Especializado Artículo de Ramón Santos. Publicado en junio de 2018
Incluía yo en uno de mis análisis sobre Periodismo
Especializado en la Facultad de Comunicación de Sevilla una breve reseña sobre roles periodísticos y escribía que no es hasta entrada la década de los 90 cuando en España comienza a tenerse en cuenta los roles profesionales en el gremio. Algunos autores han ido catalogando los diferentes tipos de roles en la profesión a lo largo del tiempo. Dependiendo de cada cultura los roles varían. Canel y Sánchez-Aranda, por ejemplo, realizaron unos estudios al respecto en 1999 que concluyen con cuatro tipos de actividades periodísticas profesionales que detallo en el citado análisis. Y a estos roles habrá que añadirles otros más recientes que también incluyo en el informe.
Algunas conclusiones son que, en España el tipo de rol
profesional más común y novedoso entre los profesionales es el de Altavoz ciudadano. Es sin duda el más cercano a la gente que necesita de un soporte para hacerse oír y encuentra en los medios de comunicación ese “altavoz”.
En este sentido, en España existen dos grandes grupos de
profesionales de la información, los que controlan el poder y/o alientan a la audiencia y las instruye y los que favorecen al poder establecido, adormilando la opinión pública.
Pero me permití humildemente también incluir en aquel
análisis un nuevo rol, menos serio tal vez, pero que existe y del que avisan periodistas como Gervasio Sánchez, Colaborador en el Heraldo de Aragón y la cadena SER, que escribe en el periódico digital lamarea.com. De uno de sus artículos surge el rol del denominado “todólogo”.
¿TODÓLOGO?...
Gervasio escribe en este artículo: “Los todólogos han invadido
los medios periodísticos y cada día es más difícil encontrar espacios de reflexión que sirvan para mejorar la percepción del ciudadano sobre temas trascendentales. El ruido y la furia emergen con la fuerza de un tsunami y silencian cualquier intento de profundización. Hay que ir al grano en busca de la fricción permanente o quedar engullido por el griterío. En debates de asombrosa futilidad las frases inconclusas quedan varadas en un cementerio de intentos en vano por contar lo que pocas personas quieren escuchar.”
“La ‘todología’, la ciencia de moda” titula el aporte. Pero
¿qué es la todología? No lo busquéis en la RAE, no existe. Gervasio indaga y facilita varias definiciones. Lo importante aquí es que no debemos confundir al “todólogo” con el especialista aunque el primero quiera parecerlo no lo es ni mucho menos.
Al final del artículo se resalta del peligro que para la profesión
tiene este tipo de perfil que, como dice el autor del aporte: “Empieza a afectar en el periodismo español a personas con gran talento que parecen perseguir un puesto de honor en el olimpo de los todólogos.”