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ÍNDICE
1. SISTEMAS DE EMERGENCIAS
1.1. VALORACIÓN DEL PAPEL DEL PRIMER INTERVINIENTE
2. PRIMEROS AUXILIOS: CONCEPTO Y OBJETIVOS
3. CÓMO ACTUAR EN CASO DE APLICAR LOS PRIMEROS AUXILIOS
3.1. EVALUACIÓN DE LA ESCENA DEL ACCIDENTE
3.2. EVALUACIÓN PRIMARIA DEL ACCIDENTADO
3.3. INICIO DE LOS PRIMEROS AUXILIOS
3.4. TRANSPORTE DEL ACCIDENTADO
3.5. COMUNICACIÓN CON LOS SERVICIOS DE EMERGENCIAS MÉDICAS
4. CONSTANTES VITALES
4.1. FRECUENCIA RESPIRATORIA (FR)
4.2. FRECUENCIA CARDIACA (FC)
4.3. TENSIÓN ARTERIAL (TA)
4.4. TEMPERATURA (T°)
5. PRIORIDADES DE ACTUACIÓN EN CASO DE MÚLTIPLES VÍCTIMAS
5.1. MÉTODOS DE TRIAJE SIMPLE
6. BOTIQUÍN DE PRIMEROS AUXILIOS
AUTOEVALUACIÓN N°1
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PRIMEROS AUXILIOS
6.6. ELECTROCUTAMIENTOS
6.7. QUEMADURAS
PRIMEROS AUXILIOS
6.8. HERIDAS
6.9. MORDEDURAS
6.10. EMERGENCIAS OCULARES
7. ATENCIÓN INICIAL POR INTOXICACIONES
AUTOEVALUACION N° 2
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PRIMEROS AUXILIOS
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PRIMEROS AUXILIOS
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
CONTENIDOS ESPECÍFICOS
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PRIMEROS AUXILIOS
RESUMEN
El primer interviniente es la persona que afronta la urgencia inicialmente y que deberá seguir unas
determinadas pautas de actuación; que van desde el reconocimiento del lugar hasta el
acompañamiento de la víctima hasta que llegan los profesionales sanitarios. Es la persona que mejor
puede ayudar al accidentado en un primer momento.
Es necesario reconocer qué lesiones pueden comportar un riesgo vital y cuáles son las constantes
vitales que se deben controlar con especial cuidado, para determinar, por ejemplo, un posible paro
cardiaco u otra situación extrema, y, también, para intervenir de una forma u otra.
Tanto para la ayuda directa al accidentado como para la comunicación con los servicios de urgencias
médicas es necesario disponer de los conocimientos básicos en Primeros Auxilios, prioridades de
actuación, triaje, etc.
En cualquier Centro es necesario disponer de un botiquín equipado con los materiales pertinentes para
afrontar, al menos mínimamente, un caso de urgencia; especialmente si los afectados son niños.
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PRIMEROS AUXILIOS
1. SISTEMAS DE EMERGENCIAS
La respuesta ciudadana: es el eslabón más importante y vital del sistema, ya que entre
sus funciones destacan:
La persona que recibe la llamada de notificación de emergencia. Sus funciones son las
siguientes:
El primer interviniente: son los profesionales que llegan primero al lugar del accidente;
éstos pueden ofrecer ayuda médica avanzada (bomberos, policías, etc.).
El técnico de emergencias médicas (EMT): rescatador profesional que puede ofrecer
una primera ayuda más avanzada. En este grupo se incluye:
I. Personal de ambulancia.
II. Paramédicos. Técnicos de emergencias médicas altamente especializados,
con funciones como, por ejemplo, administración de medicamentos y líquidos
intravenosos, primeros auxilios en emergencias respiratorias y evaluación de
ritmos anormales del corazón.
En una emergencia, el primer interviniente debe ser capaz de determinar qué es lo que no debe de
hacer (ejemplo: en casos de lesión de columna vertebral, nunca deberemos mover a la víctima hasta
que llegue el personal especializado). En ocasiones, deberá improvisar o se verá obligado a emplear
materiales que se encuentran en los alrededores para ofrecer la mejor ayuda al accidentado (ejemplos:
entablillados con trozos de madera, etc.). En otras, deberá ser capaz de ayudar a los técnicos de
emergencias médicas o a los paramédicos, en situaciones donde los procedimientos de tratamiento
exigen la participación de más de una persona.
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PRIMEROS AUXILIOS
Los Primeros Auxilios son el conjunto de medidas que se han de adoptar cuando una persona ha
sufrido un accidente o una enfermedad repentina hasta que pueda recibir atención sanitaria por parte
de los servicios sanitarios adecuados.
Para poder establecer preferencias, debemos tener en cuenta que no todas las lesiones son iguales.
En el siguiente cuadro vemos cómo establecer las prioridades en función del riesgo que suponga para
la persona.
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PRIMEROS AUXILIOS
Parada respiratoria
Lesiones con riesgo vital Parada cardiaca
(la vida de la persona corre peligro) Hemorragia grave
Quemadas muy graves
Hipotermia (-32°)
Coma
Varias fracturas
Herida complicada
Lesiones con riesgo funcional Quemadura de 2° ó 3° grado
(las lesiones no alteran las funciones vitales, pero, de no Congelación de 2° ó 3° grado
tratarse correctamente, pueden dejar secuelas) Quemadura por corrosivo
Hipotermia
Intoxicación
Fractura o luxación
Fracturas sencillas
Lesiones sin riesgo Quemadura de 1° ó 2° grado
Hemorragia poco grave
Contusión
Congelación de 1° ó 2° grado
Esguince
Por otro lado, hay una de serie de cosas que NUNCA deben realizarse, como, por ejemplo:
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PRIMEROS AUXILIOS
Al llegar al lugar donde se ha producido la emergencia, la primera persona que llegue debe efectuar
una evaluación general del área. Esta evaluación debe realizarse en, como máximo, 10 segundos:
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PRIMEROS AUXILIOS
Una vez hayamos determinado el tipo de lesión que presenta el accidentado, deberemos iniciar las
maniobras de primera ayuda.
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PRIMEROS AUXILIOS
Después de haber controlado los problemas graves, se procederá a llevar a cabo un examen
secundario.
Como norma general, por razones de seguridad, nunca se debe mover al accidentado.
Excepcionalmente, en situaciones de emergencia de "vida o muerte", es necesario transportar lo más
pronto posible a la víctima al hospital más cercano. En este sentido, si se sospecha que la persona
accidentada puede sufrir un trauma en la columna vertebral (posibilidades de daño en la médula
espinal), el traslado de la víctima debe efectuarse con sumo cuidado.
Antes de mover al accidentado, se deberá evaluar la posibilidad de un hueso roto. Por tanto, será
necesario comprobar que la parte afectada está completamente inmovilizada.
Dado el caso, se le quitará únicamente la ropa que sea necesaria para examinar a la víctima o la que
pueda agravar las heridas:
En una situación de urgencia es necesario activar el sistema de emergencias médicas. Las directrices
para esta comunicación son las siguientes:
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PRIMEROS AUXILIOS
4. CONSTANTES VITALES
Las constantes vitales son 4 signos que tienen todos los organismos vivos y que indican que su cuerpo
está en correcto funcionamiento, ya que reflejan los latidos del corazón, la fuerza con la que late, la
temperatura y la respiración.
En los niños, los signos vitales son diferentes que en los adultos. A continuación mostramos una tabla
con los valores normales (Figura 1).
Mide las respiraciones por minuto, es decir, los ciclos respiratorios de inhalación (toma de aire) y
espiración (salida del mismo) a través de la nariz o la boca. Es importante porque, mediante este
proceso, la sangre se oxigena para transportar este oxígeno a todos los órganos del cuerpo.
Se mide por ciclo completo, con sus dos fases y, normalmente, se puede observar a simple vista por
los movimientos del pecho o del abdomen.
También llamado pulso, es el ciclo de un latido cardiaco y la cantidad de veces que ocurre en un
minuto. Cada ciclo consta de dos fases: una de contracción, llamada sístole, en la que el corazón
expulsa a través de las arterias para llegar a todos los órganos del cuerpo, y otra de relajación, llamada
diástole, en la que el corazón se hincha de sangre a partir de las venas provenientes de los pulmones,
para volver a expulsarla y oxigenar todos los órganos.
Podemos contarlos de acuerdo a los latidos que podemos oír o sentir con la mano en el pecho, y su
método de cuantificación es similar al de las respiraciones, es decir, contar los latidos durante 15
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PRIMEROS AUXILIOS
segundos y multiplicarlo por 4. Si se detectan latidos irregulares, es necesario contar durante un minuto
completo.
Es la fuerza con la que la sangre golpea las paredes de las arterias a su paso por las mismas. Tiene
dos mediciones: una es la sistólica, que es la más alta, y otra la diastólica, que se corresponde a la de
menor valor, y traducen la fuerza a través de los dos ciclos del latido cardiaco.
Es el calor natural del cuerpo y está dado por el flujo sanguíneo y por el metabolismo en general. Es
similar en niños y adultos, y en normalidad se mantiene en un promedio de 36,4 °C. Su disminución
indica hipotermia y significa que la circulación es escasa o que algún órgano está fallando en sus
funciones y produciendo menos calor. Su aumento se traduce en fiebre, seguramente por alguna
enfermedad infecciosa.
La atención de los pacientes en situación de emergencia o urgencia exige que los centros hospitalarios
y los servicios y sistemas prehospitalarios tengan una oferta de reserva. Dicha oferta se utilizará para
resolver las fluctuaciones de la demanda. Se habla de atención de múltiples víctimas cuando se
atiende a 2 o más personas graves procedentes de un mismo evento.
Prioridades de tratamiento:
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PRIMEROS AUXILIOS
En accidentes que involucran un grupo de víctimas, es de vital importancia que el rescatador pueda
identificar y clasificar rápidamente a los lesionados atendiendo al tipo y gravedad de sus
lesiones/heridas. El objetivo primordial es ofrecer la primera ayuda a aquellas personas que requieren
un cuidado urgente o de prioridad. Este proceso de clasificación se conoce como " triage".
Por "triaje" (clasificación) se entiende el método utilizado para la selección y clasificación de los
pacientes atendiendo a las prioridades de atención en base a la posibilidad de supervivencia, de
acuerdo a las necesidades terapéuticas y los recursos disponibles. El objetivo del triaje es impedir que
se retrase la atención del paciente con el riesgo de que empeore el pronóstico de la víctima.
Supone la selección de pacientes en distintas situaciones y ámbitos: situación normal, urgencias extra-
hospitalarias y hospitalarias. En una situación normal se da preferencia al paciente más grave. En
situaciones de demanda masiva, atención de múltiples víctimas o desastre se da la máxima prioridad a
la víctima con mayores posibilidades de supervivencia (según gravedad y la disponibilidad de
recursos).
En algunos triajes se diferencia el negro (paciente agonizante) del blanco (paciente fallecido).
Actualmente, se han diseñado distintas escalas en Canadá (Canadian Triage and Acuity Scale), Reino
Unido (Manchester Emergency Triage System), Estados Unidos (Triage Scale Standardization), (The
Australasian Triage Scale), etc. En España se han realizado dos adaptaciones:
El Sistema Español de Triaje (SET), que resulta de una adaptación del Modelo
Andorrano de Triaje. Consta de 32 categorías sintomáticas, que, con datos del
interrogatorio y datos exploratorios básicos, clasifican con 5 grados de gravedad.
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PRIMEROS AUXILIOS
El "Manchester", basado en el sistema del mismo nombre del Reino Unido. A partir de
51 motivos de consulta y de unas preguntas del tipo sí/no, se clasifica a las víctimas en
5 niveles de gravedad.
En la actualidad, hay diversos grupos de trabajo en algunas comunidades autónomas que estudian la
creación de otros programas alternativos.
Lesiones con daños severos que pueden esperar, aunque sin tratamiento
pueden causar la muerte. Ejemplos:
Lesiones mortales.
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PRIMEROS AUXILIOS
Con relación al orden de tratamiento en accidentes que involucran muchas víctimas, hay que atender a
lo siguiente:
Generalmente, las víctimas que más se están quejando de sus lesiones son las que
presentan lesiones menos graves.
Las víctimas que han perdido el conocimiento o que se mantienen calladas son las que
sufren las lesiones más graves.
Cuando se identifiquen condiciones de "vida o muerte", se deberán ejecutar las siguientes acciones de
ayuda:
En cualquier botiquín de urgencias debe existir un manual de Primeros Auxilios, el teléfono del centro
hospitalario más próximo, el teléfono del médico titular, el teléfono de un servicio de transporte y
evacuación de heridos, el teléfono de los bomberos, el teléfono de la policía local, así como el teléfono
del Instituto Nacional de Toxicología (912 620 420).
Las medicinas de uso cotidiano (para enfermos crónicos) o casuales (procesos agudos) nunca se
guardarán en el botiquín; se debe disponer de un departamento dotado de llave, para evitar riesgos
innecesarios.
Los botiquines de Primeros Auxilios deben estarán equipados, como mínimo, con los siguientes
elementos:
Material de curas:
I. Agua oxigenada.
II. Pinzas (largas, rectas y curvas).
III. Gasas estériles (20x20).
IV. Una solución antiséptica (povidona yodada).
V. Suero fisiológico.
VI. Tijeras (punta aguda y roma).
VII. Tira de goma o compresor.
VIII. Jeringuillas desechables.
IX. Rollos de esparadrapo de papel y de tela (varios tamaños).
X. Tiritas.
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PRIMEROS AUXILIOS
Medicamentos:
I. Antihistamínico en pomada.
II. Antitérmico/antiálgico no salicílico.
III. Laxante de glicerina (en supositorios).
Varios:
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PRIMEROS AUXILIOS
ESQUEMA DE ESTUDIO
UNIDAD DIDÁCTICA N° 1
Sistema de emergencia:
Respuesta ciudadana.
Receptor de la llamada de emergencia.
Primer interviniente: acciones y pautas de actuación.
Técnico de emergencias.
Personal de ambulancia.
Triaje:
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PRIMEROS AUXILIOS
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PRIMEROS AUXILIOS
Verdadero.
Falso.
2. Entre las acciones del primer interviniente se incluye impedir que los curiosos molesten en la
atención de urgencias.
Verdadero.
Falso.
Verdadero.
Falso.
Verdadero.
Falso.
Verdadero.
Falso.
6. En el inicio de los Primeros Auxilios, un paciente que no respira debe darse por fallecido.
Verdadero.
Falso.
Verdadero.
Falso.
Verdadero.
Falso.
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PRIMEROS AUXILIOS
Verdadero.
Falso.
Verdadero.
Falso.
11. Con relación a las prioridades de actuación, siempre se socorrerá antes a un niño que llora que
a un adulto que está callado y no se mueve.
Verdadero.
Falso.
12. En desastres, el color rojo en el triaje se corresponde con un paciente que aún tiene posibilidad
de vivir.
Verdadero.
Falso.
13. Un afectado que presenta una fractura severa en la pierna se considera como de segunda
prioridad.
Verdadero.
Falso.
14. Obviamente, quien más se queja de su lesión es quien más grave está.
Verdadero.
Falso.
15. En la atención hospitalaria, el nivel de gravedad 5 se corresponde al color azul (la atención
médica puede atrasarse 4 horas).
Verdadero.
Falso.
16. El número de teléfono para contactar con los servicios de urgencias es el 112.
Verdadero.
Falso.
Verdadero.
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PRIMEROS AUXILIOS
Falso.
18. Bajo ningún concepto moveremos los coágulos de sangre que pueda presentar un
accidentado.
Verdadero.
Falso.
19. Entre los materiales del botiquín de Primeros Auxilios, conviene incluir una linterna.
Verdadero.
Falso.
20. Las jeringuillas de un botiquín de Primeros Auxilios nunca han de ser desechables.
Verdadero.
Falso.
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PRIMEROS AUXILIOS
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PRIMEROS AUXILIOS
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
CONTENIDOS ESPECÍFICOS
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PRIMEROS AUXILIOS
RESUMEN
Todos los accidentes pueden prevenirse si mantenemos unas medidas de prevención básicas. Sin
embargo, cuando estas medidas no son suficientes, nos enfrentamos a accidentes que requieren un
conjunto de actuaciones: los Primeros Auxilios.
Si una caída comporta un golpe que no produce herida ni sangrado, lo más habitual es valorar si hay
lesiones graves (fracturas); si no las hay, aplicaremos hielo protegiendo la zona afectada por períodos
de 5 a 10 minutos.
En un niño, una contusión en la cabeza siempre se considera una urgencia médica, por lo que, tras
estabilizar el cuello, si el pequeño está inconsciente, daremos parte a urgencias para su intervención.
La urgencia de las quemaduras radica en la hemorragia; para detenerla debemos cubrir la herida con
trapos o gasas estériles, sobreponiendo unas nuevas cada vez que se saturen y sin retirar las
anteriores para controlar el sangrado.
En casos de asfixia debemos intentar restablecer la circulación del aire desbloqueando la obstrucción
mediante maniobras de Heimlich. Si al retirar el objeto no hay constantes vitales, iniciaremos RCP.
Si la víctima no tiene respiración ni latido, debemos dar la voz de alarma e iniciar el protocolo ABC. Si
el corazón no late, iniciaremos el masaje cardiaco.
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PRIMEROS AUXILIOS
1.1. AHOGAMIENTO
En este apartado, por "ahogamiento" nos referiremos al que puede ocurrir por inmersión en un líquido o
por bloqueo externo de la vía respiratoria. Los atragantamientos serán tratados como una entidad
aparte.
1.2. ASFIXIA
Se produce por la obstrucción de la vía respiratoria, impidiendo el paso de aire a través de la misma. La
vía de entrada del objeto puede ser tanto nasal como bucal, ya que ambas vías se conectan cuando la
vía respiratoria alta (de la nariz a la garganta) se convierte en vía respiratoria baja (tráquea y pulmones)
(Fig. 1).
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PRIMEROS AUXILIOS
Una vez más, la estrecha vigilancia del menor y de lo que se puede introducir por la
boca o por la nariz cobra vital importancia.
Durante las comidas, los trozos tienen que estar totalmente triturados cuando no se
tienen dientes o, en trozos muy pequeños, cuando se inicia la masticación.
Los trozos en los que se corte la comida deben estar pensados para que, si no se
someten a una adecuada masticación por parte del pequeño, puedan ser digeridos por
la vía respiratoria sin problemas.
Nunca se deben dar cacahuetes, chicles, caramelos o chucherías a un niño pequeño.
Al notar el dulzor suelen intentar tragarlos. En este caso, una "piruleta" con el palo bien
colocado puede ser la. mejor opción; siempre se deben evitar las redondeadas que
quepan en la boca y apostar por las planas con formas grandes que deben ser
chupadas antes de introducirlas en la boca.
Nunca dar alimentos ni golosinas cuando el pequeño esté acostado.
Siempre acompañarles durante la ingesta de comida, dulces o líquidos.
Vigilar todos los artículos pequeños que puedan ser tragados o aspirados.
Actuación:
Por regla general no se intentará extraer el objeto con las manos, a menos que
estuviera muy visible y su acceso fuera extremadamente sencillo; de lo contrario
podríamos introducirlo más al intentar sacarlo.
Aunque no pase a mayores, es importante que alguien llame a los servicios de
emergencia (112), previniendo que se produzcan complicaciones; entonces habremos
ganado tiempo.
Muchas veces, el mismo mecanismo de la tos (defensa) logra expulsar el objeto; si el
menor se encuentra tosiendo, debemos dejarle hacerlo. No debemos ofrecer nada de
beber mientras tose; el líquido podría "viajar" a los pulmones y empeorar la situación.
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PRIMEROS AUXILIOS
1.2.2. En lactantes
Los lactantes son pequeños y fácilmente manejables. Podemos actuar de dos formas.
Colocando al lactante en nuestras piernas boca arriba y sujetando su cabeza con la mano no
dominante (si somos diestros, lo haremos con la izquierda). Colocaremos dos dedos en la mitad de su
esternón (el hueso central del pecho) y aplicaremos 5 compresiones hacia abajo, haciendo un
descanso de 2 a 3 segundos y repitiendo la maniobra hasta la expulsión.
La segunda maniobra es la más habitual; en ella colocaremos al lactante también en nuestras rodillas
pero boca abajo y, con el talón de la mano, daremos 5 golpes secos y firmes en la mitad de la espalda,
para ayudar a expulsar el objeto (Fig. 3).
1.2.3. En niños
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PRIMEROS AUXILIOS
Para este caso, colocaremos al pequeño de pie de espaldas a nosotros y, sujetándolo por la cintura,
colocaremos el puño cerrado directamente por encima de su ombligo y presionaremos, dirigiendo el
puño hacia atrás y hacia arriba, para ayudar a hacer una resistencia del aire para expulsar el objeto
(Fig. 4).
Ante un paciente ahogado por inmersión o asfixia, lo primero que debemos hacer es comprobar sus
constantes vitales; para estos casos lo más indicado es la Reanimación Cardiopulmonar (RCP), que
tratamos en el siguiente apartado.
La PCR, para remontar y estabilizarse, requiere de unas maniobras de soporte vital llamadas de
reanimación cardiopulmonar (RCP), que consisten en ayudas externas para que el corazón siga
bombeando sangre y los pulmones oxigenándola mientras la situación vuelve ala normalidad.
Cuando nos enfrentamos a la sospecha de una PCR, lo primero que debemos hacer es asegurarnos
de que efectivamente las dos constantes están suspendidas en su totalidad y no solamente
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PRIMEROS AUXILIOS
disminuidas en frecuencia o intensidad. Si con un latido cardiaco o una respiración débil iniciamos la
RCP, los detendremos del todo empeorando la situación.
Si nos encontramos ante un paciente inconsciente pero con signos vitales estables o debilitados, la
primera acción a realizar es intentar hacerle reaccionar, llamándole firmemente por su nombre y
sacudiéndole un poco por los hombros; si no hay respuesta, tenemos que llamar de inmediato a los
servicios de urgencias, pero, mientras tanto, debemos colocar al paciente en una posición de seguridad
(Fig. 5) para asegurarnos de que sigue ventilando adecuadamente.
No lo dejaremos boca arriba, ya que la lengua podría obstruir la vía respiratoria y, si llegara a vomitar,
las complicaciones del ahogamiento serían mayores.
Consiste en tender al pequeño de costado, colocando el brazo que queda bajo su cuerpo sosteniendo
la cabeza y la mano en la mejilla o la oreja, apoyando el brazo que ha quedado arriba delante de su
cuerpo para sostener un poco la postura y que no se gire. La pierna de abajo deberla estar estirada o
semiflexionada y la pierna que ha quedado por encima flexionada del todo. De esta forma nos
aseguramos de que el individuo permanecerá de forma segura en esa postura hasta que recibamos
atención. Debemos acompañarle hasta que llegue el personal cualificado para hacerse cargo de la
situación o hasta que reaccione.
Si nos encontramos con un niño desmayado, o si cae desplomado, lo primero que tenemos que hacer
es llamarle fuertemente por su nombre y sacudirle un poco para intentar que reaccione; si no despierta,
debemos verificar si respira y si tiene latido cardiaco. La forma más segura y rápida de comprobarlo es
colocando al paciente boca arriba y acercando la oreja a su nariz, mirándole el pecho y con una mano
sobre él; de esta forma, al mismo tiempo, escuchamos si hay o no respiración y observamos si el tórax
se mueve, al tiempo que, con la mano, podemos percibir si hay o no latido cardiaco.
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PRIMEROS AUXILIOS
Si no las hay, lo primero que debemos hacer, antes de cualquier otra maniobra, es gritar pidiendo
ayuda, no basta con decir "auxilio" o "ayuda", es preciso informar rápidamente y en pocas palabras de
la situación y dar una señal de lo que debemos hacer. Una llamada de este tipo suele asustar y
confundir a las personas, y perderíamos segundos muy valiosos. Una buena llamada de atención sería
gritar: "Hay una parada cardiorrespiratoria, llamad al 112".
El 112 es un número telefónico que ya hemos mencionado en este apartado. Se trata de un teléfono de
urgencias generales e internacional, al que podemos llamar para informar la situación. Al estar atendido
por un grupo de profesionales, ellos se encargan de derivar nuestra llamada al servicio que
corresponda (médicos, bomberos, policía, etc.).
Una vez confirmado que estamos ante una parada cardiorrespiratoria y habiendo pedido que alguien
llame a los servicios de emergencia, debemos comenzar con la actuación. Antes de iniciar la
reanimación cardiopulmonar, hay un protocolo de urgencias a seguir: el ABC de la reanimación.
En una PCR todos los segundos cuentan y pueden ser la diferencia entre la vida o la muerte, o entre
una lesión irreversible y otra que no es tan grave, por lo que, en cuanto se detecte la parada,
deberemos iniciar la actuación. Si hay alguien más preparado que nosotros para prestar esta ayuda,
siempre debemos cederle el lugar para asegurar que la vida del "parado" está en las mejores manos,
pero no podemos permitirnos esperar a que llegue, por lo que si no hay nadie más a mano o somos los
únicos con preparación, debemos iniciarla con cuidado, cautela, firmeza, urgencia y calma.
El ABC es un sistema anglosajón de pasos previos a la reanimación como tal, y es un protocolo que se
desarrolla en todos los servicios de emergencias y hospitales del mundo. Consiste en asegurar tres
requisitos:
A: aire, una vía aérea permeable. Debemos procurar una vía aérea permeable que
permita el paso del aire a los pulmones. Debemos valorar que no haya secreciones ni
objetos que estén obstruyendo la vía aérea alta (Fig. 6).
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PRIMEROS AUXILIOS
La forma más segura y fácil de asegurar una vía permeable es colocar la tráquea lo
más recta posible, para que el aire entre y salga con facilidad; esto se logra con dos
sencillos movimientos:
Con estos pasos la mandíbula queda entreabierta y la tráquea recta para respirar de forma natural o
artificial.
Una vez asegurados de que el niño no tiene nada obstruyendo su garganta y que no
respira por sí sólo, podemos iniciar la respiración asistida, lo que en el adulto sería el
"boca a boca"; en los pequeños, cuya cara es de menor tamaño, será una respiración
"boca a boca-nariz".
Con la tráquea bien extendida, nos colocaremos con la boca abierta, cubriendo la boca
entreabierta y la nariz del pequeño (Fig. 7) e insuflaremos aire en sus pulmones con
una frecuencia aproximada de 20 respiraciones por minuto. Es necesario comprobar
que el cuello esté bien extendido, de lo contrario el aire no pasará al pulmón y se
quedará atrapado en la boca.
Al realizar la respiración asistida, debemos cuidar de que el aire no se vaya al
estómago, porque correríamos el riesgo de hacerle vomitar complicando la situación.
Una buena respiración asistida, debe expandir el tórax e hinchar los pulmones
ayudando a comprimir el corazón. En algunas ocasiones, una buena respiración es
suficiente para restablecer la situación de normalidad.
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PRIMEROS AUXILIOS
Para verificar este estado, además de observar si hay o no latido cardiaco, debemos
comprobar los pulsos periféricos, es decir, si en las arterias a distancia se nota o no el
golpeteo de la sangre. En la posición en la que tenemos al pequeño, las más sencillas
de observar son las axilares en la parte baja del brazo o las carótidas o yugulares en el
cuello; basta con colocar dos dedos al lado de la tráquea y notar si hay o no hay pulso
(Fig. 8). De no encontrar pulso ni latido, iniciaremos las compresiones o masaje
cardiaco.
La RCP no es otra cosa que la conjunción de la respiración asistida y el masaje cardiaco. Para
reiniciarla, debemos tener ya avisados a los servicios de urgencias y tener bajo control el ABC, por lo
que ya debemos contar con una vía aérea permeable y un paciente que estamos seguros que no
respira ni le late el corazón, y de que la primera ventilación asistida del ABC no ha surtido efecto.
Si se trata de lactantes, podemos dar la RCP completa con una sola persona; para niños mayores se
puede realizar con una persona sola o con dos: una que se encargará de las ventilaciones y la otra de
las compresiones. Es recomendable cambiar el sitio con el otro cooperante para evitar bajar la calidad
de las ventilaciones o compresiones por cansancio.
Con el paciente boca arriba, colocaremos nuestra boca sobre su boca y nariz, como ya hemos
mostrado y comenzaremos a, con el cuello bien extendido, insuflar aire hasta que veamos que el tórax
se moviliza y. comenzaremos una dinámica cíclica de respiración y masaje a relación de 2
respiraciones y 30 compresiones, es decir 2:30.
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PRIMEROS AUXILIOS
Consiste en compresiones en la mitad del esternón (hueso central del tórax) para comprimir de forma
efectiva el corazón (Fig. 9). Es importante que las compresiones se realicen justo en el centro del
hueso o corremos el riesgo de romper una o más costillas y agravar la situación.
En lactantes o recién nacidos es posible realizar el masaje cardiaco de forma eficaz con sólo una
persona. La dinámica de la respiración asistida es la misma, cuidando de insuflar poco aire, lo justo
para elevar el tórax. Para las compresiones sujetaremos al bebé por el tórax con las dos manos y
haremos presión en el centro del esternón con los dos pulgares (Fig. 10).
Otra forma sencilla con los pequeños lactantes es colocarlos en nuestras piernas con la cabeza
apoyada en nuestra mano no dominante y realizar las compresiones con dos dedos de la mano
dominante sobre la mitad de su esternón (Fig. 11).
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PRIMEROS AUXILIOS
Con niños mayores, debemos intentar hacer la RCP entre dos personas para agilizar el proceso. Si no
hay nadie más preparado, debemos realizarlo nosotros mismos tan pronto como sea posible.
Deberemos tender al pequeño en el suelo, boca arriba. El o los socorristas deben colocarse
arrodillados al lado de él, uno a la altura de la cabeza y, otro, a la altura del pecho. Si sólo hay un
socorrista, se colocará en el medio.
Quien se encargue de la respiración debe asumir la posición con una mano en la frente y otra en la
mandíbula para hiperextender el cuello y realizar la ventilación correctamente.
Quien se encargue del masaje cardiaco deberá colocar el talón de una mano en el medio del esternón
del pequeño y, con una sola mano, realizar las compresiones, manteniendo el brazo recto y sin dejarse
caer del todo (Fig. 12). Debemos recordar que no estamos tratando con adultos y que los niños son
más frágiles; lo único que tenemos que hacer es comprimir un poco el pecho para simular el latido, sin
romper ningún hueso.
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PRIMEROS AUXILIOS
Todos estos cuidados deben hacerse mientras el paciente reacciona, es decir, hasta que sea capaz de
respirar por sí solo o que el corazón comience a latir, haya o no despertado, o bien, hasta que llegue un
personal sanitario para hacerse cargo de la situación.
Una vez que se ha iniciado la RCP, no se puede parar hasta que el paciente reaccione o hasta que un
médico dictamine que se debe parar y declarar la hora de la muerte. Esto es deber civil, ético, moral y
penal del médico, y nadie más puede dar la orden de détener una RCP.
Para que sean operativos en un tiempo máximo de 3 minutos, .los aparatos de DEA deben estar
ubicados en los carros de paros y cerca de un teléfono (para activar los equipos de reanimación).
El objetivo del DEA es reconocer una posible fibrilación ventricular; si esto es así, el aparato
recomienda efectuar una descarga (avisa mediante órdenes visuales y verbales). El DEA se conecta al
tórax del paciente mediante 2 electrodos adhesivos para analizar el ritmo cardíaco. Las acciones
realizadas quedan registradas en una tarjeta digital.
Para aplicación en niños, existen unos electrodos pediátricos de menor tamaño, con atenuador de
dosis (administra 50-75 J).
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PRIMEROS AUXILIOS
Protocolo de actuación:
Se trata de la atención que se debe prestar a accidentados por traumatismos, calor o frío, electricidad o
radiaciones.
Pese a cumplir las normas de prevención del entorno para proteger al niño y prevenir accidentes, es
inevitable que pueda ocurrir alguna situación de emergencia. Cuando somos responsables del cuidado
de niños, debemos tener la preparación básica para prestar los primeros auxilios si es necesario.
Nuestra actuación nunca suplirá la atención médica de un profesional, pero una acción oportuna y bien
hecha puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
Como ya hemos dicho es otras unidades, los mecanismos de lesión que más frecuentemente
ocasionan accidentes son:
Caídas.
Contusiones directas (golpes contra objetos).
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PRIMEROS AUXILIOS
Heridas (cortes).
Quemaduras.
Ahogamientos.
Electrocutamiento.
Es importante recordar que siempre, pese a que haya pasado la emergencia, debemos contactar con
un médico para que determine que la situación está efectivamente resuelta.
A continuación, enumeraremos los principales accidentes que pueden ocurrir en nuestro entorno y las
acciones a realizar, haciendo un repaso previo a las medidas de prevención, enumeradas ahora de
acuerdo a la categoría del accidente.
6.1. CAÍDAS
Las caídas más frecuentes sufridas por los niños son desde su propia altura, es decir, el niño que,
andando o intentando ponerse de pie, sufre una caída sin que haya intervención de una altura
supletoria, o bien las precipitaciones desde alturas. La principal complicación son las contusiones y, lo
más grave a lo que nos podríamos enfrentar, una fractura o un traumatismo severo.
Las medidas de prevención con relación a las caídas ya han sido tratadas en el bloque temático 2.
Primeros auxilios
6.2. CONTUSIONES
Una contusión es un golpe producido por un objeto contundente sobre una superficie. Además de las
que pueden ocurrir en las caídas casuales, las más frecuentes en el jardín de infancia son las de
choque, ya sea porque el pequeño, al correr o andar, se golpeé contra una saliente o borde o porque
un objeto en movimiento le golpeé a él.
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PRIMEROS AUXILIOS
Intentaremos mantener la altura promedio del mobiliario por encima del nivel de la
frente del niño.
Es recomendable cubrir los bordes salientes y esquinas con material acolchado.
Intentar, en la medida de lo posible, no colocar los baúles de juguetes u otras áreas
donde el pequeño deba agacharse, justo debajo de estanterías o mobiliario bajo donde
pueda golpearse la cabeza al levantarse.
Nuevamente, la importancia de un suelo acolchado es digna de mención.
Si contamos con vidrieras o ventanales, intentaremos colocar pegatinas a la altura de
los ojos del pequeño para prevenir que se estrelle contra ellos.
Los golpes por objetos móviles son difíciles, o casi imposible de prevenir, ya que es
habitual que durante el juego o "pataleta" los niños puedan arrojarse cosas unos a
otros; en este caso, una buena educación al respecto es la mejor prevención.
Ante cualquier contusión lo más importante es hacer una valoración rápida del alcance. Valorar si hay
heridas o sangrado, o si hay aumento de volumen por la inflamación o enrojecimiento de la zona.
Si se trata de una contusión leve sin afectación de hueso a simple vista, lo más indicado es colocar
hielo sobre la zona de dolor para desinflamar. La aplicación del hielo nunca debe superar períodos de
10 minutos, ya que se corre el riesgo de cortar la circulación habitual y congelar la parte enfriada. Se
debe proteger la piel con un trapo o con servilletas de papel y aplicar el hielo sobre ella (nunca se
aplicará directamente sobre la piel); se mantendrá 10 minutos si se trata de una extremidad y 5 minutos
si se trata de los dedos. Se repetirá el proceso tras un descanso de aproximadamente 15 minutos.
Si el traumatismo ha sido lo bastante fuerte como para pensar que, aunque el niño no se queje, hay
una lesión grave, o bien el pequeño no puede mover la extremidad que se ha golpeado, es necesario
acudir al médico cuanto antes.
6.3. FRACTURAS
Mención aparte merecen las fracturas. En los niños, son fácilmente apreciables y se hacen evidentes
porque hay deformación de la zona golpeada si la fractura es cerrada (Fig. 13).
Otra forma de valorar una fractura que no es visible a simple vista consiste en observar si, cuando el
pequeño se mueve, se escucha un leve crujido.
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PRIMEROS AUXILIOS
En realidad, en el entorno de los Primeros Auxilios, cualquier contusión lo bastante fuerte que ocasione
dolor intenso al pequeño es una posible fractura que requiere atención médica urgente.
Ante la sospecha de una posible fractura en una extremidad (brazos o piernas) la medida más urgente
a realizar mientras recibimos atención médica es inmovilizar. Si se ha llamado a una ambulancia que
se espera recibir en poco tiempo, lo más indicado es mantener al pequeño quieto para no que no se
mueva la parte afectada, mientras los paramédicos llegan y se hacen cargo de la inmovilización. Si
éste no es el caso, por la razón que sea, procederemos a inmovilizar la lesión nosotros mismos
mediante un entablillado.
Un entablillado sencillo se realiza con la ayuda de una o dos láminas largas de material rígido (madera,
metal, etc.) y una venda elástica, pañuelos o cualquier otra cosa que nos sirva para sujetarlas.
Si contamos con dos láminas, colocaremos una de cada lado de la extremidad afectada y, a
continuación, la rodearemos con la venda, para, de esta forma, reducir al mínimo las posibilidades de
movimiento.
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PRIMEROS AUXILIOS
6.3.1. Hombro
Es la articulación más difícil de inmovilizar, tanto de forma provisional como de forma profesional.
Durante un traslado, doblaremos el codo a la altura del pecho e, intentando movilizar lo menos posible
el hombro, procederemos a vendarlo para que el brazo quede pegado al cuerpo y no se mueva. De
esta forma no vendamos el hombro, pero lo limitamos en movilidad al pegar el brazo (Fig. 15).
6.3.2. Codo
El codo suele ser muy inestable, por lo que se inmovilizará como un brazo normal, pero extendiendo el
brazo y colocando la tabla por debajo del mismo, sujetándolo con la venda (Fig. 16).
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PRIMEROS AUXILIOS
La mano y la muñeca se inmovilizan como una misma entidad. Debemos tener en cuenta que en cada
mano y muñeca hay un promedio de 25 huesos con sus respectivas articulaciones, por lo que su
inmovilización debe ser anatómica y estable.
En estos casos cogeremos una pelota de venda o trapo y la colocaremos bajo la palma de la mano
para que quede entrecerrada; posteriormente, colocaremos la plancha debajo del antebrazo e
inmovilizaremos (Fig. 17).
6.3.4. Pie
El pie también incluye un conjunto de múltiples huesos y articulaciones, por lo que para su
inmovilización también se requiere mucha estabilidad. Por la forma anatómica del pie, lo más sencillo,
práctico y seguro es acolcharlo muy bien con vendas o trapos y atarlo de la forma que se muestra en la
figura 18; es recomendable colocar la plancha detrás una vez terminado el acolchado. Para los tobillos
colocaremos las dos tablas como para cualquier extremidad.
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PRIMEROS AUXILIOS
6.3.5. Dedos
Los dedos de pies y las manos deben inmovilizarse mediante un vendaje llamado sindactilia, que
consiste en unir el dedo afectado junto con el dedo más largo que tenga al lado; de esta forma, el dedo
sano le da estabilidad al dedo herido (Figuras 18 y 19). Este proceso sirve para fracturas o contusiones
con inflamación. Si está previsto que el vendaje dure más de unas horas, siempre debe colocarse un
trozo de venda o gasa en medio de los dedos para que absorba la sudoración, ya que en esa zona no
habrá una ventilación adecuada.
Es muy importante vigilar que todos los vendajes queden lo bastante firmes para impedir el
movimiento, pero que no aprieten tanto como para cortar la circulación de la extremidad afectada.
Son fracturas complicadas, en las que los fragmentos del hueso roto atraviesan la pared produciendo
ruptura de la barrera (Fig. 20). Son siempre una urgencia médico-quirúrgica y requieren de atención
inmediata, ya que se corre el riesgo de infección profunda.
El tratamiento de una fractura abierta debe ser una combinación de la estabilización de una fractura y
de una herida que se intenta que deje de sangrar; en este caso, sin hacer demasiada presión.
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PRIMEROS AUXILIOS
Por aparatosa que sea la lesión, nunca debemos intentar encajar los huesos que se hayan salido de
sitio, ya que corremos el riesgo de afectar a los nervios o vasos que pasan cerca de él, empeorando la
situación. La reducción de una fractura siempre debe hacerse por un profesional y con un adecuado
control radiológico.
Las medidas preventivas del TCE son las mismas que para las contusiones habituales; sin embargo,
hay una serie de señales de alarma que deben observarse para, en todo caso, prevenir las
complicaciones.
Siempre debe informarse al padre o al tutor que ha ocurrido un TCE. El pequeño deberá estar vigilado
las 24 inmediatas al accidente. Siempre que sea posible, las señales de alarma del TCE han de
comunicarse por escrito.
Mantener bajo vigilancia al niño durante las primeras 24 horas es primordial. Se deberá acudir a los
servicios de urgencia ante la aparición de uno o varios de los siguientes síntomas:
Dolor de cabeza.
Mareo.
Pérdida de conocimiento.
Vómitos (particularmente si son con fuerza o vomito "en proyectil").
Falta de respuesta a estímulos.
Mirada perdida.
Si el pequeño no ha perdido el conocimiento y puede moverse por sí solo, podemos aplicar hielo
(protegido con papel) sobre la zona contusional y acudir al centro de urgencias que corresponda.
En el caso de que el niño se haya quedado inconsciente tras el golpe, procederemos a hacer su
traslado de forma segura, o bien, a estabilizarle mientras acude una ambulancia.
Primeramente, debemos tener que cuenta que, al existir un traumatismo, la cabeza ha sufrido
movimientos, por lo que el cuello puede estar lastimado. En todos los casos de traslado por TCE, como
una medida urgente, debemos estabilizar el cuello y, sobre todo, impedir su extensión hacia atrás. Para
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PRIMEROS AUXILIOS
estabilizar la columna cervical podemos improvisar un collarín con una toalla o algo de ropa mullida,
rodeando el cuello del pequeño sin apretarlo, únicamente limitando el movimiento de la cabeza. En
todo momento, durante el traslado, debemos intentar mantener inmóvil la totalidad de la columna
vertebral moviendo al pequeño en bloque.
6.6. ELECTROCUTAMIENTOS
El electrocutamiento, o electrocución, suele producirse por contacto directo del cuerpo a una toma de
corriente. El cuerpo humano es uno de los mejores materiales de conducción, por lo que la corriente
que entra por algún área corporal tiende a seguir una vía hasta encontrar una salida; por ejemplo,
quienes sufren electrocutamiento por la parte superior del cuerpo (cabeza, manos, etc.) suelen
presentar heridas en las plantas de los pies. Lo más importante a recordar en estos casos es que si
tocamos al individuo que se electrocuta para intentar separarlo de la fuente de energía, la electricidad
se transmitirá a través de su cuerpo al nuestro de forma inmediata, produciendo también nuestro
electrocutamiento.
Aunque ya se han tratado los aspectos preventivos en el Bloque Temático 2, recordaremos los
siguientes.
Es necesario tapar las tomas de corriente con esparadrapos o tapones plásticos que el
pequeño no pueda retirar.
Evitaremos el uso de alargadores en el área de acción del pequeño: además del riesgo
de tirar el cable, puede enredarse en él y provocar asfixia.
Como medida general, debemos comprobar que los cables de aparatos eléctricos y
alargadores se encuentren siempre en buen estado.
Al utilizar un aparato en presencia del niño, los cables no deben colgar; son un
llamativo juguete. Siempre que dejemos de usar un aparato eléctrico, debemos
desconectarlo y cubrir nuevamente el enchufe.
Si es necesario utilizar una plancha, el niño nunca debe estar a nuestros pies o en
nuestros brazos: si toca la plancha o ésta cae, le podría producir quemaduras muy
graves.
Es de vital importancia saber dónde se encuentra ta caja de interruptores o
diferenciales, para cortar el suministro de energía en caso de emergencia.
Cuando se produce el electrocutamiento por contacto con una toma de corriente, el niño se queda
enganchado a la corriente siendo incapaz de despegarse. Por ningún motivo le tocaremos
directamente, ya que la electricidad traspasaría su cuerpo electrocutándonos también a nosotros.
Actuación:
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PRIMEROS AUXILIOS
El paro cardiorrespiratorio siempre es una urgencia médica que excluye a las demás,
por lo que, si no hay constantes vitales, se procederá a RCP.
Ante una electrocución severa siempre se llamará a los servicios de urgencia,
informando de la situación para que envíen una ambulancia con soporte vital avanzado.
Aunque la quemadura sea leve y no haya pérdida de conciencia ni shock, se requiere
atención médica urgente. La corriente se transfiere a través del cuerpo humano
pudiendo ocasionar quemaduras internas que requieren valoración.
6.7. QUEMADURAS
Una quemadura es la abrasión de una o más capas de la piel por acción de un agente externo. Pueden
clasificarse de acuerdo a la capa de la piel afectada o bien de acuerdo al mecanismo o agente causal
que las produce.
Anatómicamente, la piel consta de muchas estructuras, como los folículos pilosos, las glándulas
sudoríparas y sebáceas, etc., pero al hablar de la afectación por una quemadura, nos referiremos a las
capas de la piel (Fig. 21), que son:
Epidermis: la capa más superficial, la que podemos ver a simple vista y tocar, de pocos
milímetros de espesor.
Dermis: la segunda capa, justo por debajo de la dermis, contiene la mayoría de las
estructuras anexas y protege al resto de tejidos profundos.
Según su profundidad, las heridas pueden dividirse en cuatro categorías de acuerdo a las estructuras
que pueden llegar a afectarse:
Quemaduras de primer grado. En estas quemaduras sólo está afectada la capa más
superficial de la piel, es decir, la epidermis. Un ejemplo clásico sería una quemadura
solar, que físicamente podemos reconocerla por sus signos:
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PRIMEROS AUXILIOS
I. Enrojecimiento.
II. Dolor al tacto.
III. Leve inflamación.
Quemaduras de segundo grado. Hay afectación de las dos capas de la piel, tanto de la
epidermis como de la dermis, pero no afecta a tejidos profundos; un ejemplo sería la
quemadura por aceite hirviendo. Sus lesiones características son:
I. Enrojecimiento.
II. Dolor intenso.
III. Aparición de vesículas o ampollas.
IV. Apariencia de piel llorosa o húmeda.
V. Puede haber pérdida del tejido más superficial.
Quemaduras de tercer grado. Atraviesan las dos primeras capas de la piel, llegando a
tejidos cutáneos profundos. Por ejemplo, las quemaduras por químicos o corrosivos. Se
caracterizan por:
Quemaduras de cuarto grado. Afortunadamente son poco frecuentes, ya que son de tal
intensidad que afectan mucho más allá de la piel, pudiendo llegar a huesos y músculos.
Son habituales por exposición al fuego directo o al frío intenso (congelación). Se
caracterizan por:
I. Si se producen por fuego, la piel tiene aspecto negruzco y seco, con tirantez; el
pelo suele estar quemado dando un olor muy particular.
II. Si se producen por congelación, la piel tiene aspecto seco y tirante, sin brillo y
con apariencia blanquecina. Las extremidades del afectado suelen estar
azuladas o violetas por el poco aporte sanguíneo.
Una vez estudiado el tipo de lesión anatómica, resumiremos los diferentes mecanismos lesionales de
las quemaduras, ya que cada uno de ellos afecta de diferente forma e intensidad a los tejidos:
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PRIMEROS AUXILIOS
I. Por inducción. Son quemaduras por contacto directo con una superficie
caliente, como tocar una plancha encendida o una sartén.
II. Por irradiación. Son ocasionadas por exposición a rayos térmicos como los
solares, o por aproximación a una fuente que desprenda calor.
III. Por escaldadura. Son ocasionadas por líquido hirviendo, como por salpicadura
de agua o inmersión en la misma.
Quemaduras químicas. Por regla general, son más graves. Están producidas por
agentes químicos como ácidos u otras sustancias corrosivas; su gravedad se basa en
que si no se retira el agente de forma oportuna, puede ir penetrando hasta capas
profundas por su misma acción quemante. Siempre que ocurra una quemadura por un
agente químico, al acudir a los servicios de urgencia o llamar a un médico, debemos
tener a mano la sustancia (nombre o ficha) de la misma; tener identificada la causa
facilita enormemente la actuación médica.
Quemaduras eléctricas. Estas quemaduras se producen por electrocutamiento en
menor o mayor grado, pero suelen ser las lesiones de salida del circuito eléctrico por
nuestro cuerpo.
Quemaduras térmicas. Producidas por exposición al frío o el calor en exceso. Estas
quemaduras requieren, en su mayoría, atención médica inmediata, ya que los niños
suelen padecer complicaciones orgánicas más allá de las de la piel. Los quemados por
sol suelen presentar "golpe de calor"• o insolación, y los expuestos al frío hipotermia.
Primeros auxilios
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PRIMEROS AUXILIOS
Cuando haya exposición a agentes químicos, se deberá colocar la parte afectada del
niño bajo el chorro del agua corriente fría o templada para eliminar los restos del
químico.
Cubrir la quemadura con un trapo húmedo en agua fría para dar alivio.
Nunca se deben reventar las ampollas formadas; es una forma de protección del
cuerpo.
Si se ha tratado de una exposición intensa al fuego, nunca se debe intentar quitar la
ropa que esté pegada a la piel; podríamos arrancarla.
La herida debe cubrirse de inmediato con gasas estériles para el traslado a un servicio
de urgencias para su valoración.
Hasta obtener la valoración de un profesional, no aplicar ninguna crema o ungüento,
sobre todo si hay exposición del tejido, ya que podríamos complicar la lesión.
6.8. HERIDAS
Las heridas con pérdida de continuidad de la superficie de la piel o de las mucosas (por ejemplo,
cuando ocurren dentro de la boca) están producidas mayoritariamente por un objeto afilado que rompe
las fibras del tejido.
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PRIMEROS AUXILIOS
En general, las mismas medidas aplicadas para evitar contusiones suelen ser útiles
para las heridas, ya que muchas de ellas son de origen contusional.
Primeros auxilios
6.9. MORDEDURAS
Son otro tipo de heridas y pueden producirse por animales o por otros seres humanos. En una
guardería es mucho más frecuente encontrar estas últimas, ya que los pequeños utilizan
frecuentemente sus dientes como defensa.
La verdadera gravedad de una herida por mordedura radica en fa infección que puede desarrollar una
lesión poco cuidada, mención - aparte merecen infecciones como la rabia, que dependen del esquema
de vacunación del animal portador.
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PRIMEROS AUXILIOS
Siempre, y sin excepción, si un niño bajo nuestro cuidado sufre una mordedura de una mascota
extraña, por leve que sea, además de la atención de urgencia, debemos solicitarle al dueño del animal
sus datos personales para que, posteriormente, nos facilite los datos de vacunación del animal.
Primeros auxilios
Son lesiones que ocurren en la zona de los ojos, ya sea directamente sobre el globo ocular o en el área
circundante (párpados, pómulos, etc.). Siempre deben tratarse como emergencias y como graves, ya
que son la causa más común de ceguera o pérdida de visión, y es frecuente que se compliquen.
Página 51
PRIMEROS AUXILIOS
Pocas veces podemos ver claramente el mecanismo lesional, ya que la mayoría de las veces las
salpicaduras o proyecciones de cuerpos extraños no se pueden ver a simple vista, por lo que, para
detectar una lesión a tiempo, debemos fiarnos de la reacción del niño y de lo que nos dice y vemos en
sus ojos; para esto daremos un pequeño repaso de la anatomía del ojo (Figs. 23 y 24).
Pupila: es un órgano muscular que se encarga de abrirse y cerrarse como una ventana,
para regular el paso de la luz.
Iris: es una estructura con forma de anillo que da color a los ojos.
Esclera o esclerótica: es una capa endurecida que da forma y contorno al ojo. Es la
parte blanca visible, llena de vasos sanguíneos pequeños.
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PRIMEROS AUXILIOS
Lagrimal: está en el ángulo interno del ojo, lleno de glándulas que se encargan de la
lubricación y acondicionamiento del mismo.
Anexos: son órganos que rodean al ojo, como los párpados, cejas y pestañas.
Córnea: es la parte visible del ojo; se encarga de recibir los impulsos visuales con
nitidez. Es fácilmente dañable y, al ser blanda, aloja fácilmente a los cuerpos extraños.
Retina: es la parte más posterior del ojo; ahí se proyectan los estímulos visuales
recibidos para ser transmitidos al cerebro.
Cristalino: es una lente biconvexa, que se encarga de ajustarse mediante músculos que
lo alargan o lo acortan para dar nitidez a las imágenes visualizadas.
Humor vítreo: es una sustancia gelatinosa contenida dentro del ojo; es lo que le da
forma y consistencia.
Una vez se ha tenido en cuenta las especificaciones anatómicas, podemos saber qué y dónde mirar
ante la sospecha de una lesión ocular. Lo que debemos o podemos observar es:
Medidas de prevención:
Primeros auxilios
Los primeros auxilios dependerán del tipo de lesión al que nos enfrentemos:
Por contusión:
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PRIMEROS AUXILIOS
I. Aplicar compresas frías sobre el ojo afectado sin hacer presión. Los intervalos
no deben de ser superiores a 10 minutos, con períodos de, aproximadamente,
media hora de descanso.
II. Debemos acostar al pequeño boca arriba y con la cabeza levemente levantada,
mientras recibimos atención médica, o bien de pie con la compresa sobre el ojo
y sin hacer ningún tipo de presión.
Heridas:
Una intoxicación es un conjunto de síntomas que se presentan por la introducción de una sustancia
dañina al organismo. Puede estar ocasionada no solamente por sustancias claramente tóxicas como
lejías, o corrosivos, sino también por medicamentos habituales, alimentos o por cualquier sustancia
extraña que pueda ser llevada a la boca.
Los síntomas pueden ser varios según la vía de entrada y el alcance del causal:
Dolor de cabeza.
Dolor abdominal.
Náuseas.
Vómito.
Salivación o espumación excesiva.
Aparición de ronchas o vesículas en la piel.
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PRIMEROS AUXILIOS
Al ser tan variado el cuadro clínico, lo que debemos tener en cuenta para identificar una intoxicación es
el antecedente de haber dado un medicamento, una determinada comida o bien si hicimos una
excursión donde el pequeño pueda haberse llevado algo a la boca.
Como en el caso de las quemaduras químicas, es de vital importancia poder dar información veraz al
sanitario que se ocupe del tratamiento; si el pequeño ha ingerido una sustancia química, es necesario
llevar la etiqueta del producto o bien su nombre. En los productos tóxicos se agrega siempre un
número de atención telefónica para casos de intoxicación.
Medidas de prevención:
Todos los productos tóxicos deben, sin excusa, ser guardados bajo llave y fuera del
alcance de los niños en todo momento y, a ser posible, bajo llave. Un segundo de
distracción basta para que el niño pueda beberse el contenido.
No utilizar envases atractivos para guardar mezclas caseras o no industriales; por
ejemplo, hacer una mezcla de lejías en una botella de refresco o zumo.
Las etiquetas deben ser arrancadas de los productos, ya que muchas de ellas tienen
dibujos o estampados atractivos como, por ejemplo, animales o niños pequeños.
Todos los envases deben estar identificados con rotulador en cuanto a su contenido; no
importa que conozcamos de sobra que la botella amarilla contiene lejía, siempre puede
haber personal nuevo que no lo sepa.
Las etiquetas deben ser guardadas en un sitio seguro para que, en caso de
envenenamiento, podamos llamar al número de emergencia o facilitar la información al
médico de urgencias.
Tenemos que tener información suficiente de las alergias o sensibilidades del pequerio
al que cuidamos. Cuando un paciente es alérgico a una cosa, siempre lo es a más: las
alergias unitarias no existen.
Tenemos que prestar gran atención a lo que el niño se lleva a la boca: hay juguetes
con pinturas preparadas con plomo; si salimos de excursión, pueden llevarse
fácilmente plantas o hierbas de olor atractivo para ingerirlas, etc. Recordemos que los
niños están conociendo el mundo y sus sentidos, incluido el del gusto, son las únicas
herramientas para hacerlo.
Primeros auxilios
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PRIMEROS AUXILIOS
ha pasado. Siempre debemos tener a mano la información necesaria, ya que nos harán varias
preguntas:
¿Qué ha sucedido?
¿Qué edad tiene la víctima?
¿Cuál es su peso aproximado?
¿Cuánto tiempo hace que sucedió?
¿Qué ha ingerido?
¿Cómo se encuentra ahora?
¿Dónde estamos?
Los centros de toxicología están dirigidos por personas altamente preparadas. Ellos, en base a la
información que proporcionemos, nos dirán si podemos asumir el incidente en la misma instalación en
donde estamos. Algunas de las medidas de acción suelen ser:
Inducir el vómito, siempre y cuando el paciente no esté inconsciente y que la sustancia ingerida no sea
un ácido o un producto corrosivo, ya que, de lo contrario, además de haber quemado a su paso por el
estómago, quemaría en el regreso para ser vomitado.
Si está despierto, podemos intentar diluir el tóxico con agua o leche.
Si hay alteración del estado de conciencia, siempre debemos acudir a urgencias de inmediato.
Identificar el tóxico.
Neutralizarlo.
Eliminarlo.
Efectuar el tratamiento sintomático de las complicaciones.
Lógicamente, reducir el tiempo de contacto del tóxico o el veneno con el organismo (si
está en la piel, eliminar por lavado).
Aplicar un torniquete, si se trata de una picadura o una mordedura.
Si se ha producido por ingestión, provocar el vómito.
Mantener las vías aéreas permeables.
Controlar el pulso y nivel de conciencia.
Si se debe a una ingestión de sustancias cáusticas o corrosivas y de productos derivados del petróleo,
nunca se provocará el vómito (riesgo de provocar, además, una quemadura en la mucosa del tubo
digestivo).
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PRIMEROS AUXILIOS
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PRIMEROS AUXILIOS
ESQUEMA DE ESTUDIO
UNIDAD DIDÁCTICA N° 2
Fracturas:
I. Entablillados e inmovilización.
II. Fracturas abiertas y cerradas.
III. Traumatismo craneal. Señales de alarma.
IV. Prevención y primeros auxilios.
Ahogamiento:
I. Respiración cardiopulmonar.
II. Prevención y primeros auxilios.
I. Epidermis y dermis.
II. Quemaduras de primer grado.
III. Quemaduras de segundo grado.
IV. Quemaduras de tercer grado.
V. Quemaduras de cuarto grado.
Según el mecanismo de lesión:
Quemaduras físicas.
Quemaduras químicas.
Quemaduras eléctricas.
Quemaduras térmicas.
Heridas:
Tipos de heridas:
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PRIMEROS AUXILIOS
I. Contusión.
II. Herida.
III. Quemadura química.
IV. Cuerpos extraños.
Parada cardiorrespiratoria:
Respiración.
Circulación.
Reanimación cardiopulmonar:
Respiración asistida.
Masaje cardíaco.
RCP en lactantes.
RCP en niños.
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PRIMEROS AUXILIOS
1. Las caídas más frecuentes en los niños menores son las de su propia altura.
Verdadero
Falso
2. Una manera segura de prevenir accidentes en los niños es retirarles los juguetes que muerdan
y ponerlos en las estanterías más altas donde no los puedan alcanzar.
Verdadero
Falso
3. Las fracturas pueden ser abiertas o cerradas, de acuerdo a su afectación, siendo las abiertas
siempre las más graves.
Verdadero
Falso
4. Una caída aparatosa o desde una altura considerable, en la que no haya lesión visible, no debe
ser tenida en cuenta si el niño no se queja demasiado.
Verdadero
Falso
Verdadero
Falso
6. Los vendajes deben colocarse muy ajustados para impedir que la fractura se mueva y se
complique.
Verdadero
Falso
Verdadero
Falso
Verdadero
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PRIMEROS AUXILIOS
Falso
9. Por seguridad, en las excursiones a la playa o piscinas debe acudir suficiente personal que
sepa nadar y que tenga conocimientos básicos de RCP.
Verdadero
Falso
Verdadero
Falso
11. Si un niño se queda pegado a la toma de corriente donde metió los dedos, debemos separarlo
de inmediato, tirándole de la mano pero estabilizando la columna vertebral.
Verdadero
Falso
12. Las quemaduras de primer grado son las más leves porque sólo afectan a la dermis.
Verdadero
Falso
13. Las botellas de lejía deben mantenerse bajo llave, y se les debe arrancar las etiquetas y
desecharlas para que no llamen la atención de los pequeños y, así, prevenir envenenamientos.
Verdadero
Falso
Verdadero
Falso
15. Las heridas por pérdida de tejido son las menos graves porque no sangran.
Verdadero
Falso
16. Los torniquetes son de gran ayuda para controlar la hemorragia en las heridas que sangran
mucho.
Verdadero
Falso
Página 61
PRIMEROS AUXILIOS
17. Si se sufre una herida por mordedura de un animal desconocido, debemos contactar con el
dueño para obtener la información de las vacunas del animal.
Verdadero
Falso
Verdadero
Falso
19. La respiración asistida sólo debe darse cuando no hay respiración espontánea.
Verdadero
Falso
Verdadero
Falso
Página 62
PRIMEROS AUXILIOS
Página 63
PRIMEROS AUXILIOS
AUTOEVALUACIÓN Nº1
1. F
2. V
3. V
4. V
5. F
6. F
7. F
8. V
9. V
10. F
11. F
12. V
13. V
14. F
15. V
16. V
17. V
18. V
19. V
20. F
AUTOEVALUACIÓN Nº2
1. V
2. F
3. V
4. F
5. F
6. F
7. V
8. F
9. V
10. F
11. F
12. F
13. F
14. V
15. F
16. F
17. V
18. F
19. V
20. V
Página 64
PRIMEROS AUXILIOS
Página 65
PRIMEROS AUXILIOS
1. El primer interviniente...
a. Despreocuparse de la seguridad propia para, así, atender con mayor prontitud a las
víctimas.
b. Dar de beber a las víctimas en un primer contacto.
c. Explorar bien a la víctima.
d. Actuar rápidamente, sin perder tiempo en valorar las prioridades de intervención.
4. Las heridas...
a. 60 segundos.
b. 10 segundos.
c. 30 segundos.
d. 3 minutos.
Página 66
PRIMEROS AUXILIOS
a. Hable.
b. Fume.
c. Llore.
d. Se mueva.
11. La constante vital que indica la fuerza con la que la sangre golpea las paredes arteriales es:
a. La frecuencia arterial.
b. La frecuencia respiratoria.
c. La tensión arterial.
d. La frecuencia cardiaca.
a. 37 °C.
b. 35 °C.
c. 36, 4 °C.
d. 34,6 °C.
13. En situaciones de múltiples víctimas, indica cuál de los siguientes accidentados debe ser
atendido antes:
Página 67
PRIMEROS AUXILIOS
15. En desastres, los accidentados clasificados con el color verde son aquellos que:
a. 3 niveles.
b. 8 niveles.
c. 5 niveles.
d. 3 niveles más 1 para defunciones.
17. En el ámbito de los primeros auxilios, las siglas SET hacen referencia a:
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PRIMEROS AUXILIOS
a. En casos de asfixia.
b. Únicamente en niños.
c. Para minimizar las consecuencias de las quemaduras importantes.
d. Para vendajes de urgencia.
a. Desfibrilan automáticamente.
b. Se utilizan para detectar una posible fibrilación ventricular.
c. No pueden aplicarse a niños de menos de 12 años.
d. Deben ubicarse colgados de las paredes.
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PRIMEROS AUXILIOS
a. La fractura.
b. La contusión.
c. La herida.
d. Una quemadura de primer grado.
28. Si después de una contusión observamos que la muñeca del pequeño se encuentra
deformada, debemos:
30. Si un pequeño sufre una caída muy aparatosa, llora un poco pero después se calma, no
presenta ninguna herida y no hay deformación en las extremidades, pero se toca
continuamente el codo y la muñeca, debemos:
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PRIMEROS AUXILIOS
34. Indica cuál de las siguientes no es una señal de alarma para prevenir complicaciones en el
TCE:
a. Vómito.
b. "Dolor abdominal.
c. Náuseas.
d. Somnolencia.
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PRIMEROS AUXILIOS
a. Dolor abdominal.
b. Vómito.
c. Somnolencia.
d. Disminución de la audición.
a. Deben cumplir la función de control del sangrado, más que otra cosa.
b. Cuanto más apretados, mejor; porque controlan mejor la hemorragia.
c. Si el sangrado es profuso, debemos aplicar una talla nueva retirando la anterior.
d. Lo más útil es un torniquete, por sus propiedades hemostáticas.
44. Las lesiones oculares son siempre una urgencia médica porque...
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45. La parte visible del ojo que se encarga de recibir los impulsos visuales con nitidez es:
a. El lagrimal.
b. La córnea.
c. La retina.
d. La pupila.
46. Ante un paciente desmayado con constantes vitales presentes, antes que nada, debemos:
a. El latido cardiaco.
b. La vía aérea permeable.
c. La circulación y pulsos.
d. La respiración.
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PRIMEROS AUXILIOS
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PRIMEROS AUXILIOS
Nombre
1er Apellido Número de alumno
2º Apellido Provincia
Población Código postal
Domicilio Núm
Bloque Piso Puerta Escalera
CALIFICACIÓN
A B C D A B C D A B C D
1 21 41
2 22 42
3 23 43
4 24 44
5 25 45
6 26 46
7 27 47
8 28 48
9 29 49
10 30 50
11 31 51
12 32 52
13 33 53
14 34 54
15 35 55
16 36 56
17 37 57
18 38 58
19 39 59
20 40 60
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