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VIVIENDA

Revista de Edificación. RE • Nº 10 • Enero 1992 39

Introducción al tema de la vivienda


IGNACIO ARAUJO MUGICA, DR ARQUITECTO

INDICE GENERAL

1. La vivienda: Conceptos fundamentales. 6. La vida familiar y la configuración de la vivienda.


2. Sentido de la vida. 7. La vivienda como hogar.
3. El bien común. 8. Flexibilidad.
4. La idea dominante en el proyecto de la vivienda. 9. El entorno de la vivienda.
5. Escala de valores.

1. LA VIVIENDA: CONCEPTOS FUNDAMEN- Para conseguir esos objetivos, es necesario que


TALES la vivienda reúna las condiciones precisas, esté
abierta a un futuro y responda a las exigencias de
a vivienda es un espacio donde convive un nú-
L mero de personas variable, que forman familia,
a lo largo de muchos años. Sus moradores evolucio-
su contexto ambiental y cultural (barrio, ciudad).
El arquitecto, en sus respuestas, no puede limitarse
a atender los deseos de los habitantes; ha de orga-
nan en edad, en gustos, en necesidades. Allí apren- nizar las cosas para facilitar deseos y expectativas
den a entender las relaciones entre padres, hijos y más nobles, más humanos, más llenos de sentido.
hermanos, a convivir, a valorar las relaciones so- Para lograrlo, hemos de trabajar conforme a un or-
ciales. Y todo esto queda influído por el modo de es- den de valores, que son los que determinan los mo-
tar diseñados los espacios, por sus dimensiones, por dos de comportamiento.
la proporción entre los espacios de convivencia y
los espacios privados. En la casa familiar se trans-
miten y se conservan los valores de cultura: lo ex- 2. SENTIDO DE LA VIDA
presa muy bien el prof. Giovannini, (Europe, 1'hiver
démografique. Lausanne, 1989; pp. 188 Y 189 ): Para plantear correctamente el problema de la
(... ) "Avant l'arrivée de rindustrialisation, la famille vivienda hemos de atender un gran número de
était un ensemble généralement solide qui réunissait cuestiones: desarrollo de los individuos y de la fa-
sous le meme toit au moins trois générations, oú cha- milia, valores éticos, pragmáticos, estéticos, de fu-
qune profitait des deux autres. La transmission pouvait turo, etc. Porque si nos olvidamos de estos valores
se faire de la maniere la plus sure dans une ambiance nuestras respuestas se adaptarán, querámoslo o no,
recueillie et favorable aux réflexions fondamentales. (pasada ya la época de las utopías socialistas), a
L 'industrialisation a considérablement entamé cette los planteamientos de un socialismo democrático
unité en enlevant de la famUle le mari et le pere. (estatista o colectivista, con su adoración ciega e in-
Aujourd 'hui, c 'est la mere qui quitte souvent le foyer et condicional al Estado y a lo que él representa, fren-
cherche son épanouissement dans le travail proffession- te a la sociedad, y a un planteamiento hedonista,
nel. olvidando los ideales de cultura y reforma del hom-
le ne mentionnerai qu 'en passant d 'autres facteurs bre); o a un planteamiento capitalista a ultranza,
mena~ant la famille et, par la, sa vocation: (pura sociedad de consumo, que lleva al olvido de
-1 'habitat souvent insuffisant; los más débiles y alcanza las cotas del egoismo más
-1 'espace vital insuffisant pour les enfants qui ont be- refinado).
soin de s'ebattre a l'air libre; De otra parte, una actitud conformista nos lleva-
-l'hédonisme de la société de consommation et l'af- ría a aplicar, sin más, la legislación vigente, como
fairisme qui proposent des buts et des valeurs qui sont si fuera suficiente atenderla para responder, con
loin d'avoir prouvé qu 'ils étaient source de bonheur vé- dignidad, al problema de la vivienda. Esto, hasta
ritable por 1'homme. cierto punto, puede ser comprensible en circunstan-
Pour que 1'Europe puisse répondre encore a sa voca- cias de emergencia, como sucedió en Alemania en
tion de conserver et de diffuser la culture qui fUt la sien- años de postguerra mundial, en que se desarrolla-
ne, il sera nécessaire de reconstituer la solidité de la fa- ron estudios muy interesantes sobre la vivienda mí-
mille et de la convaincre de sa plus haute fonction." (... ) nima (KLEIN, HILBERSEIMER).
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y aunque en todos estos casos pueden encontrar- Recordamos también que los elementos básicos
se valores positivos -nada atrae por su mal, sino que estructuran el bien común son:
por su bien- la pérdida del sentido transcendente 1) el bienestar material (que es más urgente);
de la vida que surge de sabernos todos hijos de un 2) la paz;
mismo Padre, nos llevaría a desatender, en nues- 3) los bienes o valores culturales (que son los más
tras respuestas arquitectónicas, la dignidad de la importantes).
persona humana, el sentido de la familia, los valo- Es decir, a la hora de proyectar un conjunto de
res de convivencia, etc. Por ello es particularmente viviendas hay que considerar:
importante, siempre -yen especial en el tiempo 1) la organización material del espacio;
que nos ha tocado vivir-, plantear el problema en 2) cuanto ayuda a la unidad, no lo que la rompe
toda su dimensión, atendiendo desde los valores (tanto desde el punto de vista espacial como con
más transcendentes a las necesidades más materia- respecto a las relaciones entre los moradores);
les. 3) la libertad de vida y convivencia que generan
las formas.
Todo ello debe aplicarse a:
3. EL BIEN COMUN A) Los individuos, su libertad y las facilidades ne-
cesarias para su integración en la familia
Como al proyectar un conjunto de viviendas se B) La familia y cuanto contribuye a su desarrollo
nos puede plantear la disyuntiva entre la impor- como familia
tancia que debemos dar a los espacios de uso indi- C) La vivienda como núcleo del conjunto de vi-
vidual, familiar y social, y a sus mutuas relaciones, viendas. La familia se integra, como en una fami-
parece oportuno recordar algunos conceptos. lia más amplia, en su comunidad.
Acudimos al prof. Millán Puelles, que nos muestra D) El conjunto en el barrio, y éste en la ciudad.
cómo el bien común y el bien personal, si están Cualquier respuesta arquitectónica que no atien-
bien entendidos, no son incompatibles, sino com- da todos estos valores será, por tanto, incompleta e
plementarios. incorrecta. Los valores de belleza deberán apoyarse
"El hombre es persona humana porque goza de li- en estas cuestiones, no soslayarlas.
bertad y entendimiento; y nadie se las puede arrebatar
porque ha sido hecho así (no se ha hecho él) por un ser
superior (Dios). Tiene derecho, por tanto, a ser tratado 4. LA IDEA DOMINANTE EN EL PROYECTO
como persona en razón de la dignidad "ontológica" de DE LA VIVIENDA
su ser sustancial (de su naturaleza humana) -no hay
que confundir la dignidad ontológica con la dignidad La vivienda debe facilitar una vida digna de la
moral, que le lleva a mantenerse a la altura de su dig- persona humana: es decir, debe favorecer la unidad
nidad ontológica al hacer uso de su libertad-" Por tan- familiar, y, a la vez, garantizar las condiciones de
to, al actuar, podrá ejercer su libertad en tanto res- privacidad de cada persona, de acuerdo con sus
pete la libertad y la dignidad de los demás y nunca propias peculiaridades; es decir, la vivienda, cuyo
deberá atentar a la dignidad ontológica de otras centro es la vida familiar, ha de estar dotada de di-
personas movido por intereses egoistas o particula- versos grados de libertad, para que pueda ser adap-
res. De otro modo su ejercicio constituiría un mal tada a diferentes gustos y necesidades.
moral. Para conseguirlo no basta con conocer la teo-
El bien común y el bien personal se exigen mu- ría, sino que hay que vivirla; de lo contrario,
tuamente: "hay que observar aquí que la primacía del nuestras soluciones serán no sólo incompletas
bien común no se opone tampoco al verdadero sentido -no sabremos valorar los detalles que hacen la
del principio según el cual la sociedad es para las per- vida amable a los demás- sino que no podremos
sonas y no las personas para la sociedad. Para que tal ordenarla en función de sus valores. Nos limitarí-
oposición se diera, sería preciso identificar a las perso- amos a ordenar espacios, más o menos bellos,
nas con sus respectivos bienes particulares, confundien- pero esos espacios carecerán de virtualidad gene-
do, por tanto, la dignidad de aquéllas con el valor de radora de vida, serán formas pobres de significa-
éstos, y asimismo haría falta que la ordenación de la do. Y esto se aprende procurando captar el valor
sociedad a las personas fuese abusivamente concebida de lo ordinario, de los pequeños detalles que lle-
de un modo restrictivo, es decir, como una ordenación a nan de sentido la vida familiar.
determinadas personas y no a otras, ya que, de lo con- Si al proyectar vamos recorriendo por dentro la
trario, hay que admitir la subordinación al bien común vivienda, con calma, en actitud contemplativa, po-
o, lo que es lo mismo, la primacía de este bien. La dig- niéndonos en el lugar de cada habitante~ si he-
nidad de la persona no sólo se deprime, sino que en- mos aprendido a hacer esto en nuestra casa, pen-
cuentra su mejor expresión ética, en el deber de subor- sando en las necesidades o conveniencias de cada
dinarse -mejor sería decir sobreelevarse- al logro del uno de los que constituyen la familia; si en nuestro
bien común.(...)." trabajo sabemos ponderar el orden de los valores,
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sin supeditar la vida a la configuración de las for- habitante y con el grupo de personas, y también
mas, sino que a partir de la vida buscamos respues- sus necesidades psíquicas y espirituales, que rela-
tas bellas; si nuestra cultura arquitectónica -que se cionaremos con las anteriores. Claro está que, para
consigue viendo mucho, pensando mucho- busca hacer esto, es preciso determinar bien la escala de
la relación de las ideas con las formas; si hacemos valores, tanto de los futuros usuarios como los que
todo esto, con seguridad nuestros proyectos tendrán mueven nuestras intenciones proyectuales.
mucho adelantado para llegar a ser respuesta La escala de valores se refiere al individuo y al
bella, transcendida a arte, a los problemas huma- grupo familiar; y manifiesta ideas, motivos, actitu-
nos que nos plantea la concepción formal de la vi- des y gustos, que vienen determinados por la cultu-
vienda. ra, las costumbres, la educación y la experiencia; y
Nuestros proyectos deben generar armonía, de por nuestro sentido de la vida.
las formas y de la vida. Y para generar armonía Para ello hemos de distinguir entre valores y pre-
-para que las cosas y las personas se lleven bien- ferencias personales: los valores son de interés supe-
hemos de apoyar nuestro diseño en un orden es- rior, son más permanentes, porque están basados
tructurado en todos sus niveles, desde lo general a en aspiraciones culturales y morales. Las preferen-
lo particular. Esto no quiere decir que haya que cias están basadas en la experiencia. Y como noso-
proyectar sobre una cuadrÍCula, o sobre unas trazas tros debemos proyectar adecuadamente al fin per-
geométricas determinadas, aunque estos sistemas seguido, los valores morales y culturales adquieren
pueden ayudar a ordenar los espacios; cabe tam- preponderancia. Hay que tener en cuenta que en
bién ordenar los espacios por centros, direcciones y un ambiente hedonista se llega a la forma por la
zonas, analizando adecuadamente las articulacio- forma y que el arquitecto que actuara así olvidaría
nes, empleando un idioma compositivo coherente, que su trabajo es servicio, y su obra no sería res-
buscando el equilibrio entre espacios, entre macizos puesta. El arquitecto, también aquÍ, asume a la so-
y vaCÍos: y aquÍ no hay límite de caminos -cada ca- ciedad, al habitante; y nadie puede dar lo que no
minante siga su camino- aunque sí exigencias de tiene.
composición. De este modo el arquitecto está en condiciones
y la composición nada tiene que ver con la agru- de dar más que lo que le piden, de dar liebre por
pación impensada de las formas, sino que requiere, gato. Valorará por tanto cuanto se' refiere a los
siempre, un detenido estudio de cómo se llevan efectos sobre la salud física y psíquica; a la liber-
unas cosas con otras, de cómo se com-ponen, como tad (privacidad personal, respeto a los demás) y
se relacionan sus masas, luces y texturas, sus di- al fomento de la unidad familiar, al desarrollo
mensiones, su posición, sus miradas. Por eso, du- posible de cada habitante en los aspectos cultu-
rante el proceso del proyecto "hay que ir mirando a rales (lectura, música, etc); a las posibilidades de
las cosas para ver qué pasa". (CODERCH). apropiación, por ellos, de los espacios; a los valo-
Un texto de Neutra subraya estas ideas: res de representación (prestigio), armonía, orden
"La buena arquitectura no siente complejos formalis- y belleza; y a las repercusiones sobre los costos de
tas ni divaga con los distintos sentidos de forma, sino ocupación y mantenimiento. Dejará la vivienda
que resuelve conceptos concretos y claros, para hacer la abierta al desarrollo pleno de la familia, de ca-
vida más hogareña, más acogedora, más humana". da persona, así como a las posibilidades de ex-
y Javier Carvajal comenta: "Su profundo humanis- presión familiar e individual. La familia, célula
mo (de Neutra) nace precisamente de ver al hombre le- básica de la sociedad, tendrá un hogar digno,
jos de la falsa retórica que lo convierte en algo imperso- donde vivan hombres dignos, o, al menos, trata-
nat desvinculado, abstracto, monstruoso en fin, en ca- dos con dignidad.
da uno de aquellos seres reales y concretos que su vida
profesional ha puesto y pone en su camino".
6. LA VIDA FAMILIAR Y LA CONFIGURA-
CION DE LA VIVIENDA
5. ESCALA DE VALORES
En todas las culturas y en todas las épocas la vi-
Así pues, lo primero es conocer -saboreándolo- vienda refleja las formas de organización familiar,
el tema. Aclararnos qué es una vivienda, desglo- y hasta épocas recientes constituía -por ser el lugar
sando el concepto con un análisis profundo y rea- de trabajo y morada- el reflejo de la actividad eco-
lista. nómica.
La fase de Análisis nos lleva a examinar las dis- "La evolución de los fenómenos demográficos y de
tintas actividades que se deben desarrollar en la vi- los comportamientos sociales, el desarrollo del consumo
vienda, en el edificio, viviendo los espacios en pri- de masas, la inflexión de las relaciones sociales, expre-
mera persona, no viéndolos desde fuera. Se llegan a san una transformación de los modos de vida. Es im-
valorar así las actividades -las funciones-, las nece- portante captar sus permanencias, localizar y medir sus
sidades métricas de cada local en relación con cada desviaciones y evaluar su impacto sobre las formas de
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la vivienda y de su entorno. " (Europan 2) otras viviendas del mismo conjunto; así atenderá a
También hemos de considerar las consecuencias las exigencias del promotor -que promueve, por
que tiene esta evolución no sólo en los tipos de las ejemplo, un conjunto de viviendas de protección
viviendas, sino en el concepto de familia y en sus oficial- y a las necesidades que, en un futuro, pue-
consecuencias sociales. Basta recordar lo que suce- dan aparecer; y corresponde al arquitecto optimi-
de en algunos barrios de algunas ciudades de zar las soluciones.
Centro-Europa, aparentemente bien resueltos, pero Naturalmente, lo dicho no significa proyectar
llenos de tristeza por la soledad de sus habitantes. Y con lujos innecesarios. Se debe atender a la familia
no cabe duda que ese ambiente es consecuencia de en todas sus necesidades, pero también se deben
la pérdida de los valores familiares evitar gastos superfluos. Es preferible, si se disponen
Las transformaciones de las costumbres y de los de-
11 de fondos suficientes, atender a mejorar los locales
seos de las personas deben incidir sobre el espacio in- comunes, prever espacios en que surja la conviven-
terno de la vivienda, pero implican también una adap- cia vecinal, etc ... No hay que olvidar la función so-
tación de las relaciones que la vivienda mantiene con el cial de la propiedad, que tiene como fín, además de
barrio, la ciudad, sus formas urbanas y las demás fun- la atención a las necesidades de la propia familia,
ciones que en ellas se desarrollan (comercio, trabajo, la atención a las necesidades sociales, a las necesi-
ocio, cultura, etc.). Esta adaptación parece tanto más dades de otras personas: el bien común así lo exige.
imperativa cuanto que, en el contexto de la homogenei- Por tanto y también aquí, hemos de evitar, en be-
zación del espacio interno de las viviendas que se cons- neficio de la comunidad, lo que pudiera tener ca-
tata desde hace varios decenios, la situación urbana de rácter de capricho, dando primacía a las necesida-
la vivienda, los servicios y las prolongaciones externas des reales.
de que dispone se convierten en un criterio determinan- El logro de estos objetivos, en nuestro proyecto,
te para su uso y su calidad... ". requiere también un estudio detenido de las posi-
11¿Qué lazos debe mantener la vivienda con los espa- bilidades del solar, porque es allí donde debemos
cios del trabajo, del ocio, de la cultura .. .? ¿Cuáles de- edificar las viviendas. Y podría suceder que apa-
ben ser sus relaciones funcionales y simbólicas con los recieran limitaciones fuertes, que el promotor
espacios públicos y las redes de comunicación?" (ibid). solicitara un mayor número de viviendas de su-
Si estas cuestiones se resolvieran atendiendo perficie reducida, etc. y que, por ello, pensára-
tan sólo a su respuesta técnica, formal, perdien- mos que no es posible atender a las necesidades
do de vista el sentido de la vida, las soluciones mencionadas. Y no es así, porque el arquitecto
podrían ser correctas, incluso bellas, pero carece- debe actuar, siempre, en arquitecto, lo que le lle-
rían de sentido al perder de vista su fin más im- vará a plantear una vivienda tal que, por la dis-
portante. posición y dimensión de los locales, por el diseño
De otra parte, la existencia de leyes referentes a cuidadoso, permita la suficiente flexibilidad futu-
la protección social de la vivienda no puede llevar- ra y actual, en sí misma o apoyándose en las vi-
nos a considerar que las soluciones propuestas en viendas anejas. Los datos referentes a la vivienda
la ley son las soluciones óptimas. La legislación ac- deseable, recogidos en Habitalia 88, nos indican
tual trata de garantizar unos mínimos para las vi- que es cada vez más claro el deseo de llegar a vi-
viendas, y no considera, por tanto, las característi- viendas amplias, vivibles, superada ya la fase
cas que sería deseable alcanzar. El Estado, cuya po- -mal menor- de las viviendas que más parecen
testad es subsidiaria, intenta garantizar y facilitar reductos donde guarecer a los hombres.
el acceso a la vivienda de las personas más necesi- En estas viviendas pequeñas hemos de prever
tadas, pero esto en ningún caso indica que las tipo- todo lo dicho y cuidar especialmente el diseño,
logías fijadas por la ley sean las que deberían co- precisamente porque las limitaciones son mayo-
rresponder a personas que gozan, como hemos di- res, y por tanto todo debe estar mejor pensado:
cho antes, de plena dignidad ontológica. pero esto no lo haremos si olvidamos que
y es que no hay que confundir lo legal con los nuestro quehacer profesional es un servicio inte-
valores morales. El Estado puede tolerar una situa- ligente, amable, bello, y no un modo de imponer
ción, puede despenalizarla, pero eso no quiere decir nuestros deseos o nuestras manías personales. La
que esa situación o esa actuación sean dignas de la experimentación cabe en viviendas individuales,
persona humana; quiere decir, simplemente, que estudiadas para un propietario concreto, con
esa actuación no está perseguida por la ley. El unos gustos y unas aficiones determinadas, pero
ejemplo de la ley del aborto es clarísimo a este res- no en viviendas colectivas, en las que debemos
pecto. tender a soluciones generales, flexibles y, como
Evidentemente, el arquitecto, si tiene en cuenta ya hemos dicho, que permitan el mayor grado
estos valores, procurará que la solución que dé a es- de libertad, de adaptabilidad.
tas viviendas sea la mejor de las posibles, permita . Podemos prescindir de un cuadro que no nos
su flexibilidad, su futura adaptación a los cambios gusta, pero una vivienda no puede tirarse a la ba-
familiares y su posible crecimiento al unirse con sura!
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7. LA VIVIENDA COMO HOGAR de manera que se favorezcan todas las caracterÍsti-


cas citadas, tanto desde el punto de vista de la con-
"Cuando la provisión de máquinas recibe más aten- cepción espacial, de su relación con el espacio in-
ción que la provisión de habitación humana, la casa se terno de la casa y el espacio exterior, como de las
convierte, no en un lugar para vivir, sino en un marco condiciones sicológicas, físicas y técnicas -luz, sole-
para el equipamiento." (...) "Las habitaciones son espa- amiento, temperatura, aislamiento, ruidos, etc.-
cios no específicos, escenarios vacíos para la acción hu- que facilitan el logro de esos objetivos y lo hacen
mana, en los que realizamos los ritos y las improvisa- deseable y fácil. Por tanto tendrá en cuenta, tam-
ciones de la vida. Suministran oportunidades generali- bién, que el espacio deberá ser flexible y adaptable
zadas para que ocurran cosas, y nos permite hacer y ser no solo al momento actual de la familia -a sus gus-
lo que queramos. Si entendemos las habitaciones de es- tos y aficiones, a sus diversos usos- sino a los cam-
ta manera podremos dirigir libremente sus cualidades, bios de uso que aparezcan a lo largo de los años, al
unas cualidades que dificilmente se mencionan en los ir variando la familia: y esto no es sólo cuestión
anuncios de compraventa, cualidades esenciales que que se resuelve modificando el mobiliario, sino que
dotan a las casas de un sentido memorable de ser luga- debe surgir de la estructura interna de la forma,
res especiales para habitar. " configurada por los elementos y las relaciones (di-
"El escenario vacío de una habitación está fijo en el mensionales, tensionales, vitales) que la constitu-
espacio por unos límites; y está animado por la luz, or- yen, y por las relaciones de esa forma con su con-
ganizado por el (o los) foco y finalmente liberado por la texto (casa, bloque, ciudad, etc.).
perspectiva" l. "El individuo (.. .) debe hallar en su hogar, no sólo
La vivienda, y especialmente la zona de estar (en descanso y renovación, sino también un aguzamiento y
sus múltiples variantes), es el punto de encuentro un desarrollo armonioso de sus facultades. La clave de
natural entre los que constituyen la familia. Por la arquitectura estriba en dominar la experiencia del es-
ello las zonas comunes deben ser espacios disten- pacio; su evolución práctica depende del adelanto tec-
didos, que faciliten el estar, el diálogo, que permi- nológico" (HESSELGREEN)
tan la convivencia en libertad -es decir, en la que Otro tanto puede decirse de cada vivienda res-
no todos tienen por qué estar haciendo lo mismo-, pecto al barrio, al bloque de vecinos, etc: la familia
en la que se aprende a comprender, a disculpar, a no puede ser una unidad aislada en una masa
ayudarse mutuamente, en la que cada uno se da anónima, sino que forma parte de una comunidad.
cuenta de lo que necesitan los demás y se lo facilita y otro tanto sucede con su vivienda. Las relaciones
sin que lo noten. Ambiente que fomente la amistad de vecindad no pueden reducirse a un mero recuer-
entre padres e hijos, la presencia de amigos, la cele- do de tiempos pasados, sino que han de ser una re-
bración de fiestas familiares, de modo que nada de alidad actual y viva. Por eso hay que estudiar bien
alguno llegue a ser extraño a los demás. la relación familia-vecindad, para hacer esta rela-
Hogar: la palabra denota el punto de encuentro, ción atractiva, deseable y fácil con nuestro diseño.
alrededor del fuego, el punto del calor, no sólo en
sentido físico. En las viviendas antiguas coincidía
con la cocina, al comer juntos de la olla común al- 8. FLEXIBILIDAD
rededor del fuego; ahora, con el cambio de costum-
bres, con los sistemas de cocinar, con las prisas, con La vida cambia con el tiempo, la familia varía al
el hecho de que la familia no trabaja en su casa en crecer los hijos, y como nuestra respuesta ha de te-
una tarea común, hay que facilitar de otro modo lo ner validez en todas esas circunstancias cambian-
que antes se presentaba de modo inevitable: y este tes, parece imprescindible estudiar la vivienda co-
papel corresponde al cuarto de estar. mo una unidad flexible, adaptable a esos cambios.
Si al proyectar una vivienda no se tuvieran en Para ello es necesario reflexionar -más allá del
cuenta estas características -que pueden resolverse programa, del número de piezas y sus superficies-
de múltiples formas- la vivienda resultante perde- sobre las formas de comportamiento a lo largo de
ría uno de sus valores esenciales; pasaría a ser una la vida -que va evolucionando con los años- que
sucesión de locales en los que el sentido de familia tienen lugar en cada habitación, en cada espacio
no se haría presente. Y si la familia no es familia, de la vivienda. Es decir, hay que estudiar estos as-
el barrio no es barrio, la sociedad no es sociedad. pectos para cada uno de los locales, considerando
El hombre, por su naturaleza, está llamado a vi- el carácter que deben tener los espacios y sus rela-
vir en sociedad si quiere ser realmente hombre: en ciones recíprocas de posición, dimensionales y ten-
una sociedad que respete sus características perso- sionales (circulaciones articulaciones,etc.).
nales, su libertad, pero que esté orientada al bien Definiremos así el programa de necesidades en los
común, que si es un verdadero bien nunca atenta- distintos momentos de la vida familiar, valorando las
rá a los valores esenciales de la persona, a sus dere- vivencias que darán lugar a cambios de necesidades
chos fundamentales. de espacios, de mobiliario, de luz, de grados de liber-
Corresponde al arquitecto proyectar la vivienda tad, etc. (cfr. DEILLMAN y otros: El Habitat).
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9. EL ENTORNO DE LA VIVIENDA tancia considerable, y su correcta resolución es fun-


damental para la calidad de nuestro trabajo pro-
"El exterior no debe consistir en un simple despliegue yectual.
individual de obras arquitectónicas, como de cuadros La solución espacial de estas relaciones requiere,
en un museo de pinturas, sino en un ambiente comple- por nuestra parte, una actitud valiente. No pode-
to, total, destinado a ser disfrutado por el ser humano, mos limitarnos a una respuesta mimética -por ej.
el cual puede exigirlo, ya sea estáticamente, ya en mo- en un barrio histórico- con la excusa de un respeto
vimiento. El hombre exige algo más que una pinacote- mal entendido: la actitud correcta exige captar los
ca, exige que el drama se produzca en todos los puntos valores permanentes de la zona, no lo anecdótico,
de su alrededor, en el suelo que pisa, en el cielo, en los con visión abstracta, no ingenua.
edificios, en los árboles y en los niveles, y esto se consi- Porque nuestra respuesta, además de respetar el
gue por medio del arte de la composición." ( CULLEN sitio como dato físico, o como testigo de la historia
G.: El paisaje urbano; p 28) y del recuerdo, debe ser respuesta dada hoy, con
También hay que tener en cuenta que como la nuestra cultura de hoy, con nuestras posibilidades
arquitectura puede crear encuentros o dificultarlos, constructivas: si esto no se hubiera hecho así no
el diseño espacial estriba en resolver puntos de en- existiría, por ej., la plaza de la Signoría de
cuentro, con capacidad de atracción, por lo que Florencia.
hay que prestar atención a esta tarea. De otra parte, es importante analizar la zona
"Como sea que la labor del planificador es, en con amplitud de visión. En este sentido, puede ser
cualquier caso, una labor encaminada principalmente interesante recordar las tendencias actuales en
a resolver conflictos y a solucionar problemas visuales, y Nueva York, en donde el Ayuntamiento autoriza un
puesto que el procedimiento que sigue para conseguirlo aumento de volúmen edificable, que puede llegar
es el de la individualización, el éxito de sus descubri- a ser de un 20%, si en la solución adoptada se pro-
mientos y de la interpretación visual que dé a las líneas yecta, a nivel de suelo o a otro nivel -siempre acce-
más significativas y determinantes será lo que, en defi- sible desde la calle para todos los ciudadanos- un
nitiva, dará a la ciudad una forma inteligible y carac- espacio público de descanso, de entretenimiento,
terística" ( CULLEN G., op. cit. P 111). etc.. que fomente, mediante las medidas que el pro-
Entre la arquitectura y su entorno existen in- yectista juzgue oportuno, los encuentros entre los
fluencias mutuas, relaciones de intercambio espa- diferentes habitantes de la ciudad.
cial, de escala, de color, de luz. Al introducir modifi- De este modo van apareciendo, en diferentes
caciones en la edificación, esas relaciones cambian. manzanas, espacios abiertos, generalmente resuel-
y es preciso tenerlo en cuenta, porque de la calidad tos con calidad -al mismo tiempo sirven de propa-
de cada actuación nuestra, en ese sitio, dependen ganda al centro que los promueve- y la ciudad deja
relaciones nuevas, duraderas, que afectarán sin du- de ser un laberinto de calles para convertirse, poco
da a los habitantes de la zona, y de la ciudad. a poco, en una secuencia de espacios articulados
Por tanto, la habitabilidad de una vivienda no -las zonas de estar de la ciudad- en los que se ma-
depende sólo de sus características internas, sino nifiesta una vida cultural de mayor riqueza: espa-
también del carácter del espacio circundante, y de cios para conciertos populares, zonas de estar pro-
la relación "espacio interno-espacio externo". tegidas del sol y de la lluvia, puntos de encuentro,
Para que el habitar manifieste toda su relevancia, museos al aire libre, oreas de juego, normalmente
la vivienda ha de estar bien implantada dentro de relacionadas con un comercio atractivo, espacios
su contexto natural y cultural. Solamente así el plurifuncionales, etc.. Se exige un mobiliario urba-
hombre comprenderá su entorno y se identificará no de calidad, y una solución de fácil entreteni-
con él. miento, porque se trata de conseguir una ciudad
A través de esa correcta implantación será posi- digna y no un conjunto de espacios residuales en-
ble la relación del individuo con sus vecinos; para tre los bloques de viviendas.
ello el espacio ha de ser abordable, codificable por Naturalmente las soluciones propias de una ciu-
sus moradores. Estamos en presencia de un espacio dad como Nueva York no pueden adaptarse sin
intermedio con el que la comunidad puede identifi- más a nuestra situación. Cada ciudad, cada barrio,
carse. y nuestra propuesta urbana residencial se in- debe desarrollarse conforme a unos conceptos cul-
tegrará en el resto del barrio. Por tanto la fachada, turales, unas tradiciones, unas directrices de evolu-
además de ser recognoscible como propia debe con- ción, que vayan perfilando su carácter.
siderarse como fondo, más o menos caracterizado, Al hablar de la relación "hombre-comunidad",
del espacio externo; y para ello hay que proyectar- estamos hablando de la relación de espacios priva-
la teniendo en cuenta todo el entorno circundante, dos, de servicios sociales; públicos y privados; exter-
los hitos (testimonios de la historia) que pueda ha- nos e internos. La relación entre estos espacios debe
ber en esa zona, las llamadas de atención, los ele- ser ordenada, coherente, proporcional a sus escalas
mentos que dan carácter al barrio. y dimensiones, y relacionada con la escala huma-
La consideración de este problema es de impor- na y la escala colectiva.
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Se puede decir que las personas forman parte de aire libre en el lugar de nuestro proyecto, en dife-
un barrio cuando se identifican con él. Si, por el rentes momentos del año, puede sugerir ideas váli-
contrario, la calidad del entorno y del vecindario das para resolver este problema.
no atrae a sus habitantes, el barrio se considera co- En el planteamiento urbanístico hemos de tener
mo lugar de paso, lo que, con el tiempo, lleva a la presentes estas ideas, de modo que la respuesta fi-
degradación del espacio urbano. Por ello hay que nal -el proyecto- sea coherente con la respuesta ur-
promover espacios de relación, puntos de encuentro bana, arquitectónica y cultural, que exige nuestro
en los que los habitantes participen espontánea- terreno.
mente de una vida colectiva elemental.
La situación geográfica impone, además, otras
condiciones. El clima es, por ejemplo, un factor NOTAS
muy importante; los espacios abiertos al norte pue-
den ser inhabitables en invierno o el calor dema- 1 MOORE, Charles y otros: La casa: forma y
siado fuerte en la temporada estival. Hay que te- diseño. Gustavo Gili, Barcelona, 1.976; p.79 Y 80.
ner en cuenta, por tanto, los vientos dominantes, el Charles Moare entiende por "foco" todo centro
régimen de lluvias, las horas y los días en que pue- de atención y por" máquinas" todos los equipa-
den utilizarse esos espacios, el uso previsto y el dise- mientos que nos ayuden en una tarea específica,
ño adecuado para lograr un ambiente atractivo incluídos armarios empotrados, escaleras, estan-
etc ... La observación de la vida que se desarrolla al terías, camas, cocinas, aseos, instalaciones, etc ...
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