Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Parte22 - La Corrosion y La Proteccion de Las Instalaciones de Gas PDF
Parte22 - La Corrosion y La Proteccion de Las Instalaciones de Gas PDF
Parte 22
La corrosión y la protección
de las instalaciones de gas
22.7.3. Procedimientos para eliminar los efectos de las corrientes vagabundas ...................... 25
22.7.3.1. Drenajes unidireccionales .......................................................................... 25
22.7.3.2. Drenajes indirectos o dirigidos ................................................................... 25
22.7.4. Control del potencial de protección .......................................................................... 25
22.7.4.1. Electrodo de referencia cobre/sulfato de cobre (Cu/Cu So4) ........................ 27
22.8. La corrosión en las tuberías de cobre y su protección ............................................................ 28
22.9. Puesta a tierra ...................................................................................................................... 28
22.10. Disposiciones reglamentarias de protección contra la corrosión de las instalaciones
receptoras de gas ................................................................................................................. 28
22.11. Recomendaciones prácticas .................................................................................................. 29
22.11.1. Tuberías de acero ................................................................................................... 29
22.11.2. Tuberías de cobre................................................................................................... 34
22.12. Cualificacion del personal y competencias ............................................................................ 35
Especificaciones técnicas CONAIF-SEDIGAS para la certificación Revisión 0
de instaladores de gas. Materias específicas Tipo A Octubre 2008
Parte 22. La corrosión y la protección de las instalaciones de gas Página 4 de 35
22.1. INTRODUCCIÓN
En este capítulo se dan unas nociones básicas sobre el fenómeno de la corrosión y las formas de
proteger las estructuras metálicas. Es de aplicación exclusiva para los instaladores de Categoría A.
El problema de la corrosión es uno de los más graves con que se enfrenta actualmente la in-
dustria, dado que las pérdidas que causa directamente son enormes. Con todo, las pérdidas
indirectas, si bien difíciles de evaluar, son todavía superiores.
Las conducciones de acero para gas no son ajenas a este problema, sino que más bien son pro-
picias a la corrosión a causa del medio en que se encuentran, con el agravante de que en ellas
el ataque queda circunscrito a pequeñas zonas, de forma que la masa del material afectado es
insignificante respecto a la totalidad de la conducción, pero en estas zonas la alteración se halla
concentrada, formando picaduras que obligan a la sustitución de importantes tramos de con-
ducción. Si esta corrosión hubiera tenido lugar de modo uniforme, habría pasado desapercibida
durante mucho tiempo, no afectando al buen servicio de la conducción.
La sustitución o reparación de un tramo afectado entraña elevados gastos, en los que en la ma-
yoría de los casos el coste propio de los tubos significa un -gasto menor frente a los asociados,
tales como apertura de zanjas, maniobras de explotación, permisos, daños a terceros, etc.
22.2.3. Iones
Los átomos de los metales puros son eléctricamente neutros. Sin embargo, debido al número y
distribución de los electrones en las órbitas, son inestables y por ello, de forma natural, evolucio-
nan para adquirir otra estructura más estable.
En esta evolución los átomos de los metales pueden ceder uno o varios de los electrones de su
última órbita quedando el átomo eléctricamente activo. En el caso de los metales, al haber per-
dido electrones predomina la carga positiva de su núcleo. Es decir, el átomo se convierte en una
partícula con carga eléctrica positiva.
Por el contrario, existen otras sustancias que para adquirir una estructura más estable toman
uno o varios electrones, que añaden a los de su última órbita, convirtiéndose con ello en una
partícula con carga eléctrica negativa.
Tales partículas, denominadas iones, son más estables que sus átomos neutros, diferenciándose
de éstos en el número de electrones de su última órbita, siendo por tal motivo eléctricamente
activos.
Bien de forma natural o por otras causas, los átomos pueden tomar o perder electrones en su úl-
tima órbita para convertirse en el correspondiente ion, diciéndose por ello que el átomo se ioniza.
Ejemplo:
Al introducir una barra de hierro puro (Fe) en agua, algunos de sus átomos se ionizan, formán-
dose el ion ferroso con carga eléctrica positiva.
Hierro puro → Ion Ferroso + Electrones cedidos
Fe (en agua) → Fe2+ + 2e-
Por su carga eléctrica los iones responden a las diferencias de potencial, siendo atraídos por el
polo eléctrico opuesto al de su signo. Así los iones positivos son atraídos por el polo (o electrodo)
negativo y los iones negativos lo son por el polo (o electrodo) positivo.
Especificaciones técnicas CONAIF-SEDIGAS para la certificación Revisión 0
de instaladores de gas. Materias específicas Tipo A Octubre 2008
Parte 22. La corrosión y la protección de las instalaciones de gas Página 6 de 35
22.2.4. Electrolito
Un electrolito es un líquido o un sólido capaz de conducir la corriente eléctrica. Esta conducción
es de naturaleza iónica, mientras que la conducción de los metales es de carácter electrónico.
Batería
Electrólito
Los electrólitos que aquí nos ocupan son los de tipo acuoso o húmedos, tales como agua, solu-
ciones salinas, humedad de la atmósfera y de los suelos, en los que se encuentran inmersos las
conducciones y depósitos de gas.
El suelo es un medio complejo que contiene tanto sales minerales como orgánicas (humus, por
ejemplo), además de ácidos y bases, junto con gases como el oxígeno y, sobre todo, agua, que
disuelve todos los productos antes citados y facilita la ionización de los metales para formar un
medio conductor. Por su comportamiento el suelo es un electrolito.
El agua pura es eléctricamente neutra. En realidad una gota de agua está compuesta por mu-
chos millones de moléculas de agua H2O, iones hidroxilo OH- e iones hidrógeno H+, en la misma
proporción, cuyas cargas eléctricas se neutralizan entre sí:
agua pura = H2O + OH- + H+
M+ iones metal
Metal e- electrones libres
Electrólito
Entre los electrones en exceso (cargas negativas) que tiene el electrodo y los iones positivos del metal
que pasan al electrolito se establecen fuerzas de atracción electrostática. Estas fuerzas se oponen a
la formación de nuevos iones de metal y a la dispersión de los formados en el electrolito, es decir, se
establecen fuerzas eléctricas opuestas entre el metal, sus iones y sus electrones, lo que se traduce
en la existencia de un potencial del metal en el electrolito denominado potencial electroquímico.
Este potencial de equilibrio es distinto para cada metal, dependiendo también del tipo de electrolito.
Para asignar valores al potencial electroquímico que alcanza cada metal, ha de establecerse una
referencia, habiéndose convenido asignar el valor O (cero) al potencial del electrodo de hidróge-
no (consistente en una plaquita de platino inmersa en una atmósfera de hidrógeno).
Especificaciones técnicas CONAIF-SEDIGAS para la certificación Revisión 0
de instaladores de gas. Materias específicas Tipo A Octubre 2008
Parte 22. La corrosión y la protección de las instalaciones de gas Página 7 de 35
Tomando esta referencia se puede preparar una tabla con los valores de potencial electroquímico
correspondientes a cada metal.
De la tabla anterior el magnesio es el metal menos noble, es decir, el de menor potencial electro-
químico, y el oro el más noble, es decir, el de mayor potencial electroquímico.
Los siguientes términos son equivalentes:
Más noble = de mayor potencial electroquímico = más electropositivo = menos electronegativo
= menos activo
Menos noble = de menor potencial electroquímico = menos electropositivo = más electronega-
tivo = más activo
Cobre + 0’34
Nivel de referencia
DPE 0,78 V
Hierro - 0’44
DPE 1’1 V
El hierro es menos noble que el cobre pero más noble que el cinc, ya que es más electronegativo
que el cobre y menos que el cinc.
Aparte de la fuerza electromotriz (F.E.M.) generada por los dos metales, si se cortocircuitan los
dos metales por el exterior del electrolito mediante un cable conductor, sucede que:
ß En el electrodo formado por el metal de potencial más electronegativo habrá salida de
electrones a través del conductor exterior hacia el otro metal, y al mismo tiempo, sus iones
positivos se precipitarán en el electrolito, corroyéndose y deteriorándose por ello el metal.
Este electrodo constituye el ÁNODO del proceso y su polaridad es POSITIVA.
ß Debido a sus cargas eléctricas, los dos iones presentes en el electrolito, hidroxilo, OH-, e
hidrógeno, H+, se desplazarán hacia los electrodos de polaridad opuesta.
ß Los iones desprendidos del metal que hace de ánodo, M++, reaccionarán con los iones
hidroxilo presentes en el electrolito, dando lugar a una molécula de hidróxido del metal,
M(OH)2, el cual si es soluble, se disolverá en el electrolito, y si no lo es, precipitará como
sólido.
M++ + 2 OH M (OH)2
ß Los iones hidrógeno buscarán el electrón que les falta en el otro electrodo, en el cual hay
exceso de electrones procedentes del ánodo, formando átomos de hidrógeno y éstos a su
vez moléculas, con lo que habrá desprendimiento de hidrógeno en forma de gas sobre la
superficie de este metal. Este electrodo constituye el CÁTODO del proceso y su polaridad
es NEGATIVA.
Como se ha visto, al establecerse la pila electroquímica en el conductor exterior se genera una
corriente eléctrica y a su vez, en el electrolito otra corriente, denominadas corrientes galvánicas,
cuya naturaleza es diferente de la eléctrica. La corriente eléctrica es debida al desplazamiento en
un solo sentido de los electrones en el seno de un conductor generalmente metálico. Las corrien-
tes galvánicas se deben al desplazamiento en ambos sentidos de los iones positivos y negativos
en el seno de un electrolito.
Especificaciones técnicas CONAIF-SEDIGAS para la certificación Revisión 0
de instaladores de gas. Materias específicas Tipo A Octubre 2008
Parte 22. La corrosión y la protección de las instalaciones de gas Página 9 de 35
Ánodo Cátodo
Tubería de cobre
Cátodo
Ánodo
Tubería de acero
Ejemplo: Si en una conducción enterrada de acero se hace una acometida de cobre, debido a la
diferencia de potencial electroquímico entre ambos materiales y a la acción del suelo, que actúa
como electrolito, se crea una pila en la que la canalización de acero hace de ánodo, corroyéndo-
se, y la acometida de cobre de cátodo.
Especificaciones técnicas CONAIF-SEDIGAS para la certificación Revisión 0
de instaladores de gas. Materias específicas Tipo A Octubre 2008
Parte 22. La corrosión y la protección de las instalaciones de gas Página 10 de 35
Tubería de cobre
Ánodo
Cátodo
Tubería de acero
El efecto contrario tendrá lugar si a la conducción de acero se le hace una acometida con
un tubo de acero galvanizado (acero recubierto de una película de cinc) La tubería de acero
actuará de cátodo y el cinc de la acometida de ánodo. El cinc terminará disolviéndose en el
electrolito.
a) Se inicia la ionización b) La molécula de hierro c) Los iones H+ del d) Dos átomos de hidrógeno
del hierro en medio se ioniza cediendo electrolito captan se unen para dar una
ácido dos electrones a la vez los electrones para molécula de hidrógeno
que se disuelve en el formar un átomo de gaseoso
electrolito hidrógeno
El terreno en el que se encuentra inmersa una tubería enterrada es un electrolito más o menos
húmedo y oxigenado, formado por tierras que, como compuestos químicos que son, tienen un
marcado carácter ácido o alcalino, capaz de oxidar el hierro y provocar la corrosión química de
las tuberías de acero.
Salvo algunas excepciones, en este proceso el metal del cátodo no sufre ningún desgaste, sino
más bien todo lo contrario, ya que es protegido a expensas del ánodo que se va disolviendo
en forma de iones metálicos en el electrolito. Con otras palabras, en las pilas electroquímicas el
cátodo se encuentra protegido por el ánodo y este sufre una corrosión electroquímica.
Al enterrar una tubería de acero en un electrolito tan complejo como el suelo, es muy probable
que entre unas partes y otras de la tubería se formen distintos tipos de pilas electroquímicas.
Unos tramos de la canalización se comportarán como cátodos y estarán protegidos y otros como
ánodos y sufrirán corrosión electroquímica.
La corrosión electroquímica es la que en mayor medida sufren las tuberías enterradas. Es con-
veniente destacar que ciertas circunstancias y disposiciones de los elementos de una instalación
favorecen este tipo de corrosión. Al objeto de preverlas y evitarlas en la medida de lo posible, en
los siguientes apartados se describen los más importantes.
Especificaciones técnicas CONAIF-SEDIGAS para la certificación Revisión 0
de instaladores de gas. Materias específicas Tipo A Octubre 2008
Parte 22. La corrosión y la protección de las instalaciones de gas Página 12 de 35
Fe++ Fe++
Cátodo
Se forman pilas por la diferencia de potencial electroquímico entre distintos materiales. El metal
más electronegativo se convierte en el ánodo de la pila y se corroe, y el otro metal actúa de
cátodo y queda protegido.
Es de destacar en este tipo de corrosión la importancia de la superficie de los electrodos. Cuando
en las pilas formadas la superficie del cátodo es mucho mayor que la del ánodo, este sufre un
proceso de corrosión muy intenso destruyéndose en poco tiempo.
soldadura M1
M2 M2
Zonas catódicas
Zonas anódicas
Tornillo
Metal corroído
Junta de goma
Metal corroído
Bridas de acero
Son particularmente nocivas las adherencias al metal de materiales tales como madera, plásticos,
etc., que provocan la oxidación del metal en la zona cubierta.
Tierra removida
Menor corrosión
Este tipo de corrosión se presenta con frecuencia en las conducciones enterradas en las que la
tierra de recubrimiento, por el simple hecho de haber sido removida, es más porosa y por tanto
está más aireada que la del terreno que circunda la zanja. Cuando la conducción descansa direc-
tamente sobre el fondo de la zanja (terreno no removido y por tanto poco oxigenado) la tubería
se corroe por su parte inferior.
Problemas de corrosión diferencial también se pueden presentar en cualquier parte de la tubería
que esté en contacto con terreno mal compactado o con materiales de relleno de distinta com-
posición.
Estos tipos de problemas se pueden reducir bastante procurando la máxima homogeneidad del
material de relleno y mediante un adecuado compactado del mismo y en especial procurando
una buena uniformidad del que esta en contacto con la tubería.
Especificaciones técnicas CONAIF-SEDIGAS para la certificación Revisión 0
de instaladores de gas. Materias específicas Tipo A Octubre 2008
Parte 22. La corrosión y la protección de las instalaciones de gas Página 14 de 35
Asfalto
Pavimento impermeable
Tierra
Tubería
Arcilla Arena
Arena
Fe++
Fe++
En general, en un terreno intervienen multitud de fenómenos, unos físicos y otros químicos, que
determinan su comportamiento como electrolito ante un metal determinado. En los casos, como
el expuesto en el apartado anterior en que se consideran terrenos de diferente composición,
cada uno de dichos fenómenos incide en un cierto grado y de forma relativa en el comporta-
miento global. Entre otros, se destacan los siguientes fenómenos como causantes de la disimi-
litud del electrolito: diferencias en el grado de humedad y de oxigenación, en la higroscopia de
los materiales y su composición química (arcillas, calizas, yesos, etc.), en las sustancias químicas
en ellas disueltas, en la granulometría y compactado del terreno, etc.
Especificaciones técnicas CONAIF-SEDIGAS para la certificación Revisión 0
de instaladores de gas. Materias específicas Tipo A Octubre 2008
Parte 22. La corrosión y la protección de las instalaciones de gas Página 15 de 35
22.6.1. Pinturas
Este procedimiento se emplea en las superficies de depósitos, tuberías y sus apoyos que van a
estar expuestas a la acción atmosférica.
El procedimiento se divide en cuatro actuaciones diferenciadas pero complementarías, de tal
manera que la acción de una o dos de ellas no es imaginable sin la de las otras, siendo:
a) Limpieza y preparación de superficies.
Para conseguir unos buenos resultados interesa trabajar sobre el metal limpio. La limpieza
es uno de los factores más importantes a la hora de valorar la protección. Es más, la lim-
pieza debe ser siempre la mejor posible.
b) Imprimaciones anticorrosivas.
Una vez realizada la preparación de la superficie que se va a pintar se trata con una im-
primación de carácter anticorrosivo. Es de gran importancia la elección adecuada del pro-
ducto, ya que si la imprimación perdiese adherencia o fallase por cualquier circunstancia,
fallaría conjuntamente todo el sistema de pintado aplicado sobre ella.
Las principales características que deben cumplir las imprimaciones son:
ß Adherencia, constituyéndose en base de anclaje para el sistema que se aplique posteriormente.
ß Compatibilidad con las pinturas que sobre ella se apliquen
ß Resistencia a la intemperie, a la humedad, al repintado y a la niebla salina.
ß Protección catódica. El aporte en la imprimación de sales (cromatos, fosfatos) de zinc,
aluminio o magnesio, provoca un intercambio electrónico entre estos metales y el acero,
volviéndose éste catódico respecto a los otros que se disuelven en el medio, autosacrificán-
dose así para evitar la corrosión del acero.
c) Capa intermedia
Su función es rellenar el sistema aportando espesor y servir de puente entre la imprimación
y la capa de acabado.
d) Acabado
La función de estas capas finales es proteger contra las agresiones exteriores y a la vez dar
un aspecto externo agradable de brillo y color a la estructura.
22.6.2.1. Propiedades
Las cintas plásticas más comúnmente utilizadas, las autoadhesivas, están constituidas en general
por elastómeros (resinas sintéticas o cauchobutílicas) con soporte exterior plástico (PE o PVC).
Las propiedades que deberán reunir son las siguientes:
a) Correcta adherencia a la superficie metálica que ha de proteger y a la propia cinta
b) Elevada resistencia a choques
c) Adecuada dureza, elasticidad y porosidad
d) Elevado poder dieléctrico
Especificaciones técnicas CONAIF-SEDIGAS para la certificación Revisión 0
de instaladores de gas. Materias específicas Tipo A Octubre 2008
Parte 22. La corrosión y la protección de las instalaciones de gas Página 18 de 35
La aplicación de la banda se efectúa ejerciendo una tensión constante, con un ángulo idóneo
que varía de 10° a 30° según el diámetro de la tubería, para mantener el solape correcto sin
que queden bolsas de aire. El solape mínimo exigido es del 50%. En las tuberías revestidas en
fábrica, previa a la aplicación de la banda, se ha de realizar el biselado del revestimiento (15°
a 20°).
Especificaciones técnicas CONAIF-SEDIGAS para la certificación Revisión 0
de instaladores de gas. Materias específicas Tipo A Octubre 2008
Parte 22. La corrosión y la protección de las instalaciones de gas Página 19 de 35
Tras la aplicación de la imprimación y antes de que ésta alcance un secado excesivo, se procede-
rá a la aplicación de la banda. El encintado se efectúa siguiendo las instrucciones del apartado
anterior correspondiente a las bandas autoadhesivas.
Una variante de este tipo de cintas podría ser la de bandas saturadas de grasas y parafinas, que
exigen la utilización posterior de bandas de protección mecánica.
1. Limpieza
2. Precalentamiento
3. Colocación banda
4. Colocación banda solapa
5. Calentamiento final
En una instalación enterrada deben cubrirse con un material aislante para evitar el puenteo
externo por la suciedad o el terreno. Este recubrimiento es también recomendable en las juntas
no enterradas.
ß Acoplamientos monobloque o manguitos dieléctricos
Este tipo de acoplamiento se monta siempre en fábrica. Limitándose en obra a su soldadura
en el punto elegido.
Ofrecen una gran seguridad, ya que salen de fábrica ensayados tanto eléctrica como hidráulica-
mente. Su comportamiento mecánico es igualmente fiable, y son fáciles de montar en obra.
Especificaciones técnicas CONAIF-SEDIGAS para la certificación Revisión 0
de instaladores de gas. Materias específicas Tipo A Octubre 2008
Parte 22. La corrosión y la protección de las instalaciones de gas Página 22 de 35
a) Aérea b) Visitable
junta
aislante
Masilla de
Encintado con protección
banda aislante
Aplicar un revestimiento
comparable al de canalización
Junta aislante enterrada
Aplicar un revestimiento
comparable al de canalización
Junta aislante
Una vez instalada la junta dieléctrica debe verificarse su grado de aislamiento mediante un “tes-
ter” (voltímetro - ohmímetro).
(ánodo) al metal más electropositivo (cátodo) cerrándose el circuito y disolviéndose el metal del
ánodo (corrosión) en el electrolito, quedando así protegido el metal del cátodo.
Conexión ánodo-tubería
Ánodo
Tubería
Backfill
Ánodos Ánodos
Los ánodos más empleados para estructuras enterradas suelen ser a base de cinc (Zn), y de mag-
nesio (Mg) y aluminio (Al).
Para presentar una menor resistencia a tierra y una mayor dispersión de corriente, los ánodos
van empaquetados en un relleno de material conductor y conservante de la humedad (polvo de
carbón, bentonita, etc.) denominado backfill. Los ánodos de magnesio ya se facilitan comercial-
mente con este backfill.
Este método tiene la ventaja de ser relativamente económico y de instalación sencilla, pero
en cambio tiene las desventajas de no proporcionar potenciales elevados, ya que el magnesio
puede dar como máximo -1,55 V respecto al electrodo Cu/CuSO4, y de que las cantidades de
corriente generadas son reducidas, de forma que si ha de protegerse una red de considerable
extensión han de instalarse bastantes ánodos. Una de sus principales aplicaciones es la protec-
ción de tramos cortos, derivaciones y acometidas, aislados de la red protegida cuando no hay
posibilidad de efectuar una derivación con ésta.
Un caso particular de este tipo de protección activa es el galvanizado de las tuberías de acero.
Dicha protección consiste en recubrir toda la superficie de acero con una fina película de cinc.
Esta película protege a la tubería de acero de dos formas:
ß Aislándola del ambiente exterior: se podría decir que en este caso actúa como una protec-
ción pasiva
ß Actuando de ánodo, por ser más activo que el acero, corroyéndose, pudiéndose considerar
como ánodo de sacrificio
En el caso de que se produzca una pequeña rotura en la película de cinc que deje el acero al
descubierto, entre ambos metales se forma una pila en la que el cinc, al actuar de ánodo, sigue
protegiendo al acero. Según se va disolviendo el cinc. el punto defectuoso se va extendiendo y
agrandando hasta que adquiere un cierto tamaño y se inicia la corrosión directa del acero. De
todos modos con el galvanizado se alarga la vida útil de las tuberías de acero. El empleo de las
tuberías de acero galvanizado está limitado a los tramos aéreos de las instalaciones.
Especificaciones técnicas CONAIF-SEDIGAS para la certificación Revisión 0
de instaladores de gas. Materias específicas Tipo A Octubre 2008
Parte 22. La corrosión y la protección de las instalaciones de gas Página 24 de 35
Corriente
alterna EPC
Corriente
continua
Electrodo
de referencia
Tubería a
proteger
Ánodos de sacrificio
En el caso que más nos interesa (tuberías enterradas), el polo positivo va unido a un lecho
dispersor de corriente formado por varios ánodos, y el polo negativo a la tubería que se va a
proteger.
El funcionamiento del sistema es el siguiente: la corriente que sale por el polo positivo del trans-
forrectificador pasa al suelo (electrolito)a través del lecho dispersor formado por uno o varios
ánodos, y de ahí a la tubería (cátodo), a través de la cual retorna hacia el polo negativo de dicho
transforrectificador, cerrándose el circuito eléctrico.
De esta forma se crea una diferencia de potencial entre la conducción y los ánodos, la cual nor-
malmente varía entre 5 y 50 voltios, dando lugar al paso de una corriente determinada que a su
vez hará que la conducción alcance el nivel de potencial de protección preestablecido respecto
a su electrolito, es decir, el terreno.
En este tipo de protección el material anódico puede ser cualquier metal, ya que se le fuerza
a que se comporte como ánodo. En la práctica, por razones económicas y de rendimiento, los
Especificaciones técnicas CONAIF-SEDIGAS para la certificación Revisión 0
de instaladores de gas. Materias específicas Tipo A Octubre 2008
Parte 22. La corrosión y la protección de las instalaciones de gas Página 25 de 35
materiales principalmente empleados son chatarra de hierro o raíles, grafito y ferrosilicio. Tiene
considerable importancia el tipo de terreno donde se hayan de enterrar los ánodos para la elec-
ción de su tipo.
Sentido de la corriente
Subestación
Conexión
Diodo
Para evitar el que posibles potenciales positivos existentes en el carril puedan provocar circula-
ción de corriente en sentido contrario, se intercala en serie con la conexión eléctrica un diodo,
de forma que la corriente tan sólo pueda circular en un sentido: tubo → carril.
El electrodo de referencia se pondrá en contacto con el electrolito (tierra) a través del puente
salino (tapón poroso) del electrodo de referencia.
Los voltímetros aptos para realizar estas medidas deben disponer de una elevada resistencia
interna (50kΩ como mínimo), para reducir los errores de lectura que podrían enmascarar los
potenciales que deseamos conocer.
No obstante si tuviéramos que medir potenciales con un aparato más corriente, el potencial real
será igual al leído multiplicado por un factor de corrección (F) que será:
F = R + R V real = V medido × F
R
siendo F el factor de corrección, Ra la resistencia del aparato y Re la resistencia del circuito exter-
no (tubería + cables + electrodo).
Electrodo de referencia
Tubería revestida
La toma de potencial puede realizarse en cualquier punto accesible en el que exista una co-
nexión conductora hasta la tubería enterrada o en las cajas instaladas para tal efecto.
Para obtener una mejor conexión y disminuir resistencia es práctica habitual humedecer el lugar
en donde va a emplazarse el electrodo de referencia, ya que en general la resistencia del electro-
do respecto al suelo es la más elevada del circuito externo.
Especificaciones técnicas CONAIF-SEDIGAS para la certificación Revisión 0
de instaladores de gas. Materias específicas Tipo A Octubre 2008
Parte 22. La corrosión y la protección de las instalaciones de gas Página 27 de 35
Milivoltímetro
Electrodo de referencia
Tubería
Para una correcta lectura del potencial, el electrodo de referencia se situará en la vertical de la
tubería.
Se asegura la protección catódica de la tubería enterrada cuando el potencial medido entre esta
y el suelo alcanza un valor igual o inferior a -0'85 V medidos respecto al electrodo de referencia
de cobre sulfato de cobre.
Cable de conexión
Barra de cobre
Tubo de P.V.C.
Solución saturada
de SO4 Cu
Cristales
de SO4 Cu
Tapón poroso
Las partes de canalización de acero aéreas se deben proteger contra la corrosión externa por
medio de pintura u otro sistema apropiado.
Como complemento del revestimiento externo, todas las canalizaciones de acero enterradas
deben disponer de un sistema de protección catódica que garantice que el potencial entre la
canalización y el suelo sea igual o inferior a -0,85 V, medido respecto al electrodo de referencia
cobre-sulfato de cobre. Dicho potencial será de -0,95 V como máximo cuando haya riesgo de
corrosión por bacterias sulfato reductoras.
En aquellos casos en que existan corrientes vagabundas, ya sea por proximidad a líneas férreas,
líneas eléctricas de alta tensión u otras causas, deben adoptarse medidas especiales para la pro-
tección catódica de la canalización, según las exigencias de cada caso.
Cuando las características del terreno lo exijan, las canalizaciones de cobre enterradas deben
protegerse de la corrosión externa mediante un revestimiento de protección adecuado.
Todos los tramos enterrados dotados de la correspondiente protección catódica estarán aislados
mediante juntas dieléctricas. Estas juntas aislantes se instalarán aéreas, lo más cerca posible del
punto donde la tubería emerge de la zona enterrada, los tramos de tubería comprendidos entre
el nivel del suelo y las citadas juntas deberán protegerse con un adecuado revestimiento aislante.
Los tramos enterrados entre juntas aislantes deberán tener continuidad eléctrica.
La acometida interior quedará siempre aislada de la ERM por medio de una junta dieléctrica.
En los casos en que la acometida interior se encuentre unida eléctricamente a la red de la Em-
presa Distribuidora, deberá instalarse una junta dieléctrica en la llave del usuario.
– En estos tramos habrá de preverse actuar con protecciones pasivas que deberán comple-
mentarse con un buen mantenimiento a base de pintados periódicos, ya que en otro caso
la corrosión podría ser importante.
– En los tramos aéreos sujetos a estructuras, puentes, etc., deberá tenerse en cuenta, ade-
más del pintado, el buen aislamiento eléctrico de los soportes para evitar que derive la
corriente procedente de la protección catódica, así como evitar las entradas y salidas de
corrientes ajenas a aquélla.
ß Los recintos subterráneos de una red tales como cámaras reguladoras, pozos de válvulas,
etc., deben proyectarse, construirse y mantenerse pensando también en la corrosión.
– Básicamente ha de evitarse en ellos cualquier estancamiento de agua y acumulación de
suciedad. Deberán contar con unos drenajes suficientemente dimensionados, que ade-
más permitan, si así se precisa, la instalación de un electrodo para efectuar lecturas de
potencial, y con una aireación adecuada. Asimismo habrá de establecerse un manteni-
miento de limpieza periódico.
ß El encintado de la conducción y de sus elementos enterrados aún siendo un punto funda-
mental de protección, no deja de ser un elemento de protección pasivo y en muchos casos
es insuficiente por sí mismo para ofrecer una protección total al tubo.
En el caso de que la protección pasiva presente defectos, se distinguen dos situaciones:
a) La conducción no cuenta con protección catódica
b) La conducción cuenta con protección catódica
Corrosión
– En el primer caso, el hecho es grave, ya que cualquier proceso de corrientes que tenga
lugar en la conducción y en el terreno dará lugar a que la corriente fluya por el lugar del
defecto en el aislamiento. Por tanto, en estas zonas la canalización actuará como ánodo
de sacrificio al salir la corriente por dicho punto, produciéndose una corrosión importante
y rápida, tanto mayor cuanto mejor sea la calidad general del revestimiento.
Especificaciones técnicas CONAIF-SEDIGAS para la certificación Revisión 0
de instaladores de gas. Materias específicas Tipo A Octubre 2008
Parte 22. La corrosión y la protección de las instalaciones de gas Página 31 de 35
EPC
Ánodo
– En el segundo caso, la importancia radica en que serán mayores los consumos de corrien-
tes eléctrica y de material anódico, y en que se dañará el revestimiento en las zonas adya-
centes debido a las reacciones de reducción del electrolito que se producirán sobre el me-
tal, que redundarán en que se desprenda paulatinamente el revestimiento de la tubería.
ß La cinta de revestimiento deberá quedar perfectamente adherida a la conducción y a los
elementos de la misma. En caso contrario pueden existir minitramos de corrosión aéreos
por cinta mal adherida
Corrosión
Masilla
Especificaciones técnicas CONAIF-SEDIGAS para la certificación Revisión 0
de instaladores de gas. Materias específicas Tipo A Octubre 2008
Parte 22. La corrosión y la protección de las instalaciones de gas Página 32 de 35
A este respecto, un problema especial es el del vástago de las válvulas enterradas, que a la
larga se corroe dificultando las operaciones de apertura y cierre.
ß En los tramos aéreos vistos la contaminación atmosférica de las zonas industriales, así como
el polvo que se puede depositar sobre las tuberías y accesorios, junto con la humedad
ambiente, constituyen un electrolito que facilita los procesos de corrosión por oxigenación
diferencial.
Corrosión
METAL
Películas de agua
– Estas causas de corrosión se pueden evitar con el pintado de las tuberías y un buen man-
tenimiento posterior de la pintura.
ß El aire metanado o propanado tienen en su composición oxígeno y humedad (vapor de
agua). Estos dos componentes pueden provocar la corrosión interior de las tuberías. Sus
efectos se ven incrementados cuando el gas circula a gran velocidad (superior a 10 m/s) lo
que produce la erosión y el desprendimiento de la capa de óxido existente. Las partículas
de óxido en forma de virutas y polvo se acumulan en los codos y en las partes bajas de
los montantes. Si bien esta corrosión interior de las tuberías de acero no pone en peligro
la resistencia y estanquidad de los tubos, puede llegar a provocar su obstrucción por acu-
mulación de las partículas de óxido en las partes bajas de los montantes provocando la
consiguiente perdida de carga, además de crear problemas en el funcionamiento de los
contadores, aparatos, etc.
– Esta corrosión se puede evitar impidiendo el contacto directo acero-gas mediante el
empleo de tuberías de acero galvanizado, o bien protegiendo el interior de la tubería
con recubrimientos de pintura o plástico, o empleando un acero más resistente a la co-
rrosión. Mediante un diseño adecuado de las instalaciones se puede disminuir el número
de codos, reducciones de diámetro, etc., en los que las partículas de óxido se acumulan
y además, mediante el correcto dimensionado de los diámetros, evitar que el gas alcance
velocidades superiores a los 10 m/s.
ß En las instalaciones interiores se debe impedir el contacto directo, metal a metal, de las
tuberías de acero con las de cualquier instalación metálica, y en especial con las de cobre,
ya que en los puntos de contacto se podrían originar pilas químicas por disimilitud de los
metales y oxigenación diferencial.
– Este problema se previene mediante un cuidadoso tendido de las tuberías. Si a pesar de
ello no se pudieran evitar los puntos de contacto, en ellos las tuberías de acero se habrán
de aislar mediante encintado.
ß Al igual que en el caso anterior, en las uniones mecánicas se pueden producir pilas por la
disimilitud de los metales puestos en contacto y por oxigenación diferencial en el interior
de las roscas y uniones. Para completar el circuito eléctrico de dichas pilas se precisa la
presencia de un electrolito. Podría actuar como tal la humedad ambiente favorecida por la
presencia de polvo y suciedad en el interior y sobre las uniones.
Especificaciones técnicas CONAIF-SEDIGAS para la certificación Revisión 0
de instaladores de gas. Materias específicas Tipo A Octubre 2008
Parte 22. La corrosión y la protección de las instalaciones de gas Página 33 de 35
– Este tipo de corrosión se evita eliminando la formación del electrolito en el interior y so-
bre las partes metálicas de la unión, mediante la limpieza de las piezas y roscas antes de
efectuar su unión y, después de ésta, por un correcto encintado de la misma. Si por la
geometría de las piezas ello fuera preciso, también aplicando una masilla adecuada.
ß Las uniones soldadas son zonas propensas a la corrosión puesto que sobre ellas inciden dis-
tintos factores en los que intervienen tanto el metal de aporte de la soldadura como el de la
tubería. Dichos factores son producidos, entre otras causas, por las acciones térmicas y mecá-
nicas a las que se ven sometidos dichos materiales y por un efecto electroquímico debido a la
diferente composición y potencial entre los citados metales. Además, todo ello puede verse
agravado por la gran diferencia entre la superficie anódica y catódica cuando el metal de la
soldadura es el más electronegativo. En las soldaduras a solape también se puede presentar
la corrosión por oxigenación diferencial en los intersticios que quedan entre los metales.
– La corrosión en las soldaduras se puede paliar tomando las medidas siguientes: Reducien-
do las tensiones mecánicas por un posicionado correcto de las piezas a unir; empleando
un metal de aporte cuya composición y potencial electroquímico sea el más parecido
posible al del metal base, y que sea más electropositivo que este; siempre que sea posi-
ble realizando la soldadura a tope, y si ello no fuera posible, en las soldaduras a solape
procurando un buen drenaje y ventilación de las zonas unidas que asegure la ausencia de
electrolito y una buena accesibilidad para la posterior aplicación del acabado protector,
pintura o encintado; realizando un correcto relleno del cordón de soldadura sin enfria-
mientos bruscos y evitando la formación de incrustaciones y acumulación de escorias,
eliminado además los restos de fundente; evitando el excesivo calentamiento de la tu-
bería en las zonas próximas a las soldaduras; protegiendo la unión soldada del ambiente
exterior mediante pintura o encintado.
En la siguiente figura se muestra como se deben realizar las soldaduras a tope y a solape.
Difícil acceso
Resquicios
EVITAR CORRECTO
Especificaciones técnicas CONAIF-SEDIGAS para la certificación Revisión 0
de instaladores de gas. Materias específicas Tipo A Octubre 2008
Parte 22. La corrosión y la protección de las instalaciones de gas Página 34 de 35
ß Cuando se entierra una tubería de cobre el contacto con los materiales de relleno de la
zanja, pueden dar origen a la corrosión de la superficie exterior de la tubería.
– Para evitar esta corrosión todas las tuberías de cobre enterradas deben estar debidamente
encintadas.
ß El cobre resiste muy bien el contacto con la mayoría de los materiales empleados en la cons-
trucción: cal, hormigón, cemento, yeso, ladrillo, piedra. Sin embargo los suelos tipo terrazo
y los hormigones ligeros emulsionados con productos amoniacales lo pueden atacar.
– Cuando se prevea que por su recorrido la tubería de cobre pueda estar en contacto con
estos materiales (salpicaduras, pegotes, etc.) se debe proteger la tubería de cobre, me-
diante encintado o con macarrón de PVC, no estando autorizado empotrar directamente
tubería de cobre.