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La escuela y la formación de competencias sociales:


un camino para la paz *

Gloria Calvo**
* Este texto recoge los planteamientos de Ariana Mina, desarrollados en El rol de la escuela como agen-
te socializador de la cultura política (RAE, No. 3934).Ariana Mina y Marina Camargo han sido coin-
vestigadoras en el proyecto.
** Docente-Investigadora, Departamento de Postgrado, Universidad Pedagógica Nacional.
gcalvo@uni.pedagogica.edu.co

A B S T R AC T RESUMEN
In the present context, formation for competences has turned En el contexto actual, la formación para las competencias
into a strong tendency in educational discourse. This not constituye una fuente corriente dentro de los discursos edu-
withstanding, educational institutions have focused on the cativos. No obstante, la institución educativa ha centrado su
formation of cognitive competences and have forgotten that interés en la formación de competencias cognoscitivas, olvi-
the school is a privileged socialization space for the develop- dando que ella es un espacio de socialización privilegiado
ment of social competences. Formation for respect and tole- para el desarrollo de las competencias sociales. La formación
rance, among other social competences, empowers the ele- para el respeto y la tolerancia, entre otras competencias socia-
ments of democratic culture that the school must favour as a les, potencia los elementos de cultura democrática que debe
favorecer la institución escolar como un aporte para la for-
contribution to the formation of new generations.
mación de las nuevas generaciones.
The following text offers a theoretical revision aimed at
El texto que a continuación se presenta ofrece una revisión
documenting the role of the school as an instance of political
teórica encaminada a documentar el papel de la escuela como
socialization.
instancia de socialización política.
Key words: Political socialization, Role of the school, Citi-
Palabras clave: socialización política, papel de la escuela,
zenry, democracy, Educational policies. ciudadanía, democracia, políticas de educación.

Educación y Educadores, Volumen No. 6 69


Gloria Calvo

1. Consideraciones preliminares incidencia en la formación de cultura políti-


ca. Se basa en los planteamientos de algunos
n el contexto actual emerge como un clásicos, hoy por hoy bastante criticados, y

E tema de interés la formación para la


ciudadanía. Diferentes proyectos de
investigación1, diferentes investigadores2 y
recoge también conceptos del paradigma de
la complejidad, específicamente algunos de
Maturana. Reconoce que para analizar el
diferentes agencias3 comienzan a preocuparse papel de la escuela como agente de sociali-
por lo que significa la formación para la parti- zación política6 hay que tener el contexto de
cipación, los derechos humanos, la conviven- la nueva normatividad derivada de la Cons-
cia y la cultura ciudadana en general. Desde el titución del 91 y de la Ley General de Edu-
Estado aparece también el interés de evaluar el cación, a la par que llama la atención sobre la
desarrollo de estos aspectos y dentro de las necesidad de una sólida formación en peda-
pruebas censales, el Distrito Capital tiene la gogía para que en las aulas colombianas exis-
propuesta de evaluación de las competencias ta el respeto y la tolerancia, base de las rela-
ciudadanas4. Paralela a estas inquietudes se ciones democráticas. La noción que propone
constata la poca claridad conceptual cuando se el texto es la de competencias sociales.
habla de formación para la ciudadanía: ¿Esta-
mos hablando de educación moral? ¿Estamos 2. Hacia una conceptualización
hablando de educación cívica? ¿Estamos de las competencias sociales
hablando de procesos?, ¿o de actitudes?, ¿o de
aprendizajes?, ¿o de habilidades? Cada uno de La discusión actual sobre competencias7 y las
los investigadores y cada uno de los proyectos reformas en cuanto a política educativa8,
pareciera tener una diferente lectura y a la vez tales como el replanteamiento de los exáme-
situarse desde distintas posturas teóricas. nes de estado en Colombia9, han estado cen-
tradas en las competencias cognitivas.
El texto que a continuación se presenta no
es ajeno a estas discusiones. Es fruto del inte- No obstante, desde el inicio de la década del
rés por pensar e indagar sobre el papel de la 90, diferentes organismos internacionales y
escuela como espacio socializador5 y por su algunos teóricos de la educación han llama-
do la atención sobre los nuevos retos a los
1 Calvo, Gloria (2003). Construcción de cultura democrática. Lecciones
aprendidas, Bogotá, UPN-CIUP.
2 Gómez E., Jairo H. La formación de sujetos sociales en la escuela; 6 En las distintas socializaciones del proyecto los debates se han cen-
Ruiz Silva, Alexander y Quintero Mejía, Marieta. Filosofía moral y trado en la manera de entender la socialización política desde Almond
pedagogía; Yánez Canal, Jaime y Fonseca, María Angélica. Teorías y y Verba. Los críticos aluden a estos teóricos como "funcionalistas" y
narrativas sobre la educación moral. abogan por entender los procesos de socialización en el país desde
el concepto de "socialización mestiza" y no exclusivamente desde "el
3 OIE. La educación para todos para aprender a vivir juntos: contenidos patrono y el vasallo" como lo plantean estos autores. El concepto de
y estrategias de aprendizaje-problemas y soluciones. mesticidad ha sido trabajado por María Teresa Uribe en la Universidad
http//www.UNESCO.org de Antioquia, Departamento de Historia.
4 Gómez E., Jairo H. "La construcción de ciudadanía: ¿Más allá del 7 Torrado, M. C. (1998). De la evaluación de aptitudes a la evaluación
aprendizaje cívico?", IDEP, en: Aula Urbana, No. 40, Bogotá, Instituto por competencias, Bogotá, Icfes, 53 pp. (RAE 3276).
para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico -IDEP-,
abril-mayo de 2003, pp. 1, 12 y 13. 8 Colombia al filo de la oportunidad. Bogotá, Editorial Magisterio, 1994.
García Márquez, G. Por un país al alcance de los niños.
5 El proyecto de investigación que da origen a estas reflexiones se ha
denominado "Las competencias sociales en la institución escolar", y 9 Hernández, C. A.; Rocha, A., y Verano, L. (1998). Exámenes de esta-
en sus tres etapas ha estado financiado por la Universidad Pedagógi- do: una propuesta de evaluación por competencias, Bogotá, Icfes, 59
ca Nacional. Sus resultados están inéditos. pp. (RAE 3286).

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cuales debe responder una educación de prensión de los fundamentos de las ciencias
calidad en contextos cambiantes -cuando no y las nuevas tecnologías; la capacidad de ana-
azarosos- y globalizados. Estas discusiones lizar problemas; la capacidad de distinguir
han estado relacionadas con la formación hechos y consecuencias.
para las competencias sociales. El hito que
marcó el documento de la Unesco-Cepal En un trabajo anterior13, este autor planteaba
(1991), Educación y conocimiento, eje de la trans- la crisis de la institución educativa en el
formación productiva con equidad, puso de pre- momento actual, ya que la escuela debe asu-
sente la necesidad de formar un futuro ciu- mir funciones tradicionalmente llevadas a
dadano, que pudiera ejercer las competencias cabo por la familia. Esta instancia ha dejado
que lo definen como tal, en cuanto a posibi- de socializar a niños y jóvenes, haciendo que
lidad de participación en las distintas instan- la escuela y la televisión realicen esta tarea.Tal
cias sociales y políticas; con capacidad para situación ha llevado a que la escuela se pre-
trabajar en equipo; con aptitud para decodi- gunte por su función y que entre su misión
ficar los códigos de la modernidad y con un aparezca la formación de las capacidades de
pensamiento abierto y tolerante10. análisis y síntesis, de trabajo en equipo y de
creatividad. El acceso a la modernidad impli-
Más recientemente, José Joaquín Brunner11 ca un fuerte desarrollo de capacidades básicas,
llama la atención sobre los cambios a los que es decir, de capacidades y competencias que
se verá abocado el mercado del trabajo, ya puedan desarrollarse en las primeras etapas de
que no solo se palpará el auge de la virtuali- la vida. Reafirmando esta preocupación,
dad, sino que también existirá una jerarquía Tedesco propone que la escuela desarrolle la
en las ocupaciones. En ella el papel de los capacidad para adaptarse a situaciones nuevas:
analistas simbólicos, entendidos como aquellos el sentido de responsabilidad y disciplina per-
que pueden producir conocimiento a partir sonal; el sentido de la decisión y el compro-
del saber acumulado, será cada vez más des- miso; la iniciativa, la creatividad y el espíritu
tacado. Juan Carlos Tedesco, al referirse a la de la profesionalidad; el civismo y el sentido
formación de maestros, en el marco de un de servicio a la comunidad14.
evento12 organizado por la Universidad
Pedagógica Nacional, llamaba la atención Estas metas coinciden con propuestas como
sobre las capacidades que necesita desarrollar las de Savater y Camps, dos españoles que
una educación para los nuevos tiempos. han pensado, desde la teoría de los valores, las
Tedesco propone como competencias a nivel nuevas funciones de la escuela. Savater afir-
cognitivo el dominio de la lengua materna, ma que la autonomía, la cooperación, la par-
la capacidad de comunicarse y de compren- ticipación y la solidaridad son las pautas de la
der, al menos, una lengua extranjera; la com- ciudadanía15. También recalca el hecho de
que ellas no aparecen espontáneamente:
10 Cepal-Unesco (1991). Educación y conocimiento, eje de la transfor-
mación productiva con equidad, Santiago.
13 Tedesco, J. C. (1995). El nuevo pacto educativo, Madrid, Anaya, 190 pp.
11 Brunner, J. J. (2000). Educación: escenarios de futuro. Santiago,
PREAL, 51 pp. 14 Ibídem.
12 Tedesco, J. C. (2000). Conferencia: Encuentro sobre formación de 15 Savater, F. (2000). "¿Educar para qué?", en: Aula Urbana, No. 19,
docentes, Bogotá, marzo (transcripción). Bogotá, IDEP, abril, pp. 14 y 15.

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Gloria Calvo

“Hay que inculcarlas de alguna manera, La noción de competencia social, entendida


fabricarlas, desarrollarlas por vía de la educa- dentro del desplazamiento teórico que
ción. Es verdad que todo esto es complicado, implican las competencias, desborda el clási-
porque además de todo lo que hemos dicho co planteamiento de los valores. Si se recuer-
está lo que llamamos la instrucción: para que da la definición más comúnmente aceptada,
la gente empiece a escribir, a contar, a hacer en el sentido de que la competencia es un
cálculos, tiene que aprender geografía, física saber hacer en contexto, es necesario observar
y otras cosas. Es decir, hay una serie de cono- las competencias sociales dentro de los con-
cimientos previos y técnicos que deben textos de socialización que viven los niños y
aprenderse. No puede haber un ciudadano lleno jóvenes de uno y otro sexo. Este proyecto de
de virtudes cívicas, que no sepa nada de nada”. investigación juzgó conveniente analizarlas
dentro de la institución escolar y en particu-
Por su parte,Victoria Camps, en un contex- lar en el aula de clase.
to filosófico más amplio, desarrolla en su
libro Los valores de la educación16 la tesis rela- Si recogemos el planteamiento de Tedesco
cionada con el empeño de hacer de la edu- en el Nuevo Pacto Educativo, la escuela, al
cación algo más que la enseñanza de unas cumplir parte de los procesos que constitu-
asignaturas más o menos regularizadas.“Si la yen la socialización primaria, estaría gene-
educación ha de proponerse no sólo la ins- rando pautas para que la autonomía, la coo-
trucción en unas materias, sino la formación peración, la solidaridad, la justicia y la tole-
de las personas, es urgente que incorpore rancia se pusieran en juego. Igualmente, si la
explícitamente los valores éticos que hoy figura del maestro está ejerciendo una
juzgamos básicos y fundamentales ... valores influencia mayor que la tradicionalmente
que, lejos de constituirse en pilares de doc- aceptada en cuanto a patrón de identifica-
trinas sectarias, son el punto de partida ción, su comportamiento, su manera de lle-
ineludible para el diálogo y para el consenso var la clase, en fin, su práctica pedagógica podría
sobre normas y actitudes que aún no com- favorecer o entorpecer las manifestaciones
partimos”17. de las competencias sociales.

Tanto Savater como Camps aportan concep- Si como afirma Savater, las competencias
tualizaciones sobre autonomía, cooperación, sociales no se dan en forma espontánea, ¿qué
participación, solidaridad, igualdad y tole- las favorece o qué las entorpece? Esta pre-
rancia, cada uno de ellos desde su perspecti- gunta originó un rastreo documental que
va teórica. Sin embargo, los dos autores enfa- llevó a la necesidad de repasar las nociones
tizan en la necesidad de una ética civil que de aprendizaje social. En este punto específi-
fundamente un diálogo constructivo y críti- co se estudió a Pozo18, para quien las habili-
co sobre lo que se debe enseñar a los niños dades sociales19 no se adquieren solo como
y jóvenes de ambos sexos. producto de nuestra interacción individual

18 Pozo, I. (1999). Aprendices y maestros. La nueva cultura del aprendi-


16 Camps, V. (1998). Los valores de la educación, Madrid, Anaya, 132 pp. zaje, Madrid, Alianza Editorial.
17 Camps, op. cit., p. 5. 19 Término utilizado en la literatura española sobre el tema.

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con otros objetos y personas, sino que se Estas consideraciones nos llevan a plantear
adquieren como consecuencia de nuestra que en las interacciones que ocurren en los
pertenencia a ciertos grupos sociales. espacios institucionales (relación maestro-
alumno-alumno-alumno), tanto aquellas
Pozo da un gran peso a la teoría del aprendi- relacionadas con la construcción de conoci-
zaje social cognitivo de Bandura: “la mayor miento, como otras menos formales, relacio-
parte de nuestras conductas sociales las nadas con el accionar diario entre los distin-
adquirimos viendo cómo otros las ejecutan tos actores de la comunidad escolar, tiene
... el modelado sirve no sólo para adquirir lugar la formación de las representaciones
conductas nuevas (deseables, como ayudar a sociales de autonomía, cooperación, partici-
un compañero que lo necesita, pero también pación, solidaridad, igualdad y tolerancia,
indeseables, como las conductas violentas) que se expresarán en forma de competencias
sino incluso para inhibirlas (el aprendiz que sociales en los espacios cotidianos de la ins-
evita conductas disruptivas cuando ve que a titución escolar y muy especialmente en el
otros se las castigan) o para desinhibirlas o aula de clase.
facilitarlas...20”. Para Pozo, el proceso de
modelado se produce en forma continua en En síntesis, las competencias sociales son
nuestra vida social, de forma más implícita aquellas habilidades necesarias para la
que explícita. En este proceso, padres, convivencia en lo social y en lo afectivo y
madres, maestros, personajes célebres actúan para el ejercicio de la ciudadanía en lo
como modelos con los cuales tendemos a político.
identificarnos y a reproducir sus habilidades
sociales, sin clara conciencia de ello. Aunque 3. El papel socializador
Pozo desarrolla el aprendizaje de habilidades de la institución escolar
sociales por medio del modelado y el juego
de roles, concluye que: “Tanto la adopción
de roles como la solución de problemas Los roles de la educación en la sociedad
interpersonales trascienden el aprendizaje actual se han visto abocados a replantear su
por modelado, al incidir en la importancia de dimensión en cuanto a la formación ética y
las representaciones que el aprendiz tiene la educación en valores para la participación
con respecto a los otros y a las situaciones de democrática (Hoyos, G. 2000). En Colom-
interacción en que debe desplegar sus habi- bia, la tangible vivencia de la violencia lleva
lidades. De hecho, la adquisición de habilida- a que los discursos que sustentan la institu-
des sociales, como tantos otros ámbitos, han cionalización de la democracia por medio de
ido abandonando cada vez más su enfoque la educación y la cultura cobren aún mayor
conductual original para adoptar un enfoque importancia. La problemática principal que
cognitivo, centrado en la formación y el viven cientos de miles de niños es el despla-
cambio de representaciones sociales21. zamiento, la pobreza y la marginalización
social, que causan una crisis de identidad,
20 Pozo, op. cit., p. 245.
originando traumas psicológicos y por lo
21 Camps, op. cit., p. 5. general impidiendo el proceso de socializa-

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ción22 por la falta de acceso a la educación23. incluso de la fuerza. El proceso societal de


Este vacío, asociado con la ausencia de con- definición de un nuevo ordenamiento polí-
diciones mínimas de salud y educación, hace tico debe abordar todas y cada una de las ins-
que muchos niños se vinculen con pandillas, tancias de la dinámica de destrucción social
en donde aprenden la ley de la calle y parti- de Colombia, en las esferas económica, polí-
cipan en un proceso que se puede denomi- tica, social y cultural”25.
nar de “desocialización”. De los niños afec-
tados por la guerra, 18% han matado, 60% La cotidianidad de los colombianos, pero
han visto matar y 18% han sido testigos de la especialmente la de los niños, plantea serios
tortura24. desafíos para el proceso de socialización pri-
maria, necesario para su inserción en la vida
En este orden de ideas, cobran especial en comunidad y, por ende, para la continuidad
importancia las palabras de Garay, en cuanto de la democracia.“No ha sido posible que las
a la relación entre el quehacer pedagógico y escuelas y colegios del país queden por fuera
el papel de la formación para la convivencia de la guerra […] En Santamaría y Vegalarga
ciudadana, la cual debe ser “aprehendida (Huila) tres establecimientos fueron destrui-
como el fin inmediato y a la vez último de dos con los últimos ataques de la guerrilla.
un ordenamiento político que resulta del Mil ochocientos estudiantes se vieron afecta-
acuerdo y del entendimiento entre los dife- dos […] También es el caso del colegio José
rentes grupos y sectores de la sociedad, en el Eustasio Rivera de Mitú (Putumayo) que ha
que las diferencias de intereses y posiciones sido destruido varias veces por la guerrilla”26.
sean resueltas por medio de la convicción y ¿Cómo garantizar la construcción de un ciu-
no de la imposición de unos frente a otros, a dadano en un ambiente que excluye de la
través de la violencia, el poder coactivo o civilidad a todo ser humano, al forzarlo a vivir
en función de su sobrevivencia más que en el
desarrollo de su dimensión política? La res-
22 Vale la pena recordar que, desde el punto de vista de Gabriel Almond
(1996), la socialización está determinada por los valores inculcados puesta aún está lejos de ser vislumbrada, pero
desde la niñez, y conforma las actitudes y patrones de comporta-
miento político de los individuos pertenecientes a una determinada se realizan esfuerzos, al tratar de garantizar que
cultura, lo cual posibilita la construcción de la identidad nacional, étni- la escuela sea un ambiente de paz, en el cual
ca, de clase, religiosa, los valores acerca de lo correcto; en resumi-
das cuentas, configuran el comportamiento político en los individuos. los conflictos -tan necesarios para la forma-
Este mismo autor señala tres formas principales para la socialización:
Forma de transmisión y aprendizaje directa, la cual envuelve una ción del ser humano como persona-puedan
comunicación explícita de la información, los valores o los sentimien-
tos políticos de un pueblo por medio de la práctica pedagógica de los abordarse desde una perspectiva de tolerancia
cursos en las escuelas. Forma indirecta, cuando las vías políticas son
inadvertidamente moldeadas por nuestra experiencia. Por ejemplo, la y de respeto.
acomodación o la agresión en la infancia marcaría el comportamien-
to en lo político. Las privaciones y sufrimientos determinarían en el
individuo un particular énfasis en la adquisición de bienes materiales. Otro proceso de índole diferente, pero que
En la socialización continua a través de la vida, las actitudes son
reforzadas o adaptadas a través de las experiencias sociales: el tra- afecta de igual manera la socialización pri-
bajo, los amigos, la familia, la transmisión de valores en torno a lo
político. Los grandes eventos impactan la vida de los jóvenes y las
personas.
25 Garay, Luis Jorge (1999). "Reflexiones en torno a la crisis colombia-
23 "Según la Defensoría del Pueblo, 1´100.000 niños, desde 1995, han na", en: Coyuntura política, No. 14, Bogotá, Corporación Diálogo
tenido que dejar la escuela por cuenta del conflicto armado y del des- Democrático, p. 10. Citado por Guillermo Hoyos, 2000.
plazamiento forzado": Jerez, Ángela. "Mambrú no tendrá guerra", en: El
Tiempo, miércoles 16 de agosto de 2000, separata Educación y Paz. 26 El Tiempo. "Semilleros de la nueva Colombia. Escuelas en medio de
la guerra", en: El Tiempo, miércoles 16 de agosto de 2000, separata
24 El Tiempo. Lunes 25 de septiembre de 2000, pp. 1-3. Educación y Paz.

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La escuela y la formación de competencias sociales: un camino para la paz

maria de las nuevas generaciones, es el de la “Cuando hablamos de la cultura política de una


modernización y globalización de la socie- sociedad, nos referimos al sistema político que
dad. La era de la información plantea nuevos informa los conocimientos, sentimientos y valora-
desafíos a las instituciones sociales, ya que los ciones de su población. Las personas son inducidas
procesos de socialización y de relación del a dicho sistema, lo mismo que son socializadas
individuo con el mundo se ven abocados a hacia papeles y sistemas sociales no políticos”
profundas transformaciones. “La familia, por (Almond y Verba, 1992: 180).
ejemplo, deja de ser el núcleo principal de
socialización de las nuevas generaciones [...] La cultura política de una nación consiste en
han llamado a la institución educativa a la particular distribución entre sus miem-
reemplazar a la familia en su rol socializa- bros, de las pautas de orientación hacia los
dor”27. Aunque la peristencia de los tejidos objetos políticos29.
familiares en Colombia parecen más fuertes
que en los EE. UU. y los países de Europa En un sistema democrático, en tanto que se
occidental, los cambios de la sociedad repre- supone que es posible y necesaria la participa-
sentan un reto adicional para las instituciones ción de todos los individuos en el proceso de
educativas. construcción de la esfera pública, la cultura
política predominante está orientada hacia la
4. La interrelación entre Estado, participación. Una cultura política de partici-
cultura política y socialización política28 pación, tal y como la conciben Almond y
Verba (1992), es aquella en la que los miem-
La cultura política hace referencia a la forma bros de la sociedad tienden a estar explícita-
como los ciudadanos pertenecientes a un mente orientados hacia el sistema como un
determinado sistema político se orientan todo y hacia sus estructuras y procesos políti-
hacia la administración pública y las institu- cos y administrativos. Los individuos tienden a
ciones del Estado. Por lo tanto, define pará- desempeñar un rol activo en la política, siendo
metros conductuales de los individuos en el a la vez sujetos de la ley y la autoridad, y
ejercicio de su dimensión política. De acuer- miembros de grupos de asociación. El funcio-
do con Almond y Verba (1992), el término namiento de un sistema democrático reposa
cultura política se refiere a orientaciones en el ciudadano, en el ejercicio de la ciudada-
específicamente políticas, posturas referentes nía y en la participación social. Por lo tanto, la
al sistema político y sus diferentes elementos. socialización de la cultura política transmite,
También hace alusión a las actitudes relacio- en una democracia30, valores y virtudes cívicas
nadas con la función del individuo dentro de
dicho sistema: 29 Esta orientación incluye: 1) una orientación cognitiva, referente a
conocimientos y creencias acerca del sistema político y de las fun-
ciones de este en cuanto a la canalización de demandas por parte de
27 Camargo, Marina (2000). "Las competencias cognoscitivas y sociales la sociedad y su traducción en políticas efectivas; 2) una orientación
en la institución escolar". Informe de Avance, Universidad Pedagógi- afectiva o sentimientos acerca del sistema político; 3) una orientación
ca Nacional-Centro de Investigaciones -CIUP-, enero. evaluativa, que reúne los juicios y opiniones sobre los objetos políti-
cos (Almond y Verba, 1992).
28 Estas reflexiones corresponden al enfoque del estructural-funciona-
lismo, ya que este reivindica la importancia política del individuo 30 Vale la pena resaltar, en un primer momento, que desde la perspec-
corriente (Almond y Verba, 1992). Recoge la necesidad de introducir tiva de este trabajo, la democracia no solo atañe a los ciudadanos,
en la reflexión sobre la formación para las competencias sociales los capaces de votar en elecciones periódicas, competitivas y transpa-
aportes de la Ciencia Política. rentes (Almond y Powell, 1996).

Educación y Educadores 75
Gloria Calvo

encaminadas a empoderar al individuo y al “La cultura mixta de súbdito y parti-


ciudadano de civilidad. cipación es el problema más conoci-
do, e incluso más actual en Occiden-
Pese a que la cultura política parecería ser te. El paso positivo de una cultura de
congruente con la dimensión política del súbdito a otra de participación abarca
homo sapiens, puede presentar elementos de la difusión de orientaciones positivas
las otras dos culturas políticas identificadas hacia una infraestructura democrática,
por Almond y Verba (1992), que entorpecen la aceptación de normas de obligación
la participación: la parroquial31 y la de súbdi- cívica y el desarrollo de un sentido de
to32. Esa mezcla de culturas políticas se pre- competencia cívica en una propor-
senta a raíz de imperfecciones en los procesos ción substancial de la población”
de socialización política, las preferencias per- (Almond y Verba. 1992: 191).
sonales y las limitaciones de oportunidades
para participar activamente en el sistema. Por Tanto Dawson y Prewitt (1969), como
lo tanto “el ciudadano es una mezcla particular de Almond y Verba (1965 y 1996) reconocen
orientaciones de participación, de súbdito y de como agencias de socialización a la familia,
parroquiano, y la cultura cívica es una mezcla par- en la medida en que transmite valores que
ticular de ciudadanos, súbditos y elementos parro- reglan diferentes dimensiones de la cons-
quiales” (Almond y Verba, 1992: 185). trucción de relaciones entre sujetos sociales,
dentro y fuera de ella; reproduce valores de
En la cultura mixta, de súbdito y participa- respeto a la autoridad, la obediencia, percep-
ción, las orientaciones de participación se ción de la clase a la cual se pertenece, la
han difundido solamente entre una parte de integración al sistema político, valores reli-
la población, y ese estrato de la población giosos, étnicos, etc.; la escuela, ya que allí se
orientado hacia la participación no logra imparten y se comparten valores y roles
constituirse en un cuerpo competente de como la obediencia a las leyes, se refuerzan
ciudadanos. Además, las fallas estructurales los valores y símbolos patrios y la aceptación
que acompañan la cultura mixta de súbdito del sistema de gobierno. Sin embargo, se
y participación y la frecuente ineficacia de la acota que la socialización que esta institu-
infraestructura democrática y del sistema ción realiza no es la misma para todos los
gubernamental tienden a producir orienta- miembros de la sociedad, ya que los de
ciones hacia la alineación entre quienes esta- mayor educación son más propensos a la
rían orientados hacia la democracia (Almond participación política; en las instituciones
y Verba, 1992). religiosas, los líderes religiosos son a la vez
maestros en la formación de los jóvenes, de
31 "En estas sociedades no hay roles políticos especializados: el lideraz-
tal suerte que por esta vía se transmiten los
go, la jefatura del clan o de la tribu, el chamanismo, son roles difusos valores, la obediencia y la ideología como
de tipo político-económico-religioso y, para los miembros de estas
sociedades, las orientaciones políticas hacia dichos roles no están formas de socialización política. En Polonia,
separadas de sus orientaciones religiosas o sociales" (Almond y
Verba, 1992: 182). por ejemplo, es muy fuerte la presencia del
32 Consiste en una relación pasiva del sujeto frente al sistema. Está catolicismo, al punto de incidir de manera
afectivamente orientado hacia la autoridad y la evalúa (Almond y
Verba, 1992). determinante en la política. Igualmente

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La escuela y la formación de competencias sociales: un camino para la paz

sucede con la formación dada a los jóvenes No hay que olvidar que la escuela es quizá
en el mundo islámico. Otros agentes de uno de los primeros espacios que ponen en
socialización política están representados juego relaciones entre pares y la autoridad.
por los grupos de pares33 y la ocupación, la También allí se construyen las relaciones con
clase y el estatus. Los medios de comunica- el conocimiento. La manera como estas se
ción también actúan como socializadores de establezcan influye en la capacidad de aper-
la cultura política, así como los grupos de tura para relacionarse con los otros, de ser
interés, los partidos políticos, el contacto tolerantes, de reconocer y valorar las diferen-
directo con el gobierno, y las tendencias cias y de valorar la verdad. En suma, el clima
contemporáneas en la cultura política. institucional en los planteles educativos
cumple un rol capital en la estructuración de
5. La dimensión política sujetos autónomos con habilidades para la
de los colombianos desde lo educativo vida en sociedad.

En el contexto actual, las políticas educativas La institución escolar desempeña un papel


han establecido como prioridad la forma- primordial en la socialización34 del niño y de
ción para las competencias cognitivas, olvi- la niña, ya que en ella se aprenden y se des-
dando que para la vida en comunidad es arrollan algunos de los hábitos sociales que
necesario formar para las competencias en un primer momento se adquirieron en el
sociales, entendidas como el desarrollo de las seno familiar35. El colegio ofrece a los niños
habilidades necesarias para la convivencia en lo y niñas la posibilidad de asumir relaciones
social y lo afectivo y para el ejercicio de la ciuda- horizontales, que constituirán una experien-
danía en lo político. La educación ha privile- cia de vida en su socialización como sujetos
giado la formación de competencias cognos- pertenecientes a una comunidad.
citivas, olvidando su compromiso con la for-
mación de ciudadanos pluralistas compro- Por lo tanto, el rol de una institución educa-
metidos con el bien común. Como lo afirma tiva como transmisora de la cultura política,
Michael Walzer (1990), la educación es el la convierte en un ambiente en el cual se
mejor recurso con el que cuentan los pue- gesta la matriz cultural de los niños y las
blos para hacer realidad la justicia y la equi- niñas que a ella asisten. La socialización de
dad. La finalidad no es reprimir las diferen- principios, como el respeto y la tolerancia, se
cias sino más bien expresarlas, reconocerlas y convierte en un eje transversal sobre el cual
valorarlas, con el ánimo de construir espacios un sistema político se apoya en aras de con-
en los que niños y niñas experimenten las solidar y reproducir una cultura política en
bondades del pluralismo y su potencialidad las futuras generaciones. De esta manera, la
en la creación de comunidad.
34 Entendemos por socialización el proceso por el cual el individuo
adquiere las conductas, valores, creencias, normas y motivos apre-
ciados por su familia y por el grupo cultural al que pertenece.
33 Se caracterizan por su igualdad de estatus, defensa de intereses 35 Reina Flores, María del Carmen, et alii (2000). "Construcción de la
comunes, valores y actitudes compartidas: la cultura juvenil de con- noción de escuela". Departamento de Psicología Evolutiva y de la
formidad con los estratos. Véase, por ejemplo, los skinheads y su par- Educación, Facultad de Psicología, Universidad de Sevilla, en: Boletín,
ticular punto de vista político, las fraternidades, los grupos de traba- No. 9, Organización de Estados Iberoamericanos -OEI-. Extraído del
jo, etc. website de la Organización de Estados Iberoamericanos.

Educación y Educadores, Volumen No. 6 77


Gloria Calvo

escuela genera espacios en los cuales los tas sociales37. Esta dinámica entre la subjetivi-
niños y las niñas desarrollan sus habilidades dad y la objetividad en la construcción de las
sociales para adaptarse en un ambiente relaciones sociales evidencia la importancia
democrático. que cobra en el aula de clase la necesidad de
fijar de común acuerdo entre docentes y estu-
Este proceso cobra especial importancia en diantes cómo se van a entender principios
un momento como el actual, en el cual tanto como el respeto y la tolerancia, como un pri-
el diseño como la implementación de políti- mer paso en el establecimiento de un clima
cas públicas buscan favorecer el consenso y la institucional en el que no se desdibujen las
participación de la comunidad a la que estas reglas del juego y las fronteras entre lo permi-
van dirigidas36. En un momento histórico en tido y el laisser faire.
el cual el paulatino desmonte del Estado
parece no detenerse, las comunidades -y en Los lineamientos curriculares referentes a
particular el individuo- están cada vez más este tema plantean que la educación cívica
convocadas a reivindicar su dimensión polí- debe intentar formar ciudadanía en torno a
tica. En un momento en el cual el ciudada- tres ejes: el desarrollo de la autonomía y de
no es llamado a participar como consumi- habilidades para la vida en convivencia, el
dor, tal como lo señala Nuria Cunill (1997), aporte en la construcción de una cultura
se hace imperativo fortalecer su participa- política para la democracia y el conocimien-
ción en la esfera pública, ejerciendo su natu- to de las instituciones y la dinámica política.
raleza política. La consolidación de la cultu-
ra democrática y la reivindicación de la En Colombia, esta realidad ha sido percibida e
dimensión política del homo sapiens se hacen incorporada dentro de los lineamientos curri-
cada vez más necesarias. La escuela, como culares diseñados por el Ministerio de Educa-
agencia de socialización política, adquiere en ción Nacional -MEN- insistiendo en la nece-
este proceso un rol preponderante. sidad de que el aprendizaje de la ciudadanía,
más que un discurso, sea una vivencia surgida
El discurso social, como contrato simbólico, de la experiencia escolar. “La democracia es
deposita anticipadamente para el niño/a la una forma de vivir que se asume viviéndola”38.
oferta de un lugar en donde ubicarse y un
espacio de reconocimiento. Los procesos sub- 6. Potenciación de la socialización
jetivos por los cuales los contenidos social- política a través de la Ley 115 de 1994
mente construidos se van incorporando en el
individuo, y resultan finalmente aceptados por Una vez realizada la exposición anterior,
el sujeto como propios, son construcciones conviene entrar en materia sobre el rol de
representacionales que enlazan referencias
primarias, históricas y singulares con las ofer-
37 Wettengel, Luisa (2000). "Los discursos que preceden las palabras
del maestro", Facultad de Psicología-Universidad de Buenos Aires,
Instituto de Investigaciones, en: Boletín, No. 5, OEI, abril. Extraído del
36 Al respecto, vale la pena remitirse a Klijn, Erck-Hans; Koppenjan, website de la Organización de Estados Iberoamericanos.
Joop; Termeer, Katrien. Gerencia de redes en el sector público: estu-
dio teórico de estrategias para gerenciar redes políticas, Washington, 38 Ministerio de Educación Nacional-República de Colombia. Dirección
Banco Interamericano de Desarrollo-Instituto Interamericano para el General de Investigación y Desarrollo Pedagógico, Grupo de Investi-
Desarrollo Social -INDES-, 1996, 19 pp. gación Pedagógica. Op cit.

78 Universidad de La Sabana. Facultad de Educación


La escuela y la formación de competencias sociales: un camino para la paz

socialización política que efectúa la escuela dades para participar en la vida pública, los
en Colombia. ¿Cómo socializa la escuela la procesos de decisión en las áreas locales son
tolerancia y el respeto en un país en conflic- vistos como una estrategia para incrementar
to en el cual la diferencia alimenta la guerra? el poder de la clase política de las entidades
territoriales y no como una herramienta
En general, la política educativa en América para dar respuesta a las necesidades popula-
Latina se ha empezado a preocupar por las res. La descentralización ha creado nuevos
dinámicas que se viven en la escuela, ponien- centros de poder y nuevos focos de patro-
do el acento en la descentralización educati- nazgo que en ocasiones llevan a acrecentar el
va y en la gestión escolar, reconociendo no clientelismo.
solo que ella es el punto desde donde se
genera el proceso de aprendizaje, sino reivin- Frente a esta dinámica entre la ampliación de
dicando su rol en la socialización política de los espacios de participación ciudadana en la
los niños y las niñas y, por lo tanto, recono- vida pública, el nacimiento de nuevas formas
ciendo su importancia para la reproducción de gestión social y la tradicional apatía hacia
de la cultura democrática. la participación activa en los procesos de
toma de decisión por parte de las comunida-
En Colombia, el proceso de descentraliza- des, se evidencia la necesidad de fortalecer la
ción educativa se ha traducido en posibilida- socialización de las nuevas generaciones de
des para mejorar la capacidad de gestión colombianos en una cultura democrática.
educativa y de construcción de un nuevo
modelo social en las comunidades donde hay Este proceso de consolidación de la democra-
más firmeza en la decisión local y en donde cia requiere la reivindicación de la dimensión
se abren canales de participación (Banco política del individuo, con el ánimo de evolu-
Mundial, 1995). Esta estrategia para la cionar políticamente de una condición de
modernización del Estado también ha pro- homo sapiens a una de homo gregarius.
movido la democratización, incrementando
el control local y fortaleciendo la sociedad La reforma educativa en Colombia se ha
civil (Hanson, Mark, 1997). La descentraliza- centrado en aspectos relacionados con la
ción obliga a cambiar las prácticas tradicio- gestión escolar (Proyecto Educativo Institu-
nales en términos de dirección, organización cional, Gobierno Escolar) y con la descen-
y gestión en las instituciones escolares; el tralización administrativa y financiera. En
modo como se asumen los problemas y se últimas, la Ley 115 de 1994 -Ley General de
toman las decisiones ha cambiado, abriendo Educación- busca ampliar la participación de
paso a la participación de miembros de la cada uno de los miembros de la institución
comunidad educativa y creando nuevas for- educativa en la concepción y construcción
mas de gestión social (Instituto SER de de su carta de navegación o Proyecto Educa-
Investigación, 1999). tivo Institucional -PEI-.

Si bien la descentralización educativa poten- Tales reformas ponen de presente la necesi-


cia la inclusión social, ofreciendo oportuni- dad de reivindicar y potenciar el rol de la

Educación y Educadores, Volumen No. 6 79


Gloria Calvo

institución escolar como agencia de sociali- teórica y normativamente estos elementos


zación política de niños y niñas, fomentando potencian la transmisión de valores para la
los espacios de reflexión y de trabajo perma- ciudadanía en las nuevas generaciones de
nente en la escuela, alrededor de aspectos colombianos, la ley ha encontrado numero-
que permitan la transmisión de habilidades sos obstáculos o aliados, según la institución
necesarias para la vida en comunidad. educativa, en la cultura escolar. Es así como
se observan casos en los cuales el PEI, el
De acuerdo con los postulados referentes a la Manual de Convivencia y el Gobierno
socialización política de Almond (1996) y a Escolar no son más que requisitos legales
los de Ávila y Camargo (1999: 68), “por con los que se debe cumplir para tener la
medio de la educación, el actor social incor- licencia de funcionamiento. Por el contra-
pora estructuras de significación establecidas rio, en otros planteles educativos estas
que orientan sus intercambios personales y herramientas han iniciado procesos de
lo vinculan, de múltiples maneras, a grupos, construcción consensual, articulando meca-
asociaciones, instituciones y organizaciones, nismos de socialización de la cultura políti-
por medio de significaciones compartidas ca. Al respecto vale la pena señalar que a la
expresadas en valores, normas y utopías luz de los resultados de la investigación de
sociales que le dan sentido a su acción den- Ávila y Camargo (1999: 104), se evidencia
tro de la sociedad”. La cultura se expresa así que las diferentes visiones que tienen sobre
en los modos de organizar la vida para satis- el PEI los miembros de la comunidad edu-
facer las necesidades humanas, en las formas cativa, hacen que coexistan un PEI ideal -
de pensar y concebir el mundo, en las mane- “entendido como un documento cuyo contenido
ras de vivir y valorar, y en las metas que recoge las ideas sobre el deber ser de la institu-
comparten los miembros de un colectivo, ción… plasma la imagen que la institución quie-
pues todo ello orienta la acción individual y re mostrar o vender”-, con un PEI deseo -
colectiva, permitiendo a los actores sociales “entendido como el conjunto de imágenes de
una relación dinámica con la realidad social. deber ser, con las cuales el maestro otorga un sen-
Desde esta perspectiva, la cultura escolar es la tido a su trabajo, sea que éstas las haya derivado
matriz que permite la construcción de signi- de sus procesos formativos o de su experien-
ficaciones compartidas que le dan cohesión e cia”39- y con un PEI real -”entendido como
identidad a la institución escolar, permitien- aquel que de hecho funciona en la práctica, como
do el desarrollo de la ciudadanía. resultado de todo lo que hacen los maestros por
el simple hecho de trabajar en la escuela, aunque
La Ley General de Educación, reconocien- no expliciten sus intencionalidades, y aun cuan-
do la importancia de la institución escolar do no estén construyendo la institución de una
para la consolidación y reproducción de la manera colectiva sino fragmentaria”40. De
democracia, buscó reivindicar su rol sociali- acuerdo con Velandia (1999), esta fragmen-
zador, mediante herramientas como la
construcción consensuada del Proyecto Edu- 39 Ávila, Rafael; Camargo, Marina (1999). La utopía de los PEI en el
cativo Institucional -PEI- y la implementa- laberinto escolar, Universidad Pedagógica Nacional-Colciencias,
Bogotá, p. 105.
ción de los Gobiernos Escolares. Pese a que 40 Ibídem.

80 Universidad de La Sabana. Facultad de Educación


La escuela y la formación de competencias sociales: un camino para la paz

tación de la cultura escolar evidenciada a un espacio institucionalizado que proteja los


través de la desarticulación de sus proyectos esfuerzos del individuo o de un grupo, para
pone de presente que el PEI, como proce- formarse y hacerse reconocer como suje-
so de construcción social de una visión tos42. En este punto nos acercamos a la con-
compartida y de ejercicio de la democracia cepción de identidad individualizada plante-
participativa, requiere de un mejoramiento ada por Charles Taylor (1964) en la Política
continuo. del reconocimiento, según la cual la autenticidad
concebida como la posibilidad de “estar en
La tradicional forma de concebir la esfera contacto con nuestros sentimientos mora-
pública en Colombia requiere de una poten- les”, permite que una persona sea fiel a sí
ciación de la función socializadora de las ins- misma y a su propia cultura. La “política de
tituciones escolares que reivindique la la diferencia”, según este mismo autor, se
dimensión política de los individuos, convir- fundamenta en el potencial universal de
tiéndolos en constructores de su propio moldear y definir nuestra propia identidad,
futuro. Frente a la democratización del siste- como individuos y como cultura; y se con-
ma político en Colombia, la escuela, como trapone a la política de la dignidad igualita-
espacio de socialización de los niños, se con- ria, la cual es en realidad el reflejo de una
vierte en uno de los agentes transmisores de cultura hegemónica, y por lo tanto discrimi-
la cultura ciudadana, y en responsable de natoria. Debido a que somos diferentes, el
generar y preservar una matriz cultural sobre respeto implica el reconocimiento y respeto
la cual se pueda gestar el proceso de evolu- de las diferencias entre los seres humanos.
ción política. La democracia no es viable si se Eso es exactamente el fundamento básico
adopta como una superestructura; debe ser para la Declaración Universal de los Dere-
un régimen que responda al comportamien- chos Humanos, como dicen los dos prime-
to de los habitantes de un determinado ros artículos:
territorio en la esfera pública.
Artículo 1: Todos los seres humanos nacen
7. Respeto: reconociendo libres e iguales en dignidad y derechos y,
las diferencias del otro dotados como están de razón y conciencia,
deben comportarse fraternalmente los unos
Una cultura basada en el reconocimiento del con los otros.
otro, supone una concepción del ser huma-
no que se opone a cualquier forma absoluta Artículo 2: Toda persona tiene todos los
de poder, al tiempo que suscita la voluntad derechos y libertades proclamados en esa
de crear y preservar las condiciones institu- Declaración, sin distinción alguna de raza,
cionales de la libertad personal41. Esta con- color, sexo, idioma, religión, opinión política
junción de elementos llevaría a la consolida-
ción de una cultura democrática, vista como
42 Tanto Rawls (1979) como Tourraine (1994) coinciden en señalar la
cuestión del reconocimiento del sujeto como uno de los problemas
centrales de la democracia. En: Ordóñez, Carlos. "Administración y
41 Marreo, Javier (1995). "La democracia escolar o el sueño de la razón desarrollo de comunidades educativas". Hacia un nuevo paradigma
pedagógica", en: Cuadernos de Pedagogía, CD ROM, No. 234, marzo, de organización escolar, mesa redonda magisterio, Editorial Presen-
p. 2. cia, Bogotá, 1995: 90.

Educación y Educadores 81
Gloria Calvo

o de cualquier otra índole, origen nacional o tolerancia como parte integral de la con-
social, posición económica, nacimiento o ciencia de la nueva generación de los colom-
cualquier otra condición43. bianos. La forma que tome la socialización es
clave para determinar el modo como se des-
La Constitución colombiana de 1991 reco- arrolle la sociedad.
noce que Colombia es un país multicultural
y multiétnico, lo cual constituye una fuente En el ámbito educativo, “las nuevas disposi-
de riqueza y la base de la identidad nacional. ciones, acordes con el espíritu de la nueva
En este sentido, como también es explícito Carta Política, promueven una educación
en la Declaración de los DD. HH. y en la más democrática y respetuosa de la diversi-
Constitución de 1991, la libertad y la demo- dad cultural del país, difusora de los postula-
cracia son componentes necesarios para dos y valores universalmente reconocidos
enraizar el respeto y la tolerancia. Así, se sobre derechos humanos (…)”46. Esta nueva
entiende que el respeto necesariamente tendencia lleva a que, desde la institución
implica la tolerancia, porque para poder res- escolar, se vea la necesidad de promover
petar hay que tolerar. Lo contrario es la into- entre los niños una cultura basada en el reco-
lerancia, el no reconocer y aceptar ciertas nocimiento del otro, la cual supone una con-
diferencias, y hacer un intento de eliminar al cepción del ser humano que se opone a
adversario que no se puede soportar. “La cualquier forma absoluta de poder, al mismo
tolerancia constituye el fundamento ético tiempo que suscita la voluntad de crear y
del sistema democrático, su antítesis, la into- preservar las condiciones institucionales de la
lerancia, establece una correlación directa libertad personal. Esta conjunción de ele-
con el autoritarismo político”44. La historia mentos que propenden por la introyección
nos enseña la futilidad y las consecuencias del respeto por el otro, llevaría a la consoli-
trágicas de los intentos de la homogeneiza- dación de una cultura democrática, vista
ción por medio de supresión y violencia. La como un espacio institucionalizado que pro-
falta de tolerancia significa la ausencia de teja los esfuerzos del individuo o de un
mecanismos para resolver conflictos pacífica- grupo, para formarse y hacerse reconocer
mente, y por consiguiente significa la opre- como sujetos.
sión o la guerra. Se puede decir que la into-
lerancia es “la continuación de la guerra con otros Trasladada al ámbito escolar, esta “política de
medios”45. Para salir de esta experiencia his- la diferencia” llevaría a reconocer el princi-
tórica se quiere fortalecer el respeto y la pio del respeto como herramienta para
admitir la validez de las individualidades y,
43 Universal de los Derechos Humanos, aprobada y proclamada por la por lo tanto, de las subjetividades de cada
Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de
1948. En: "Peace and Brigade International", Cuadernos de autofor- uno de los miembros de la comunidad edu-
mación, No. 2. Derechos Humanos y Derecho Internacional Humani-
tario en Colombia, No. 4. 1994 (documento de uso restringido. Pági- cativa -fuera del aula- y de los alumnos y del
na de Internet de Peace and Brigade International: www. Igc.org).
profesor -dentro del aula.
44 Cisneros, Isidro (1995). "Se escribe tolerancia, pero se debe leer
democracia", en: Revista Universidad de Antioquia, No. 239, enero -
marzo, p. 12.
46 Torrado, María Cristina (1998). De la evaluación de aptitudes a la eva-
45 Adaptación de la célebre frase de Clausewitz, en Von Kriege, según luación de competencias. Serie Investigación y evaluación educativa.
la cual "la política es la continuación de la guerra por otros medios". Servicio Nacional de Pruebas Icfes, Bogotá, marzo, p. 16.

82 Universidad de La Sabana. Facultad de Educación


La escuela y la formación de competencias sociales: un camino para la paz

8. El principio de tolerancia: posición social; sin embargo, la tolerancia no


coexistencia de las subjetividades debe ser confundida con la debilidad”48.

Entendemos este principio dentro del marco Esto último es muy importante y lamenta-
en el cual cobra importancia el reconoci- blemente es la principal falla cuando se
miento de la diferencia -asociado con el res- intenta implementar la tolerancia.Tolerancia
peto-. El principio de la tolerancia se asume significa respeto de ciertas reglas de convi-
entonces desde una concepción que no solo vencia, respeto a ciertas normas preestableci-
implica soportar47 las diferencias que el otro das. El dilema, que no vamos a discutir acá,
tiene con respecto a las mías, sino tratar de es que el cambio de la sociedad, para lo
entender la racionalidad del otro como bueno o lo malo, por lo general es el pro-
fuente de enriquecimiento personal. Así, se ducto de romper las normas preestablecidas,
vuelve al concepto del multiverso, como la la antítesis que conduce a una nueva síntesis.
aceptación de la diferencia. Estar abierto para las sugerencias de los
demás no significa aceptarlas todas; tampoco
Cada “verso del multiverso” es igualmente váli- significa acabar con la pretensión de la exis-
do desde la subjetividad. De acuerdo con tencia de la verdad y de la objetividad. Esto
Maturana (1999), pese a que se pretende que es obvio. Lo difícil consiste en determinar
la construcción racional de conocimiento es dónde debe estar el límite entre lo tolerable
un proceso objetivo, cada actor es poseedor y lo intolerable. No se pretende responder a
de su propia racionalidad, por lo cual no es esta pregunta, sino subrayar que la tolerancia
posible afirmar de manera radical que la con- debe ser amplia, para no caer en prácticas
ducta de una persona es irracional, porque no opresivas e intolerantes.
concuerda con la concepción que uno tiene
de racional. La tolerancia implica que cada De la exposición anterior se desprende la
sugerencia que hacen los otros se considere importancia que cobra la manera como las
como una contribución válida, siendo fuente instituciones educativas propician espacios
de enriquecimiento personal, en vez de adecuados para la creación de la tolerancia, en
rechazarla, sin más, por no corresponder con cuanto competencia social, tan necesaria para
los puntos de vista preestablecidos. la transmisión de la condición de homo gre-
garius, en las nuevas generaciones. La forma-
La tolerancia es un componente inevitable ción de los principios de tolerancia y de res-
en una sociedad que pretenda ser democrá- peto en la escuela revela aún más su impor-
tica. Pero hay que añadir que tolerancia no tancia a la luz de las palabras de Iring Fetscher
significa “la licencia para hacer cualquier (1990): “Cuanto más débil es el sentimiento
cosa y como indulgencia absoluta hacia 'el de la propia identidad […] cuanto más débil
mal' y hacia 'el error'. … La tolerancia tiene es la conciencia del propio valor, tanto mayor
sus límites, ya que tolerar todo sin ningún es la tentación de caer en la intolerancia”49.
tipo de limitaciones conduciría a la descom-
48 Cisneros, Isidro (1995). Op. cit., p. 12.
47 Fetscher, Iring (1991). La tolerancia: una pequeña virtud imprescindi-
ble para la democracia, Barcelona, Gedisa Editorial. 49 Festscher, Iring (1990). Op. cit.

Educación y Educadores, Volumen No. 6 83


Gloria Calvo

9. La práctica docente como espacio Las prácticas docentes ponen en escena la


de formación acción educativa que se da en y desde el aula
de clase.Traducen el saber hacer específico del
Por otra parte, la práctica pedagógica del docente que tiene como objeto propiciar el
maestro, entendida como las costumbres o aprendizaje por parte de los alumnos. Así
hábitos utilizados por los mismos en las situa- entendida, la práctica docente puede ser obje-
ciones cotidianas, determina y posibilita to de reflexión a partir de estrategias deriva-
aprendizajes tales como las competencias das de la investigación cualitativa (Calvo,
sociales. Siendo lo cotidiano para el individuo 2000). Este presupuesto implica reconocer
su espacio más privado, también es, simultáne- que las acciones están orientadas al otro, para
amente, el más público. La cotidianidad de la promover y propiciar su formación.
escuela constituye un espacio de aprendizaje
en cuanto ámbito de socialización en donde 10. Consideraciones finales
se interioriza una gramática de las acciones
humanas (Wittgenstein) que permiten las El reconocimiento de la escuela como agente
relaciones con los demás. Lo cotidiano es el socializador de la cultura política y, por lo
lugar de la vida, es una categoría mediadora y tanto, como motor de inclusión social, requie-
articuladora de la humanidad50. re de la constitución de la equidad educativa.
El acceso de toda la población a una educa-
La práctica docente puede ser entendida ción básica de calidad constituye uno de los
como un modo de acción cotidiano que res- ideales de las sociedades contemporáneas. En
ponde a una lógica y a una táctica que cons- efecto, hoy más que nunca se atribuye a la
truye la existencia del ser humano como educación básica un papel determinante, aun-
individuo. Estas prácticas se caracterizan por que no exclusivo, en la búsqueda de mayor
una estructura multiforme, fragmentaria, equidad social y en la formación de ciudada-
relativa a situaciones y detalles y confiscada a nos capaces de enfrentar los retos de las socie-
ciertas reglas; también por estar especificadas dades contemporáneas (SED, 1999: 5). En
por unos protocolos, con recorridos propios palabras de Tenti52: “Sólo escuelas efectiva-
que se traducen en formalidades o estilos. mente democráticas (con ámbitos de partici-
Dichas prácticas, aunque son más estables pación institucionalizados, derechos y deberes
que sus campos de aplicación, no son totali- estatuidos para todos sus miembros, oportuni-
zadoras, ni forman parte de conjuntos cohe- dades y recursos para el acceso a la informa-
rentes. Por esta razón, se refieren al conjunto ción y la expresión) pueden desarrollar en las
de acciones que -consciente o inconsciente- nuevas generaciones las predisposiciones nece-
mente- el profesor lleva a cabo al enseñar, sarias para el ejercicio de la ciudadanía activa”.
con el propósito de posibilitar el proceso de
aprendizaje51. La formación para las competencias sociales
pasa por un compromiso de la institución
50 Campo, Rafael (2000). Caracterización de una excelente práctica
docente universitaria, San José, Ciudad Universitaria Rodrigo Facio,
pp. 6-20.
52 Tenti, Emilio (2001). La escuela constructora de subjetividad (sin
51 Ídem, p. 17. publicar), p. 6.

84 Universidad de La Sabana. Facultad de Educación


La escuela y la formación de competencias sociales: un camino para la paz

escolar con el respeto y la tolerancia. Tam- democracia sobrepasa el currículo. El reto


bién con el reconocimiento del conflicto y consiste en infundir en las nuevas generacio-
con el compromiso por resolverlo. Si la nes un modo de vida democrático en todos
escuela ha debido asumir el papel de sociali- los aspectos de sus vidas.
zadora por excelencia, la formación para la
ciudadanía, a la que en último término Son numerosos los interrogantes que plantea
apunta la consolidación de las competencias la formación para las competencias sociales.
sociales, debe ser un compromiso institucio- ¿Cómo fomentar en los niños la participa-
nal y no el propósito de un solo docente. Es ción conservando el rigor académico?
necesario reconocer que la formación es un ¿Cómo sensibilizarlos frente a las inquietu-
proceso y como tal depende de muchos fac- des de cada uno de sus pares, en aras de
tores y situaciones. potenciar entre ellos el reconocimiento del
otro? ¿Cómo hacer que el maestro se aleje
La enseñanza para la democracia no es una de su cátedra para que logre formalizar los
tarea fácil. Es necesario que pase por refle- saberes previos con los que los niños llegan
xiones filosóficas acerca del valor y la dig- al aula? ¿Cómo lograr valorar el conflicto en
nidad de todos los seres humanos, a la vez una sociedad en guerra? Cada una de estas
que se desarrolla de manera autónoma la incógnitas amerita una investigación para
responsabilidad que se tiene consigo mismo aproximarse tímidamente a una respuesta.
y con las personas que lo rodean. Las escue- Sin embargo, valdría la pena generar meto-
las y las aulas de clase autoritarias, basadas dologías que permitieran recoger las asocia-
en la obediencia, se oponen al aprendizaje, ciones de los alumnos y valorarlas como
restringen la innovación por parte de los parte del multiverso (Maturana, 1999) y de la
profesores al adherirlos a esquemas rígidos necesidad de tener en cuenta “la unidad y la
y programas prediseñados, con lo cual se diversidad humana; el dominio individual, la
inhibe el desarrollo de la expresión por dimensión sapiens & demens del Homo comple-
parte de los alumnos y de las alumnas. xus” (Morin, 2000).

Educar a futuros ciudadanos democráticos El bucle individuo-especie del que habla


significa concientizarlos del compromiso Morin en Los siete saberes53 cobra impor-
que tienen con el sistema de gobierno en el tancia dentro de la institución escolar, ya que
cual viven, favorecer en ellos la incorpora- el otro no debe ser tratado como enemigo.
ción de su conjunto de valores que rigen La reducción de lo político a lo técnico,
una determinada visión de sociedad y un entre otras limitaciones de las sociedades
modus vivendi. Pese a que estos conocimien- contemporáneas, abogan por una nueva
tos pueden circunscribirse al desarrollo de posibilidad democrática. La regeneración
una cátedra, su transversalidad en la vida de democrática supone la regeneración del
todo ciudadano posibilita la potenciación de civismo y dentro de ésta, la regeneración de
los principios y valores a ellos asociados en
cada una de las disciplinas de estudio en una
53 Morin, Edgar (2000). Les sept savoirs, Unesco (documento extraído
institución escolar. La educación para la de Internet: www.Agora21.org), p. 85.

Educación y Educadores, Volumen No. 6 85


Gloria Calvo

la solidaridad y de la responsabilidad ...”la el aula como espacio para la formación para


clase deber ser el lugar de aprendizaje del la democracia y, en general, para la forma-
debate argumentado, de las reglas necesarias ción de las competencias sociales, tal como
para la discusión, de la toma de conciencia ha sido documentado en este estudio.
de las necesidades y de los procesos de com-
prensión del pensamiento de los demás, de la En el contexto colombiano, la necesidad de
escucha y del respeto de las voces minorita- redemocratizar el sistema político y de conso-
rias y marginadas...”54. lidar la democracia a través de la cultura polí-
tica, hacen que la educación, y el rol de la
Con respecto a la tolerancia, valga la pena escuela como agente de socialización de la
recordar el pacto propiciado por la Unesco: misma, cobre un papel fundamental en el
“Escuchar para entenderse; defender la liber- momento actual. Es urgente centrar la aten-
tad de expresión y la diversidad cultural, pri- ción y priorizar adecuadamente aquellos
vilegiando la escucha y el diálogo sin ceder objetivos que, desde una perspectiva estratégi-
al fanatismo ni al rechazo del otro”. ca y no solo táctica, conviene potenciar para
lograr un cambio social, en el cual se rescate
Es en los espacios cotidianos donde se for- la dimensión política del individuo. Como
man las competencias sociales, donde se cris- parte de una política de postconflicto, a la cual
talizan las contradicciones, donde se viven las tarde o temprano se habrá de llegar, se reque-
modificaciones casi imperceptibles de la rirá del empoderamiento de la ciudadanía y
democracia (Lechner, s.f.), donde se adquie- de la participación social para la construcción
ren las certezas básicas con las que evaluamos de espacios que potencien el progreso indivi-
lo novedoso y lo problemático y de donde se dual y colectivo. Es aquí donde se impone una
desprenden buena parte de los criterios con nueva mirada a la formación que a partir de la
los que enfrentamos las decisiones políticas. educación se propende por el desarrollo de las
En este orden de ideas cobra mayor vigencia competencias sociales.

54 Ídem, p. 84.

86 Universidad de La Sabana. Facultad de Educación


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