaciones; recién allí el legitimario puede determinar si se ha
vulnerado o no su legítima.

Si bien la norma otorga mayor seguridad jurídica al donatario, por otra parte, implica una disminución
importante sobre la integración de la masa legítima.

 En cuanto al ejercicio de la acción:

 Legitimación para demandar la reducción: se otorga en cabeza de los legitimarios y sus acreedores
(acción subrogatoria)

 La acción puede ser ejercida contra los herederos –forzosos o voluntarios–, los legatarios y los
donatarios. En algunos casos, también procede contra los adquirentes de donaciones inoficiosas.

 La acción no puede ser ejercida antes de la muerte del causante, pues se trata de un derecho que
nace originariamente en los legitimarios con motivo de la muerte del causante.

 Se puede renunciar a la acción de manera expresa o tácita.

 La acción de reducción prescribe a los 5 años desde la muerte del autor de la sucesión.

Protección a la igualdad de los legitimarios


 La colación es la imputación de las donaciones realizadas en vida por el causante al cónyuge y a
los descendientes llamados a la sucesión sobre la parte que al beneficiario de la donación
(donatario) le corresponde en la herencia.
 En virtud de aquella, se añaden en la masa hereditaria todos los valores donados por el causante a
dichos legitimarios, los que deben sumar el valor total constitutivo del caudal relicto.
 La colación es la computación en la masa partible del valor de las donaciones que el causante
hubiese hecho en vida a uno de sus descendientes o al cónyuge, y la imputación de ese valor en la
hijuela del donatario, tomando éste de menos y compensándose a los demás legitimarios
(descendientes o cónyuge) con más bienes hereditarios, con el objeto de igualar, mediante
compensaciones contables, las porciones hereditarias de todos ellos, salvo que el causante hubiese
hecho dispensa de colación en el instrumento de la donación o en el testamento.

Finalidad: La colación pretende mantener dentro de lo posible la igualdad entre los legitimarios.

Fundamento: Parte de considerar que el silencio del autor de la sucesión respecto a las donaciones que
realizó a favor de sus descendientes o cónyuge implica interpretar que ha sido efectuado como anticipo de
herencia. El anticipo de herencia surge por donaciones hechas por el causante en vida a determinados
legitimarios.

La acción de colación

Presupuestos para el ejercicio de la acción:

 Los presupuestos subjetivos son los siguientes:

 quien colaciona debe ser descendiente o cónyuge;

 el descendiente o cónyuge que recibió la donación debe concurrir con otros a la herencia.

 En cuanto a los presupuestos objetivos podemos señalar:

 la donación efectuada en vida por el causante a un descendiente o cónyuge;

 la ausencia de dispensa.

Caracteres

 es una acción personal que termina en una resolución que fija la suma colacionable, la que se hará
valer en el juicio sucesorio, en el acto de partición.

 Se trata de una acción divisible, pues cada heredero puede ejercerla o renunciarla.

 En consecuencia, la interrupción de la prescripción por uno de los herederos que demandó por
colación no aprovecha a los demás que no la reclamaron.

 La colación actúa en la medida en que no se encuentren afectadas las legítimas.


 No opera de oficio.

 Se tramita ante el juez de la sucesión, atento al fuero de atracción.

 Esta acción no puede ser ejercida antes de la muerte del causante, pues se trata de un derecho que
nace originariamente en los legitimarios con motivo de la muerte del causante.

 La acción de colación prescribe a los 5 años desde la muerte del autor de la sucesión.

Personas obligadas a colacionar

El art. 2385 define a las personas que están obligadas a colacionar. Así, prescribe que:

"Los descendientes del causante y el cónyuge supérstite que concurren a la sucesión intestada deben
colacionar a la masa hereditaria el valor de los bienes que les fueron donados por el causante, excepto
dispensa o cláusula de mejora expresa en el acto de la donación o en el testamento".

Dicho valor se determina a la época de la partición según el estado del bien a la época de la donación.

La norma establece que deben colacionar:

 los descendientes;

 el cónyuge.

El Código de Vélez también comprendía a los ascendientes. El Código Civil y Comercial los excluye,
pues se entiende que la donación efectuada a éstos no supone un anticipo de herencia, ya que los hijos
heredan a sus padres, pero no a la inversa. Por lo tanto, se presume que la donación efectuada por un hijo
a un ascendiente supone simplemente una liberalidad.

 Los herederos que concurren a la sucesión del causante en representación de su ascendiente que ha
recibido la donación, también deben colacionar. Esto responde al alcance y características del
derecho de representación.

 Por otra parte, el descendiente o cónyuge que renuncia a la herencia puede conservar el bien
donado o reclamar el legado hasta el límite de la porción disponible. Tal situación puede ser muy
conveniente para el heredero renunciante que ha recibido una donación que supera la cuota
alimentaria que le correspondería, sin vulnerar la legítima.

Heredero que no era tal al momento de la donación:

Apunta el art. 2388 a que: “el descendiente que no era heredero presuntivo al tiempo de la donación,
pero que resulta heredero, no debe colación. El cónyuge no debe colación cuando la donación se realiza
antes del matrimonio”.
Por otra parte, expresa el art. 2395 que a la colación solo puede pedirla quien era heredero presuntivo al
momento de la donación.

De ello se desprende que para poder estar legitimado activamente para ejercer la acción, se debe tener la
calidad de legitimario al momento de la donación y mantenerla a la apertura de la sucesión.

Respecto a los herederos nacidos con posterioridad a la donación, se entiende que carecen de legitimación
activa para solicitar la colación.

Modo de hacer la colación

En cuanto al modo de hacer la colación, postula el art. 2396 que “la colación se efectúa sumando el valor
de la donación al de la masa hereditaria después de pagadas las deudas, y atribuyendo ese valor en el
lote del donatario”.

 Por lo tanto, la masa que sirve de base a la colación se forma con los bienes dejados por el
causante, una vez deducidas las deudas, y por las donaciones efectuadas en vida por aquel a
determinados legitimarios.

 La igualdad entre los herederos se obtendrá incorporando el valor colacionable al caudal relicto,
acreciendo así la masa hereditaria como si el bien existiese realmente en el patrimonio del
causante en el momento de su muerte, y adjudicando ese mismo valor al heredero afectado a quien
se le da menos, con lo cual figurará en su hijuela como ya recibido.

 De esta manera, no se deja sin efecto la donación, sino que se imputa a la hijuela del beneficiario
el valor de lo donado. En los hechos, el donatario recibe menos que los demás herederos, porque
se descuenta de su hijuela el valor de los bienes recibidos con anterioridad a la muerte del
causante.

Respecto a los beneficios que deben colacionarse:

El art. 2391 regula que: Los descendientes y el cónyuge supérstite obligados a colacionar también deben
colacionar los beneficios recibidos a consecuencia de convenciones hechas con el difunto que tuvieron
por objeto procurarles una ventaja particular, excepto dispensa y lo dispuesto para el heredero con
discapacidad en el artículo 2448.

Con esta norma se amplía el alcance de las liberalidades –que no son donaciones– que deben
colacionarse. Por ejemplo, el préstamo gratuito del causante a uno de los legitimarios de un campo con
plantaciones; el presunto heredero podría disfrutar por un tiempo de ese beneficio en perjuicio de los
demás coherederos, lo que podría generar desigualdad entre ellos. Es decir, esta solución se debe a que la
exclusión de colacionar esas liberalidades implica un detrimento para los demás herederos.

Además, se regulan dos supuestos en los que no procede la colación:

 dispensa;

 mejora al heredero con discapacidad.


 Por otra parte, no procede la colación cuando el bien ha perecido sin culpa del donatario, es decir,
por caso fortuito. En tal caso, si la pérdida de la cosa ha generado una indemnización (subrogación
real), tal indemnización es colacionable.

 En cuanto a los frutos e intereses: Afirma el art. 2394 que “el heredero obligado a colacionar no
debe los frutos de los bienes sujetos a colación, pero debe los intereses del valor colacionable
desde la notificación de la demanda”. En consecuencia, los frutos de los bienes colacionables
pertenecen al heredero donatario y no se colacionan.

Beneficios excluidos de la colación

 los gastos de alimentos;

 …los de asistencia médica por extraordinarios que sean;

 …los de educación y capacitación profesional o artística de los descendientes, excepto que sean
desproporcionados con la fortuna y condición del causante;

 …los gastos de boda que no exceden de lo razonable;

 …los presentes de uso;

 …el seguro de vida que corresponde al heredero, pero sí por las primas pagadas por el causante al
asegurador, hasta la concurrencia del premio cobrado por el asegurado;

 …lo empleado para establecer al coheredero o para el pago de sus deudas.

La razonabilidad y la proporción del beneficio respecto a la condición y fortuna del causante constituyen
pautas que deben observarse para determinar si los beneficios resultan o no colacionables.

Dispensa

El art. 2385 prescribe excepciones a la obligación de colacionar; estas son, por dispensa o cláusula de
mejora dispuesta en el acto de donación o en el testamento.

La dispensa marca el carácter dispositivo de las normas que regulan la colación, pues si el causante no
quiere realizar un anticipo de herencia con la donación, sino que quiere mejorar a un heredero, puede
dispensar a éste último de colacionar.

No se exigen fórmulas sacramentales respecto a la dispensa; basta con que conste de manera inequívoca
la voluntad del causante de mejorar a ese heredero forzoso.

Colación de deudas.
Esta consiste en imputar a la hijuela de un heredero las deudas que tuviera a favor del causante. La
colación de las deudas se hace deduciendo su importe de la porción del deudor; si exceden tal porción,
debe pagarlas en las condiciones y plazos establecidos para la obligación. “La imputación de la deuda al
lote del coheredero deudor es oponible a sus acreedores”.

Establece expresamente el art. 2397: “Se colacionan a la masa las deudas de uno de los coherederos en
favor del causante que no fueron pagadas voluntariamente durante la indivisión, aunque sean de plazo
no vencido al tiempo de la partición”.

Es decir, deben colacionarse:

 las deudas que no fueron pagadas voluntariamente durante la indivisión;

 las deudas de plazo no vencido al tiempo de la partición; por lo tanto, caen los plazos pendientes.

Los coherederos no pueden exigir el pago de tales deudas antes de la partición.

Compensación:

Si el coheredero deudor es a la vez acreedor, aunque su crédito no sea aún exigible al tiempo de la
partición, hay compensación y sólo se colaciona cuando la deuda fuera mayor y sólo en la medida del
exceso.

Sub-Eje Temático 6: SUCESIÓN TESTAMENTARIA

La sucesión mortis causa puede ser intestada o testamentaria, según la naturaleza de la fuente del
llamamiento, es decir, según que la sucesión provenga de la ley o de la voluntad del sujeto expresada en
un testamento.

Nuestro código de fondo recepta ambas categorías en el art. 2277; así, prescribe que: “La muerte real o
presunta de una persona causa la apertura de su sucesión y la transmisión de su herencia a las personas
llamadas a sucederle por el testamento o por la ley…”

Mientras que en la sucesión intestada la vocación hereditaria resulta de los órdenes legales que crean
expectativas –actuales o eventuales– de adquisición de la herencia, en la sucesión testamentaria, el
testamento constituye la fuente de los llamamientos específicos; es decir, se valida así la voluntad del
titular del patrimonio para disponer de éste, para después de su muerte.

La sucesión testamentaria prevalece sobre la intestada, pues cuando se abre la primera, la segunda es
desplazada. Por lo tanto, ante la ausencia de legitimarios, el causante tiene libertad para distribuir sus
bienes como estime conveniente. Por otra parte, si tuviera legitimarios, puede disponer libremente de su
patrimonio, siempre que respete las porciones legítimas.

La sucesión testamentaria puede ser:

 a título universal;

 a título particular.
Testamento
Postula el art. 2462: "Las personas humanas pueden disponer libremente de sus bienes para después de
su muerte, respetando las porciones legítimas establecidas en el Título X de este Libro, mediante
testamento otorgado con las solemnidades legales; ese acto también puede incluir disposiciones
extrapatrimoniales."

De la norma, podemos señalar los siguientes aspectos:

 Se recepta expresamente la limitación del testador a la facultad de disponer de sus bienes en el


supuesto de que tuviese legitimarios, pues puede disponer de la porción disponible y debe respetar
las legítimas.

 Se admite que el testamento pueda contener disposiciones extrapatrimoniales (la designación de


tutor para los hijos menores de edad, o el reconocimiento de hijos extramatrimoniales, o
declaraciones sobre estados de conciencia, ruegos, etcétera; por ejemplo, puede contener
recomendaciones para los sucesores, o declaraciones sobre sepelio o sepultura, o disposición de
órganos o materiales anatómicos del propio cuerpo, donde la obligación de cumplir quedará a
cargo de los herederos).

En cuanto a la naturaleza jurídica:

El testamento implica:

 Un acto jurídico, pues se trata de un acto voluntario lícito que tiene por fin inmediato la
adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas y, por lo tanto, le son
aplicables las normas que regulan tales actos. De ello se desprende su carácter unilateral,
dispositivo, revocable, etcétera.

 Un documento: esto hace referencia a su carácter escrito y solemne.

Ambos aspectos son receptados por el art. 2462 del Código.

Caracteres del testamento:

1. Es un acto escrito: Se exige que la voluntad del causante conste en un acto escrito. Se busca, de esa
forma, establecer la certeza de la expresión del testador y eliminar las incertidumbres que surgirían,
inevitablemente, si se admitiera la prueba de testigos o las presunciones. Se excluye la posibilidad del
testamento hecho a viva voz u oral.

2. Es unilateral: Pues es la manifestación de una sola voluntad. Se perfecciona con la sola declaración de
voluntad del testador.

3. Es un acto de última voluntad: El testamento cobra efectos jurídicos luego de la muerte del testador.
4. Es solemne: Ya que la voluntad del testador no consigue el efecto jurídico al cual tiende si no se
manifiesta mediante las formalidades impuestas por la ley, conforme a cada uno de los tipos de
testamento. El no acatamiento de las solemnidades legales, provoca la nulidad del acto.

5. Es revocable: Pues la posibilidad de revocación vale hasta el acaecimiento de la muerte del testador.
Esta facultad es irrenunciable e irrestringible. El testamento no confiere a los instituidos ningún derecho
actual; por eso se llama acto de última voluntad: porque es la última voluntad expresada con las
formalidades de la ley la que prevalece.

6. Es personalísimo: La voluntad debe ser expresada personalmente por el testador y no por otra persona,
no puede delegarla ni dar poder a otro para testar.

7. Es individual: Puesto que las disposiciones testamentarias no pueden dejarse al arbitrio de un tercero,
ha de ser otorgado por una sola persona. No puede ser hecho en el mismo acto por dos o más personas,
sea a favor de un tercero, sea a título de disposición recíproca y mutua.

8. Es autosuficiente: En consecuencia, las disposiciones testamentarias deben bastarse a sí mismas y la


prueba del cumplimiento de solemnidades debe surgir del mismo testamento.

9. Es formalmente indivisible.

Por último, resultan aplicables a los testamentos las reglas establecidas para los actos jurídicos, en tanto
no sean alteradas por las disposiciones de este título.

Esta remisión presenta la ventaja de que será aplicable al testamento lo relativo a los principios generales
sobre validez del acto jurídico.

Capacidad para testar


 El Código Civil y Comercial no contiene una norma específica que establezca el principio
general de capacidad para testar; ello surge de los principios que inspiran el acto jurídico.

 Cabe señalar que la habilidad para testar se aplica sólo a las personas físicas, pues las
personas jurídicas no pueden disponer de sus bienes por testamento. En efecto, el testamento es
un acto destinado a tener efecto después de la muerte del causante.

 En materia testamentaria, la aptitud para testar se encuentra unida al ejercicio del derecho,
pues no es posible testar por medio de representante que supla la incapacidad.
Momento en que debe existir la capacidad:

Para calificar la habilidad para testar, se atiende al tiempo en que se otorga el testamento,
independientemente de que se carezca de ella al tiempo de la muerte.

Poco interesa que la persona pierda su habilidad para testar luego de haber testado, puesto que se
considera que persistió en su voluntad mientras tuvo aptitud, quedando privada de la posibilidad de
modificarlo cuando sobrevino la incapacidad.

Ley que rige la capacidad:

El Código Civil y Comercial en el art. 2647 (norma de derecho internacional privado) afirma que “…la
capacidad para otorgar testamento y revocarlo se rige por el derecho del domicilio del testador al
tiempo de la realización del acto”.

De tal norma se desprende que:

 la ley del domicilio del testador al tiempo de hacer su testamento es la que decide de su capacidad
o incapacidad para testar;

 la capacidad para testar debe existir al momento de confeccionar el testamento.

Supuestos de incapacidad:

El Código ha establecido incapacidades generales, que se aplican a toda clase de testamento. Por ejemplo,
la falta de edad. Junto a tales incapacidades, ha previsto incapacidades específicas que afectan a
determinadas personas para testar usando determinadas formas testamentarias. Por ejemplo, quien no sabe
leer ni escribir no puede testar por la forma ológrafa.

1) Edad para testar

 Según el art. 2464, pueden testar las personas mayores de edad al tiempo del acto. En
consecuencia, no pueden hacerlo los menores de 18 años de uno y otro sexo.

 La capacidad para testar se cuenta desde el mismo día en que se cumplen los 18 años, momento a
partir del cual cesa la incapacidad de los menores.

 Capacidad testamentaria de los emancipados:

La celebración del matrimonio antes de los dieciocho años emancipa a la persona menor de edad,
la que goza de plena capacidad de ejercicio, salvo las limitaciones determinadas por el Código.

La única emancipación prevista es la de matrimonio, pues ha quedado derogada la emancipación


por habilitación de edad.

2) Personas privadas de razón


El art. 2467 expresa que:

Es nulo el testamento o, en su caso, la disposición testamentaria: …c) por haber sido otorgado por
persona privada de la razón en el momento de testar. La falta de razón debe ser demostrada por quien
impugna el acto; d) por haber sido otorgado por persona judicialmente declarada incapaz. Sin embargo,
ésta puede otorgar testamento en intervalos lúcidos que sean suficientemente ciertos como para asegurar
que la enfermedad ha cesado por entonces…

De tal manera, es posible distinguir dos supuestos:

 inc. c): se refiere a la persona que otorga un testamento que podría ser atacado por nulidad por
quien lo invoque y pruebe que el testador, al momento de testar, se encontraba falto de razón. Este
supuesto es similar al de demente no interdicto previsto por el Código Civil.

La regla general es que la persona goza de salud mental, por lo tanto, la privación constituye la
excepción. En consecuencia, la capacidad se presume y quien sostiene la falta de razón debe
probar dicho extremo.

 inc. d): reconoce la facultad de testar válidamente que tiene la persona declarada incapaz
judicialmente, siempre que sea en un intervalo lúcido.

 No estar privado de razón significa que la persona tiene el raciocinio suficiente para comprender
el acto conforme al cual dispone de sus bienes a favor de las personas que quiera.

 Se admite la validez del testamento otorgado por quien ha sido declarado judicialmente incapaz,
pero tiene discernimiento en el acto de testar, sea por remisión transitoria de su enfermedad, sea
por curación de ella sin haber sido aún rehabilitado. También se prevé la privación de la razón sin
interdicción, caso en el cual la carga de la prueba incumbe a quien alega dicha privación.

Tanto el inciso c) como el inciso d) del art. 2467 se refieren a personas privadas de razón; la diferencia
radica en que en éste último esa persona ha sido declarada incapaz en un proceso judicial.

 El intervalo lúcido consiste en períodos de salud completa en la evolución crónica de una


enfermedad cuya intermitencia y recaída se suponen fatales. El concepto de intervalo lúcido se
aplica tanto al caso de que la enfermedad hubiera cesado definitivamente como aquellos en que
hubiera cesado al tiempo de otorgarse al testamento.

Carga de la prueba:

En el inciso c), la carga de la prueba se rige por las siguientes pautas:

 quienes pretendan la nulidad del testamento deberán probar la notoriedad de la alienación;

 quienes pretendan su validez, deberán acreditar la existencia del intervalo lúcido.


En el inciso d), el testamento que se realice es nulo, salvo que se hubiese otorgado en intervalo lúcido, lo
que deberá probar quien sostenga su validez; es decir, deberá demostrar que el testador, al momento de
otorgar el testamento, se encontraba en un intervalo prolongado de lucidez.

3) Personas limitadas en sus facultades de expresión

Afirma el art. 2467, en su inc. e), que:

Es nulo el testamento o, en su caso, la disposición testamentaria: …e) por ser el testador una persona que
padece limitaciones en su aptitud para comunicarse en forma oral y, además, no saber leer ni escribir,
excepto que lo haga por escritura pública, con la participación de un intérprete en el acto…

 En el Código Civil, los sordomudos que no sabían leer y escribir eran incapaces absolutos de
hecho y, por lo tanto, no podían testar.

 El Código Civil y Comercial suprimió el término sordomudez y se refiere a las personas que
tienen limitaciones para comunicarse en forma oral y que no saben escribir ni leer.

 El art. 2467 permite a las personas que se encuentran en tal situación testar por escritura pública y
con la intervención de un intérprete, siempre que comprendan el contenido del acto.

Inhabilidad para suceder por testamento


La regla en materia sucesoria testamentaria es que toda persona humana tiene aptitud para ser titular de
derechos.

Excepciones: el art. 2482, regula las personas que no pueden suceder, estas son:

a) Los tutores y curadores a sus pupilos, si éstos mueren durante la tutela o curatela o antes de ser
aprobadas las cuentas definitivas de la administración;

b) el escribano y los testigos ante quienes se haya otorgado el testamento, por el acto en el cual han
intervenido;

c) los ministros de cualquier culto y los líderes o conductores espirituales que hayan asistido al
causante en su última enfermedad.

El fundamento de esta solución legal es evitar la captación de la herencia.

Los supuestos de inhabilidad responden a una situación jurídica especial entre el causante y el sucesor; es
decir, se trata de inhabilidades para suceder a determinadas personas con las que se tiene una especial
situación jurídica.
 El Código Civil y Comercial utiliza el vocablo inhabilidad en lugar de incapacidad relativa.
Algunos autores sostienen que éste último término es más preciso que inhabilidad, pues sólo la
incapacidad puede ser absoluta, relativa, de derecho o de hecho (Pérez Lasala, 2014, tomo 2, p.
413). Asimismo, sostienen que se trata de incapacidades de derecho que no admiten la posibilidad
de probar que no ha existido la captación de la herencia. Por su parte, otros autores consideran que
no se trata de incapacidades, sino que la ley desconfía de la influencia que ciertas personas pueden
tener sobre el testador y, a fin de evitar la captación de la herencia, se anula la disposición
testamentaria que la beneficia (Fornieles, como se citan en Pérez Lasala, 2014, p. 418). En tal
sentido, se trataría de una presunción iuris tantum que admitiría prueba en contrario. Estos
últimos, postulan que basta con decir que tal disposición es nula, en lugar de hablar de
incapacidad.

Análisis de los supuestos de inhabilidad:

1. Tutores y curadores: la norma no se limita a regular el supuesto del tutor y pupilo, sino que alcanza a la
curatela.

Asimismo, distingue dos situaciones:

 si el fallecimiento se produce durante la tutela o curatela: aquí se cuestiona que resulta bastante
difícil que pueda el pupilo fallecer bajo la tutela, pues el causante debe ser mayor de edad al
momento de testar;

 si el fallecimiento se produce luego de cesada la tutela, pero previamente a que se hayan aprobado
las cuentas: se entiende que basta que se hubiesen presentado las cuentas y que sean correctas para
que no se produzca la inhabilidad, pues de lo contrario el tutor o curador podría verse perjudicado
por una demora judicial que no le es imputable. Explica Borda (1994, tomo I, pto. 1120.1115) que
también puede suceder que las cuentas no se hubieren rendido y hubiese transcurrido el plazo de
prescripción de la acción de rendición de cuentas; parece razonable considerar que cesa la
incapacidad, pues ya nadie tendrá acción para cuestionar la administración del tutor.

2. Escribanos y testigos: se aplica al testamento por acto público.

El Código de Vélez extendía la incapacidad al cónyuge o determinados parientes del escribano o los
testigos; esto ha sido suprimido en el Código vigente. Sin embargo, pueden quedar incluidos en la
regulación de personas interpuestas.

3. Ministros de cualquier culto y líderes o conductores espirituales: La norma alcanza a aquellos que
hubiesen asistido al causante en su última enfermedad; esta es, la que causó la muerte.

No se limita a los sacerdotes católicos o a los ministros protestantes, sino que comprende a los de
cualquier culto o corriente espiritual.
 Por otra parte, el art. 2483 prescribe la sanción por testar a favor de quien no puede suceder;
así, establece que tales disposiciones testamentarias serán de ningún valor, por lo tanto, si hubiese
recibido los bienes, deberá devolverlo junto con sus frutos.

 Si el inhábil, antes de ser declarado tal, hubiese realizado actos de disposición sobre los bienes,
esos actos serán válidos si se trata de inmuebles que reúnen las condiciones del art. 2315, pero
deberá responder por los daños y perjuicios. La misma solución aplicará cuando la disposición
testamentaria se realice a nombre de una persona interpuesta, es decir, toda persona que figura
como beneficiaria en el testamento, cuando en realidad no es el verdadero destinatario de los
bienes. La norma reputa como tales –sin admitir prueba en contrario– al cónyuge, conviviente o
determinados parientes de las personas inhabilitadas para suceder.

 El momento en que debe existir la habilidad para suceder es el de la apertura de la sucesión.

Ejercicio de la acción:

 Legitimados activos: quienes se beneficiarían del testamento en caso de que proceda la


declaración de inhabilidad.

No se encuentran legitimados para ejercer la acción: los legatarios y los acreedores de la sucesión.

 Legitimados pasivos: son las personas que pueden ser declaradas inhábiles, sean herederos
testamentarios o legatarios.

Formas de testar
El Código Civil y Comercial regula las siguientes formas de otorgar testamento:

 ológrafo;

 por acto público.

Se suprimió la forma testamentaria llamada “testamento cerrado” por carecer de uso en la práctica y
por la complejidad de sus requisitos.

El testamento cerrado era aquel en el que el testador presentaba al escribano un pliego cerrado en
presencia de testigos, manifestando que éste contenía su testamento. En su cubierta se redactaba un acta
que hacía constar esa expresión. Atento a que intervenía un escribano, constituía un acto notarial;
además, por la forma de otorgarse, era secreto, ya que la voluntad del testador se encerraba bajo la
cubierta que se abría a su muerte.

Ventajas e inconvenientes de las formas testamentarias:


Testamento ológrafo Testamento por acto público
a) Comodidad: puede efectuarlo a) La intervención del notario
el testador cuando lo crea aleja la posibilidad de que se
conveniente. hagan mandas inoficiosas o
b) Secreto: permite evitar las ineficaces, en las cuales podría
tensiones y conflictos de familia incurrir el testador por su
que se suscitan ante el desconocimiento jurídico. El
conocimiento de que se ha escribano, al tomar conocimiento
dictado el testamento. de las disposiciones
c) Economía: no exige gastos de testamentarias, podrá sugerir
sellado ni honorarios que precisiones técnicas que aclaren
comporta una escritura pública. su contenido y eviten dificultades
d) Simple: la simpleza de sus interpretativas o eventualmente
Ventajas
requisitos se pone en evidencia si su nulidad.
se observa que sólo se reduce a b) Brinda mayor seguridad, ya
que sea hecho de puño y letra del que su destrucción por terceros
otorgante, firmado y fechado por interesados no será factible,
él; no hay que recurrir a las puesto que es prácticamente
formas solemnes de los imposible la destrucción de los
testamentos en que interviene el protocolos notariales o su
escribano. pérdida.
e) Revocabilidad: puede ser c) Es el que pueden utilizar
revocado con toda facilidad. quienes no saben leer o escribir o
no pueden hacerlo.

a) Existe la posibilidad de a) La participación y necesario


destrucción tanto de manera conocimiento de su contenido
fortuita o de manera intencional por muchas personas impide
por parte de los que no resultaren mantener el secreto del
favorecidos con las disposiciones testamento.
Inconvenientes testamentarias. b) Debido a la intervención del
b) Facilita la captación, pues no escribano, se torna un acto
hay intervención de escribano y oneroso.
testigos, lo que permite que se
teste privado de razón.

Testamento ológrafo
Es el testamento que realiza por sí el testador, sin intervención de un escribano y testigos, escrito de su
puño y letra, con fecha y firma.

 El testamento ológrafo, para ser válido en cuanto a sus formas, debe ser escrito “con los caracteres
propios del idioma en que es otorgado, fechado y firmado por la mano misma del testador”.

Regla: La falta de alguna de estas formalidades lo invalida en todo su contenido.


Excepción: Que contenga elementos materiales que permitan establecer la fecha de manera cierta; por
ejemplo, enunciaciones como “el día de la independencia de 2015” son válidas, pues permiten saber con
precisión la fecha en que fue redactado.

Caracteristicas:

Escrito:

 Debe ser escrito enteramente por puño y letra del testador. Puede ser redactado en cualquier
idioma. Lo prohibido es el uso de caracteres no idiomáticos tales como los taquigráficos o
criptográficos o alfabeto morse, dado que ello no ofrece la garantía de exactitud de la escritura
común.

 Generalmente es escrito utilizando tinta y papel, pero no hay inconveniente en que se utilice
cualquier otro medio que permita escribir (lápiz, pintura) y que se escriba sobre otros materiales
(lienzo, madera).

Firma:

 Debe estar a continuación de las disposiciones testamentarias. La firma demuestra la conformidad


definitiva del causante con las últimas disposiciones, que no bastaría con que fuesen de su puño y
letra y que tuvieran la fecha para considerarse como jurídicamente eficaces.

 La firma cierra el testamento, de ahí que si se le hicieren agregados, deberán reunir todas las
condiciones del testamento ológrafo para ser eficaces.

Fecha:

 Ordinariamente, la fecha se enuncia con la mención del día, mes y año correspondiente al
calendario gregoriano. Sin embargo, no es indispensable que se adopte esa forma, por lo que se
consideran válidas las enunciaciones perfectamente equivalentes que fijen de manera precisa la
fecha del testamento.

 Debe estar puesta antes o después de la firma.

 El error del testador sobre la fecha no invalida el acto. Señala Moreyra (2014, p. 463) que no
procederá la nulidad siempre que por medio de otras enunciaciones pueda determinarse la fecha
verdadera.

 El testamento no es válido si voluntariamente el testador puso una fecha falsa con el fin de violar
una disposición de orden público. Por ejemplo, el declarado incapaz coloca en el testamento una
fecha que es anterior a tal declaración.

En este supuesto, quien alegue que la fecha es falsa deberá acreditar dicho extremo, pues en
principio las disposiciones testamentarias son veraces.

 Es de trascendental importancia, entre otros aspectos, para determinar si es el último testamento


otorgado, para verificar lo relativo a la aptitud para testar, para determinar la ley aplicable, etc.
 Los agregados realizados por un tercero sólo invalidan el testamento si han sido efectuados por orden
o con el consentimiento del causante. Esto tiene su lógica, ya que resultaría muy fácil para un tercero
obtener la nulidad del testamento consignando algo en él.

 Un aspecto importante a tener en cuenta es que el testamento puede no ser redactado en el mismo
momento ni de una sola vez.

Si se efectúa en distintas épocas, el testador puede:

1. consignar las disposiciones testamentarias, fechándolas y firmándolas por separado;

2. consignarlas poniendo la fecha y la firma el día en que termine el testamento.

El Código de Vélez regulaba la independencia intelectual del testamento ológrafo; esto es, que el
testamento debía constituir un acto independiente de cualquier otro, con individualidad y significados
propios. Conforme a ello, por ejemplo, un testamento incluido en libros de contabilidad no tenía validez
si formaba parte de un asiento contable, pero tenía eficacia si se lo escribía en una hoja en blanco, sin
formar un cuerpo con los asientos que el libro contenía.

El Código Civil y Comercial no contiene una norma en tal sentido, ni tampoco sobre la redacción en
cartas misivas, por lo tanto, tales situaciones quedarán sometidas a la apreciación judicial.

Valor Probatorio:

 El Código vigente no contiene una disposición al respecto.

 El testamento ológrafo es un acto privado contenido en un documento privado. Una vez producida
la muerte del testador, debe llevarse a cabo un procedimiento de verificación y reconocimiento de
todo el testamento y de la veracidad de la firma.

 Una vez acreditados los requisitos exigidos, el juez lo aprueba y ordena su protocolización.

 Conforme a ello, el escribano lo protocoliza y extiende la correspondiente escritura pública.

 Al formar parte de la escritura, es un documento público. Parte de la doctrina sostiene que el


carácter de testamento público lo tiene desde que es aprobado por el juez y ordenada su
protocolización, aún cuando ésta no se hubiese realizado.

Protocolización:

 El testamento ológrafo debe presentarse, en la forma en que se encuentre, al juez competente. Si


estuviese cerrado, el juez convoca a una audiencia para realizar la apertura y procederá para que
los testigos reconozcan la letra y firma del testador. Si el testamento se presenta abierto ante el
juez, la audiencia tiene por finalidad el reconocimiento de la escritura y firma del testador. Si
resulta que se valida la identidad, es decir, que los testigos confirman autenticidad, el juez
rubricará el principio y fin de cada página y mandará a que se entregue con todas las diligencias
hechas al escribano.
 El Código vigente no contiene norma que regule la protocolización; esta es regulada por los
Códigos procesales. La protocolización se realiza extendiendo una escritura pública suscripta por
el juez, que contiene el testamento y las actuaciones judiciales realizadas. De esta manera, se
convierte en público el instrumento privado.

Testamento por acto público


El testamento por acto público (también llamado abierto) es aquel que se otorga ante un escribano, por
escritura pública y en presencia de testigos.

Así, dispone el art. 2479 que: “el testamento por acto público se otorga mediante escritura pública, ante
el escribano autorizante y dos testigos hábiles, cuyo nombre y domicilio se deben consignar en la
escritura…”

A este testamento se le aplican las disposiciones propias de la sucesión testamentaria y las relativas a la
escritura pública.

El testador, para poder testar por esta forma, no debe estar comprendido dentro de las inhabilidades para
testar. En el caso de que sea una persona que padece limitaciones en su aptitud para comunicarse en forma
oral y, además, no sabe leer ni escribir, puede testar por esta forma, por medio de la participación de un
intérprete.

Etapas que comprende el otorgamiento:

1) fase preparatoria: el testador le manifiesta su deseo de testar al escribano y le da las instrucciones de


manera verbal o escrita;

2) fase de redacción de la escritura: el escribano redacta la escritura testamentaria según las


instrucciones dadas por el testador;

3) fase de otorgamiento: el escribano, en presencia del testador y los testigos, procede a la lectura del
testamento y luego lo firman los intervinientes.

Modo de ordenar las disposiciones:

Expresa el art. 2479 que:

"El testador puede dar al escribano sus disposiciones ya escritas o sólo darle por escrito o verbalmente
las que el testamento debe contener para que las redacte en la forma ordinaria. En ningún caso las
instrucciones escritas pueden ser invocadas contra el contenido de la escritura pública".

El escribano debe recibir las disposiciones o las instrucciones del testador de manera personal, es decir
que no puede delegar tal tarea.

Enunciación que debe contener la escritura:

El testamento debe redactarse cumpliendo las reglas comunes a las escrituras públicas. Así, deberán
observarse los siguientes requisitos:

1) Redactarse en un único acto.


2) Redactarse en idioma nacional. Si el testador no conoce nuestro idioma, deberá realizarse una
minuta firmada, traducida por traductor o, si no lo hay, por intérprete aceptado por el escribano. La
escritura y la minuta deben protocolizarse.

3) No deben usarse abreviaturas, iniciales, ni dejarse espacios en blanco. Pueden utilizarse


números.

4) Si el testador tuviese discapacidad auditiva, deben intervenir dos testigos que puedan acreditar
el conocimiento y comprensión del acto por parte del testador. Si es alfabeto, debe labrarse una
minuta firmada por éste y por el escribano, la que debe protocolizarse.

5) La escritura debe contener: lugar y fecha de otorgamiento, nombre y domicilio de los testigos,
datos personales del testador, naturaleza del acto, constancia instrumental de la lectura que realiza
el escribano, y las firmas del otorgante, testigos y escribano.

Desarrollo del acto final:

El art. 2479 prevé el desarrollo del acto final; así, dispone que una vez concluida la redacción del
testamento, debe ser leído ante el testador y los testigos, quienes deberán firmarlo.

Los testigos deben asistir desde el comienzo hasta el fin del acto sin interrupción, lo que debe hacer
constar el escribano; esto conforme al principio de unidad de acto de las escrituras. Esto se refiere al acto
solemne de la escritura. No es necesario que estén presentes cuando el testador da las instrucciones al
escribano o cuando se lo está redactando.

Firma del testador:

Expresa el art. 2480. Firma a ruego. "Si el testador no sabe firmar, o no puede hacerlo, puede hacerlo por
él otra persona o alguno de los testigos. En este caso los dos testigos deben saber firmar. Si el testador
sabe firmar y manifiesta lo contrario, el testamento no es válido. Si sabiendo firmar, no puede hacerlo, el
escribano debe explicitar la causa por la cual no puede firmar el testador."

En la norma se prevén tres hipótesis:

a) que el testador no sepa firmar;

b) que no pueda hacerlo;

c) que sepa firmar, pero manifieste lo contrario.

Testigos: Son imprescindibles 2 testigos en esta forma testamentaria.

La importancia de los testigos se funda en que ellos constituyen una garantía de la seriedad del acto,
contribuyen a su solemnidad y robustecen la fe dada por el escribano sobre la autenticidad de que el
testamento traduce fielmente la voluntad del otorgante.
Capacidad:

 Pueden ser testigos, las personas capaces al momento de otorgarse el acto.

 No pueden serlo:

1) los ascendientes, los descendientes, el cónyuge o conviviente del testador;

2) los albaceas, curadores o tutores designados en el testamento;

3) los beneficiarios de alguna de las disposiciones testamentarias;

4) las personas incapaces de ejercicio (personas por nacer, menores de edad e incapaces
declarados judicialmente) y quienes por sentencia se encuentran impedido de ser testigos en
instrumentos públicos;

5) los dependientes del escribano;

6) el cónyuge, conviviente y los parientes del escribano dentro del cuarto grado, y del segundo de
afinidad.

Lo que se pretende evitar con estas prohibiciones es la captación o debilitamiento de la voluntad del
testador.

No resulta necesario que ambos testigos sepan firmar, salvo en el caso que uno de ellos deba intervenir
firmando a ruego del testador, en ese supuesto, ambos deben saber firmar.

Por último, el testamento no es válido si excluido el testigo inhábil, no quedan testigos en número
suficiente.

Institución de herederos y legatarios


 La institución de herederos, en principio, implica la asignación de la universalidad de la herencia o
de una parte indivisa de ella.

 Las cuotas surgen cuando hay varios herederos en virtud del concurso o cuando el testador asigna
partes alícuotas.

 La institución de legatarios, en principio, procede cuando la disposición se refiere a bienes


concretos.

 Esto es en principio, pues puede suceder que el testador quisiera instituir heredero en bienes
particulares o legatarios de partes alícuotas.

 Cabe señalar que la institución de herederos no es esencial en nuestro sistema; en consecuencia, el


testador puede disponer de todos sus bienes por medio de legados. Se trata de un acto
personalísimo que, por lo tanto, depende exclusivamente de la voluntad del causante. No es un acto
formal, por lo que es suficiente con que se den las circunstancias objetivas y subjetivas que
permitan calificar la disposición del testador como institución de heredero. Por ejemplo, “dejo
todos mis bienes en calidad de herederos a José y Juana”, “dejo todos mis bienes a Sofía y
Marcela”, “lego mi auto a Pedro y el remanente de mis bienes a Carlos”.

Requisitos: La institución de herederos y legatarios está condicionada a la observancia de los siguientes


requisitos:

a) empleo de la forma testamentaria: la institución de herederos y legatarios puede ser hecha sólo por
testamento; por lo tanto, el testador no puede expresar su voluntad refiriéndose a elementos extrínsecos al
testamento;

b) designación por el testador: pues éste debe nombrar por sí mismo al heredero o legatario, atento al
carácter personalísimo del testamento; si estipula que otra persona lo nombrará por encargo suyo, la
institución no vale;

c) determinación inequívoca del instituido: el heredero o legatario debe ser designado de manera tal que
no quede duda alguna sobre la persona instituida. No es necesario que el instituido sea determinado con
nombre y apellido, sino que lo que se requiere es que se suministren los elementos necesarios para
individualizarlo de manera precisa.

Fundamento:
Mediante la institución de herederos y legatarios, se permite al testador manifestar su voluntad respecto a
la disposición de sus bienes.

Casos especiales:
El principio general es que la institución de herederos y legatarios no debe dejar duda sobre la persona
instituida.
Sin embargo existen casos especiales donde hay indeterminación de los instituidos, estos son:

 La institución a los parientes se entiende hecha a los de grado más próximo, según el orden de la
sucesión intestada y teniendo en cuenta el derecho de representación. Si a la fecha del testamento
hay un solo pariente en el grado más próximo, se entienden llamados al mismo tiempo los del
grado siguiente.

 La institución a favor de simples asociaciones se entiende hecha a favor de las autoridades


superiores respectivas del lugar del último domicilio del testador con cargo de aplicar los bienes a
los fines indicados por el causante.

 La institución a los pobres se entiende hecha al Estado municipal del lugar del último domicilio
del testador o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en su caso, con cargo de aplicar los bienes a
fines de asistencia social. [Se trata de un legado, pues la calidad de heredero implica tomar la
posición jurídica del causante, responder por las deudas, lo que no armoniza con la condición de
los destinatarios, que son los pobres. No es un legado a favor del Estado, sino que los destinatarios
de los bienes deberán ser siempre las personas que lo necesitan].

 La institución a favor del alma del testador o de otras personas se entiende hecha a la autoridad
superior de la religión a la cual pertenece el testador, con cargo de aplicar los bienes a sufragios y
fines de asistencia social. [Es un legado con cargo].
Situación del heredero universal instituido
Es aquel que es llamado a la herencia por testamento, con el objeto de suceder la universalidad de los
bienes, sin asignación de partes, acordándole el derecho de acrecer.

El art. 2486 establece cómo se realiza la distribución en los casos de los herederos universales instituidos.

 si son “instituidos sin asignación de partes, suceden al causante por partes iguales y tienen
vocación a todos los bienes de la herencia a los que el testador no haya dado un destino diferente”.

 Si uno o varios herederos son instituidos:…con asignación de partes y otro u otros sin ella, a éstos
corresponde el remanente de bienes después de haber sido satisfechas las porciones atribuidas por
el testador. Si éstas absorben toda la herencia, se reducen proporcionalmente, de manera que cada
heredero sin parte designada reciba tanto como el heredero instituido en la fracción menor.

La diferencia entre el heredero universal y el de cuota está dada por la vocación al todo que es inherente
al primero, pues el heredero de cuota carece de derecho a acrecer, salvo que la ley o el testamento lo
establezca.

Casos:
La institución de herederos no tiene formas sacramentales; basta con que las personas sean designadas
con el objeto de suceder la universalidad de los bienes, acordándoles el derecho de acrecer.

El art. 2487 regula los supuestos de institución indirecta de los herederos universales, a saber:

a) “La atribución de la universalidad de los bienes de la herencia, aunque se limite a la nuda


propiedad”. La disposición testamentaria por la cual el testador otorga a una o muchas personas la
universalidad de los bienes que deja a su muerte importa instituir herederos a las personas designadas, aun
cuando según los términos del testamento, la disposición se encuentre restringida a la nuda propiedad y
que separadamente el usufructo se haya dado a otra persona.

b) “El legado de lo que reste después de cumplidos los demás legados”: si después de haber hecho a una
o muchas personas legados particulares, el testador lega lo restante de sus bienes a otra persona, esta
última disposición importa la institución de heredero de esa persona, cualquiera que sea la importancia de
los objetos legados respecto a la totalidad de la herencia.

c) “Los legados que absorben la totalidad de los bienes, si el testador confiere a los legatarios el derecho
de acrecer”.

El heredero instituido en uno o más bienes determinados es legatario.

A los fines de interpretar las disposiciones testamentarias, se establecen las siguientes pautas:

 interpretación literal: deben considerarse las palabras utilizadas por el testador;

 interpretación contextual: cuando de las cláusulas demuestren que otra ha sido la voluntad del
testador, debe realizarse una interpretación contextual conforme al grado de cultura y la
construcción gramáticas propias del testador;

 interpretación legal: la ley regula dos supuestos que pueden generar dudas al momento de
establecer la naturaleza del llamamiento testamentario; estos son: legado de remanente e institución
de herederos con asignación de partes.
Situación del heredero de cuota instituido
El art. 2488 regula los herederos de cuota, así expresa que:

"Los herederos instituidos en una fracción de la herencia no tienen vocación a todos los bienes de ésta,
excepto que deba entenderse que el testador ha querido conferirles ese llamado para el supuesto de que
no puedan cumplirse, por cualquier causa, las demás disposiciones testamentarias. Si la adición de las
fracciones consignadas en el testamento excede la unidad, se reducen proporcionalmente hasta ese
límite. Si la suma de las fracciones no cubre todo el patrimonio, el remanente de los bienes corresponde
a los herederos legítimos y, a falta de ellos, a los herederos instituidos en proporción a sus cuotas".

El Código Civil y Comercial elimina la figura de “legatario de cuota” y lo denomina “heredero de cuota”.
Conforme a esta norma, estos herederos carecen de derecho a acrecer, salvo:

 cuando deba interpretarse que el testador le asignó vocación expansiva en el caso que las demás
disposiciones no pudiesen cumplirse;

 cuando las sumas de las partes asignadas a los herederos de cuota no cubre toda la herencia y no
existan herederos legítimos. Si hubiese herederos instituidos, lo recibirán en proporción a sus
cuotas.

Legados
Hemos visto que la sucesión testamentaria puede ser:

 a título universal;

 a título particular.

La sucesión particular procede cuando se transmite un bien particular o un conjunto de bienes que
integran la herencia. El sucesor particular no ocupa la posición del causante; no responde por sus deudas,
salvo que no haya bienes suficientes en la herencia y hasta el valor de lo que recibe o que se atribuyan
como carga del legado.

Pérez Lasala sostiene que en un estricto sentido técnico-jurídico la sucesión universal mortis causa es la
del heredero y no la del legatario, pues este es un simple adquirente. Por ello, considera que debemos
distinguir la sucesión para referirnos a la universal, y las adquisiciones mortis causa para las particulares.
La mayor parte de la doctrina utiliza el término sucesión para referirse tanto a la universal como a la
particular.

En cuanto al contenido del legado, pueden ser legadas todas las cosas y derechos que estén en el comercio
y que reúnan las siguientes condiciones:

 sean propiedad del testador;

 sean determinadas o determinables;

 no afecten la legítima.

Definición
Borda lo conceptualiza como una “liberalidad hecha en un testamento, por la que se transmiten al
beneficiario derechos o excepciones de carácter patrimonial, sobre objetos particulares”.

Generalmente, se produce la transmisión de derechos (propiedad, usufructo, créditos); sin embargo, en la


definición se agrega el término excepciones, porque en el legado de remisión de deuda, lo que se otorga
es un derecho a oponerse a las acciones de los herederos destinadas al cobro de la deuda que el legatario
tenía a favor del causante. Por lo tanto, el legado puede consistir en un acto de atribución patrimonial
(legado de cosa cierta) o no constituir una atribución patrimonial (legado de liberación de deuda), pues el
legatario no obtiene adquisición alguna.

Atento al carácter personalísimo e individual del testamento, el legado no puede dejarse al arbitrio de un
tercero ni de un heredero. El testador no puede delegar la designación de sus sucesores a otra persona.

Caracteres:

a) Es una disposición realizada por causa de muerte y que requiere, por tratarse de un acto de última
voluntad, la forma testamentaria.

b) Es una disposición a título gratuito; sin embargo, no en todos los casos hay verdadera liberalidad; por
ejemplo, no la hay en los legados remuneratorios ni en el caso en que los cargos impuestos al legado
insuman su valor.

c) Grava a la masa hereditaria: el legado pesa sobre los herederos, es decir, sobre la masa hereditaria; en
consecuencia, si los gravados no son todos los herederos, sino algunos de ellos, no estamos en presencia
de un legado, sino de un cargo.

Sujetos del legado:

 Sobre quién pesa el legado:

El cumplimiento del legado pesa sobre los herederos; es decir, sobre la masa hereditaria. Prescribe el art.
2467 que “el heredero queda obligado por las deudas y legados de la sucesión sólo hasta la
concurrencia del valor de los bienes hereditarios recibidos. En caso de pluralidad de herederos, éstos
responden con la masa hereditaria indivisa”. Es decir que la obligación de pagar los legados pesa sobre
todos los herederos, en proporción a la parte de cada uno de ellos.

Otro supuesto posible es que la herencia se hubiese distribuido sólo en legados y, por lo tanto, no existan
herederos. En este caso, la entrega material del legado la realizará el albacea, curador o administrador.

 Sujeto beneficiado:

Los sujetos beneficiados por los legados se llaman “legatarios”. Son sucesores singulares que tienen su
llamamiento de un testamento.

El legatario no responde por las deudas del causante, y la posesión que recibe es la material ante la
entrega del objeto que efectúa el heredero.

El legatario debe ser designado con la precisión suficiente que no deje dudas sobre su calidad de
beneficiario.

Normas aplicables:
 Postula el art. 2494 que “el heredero está obligado a cumplir los legados hechos por el testador
conforme a lo dispuesto en este Código sobre las obligaciones en general, excepto disposición
expresa en contrario de este Capítulo”.

 Los legatarios tienen derecho al legado desde la muerte del testador.

 Resultan aplicables las normas que regulan las obligaciones en general, salvo norma en contrario
dispuesta en el capítulo que regula los legados.

 El heredero debe cumplir con el legado; si no lo hiciera, el legatario podrá emplear los medios
legales para obtener su legado y reclamar las indemnizaciones que resulten ante el
incumplimiento.

Adquisición del legado. Modalidades.

 El derecho al legado se adquiere a partir de la muerte del testador o desde el cumplimiento de la


condición.

 A su vez, la adquisición de la titularidad sobre la cosa legada se produce de pleno derecho a la


muerte del testador. Sin embargo, el legatario pedirá a los herederos, al albacea o al curador de la
herencia que se le entregue el objeto legado.

 En el caso en que el legado estuviera sujeto a una condición suspensiva, se adquirirá a partir del
cumplimiento de la condición. Si se tratara de bienes muebles registrables (p. ej., un automóvil) el
registro es constitutivo, por lo tanto, el legatario adquirirá el dominio a partir de la inscripción.

 Si se trata de un legado de bienes determinados, el legatario es propietario desde la muerte del


causante y podrá ejercer todas las acciones de las que éste era titular.

En cuanto a la entrega del legado, podemos distinguir los siguientes supuestos:

a) El heredero debe simplemente entregar la cosa al legatario. Éste último era propietario del objeto
legado desde la muerte del testador, pero no tenía la posesión material de la cosa, la que adquiere cuando
le es entregada por el heredero. P. ej.: legado de cosa cierta y determinada.

b) El heredero deberá entregar la propiedad del objeto legado que, en principio, le perteneció. P. ej.:
legado de cosa genérica.

c) El heredero deberá entregar los títulos que acreditan el derecho. P. ej.: legado de crédito.

d) No existe obligación sustancial por parte del heredero. P. ej.: legado de liberación.

Aceptación del legado:


El legatario debe aceptar el legado. Los caracteres de la aceptación son:
 no hay presunción de aceptación;
 puede ser expresa o tácita;

 es indivisible;

 es pura: no puede estar sujeta a condición ni término.


Puede ser realizada por el legatario y sus sucesores universales. Se prevé que puedan efectuarla los
acreedores de aquel, aun cuando haya repudiado el legado.

Regla general:

El Código establece que pueden legarse todos los bienes que estén en el comercio, aun los de existencia
futura.

El término bienes comprende las cosas y los derechos. Alcanza a los objetos de contenido patrimonial
cuya enajenación no se encuentra prohibida o dependiente de autorización pública. Conforme a ello, no
podrán ser objeto de legados: la jubilación, el bien de familia, entre otros.

El objeto legado debe ser designado por el testador, no puede dejarse aquel al arbitrio de un tercero.

Clases de legados

1) Legado de cosa cierta


 El legado de cosa cierta es aquel por el cual se dispone de un objeto material, cierto y
determinado.

 El legatario podrá reivindicar la cosa, con citación al heredero. Para obtener la cosa, deberá pedir
su entrega al heredero, albacea o administrador, aunque la tuviese en su poder por cualquier título.

 Los legatarios adquieren el dominio de pleno derecho a la muerte del testador; por lo tanto, la
facultad para intentar la acción reivindicadora deriva de tal dominio. La acción puede ser ejercida
aun cuando no tuviese la posesión de la cosa; por ello, debe citar a los herederos a fin de
resguardar los derechos de éstos últimos.

 En estos legados, en principio, los herederos carecen de la facultad para reivindicar la cosa de
terceros que la posean. Parte de la doctrina estima que podrán hacerlo cuando se impugne la
validez del legado o hubiese caducado. En ese supuesto deberá citarse al legatario.

 Por otra parte, los gastos de entrega del legado se encuentran a cargo de la sucesión. Éstos son los
necesarios para la entrega material de la cosa al legatario. Pesa sobre el legatario el pago de
impuestos que pesen sobre la cosa legada desde la muerte del causante.

 Extensión: La cosa legada se debe en el estado en que existe al tiempo de la muerte del testador,
comprendiendo los accesorios.

 La norma no es sino un corolario del principio de que los testamentos producen sus efectos al
momento de la muerte del causante. Empero, la regla cede en algunos supuestos.

 La referencia de que la cosa debe entregarse en el estado en que se encuentra no se limita al estado
material, sino que comprende el jurídico, pues los contratos que la gravan deben ser respetados.

 Las mejoras corresponden al legatario y pesan sobre él los deterioros de la cosa legada desde la
muerte del testador.
2) Legado de cosa ajena
 Está regulado en el art. 2507. El principio es que el testador sólo puede legar sus propios bienes;
por lo tanto, es de ningún valor todo legado de cosa ajena cierta y determinada.

 Excepción: se convalida el legado si la cosa es adquirida con posterioridad por el testador.

 Adquisición ordenada por el testador: Si el testador ordenare que se adquiera una cosa ajena para
darla a alguna persona, el heredero debe adquirirla y darla al legatario; pero si no pudiese
adquirirla porque el dueño no quiere enajenarla o pide un precio excesivo, el heredero estará sólo
obligado a dar en dinero el justo precio de la cosa.

 Si la cosa ajena legada hubiese sido adquirida por el legatario antes del testamento, se le debe su
precio equitativo.

 Por último, si la adquisición es gratuita, el legado queda sin efecto.

3) Legado de cosa ganancial


 El Código Civil y Comercial no regula expresamente el legado de cosa ganancial.

 Se distinguen dos supuestos:


a) que la cosa sea adjudicada al testador antes de su muerte: en tal caso, el legado es válido como
legado de cosa cierta y determinada; lo importante es que al legatario se le adjudique en la
liquidación de la sociedad conyugal el bien legado aun cuando tal adjudicación se produzca luego
de su muerte;
b) que la cosa legada le sea adjudicada al cónyuge supérstite al dividir los gananciales: en este
caso el legado vale como legado de cantidad conforme al valor que tenía el bien al momento de la
muerte del causante.

4) Legado de un bien en condominio


 Este legado es receptado por el art. 2508.

 El legado de cosa que se tiene en comunidad con otro, vale sólo por la parte de que es propietario
el testador. Es decir, el legado sobre un bien que pertenece en común a varias personas, sólo
transmite derechos que corresponden al testador al momento de su muerte.

 Asimismo, la norma prevé dos situaciones:

a) el bien legado que componía una masa patrimonial común a varias personas le es adjudicado al
testador antes de su muerte; en este caso, el legado es válido;
b) si ello no sucede, el legado vale como legado de cantidad por el valor del bien al momento de la
muerte del causante.

5) Legado de cosa gravada


 Dispone el art. 2500 que el heredero no está obligado a librar la cosa legada de las cargas que la
gravan. Por otra parte, responde por las obligaciones a que esté afectada la cosa, hasta la
concurrencia del valor de ésta.

a) Cosa gravada con usufructo, uso, o cualquier otro derecho real que no sea de garantía:
El legatario debe recibir la cosa con tales cargas, pues los herederos no están obligados a
liberarla.
Si el legatario quisiera liberar la cosa legada, deberá acordar con el titular del derecho real que
pese sobre ella.
b) Cosa gravada con derecho real de garantía:
Sobre el legatario pesa:
 el derecho real de garantía;
 la obligación garantizada.
Cuando el valor de la cosa legada no cubre el de la obligación garantizada, el excedente no pesa
sobre el legatario sino sobre los herederos.

6) Legado de cosa inmueble


 Regula el art. 2501 que:

a) “El legado de un inmueble comprende las mejoras existentes, cualquiera que sea la época en
que hayan sido realizadas”. Esto responde al principio de que el legatario de cosa cierta tiene
derecho a recibir el objeto legado y sus accesorios.

b) “Los terrenos adquiridos por el testador después de testar, que constituyen una ampliación del
fundo legado, se deben al legatario siempre que no sean susceptibles de explotación
independiente”.

7) Legado con cargo


 El legado con cargo es cuando el testador impone al legatario una carga excepcional, accesoria y
extraña a la naturaleza del acto.

 No se concibe el cargo con independencia de la liberalidad.

 El cargo puede consistir en un dar, hacer o no hacer.

 El beneficiario del cargo puede ser la memoria del difunto, los herederos, otros legatarios del
mismo o terceros.

8) Legado de género
a) Legado de cosa indeterminada:
El legado cuyo objeto está determinado genéricamente es válido, aunque no haya cosa de ese género en la
herencia. Por ejemplo: heladera de dos puertas. Si en el patrimonio del testador hay una sola cosa de ese
género, con ella debe cumplirse el legado.

Forma de hacer la determinación:

Si el testador ha dejado expresamente la elección al heredero o al legatario, podrá el heredero dar lo peor
y el legatario escoger lo mejor.

Estos legados confieren un derecho de crédito para su cobro que deberán reclamar los legatarios a los
herederos. El derecho sobre el objeto se tendrá cuando el heredero lo entrega.

b) Legado de cosa fungible:

Está regulado en el art. 2504, cuando se refiere a los legados con determinación del lugar.
Conforme a esta norma, el legado se cumple entregando la cantidad allí existente a la muerte del testador,
aunque sea menor que la designada.
Si es mayor, se cumple entregando la cantidad designada.
Si no se encuentra cosa alguna, nada se debe.
Si las cosas legadas han sido removidas temporariamente del lugar habitual de ubicación aludido en el
testamento, el legado comprende las que subsistan en el patrimonio del testador hasta la concurrencia de
la cantidad indicada por éste.
Es necesario para la validez del legado que una vez determinada la especie del objeto del legado se
indique su peso, medida o cantidad.

Evicción:

En los legados de género el heredero responde por evicción. Esto se aplica también a los legados
alternativos.

9) Legado de dar sumas de dinero:


Este legado es una subespecie dentro del legado de cantidad o cosas fungibles. Puede consistir en la
entrega de una determinada cantidad de moneda nacional o de moneda extranjera. En cuanto a su
exigibilidad, ésta procede aunque no hubiese dinero en la herencia.

El cumplimiento de estos legados, si es puro y simple, es exigible desde la apertura de la sucesión, sin
perjuicio de la facultad de los herederos de oponerse a entregarlo hasta tanto se hubiesen pagado las
deudas.

Si los herederos no cumplen con el legado, el legatario podrá constituirlos en mora y a partir de allí
comenzarán a correr los intereses.

En cambio, si el legado está sujeto a condición suspensiva o a un plazo, sólo podrá exigirse cuando se
hubiese cumplido la condición o acaecido el plazo.

10) Legados de prestaciones periódicas


 El legado de prestaciones periódicas es aquella disposición por la cual se otorga al legatario el
derecho de recibir la manda, que consiste generalmente en una suma de dinero durante períodos
determinados por el testador.

 Estos pueden ser semanales, quincenales, mensuales, etcétera.

 Pueden tener plazo o carácter vitalicio.

 Establece el art. 2510 que cuando el legado es de pago periódico, se considera que “existen tantos
legados cuantas prestaciones se deban cumplir”.

 Desde la muerte del testador, se debe la cuota íntegramente, “con tal de que haya comenzado a
transcurrir el período correspondiente, aun si el legatario fallece durante su transcurso”.

11) legado de alimentos


 Comprende la instrucción adecuada a la condición y aptitudes del legatario, sustento, vestimenta,
vivienda, asistencia en las enfermedades hasta que alcance la mayoría de edad o recupere la
capacidad.

 Debe tenerse presente que el legado se mantiene mientras dure la falta de aptitud para procurarse
alimentos aun cuando hubiese alcanzado la mayoría de edad.

 Si el legado de alimentos se confiriera a una persona capaz, se considera legado de prestaciones


periódicas conforme a lo dispuesto por el testador.

12) Legados alternativos


 En estos legados, el heredero o, en su caso, el legatario pueden elegir entre dos o más objetos.

 Sólo ha sido regulado por el Código vigente en cuanto a la evicción. Se le aplican supletoriamente
las normas sobre obligaciones alternativas.

 En principio, la elección corresponde al heredero, pero el testador puede disponer que sea
realizada por el legatario.

 La elección es irrevocable.

13) Legados de créditos. Legados de liberación de deudas.


 Ambos legados son regulados por el art. 2505.

 El legado de un crédito a favor del testador “comprende la parte del crédito… que subsiste a la
muerte del testador y los intereses desde entonces”. El objeto de este legado es un derecho
creditorio del cual el causante es titular, y el deudor es un tercero.

 El heredero no es responsable de la insolvencia del deudor.

 El legatario tiene todas las acciones que tendría el heredero.


 El legatario recibirá el bien tal como se hallaba a la apertura de la sucesión, de manera que si
estaba perjudicado por cualquier circunstancia, así se le trasmitirá, de la misma forma que deberá
reconocer las sumas que se hubieran pagado a cuenta o las modalidades que condicionaran la
obligación.

 El legado de liberación consiste en la remisión de la deuda que hace el causante al legatario, que
es el deudor; así lo libera de su obligación.

 Puede tener dos modalidades:


a) puede ser realizado mediante una manifestación expresa del testador de liberarlo de la deuda;
b) puede realizarse disponiendo que se entregue al legatario el instrumento en que consta la deuda.
 Por otra parte, el código establece que la remisión no comprende las deudas posteriores a la fecha
del testamento.

 Si el testador lega el instrumento de la deuda, ésta se entiende remitida.

 Asimismo, una vez legada la cosa tenida en prenda, se entiende también remitida la deuda si no
hubiese documento público o privado de ella; si lo hubiese y no se legase, se entiende sólo
remitido el derecho de prenda.

 El legado de la deuda hecho a uno de los deudores solidarios, si no es restringido a la parte


personal del legatario, causa la liberación de los codeudores.

 El legado hecho al deudor principal, libra al fiador; mas el legado hecho al fiador no libera al
deudor principal.

14) Legado de reconocimiento de deuda


 Prescribe el art. 2506 que el reconocimiento de una deuda hecho en el testamento, es reputado
como un legado mientras no se pruebe lo contrario.

 Si el testador manda a pagar lo que cree deber y no debe, la disposición se tendrá por no escrita.

 Si en razón de una deuda determinada se manda pagar más de lo que ella importa, el exceso no es
debido.

 La presunción es iuris tantum y, por ende, cabe al acreedor la demostración de la existencia de la


deuda.

 Por otra parte, lo que el testador legue al acreedor no se imputa al pago de la deuda, salvo
disposición en contrario.

Prelación de pago
El art. 2358 dispone: El administrador debe pagar a los acreedores presentados según el rango de
preferencia de cada crédito establecido en la ley de concursos.
Pagados los acreedores, los legados se cumplen, en los límites de la porción disponible, en el siguiente
orden:
a) los que tienen preferencia otorgada por el testamento;
b) los de cosa cierta y determinada;
c) los demás legados. Si hay varios de la misma categoría, se pagan a prorrata.

Así deben ser pagadas las deudas del causante, las cargas de la sucesión, deben apartarse la porción
legítima de los herederos forzosos, y sobre el remanente, deben seguir el orden de pago de los legados
previstos por el artículo 2358.

Derecho de acrecer
Dentro de la esfera en que el testador puede disponer, su voluntad es decisiva; en consecuencia, puede
determinar quién se beneficiará en caso de que falle alguno de los llamamientos.

En la doctrina se distingue:

 la vocación parciaria: es aquella en la que el testador llama al sucesor a una parte de la herencia o
llama a varios en cuotas distintas;

 la vocación solidaria: es aquella en que cada sucesor es llamado a la totalidad; en consecuencia,


las cuotas no han sido queridas por el testador, sino que son el resultado del concurso de varios
herederos.

El acrecentamiento es un efecto de la vocación solidaria; en cambio, en la vocación parciaria, la cuota no


adquirida –si no hay sustitución– se defiere a los herederos legítimos del difunto.

El Código Civil y Comercial contempla dos situaciones que habilitan el derecho de acrecer:

 “cuando el testador instituye varios herederos en una misma cuota

 o atribuye un bien conjuntamente a varios legatarios”.

Cada uno de los beneficiarios podrá aprovechar proporcionalmente “la parte perteneciente al heredero o
legatario cuyo derecho se frustra o caduca”.

 De las hipótesis contenidas en la norma, surge que el derecho de acrecer procede en la institución
de herederos y en los legados.

Fundamento:

El fundamento del derecho de acrecer en la sucesión testamentaria está dado por la presunta voluntad del
causante de beneficiar a todos los llamados sin realizar preferencia entre ellos. En consecuencia, ante la
disposición testamentaria, para determinar si hay o no acrecimiento a favor de otros instituidos, hay que
estar a la voluntad del testador. En el caso en que no sea expresa, debe recurrirse a la interpretación.
Si la redacción no es clara y surgen motivos para dudar acerca de la voluntad del testador, no debe
admitirse el acrecimiento.

Definición
El derecho de acrecer es el derecho que tiene el heredero o legatario de aprovechar la porción de la
herencia de otro coheredero o colegatario, respectivamente, cuando éstos no quieren o no pueden
recibirla.

Requisitos del derecho de acrecer:

a) Llamamiento plural o conjunto: los sujetos beneficiarios deben ser varios y deben ser llamados a una
misma herencia o a la misma parte de ella o al mismo bien. No debe haber asignación de la parte de cada
uno de los herederos o legatarios.

b) Porción vacante: es necesario que el colegatario o coheredero no recoja su parte, sea por premoriencia
o renuncia, entre otros. La cuota que no ha sido tomada corresponderá al coheredero o colegatario cuando
no medie derecho de representación en esa cuota.

c) Voluntad del causante: el derecho de acrecer no podrá funcionar si el causante expresamente se ha


opuesto a él. Por ejemplo, el causante estableció una sustitución vulgar para el heredero que no pudo o no
quiso recibir la herencia.

Ineficacia de testamentos y disposiciones testamentarias. Principios generales


Se dice que un testamento o cualquiera de sus disposiciones son ineficaces cuando no producen sus
efectos propios, cualquiera fuere la causa.

La noción genérica de ineficacia se especifica con los conceptos de nulidad, revocación y caducidad,
aplicables con relación al testamento como acto jurídico mortis causa.

a) Nulidad

La nulidad se ocasiona por vicios o defectos constitutivos, es decir, concurrentes en el otorgamiento del
testamento. Es decir, la causa de la ineficacia es originaria, vale decir, concomitante con el otorgamiento
del acto.

b) Revocación

La revocación es cuando se deja sin efecto el testamento o la disposición testamentaria en virtud de un


cambio en la voluntad del propio testador, sea expresa o presunta. También procede cuando devienen
ineficaces las disposiciones testamentarias por inejecución de las cargas impuestas al gravado o por
ingratitud del beneficiario.

c) Caducidad

La caducidad se produce ante la falta de alguno de los presupuestos indispensables, después de que se
abra la sucesión, para que el testamento o determinadas disposiciones testamentarias puedan producir sus
efectos. Es ocasionada ante una causal de ineficacia sobrevenida con posterioridad al acto y que es
independiente de la voluntad del testador. Puede afectar al testamento completo o a alguna de sus
disposiciones testamentarias.

La ineficacia del testamento siempre es total; en consecuencia, en principio caen todas las disposiciones
testamentarias contenidas en él. En cuanto a las disposiciones testamentarias, la ineficacia puede ser total
o parcial; en este último supuesto, las disposiciones no afectadas se mantienen.
Nulidad
La nulidad se ocasiona por vicios o defectos constitutivos; es decir, concurrentes en el otorgamiento del
testamento.

 El criterio de distinción entre nulidad absoluta o nulidad relativa se funda en el interés que protege
la sanción de ineficacia:
La nulidad del acto es absoluta cuando el vicio afecta el interés general, orden público.
En cambio, la nulidad es relativa cuando el vicio atañe al interés de las partes intervinientes.

La doctrina no es pacífica respecto a si resulta aplicable la clasificación de nulidad relativa y absoluta a


los testamentos. En el derecho comparado, encontramos dos posiciones:
1) no es posible aplicar tal clasificación, pues la nulidad testamentaria siempre es absoluta;
2) resulta posible realizar tal distinción, ya que puede suceder que los testamentos estén afectados de
nulidad absoluta o de nulidad relativa; éste último caso es el que se produce cuando solo se puede
invalidar el testamento a instancia de alguien legalmente autorizado para impugnarlo.

Pérez Lasala sostiene que ninguna de las causales de nulidad de los testamentos da lugar a la nulidad
absoluta; en consecuencia, las nulidades en materia testamentaria son siempre relativas.

 Nulidad total y nulidad parcial:

La nulidad de un acto jurídico puede ser completa o sólo parcial. En este segundo caso, la nulidad de una
disposición no perjudica a las demás. Ello permite mantener la validez de las disposiciones testamentarias
que no estén afectadas por la ineficacia de otra u otras.

Análisis de las causales de nulidad

Artículo 2467 CCC. Nulidad del testamento y de disposiciones testamentarias.

Prescribe la norma que:

“Es nulo el testamento o, en su caso, la disposición testamentaria:

1) por violar una prohibición legal;

2) por defectos de forma;

3) por haber sido otorgado por persona privada de la razón en el momento de testar. La falta de razón
debe ser demostrada por quien impugna el acto;

4) por haber sido otorgado por persona judicialmente declarada incapaz. Sin embargo, ésta puede otorgar
testamento en intervalos lúcidos que sean suficientemente ciertos como para asegurar que la enfermedad
ha cesado por entonces;

5) por ser el testador una persona que padece limitaciones en su aptitud para comunicarse en forma oral y,
además, no saber leer ni escribir, excepto que lo haga por escritura pública, con la participación de un
intérprete en el acto;

6) por haber sido otorgado con error, dolo o violencia;


7) por favorecer a persona incierta, a menos que por alguna circunstancia pueda llegar a ser cierta”.

Pérez Lasala distingue las siguientes causales:

1. inobservancia de las solemnidades prescriptas por la ley que no se refieren a la existencia misma del
testamento: por ejemplo, falta de fecha en el testamento ológrafo;

2. falta de capacidad del testador: fue dictado por persona que no alcanza la edad exigida para testar o que
se encuentra privada de razón;

3. vicios que afectan la voluntad del causante: por ejemplo, violencia, dolo y error.

Confirmación

 Cuando el testamento tuviese vicios de forma, el testador no puede confirmar, pues debe
reproducir las disposiciones del testamento afectado en un nuevo testamento. Ello implica realizar
un nuevo testamento perfectamente válido sin conexión con el nulo.

 Si el testamento estuviera afectado de nulidad por una causa distinta al vicio de forma, es posible
su confirmación mediante un nuevo testamento en el que se haya subsanado el vicio invalidante.
De este modo, un testamento nulo por haber carecido el testador de razón al otorgarlo, puede
confirmarse cuando la recupere.

Efectos

 La nulidad del testamento no impide que produzca efectos hasta tanto sea impugnado.

 La nulidad de las disposiciones testamentarias no lleva consigo la caída del testamento, sino que
se mantiene su validez respecto a las disposiciones no afectadas de nulidad, salvo cuando es
evidente la interdependencia entre dos cláusulas testamentarias; en este último caso, puede
suceder que la nulidad de una provoque la de la otra.

Acción de nulidad

La nulidad del testamento o de alguna de sus disposiciones podrá ser demandada por cualquier interesado,
salvo que, conociendo el vicio, la hubiese ratificado o cumplido espontáneamente.
El fundamento de la posibilidad de accionar por nulidad cuando se ratificaron o cumplieron
espontáneamente las disposiciones testamentarias radica en que siempre debe estarse a favor de la validez
del testamento y no de su nulidad.
Se reconoce una amplia legitimación activa, pues puede ser entablada por todo aquel a quien pasarían los
bienes si se declara la nulidad del testamento o la disposición. Por ejemplo:

 herederos intestados;

 herederos testamentarios o legatarios de un testamento anterior, siempre que el posterior fuese


declarado nulo por defectos de forma.

Los legitimados pasivamente son aquellos a quienes beneficia el testamento.


Quien pretende la nulidad, deberá acreditar el vicio o defecto por cualquier medio de prueba. La acción
debe plantearse ante el juez del sucesorio.

Prescripción: rige el plazo genérico de los 5 años.

En el caso de las acciones derivadas del dolo, la violencia y la simulación o en las que corresponden por
los actos otorgados por incapaces, prescriben a los 2 años.

Revocación de testamentos
La revocación es el acto por el cual el testador deja sin efecto una disposición testamentaria anterior.

 El testamento es en esencia revocable, atento al carácter unilateral del acto y al hecho de no


producir efectos hasta la muerte del testador.

 El art. 2511 dispone: “Revocabilidad. El testamento es revocable a voluntad del testador y no


confiere a los instituidos derecho alguno hasta la apertura de la sucesión. La facultad de revocar
el testamento o modificar sus disposiciones es irrenunciable e irrestringible”.

 Conforme a la norma en análisis, si el testamento contiene una cláusula de irrevocabilidad, ésta


sería nula, pero el testamento conservaría su validez.

 La revocación puede ser total o parcial, según que abarque todo el contenido del testamento o
solamente algunas de sus cláusulas.

La revocación podrá provenir de una manifestación de voluntad:

 expresa

 tácita

 legal

a) La revocación expresa se da cuando el testador otorga un nuevo testamento, expresando que revoca el
anterior. Tal revocación “debe ajustarse a las formalidades propias de los testamentos”. En consecuencia,
no se puede revocar un testamento por medio de una disposición contenida en instrumento público o en
privado que no revista las formas testamentarias. Esto guarda relación con la naturaleza formal del
testamento.
La revocación puede ser realizada por cualquier forma de testamento. Por lo tanto, si el testamento a
revocar fue realizado por la forma ológrafa, el que lo revoca puede tener tal forma o de acto público.

b) La revocación es tácita cuando la ley presume la intención del testador de dejar sin efecto las
disposiciones testamentarias. Así la revocación tácita procede cuando el causante, si bien expresamente
no revoca el testamento anterior, en el nuevo testamento realiza disposiciones testamentarias que resultan
incompatibles con las dispuestas en aquel; también, cuando destruye el testamento ológrafo celebrado, o
cuando efectúa la venta de la cosa que es objeto del legado.

Prescribe el art. 2513 que el testamento posterior revoca al anterior si no contiene su confirmación
expresa, excepto que de las disposiciones del segundo resulte la voluntad del testador de mantener las
del primero en todo o en parte.
Para que el testamento posterior revoque al anterior debe ser incompatible con éste. A los fines de
determinar la incompatibilidad, la segunda disposición testamentaria debe interpretarse de acuerdo a la
intención del testador, deducida del propio tenor del testamento.

Por otra parte, puede suceder que las disposiciones del primer testamento puedan coexistir con las del
posterior.

c) La revocación es legal cuando con posterioridad a la celebración del testamento, se producen hechos
que llevan al testador a revisar las disposiciones testamentarias que realizó.

En virtud de ello, podemos identificar los siguientes supuestos de revocación legal:

1) Matrimonio contraído por el testador luego de otorgado el testamento:

 Postula el art. 2514 que “el matrimonio contraído por el testador revoca el testamento
anteriormente otorgado, excepto que en éste se instituya heredero al cónyuge o que de sus
disposiciones resulte la voluntad de mantenerlas después del matrimonio”. La ley supone, en ese
caso, que por el solo hecho de las nupcias ha cambiado la voluntad del testador, ya que se crean
nuevas afecciones y un vínculo que origina un legitimario que no tenía ese carácter cuando se
redactó el testamento preexistente. Este segundo matrimonio también deja sin efecto el testamento
dictado durante la vigencia del primer matrimonio. El matrimonio posterior no establece una
presunción iuris et de iure de revocación del testamento. “se trata de una presunción iuris tantum
porque admite prueba en contrario, ya que permite que el testamento anterior al matrimonio tenga
valor si de sus disposiciones resultare la voluntad de mantenerlas después del matrimonio”.

 Matrimonio anulado: Si el matrimonio -celebrado luego de la realización del testamento- es


posteriormente declarado nulo, el testamento recobra su validez, sin embargo en el
matrimonio putativo donde el cónyuge es de buena fe, por más que se anule el matrimonio y
recobre la validez el testamento, a la muerte del testador puede pedir la revocación del
mismo.

2) Destrucción del testamento ológrafo:

 En este supuesto dispone el art. 2515 que dicho testamento debe ser revocado por su cancelación o
destrucción, la que debe haber sido hecha por el testador o por orden suya.

 Cuando existen varios ejemplares del testamento, éste queda revocado por la cancelación o
destrucción de todos los originales, y también cuando ha quedado algún ejemplar sin ser
cancelado o destruido por error, dolo o violencia sufridos por el testador.

 Si el testamento se encuentra total o parcialmente destruido o cancelado en casa del testador, se


presume que la destrucción o cancelación es obra suya, mientras no se pruebe lo contrario.

 Las alteraciones casuales o provenientes de un extraño no afectan la eficacia del testamento con
tal de que pueda identificarse la voluntad del testador por el testamento mismo.

 La destrucción se refiere al “destrozo material del testamento ológrafo”; en cambio, “la


cancelación tiene lugar cuando en el texto del testamento se introducen rayas o se colocan
inscripciones tales como ‘anulado’ o ‘cancelado’.
 Principio general: la cancelación o destrucción del testamento ológrafo produce la total revocación
de la voluntad testamentaria siempre “que proceda del mismo testador y aparezca cumplidamente
probada”.

 En principio, no hay revocación si existiendo varios ejemplares originales de un testamento, no


son todos destruidos. Esta afirmación admite las siguientes excepciones: o que algunos de los
ejemplares se encontrare en poder de un tercero y esto fue olvidado por el causante; o cuando se
probare la subsistencia de un ejemplar que se sustrajo de la destrucción, siendo irrelevante que la
sustracción responda o no a una conducta dolosa. Por tanto, que subsistan ejemplares que
se consiguieron por error, dolo o violencia no afectan la revocación perseguida por el causante al
destruir el testamento.

 Alteraciones por accidente o por hecho de un tercero: para que la cancelación o destrucción tengan
el efecto revocatorio, ellas deben obedecer a la decisión del testador. No lo tendrán, por tanto,
cuando resulten ajenas a su voluntad.

 La cancelación o destrucción puede ser total o parcial. Es parcial cuando lo que se destruyó o
canceló es una parte del testamento que puede ser separada. Por tanto, si los elementos esenciales
no han sido afectados, el testamento mantendrá su validez.

 La destrucción parcial del testamento presume iuris tantum la revocación mientras no se pruebe lo
contrario.

 Dado que la cancelación o destrucción del testamento producen su revocación cuando son la obra
del testador, resulta decisiva la prueba de la autoría. Para facilitarla, el artículo en análisis
establece la presunción iuris tantum de que si el testamento total o parcialmente destruido o
cancelado se encuentra en casa del testador, es obra de éste.

3) Revocación del legado por transmisión, transformación o gravamen de la cosa:

 Establece el art. 2516: La transmisión de la cosa legada revoca el legado, aunque el acto no sea
válido por defecto de forma o la cosa vuelva al dominio del testador.

 El mismo efecto produce la promesa bilateral de compraventa, aunque el acto sea simulado.

 La subasta dispuesta judicialmente y la expropiación implican revocación del legado, excepto que
la cosa vuelva a ser propiedad del testador.

 La transformación de la cosa debida importa revocación del legado.

 La constitución de gravámenes sobre la cosa legada no revoca el legado.

4) Revocación del legado de cosa cierta por su enajenación posterior:

 Si con posterioridad a la celebración del testamento se enajena la cosa cierta sea a título oneroso o
sea a título gratuito, el legado es revocado.

 La disposición está referida a los legados de cosa cierta. No será aplicable, por tanto, al resto de
los legados que no quedarán revocados por la enajenación de cosas particulares, sin perjuicio,
claro está, de que ellos pierdan su eficacia por haberse agotado con esas enajenaciones la porción
disponible.
 La revocación resulta de la enajenación, sea el acto a título gratuito u oneroso.

 Los actos gratuitos demuestran un cambio en la voluntad de beneficiar. Si la enajenación resultara


forzosa, ya sea por ejecución judicial o por expropiación, el acto no responderá a la voluntad del
testador y, por ende, no producirá la revocación del legado. Habrá, en el supuesto, caducidad de la
disposición.

 En definitiva, cualquier acto de disposición que tenga por efecto la transmisión del dominio de la
cosa cierta, provoca la revocación del legado (venta, dación en pago, donación, etc.).

 Para que el acto de disposición produzca la revocación es necesario que haya sido realizado por el
causante o por un apoderado con poder especial.

 Un aspecto a destacar es que la revocatoria se produce atento a la voluntad del testador de


disponer del bien, con total independencia del resultado de dicha enajenación; de modo tal, si el
dominio no llegase a transmitirse por cuestiones que son ajenas al causante, igual se produce la
revocación.

 En cuanto a la responsabilidad de los herederos, señala el art. 2517 que “si la cosa legada se pierde
o deteriora por el hecho o culpa de uno de los herederos, sólo responde del legado el heredero por
cuya culpa o hecho se ha perdido o deteriorado”.

 La pérdida o deterioro de la cosa legada que se produce luego de la muerte del testador es
soportada por el legatario en virtud del principio que el dominio de la cosa es atribuido al legatario
desde la apertura de la sucesión.

 Si la cosa no ha sido entregada es posible que tales eventos acarreen la responsabilidad de los
herederos, pues mientras la entrega no se haya efectivizado, los herederos son meros tenedores de
la cosa con la obligación de restituirla al dueño (legatario).

 La responsabilidad es extracontractual y prescribe en el plazo de cinco años.

5) Revocación del legado por causa imputable al legatario.

 Regula el art. 2520 que: Los legados pueden ser revocados, a instancia de los interesados: a) por
ingratitud del legatario que, después de haber entrado en el goce de los bienes legados, injuria
gravemente la memoria del causante.

[La revocación no excluye la indignidad; es decir que frente a los legatarios ingratos el sucesor
puede optar por solicitar la revocación del legado o indignidad sucesoria]

b) por incumplimiento de los cargos impuestos por el testador si son la causa final de la
disposición. En este caso, los herederos quedan obligados al cumplimiento de los cargos.

Por causa final se entiende el móvil determinante que ha impulsado al autor del testamento a
efectuar la liberalidad. Cuando el cargo impuesto por el testador ha sido la causa determinante de
la liberalidad, ésta se revoca si aquél no se cumple. De lo contrario, no hay razón que justifique la
revocación.

Efectos
 El efecto principal de la revocación es que despoja de efectos al testamento o a las disposiciones
testamentarias que son alcanzadas por ella.

 Los beneficiarios no pueden pretender algún resarcimiento del testador por el hecho de revocar un
testamento, pues los instituidos no gozan de ningún derecho en vida del causante.

 El testamento revocado queda privado de todos sus efectos en cuanto acto de disposición de
bienes, pero si el acto contiene otras manifestaciones [reconocimiento de hijos] éstas… no son
alcanzadas por los efectos de la revocación, ya que no quedan privadas de eficacia las
declaraciones del testador que configuren una confesión extrajudicial de relaciones jurídicas con
terceros.

Caducidad

Existe caducidad cuando ocurren circunstancias ajenas a la voluntad del testador, que originan la
extinción de la disposición testamentaria.

 La caducidad de un testamento o de cualquiera de sus disposiciones constituye un supuesto de


ineficacia dispuesta por la ley en razón de circunstancias sobrevinientes al momento del
testamento.
 Procede la caducidad ante la carencia de alguno de los presupuestos indispensables después de
abierta la sucesión, condición resolutoria.

Causales:

1. Premoriencia del beneficiario: Se produce la caducidad del legado cuando el legatario fallece antes de
que muera el testador.
Apunta el art. 2518 que la institución de heredero o legatario caduca cuando el instituido muere antes que
el testador o antes del cumplimiento de la condición de la que depende la adquisición de la herencia o el
legado.
Así es posible distinguir dos supuestos
a) El instituido fallece con anterioridad a la muerte del testador.
Esto se aplica en virtud del principio general de que toda disposición testamentaria caduca si aquel a cuyo
favor se ha hecho no sobrevive al testador.
b) La condición suspensiva a la que se encontraba sujeta la institución se cumple con posterioridad a la
muerte del instituido.
Excepciones
1) Legado a una persona y a sus herederos: puede suceder que el legado sea conferido al legatario y a
sus herederos; en este caso, si el legatario fallece antes que se produzca la muerte del testador o
antes del cumplimiento de la condición suspensiva a la que se encontraba sujeta la institución, el
legado no caduca, sino que pasa a los herederos del legatario.
 Es “un caso de sustitución vulgar admitido legalmente”
 Rige tanto para el legatario, como para el heredero instituido

2) legados hechos al “título o cualidad de la que el legatario estaba investido, más que a su persona”.
Por ejemplo, legado realizado a favor del titular de una fundación.

2. Perecimiento de la cosa legada:


 Expresa el art. 2519 que: El legado de cosa cierta y determinada caduca cuando ésta perece
totalmente, por cualquier causa, antes de la apertura de la sucesión o del cumplimiento de la
condición suspensiva a que estaba sometido; también cuando perece por caso fortuito, después de
la apertura de la sucesión o del cumplimiento de la condición. Si la cosa legada perece
parcialmente, el legado subsiste por la parte que se conserva.
 Para que se produzca la caducidad, el legado debe versar sobre una cosa determinada cuyo
perecimiento –cualquiera sea su causa- sucede con anterioridad al fallecimiento del causante.
 En cambio, si la cosa perece luego de la muerte del testador, la pérdida es soportada por el
legatario; salvo, que se tratara de un legado subordinado a una condición y el perecimiento por
caso fortuito sucediera antes del cumplimiento de la condición.
 Si la cosa ha perecido parcialmente, el legado es eficaz por lo que no ha sido afectado.

3. Transformación de la cosa legada:


 Puede suceder que luego de la celebración del testamento, la cosa legada sufra una transformación
y, en consecuencia, constituya una nueva especie. Ante ello, es dable diferenciar dos situaciones:
a) que la transformación responda a la voluntad del causante: en este caso, se produce la
revocación tácita de la disposición testamentaria.
b) que la transformación se deba a un caso fortuito o al hecho de un tercero: estamos ante un
supuesto de caducidad.
 En consecuencia, “el legado caduca por la transformación de la cosa por causa ajena a la voluntad
del testador, anterior a la muerte de éste o al cumplimiento de la condición suspensiva”.
En el primer caso, el legado es revocado aun en el caso que la cosa legada recobrara la forma que
tenía antes de la transformación. En el segundo, si la cosa legada recuperara su forma original,
renacerá el legado.

4) Renuncia del legatario:


 Establece el art. 2521 que “el legatario puede renunciar al legado en tanto no lo haya aceptado.
Cualquier interesado puede pedir al juez la fijación de un plazo para que el instituido se
pronuncie, bajo apercibimiento de tenerlo por renunciante”.
 “La renuncia de un legado no puede ser parcial. Si se han hecho dos o más legados a una misma
persona, uno de los cuales es con cargo, no puede renunciar a éste y aceptar los legados libres”.
 El beneficiario de un legado puede aceptarlo o renunciarlo. La voluntad del legatario en uno u otro
sentido no está sujeta a formas sacramentales, pudiendo manifestarse en forma expresa o tácita,
por escrito o verbal.
 …El derecho de opción puede ser ejercido por el legatario, o bien por sus sucesores universales,
ya que de producirse el fallecimiento del primero, el mismo se transmite a sus herederos.
 Caracteres de la aceptación:
1. Es lisa y llana: no puede ser sometida a condición o a término…
2. Es indivisible: no puede ser aceptada en forma parcial…
3. Es irrevocable: la doctrina mayoritaria sostiene que la aceptación del legado es irrevocable…
 Si el legatario renuncia al legado se produce la caducidad de éste. La renuncia no se presume.
 El legatario podrá renunciar al legado en cualquier tiempo, desde la apertura de la sucesión.
El albacea

El albacea es la persona designada por el causante para hacer cumplir las disposiciones testamentarias.

Caracteres:

1. Voluntario: el testador puede o no designarlo y el albacea no está obligado a aceptar esa designación.

2. Personalísimo e indelegable: su designación importa un acto de confianza personal del causante. Por
lo tanto, el albacea no puede delegar el encargo que ha recibido; ni por su muerte pasa a sus herederos.
Ello no impide, sin embargo, que el albacea pueda designar mandatarios para que obren a su nombre,
siempre que ellos actúen bajo sus órdenes inmediatas, aun cuando se hubiese designado albacea
subsidiario.

3. Retribuido: El albacea tiene derecho a honorarios que se gradúan “conforme a la importancia de los
bienes legados y a la naturaleza y eficacia de los trabajos realizados”.

4. Temporal: ya que su duración está referida al cumplimiento de la misión, sin que la ley haya señalado
término a sus funciones.

5. El cargo del albacea puede o no ser unipersonal: pues el causante puede nombrar a una o más
personas para ejercer esa función.

Designación.
 El albacea sólo puede ser designado por el testador en el testamento.
 La designación puede realizarse en el mismo testamento cuya ejecución se quiere asegurar o fuera
de éste, pero bajo las formalidades establecidas para los testamentos.
 En tal sentido, postula el art. 2524, primer párrafo, que: “El nombramiento del albacea debe
ajustarse a las formas testamentarias, aunque no se realice en el testamento cuya ejecución se
encomienda…”.
 El albacea debe ser individualizado de tal manera que no exista duda sobre su designación.
 En los casos que la designación se hace en virtud del cargo o función pública, se entiende que será
albacea quien ocupe el cargo al momento de la ejecución del testamento, cualquiera sea la persona
que lo ejerza.
Así, dice la norma en análisis, en su último párrafo, que: “cuando se nombra a un funcionario
público, la designación se estima ligada a la función, cualquiera sea la persona que la sirve”.

Capacidad para ser nombrado albacea:


El art. 2524, en su segundo párrafo, establece que pueden ser albaceas:
 “Las personas humanas plenamente capaces al momento en que deben desempeñar el cargo
[Podrán ser albaceas: los menores emancipados y los mayores de edad. Los designados deben ser
capaces al momento de ejercer el cargo; esto tiene su lógica, pues antes de la muerte del causante,
no tienen función que cumplir.];
 “Las personas jurídicas;
 “y los organismos de administración pública centralizada o descentralizada”.

La facultad de designar albacea es indelegable; en consecuencia, será nula la cláusula testamentaria que
disponga que desempeñará el cargo la persona que sea designada por un tercero.

Atribuciones

Según el art. 2523: Atribuciones. Las atribuciones del albacea designado en el testamento son las
conferidas por el testador y, en defecto de ello, las que según las circunstancias son necesarias para
lograr el cumplimiento de su voluntad. El testador no puede dispensar al albacea de los deberes de
inventariar los bienes y de rendir cuentas. Si el testador designa varios albaceas, el cargo es ejercido por
cada uno de ellos en el orden en que están nombrados, excepto que el testador disponga el desempeño de
todos conjuntamente. En tal caso, las decisiones deben ser tomadas por mayoría de albaceas y, faltando
ésta, por el juez.

Conforme a la norma, es dable señalar que:


 En primer lugar, el albacea tiene las atribuciones que surjan del testamento. Esto responde al
respeto de la voluntad del causante.
 Recién en caso de silencio del testador, el juez deberá interpretar la voluntad del difunto y cubrir
los vacíos del testamento, siempre en el contexto del mismo.
Si bien el Código Civil y Comercial respeta la voluntad última del causante, ella resulta acotada en dos
supuestos:
 imposibilidad de dispensa al albacea del deber de inventariar los bienes legados;
 imposibilidad de dispensa de rendir cuentas por su labor.
En el primer supuesto, será dispensado de efectuar el inventario si los herederos o los legatarios lo
hicieron primero.

Esta norma recepta la libertad del testador de designar uno o varios albaceas; así, podemos indicar las
siguientes posibilidades:

a) Albacea único: se designa una sola persona que ejerce el cargo de forma individual.

b) Albaceas sucesivos: se designan varias personas para que ejerzan el cargo de forma individual, aunque
en forma sucesiva. El albacea que hubiese cesado en su función o hubiese cumplido la labor por la que
fue designado, será seguido por el siguiente.

c) Albaceas conjuntos: se designan varios albaceas para que actúen en forma conjunta. En este caso, las
decisiones se toman por mayoría y si no es posible llegar a una decisión, lo hará el juez.

d) Por último, si se hubiesen designado varios albaceas a los que se les hubiese dado una tarea o función
diferente, cada uno ejercerá en forma particular el albaceazgo. De esta manera, la responsabilidad por la
actuación de uno no afecta a los restantes.

Deberes y facultades

Facultades del Albacea:


 Las facultades del albacea serán las que designe el causante en el testamento o, en defecto de ello,
las que según las circunstancias sean necesarias para lograr el cumplimiento de su voluntad.
 Las facultades propias del albacea son las que resultan necesarias para ejecutar el testamento. Por
ejemplo, tiene facultad para exigir a los herederos y legatarios el cumplimiento del cargo que el
testador les hubiese impuesto; en el caso en que hubiese herederos, puede adoptar medidas de
conservación de los bienes de la herencia, pero no de administración, salvo que esta facultad le
hubiese sido dada por el testador (situación diferente cuando no tuviese herederos).
 El art. 2529 prescribe que “cuando no hay herederos o cuando los legados insumen la totalidad
del haber sucesorio y no hay derecho a acrecer entre los legatarios, el albacea es el representante
de la sucesión”; en consecuencia, entre las facultades comunes se pueden mencionar:
a) hacer inventario judicial de los bienes recibidos…
b) intervenir en todos los juicios en que la sucesión es parte…
c) [administrar] los bienes sucesorios conforme a lo establecido para el curador de la herencia
vacante…
d) proceder, con intervención del juez, a la transmisión de los bienes que sea indispensable para
cumplir la voluntad del causante.
 El albacea tiene la facultad de representar a la sucesión y de intervenir en los juicios en los que se
discute la validez del testamento o el alcance de las disposiciones testamentarias, aun cuando
hubiese herederos instituidos.

Deberes del albacea:


 Debe hacer asegurar los bienes que componen el acervo hereditario.
 Debe proceder al inventario de los bienes con citación de los interesados (herederos, legatarios y
otros). Habiendo menores, herederos ausentes o que deban estar bajo curatela, el inventario debe
ser judicial. El inventario deberá ser realizado en todos los casos, ya que el testador no puede
dispensar al albacea de tal obligación.
 Debe pagar los legados con conocimiento a los herederos, los que pueden oponerse y, en ese caso,
se suspende la ejecución hasta que se resuelva la controversia. Esto se establece con el fin de
proteger la legítima. Es la función típica de ejecución de la voluntad del causante, pues ejecutar el
testamento es esencialmente pagar los legados.
 Debe reservar los bienes suficientes para proveer a las disposiciones del testador y darles el
destino correspondiente.
 Debe demandar a los herederos y legatarios el cumplimiento de los cargos que el causante les
hubiese impuesto.
 Debe dar cuenta a los herederos de su administración, aunque el testador lo hubiese eximido de
hacerlo.

Responsabilidad:
“El albacea responde por los daños que el incumplimiento de sus deberes cause a los herederos y
legatarios”.
El Código vigente limita los sujetos ante quienes debe responder el albacea; estos son; los herederos y
legatarios. Sin embargo, la doctrina mayoritaria estima que aquel debe responder por los daños que
ocasiones a cualquier persona (acreedores de la sucesión, beneficiarios de un cargo, etc.), pues no hay
razón para eximirlo de ello, lo que resultaría contrario al orden jurídico.

Facultades de los herederos y legatarios:


La regla es que: Los herederos y los legatarios conservan las facultades cuyo desempeño no es atribuido
por la ley o por el testador al albacea.
Los herederos pueden solicitar la destitución del albacea por:
 incapacidad sobreviniente,
 negligencia,
 insolvencia o
 mala conducta en el desempeño de la función.

Pedida la destitución, será el juez quien evaluará las circunstancias y las causales en las que se funda tal
solicitud.
Por otra parte, en cualquier tiempo pueden poner término a su cometido pagando las deudas y legados, o
depositando los fondos necesarios a tal fin, o acordando al respecto con todos los interesados.
Los herederos y legatarios pueden solicitar las garantías necesarias en caso de justo temor por la
seguridad de los bienes que están en poder del albacea. En este supuesto, el albacea podrá dar fianza u
otra seguridad para continuar en el ejercicio de su función.

Remuneración. Gastos
El albacea tiene derecho a percibir la retribución fijada por el testador o, en su defecto, la que sea
determinada por el juez conforme a:
 “la importancia de los bienes legados y
 la naturaleza y eficacia del trabajo realizado”.
En el caso que sea fijada por el testador, el albacea que aceptó el cargo no puede impugnarla ni reclamar
una suma mayor ni renunciar a tal remuneración a fin de solicitar que sus honorarios sean regulados por
el juez. Ello se funda en que al aceptar el cargo consintió las condiciones impuestas en el testamento.
La remuneración es una carga de la sucesión.
El art. 2530 nada dice respecto a la posibilidad de que el albaceazgo sea gratuito. Ante esto, algunos
autores consideran que si el testador prevé en el testamento que la función será gratuita y esto es aceptado
por el albacea, debería respetarse tal solución.
Cuando el albacea es también legatario, se establece que la función constituye un cargo del legado y, por
lo tanto, no puede pretender remuneración alguna, salvo que haya sido otra la voluntad del causante.
Por otra parte, tiene derecho a que se le reembolsen los gastos incurridos para cumplir sus funciones.
Asimismo, si ha realizado trabajos en ejercicio de su profesión que son de utilidad para la sucesión, tiene
derecho a que se le paguen los honorarios pertinentes. Se recepta la utilidad como parámetro para la
medición en la retribución de gastos y honorarios.

Conclusión del albaceazgo


El albaceazgo acaba:
a) por la ejecución completa del testamento,
b) por el vencimiento del plazo fijado por el testador,
c) por la muerte del albacea,
d) por su incapacidad sobreviniente,
e) por renuncia, y
f) por la destitución ordenada por el juez.

Ante el cese de función del albacea designado, si subsiste la necesidad de cubrir la vacancia, el juez lo
designará previa audiencia con los herederos y legatarios.

También podría gustarte