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Es muy importante señalar que para los soldados occidentales, que no estaban habituados al

clima, la llegada al Chaco fue complicada pues provenían de tierras heladas, cosa totalmente

El primer error estratégico importante fue creer que unos cuantos miles de tropas bolivianas

podrían intimidar a los paraguayos y adueñarse del Chaco Boreal con poca resistencia. Esto

se creía porque Bolivia superaba en recursos al Paraguay, subestimando a ese pequeño país.

La estrategia boliviana había sido planificada bajo el General Kundt en la década de los años

veinte, y en ella se dio por sentado que Paraguay no podía o no quería luchar contra Bolivia

e hizo un llamado para una entrada triunfal de las fuerzas bolivianas al río Paraguay. No

obstante, el problema estratégico principal para Bolivia fue su larga y tenue línea de

abastecimiento hacia el frente de batalla en el Chaco.

Las tropas bolivianas fueron movilizadas por todo el territorio y eran transportadas por

ferrocarril gran parte del camino hacia la principal base boliviana, la ciudad de Villa Montes

en las tierras bajas bolivianas. Otros soldados fueron transportados por barcos de la Fuerza

Naval que los dejaban en ciudades con estaciones de trenes o puestos con camiones listos

para partir hacia Villa Montes.

Desde Villa Montes, los soldados bolivianos tuvieron que enfrentar una marcha de 322 a 483

km (aprox.) a través del polvo y del calor sofocante del Chaco Boreal, hasta que llegaron a

las líneas del frente. El calor y la falta de forraje significaban que los caballos no sobrevivirían

en el Chaco por mucho tiempo. De hecho, las unidades de caballería de ambos ejércitos

fueron desmontadas al poco tiempo, siendo ambos países de los primeros en desmontar este

tipo de unidades en América.


Esto significaba que el medio básico de transporte en el Chaco era el camión, y éstos

escaseaban en ambos ejércitos (menos por parte boliviana debido a sus compras). En vista de

que sólo había suficientes camiones para los pertrechos, los soldados tenían que marchar

durante semanas para llegar a la línea del frente y a menudo llegaban extenuados y

desnutridos. Al inicio de la guerra, las primeras tropas bolivianas fueron movilizadas

totalmente en camiones pero cuando la guerra se encrudeció, como se ha dicho anteriormente,

se dio preferencia a los víveres y pertrechos siendo pocos los soldados que eran trasportados

en camiones. Bolivia también utilizó autobuses Ford para transportar a sus tropas.

Hay que decir, también, que Kundt estaba siendo presionado constantemente por el gobierno

para ocupar terreno en el Chaco, esto obligaba a los bolivianos a tomar posiciones

desocupadas o que los paraguayos habían dejado (por falta de recursos como el agua),

haciendo la guerra más difícil y complicada, tanto para distribuir recursos como para mandar

tropas de refuerzo o apoyo.

Otro error fueron las tácticas usadas por Kundt, al estilo de la Gran Guerra (Primera Guerra

Mundial), costando muchas vidas a los bolivianos y, de hecho, por este tipo de ataques

frontales con la infantería, Bolivia sufrió una derrota muy cara en Nanawa, y a partir de ese

momento, no pararon de retroceder durante toda la guerra, llegando a un punto muerto en

Villa Montes. Al momento de esa derrota y del posterior retroceso, Kundt fue sustituido por

Peñaranda, un general muy eficaz, que no usaba ataques frontales al estilo de la IGM, sino

que combinaba todos sus efectivos, por ejemplo, apoyo aéreo cercano para la infantería, etc.

Fue el encargado de defender Villa Montes, donde demostró su gran capacidad.

Contraria para los orientales y norteños que vivían en un clima tropical y no sufrieron

mayores complicaciones de adaptación al clima.


Pero esta enorme estructura tenía tres graves inconvenientes:

Los soldados carecían de buena preparación y de experiencia en combate; su moral y


motivación eran bajas. El soldado Severino Menduina del RI 12 Florida se queja de la
mala comida, del temor a la selva chaqueña y de los fusilamientos de desertores que
los soldados están obligados a presenciar. Por esta razón, a principios de 1934, el Alto
Mando boliviano reconoció que se necesitaban, para la defensa de posiciones, 2
soldados bolivianos por cada 1 soldado paraguayo, siempre que estuvieran bien
alimentados y con el apoyo de ametralladoras y artillería. Esta relación, en caso de
tener que atacar, subía a 4 soldados bolivianos por cada 1 soldado paraguayo. Todo
esto producía una complicacion adicional desde el punto de vista logístico que ya
Kundt había analizado el año anterior, especialmente en el suministro de alimentos,
agua y municiones que los reclutas sin experiencia eran afectos a derrocGuerra
del Chaco



harlas;

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