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Una de las mejores formas de aprender de manera efectiva es emplear

herramientas y trucos mentales que te inspiren y te motiven.


Hablando del aprendizaje en general, debes ser consciente de que
es perfectamente normal tener sentimientos negativos
por tener que ponerte a estudiar,
incluso si es un tema que normalmente te gusta.
Lo importante es cómo gestionas esos sentimientos.
Los investigadores han descubierto que los no procrastinadores dejan a un lado
sus sentimientos negativos, diciéndose a si mismos cosas como
"Deja de perder el tiempo y ponte con ello.
En cuanto empieces, te sentirás mejor."
Si te encuentras a ti mismo evitando ciertas tareas porque te hacen sentir
incómodo, debes saber que hay otra manera útil de replantearselo, que es centrarse en el
aprender a enfocarte en el proceso, no en el producto.
Proceso y no en el Producto. El Proceso es el flujo del tiempo
y los hábitos y acciones asociados con ese flujo de tiempo.
Como en, voy a pasar 20 minutos trabajando.
El Producto es un resultado,
por ejemplo, una tarea que necesitas terminar.
Para evitar la procrastinación, debes evitar centrarte en el producto,
para prestar atención al proceso de construcción.
Los procesos tienen que ver con simples hábitos, hábitos que,
casualmente, te ayudan a hacer las tareas no placenteras que necesitas hacer.
Por ejemplo, digamos que no te gusta hacer la tarea de una clase en particular,
Entonces, postergas hacer esa tarea.
y vas retrasando el hacerla. Piensas "Son sólo cinco preguntas,
no puede ser muy complicado".
En el fondo,
te das cuenta de que responder las cinco preguntas puede ser un trabajo muy largo.
un mundo de fantasía donde las cinco preguntas o el reporte de
Es más fácil fantasear con que las preguntas, el informe de 10 páginas o lo que sea, lo puedes
hacer en el último momento.
El reto es evitar concentrarte en el producto, en las respuestas a las preguntas.
El producto es el que desencadena el dolor que te lleva a la procrastinación.
El producto es lo que desencadena el dolor que te hace procrastinar.
En cambio, debes enfocarte en el proceso o procesos. Las pequeñas fracciones de
tiempo que necesitas durante días o semanas para las preguntas o para algún examen.
A quién le importa si terminas la tarea o si captas
No importa no terminar la tarea o no retener los conceptos clave en una sola sesión.
Sin embargo, lo importante es que, calmadamente, pongas todo tu esfuerzo
durante un corto período: el proceso.
Observa cómo en esta imagen el físico y surfista Garrett Lisi
se centra en el momento, y no en el logro de haber surfeado esa ola.
Para ti, una de las formas más fáciles de enfocarte en el proceso es enfocarte en
hacer un Pomodoro, una sesión de trabajo de 25 minutos, y no en completar una tarea.
La idea esencial es que a la parte zombie habitual de tu cerebro
le gustan los procesos porque puede marchar sin pensar.
Es mucho más fácil conseguir un amable hábito zombie para ayudar
con el Proceso, que para ayudar con el Producto.
Centrándote en el proceso,
y no en el producto, consigues no juzgarte a ti mismo, y relajarte en
el flujo de trabajo. Debes entrenar para seguir en el flujo cuando aparezcan
Así, lograrás, por el contrario, relajarte dejando que el trabajo fluya.
La clave es que cuando surja la distracción, que inevitablemente surgirá,
tienes que estar entrenado para dejar que fluya.
distracciones. Prepararte para
que las distracciones sean mínimas es también buena idea.
Muchos estudiantes consideran útil para concentrarse, estar en
un espacio silencioso, o usar cascos antiruido, si los pueden pagar.
Soy Barbara Oakley. Gracias por Aprender a Aprender.
Gracias por Aprender a Aprender.

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