El hombre desde tiempos remotos se ha cuestionado sobre temas diversos, ha reflexionado

sobre distintos problemas filosóficos y ha tratado de dar cuenta de la “felicidad” y lo que

implicaría ser “feliz”. Diferentes filósofos han aportado su visión personal al tema. Este ensayo
pretende definir las conclusiones finales de algunos autores. De hecho podríamos comenzar
indicando lo siguiente:

Para Platón, la felicidad existe en un mundo inteligible, es necesario ver con el intelecto, no
es posible ser feliz sin ver lo que Dios ha creado. El verdadero bien nos dice es la felicidad que
sólo se logrará mediante la práctica de la virtud. Para ello el sabio es aquel individuo virtuoso,
quién solo realizará acciones buenas. La justicia es por ende una virtud que se adquiere al
dominar las pasiones y hacer prevalecer la razón. Tal como en un Estado perfecto la práctica de
las virtudes: templanza, valor, sabiduría y justicia son necesarias, asimismo lo será para el
hombre. Cuando el hombre alcanza ese equilibrio de sus virtudes será justo y en consecuencia
será feliz.

A su vez, Aristóteles es de la idea que para lograr la felicidad es necesario hacer uso de
nuestras virtudes, no tan solo intelectuales, sino que éticas también. El hombre feliz es el que
vive bien y obra bien1. El hombre es responsable de su felicidad y llegará a ser feliz practicando
la virtud.

Por ejemplo: el otro día ayude a una abuelita a cruzar la calle, entonces según Aristóteles,
yo llegaré a ser feliz si sigo practicando esta virtud.

Platón por otro lado, nos presenta ideas claras sobre lo que vendría a ser riqueza – bienes
materiales, los que serían de acuerdo a su punto de vista contrarios a la virtud y en consecuencia
no aptos para la felicidad en un estado ideal. Se desvirtuarían los valores ya que se elevaría el

1
Aristóteles, “Ética a Nicómaco”, Centro de Estudios Públicos, Colección CORE, p. 285.

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poder a aquel que posee más riquezas. Nos indica que la riqueza en sí, origina ociosidad y
perjudica a aquellos que ejercen las artes2.

Nadie rico puede ser feliz y como el planteamiento político de Platón es lograr la felicidad
para los ciudadanos, la riqueza es un concepto que se debe eliminar. Los verdaderos ricos no
son aquellos que poseen oro, sino el rico es el hombre feliz, aquel que posee virtud y sabiduría3.

Según Aristóteles, la riqueza nos da posibilidades de obtener otras cosas en la vida, como
por ejemplo: placeres. Sin embargo, no por eso puede ser el objeto final de nuestra vida. Se
podría decir que el tener bienes o posesiones podrían ayudarnos a tener felicidad, pero eso no
es cierto ya que la riqueza no es el fin que busca el hombre.

Platón dentro de su Estado ideal, consideraba que la necesidad de ciudad se origina

exclusivamente porque el hombre no es autosuficiente, no se basta a sí mismo4. De esta
manera, un hombre necesita a otro, luego se une a otro y luego a otro más, así se forma una
ciudad que recibirá el nombre de sociedad. Las necesidades que existen son múltiples y deben
ser suplidas por consiguiente al estar reunidos pueden ayudarse los unos a otros, ya sea en
vestuario, comida, etc. La sociedad es necesaria porque es directamente responsable de que los
ciudadanos sobrevivan y de su felicidad ya que estos ciudadanos no son autosuficientes por sí
solos.

Aristóteles coincide con Platón en que el ser humano –por separado no es autosuficiente5,
por ende necesita vivir en sociedad ya que sólo así logrará además ser feliz. Asimismo, el bien
común es prioritario y es más importante que el individuo mismo y la familia. A modo de
ejemplo, puedo indicar que en una oportunidad, no podía resolver un ejercicio de matemáticas.
Llame a mí tío y le pedí ayuda, de esta manera concuerdo en que el hombre necesita vivir en
sociedad y funciona mejor con más gente.

2
Platón, “La República”, RIL Editores, 2018, p. 203.
3
Ibid, p.369.
4
Ibid, p. 109.
5
Aristóteles, “Política”, Liberal Ediciones Ltda., Santiago, p. 51.

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 Platón nos dice además que el hombre busca reconocimiento social al tratar de imitar a
otros. Nos dice que los ciudadanos ensalzan al rico, por ende, se honra la riqueza y se considera
en menos la virtud y a aquellos que son buenos6. Esto se explica ya que es a través del
reconocimiento social que los individuos intentan eliminar de alguna forma la mala conciencia
obteniendo alguna distinción. El individuo busca un tipo de distinción social aun cuando realice
actos que no sean virtuosos. Nos dice que los ciudadanos ensalzan al rico, por ende, se honra la
riqueza y se considera en menos la virtud y los buenos7.

Por ejemplo: vemos con mayor frecuencia, que muchas personas, ya sea: diputados,
senadores, jueces realizan actos que están totalmente alejados de la moral, solo con el fin de
obtener reconocimiento y riqueza. Ya que, a mi modo de ver, según ellos, el dinero y el
reconocimiento les da poder.

Platón nos habla del alma humana, además identifica aquella parte que es responsable de
deseos, placeres y pasiones. Como no es posible asignarle un nombre preciso la denomina
“concupiscible”, debido a la intensidad de los deseos. Los hombres están en búsqueda constante
de diferentes placeres ya sea de riquezas, frivolidad, búsqueda de la verdad, etc. Es difícil sin
embargo distinguir que es lo más decoroso, por lo tanto, de la diversidad de placeres podemos
decir que los placeres pasan al alma y los más intensos serán aquellos en que no existe dolor 8.
Platón indica que el tirano es el que está más lejos del placer verdadero (ya que el alma debe
obedecer a su parte filosófica), a su vez el rey es el que está más cerca del placer.

A su vez, Aristóteles nos dice que existe una gran variedad de placeres y es en la búsqueda
de dichos placeres donde el individuo se equivoca. No siempre la búsqueda y logro de dichos
placeres nos hará feliz, sino que tan solo nos mantendrá esclavo de ciertos apetitos. Asimismo,

6
Platón, “La República”, RIL Editores, 2018, Santiago, p. 422.
7
Ibid, p. 422.
8
Ibid, p. 484

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los placeres pueden confundirnos y volvernos iracundos. En consecuencia, debemos actuar con
templanza a fin de lograr que impere la razón. Estoy de acuerdo en que es necesario, utilizar
nuestro criterio a fin de no dejarnos llevar en determinadas situaciones. Por ejemplo: podemos
ir a una fiesta o carrete, compartir con nuestros amigos, beber algún trago pero no podemos
dejarnos llevar y terminar botados en el suelo o con “coma etílico”. Durante mis años de
secundaria, en más de alguna oportunidad, algunos de mis amigos terminaron muy mal y fue
necesario ir a dejarlos a sus casas.

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