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Madre Teresa de Calcuta dice, “el Vía Crucis es camino de Pasión, pero de
nada nos serviría que meditáramos en estas estaciones, sino somos capaces
de reconocer a Cristo en las vidas de nuestros hermanos que sufren, a solas
y sin nadie que les consuele”. Dispongamos nuestros corazones a recorrer
con Jesús vivo en nuestros prójimos estas catorce estaciones.
Señor Jesucristo,
colma nuestros corazones con la luz de tu Espíritu Santo,
para que, siguiéndote en tu último camino,
sepamos cuál es el precio de nuestra redención
y seamos dignos de participar
en los frutos de tu pasión, muerte y resurrección.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
PRIMERA ESTACIÓN
Jesús es condenado a muerte
El pequeño niño que deambula por las calles, que es abusado sexualmente,
que es obligado a trabajar a su corta edad, y que tiene hambre, que se come
su pan pedacito a pedacito porque teme que se termine demasiado pronto y
tenga otra vez hambre, ese es Cristo con hambre. Esta es la primera
estación de calvario. ¿Somos capaces de ver a Cristo en ese niño? O solo
pasamos de largo.
Padre nuestro…
Oración
R/.Amén.
SEGUNDA ESTACION
Jesús carga con la cruz
¡Muchas veces miramos pero no vemos nada! Todos nosotros tenemos que
llevar la cruz y tenemos que seguir a Cristo al Calvario, si queremos
reencontrarnos con Él. Jesucristo, antes de su muerte, nos ha dado su
Cuerpo y su Sangre para que nosotros podamos vivir y tengamos bastante
ánimo para llevar la cruz y seguirle, paso a paso. Participamos con fe en la
comunión con el Papa, los Obispos y ministros del altar o ¿cuestionamos
sus actuar, creyendo que nosotros lo haríamos mejor?
Padre nuestro…
Oración
R/.Amén.
TERCERA ESTACIÓN
Jesús cae por primera vez
En nuestras estaciones del Vía Crucis vemos que caen los pobres y los que
tienen hambre, como se ha caído Cristo. ¿Estamos presentes para ayudarle
a Él? ¿Lo estamos con nuestro sacrificio, nuestro verdadero pan? Hay miles
y miles de personas que morirían por un bocadito de amor, por un pequeño
bocadito de aprecio. Esta es una estación del Vía Crucis donde Jesús se cae
de hambre.
Padre nuestro…
Oración
R/.Amén.
CUARTA ESTACIÓN
Jesús encuentra a su Madre
Padre nuestro…
Oración
Padre nuestro…
Oración
R/.Amén.
SEXTA ESTACIÓN
La Verónica limpia el rostro de Jesús
Padre nuestro…
Oración
Señor Jesucristo,
tú que aceptaste
el gesto desinteresado de amor de una mujer
y, a cambio, has hecho
que las generaciones la recuerden con el nombre de tu rostro,
haz que nuestra obras,
y las de todos los que vendrán después de nosotros,
nos hagan semejantes a ti
y dejen al mundo el reflejo de tu infinito amor.
Para ti, Jesús, esplendor de la gloria del Padre,
alabanza y gloria por los siglos.
R/.Amén.
SÉPTIMA ESTACIÓN
Jesús cae por segunda vez
Jesús cae de nuevo. ¿Hemos asistido a personas de la calle que han vivido
como animales y se murieron entonces como ángeles? ¿Estamos presentes
para levantarlos? También en nuestro país podemos ver a gentes en el
parque que están solos, sentados en una esquina, miserables. Nosotros los
rechazamos con la palabra "alcoholizamos o drogadicción". No nos
importan. Pero es Jesús quien necesita nuestras manos para levantarse de
esta segunda caída. ¿Somos conscientes que en ellos Jesús extendiendo su
mano en busca de una mano que le ayude a continuar?
Padre nuestro…
Oración
Señor Jesucristo,
que caes bajo el peso del pecado del hombre
y te levantas para tomarlo sobre ti y borrarlo,
concédenos a nosotros, hombres débiles,
la fuerza de llevar la cruz de cada día
y de levantarnos de nuestras caídas,
para llevar a las generaciones que vendrán
el Evangelio de tu poder salvífico.
A ti, Jesús, soporte de nuestra debilidad,
la alabanza y la gloria por los siglos.
R/.Amén.
OCTAVA ESTACIÓN
Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén
Hoy día, en nuestros pueblos escuchamos los gritos de mujeres que exigen
igualdad de derechos y acusan a los gobernantes de que su cuerpo les
pertenece. Acusan a la Iglesia de que les pretende esclavizarlas a
embarazos no deseados. Pero también hay otras mujeres: madres de
familia, trabajadoras del mercado, lavanderas, mujeres que trabajan la
tierra, a las que no se les escucha ninguna palabra, ellas simplemente
deciden seguir a Cristo y entregarse amorosamente por los demás. Jesús al
detenerse a consolar a las mujeres, les recuerda que su dignidad de mujer
reside en que son hijas de Dios.
Padre nuestro…
Oración
R/.Amén.
NOVENA ESTACIÓN
Jesús cae por tercera vez
Jesús cae de nuevo para ti y para mí. Esta caída de Jesús nos hace volver la
mirada a los no nacidos, pequeños que les robaron el amor, la oportunidad
de ser alguien, el anhelo de cambiar el mundo. Ellos tienen que morir
porque nosotros no deseamos a estos niños. Son un atraso para los
proyectos de sus padres o no era el momento para que estuvieran entre
nosotros. El no nacido toma este sufrimiento porque no tiene más remedio,
sufre silenciosamente desde el vientre de su madre.
Padre nuestro…
Oración
Señor Jesucristo,
que por tu humillación bajo la cruz
has revelado al mundo el precio de su redención,
concede a los hombres del tercer milenio la luz de la fe,
para que reconociendo en ti
al Siervo sufriente de Dios y del hombre,
tengamos la valentía de seguir el mismo camino,
que a través de la cruz y el despojo,
lleva a la vida que no tendrá fin.
A ti, Jesús, apoyo en nuestra debilidad,
honor y gloria por los siglos.
R/. Amén.
DÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es despojado de sus vestiduras
Padre nuestro…
Oración
Señor Jesús,
que con total entrega has aceptado la muerte de cruz
por nuestra salvación,
haznos a nosotros y a todos los hombres del mundo
partícipes de tu sacrificio en la cruz,
para que nuestro existir y nuestro obrar
tengan la forma de una participación libre y consciente
en tu obra de salvación.
A ti, Jesús, sacerdote y víctima,
honor y gloria por los siglos.
R/.Amén.
UNDÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es clavado en la cruz
Los clavos que sujetaban a Jesús a la cruz fueron puestos por nuestras
propias acciones. Al igual que a Jesús también clavamos a nuestro prójimo
cuando le ponemos cargas pesadas en nuestros negocios, pensemos en las
personas que están subordinadas a nuestras órdenes. ¿Somos capaces de
reconocer los sufrimientos de nuestros hijos? ¿De nuestros trabajadores? O
es que las ansias de poder, el orgullo, la falsa humidad nos han segado.
Como dice San Pablo, cuando soy más débil, soy más fuerte.
Padre nuestro…
Oración
Cristo elevado,
Amor crucificado,
llena nuestros corazones de tu amor,
para que reconozcamos en tu cruz
el signo de nuestra redención
y, atraídos por tus heridas,
vivamos y muramos contigo,
que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo,
ahora y por los siglos de los siglos.
R/.Amén.
DUODÉCIMA ESTACIÓN
Jesús muere en la cruz
Padre nuestro…
Oración
Señor Jesucristo,
Tú que en el momento de la. agonía
no has permanecido indiferente a la suerte del hombre
y con tu último respiro
has confiado con amor a la misericordia del Padre
a los hombres y mujeres de todos los tiempos
con sus debilidades y pecados,
llénanos a nosotros y a las generaciones futuras
de tu Espíritu de amor,
para que nuestra indiferencia
no haga vanos en nosotros los frutos de tu muerte.
A ti, Jesús crucificado,
sabiduría y poder de Dios,
honor y gloria por los siglos de los siglos.
R/.Amén.
DECIMOTERCERA ESTACIÓN
Jesús es bajado de la Cruz y entregado a su Madre
Padre nuestro…
Oración
R/.Amén.
DECIMOCUARTA ESTACIÓN
Jesús es sepultado
Padre nuestro…
Oración
Señor Jesucristo,
que por el Padre, con la potencia del Espíritu Santo,
fuiste llevado desde las tinieblas de la muerte
a la luz de una nueva vida en la gloria,
haz que el signo del sepulcro vacío nos hable a nosotros
y a las generaciones futuras
y se convierta en fuente viva de fe,
de caridad generosa y de firmísima esperanza.
A ti, Jesús, presencia escondida
y victoriosa en la historia del mundo
honor y gloria por los siglos
R/.Amén.