La Pastoral Educativa de la Diócesis de Nezahualcóyotl, los saluda con alegría en Jesús Maestro y los “felicita en su día”, por la entrega constante en la enseñanza académica de las actuales generaciones. Para el Santo Padre Francisco, es fundamental el aporte a la sociedad donde familia y maestros son los pilares en una educación integral de la persona humana, así lo ha expresado desde que él era Arzobispo en Buenos Aires.
“Maestros…Ustedes son trasmisores de vida, de una vida vivida.
Por eso el docente enseña desde el corazón, el docente no comercia.
Toda la comunidad educativa tiene que poner sobre la “parrilla”
de la vida, la “carne” de su recuerdo, la “carne” de su propia vida, con sus éxitos y fracasos, con sus gracias y pecados; pero siempre está ese primer encuentro con Jesucristo. Esa mirada en la que fuimos creados, … Esa mirada que se hace envío cada mañana para poder mirar con los mismos ojos de Él a cada chico y chica que se me acerca.
La docencia, al educar, al hacer crecer, si bien es trabajo,
trasciende las pautas de trabajo puramente remunerativo. Va más allá. Tomar la vida y llevarla de la mano es escuchar las inquietudes de esa vida y no imponerle, sino de la mano proponerle el camino. Y eso solamente se hace desde el corazón. Si una comunidad educativa, docente, administrativos, todo el personal del colegio no pone el corazón ahí, fracasarán en el objetivo de trasmitir una mirada de esperanza, de trasmitir qué es un futuro.
Los chicos y las chicas se van acordar de ustedes cuando la vida
los zarandee. En los momentos de crisis en que todo parece que se nos revuelve, perdemos la orientación, la brújula se pone loca. Si ustedes se acercaron con mirada de padres y madres, con mirada de hermanos y hermanas, pusieron en ese corazoncito, en ese corazón adolecente o en ese corazón joven, la calidez que nace de un corazón maduro por la memoria, por la lucha, por el defecto, por la Gracia, por el pecado; ese chico o esa chica que hoy tienen al lado de ustedes cuando se vea zarandeado por la crisis, no va a perder el norte. Sufrirá, porque de eso no estamos exentos ninguno de nosotros, pero la brújula no se le va a poner loca y va saber dónde está el norte.
Ustedes son mujeres y hombres de encuentro, fomenten el
encuentro consigo mismo en cada uno de esos chicos y chicas. Ustedes son hombres y mujeres de memoria y de recuerdo. Enséñenles a recordar las miradas de ternura que los fueron construyendo. Enséñenles a descubrir la mirada de Jesucristo. Ustedes son los hombres y mujeres de esperanza, porque están apostando a algo que los va a trascender”. (Monseñor Jorge Mario BERGOGLIO, Arzobispo de Buenos Aires, Argentina, “Celebración jubilar de los educadores”, 13 de septiembre de 2000).