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Luisa Miranda García.

Seminario de Historia Política.


Reporte de Lectura.

¿Qué es la política?

Para entender esta obra de Hannah Arendt, lo primero que se debe mencionar, es que es un
proyecto inconcluso, en el que la autora trabajó entre 1956 y 1959, y al cual la socióloga
alemana Ursula Ludz le dio sentido, y público en 1993. Se encuentra divida en tres partes,
en donde su argumento central es reflexionar sobre el papel de la política en su tiempo. En
la primera comienza diciendo que la política se basa en el hecho de la pluralidad de los
hombres, por lo cual no hay una respuesta válida a la pregunta ¿qué es la política?, sin
embargo, para Arendt, de lo que la política si trata es del estar juntos los unos con los otros,
organizados en comunidades, a través de la construcción de cuerpos políticos desde la
familia. Otro punto central que detecta es que dentro de la filosofía existen dos motivos por
los que no puede llegar a conocer donde surge la política, uno es zoon politikon, en donde el
hombre es apolítico, ya la política nace entre los hombres, lo que es fuera del hombre, y llega
ser una relación; y la segunda, tiene que ver con la representación monoteísta de Dios, a cuya
imagen y semejanza debe haber sido creado el hombre, lo cual es la guerra de uno contra
todos los otros que tienen una existencia sin sentido.
Arentd relaciona la política, con los prejuicios y el juicio, que existen sobre esta y que
se encuentran presentes en las conversaciones cotidianas del día a día. Por un lado, observa
que los prejuicios, admiten y excluyen a los humanos, mientras que el juico es aquel que
tiene la capacidad de juzgar. Sin embargo, el primero tiene un lado bastante peligroso ya que
son los que ocultan siempre una parte del pasado, por lo que a la hora de emitir un juicio en
el presente se pueden dejar de lado otros aspectos importantes, y agregaría llegar hasta la
distorsión o inclusive manipulación. En este punto, la autora habla de un punto central, al
exponer que la función del prejuicio y las ideologías es la misma, ya que ambas preservan a
quien juzga de exponerse abiertamente a lo real y de tener que afrontarlo pensando, por lo
que lo real siempre debe estar previsto. Arendt también alude que hoy día el tema de
preocupación no es ya el mundo, sino el hombre lo cual para ella es profundamente apolítico,
ya que con esto no se pretende cambiar de organización, ni hay una asociación que influya
en sus miembros.
Luisa Miranda García.
Seminario de Historia Política.
Reporte de Lectura.

En la segunda parte, se cuestiona si ¿tiene la política todavía algún sentido?, y la


Arendt la responde con una palabra la libertad. Una libertad1 que parece haber desaparecido
como consecuencia de los totalitarismos, y del desarrollo de distintas formas de aniquilación,
aquí se refiere específicamente a la bomba atómica o de hidrógeno, y como consecuencia la
política ha pasado ser vista como la que trae la desgracia, y falta de sentido. Para responder
al cuestionamiento del sentido de la política, reflexiona sobre la polis griega, la cual describe
como una particularidad del hombre en donde puede vivir y su organización representa la
suprema forma humana de su convivencia, que puede mantenerse en libertad y autonomía de
lo animal, y la convivencia es una necesidad. Remarca que, a diferencia de la explotación
capitalista, que tiene fines económicos y sirve al enriquecimiento, los antiguos explotaban a
los esclavos para liberar a los señores de su labor, para que se dedicaran a la política. Lo
Arentd, intenta establecer es que el mundo griego el sentido de la política, era una libertad
de no ser dominado y no dominador, mientras que en el momento en que ella vive, es lo
contrario, al tratarse de dominar, y ser dominados, que es el objetivo central de los
totalitarismos.
Un argumento más es que violencia y coacción tenían un sentido muy diferente al
conocido actualmente, ya que, así como la libertad debe ser entendida como algo político y
no como el fin supremo de los medios políticos, ambas eran medios para proteger o fundar
el espacio político, y no formas de control. Mientras que el cristianismo lo que buscó fue el
aislamiento, en el cual incluyó lo que anteriormente había sido público, por lo que libertad
pasa a ser una cuestión de mucho y no de pocos, quienes no deben preocuparse por los temas
del gobierno, que se quedan en unos cuantos. Con la Edad Moderna, lo que cambia es que lo
religioso se remite a lo privado, mientras que el ámbito de la vida y sus necesidades irrumpe
en la forma de sociedad y se vuelve público, aquí el gobierno es el que va a estar para proteger
la libre productividad de la sociedad y la seguridad del individuo en su ámbito privado, y con
lo cual justifica la violencia y el poder2, que pasan a ser una forma de organización de la vida.
Termina este apartado preguntándose si: ¿tiene la política todavía algún sentido?, y

1
Para Arendt, la idea de libertad es igual a comienzo.
2
Arendt, argumenta que el ámbito público-político para a engendra poder y violencia, la cual se ha
trasladado de la esfera privada de lo individual a la esfera pública de los muchos.
Luisa Miranda García.
Seminario de Historia Política.
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respondiendo que el sentido de la política actualmente se refiere a la amenaza que la guerra


y las armas atómicas representan para el hombre.
En su tercera parte, sigue reflexionando sobre el sentido de la política, y sobre todo
lo relaciona con las guerras que traspasaron su siglo, las cuales argumenta que no son
<<tempestades de acero>> que purificasen el aire político ni una <<continuación de la
política con otros medios>> sino enormes catástrofes que pueden llevar al mundo a un
desierto y a la Tierra dejarla sin vida, y su arsenal son los medios de violencia. Para Arendt,
en la política se debe diferenciar entre fin, meta y sentido. En donde el primero tiene que ver
con el término de algo; el segundo, son las que juzgan todo lo que se hace; y el último, tiene
que ver con la duración de una actividad. La autora detecta un cuarto elemento, que es el
principio de la acción, que puede convertirse en meta o en un fin a conseguir. Finalmente, lo
que Arentd, nos está planteando es que, si bien el sentido de una acción con los medios de
violencia se manifiesta en el poder, su fin no es la libertad, sino una coacción violenta, y la
meta es la única que puede eliminar o suavizar el conflicto entre sentido y fin en las guerras
y las revoluciones, ya que observa que la meta es aún la paz, sin embargo, no es el fin. Por
lo que para la autora se vivía un momento en donde la política se había dado con la violencia,
y la paz no evitaba la guerra.

Bibliografía
Arendt, Hannah. 1997. ¿Qué es la política? Traducido por Tosa Sala Carbó. Barcelona:
Paidós.

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