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La rosa Vanidosa.

Descripción: Rosa, la flor más bella del jardín, expulsa al sapo por pensar que es
demasiado feo. Pronto su vanidad recibirá una gran lección.

Personajes: Rosa, Sapo, Araña, Gusano, Caracol

¡Hola! También puedes leer:

 La rosa de Adela

 La rosa azul

 Un ángel en el cielo

ACTO ÚNICO

Se abre el telón y vemos un hermoso jardín en el escenario, repleto de plantas y


flores. En el centro se encuentra la rosa, bella como ninguna y sentada sobre una
mata de hojas. Justo debajo, el sapo bosteza perezosamente.

Rosa: ¡Qué linda mañana! Me encanta amanecer en mi bonito jardín.

El sapo croa y la expresión amable de la rosa cambia por una de desagrado.

Rosa: Ay, pero aquí sigue ese sapo tan feo que arruina mi imagen. ¿Por qué se tiene
que sentar tan cerca de mí? ¡Oye tú!

Sapo: ¿Yo?

Rosa: Si tú, te estoy hablando a ti. ¿No crees que es muy inapropiado que te sientes
debajo de mí?

Sapo: ¿Inapropiado? Pues la verdad es que no veo porque.

Rosa: ¡Solo mírate! Eres demasiado feo. ¡No soporto verte! La gente me admira de
lejos pero no se me acerca porque tú los espantas con tu fealdad. ¿Por eso sabes
qué? Tienes que irte. ¡No te quiero más en mi jardín!

El sapo agacha la cabeza con resignación.

Sapo: Está bien, si eso es lo que quieres, me iré.

El sapo sale de escena y la rosa sonríe satisfecha.


Rosa: ¡Ahora sí, mi jardín es el más bonito!

La rosa se dispone a tomar el sol muy contenta, cuando entra en escena la araña.
Esta se acerca hasta ella maliciosamente y le acaricia un pétalo.

Araña: Vaya, vaya, hasta que te encuentro solita.

Rosa (asustada): ¿Quién eres tú?

Araña: Solo una araña muy hambrienta, hace mucho tiempo que quería probar uno
de tus pétalos. ¿Sabrán tan ricos como se ven?

Rosa: ¡No, por favor! ¡Déjame en paz!

El gusano entra por el otro lado del escenario y se acerca también a la risa, riendo
malvadamente.

Gusano: Seguro que saben deliciosos, yo también tengo antojo de rosas.

La araña y el gusano juegan con los pétalos de la rosa, mientras ella intenta
quitárselos de encima. En ese momento llega el caracol arrastrándose.

Caracol: ¡Eh, no pensaran comérsela toda! Tienen que compartir, yo también quiero
ver a que sabe la rosa.

Araña: Descuida, seguro que hay suficiente para todos.

Gusano: Sí, mírenla, está tan linda y enorme. Y huele tan bien. ¡Será un festín
riquísimo!

Rosa: ¡No, por favor!

El sapo aparece de repente y va saltando hacia ellos.

Sapo: ¡Déjenla! ¡Aléjense de ella, alimañas!

Los villanos retroceden asustados al ver al sapo.

Araña: ¡Ay no, el sapo está de vuelta!

Caracol: ¡Qué mala pata! ¡Pensé que se había ido para siempre!

Gusano: ¡Yo también, que injusto!

Sapo: Pues ya estoy de vuelta, ¡así que largo antes de que me los trague a todos!
Los insectos se alejan corriendo despavoridos.

Rosa: ¡Ay, sapo querido! Muchas gracias por salvarme. Después de lo mala que fui
contigo, me siento muy avergonzada.

Sapo: Ahora entiendes que si estaba en tu jardín era para cuidarte de esas alimañas,
¿verdad?

Rosa: Sí y lamento mucho haberte expulsado. Ahora sé que no debería discriminar a


nadie por su aspecto, ¿me perdonas, sapito?

Sapo: Claro que sí.

Ambos se abrazan.

FIN

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