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INDICE GENERAL
y aunque en todos estos casos pueden encontrar- Recordamos también que los elementos básicos
se valores positivos -nada atrae por su mal, sino que estructuran el bien común son:
por su bien- la pérdida del sentido transcendente 1) el bienestar material (que es más urgente);
de la vida que surge de sabernos todos hijos de un 2) la paz;
mismo Padre, nos llevaría a desatender, en nues- 3) los bienes o valores culturales (que son los más
tras respuestas arquitectónicas, la dignidad de la importantes).
persona humana, el sentido de la familia, los valo- Es decir, a la hora de proyectar un conjunto de
res de convivencia, etc. Por ello es particularmente viviendas hay que considerar:
importante, siempre -yen especial en el tiempo 1) la organización material del espacio;
que nos ha tocado vivir-, plantear el problema en 2) cuanto ayuda a la unidad, no lo que la rompe
toda su dimensión, atendiendo desde los valores (tanto desde el punto de vista espacial como con
más transcendentes a las necesidades más materia- respecto a las relaciones entre los moradores);
les. 3) la libertad de vida y convivencia que generan
las formas.
Todo ello debe aplicarse a:
3. EL BIEN COMUN A) Los individuos, su libertad y las facilidades ne-
cesarias para su integración en la familia
Como al proyectar un conjunto de viviendas se B) La familia y cuanto contribuye a su desarrollo
nos puede plantear la disyuntiva entre la impor- como familia
tancia que debemos dar a los espacios de uso indi- C) La vivienda como núcleo del conjunto de vi-
vidual, familiar y social, y a sus mutuas relaciones, viendas. La familia se integra, como en una fami-
parece oportuno recordar algunos conceptos. lia más amplia, en su comunidad.
Acudimos al prof. Millán Puelles, que nos muestra D) El conjunto en el barrio, y éste en la ciudad.
cómo el bien común y el bien personal, si están Cualquier respuesta arquitectónica que no atien-
bien entendidos, no son incompatibles, sino com- da todos estos valores será, por tanto, incompleta e
plementarios. incorrecta. Los valores de belleza deberán apoyarse
"El hombre es persona humana porque goza de li- en estas cuestiones, no soslayarlas.
bertad y entendimiento; y nadie se las puede arrebatar
porque ha sido hecho así (no se ha hecho él) por un ser
superior (Dios). Tiene derecho, por tanto, a ser tratado 4. LA IDEA DOMINANTE EN EL PROYECTO
como persona en razón de la dignidad "ontológica" de DE LA VIVIENDA
su ser sustancial (de su naturaleza humana) -no hay
que confundir la dignidad ontológica con la dignidad La vivienda debe facilitar una vida digna de la
moral, que le lleva a mantenerse a la altura de su dig- persona humana: es decir, debe favorecer la unidad
nidad ontológica al hacer uso de su libertad-" Por tan- familiar, y, a la vez, garantizar las condiciones de
to, al actuar, podrá ejercer su libertad en tanto res- privacidad de cada persona, de acuerdo con sus
pete la libertad y la dignidad de los demás y nunca propias peculiaridades; es decir, la vivienda, cuyo
deberá atentar a la dignidad ontológica de otras centro es la vida familiar, ha de estar dotada de di-
personas movido por intereses egoistas o particula- versos grados de libertad, para que pueda ser adap-
res. De otro modo su ejercicio constituiría un mal tada a diferentes gustos y necesidades.
moral. Para conseguirlo no basta con conocer la teo-
El bien común y el bien personal se exigen mu- ría, sino que hay que vivirla; de lo contrario,
tuamente: "hay que observar aquí que la primacía del nuestras soluciones serán no sólo incompletas
bien común no se opone tampoco al verdadero sentido -no sabremos valorar los detalles que hacen la
del principio según el cual la sociedad es para las per- vida amable a los demás- sino que no podremos
sonas y no las personas para la sociedad. Para que tal ordenarla en función de sus valores. Nos limitarí-
oposición se diera, sería preciso identificar a las perso- amos a ordenar espacios, más o menos bellos,
nas con sus respectivos bienes particulares, confundien- pero esos espacios carecerán de virtualidad gene-
do, por tanto, la dignidad de aquéllas con el valor de radora de vida, serán formas pobres de significa-
éstos, y asimismo haría falta que la ordenación de la do. Y esto se aprende procurando captar el valor
sociedad a las personas fuese abusivamente concebida de lo ordinario, de los pequeños detalles que lle-
de un modo restrictivo, es decir, como una ordenación a nan de sentido la vida familiar.
determinadas personas y no a otras, ya que, de lo con- Si al proyectar vamos recorriendo por dentro la
trario, hay que admitir la subordinación al bien común vivienda, con calma, en actitud contemplativa, po-
o, lo que es lo mismo, la primacía de este bien. La dig- niéndonos en el lugar de cada habitante~ si he-
nidad de la persona no sólo se deprime, sino que en- mos aprendido a hacer esto en nuestra casa, pen-
cuentra su mejor expresión ética, en el deber de subor- sando en las necesidades o conveniencias de cada
dinarse -mejor sería decir sobreelevarse- al logro del uno de los que constituyen la familia; si en nuestro
bien común.(...)." trabajo sabemos ponderar el orden de los valores,
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sin supeditar la vida a la configuración de las for- habitante y con el grupo de personas, y también
mas, sino que a partir de la vida buscamos respues- sus necesidades psíquicas y espirituales, que rela-
tas bellas; si nuestra cultura arquitectónica -que se cionaremos con las anteriores. Claro está que, para
consigue viendo mucho, pensando mucho- busca hacer esto, es preciso determinar bien la escala de
la relación de las ideas con las formas; si hacemos valores, tanto de los futuros usuarios como los que
todo esto, con seguridad nuestros proyectos tendrán mueven nuestras intenciones proyectuales.
mucho adelantado para llegar a ser respuesta La escala de valores se refiere al individuo y al
bella, transcendida a arte, a los problemas huma- grupo familiar; y manifiesta ideas, motivos, actitu-
nos que nos plantea la concepción formal de la vi- des y gustos, que vienen determinados por la cultu-
vienda. ra, las costumbres, la educación y la experiencia; y
Nuestros proyectos deben generar armonía, de por nuestro sentido de la vida.
las formas y de la vida. Y para generar armonía Para ello hemos de distinguir entre valores y pre-
-para que las cosas y las personas se lleven bien- ferencias personales: los valores son de interés supe-
hemos de apoyar nuestro diseño en un orden es- rior, son más permanentes, porque están basados
tructurado en todos sus niveles, desde lo general a en aspiraciones culturales y morales. Las preferen-
lo particular. Esto no quiere decir que haya que cias están basadas en la experiencia. Y como noso-
proyectar sobre una cuadrÍCula, o sobre unas trazas tros debemos proyectar adecuadamente al fin per-
geométricas determinadas, aunque estos sistemas seguido, los valores morales y culturales adquieren
pueden ayudar a ordenar los espacios; cabe tam- preponderancia. Hay que tener en cuenta que en
bién ordenar los espacios por centros, direcciones y un ambiente hedonista se llega a la forma por la
zonas, analizando adecuadamente las articulacio- forma y que el arquitecto que actuara así olvidaría
nes, empleando un idioma compositivo coherente, que su trabajo es servicio, y su obra no sería res-
buscando el equilibrio entre espacios, entre macizos puesta. El arquitecto, también aquÍ, asume a la so-
y vaCÍos: y aquÍ no hay límite de caminos -cada ca- ciedad, al habitante; y nadie puede dar lo que no
minante siga su camino- aunque sí exigencias de tiene.
composición. De este modo el arquitecto está en condiciones
y la composición nada tiene que ver con la agru- de dar más que lo que le piden, de dar liebre por
pación impensada de las formas, sino que requiere, gato. Valorará por tanto cuanto se' refiere a los
siempre, un detenido estudio de cómo se llevan efectos sobre la salud física y psíquica; a la liber-
unas cosas con otras, de cómo se com-ponen, como tad (privacidad personal, respeto a los demás) y
se relacionan sus masas, luces y texturas, sus di- al fomento de la unidad familiar, al desarrollo
mensiones, su posición, sus miradas. Por eso, du- posible de cada habitante en los aspectos cultu-
rante el proceso del proyecto "hay que ir mirando a rales (lectura, música, etc); a las posibilidades de
las cosas para ver qué pasa". (CODERCH). apropiación, por ellos, de los espacios; a los valo-
Un texto de Neutra subraya estas ideas: res de representación (prestigio), armonía, orden
"La buena arquitectura no siente complejos formalis- y belleza; y a las repercusiones sobre los costos de
tas ni divaga con los distintos sentidos de forma, sino ocupación y mantenimiento. Dejará la vivienda
que resuelve conceptos concretos y claros, para hacer la abierta al desarrollo pleno de la familia, de ca-
vida más hogareña, más acogedora, más humana". da persona, así como a las posibilidades de ex-
y Javier Carvajal comenta: "Su profundo humanis- presión familiar e individual. La familia, célula
mo (de Neutra) nace precisamente de ver al hombre le- básica de la sociedad, tendrá un hogar digno,
jos de la falsa retórica que lo convierte en algo imperso- donde vivan hombres dignos, o, al menos, trata-
nat desvinculado, abstracto, monstruoso en fin, en ca- dos con dignidad.
da uno de aquellos seres reales y concretos que su vida
profesional ha puesto y pone en su camino".
6. LA VIDA FAMILIAR Y LA CONFIGURA-
CION DE LA VIVIENDA
5. ESCALA DE VALORES
En todas las culturas y en todas las épocas la vi-
Así pues, lo primero es conocer -saboreándolo- vienda refleja las formas de organización familiar,
el tema. Aclararnos qué es una vivienda, desglo- y hasta épocas recientes constituía -por ser el lugar
sando el concepto con un análisis profundo y rea- de trabajo y morada- el reflejo de la actividad eco-
lista. nómica.
La fase de Análisis nos lleva a examinar las dis- "La evolución de los fenómenos demográficos y de
tintas actividades que se deben desarrollar en la vi- los comportamientos sociales, el desarrollo del consumo
vienda, en el edificio, viviendo los espacios en pri- de masas, la inflexión de las relaciones sociales, expre-
mera persona, no viéndolos desde fuera. Se llegan a san una transformación de los modos de vida. Es im-
valorar así las actividades -las funciones-, las nece- portante captar sus permanencias, localizar y medir sus
sidades métricas de cada local en relación con cada desviaciones y evaluar su impacto sobre las formas de
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la vivienda y de su entorno. " (Europan 2) otras viviendas del mismo conjunto; así atenderá a
También hemos de considerar las consecuencias las exigencias del promotor -que promueve, por
que tiene esta evolución no sólo en los tipos de las ejemplo, un conjunto de viviendas de protección
viviendas, sino en el concepto de familia y en sus oficial- y a las necesidades que, en un futuro, pue-
consecuencias sociales. Basta recordar lo que suce- dan aparecer; y corresponde al arquitecto optimi-
de en algunos barrios de algunas ciudades de zar las soluciones.
Centro-Europa, aparentemente bien resueltos, pero Naturalmente, lo dicho no significa proyectar
llenos de tristeza por la soledad de sus habitantes. Y con lujos innecesarios. Se debe atender a la familia
no cabe duda que ese ambiente es consecuencia de en todas sus necesidades, pero también se deben
la pérdida de los valores familiares evitar gastos superfluos. Es preferible, si se disponen
Las transformaciones de las costumbres y de los de-
11 de fondos suficientes, atender a mejorar los locales
seos de las personas deben incidir sobre el espacio in- comunes, prever espacios en que surja la conviven-
terno de la vivienda, pero implican también una adap- cia vecinal, etc ... No hay que olvidar la función so-
tación de las relaciones que la vivienda mantiene con el cial de la propiedad, que tiene como fín, además de
barrio, la ciudad, sus formas urbanas y las demás fun- la atención a las necesidades de la propia familia,
ciones que en ellas se desarrollan (comercio, trabajo, la atención a las necesidades sociales, a las necesi-
ocio, cultura, etc.). Esta adaptación parece tanto más dades de otras personas: el bien común así lo exige.
imperativa cuanto que, en el contexto de la homogenei- Por tanto y también aquí, hemos de evitar, en be-
zación del espacio interno de las viviendas que se cons- neficio de la comunidad, lo que pudiera tener ca-
tata desde hace varios decenios, la situación urbana de rácter de capricho, dando primacía a las necesida-
la vivienda, los servicios y las prolongaciones externas des reales.
de que dispone se convierten en un criterio determinan- El logro de estos objetivos, en nuestro proyecto,
te para su uso y su calidad... ". requiere también un estudio detenido de las posi-
11¿Qué lazos debe mantener la vivienda con los espa- bilidades del solar, porque es allí donde debemos
cios del trabajo, del ocio, de la cultura .. .? ¿Cuáles de- edificar las viviendas. Y podría suceder que apa-
ben ser sus relaciones funcionales y simbólicas con los recieran limitaciones fuertes, que el promotor
espacios públicos y las redes de comunicación?" (ibid). solicitara un mayor número de viviendas de su-
Si estas cuestiones se resolvieran atendiendo perficie reducida, etc. y que, por ello, pensára-
tan sólo a su respuesta técnica, formal, perdien- mos que no es posible atender a las necesidades
do de vista el sentido de la vida, las soluciones mencionadas. Y no es así, porque el arquitecto
podrían ser correctas, incluso bellas, pero carece- debe actuar, siempre, en arquitecto, lo que le lle-
rían de sentido al perder de vista su fin más im- vará a plantear una vivienda tal que, por la dis-
portante. posición y dimensión de los locales, por el diseño
De otra parte, la existencia de leyes referentes a cuidadoso, permita la suficiente flexibilidad futu-
la protección social de la vivienda no puede llevar- ra y actual, en sí misma o apoyándose en las vi-
nos a considerar que las soluciones propuestas en viendas anejas. Los datos referentes a la vivienda
la ley son las soluciones óptimas. La legislación ac- deseable, recogidos en Habitalia 88, nos indican
tual trata de garantizar unos mínimos para las vi- que es cada vez más claro el deseo de llegar a vi-
viendas, y no considera, por tanto, las característi- viendas amplias, vivibles, superada ya la fase
cas que sería deseable alcanzar. El Estado, cuya po- -mal menor- de las viviendas que más parecen
testad es subsidiaria, intenta garantizar y facilitar reductos donde guarecer a los hombres.
el acceso a la vivienda de las personas más necesi- En estas viviendas pequeñas hemos de prever
tadas, pero esto en ningún caso indica que las tipo- todo lo dicho y cuidar especialmente el diseño,
logías fijadas por la ley sean las que deberían co- precisamente porque las limitaciones son mayo-
rresponder a personas que gozan, como hemos di- res, y por tanto todo debe estar mejor pensado:
cho antes, de plena dignidad ontológica. pero esto no lo haremos si olvidamos que
y es que no hay que confundir lo legal con los nuestro quehacer profesional es un servicio inte-
valores morales. El Estado puede tolerar una situa- ligente, amable, bello, y no un modo de imponer
ción, puede despenalizarla, pero eso no quiere decir nuestros deseos o nuestras manías personales. La
que esa situación o esa actuación sean dignas de la experimentación cabe en viviendas individuales,
persona humana; quiere decir, simplemente, que estudiadas para un propietario concreto, con
esa actuación no está perseguida por la ley. El unos gustos y unas aficiones determinadas, pero
ejemplo de la ley del aborto es clarísimo a este res- no en viviendas colectivas, en las que debemos
pecto. tender a soluciones generales, flexibles y, como
Evidentemente, el arquitecto, si tiene en cuenta ya hemos dicho, que permitan el mayor grado
estos valores, procurará que la solución que dé a es- de libertad, de adaptabilidad.
tas viviendas sea la mejor de las posibles, permita . Podemos prescindir de un cuadro que no nos
su flexibilidad, su futura adaptación a los cambios gusta, pero una vivienda no puede tirarse a la ba-
familiares y su posible crecimiento al unirse con sura!
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Se puede decir que las personas forman parte de aire libre en el lugar de nuestro proyecto, en dife-
un barrio cuando se identifican con él. Si, por el rentes momentos del año, puede sugerir ideas váli-
contrario, la calidad del entorno y del vecindario das para resolver este problema.
no atrae a sus habitantes, el barrio se considera co- En el planteamiento urbanístico hemos de tener
mo lugar de paso, lo que, con el tiempo, lleva a la presentes estas ideas, de modo que la respuesta fi-
degradación del espacio urbano. Por ello hay que nal -el proyecto- sea coherente con la respuesta ur-
promover espacios de relación, puntos de encuentro bana, arquitectónica y cultural, que exige nuestro
en los que los habitantes participen espontánea- terreno.
mente de una vida colectiva elemental.
La situación geográfica impone, además, otras
condiciones. El clima es, por ejemplo, un factor NOTAS
muy importante; los espacios abiertos al norte pue-
den ser inhabitables en invierno o el calor dema- 1 MOORE, Charles y otros: La casa: forma y
siado fuerte en la temporada estival. Hay que te- diseño. Gustavo Gili, Barcelona, 1.976; p.79 Y 80.
ner en cuenta, por tanto, los vientos dominantes, el Charles Moare entiende por "foco" todo centro
régimen de lluvias, las horas y los días en que pue- de atención y por" máquinas" todos los equipa-
den utilizarse esos espacios, el uso previsto y el dise- mientos que nos ayuden en una tarea específica,
ño adecuado para lograr un ambiente atractivo incluídos armarios empotrados, escaleras, estan-
etc ... La observación de la vida que se desarrolla al terías, camas, cocinas, aseos, instalaciones, etc ...
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