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En 1966 Bolivia estaba gobernada por una dictadura militar dirigida por
el general René Barrientos, que había derrocado al presidente Víctor
Paz Estenssoro y puesto fin a la Revolución de 1952, de tendencia
nacionalista-popular, impulsada por el MNR.
El 7 de noviembre de 1966, día en que comienza su Diario de Bolivia,
Ernesto Guevara se instaló en una zona montañosa y selvática
ubicada cerca del río Ñancahuazú , en el sudeste del país, donde las
últimas estribaciones de la Cordillera de los Andes se unen con la
región del Gran Chaco.
El grupo guerrillero estable estaba integrado por 16 cubanos,115 entre
ellos muchos de los hombres de su círculo íntimo,
26 bolivianos,116 3 peruanos117 y 2 argentinos.118 En total
47 combatientes, de los cuales Tania era la única mujer, aunque en el
grupo de apoyo desempeñó también un importante papel Loyola
Guzmán quien resultó detenida y torturada. Tomaron el nombre de
Ejército (ELN) con secciones de apoyo en Argentina, Chile y Perú.
)
El 11 de marzo de 1967 dos desertores fueron detenidos poniendo
sobre aviso al gobierno, que, ese mismo día, solicitó la cooperación
de Estados Unidos y organizó un sistema de inteligencia coordinado
con Argentina, Brasil, Chile, Perú y Paraguay.
El 23 de marzo comenzaron los enfrentamientos armados: el ELN
copó a una unidad militar y mató a siete soldados. Poco después
dejaron el campamento para escapar del cerco que comenzó a formar
el ejército boliviano. El 3 de abril Guevara dividió sus fuerzas,
poniendo a Juan Acuña Núñez (Vilo» o «Joaquín) al mando de la
segunda columna. Ambos grupos se perdieron y no volverían a
encontrarse.
En sucesivas escaramuzas fueron muriendo sus hombres: Jesús
Suárez Gayo, Jorge Vázquez Viña (Loro), a quien dieron por
desaparecido, y Eliseo Reyes, que lo acompañaba desde Sierra
Maestra.
El 20 de abril el ELN sufrió un duro golpe al ser capturados dos
miembros de la red de apoyo, Regis y Ciro Bustos, cuando intentaban
dejar la zona. Ambos fueron torturados y terminaron brindando
información clave. Los actos de Derby y Bustos, bajo tortura, como
también, por otro lado, la inacción de Mario Monje, secretario general
del Partido Comunista de Bolivia, que debió haber ofrecido apoyo
logístico, han sido muy discutidos.119
En ese momento escribió su Mensaje a los Pueblos del Mundo que fue
leído en la reunión de la Tris continental (Asia, África y América
Latina), y que contiene sus afirmaciones más radicales y
contundentes, proponiendo una guerra mundial abierta contra Estados
Unidos, en clara contradicción con la «coexistencia pacífica» que
sostenía por entonces la Unión Soviética y los partidos comunistas
latinoamericanos dentro del marco conceptual de la Guerra Fría.
Guevara encabezó ese documento con una de sus frases más
recordadas: