Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CAPÍTULO 1: ALIMENTOS
1. Concepto de alimentos ¿qué se demanda?
2. Personas obligadas a prestar alimentos
3. Personas beneficiadas con los alimentos
4. ¿Cuál es el monto demandado?
5. Asignación de alimentos antes de la sentencia
6. Medidas cautelares
INTRODUCCIÓN
El proceso de alimentos ha sido diseñado legalmente como un proceso célere que tiene
como finalidad que los beneficiarios obtengan lo indispensable para cubrir sus
necesidades básicas como alimentación, salud, vivienda y educación. No obstante, la
diversidad social, económica y cultural del país pone en evidencia que no se ha logrado
la satisfacción de estas necesidades en todos los casos.
El contenido del trabajo de investigación; se refiere a los hechos jurídicos más
relevantes, en nuestro acontecer nacional, procesos contenciosos con mayor carga
procesal; tal como lo es el proceso de alimentos. Pues como se sabe estos procesos
son de especial urgencia, se tramita en la vía proceso único en caso de los menores de
edad (hasta cumplido los 18 años), siendo ambas las más rápidas, todo esta propuesta
en atención a la abundante carga procesal que existe sobre la materia en controversia,
aplicándose el Principio de Economía Procesal, ya que la elaboración de nuevos
procesos generan inversión (tiempo y esfuerzo), para los órganos jurisdiccionales
(personal jurisdiccional), y se reducirían gastos (ahorro), tanto para el Estado como las
partes, quienes se someten al proceso.
Entre los principios de esta naturaleza, se ha previsto el de economía procesal y
celeridad procesal que está referido en su acepción de ahorro, relacionado con 3 áreas
distintas: ahorro de tiempo, gasto y esfuerzo, entendiéndose el primero como la urgencia
de las partes que se termine el proceso, el segundo; en la necesidad de que los costos
del proceso no impidan que las partes a realizar gastos innecesarios y respecto al último
está referida a la posibilidad
La pensión de alimentos comprende no solo aquello que necesita el ser humano para
subsistir, sino todo lo que le permita asegurar su desarrollo integral. Uno de sus
componentes es por ejemplo, “tener acceso en todo momento a alimentos adecuados,
inocuos y nutritivos, de manera que puedan ser utilizados adecuadamente para
satisfacer sus necesidades nutricionales, mantener una vida sana y lograr un desarrollo
integral”1 es decir, alimentos que le permitan al alimentista la ingesta de calorías
suficientes para su desarrollo.
Se trata por tanto, de un derecho fundamental porque simplemente sin los alimentos
adecuados, las personas no pueden llevar una vida saludable y activa. No pueden
atender y cuidar a su prole y por tanto la futura generación no puede aprender a leer y
escribir. El derecho a los alimentos atraviesa la totalidad de los derechos humanos .Su
satisfacción es esencial para combatir la pobreza de ahí la preocupación de todos los
pueblos del mundo de luchar contra el hambre y por ende la preocupación
constante de nuestro país para que desaparezcan el hambre de los niños y por ello
el Poder Legislativo produce leyes para que los niños y adolescentes tengan con un
trámite más ágil los alimentos que sus progenitores les niegan debido a su
irresponsabilidad.
De acuerdo al artículo 474 del Código Procesal Civil son alimentantes un cónyuge en
relación a otro; los ascendientes en relación a los descendientes; y un hermano en
relación al otro. Por su parte el artículo 475 menciona que hay orden que el
acreedor alimentario debe respetar al exigir la prestación alimentaria. Es decir a quién
de los sujetos de la obligación alimentaria recíproca, se debe demandar primero.
Sin embargo, debe hacerse una obligatoria concordancia del artículo bajo comentario
con el artículo 93 de la Ley N° 27337, nuevo Código de los Niños y Adolescentes, que
señala el siguiente orden de prelación: los padres, los hermanos mayores de edad, los
abuelos, parientes colaterales hasta el tercer grado (tío) y otros responsables del niño
o adolescente. Cuyo ámbito de aplicación se ha visto restringido únicamente a una
1
15
2
17
obligación unilateral para el menor de edad. Mientras que el 474 regula el derecho
alimentista reciproco del adulto. De este modo, no obstante la ley señala que todos los
parientes tienen obligación potencial respecto del solicitante, en aplicación del principio
de subsidiariedad el alimentista debe respetar el orden de prelación al solicitar los
alimentos, que consiste en un derecho de excusión.
La norma que comentamos hace un paralelo con el orden sucesorio establecido. Así,
según el artículo 816 del CC, el orden sucesorio se extiende hasta los primos (sexto
grado) sin embargo, la obligación recíproca de darse alimentos terminan en los
hermanos (artículos 474 y 475 del CC). Por tanto, es injusto que el tío que alimentó al
sobrino cuando era menor de edad (art 93 del Código de Niños y Adolescentes), no
tenga derecho a exigirle alimentos al encontrarse en estado de necesidad y no
tener otros parientes anteriores en el orden de prelación regulado por la norma bajo
comentario.
Nosotros consideramos que por el hecho de que no se haga una mención expresa a los
cónyuges, este artículo no deja de serles aplicable en razón de que no podemos hacer
una diferenciación donde la ley no la hace. Tampoco, podemos considerar que está
dirigido únicamente a los descendientes (hijos), pues su parte final hace referencia a
los ascendientes. Además, para los descendientes existe una norma específica
(artículo 424 del CC). Así en nuestra opinión, esa consideración es un atentado contra
la obligación recíproca establecida por la norma bajo comentario. Por ello, los cónyuges
al solicitarse los alimentos no pueden sustraerse de las condiciones que se exigen a
todos los adultos para solicitarlos y que están reguladas en los artículos 473 y 481 del
CC.
OBLIGACIÓN UNILATERAL
3
Cas. N° 283399
a) Cuando los cónyuges viven juntos (artículo 291 CC) la obligación alimentista
puede recaer solo en de ellos, si el otro se dedica exclusivamente al trabajo del
hogar y al cuidado de los hijos
La igualdad legal proclamada por el artículo 234 del CC lo cual se contrapone con los
roles socialmente asignados a los varones y mujeres, donde las
mujeres mayoritariamente se dedican a las labores domésticas y el varón al trabajo
fuera del hogar. En tal sentido, una apreciación de la igualdad de los cónyuges al
momento de solicitar los alimentos sin la apreciación de los roles que desempeña cada
uno en el hogar, puede pasar por alto el trabajo doméstico al fijarse únicamente en la
existencia del estado de necesidad del solicitante. Es decir, existen situaciones en las
que la valoración del estado de necesidad adquiere un matiz distinto del exigido por el
artículo 473 del CC que lo limita a la incapacidad física o mental de mantenerse a sí
mismo. Éste es el caso del traslado de la obligación de sostener a la familia a uno de
los cónyuges cuando el otro se dedica exclusivamente al trabajo del hogar y al cuidado
de los hijos (artículo 291 del CC).
1. Suspensión de la cohabitación
En caso de enfermedad mental o contagiosa de uno de los cónyuges, el otro puede
pedir que se suspenda la obligación de hacer vida común, quedando subsistente las
demás obligaciones conyugales (347 del CC) en consecuencia se mantiene el deber
alimentario.
En principio por el divorcio cesa la obligación alimenticia entre marido y mujer, sin
embargo, excepcionalmente puede asignarse una pensión alimenticia, al ex-cónyuge en
estado de necesidad. Así como también, es procedente solicitar la separación
provisional y los alimentos como medidas cautelares (artículo 485 y 680 del CPC), del
proceso de divorcio, correspondiéndole al juez autorizar que los cónyuges vivan
por separado y fijar por adelantado el monto de la obligación alimentaria cuyo
valor será definido finalmente en la sentencia (artículo 342 del CC), protegiéndose al
cónyuge perjudicado (350 segundo párrafo del CC).
En el caso del cónyuge perjudicado con el divorcio, se establece en el artículo 350 del CC una
valoración distinta de la señalada en el artículo 473 del CC, para la determinación de su estado
de necesidad cuya finalidad es proteger su estabilidad económica. Por ejemplo: Darío (65) y
María (60) han convivido matrimonialmente durante 30 años; Darío es un ejecutivo de
una empresa importante, María en cambio es ama de casa, labor que ha desarrollado
pese a su profesión de ingeniera de minas por haber convenido entre ambos que era
importante que ella se dedicara a las labores domésticas, habiendo logrado que sus
hijos sean profesionales de éxito. Un día María descubre que su cónyuge sostiene
relaciones amorosas con su secretaria y que ha reconocido un hijo extramatrimonial. Es
evidente que María, con la edad que tiene y habiéndose dedicado toda su vida al hogar,
no tiene ninguna oportunidad laboral.
Por ello, al momento de valorar las necesidades de alimentos del cónyuge inocente no
debe considerarse únicamente si carece de bienes propios o si está imposibilitado de
trabajar, sino también debe tenerse en cuenta el rol que el cónyuge inocente ha estado
desarrollando en el hogar antes de la disolución del vínculo, a fin de garantizar el
mantenimiento de su nivel económico. No se trata de premiar al inocente por los
cuidados que dio a los hijos, los cuales emergen del deber de padres, sino
considerar que de no ejercer ese rol podría haberse dedicado a otras actividades
asalariadas.
Un supuesto particular es que también el culpable del divorcio tiene derecho a recibir
alimentos, en este caso la valoración de su estado de necesidad únicamente se reduce
a la indigencia.
4. Separación convencional
Al presentarse la demanda es requisito especial la propuesta de convenio que incluya
la regulación sobre los alimentos (artículo 575 del CPC). Nuestra legislación no ha
regulado sobre la vigencia del convenio alimentario luego de la disolución del vínculo
matrimonial. Debemos advertir que con la disolución del vínculo cesa la obligación legal
de alimentarse, por lo que su mantenimiento convencional traslada la fuente de la
obligación al acuerdo de voluntades. Sin embargo, en este caso no estaríamos frente a
una renta vitalicia al no cumplirse con el requisito formal exigido (artículo 1925 del CC).
Por tanto, es urgente que nuestro Código posibilite un acuerdo de este tipo donde las
partes, no obstante el cambio de la fuente de la obligación, deciden mantener libremente
mantener el deber alimentario atendiendo el estado de necesidad del otro. Su
modificación deberá estar regulada del mismo modo que la pensión fijada para el
cónyuge inocente.
5. Unión de hecho
Conforme al tercer párrafo del artículo 326 del Código Civil, en caso de terminar la unión
de hecho por decisión unilateral, el juez puede conceder, a elección del abandonado,
pensión de alimentos.
1. Descendientes:
Todos los hijos tienen los mismos derechos (artículos 6 de la Const. y 235 del CC),
por lo que en el caso de que sean niños o adolescentes sus padres están obligados a
educarlos y alimentarlos (artículo 287 del CC). Subsiste la obligación entre los 18 y 28
años si estudian una profesión u oficio con éxito (artículo 424 del CC). En caso de no
hacerla, únicamente tienen derecho si son solteros y están incapacitados física o
mentalmente de subsistir por sí mismos o su cónyuge no puede dárselos, reduciéndose
los alimentos a los necesarios en caso de que su propia inmoralidad los redujo a este
estado, indigno o desheredado (artículos 473 y 485 del CC).
2. Descendientes:
Los ascendientes tienen derecho a los alimentos amplios incluso cuando por su propia
inmoralidad sean incapaces física o mentalmente de mantenerse, en atención al
deber moral de tolerancia y consideración que les deben sus descendientes,
discriminando a los demás acreedores alimentarios (cónyuges, descendientes y
hermanos) a quienes les restringen los alimentos a lo estrictamente necesario cuando
se encuentran en la misma situación.
La reciprocidad de la obligación tiene algunas excepciones en el caso de que los padres
sean acreedores alimentarios: así, frente el reconocimiento del hijo mayor de edad solo
genera derecho alimentario para el padre si el hijo consiente el reconocimiento (artículo
398 del CC). De la misma manera, la declaración judicial de paternidad tampoco confiere
al padre derecho alimentario (artículo 412 del CC).
AUDIENCIA
En virtud del artículo 182º del CAN, el proceso único se regula supletoriamente con las
disposiciones contenidas en el CPC, en ese sentido para esta etapa nos remitimos a
los artículos 202 al 211 sobre la audiencia de pruebas. A los mismos artículos nos remite
el artículo 557 del CPC para el proceso sumarísimo.
En ambos casos (fundada o infundada) de acuerdo al artículo 357 del CPC, el Secretario
del Juzgado enviara el expediente al superior dentro de cinco días de concedida la
apelación. Dentro de cinco días de recibido, el superior comunicara a las partes el día
para la vista de la causa. Es inadmisible la alegación de hechos nuevo, la resolución
definitiva se expide dentro de los cinco días siguientes de la vista de la causa
Luego de ello, el Juez sanea el proceso, es decir declara valida la relación procesal por
haber cumplido con los requisitos de ejercicio de la acción y con los presupuestos
procesales.
2. CONCILIACION
A continuación, tratándose del proceso único el juez propiciará la conciliación entre las
partes; si se trata del proceso sumarísimo no. Si concilian, termina el proceso, y se emite
sentencia con autoridad de cosa juzgada (artículo 171 del CAN) Si durante la audiencia
única el demandado aceptara la paternidad, el Juez tendrá por reconocido al hijo. A este
efecto enviará a la Municipalidad que corresponda, copia certificada de la pieza judicial
respectiva, ordenando la inscripción del reconocimiento en la partida correspondiente.
Luego determinará cuáles son los medios probatorios que será materia de prueba,
declarando inadmisible o improcedente. Si el demandado hubiere planteado una
cuestión probatoria (tacha u oposición) a continuación del saneamiento probatorio, se
actuaran los medios probatorios de la tacha u oposición, resolviéndolas de inmediato.
Sobre este último punto, la Defensoría del Pueblo en un informe emitido en julio del 2018
concluyo que para llegar a una sentencia estimatoria en estos procesos: el 79,3%
demoro de 180 días a 1 año.
APELACION:
Es de destacar, que el primer párrafo del artículo 566 del CPC, para el proceso
sumarísimo, contiene un caso sui generis en materia impugnativa, porque la apelación
de la sentencia estimatoria, que normalmente se concede con efecto suspensivo, será
concedida sin efecto suspensivo tratándose de los procesos de alimentos. Mientras que
el artículo 178 del CAN, señal de manera expresa que el efecto es suspensivo, con un
pazo de 3 días para apelar.
Si al final se obtiene una sentencia desfavorable firme, de acuerdo al artículo 676 del CPC, el
demandante que se hubiere beneficiado con la anticipación de los alimentos, debe devolver lo
recibido más los intereses legales que correspondan. Sin embargo, ello no exime que el afectado
con la medida pueda luego ingresar al reclamo de la contra cautela, siempre y cuando la
ejecución cautelar le hubiere generado daño. En igual sentido, resuelto el principal de modo
favorable, la contra cautela ofrecida queda cancelada de pleno derecho (art 620 CPC).
En el informe presentado por la Defensoría del Pueblo se verificó que solo el 10,4% de
los procesos llegan a tener sentencia definitiva en segunda instancia. Dicha situación
se explica por, el consentimiento, la conciliación judicial o extrajudicial, entre otros.
Asimismo, se verifica que el 53,1% de apelaciones tardan más de 90 días en ser
resueltas, desde la recepción del expediente por el juzgado especializado. Esta
situación es alarmante, si se tiene en cuenta la naturaleza del proceso único, pues de
acuerdo con las disposiciones del CAN, al concederse el recurso de apelación se
suspende la efectividad de las sentencias de asignación de pensiones alimentarias de
primer grado, a su confirmatoria por el superior.
Teniendo en cuenta que, solo el 18,7% del total de casos analizados se solicitó la
asignación anticipada de alimentos. Además, en primera instancia la duración del 49,9%
de procesos es menor a 180 días, y en segunda instancia generalmente es mayor a los
90, tenemos que el 50,2% de procesos analizados demoran más de 365 días desde la
presentación de la demanda hasta la emisión de la sentencia de segunda instancia,
mientras que el 33,1% de procesos demoran de 185 a 365 días.
EJECUCION
De acuerdo al artículo 568 del CPC, los alimentos deben pagarse desde el día siguiendo de
notificada la demanda. Luego de obtener sentencia fundada en primera instancia, según el
artículo 566 del CPC esta se sigue ejecutando aunque haya apelación. Por su parte en el proceso
único de acuerdo al artículo 178 del CAN, la ejecución se suspende si se apela la sentencia.
Este proceso tiene también efectos colaterales, como el ser registrado en el Registro de
deudores alimentarios morosos. Así, la Ley Ne 28970 menciona en su artículo 1 que
serán inscritas aquellas personas que adeuden tres cuotas, sucesivas o no, de sus
obligaciones alimentarias establecidas en sentencias consentidas o ejecutoriadas, o
acuerdos conciliatorios con calidad de cosa juzgada. También serán inscritas aquellas
personas que no cumplan con pagar pensiones devengadas durante el proceso judicial
de alimentos si no las cancelan en un periodo de tres meses desde que son exigibles
Por su parte, de acuerdo al artículo 181º del CAN los apercibimientos para el debido
cumplimiento de las resoluciones en el proceso único son los siguientes: a) Multa de
hasta cinco unidades de referencia procesal a la parte, autoridad, funcionario o persona;
b) Allanamiento del lugar; y, c) Detención hasta por veinticuatro horas a quienes se
resistan a su mandato, sin perjuicio de la acción penal a que hubiere lugar. Estos
supuestos también se encuentran regulados en el CPC artículo 53, que regula las
facultades coercitivas de los jueces, en consecuencia del mismo modo se aplica para
los procesos sumarísimos.
Sobre este particular, en el informe de la Defensoría del Pueblo, del total de procesos
estudiados que tuvieron un pronunciamiento sobre el fondo, el 82,3% (1964) finalizó con
una sentencia estimatoria concediendo un monto de mensualidad; el 1,4% (33) con una
sentencia estimatoria por devengados; y solo un 16,3% concluyó con el rechazo de la
pretensión. De estos procesos, se advirtió que el 38,9% lograron ser ejecutados frente
a un 50% que no lograron alcanzar la ejecución.
También se evaluó el tiempo que trascurrió hasta la ejecución de la sentencia; es decir,
cuánto tardó en hacerse efectivo el goce de una pensión de alimentos. Así, se observa
que en el 27,3% de los casos la ejecución demoró entre uno y cinco meses, mientras
que en el 16% tuvieron que transcurrir entre seis y diez meses, el 23,5% de los procesos,
la sentencia fue ejecutada en más de 15 meses. Del total de procesos en los que se
estimó la pretensión de mensualidad (1964), solo en 761 procesos se alcanzó su
ejecución, es decir, en un 38,9%. En los procesos en los que se ordenó una mensualidad
entre 1 y 500 soles, el nivel de ejecución alcanzó el 38,5%, mientras que cuando la
mensualidad fue fijada entre 501 y 1000 soles, la ejecución ascendió a 39,4%. El nivel
más alto de ejecución se presentó en las demandas, en las que se otorgó una
mensualidad mayor a los 2000 soles, el cual fue de 46,7%.
Se concluye por tanto que, existe un alto porcentaje de inejecución. Así, para hacer
seguimiento al cumplimiento de las sentencias y garantizar el goce efectivo del derecho
a percibir los alimentos, destacan algunas buenas prácticas judiciales:
BUENA PRÁCTICA:
Teresa Cárdenas Puente, Jueza del Primer Juzgado de Familia de Huancayo informó
que, de forma periódica llevan a cabo audiencias públicas con los deudores
alimentarios, con el objeto de identificar la problemática respecto a las obligaciones
alimenticias e impulsar las medidas que coadyuven a su debido cumplimiento, es decir
buscar estrategias que propician la ejecución de las sentencias.
BUENA PRÁCTICA:
El Programa “Depósitos Alimentarios a casa” iniciativa de la Corte Superior de Justicia
de Piura, promulgada mediante la Resolución Administrativa N° 054-2017-P-CSJPI/PJ,
del 16 de enero del 2017. A cargo del Primer, Tercer y Sétimo Juzgado de Paz Letrado
de Familia de Piura. Tiene como finalidad facilitar el acceso a la justicia y alcanzar el
objetivo del proceso de alimentos. Así, busca que los justiciables perciban la pensión de
alimentos, evitando que las demandantes empleen parte de su tiempo y gasten en
trasladarse al juzgado y a las oficinas del Banco de la Nación para hacer efectivo el
cobro. El programa consiste en que el especialista judicial acudirá al domicilio de los
beneficiarios a entregar personalmente los certificados de depósito y recabará la
constancia de entrega correspondiente, que será anexada al expediente. Ello implicó un
trabajo coordinado con los representantes del Banco de la Nación filial Piura, quienes
se comprometieron a tramitar de manera inmediata el oficio remitido por los juzgados
de paz, hacer efectivo el pago de las pensiones a los domicilios de las alimentistas que,
por motivos de salud, no pueden trasladarse al Banco de la Nación. Cabe destacar que
el referido programa obtuvo el primer lugar en la categoría Acceso a la Justicia, en el
Concurso Premio Certificación ISO a las Buenas Prácticas 2017
1. Sentencia:
La sentencia es el acto procesal que por excelencia sirve para concluir el proceso, ya
sea estimando o desestimando la pretensión del demandante. En el presente estudio
se observa que de 3512 casos solo 2386 han merecido sentencia (67,9%).
2. La conciliación
3. El abandono
BUENA PRÁCTICA:
No obstante, se advierten prácticas positivas por parte de los órganos jurisdiccionales,
como la Corte Superior de Justicia de Tacna, que atendiendo a los hechos del caso y
en aras de salvaguardar el derecho de los menores, opta por aplicar de oficio el principio
del interés superior del niño para reprogramar las audiencias.
BUENA PRÁCTICA:
Por su parte, el Juzgado de Paz Letrado de Huarmey, Distrito Judicial del Santa, donde
en aplicación de la Directiva N° 005-2017-P-CSJSA-PJ, emitida por la Presidencia de la
Corte Superior de Justicia del Santa y atendiendo al principio de interés superior del
4
48
5
50
6
51
niño, niña o adolescente, se desarrolló una audiencia de conciliación por alimentos
utilizando el aplicativo Whatsapp con un imputado radicando en la ciudad de Madrid.
BUENA PRÁCTICA:
En algunos casos la práctica judicial privilegia el fondo de la discusión por encima de las
formas para continuar con el proceso, puesto que están en juego los medios de
subsistencia del alimentista: en la Corte Superior de Tacna, donde el Juez recurrió al
principio del interés superior del niño para conceder de oficio una oportunidad adicional
a la parte demandante, a fin de que precise la dirección del demandado, bajo
apercibimiento de declarar la nulidad del auto admisorio.
Todos esperamos que con la Ley 28439 publicada en el 28 de Diciembre del año 20048,
el proceso de alimentos que son casi el 50% de las cargas procesal de los Juzgados de
Paz Letrados; sea más ágil en beneficio de los millones de niños y adolescentes que
acuden a los juzgados a solicitar a sus padres una pensión de alimentos para poder
cubrir los gastos que generan su subsistencia. Sin embargo, en la práctica no se ha
cumplido del todo su finalidad, pues existe una demora excesiva en la tramitación de los
procesos:
• Apenas (37.1%) de las demandas fueron calificadas dentro del plazo legal de 5
días hábiles.
• Menos del 3% de las demandas de alimentos fueron resueltas en primera instancia
y dentro del plazo legal de 30 días hábiles. Lamentablemente, casi la mitad de los
procesos estudiados (47.5%) tardaron más de medio año para resolverse en dicha
instancia.
• Solamente el 4.7% (164) de los procesos de alimentos se ha solucionado
mediante conciliación judicial, y en un tiempo promedio de 7 meses y medio.
• El 14.4% de los procesos de alimentos son declarados en abandono. Si bien la
cifra ayuda a reducir la carga procesal en los juzgados, perjudica a la parte
demandante en obtener una sentencia que reconozca el derecho alimenticio.
7
52
8
14
y el tiempo invertido, favoreciendo con ello el principio de celeridad procesal, en
aras de tener un servicio más eficiente.
Al año 2016, el Poder judicial contaba con 3,040 jueces; de los que 640 eran de paz
letrado y 162 especializados en materia de familia. Es decir, únicamente 802
magistrados se encargan de resolver la gran cantidad de demandas de alimentos
presentadas, que para ese año ascendió a 78,394 casos. Solo en 4 de las 33 Cortes
Superiores de Justicia (12.1%), los jueces fueron capacitados en materia de alimentos
por la Academia de la Magistratura.
El 67,9% de los casos examinados han culminado con una sentencia, es decir, han
obtenido un pronunciamiento sobre la pretensión planteada. De este universo (2386),
se ha calculado el tiempo que transcurre entre algunas etapas procesales.
- 28,2% culminaron entre 181 a 365 días (6 meses y 1 año)
- 19,3% se prolongó por encima del año
El proceso de alimentos debe ser un instrumento procesal rápido que permita la pronta
satisfacción de las necesidades básicas de los alimentistas. En virtud de ello, se expidió
la Ley N° 28439, Ley que simplifica las reglas del proceso de alimentos, con la finalidad
de dotar de mayor agilidad. En atención a ello, el trámite debería tardar
aproximadamente 30 días hábiles como máximo, en primera instancia; sin embargo,
más de la mitad de las sentencias son expedidas por encima de los plazos previstos en
la ley. En tal sentido, el proceso de alimentos pierde su calidad de instrumento rápido y
eficaz para cautelar derechos. Vulnerando la Regla 38 de las “100 Reglas de Brasilia
sobre el acceso a la justicia de personas en condición de vulnerabilidad”, que establece
el deber de los Estados de garantizar la pronta resolución de las causas judiciales, así
como una ejecución rápida de lo resuelto.
BUENA PRÁCTICA:
En la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, se identificó como problema la excesiva
demora del trámite de los procesos de alimentos, señalando que en promedio dura seis
meses e, incluso, en situaciones especiales de sobrecarga puede durar aún más. A
efectos de afrontar esta problemática y con el objetivo de alcanzar la certificación bajo
9
123
estándares de calidad ISO 9001-2015, se aprobó la Resolución Administrativa N° 391-
2017-P-CSJLN, mediante la cual se designó al Sexto Juzgado de Paz Letrado de Comas
de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, para la implementación del Proyecto
Piloto de Sistema de Gestión de calidad en los procesos de Alimentos ISO (Proyecto
ALISO). El proyecto consistió en reducir el tiempo de notificación a solo siete días, con
la emisión de autos concentrados (1 sola resolución = diferentes actos procesales). Por
ello, en lugar de admitir la demanda, emplazar al demandado, recibir la contestación y
luego citar a audiencia única en distintas resoluciones, se está optando por fijar fecha
para la audiencia única en el auto admisorio de la demanda. En virtud a los principios
procesales de concentracion y economía procesal, cautelando el plazo para contestar
la demanda, de manera que no se vulnere el derecho de defensa del demandado.
Asimismo, las partes puedan, en cualquier momento, solicitar conjuntamente al juzgado
en forma escrita o verbal la reprogramación de la audiencia especial de conciliación, la
cual, si es posible para el juzgado, la convocará en el mismo día que se solicita. El
juzgado en el que se está aplicando el Proyecto ALISO, se tengan procesos resueltos
en 15 días. Es el caso de los Expedientes N°5267-2017 y N°5334- 2017.
CONCLUSIÓN