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RESUMEN
En ese sentido, se presenta un nuevo concepto tecnológico para la disposición final de la basura,
que toma en cuenta el proceso de digestión anaerobia y la recirculación de lixiviados inoculados
metanogénicamente, para acelerar la estabilización de los residuos, manejar convenientemente
los lixiviados y promover el aprovechamiento del biogás al incrementarse sus tasas de producción
por unidad de tiempo.
1. INTRODUCCIÓN.
Dentro de este contexto regional, la República Mexicana, cuenta con una población cercana a los
100 millones de habitantes (35% asentados en localidades menores a 100,000 habitantes),
quienes generan alrededor de unas 90,000 toneladas de basura diariamente. En términos
generales, se puede decir que los servicios de aseo son proporcionados directa o indirectamente
por las municipalidades, razón por la que tal vez en la mayoría de los casos sean precarios en
calidad, eficiencia y cobertura, como lo demuestra el que existan no más de 15 sitios de
disposición final de basura, operando como Rellenos Sanitarios, en donde se dispone solamente
un 35% de los residuos generados en todo el país; aún cuando la Secretaría de Desarrollo Social
(SEDESOL), registre alrededor de 70 rellenos sanitarios, información carente de sustento, si
tomamos en cuenta que un informe de reciente publicación (diciembre-2003), elaborado por la
Comisión Mexicana de Infraestructura Ambiental (COMIA); denuncia que de las 112 ciudades
con mayor población en la República Mexicana, sólo 49 de ellas tienen un sitio para la
disposición final de los residuos aceptable (calificados con al menos 50 puntos de 100 posibles);
de los cuales, únicamente 12 de ellos fueron calificados satisfactoriamente (entre 60 y 75 puntos
de 100 posibles), pero ninguno de ellos, cumple a cabalidad con la actual Norma Oficial
Mexicana NOM-083/SEMARNAT-2003, que establece los requisitos que deben reunir los
vertederos de residuos sólidos, para ser considerados como rellenos sanitarios.
Esta situación de por sí grave, reviste una mayor importancia, si consideramos que esta
problemática, sin duda alguna puede impactar espacios ambientalmente sensibles (zonas de
recarga de acuíferos), de alta diversidad ecológica (pantanos, marismas, humedales, bosques
tropicales, etc.), así como reservas ecológicas y parques nacionales. Similares efectos, se tienen
en lugares turísticos y en general a todo lo largo y ancho del país, por el mal manejo que se les da
a los residuos que genera el desarrollo prácticamente de cualquier actividad. Es necesario el
control de estos residuos, a la par con el desarrollo de las actividades productivas del país, para
propiciar que se lleven a efecto en un plano de sustentabilidad con su entorno.
A lo antes mencionado, se debe agregar que los profundos cambios, que en aras de la
descentralización de la gestión pública y el fortalecimiento de las instituciones municipales, se
viene gestando de unos años a la fecha; implica un replanteamiento sobre los criterios y premisas
empleados en la actualidad, para llevar a cabo la prestación de los servicios de aseo.
Por todo lo anterior, con el fin de que las inoperantes prácticas que actualmente se utilizan para el
manejo de los residuos, se lleven a efecto en forma más eficiente, con mayor sostenibilidad
económica, con equidad social y con sustentabilidad ambiental; es necesario fortalecer el sector
de los residuos sólidos en el país, considerando para ello, las diferentes áreas temáticas
involucradas, como son la participación del Estado, la economía del sector, el marco legal, la
gestión ambiental, el componente de salud, la participación de la sociedad en general; pero sobre
todo la creación de infraestructura que permita dar cumplimiento a políticas ambientales
orientadas a manejar eficientemente los residuos sólidos, empleando tecnologías de alta
sustentabilidad acordes a nuestra realidad social y económica.
2. PRINCIPALES TECNOLOGÍAS DISPONIBLES PARA
LA DISPOSICIÓN FINAL DE LA BASURA.
Esta tecnología consiste en el depósito de los residuos sólidos municipales, en el menos espacio
práctico posible, utilizando para ello maquinaria pesada para la distribución, esparcimiento y
compactación de los residuos y también para su cobertura con tierra al final del día. Esta
infraestructura debe contar con algunas instalaciones básicas para su correcta operación y para el
control de impactantes ambientales (biogás, lixiviados, partículas, etc.); además del equipo
necesario para la realización de sus actividades diarias.
Una opción más simple derivada del relleno sanitario tradicional, es el relleno sanitario manual,
la cual resulta ideal para el manejo de los residuos sólidos urbanos en áreas marginadas con
densidades de población bajas (zonas rurales). Su aplicación es permitida según la normatividad
mexicana, para la disposición final de los residuos en sitios con un ingreso diario de hasta 10
toneladas. Para su operación se emplean instrumentos de uso manual.
Esta tecnología, incluye la instalación de una planta para la separación semi-mecanizada de los
subproductos reciclables. Posteriormente, los residuos sólidos que no son reciclables son
compactados con una prensa, formando pacas que son transportadas al sitio de disposición final,
donde son colocadas en pilas sobre el terreno, para después cubrirlas con material térreo.
Esta tecnología al parecer permite incrementar el espacio para la vida útil de un sitio determinado
(aunque no hay evidencias de ello), con el inconveniente de prolongar el tiempo de
descomposición de material orgánico, ya que su degradación se vuelve mucho más lenta.
¨ PROCESO MECÁNICO-BIOLÓGICO.
En ese sentido, es sabido que la estabilización de los residuos sólidos en condiciones anaerobias,
que son las que prevalecen en mayor o menor grado en los vertederos de basura, sean estos
rellenos sanitarios, rellenos sin control y tiraderos clandestinos; demanda la presencia de
humedad como requerimiento básico, para que se lleven a efecto los procesos de degradación,
según las siguientes reacciones bioquímicas:
Al respecto, el principal motivo para que los rellenos sanitarios estén muy lejos de la tan ansiada
sustentabilidad, es la falta de control en los procesos de estabilización al interior de las celdas de
basura, fundamentalmente por no suministrar la humedad requerida para que se lleve a cabo la
degradación de la fracción orgánica presente en los residuos, en la cantidad, oportunidad y con
los dispositivos adecuados para ello. Sin duda, lo antes señalado es el reflejo de aplicar una
concepción ya obsoleta sobre lo que debe ser un relleno sanitario, asemejándolo a una especie de
“caja negra” con múltiples capas o barreras entre si, como si fuera una cebolla.
Geomembrana
Drenaje de biogás
Cubierta de suelo
Residuos sólidos
Barrera de arcilla
Drenaje de lixiviados
Control y monitoreo
De hecho, basta citar las diferentes definiciones que prevalecen en el medio para describir al
relleno sanitario, para darse cuenta de la falta de sustentabilidad antes señalada.
Además de lo anterior, los obsoletos sistemas para el control de los lixiviados a través de lagunas
de Evaporación-Concentración y lo que es peor, mediante sistemas de tratamiento semejantes a
los empleados par el tratamiento de las aguas servidas (lo cual es totalmente desatinado por la
constante variabilidad de su composición en el tiempo, por las altas cargas orgánicas presentes en
ellos, entre otros factores); ha impedido resolver n problema latente en los rellenos sanitarios, que
es el manejo conveniente y sustentable de un impactante ambiental de alto efecto, como son los
lixiviados.
Así mismo, los mecanismos empleados para la captación y recuperación del biogás, a través de
estructuras verticales de captación, muchas veces habilitados después de haber rellenado los
espacios con basura (práctica que además de costosa, no asegura la captación del biogás, por lo
difícil que es ubicar las zonas con los mayores gradientes de flujo); resultan obsoletos e
ineficientes porque en la mayoría de los casos, el biogás no cuenta con la presión suficiente para
fluir verticalmente y vencer la presión atmosférica dentro de las estructuras, lo cual da por
resultado que migre horizontalmente por cualquier espacio que se lo permita.
Lo antes señalado, se puede constatar e las siguientes imágenes, donde se presentan indicadores
de la organización Mundial de la Salud (OMS), que evidencian la ausencia de poscriterios ya
descritos; que le permitan a un vertedero, alcanzar la sustentabilidad.
3% 2% 1%
8%
Operación
Inversión
Postclausura
Clausura
Estudios
86%
25 Imp ues to s
Venteo d e g as
20
Ins p ecció n
10 M antenimiento d el s itio
35
0
Fuente: Landfill OMS. 2000
Esta tecnología en primera instancia, suele ser muy semejante a la del relleno sanitario
tradicional; diferenciándose en que conlleva como requerimiento obligatorio, la "recirculación
formulada" de lixiviados crudos o previamente inoculados con agentes suplementarios, lo cual
permitirá acelerar el proceso de descomposición, aumentar el tiempo de retención celular y
reducir los tiempos de estabilización de los residuos; además cuando los sistemas son aerobios, es
necesario inyectar aire a presión al interior de la masa de residuos. El control de la recirculación
de los lixiviados con esta tecnología es fundamental, ya que deben de inyectarse a las celdas de
basura, en la cantidad y en el tiempo que demande el proceso. Al término de la estabilización de
los residuos, es posible abrir o minar las celdas de basura para rescatar el material degradable ya
estabilizado mediante un proceso de tamizado, para volver a depositar residuos en las celdas
minadas (ya vacías); con lo cual es posible incrementar a vida útil del relleno sanitario, hasta en 3
veces su vida normal, tratar eficientemente los lixiviados y acelerar la producción de biogás
(cuando los sistemas son anaerobios). Esta tecnología, se aplica actualmente en varios países de
este planeta, como son España, Brasil, Alemania y Estados Unidos. Según el tipo de proceso de
estabilización, los bio-reactores pueden ser clasificados en:
Estos sistemas, operan mediante la inyección controlada de humedad y aire al interior de la masa
de residuos, a través de una red de tuberías horizontales y/o verticales, preparada exprofeso para
ello.
El proceso de degradación que se lleva a cabo al interior de los residuos, es similar o análogo al
composteo por vía húmeda, en donde los materiales biodegradables ante la presencia de humedad
y aire, son estabilizados rápidamente, en un ambiente donde se presenta una elevación gradual de
la temperatura, característica natural de los procesos aerobios. Previo a la inyección del aire, el
lixiviado es bombeado a presión para ser infiltrado dentro de la masa de residuos mediante pozos
de inyección, hasta alcanzar un contenido de humedad que varía del 50% al 70% en peso. Es
recomendable iniciar la inyección de aire, una vez que se han alcanzado las condiciones óptimas
de humedad (masa de residuos totalmente humedecida).
Las temperaturas óptimas para la degradación de los residuos, al interior del bio-relleno, varían
entre 140° y 160° F. La introducción del aire al interior de los residuos, se hace en forma forzada
(a presión), empleando una red de tuberías perforadas que se instalan previamente dentro del bio-
reactor.
Las tasas de inyección de aire y humedad al interior de los residuos, son similares a las que se
aplican en los sistemas aerobios de composteo tradicional. Conforme se lleva a cabo la
estabilización de los residuos, la temperatura disminuye gradualmente, hasta alcanzar la etapa de
"curado" o maduración de los mismos.
Son aquellos que operan en condiciones semi-aerobias, al combinar los elementos y condiciones
de operación de los sistemas aerobios y anaerobios; predominando por lo regular alguno de ellos
sobre el otro.
Una comparación de los atributos que caracterizan tanto al relleno sanitario tradicional como a
los bio-rellenos acelerados (aerobios y anaerobios), se presentan en el siguiente cuadro:
Fuente: Johannessen L. M. “Leachate Management for MSW Landfills”. Banco Mundial. 1998.
Como se puede ver en la figura anterior, al igual que el biogás, la composición de los lixiviados
está regida por las fases de degradación de los residuos, lo cual reafirma la incongruencia de
tratar a los lixiviados con los mismos criterios y procesos empleados para las aguas negras.
Reafirmando lo anterior, en el cuadro No. 4.2.1, se puede observar la gran variación entre la
composición típica de un lixiviado fresco o "joven" (proveniente de la fase de acidez) y la de un
lixiviado "viejo" (proveniente del final de la etapa metanogénica estable).
CUADRO NO. 4.2.1 COMPOSICIÓN TÍPICA DE LOS LIXIVIADOS PRODUCIDOS EN DIFERENTES ETAPAS
DEL PROCESO DE DEGRADACIÓN DE LOS RESIDUOS EN UN RELLENO.
Fase Ácida
Fase Metanogénica
Parámetro Unidad (6 meses a
(2 a 100 + años)
2 años)
pH 5-6.5 7.5-9
DQO mg/l 20,000-30,000 1,500-2,000
DBO5 mg/l 10,000-25,000 500-1,000
Hierro mg/l 5-20 <5
Zinc mg/l 1-5 0.03-1
Cadmio ug/l < 30 6
Amoniaco mg/l 900-1,500 900-3,000
Cloruros mg/l 1,200-3,000 1,000-3,000
Fuente: Johannessen L. M. “Leachate Manaagement for MSW Landfills”. Banco Mundial. 1998.
Lo anterior, nos lleva a fundamentar la recirculación de los lixiviados, no solo para aportar la
humedad que requiere la degradación de los residuos en condiciones anaerobias, sino para
remover la carga orgánica presente en los lixiviados (donde prevalecen los ácidos grasos
volátiles), aportar material celular para incrementar las tasas de población bacteriana y con todo
ello, incrementar las tasas de generación de metano y acelerar la producción de biogás en el
tiempo. El balance conceptual de la estabilización de los residuos al interior de un bio-reactor
metanogénico, según lo antes señalado, quedará como sigue:
A B C D
k'1 k1 Donde:
A1 B D1
A = A1 + A2
k'2 D = D1 + D2
A2 = C D2 k'2 > k'1 > k1
Lo anterior implica que la carga orgánica a remover al interior del bio-reactor, en diferentes
tiempos y con distintas constantes de degradación, será la suma de la carga orgánica presente en
los lixiviados, más la carga orgánica que prevalece en la basura confiada.
Esta novedosa y sustentable visión sobre como se debe enfocar el manejo de un relleno sanitario
y sus impactantes ambientales, se refuerza a partir de los resultados obtenidos con recientes
investigaciones realizadas en el Brasil sobre el tema, como a continuación lo demuestra el
siguiente gráfico.
Degradación sin
Recirculación de Lixiviados
- OPCIÓN No. 1 Proceso con una Cama Anaerobia al interior del Bio-relleno.
BM
CM
TM
LF L
RI
I
BM
TI RA TM
L
´R
BM
RI
P
TI TM
L
• Los Rellenos Sanitarios, seguirán siendo la columna vertebral de los Sistemas de Manejo de
Residuos Sólidos en América Latina, siempre y cuando sean diseñados, construidos y
operados de manera sustentable (Conclusión del Simposium de Residuos Sólidos/XXX
Congreso de la AIDIS/Agosto-2004/Puerto Rico).
• En la actualidad, la digestión anaerobia de los residuos sólidos, puede ser considerada como
una tecnología eficiente, probada e innovadora (RIGGLE 1998).
• La digestión anaerobia, es una tecnología sustentable para el control de los residuos sólidos
(TILCHE Y MALASPINA 1998):
1 Ton. de residuos orgánicos, requiere para su composteo 50 kw-hr.; mientras que vía la
digestión anaerobia, puede generar 160 kw-hr. Los bio-rellenos son operados en el Brasil
desde hace 15 años.
• Actualmente la Ciudad de Madrid opera un bio-relleno para 5,000 Ton/día del cual se obtiene
un aprovechamiento del biogás para generar energía eléctrica
5. CONCLUSIONES.
f) Los resultados obtenidos en la digestión anaerobia combinada (residuos sólidos con aguas
negras o lodos crudos o digeridos), permiten augurar la posibilidad real de tratamiento de
todos los residuos, líquidos y sólidos, generados en una comunidad, en una sola instalación.
BIBLIOGRAFÍA
3. Murray E. Haight. "Municipal Solid Waste Management – Making Decisions in the Face of
Uncertainty". Institute for Risk Research. Canada. 1991.