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XXIX 1.

Nunca perseguí la gloria


ni dejar en la memoria
Tu pupila es azul y cuando ríes de los hombres mi canción;
su claridad suave me recuerda yo amo los mundos sutiles,
el trémulo fulgor de la mañana ingrávidos y gentiles
que en el mar se refleja. como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
Tu pupila es azul y cuando lloras de sol y grana, volar
las transparentes lágrimas en ella bajo el cielo azul, temblar
se me figuran gotas de rocío súbitamente y quebrarse.
sobre una violeta.
29. Caminante, son tus huellas
Tu pupila es azul y si en su fondo el camino, y nada más;
como un punto de luz radia una idea caminante, no hay camino,
me parece en el cielo de la tarde se hace camino al andar.
una perdida estrella. Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
XXII se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Por una mirada, un mundo, Caminante, no hay camino,
por una sonrisa, un cielo, sino estelas en la mar.
por un beso... yo no sé
qué te diera por un beso. Una noche de verano...

Una noche de verano


XCIV -estaba abierto el balcón
y la puerta de mi casa-
Podrá nublarse el sol eternamente, la muerte en mi casa entró.
podrá secarse en un instante el mar, Se fue acercando a su lecho
podrá romperse el eje de la tierra -ni siquiera me miró-,
como un débil cristal. con unos dedos muy finos
algo muy tenue rompió.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte Silenciosa y sin mirarme,
cubrirme con su fúnebre crespón, la muerte otra vez pasó
pero jamás en mí podrá apagarse delante de mí. ¿Qué has hecho?
la llama de tu amor. La muerte no respondió.
Mi niña quedó tranquila,
LV dolido mi corazón.
¡Ay, lo que la muerte ha roto
Una mujer me ha envenenado el alma, era un hilo entre los dos!
otra mujer me ha envenenado el cuerpo;
ninguna de las dos vino a buscarme,
yo de ninguna de las dos me quejo.

Como el mundo es redondo, el mundo rueda.


Si mañana, rodando, este veneno
envenena a su vez ¿por qué acusarme?
¿Puedo dar más de lo que a mí me dieron?
Me besaba mucho, como si temiera... Llorar a lágrima viva...

Me besaba mucho, como si temiera Llorar a lágrima viva.


irse muy temprano... Su cariño era Llorar a chorros.
inquieto, nervioso. Yo no comprendía Llorar la digestión.
tan febril premura. Mi intención grosera Llorar el sueño.
nunca vio muy lejos Llorar ante las puertas y los puertos.
¡Ella presentía! Llorar de amabilidad y de amarillo.
Ella presentía que era corto el plazo, Abrir las canillas,
que la vela herida por el latigazo las compuertas del llanto.
del viento, aguardaba ya..., y en su ansiedad Empaparnos el alma, la camiseta.
quería dejarme su alma en cada abrazo, Inundar las veredas y los paseos,
poner en sus besos una eternidad. y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Cuando llegues a amar... Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Cuando llegues a amar, si no has amado, Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
sabrás que en este mundo si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
es el dolor más grande y más profundo no dejan nunca de llorar.
ser a un tiempo feliz y desgraciado. Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Corolario: el amor es un abismo Llorarlo por el ombligo, por la boca.
de luz y sombra, poesía y prosa, Llorar de amor, de hastío, de alegría.
y en donde se hace la más cara cosa Llorar de frac, de flato, de flacura.
que es reír y llorar a un tiempo mismo. Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!
Lo peor, lo más terrible,
es que vivir sin él es imposible.

Pequeñas muertes
Aparición urbana
Los sueños son pequeñas muertes
¿Surgió de bajo tierra? tramoyas anticipos simulacros de muerte
¿Se desprendió del cielo? el despertar en cambio nos parece
Estaba entre los ruidos, una resurrección y por las dudas
herido, olvidamos cuanto antes lo soñado
malherido, a pesar de sus fuegos sus cavernas
inmóvil, sus orgasmos sus glorias sus espantos
en silencio, los sueños son pequeñas muertes
hincado ante la tarde, por eso cuando llega el despertar
ante lo inevitable, y de inmediato el sueño se hace olvido
las venas adheridas tal vez quiera decir que lo que ansiamos
al espanto, es olvidar la muerte
al asfalto, apenas eso.
con sus crenchas caídas,
con sus ojos de santo,
todo, todo desnudo,
casi azul, de tan blanco.
Hablaban de un caballo.
Yo creo que era un ángel.
En una cajita de fósforos Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.
En una cajita de fósforos
se pueden guardar muchas cosas. Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna no-existencia.
Un rayo de sol, por ejemplo
(pero hay que encerrarlo muy rápido,
si no, se lo come la sombra)
Un poco de copo de nieve,
quizá una moneda de luna,
botones del traje del viento,
y mucho, muchísimo más.

Les voy a contar un secreto.


En una cajita de fósforos
yo tengo guardada un lagrima,
y nadie, por suerte la ve. XXXIX - Cultivo una rosa blanca...
Es claro que ya no me sirve
Es cierto que esta muy gastada. Cultivo una rosa blanca,
En julio como en enero,
Para el amigo sincero
Lo se, pero que voy a hacer Que me da su mano franca.
tirarla me da mucha lastima
Y para el cruel que me arranca
Tal vez las personas mayores El corazón con que vivo,
no entiendan jamas de tesoros Cardo ni ortiga cultivo:
Basura, dirán, cachivaches Cultivo la rosa blanca.
no se porque juntan todo esto
No importa, que ustedes y yo
igual seguiremos guardando
palitos, pelusas, botones,
tachuelas, virutas de lápiz,
carozos, tapitas, papeles,
piolín, carreteles, trapitos,
hilachas, cascotes y bichos.

En una cajita de fósforos


se pueden guardar muchas cosas.
Las cosas no tienen mamá.

LAS TRES PALABRAS MÁS EXTRAÑAS

Cuando pronuncio la palabra Futuro,


la primera sílaba pertenece ya al pasado.

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