En génesis capitulo dos se nos plantea la formula usada por Dios para crear al ser humano, cuando analizamos el texto nos damos cuenta que la unión del aliento de vida más el polvo de la tierra generan un “alma viviente”. Por lo tanto la Biblia enmarca la vida humana solamente bajo esas condiciones. 2) El termino nefesh ֶ֥נפׁש La palabra hebrea que suele traducirse como alma en todo el antiguo testamento es “nefesh”, la cual según el concepto bíblico se refiere al hombre de una manera integral sin hacer una distinción dual de cuerpo y espíritu. Adán no recibió el alma como entidad separada; llegó a ser un alma viviente. Es decir un individuo solo llega a la existencia cuando se da la unión de los dos elementos mencionados en el punto uno. En consecuencia el espíritu o aliento de vida no subsiste sin el cuerpo o polvo de la tierra y viceversa. Nefesh no es una parte de la persona, es la persona; y en muchos casos, se lo traduce como persona. Gén. 14:21; Núm. 5:6, 7; Deut. 10:22; Lev. 11:43. En griego es el equivalente al termino Psuje. 3) la inmortalidad en la biblia no está asociada al hombre En la biblia se usa los términos alma o espíritu más de 1600 veces y nunca se le asocia la con la inmortalidad, y los pocos textos que pudieran sugerir existencia después de la muerte son muy ambiguos o mal comprendidos ejemplo de esto es la parábola del rico y Lázaro o Gn 35:18, en el caso de la primera hay elementos en el texto que sugieren que la parábola es una prosopopeya y en el caso de Gn 35:18 es fácilmente comprensible cuando se lee a la luz del punto uno y dos ya que aquí se usa el termino nefesh para referirse a alma (comparar con otras versiones). 4) 1Tim 1:17; 1 Tim 6:16 Hablan de la inmortalidad. Estos textos y otros similares dejan claro que la inmortalidad es un atributo exclusivo de Dios. Por lo tanto no tiene sentido pensar en un alma inmortal. 5) La vida del hombre está sujeta a la muerte Génesis 2:17 menciona que el hombre pierde la inmortalidad dada por Dios a partir de la entrada del pecado al mundo (Rom 6:23; Gn3:22), la inmortalidad es condicional. Según el contexto del texto esta inmortalidad es aplicable al “alma viviente”, al hombre como tal y no solo a su cuerpo o a su espíritu. Entendemos en consecuencia a la muerte como la cesación de la vida. Es absurdo entonces pensar que después de la muerte aun continúa la vida (aunque esta sea en forma de espíritu, note lo paradójico de este enunciado). 6) Todos estamos sujetos a esa condenación. En consecuencia según Rom 5:12 la muerte es el destino de todos los seres humanos ya que todos pecaron, la inmortalidad es un don de Dios solo tras haberlo aceptado y cuando sea otorgada en la resurrección 1Tes 4:13-18. Slm 49:14,15 7) Es una mentira de Satanás Satanás es quien dijo al ser humano que a pesar de lo que hicieran no morirían Gn 3:4, mentira perpetuada a través de la historia en diferentes formas, la idea de un alma inmortal viene del pensamiento griego que fue absorbido por el cristianismo pagano alrededor del siglo tercero y cuarto. 8) La vida humana es pasajera Refiriéndose tanto al cuerpo como al espíritu (o aliento de vida) textos como Sant. 4:14; Sal. 78:39; Job. 14:2. Dicen que estos no permanecen, son efímeros, pasajeros. 9) La muerte es comparada a un sueño. Textos como: 1 Rey. 2:10; 11:43; 14:20; 31; 15:8; 2 Crón. 21:1; 26:23; Job 14:10-12; Sal. 13:3; Jer. 51:39,57; Dan. 12:2; Mat. 9:24; Mar. 5:39, enseñan que pese a que la muerte es la cesación de la vida no es la aniquilación total de esta, sino más bien es un estado de inconsciencia temporal mientras la persona espera la resurrección. 10) Eclesiastés 9:5 Los muertos nada saben su memoria es puesta en el olvido. Tomando en cuenta que la función de pensamiento se cataloga como algo mental y por lo tanto relacionado al espíritu, entendemos que este texto y los versículos que lo rodean no se limitan a la muerte corporal sino también abarca el espíritu, en otras palabras ambos perecen ya que no son una dualidad sino parte de un todo que es la nefesh o alma viviente. 11) Salmo 146:4 Los que han muerto no tienen ya más pensamientos, estrechamente ligado con el punto anterior. 12) Eclesiastés 9:6 Los que han muerto no tienen más sentimientos o emociones, todo este aspecto deja de existir tras la muerte, esto pone claramente en conflicto la doctrina que dice que hay un cielo o un infierno inmediato a la muerte, o igualmente la doctrina de que al morir vamos al hades o el seno de Abraham temporalmente, ya que de ser así ¿de que serviría? puesto que si unos son condenados y otros están en el paraíso no podrían sentir nada ni sufrimiento, gozo o arrepentimiento, esto contradice claramente la doctrina del rico y lázaro y le quita sentido o relevancia a un castigo o una recompensa. Nuevamente reiteramos que suele decirse que el texto se refiere solo a la existencia física y no espiritual sin embargo recordemos que en la Biblia no existe dicha dualidad (tomar en cuenta punto 10). 13) Los espíritus no se quedan en el mundo Eclesiastés 9:6 y 9:10 también específica que tras la muerte se deja de ser participe en las actividades de este mundo, por lo tanto es imposible que alguien alguna vez vivo se presente en forma de espíritu. 14) Salmo 115:7 Los que han muerto no pueden alabar a Dios. ¿Cómo entonces pueden estar las almas en el cielo alabando a Dios? Tradicionalmente se cree que las almas buenas al morir van al cielo o al seno de Abraham donde adoran a Dios, sin embargo este texto deja claro que no es así. 15) El alma muere Según Ezequiel 18:20 el pecado mata el alma no solo el cuerpo. Este texto presenta directamente que el alma si muere. Para muchos, la sentencia divina de “el alma que pecare, esa morirá” (Eze. 18:20) ha sido invertida para decir que “el alma, aunque peque, vivirá eternamente” 16) Génesis 3:19 Del polvo eres y al polvo volverás. 17) Cuando la persona muere va completa al sepulcro (seol/hades) Textos como: Nm 16:30; Hch 2:27-31; Slm 16:10; Slm 30:3 y a la luz del punto anterior nos muestran que la persona al morir desciende al sepulcro completa, esto indica que los términos de seol y hades, hebreo y griego respectivamente, simplemente hacen referencia al lugar de sepultura de una persona, por eso varias versiones bíblicas han optado por traducir estos términos directamente como sepulcro, abismo o inclusive tumba, esto es importante ya que en varias versiones se traduce mal la palabra hades como infierno. Por ultimo si asumimos que solo el espíritu va al seol o al hades contradicen estos textos que mencionan que el cuerpo también va a estos lugares. 18) El termino espíritu El termino espíritu, a veces traducido como soplo de vida, aliento de vida, viento o respiro es solamente la chispa divina que proporciona vida al cuerpo Jb 34:14; 33:4; 12:6, en las más de 400 veces que se menciona este término tanto en el AT y NT no se menciona como una entidad con conciencia más bien siempre está ligada al cuerpo para que esta pueda existir. 19) Salmo 104:29 El espíritu y el cuerpo “dejan de ser” una vez llegada la muerte. 20) El aliento de vida vuelve a Dios. Así como la tierra proveyó la materia física para generar un ser humano es Dios quien provee el aliento de vida, tal como el cuerpo cesa su existencia al morir y sus componentes regresan a la tierra, así mismo el aliento de vida o espíritu deja la existencia y sus componentes vuelven a Dios (recalcamos la expresión que usa el texto vuelven a Dios, no, vuelven a la presencia de Dios ya que estos términos implican cosas diferentes), esto según Ecl 12:7; Jb 34:14; Slm 146:4; Lc 23:46; Hch 7:59. Como apartado extra podemos inferir a partir de textos como: Rm 8:15; Gl 6:1; Rm 12:11 que los componentes del espíritu hacen referencia a los aspectos de la personalidad y mente de una persona y que por lo tanto estos quedarían en la memoria de Dios hasta el día de la resurrección. 21) Todo aliento de vida o espíritu vuelve a Dios Puesto que en los textos del punto anterior no se hace distinción entre buenos y malos, justos e impíos, creyentes o incrédulos sino que simplemente los textos se limitan a decir que todo aliento de vida vuelve a Dios. ¿Dónde quedan la recompensa y el castigo inmediatos a la muerte del que habla la doctrina de la inmortalidad del alma? 22) Los animales también tienen espíritu Ecl 3:18-22; Gn 7:15-22; 1:20,24; 2:19 dan a entender que tanto humanos y animales poseemos espíritu, si creemos que el espíritu es una parte consciente que sigue existiendo después de la muerte esto traería consigo muchas implicaciones teológicas erradas o sin sentido, como por ejemplo que los animales también van al cielo o al infierno por ende también son juzgados o de no ser así Dios las dejaría vagando en el olvido sin darles importancia, etc. No obstante cuando comprendemos la verdadera naturaleza del espíritu o más bien dicho del aliento de vida este tipo de problemas desaparecen. 23) Buscar la inmortalidad La Biblia nos exhorta en Rm 2:7 a buscar la inmortalidad ¿Por qué nos invitaría a buscarla si nuestra alma ya la tiene? 24) Jesús el único medio La única manera en la que el ser humano puede acceder a la vida eterna es mediante el sacrificio de Cristo, su aceptación y su permanencia en el, ya que como hemos visto la inmortalidad no es un atributo humano. Rm 6:23; 1Jn 5:11; 2Tim 1:10; 1Cor 15:22; etc. 25) La resurrección Con la segunda venida de Jesús se da la resurrección de los muertos, es durante este evento que según Jn 5:28-29; 1Cor 15:51-54; Jb 14:10-17; 19:25-27; Slm 49:15; Is 26:19; 1Tes 4:15-18, etc., los muertos vuelven a la existencia, no antes, cuando prestamos atención a los textos que hablan sobre la resurrección nunca se sugiere la existencia consciente del espíritu o alma en espera a encontrarse con su cuerpo, más bien expresiones como: “traerá a la vida”, “volverán a vivir”, “entonces llamaras”, entre otras sugieren que la vida se les otorgara a los muertos en un tiempo futuro y que solo entonces reanudan su existencia. Si tenemos un alma o espíritu que vive después de la muerte la resurrección pierde sentido por completo ¿para qué revivir a alguien que ya está vivo? Finalmente, es después de su correspondiente resurrección que cada alma recibe su veredicto final sea para condenación eterna o para vida eterna.
Por Alfonso Andrade
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La Segunda Muerte: Una Crítica Bíblico-Teológica Del Mito Pagano Del Infierno Que Sustituyó La Verdad Bíblica Acerca Del Terrible Destino de Los Malvados (A.H. Toledo, 2015)