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A mi Madre...

por siempre
Publicado en 8 Mayo 2009 por
PALABRAS SENCILLAS in UNA
CUCHARADITA AL DIA
A MI MADRE...POR SIEMPRE

Salmos 22:9 -10 Pero tú eres el que


me sacó del vientre; El que me hizo
estar confiado desde que estaba a
los pechos de mi madre. Sobre ti fui
echado desde antes de
nacer; Desde el vientre de mi
madre, tú eres mi Dios.
Tú, la más hermosa flor, germinaste
en tu vientre una semilla,
Que cuidaste por mucho tiempo para
que creciera,
Y tuviera donde alimentarse y
protegerse de toda maldad
Cumpliendo con todo esto, un
mandato divino,
Un maravilloso y hermoso acto de
amor cada día.
Proverbios 6:20 Guarda, hijo
mío, el mandamiento de tu padre, Y
no dejes la enseñanza de tu madre;

Dios puso en ti el cariño para tan


noble misión
Te dio el valor suficiente, el coraje
de luchar
La templanza para guiarme, para
hacer que no me faltara nada
Y que siempre estuvieras
allí, darme la enseñanza en cada
Palabra, y
Los más hermosos momentos de
consuelo en mis caídas y fracasos
Que se convertían como espinas en
tu corazón.

Proverbios 1:8 Oye, hijo mío, la


instrucción de tu padre, Y no
desprecies la dirección de tu Madre;

Gracias te doy madre por tus cuidos


por tu gran amor, que se mantiene
A pesar de los años; de los
problemas y las angustias
A través de los desengaños; gracias
madre por tu humildad
Por tus principios e integridad
porque me enseñaste con tus
acciones
Y me llenaste con tus bendiciones
Solo te puedo decir, gracias Mamá.

Salmos 139:13 Porque tú formaste


mis entrañas; Tú me hiciste en el
vientre de mi madre.

Gracias Señor, por darme una Madre


tan linda
Te pido para ella bendiciones, que
perdones mis ofensas
Que tuve en contra de ella y me
permitas honrarla
Aun con mis pecados y mis
debilidades
Para que por siempre sea mi Madre
bendita
Que Tú puedas mirarla a sus ojos
cansados
Te pido limpies toda lágrima de
dolor y angustia
Y se mantenga El Espíritu Santo…
en su corazón.

PROVERBIOS 23:22 Oye a tu


padre, a aquel que te engendró; Y
cuando tu madre envejeciere, no la
menosprecies.

Gracias Mamá… DIOS TE


BENDIGA SIEMPRE

María, Madre de los Adoradores

San Pedro Julián Eymard,


fundador de los Padres
Sacramentinos, tuvo un amor
radical a Jesús en el Santísimo
Sacramento. Predicador
solicitado, la elocuencia se une a su
fe ardiente en textos como el que
presentamos a continuación, en
donde nos recuerda que María fue
la primera en adorar al Verbo de
Dios desde el momento de la
Encarnación, y analiza su
ejemplo:
Nuestra vocación, que de una
manera especial nos liga al servicio
del rey de los reyes, nos impone más
perentoriamente el deber de recurrir
a la intercesión de María. Jesús es el
rey en la Eucaristía, y quiere tener a
su servicio siervos ejercitados y
diestros que hayan hecho ya su
aprendizaje; antes de comparecer
ante el rey, hay que aprender a
servirlo.
Pues bien: Jesús nos ha dejado su
Santísima Madre para que sea madre
y modelo de los adoradores. Según
la opinión más común, la dejó
veinticinco años en la tierra, después
de su Ascensión a los cielos, para
que pudiera enseñarnos a adorar con
perfección.
¡Qué hermosa vida la de esos
veinticinco años pasados en
adoración!… Jesús no quería
quedarse en el divino sacramento sin
la compañía de su madre, no quería
que la primera hora de adoración
eucarística fuera confiada a pobres
adoradores que no sabrían
desempeñar este oficio de una
manera digna. Los apóstoles,
absorbidos por su obligación de
velar por la salvación de las almas,
no podrían consagrar mucho tiempo
a la adoración eucarística; si bien su
amor los hubiera fijado al pie del
tabernáculo, su misión de apóstoles
los reclamaba en otro lugar; y en
cuanto a los cristianos, a modo de
tiernos párvulos envueltos todavía
en pañales, necesitaban de una
madre que se ocupase de su
educación, de un modelo que
pudieran copiar, y fue con este doble
fin que Jesucristo les dejó su
Santísima Madre.
Una adoración incomparable
Fue María la primera en adorar al
verbo encarnado, cuando, ignorado
de todo el mundo, se hallaba
encerrado en su seno virginal. ¡Qué
homenajes tan dignos recibió
nuestro Señor en ese primer
tabernáculo animado! ¡Qué bien
servido se vio mientras habitó en él!
Jamás ha encontrado desde entonces
un copón de oro más precioso ni más
puro… Jesús se complacía en esta
adoración de María más que en la de
todos los ángeles del cielo. ¡El señor
ha colocado su tabernáculo en el
sol!, dice el salmista; este sol no es
otra cosa que el corazón de María.
También en Belén fue María la
primera en adorar a su divino hijo,
reclinado sobre el pesebre. Ella
adoró con un amor perfecto de
virgen madre, con un amor de
dilección, según la expresión del
Espíritu Santo, sólo después de ella
se acercaron a adorar san José, los
pastores y los magos; María abrió
ese místico surco que había de
bifurcarse luego y ramificarse por
todo el mundo.
Qué pensamientos tan sublimes, tan
divinos, debía desarrollar en su
adoración. María continuó adorando
a Nuestro Señor en su vida oculta en
Nazaret, luego en su vida apostólica
y hasta sobre el Calvario, donde su
adoración fue el sufrimiento.
Aprendamos del ejemplo de
María
Estudiemos la naturaleza de la
adoración de María. Ella adora a
nuestro Señor siguiendo sus diversos
estados; adapta su adoración al
estado de Jesús; el estado de Jesús
determina el carácter de su
adoración.
María no permaneció en una
adoración invariable, sino que le
adoró primero anonadado en su
seno; pobre luego, en Belén;
artesano en Nazaret, y más tarde
evangelizando y convirtiendo a los
pecadores; le adoró en su agonía
sobre el Calvario, sufriendo con Él;
su adoración seguía todos los
sentimientos de su divino Hijo, que
le eran bien conocidos y
manifiestos; y su amor la centraba en
una perfecta conformidad y armonía
de pensamientos y de vida con Él.
También a vosotros, adoradores, se
os recomienda esto: adorad siempre
a Jesús sacramentado, pero variando
vuestras adoraciones, del mismo
modo que la Santísima Virgen
variaba las suyas. Relacionad y
haced revivir todos los misterios en
la Eucaristía; sin esto incurriríais en
la rutina. Si el espíritu de vuestro
amor no es alimentado por medio de
una forma, de un pensamiento
nuevo, os hallaréis lánguidos y secos
en la oración.
Celebrar toda la fe ante el
Santísimo
Es preciso, pues, celebrar todos los
misterios en la Eucaristía, como
hacía la Virgen en el cenáculo.
Cuando ocurría el aniversario de los
grandes misterios que se habían
cumplido ante sus ojos, ¿creéis
acaso que ella no renovase en sí
todas las circunstancias, las palabras
y las gracias de los mismos? Cuando
llegaba la Navidad, por ejemplo,
¿creéis que María no recordaba a su
divino Hijo, entonces oculto bajo los
velos eucarísticos, el amor de su
nacimiento, su encantadora sonrisa y
las adoraciones suyas, así como las
de san José y de los tres reyes
magos?
Con esto se proponía ella regocijar el
corazón de Jesús, renovándole el
recuerdo de su amor, y esto lo
repetía en el aniversario de todos los
demás misterios.
Oración
María ¡enseñadnos la vida de
adoración! Haced que también
nosotros, como vos, sepamos
encontrar todos los misterios y todas
las gracias de la Eucaristía; que
sepamos hacer vivir el Evangelio y
leerlo en la vida eucarística de Jesús.
Acordaos, oh nuestra Señora del
Santísimo Sacramento, que sois la
madre de los adoradores de la
Eucaristía.
Madre Teresa de Calcuta y la
Adoración Al Santisim
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La opinión de la Madre Teresa y La
Adoración Eucaristica
11:19 Posted by C. Parroquia San
Cayetano • Avellaneda No
Comment
"¿Qué es lo único que será capaz
de

convertir a América y salvar al


mundo?"
"Mi respuesta es: la oración.

Lo que se necesita es que cada


Parroquia

visite a Jesús en el Santísimo


Sacramento
durante Horas Santas de oración"
Madre Teresa de Calcuta

Palabras de la Madre Teresa

"Es preciso impulsar vigorosamente


la adoración perpetua con
exposición del Santísimo
Sacramento."

"Jesús se hizo para los humanos el


Pan de Vida con el fin de
comunicamos vida. De noche y de
día, Él está allí. Si quieres que el
amor crezca en ti, regresa a la
Eucaristía, regresa a esa Adoración."

"Nuestra vida tiene que desarrollarse


en tomo a la Sagrada Eucaristía. ...
fijen los ojos en Aquél que es la luz;
acérquense de corazón a Su Divino
Corazón; pídanle que les conceda
gracia para conocerlo, amor para
amarlo, valentía para servirlo.
Búsquenlo con todas sus fuerzas."

"Por intermedio de María, la causa


de nuestra alegría, ustedes
descubrirán que nadie en la tierra les
recibirá con mayor alegría, nadie en
la tierra los amará más que Jesús,
que vive y que está
verdaderamente presente en el
Santísimo Sacramento. ... Él está
ciertamente allí, en Persona,
esperándolos."

"No podemos separar nuestra vida


de la Eucaristía, porque si llegamos
a hacerlo, en ese mismo momento
algo se rompe. La gente pregunta,
'¿De dónde sacan las hermanas la
alegría y las fuerzas para hacer lo
que hacen?' La Eucaristía no implica
sólo el hecho de recibir, sino
también el hecho de saciar el hambre
de Cristo. Él nos dice, 'Vengan a mí',
porque Él tiene hambre de almas."

"Recién en 1973, cuando


empezamos nuestra Hora Santa
diaria, fue que nuestra comunidad
comenzó a crecer y florecer. ... En
nuestra congregación solíamos tener
adoración una vez a la semana
durante una hora; luego en 1973
decidimos dedicar una hora diaria a
la adoración. El trabajo que nos
espera es enorme. Los hogares que
tenemos para los indigentes
enfermos y moribundos están
totalmente llenos en todas partes.
Pero desde el momento que
empezamos a tener una hora de
adoración cada día, el amor a Jesús
se hizo más íntimo en nuestro
corazón, el cariño entre nosotras fue
más comprensivo y el amor a los
pobres se nos llenó de compasión, y
así se nos ha duplicado el número
de vocaciones. Dios nos ha
bendecido con muchas vocaciones
maravillosas. La hora que
dedicamos a nuestra audiencia diaria
con Dios es la parte más valiosa de
todo el día."

"Las horas de adoración son horas


especiales de reparación por los
pecados cometidos, y de intercesión
por las necesidades del mundo
entero; en ellas exponemos la
humanidad, que está enferma de
pecado y hundida en terribles
sufrimientos, a los rayos sanadores,
reconfortantes y transformadores de
Jesús que irradian de la Sagrada
Eucaristía."

"La hora santa es nuestra oración


familiar; en ella nos reunimos a rezar
el Rosario ante el Santísimo
expuesto durante la primera media
hora; en la segunda, oramos en
silencio."

Cuando le preguntaron a la Madre


Teresa cuántos conventos tenía, ella
respondió:
"Tenemos 584 sagrarios."

"Cuando uno contempla el crucifijo,


entiende lo mucho que Jesús nos
amó. Cuando uno contempla la
Sagrada Hostia, entiende lo mucho
que Jesús nos ama ahora. Ésta es la
razón por la cual ustedes tienen que
pedirle a su sacerdote que inicie la
Adoración Perpetua en su parroquia.
Yo le ruego a la Santa Madre que
toque el corazón de los sacerdotes de
todas las parroquias para que tengan
la Adoración Eucarística Perpetua
en sus parroquias, y que ésta pueda
propagarse por el mundo entero."

"El tiempo que uno pasa con Jesús


en el Santísimo Sacramento es el
tiempo mejor invertido en la tierra.
Cada momento que uno dedica a
Jesús profundiza nuestra unión con
Él y le imprime al alma un aspecto
más eternamente glorioso y hermoso
en el Cielo, que nos ayudará a
alcanzar una paz duradera en la
tierra."
Madre teresa de calcuta

http://webcatolicodejavier.org/evan
geliodeldia.html
ADORACIÓN EUCARÍSTICA
ONLINE 24 HORAS
Compartir9K
Aquí tienes al Señor expuesto las 24
horas del día en vivo. Si estás
enfermo y no puedes desplazarte a
una parroquia en la que se exponga
el Santísimo, o simplemente quieres
saludar al Señor en algunos
momentos de la jornada, aquí le
tienes para rezarle con devoción:
Visita al Santísimo Sacramento

Oración inicial
En el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo.

¡Corazón de mi Jesús
Sacramentado! Con mucha pena de
no ser como Tú quieres que sea y
con muchos deseos de ser como Tú
quieres que sea, vengo a tener
contigo este ratito de conversación
afectuosa junto a Ti, a los pies de tu
Sagrario, donde has querido
quedarte por mí, para Tu mayor
gloria, honor de mi Madre
Inmaculada y provecho de mi alma.
San José, enséñame a escuchar y a
hablar a Jesús.

Bendito y alabado sea el Santísimo


Sacramento del Altar.

Sea por siempre bendito y alabado.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

(Se repite cinco veces en honor a las


cinco llagas de Nuestro Señor)

Alabanzas al Santísimo
Sacramento en reparación de las
blasfemias

Bendito sea Dios.


Bendito sea su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero
Dios y verdadero Hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo
Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo
Consolador.
Bendita sea la excelsa Madre de
Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada
Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el Nombre de María,
Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo
esposo.
Bendito sea Dios, en sus Ángeles y
en sus Santos.

Comunión espiritual

Creo, Jesús mío, que estás presente


en el Santísimo Sacramento del
altar. Te amo sobre todas las cosas y
deseo recibirte dentro de mi alma.
Mas, no pudiendo hacerlo ahora
sacramentalmente, ven
espiritualmente a mi corazón y como
si ya hubiéseis venido, te abrazo y
me uno a Ti. No permitas Jesús mío
que jamás me aparte de Ti. Así sea.

Oración de Santo Tomás de


Aquino

Te adoro con fervor, deidad oculta,


que estás bajo de estas formas
escondidas; a ti mi corazón se rinde
entero, y desfallece todo si te mira.
Se engaña en ti la vista, el tacto, el
gusto. Mas tu palabra engendra fe
rendida; cuanto el Hijo de Dios ha
dicho, creo; pues no hay verdad cual
la verdad divina. En la Cruz la
deidad estaba oculta. aquí la
humanidad yace escondida; y ambas
cosas creyendo y confesando,
imploro yo lo que imploraba el
ladrón arrepentido. No veo, como
vio Tomás, tus llagas, mas por su
Dios te aclama el alma mía: haz que
siempre, Señor, en ti yo crea, que
espere en ti, que te ame sin medida.
Oh memorial de la pasión de Cristo,
oh pan vivo que al hombre das la
vida: concede que de ti viva mi alma,
y guste de tus célicas delicias. Jesús
mío, pelícano piadoso, con tu sangre
mi pecho impuro limpia, que de tal
sangre una gotita puede todo el
mundo salvar de su malicia. Jesús, a
quien ahora miro oculto, cumple,
Señor, lo que mi pecho ansía: que a
cara descubierta contemplándote,
por siempre goce de tu clara vista.
Amén.
Oración a Jesús solitario en el
Santísimo Sacramento

Oh Divino Jesús! que durante la


noche estáis solitario en tantos
tabernáculos del mundo, sin que
ninguna de vuestras criaturas vaya a
visitaros y adoraros. Yo os ofrezco
mi pobre corazón, deseando que
todos sus latidos sean otros tantos de
amor y adoración. Vos, Señor, estáis
siempre en vela bajo las especies
Sacramentales, vuestro amor
misericordioso nunca duerme ni se
cansa de velar por los pecadores.
¡Oh Jesús amantísimo! ¡Oh Jesús
solitario! haced mi corazón cual
lámpara encendida; en caridad se
inflame y arda siempre en vuestro
amor. Vela ¡oh centinela Divino!
vela por el mísero mundo, por los
sacerdotes, por las almas
consagradas, las extraviadas, por los
pobres enfermos cuyas noches
interminables necesitan tu fortaleza
y tu consuelo, por los moribundos y
por ésta tu humilde sierva que, para
mejor servirte, descansa pero sin
alejarse de Ti, de tu Sagrario…
donde vives en la soledad y el
silencio de la noche. Sea siempre
bendito, alabado, adorado, amado y
reverenciado el Corazón Sagrado de
Jesús en todos los Sagrarios del
mundo. Amén.

Oración final

Gracias, Jesús mío, por la bondad


con que me habéis recibido y
permitido gozar de vuestra presencia
y compañía amorosas.

Me vuelvo a mis ocupaciones. Mi


corazón queda contigo. En mi
trabajo y en mis descansos me
acordaré de Ti, y procuraré vivir con
la dignidad que merece vuestra
amistad divina.

Dadme vuestra bendición y


concededme todas las gracias, que
necesito, para amaros y serviros con
la mayor fidelidad.

Bendice, Señor, a nuestro Santísimo


Padre el Papa, vuestro Vicario en la
tierra; ilumínale, santifícale y líbrale
de todos sus enemigos.

Bendice a vuestra Iglesia Santa y


haced que su luz brille en todas las
naciones; y que los paganos
conozcan y adoren al único
verdadero Dios y a su Hijo
Jesucristo.

Bendice a vuestros sacerdotes,


santifícalos y multiplícalos.
Bendice y protege a nuestra nación.

Bendice a todos los suscriptores de


Web católico de Javier y concédeles
la bienaventuranza eterna.

Bendice a los que nos han ofendido


y cólmalos de beneficios.

Bendice a todos nuestros familiares


y haced que vivan todos en vuestra
gracia y amistad y que un día nos
reunamos en la Gloria.

Da el descanso eterno a todas las


almas de los fieles difuntos que están
en el Purgatorio.
Da la salud a los enfermos.
Convierte a todos los pecadores.
Danos a todos vuestro divino amor,
para que la fe que nos impide ahora
ver vuestro santísimo rostro se
convierta un día en luz esplendorosa
en la Gloria, donde en unidad con el
Padre y el Espíritu Santo te
alabemos y bendigamos por los
siglos de los siglos. Amén.

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