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Sueldos inferiores a un dólar y condiciones de trabajo deplorables en la empresa deportiva

Nike, eran denunciados por informes de ONG’s y reportajes televisivos.


La marca deportiva Nike tuvo un rápido crecimiento en los años ‘80, convirtiéndose en una
seria amenaza para Adidas y Puma, que dominaban el mercado. La empresa, llegó a ser número
uno en EE.UU. en la década de los ‘90, con una participación por sobre del 30%. Pronto se
transformó en líder mundial, acaparando un 20% de participación a nivel global.
Luego de esta corrida de éxitos, el próximo objetivo de Nike era Europa, donde aún dominaban
sus competidores. La competencia no era en precios, que eran elevados, sino en imagen y
calidad. Nike, Adidas y Reebok gastaban cerca de un 10% de sus ventas en publicidad, aunque
la lucha por los costos seguía siendo relevante.
Nike y Reebok subcontrataban la producción de zapatillas. En los ‘80 eran fabricadas en Taiwán
y Corea del Sur, pero por un tema de costos en los ‘90 comenzaron a producirlas en países como
Indonesia, China, Tailandia, Filipinas y Vietnam.
En particular, Indonesia era un país relevante en el proceso productivo de Nike. Fue entonces
cuando aparecieron algunos informes de ONG’s que denunciaban que en ese país, Nike pagaba
a través de sus subcontratistas sueldos inferiores a un dólar diario y que las condiciones de
trabajo eran deplorables. La reacción de Nike fue argumentar que ése era un problema de los
subcontratistas y que al menos, gracias a ellos, mucha gente tenía un trabajo. A lo único que se
limitó en ese entonces fue a redactar un memorándum, donde les exigía a los subcontratistas
cumplir con la legislación de cada país y acatar ciertas buenas prácticas, que se aplicaron en
1993.
Poco después, un reportaje de la cadena televisiva CBS reveló las condiciones bajo las cuales
se trabajaba en Indonesia fabricando zapatillas Nike. Se denunciaron irregularidades serias. En
algunos casos aún no se cumplía con el salario mínimo. Muchas mujeres vivían en las fábricas
y sólo se les permitía salir, con autorización de la administración, los domingos. Aparecieron
casos de niñas y niños trabajando.
Tres años más tarde, un reportaje en Vietnam mostró abusos físicos con los empleados. Esto
gatilló duras críticas y reacciones que llevaron a ciertos grupos de presión a promover exitosas
campañas de boicot, sobre todo en Europa y USA. Las críticas se centraban en seis puntos
fundamentales: salarios muy bajos, trabajo forzado, condiciones de trabajo deplorables, abuso
físico, hostigamiento y trabajo infantil.
Por si fuera poco, en noviembre de 1997 se filtró un memorando interno de Nike donde se
reconocía que las condiciones en Vietnam eran muy pobres y que se carecía de equipos de
seguridad. Sus empleados estaban expuestos a químicos peligrosos, altos niveles de ruido,
elevadas temperaturas y polvo en suspensión.
Además, se establecía que en promedio trabajaban 700 horas extras al año, cuando la legislación
permitía un máximo de sólo 200 horas adicionales.

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