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Cancer de Colon y Recto
Cancer de Colon y Recto
mujeres ocupa el tercer lugar, sólo después del carcinoma de pulmón y de mama como
causa de la mortalidad por cáncer. En varones es tercer cáncer mortal más común,
precedido por los carcinomas de pulmón y próstata.(1)
El intestino grueso es la última porción del tubo digestivo. Está constituido por el Ciego,
Colon, Recto y Esfínter anal (Ano). Mide aproximadamente 1.5 a 1.8 mts de longitud. Se
extiende desde la Válvula Ileo –Cecal (unión entre el Ileon del intestino delgado y el
Ciego) hasta el esfínter anal.(3)
Caracteristicas:
Drenaje Venoso del Colon: El drenaje venoso se realiza por la vena mesentérica inferior
Inervación: Procede del plexo solar y del plexo lumbo aórtico (simpático y parasimpático)
Drenaje Linfático: Se dirigen a los ganglios situados a lo largo del borde adherente del
intestino y en el espesor de los mesos. Todos ellos posteriormente drenan al grupo
paraaórtico y al grupo celiaco. Existen 7 grupos ganglionares:
a) Ganglios Epicolicos
b) Grupo Paracólico
c) Grupo Intermedio
d) Grupo Mesentéricos Superiores o basales
e) Grupos Mesentéricos Inferiores
f) Grupo Apendicular
g) Grupos Ileocólicos
Histologia del Colon: El intestino grueso presenta una mucosa lisa, sin pliegues, excepto
en la porción rectal. El epitelio de revestimiento es de ti´po cilíndrico (columnar prismático)
y muestra como en el intestino delgado, un fino borde estriado (microvellosidades). En
ésta porción del intestino no hay vellosidades. Las glándulas intestinales (Lieberkühn) son
largas y se caracterizan por la gran abundancia de células caliciformes y la pequeña
cantidad de células enteroendocrinas. La estructura de éste órgano se corresponde con
sus principales funciones, que son la absorción de agua con la consiguiente formación del
bolo fecal y la producción de moco para la lubricación de la superficie mucosa. El agua se
absorbe pasivamente siguiendo al sodio que es transportado de forma activa por las
membransa basal y lateral de las células epiteliales absorbentes. (4)
La lámina propia es rica en linfocitos y nódulos linfáticos. Éstas últimas estructuras
atraviesan frecuentemente la muscular de la mucosa, invadiendo la submucosa. La
riqueza en células del sistema inmunitario debe estar relacionada con la variada y
abundante población bacteriana del intestino grueso. La capa muscular está bien
desarrollada, estando constituida por una capa de fibras circulares y otra capa de fibras
longitudinales. Ésta capa difiere de la del intestino delgado por el hecho de que las fibras
de la capa longitudinal externa se reúnen en 3 haces gruesos, llamados tenias del colon.
(4)
En las porciones libres del colon, la capa serosa se caracteriza por pequeños apéndices
pediculados formados por tejido adiposo: los apéndices epiploicos.(4)
En la región anal, la mucosa presenta una serie de pliegues longitudinales, las columnas
rectales o columnas de Morgagni. Unos 2 cm por encima del orificio anal, el epitelio
intestinal columnar simple (cilíndrico) es gradualmente sustituido por epitelio
poliestratificado plano. En ésta región, la lámina propia presenta un rico plexo venoso
cuyas venas cuando están excesivamente dilatadas y varicosas, dan origen a las
hemorroides.(4)
Las células epiteliales se renuevan cada 6 días, por la proliferación de las células madres
del tercio inferior de las glándulas. Las células de Paneth se renuevan mucho más
lentamente, teniendo un tiempo de vida de 30 días. El elevado ritmo de renovación de las
células de revestimiento intestinal explica por qué el intestino se ve tan afectado por las
situaciones que alteran las mitosis como, por ejemplo el tratamiento del cáncer con
antimitóticos. Las células epiteliales siguen siendo eliminadas por el extremo de las
vellosidades aunque éstos fármacos inhiben la formación de nuevas células para sustituir
las perdidas. Así pues, hay atrofia del epitelio, dificultad de absorción de nutrientes,
excesiva pérdida de agua y diarrea.(4)
FRECUENCIA:
Después del cáncer pulmonar, el cáncer de colon es la segunda causa de muerte por
cáncer en Estados Unidos; en 2004 ocurrieron 146 940 casos nuevos, y 56 730 decesos
se debieron a cáncer colorrectal. La incidencia se ha mantenido relativamente constante
durante los últimos 30 años, mientras que la mortalidad se ha reducido, ante todo en
mujeres. El cáncer colorrectal por lo general se presenta en individuos de 50 años o más
de edad.
Alimentación
La causa de gran parte de los cánceres de intestino grueso parece estar relacionada con
factores ambientales. La enfermedad es más frecuente en las personas de clase social
alta que viven en zonas urbanas. Existe una relación directa entre la mortalidad por
cáncer colorrectal y el consumo per cápita de calorías, de proteínas de la carne, de grasa
y aceite del alimento, así como con las elevaciones de la concentración de colesterol en
suero y la mortalidad por coronariopatía. Las variaciones geográficas en la incidencia no
parecen relacionarse con las diferencias genéticas, ya que los grupos de emigrantes
tienden a tener una incidencia de cáncer de intestino grueso similar a la de los países que
los acogen. Además, los grupos como los Mormones o los Adventistas del Séptimo Día,
cuyo modo de vida y hábitos alimentarios difieren algo de los de la población general,
presentan una incidencia y una mortalidad por cáncer colorrectal significativamente más
bajas de las esperadas, mientras que en Japón el cáncer colorrectal ha aumentado
debido a que este país ha adoptado una dieta más "occidental". Se han propuesto por lo
menos dos hipótesis para explicar esta relación, ninguna de las cuales es totalmente
satisfactoria.
Grasas animales
Una hipótesis es que la ingestión de grasas animales origina una mayor proporción de
anaerobios en la microflora intestinal que producen la transformación de los ácidos
biliares normales en cancerígenos. Esta hipótesis estimulante se apoya en varios trabajos
sobre el aumento de la cantidad de anaerobios fecales en las heces de los pacientes con
cáncer colorrectal. Las alimentaciones con gran contenido de grasa animal (pero no
vegetal) se vinculan con concentración alta de colesterol en suero que también conllevan
riesgo de que se desarrollen adenomas colorrectales y carcinomas.
Resistencia a la insulina
La cantidad mayor de calorías que caracteriza a la alimentación occidental, junto con la
inactividad física, se ha relacionado con una mayor prevalencia de obesidad. Las
personas con este problema desarrollan resistencia a la insulina, con niveles crecientes
de ésta en la circulación sanguínea, lo cual origina mayores concentraciones de factor de
crecimiento insuliniforme de tipo I (insulin-like growth factor type I, IGF-I). Este factor de
crecimiento parece estimular la proliferación de la mucosa intestinal.
Fibra
En contraposición a cierta hipótesis, resultados de estudios aleatorizados y con casos y
testigos no han logrado demostrar alguna utilidad de la fibra alimentaria o de las dietas
ricas en frutas y vegetales para la prevención de recurrencias de adenomas colorrectales
o del desarrollo de cáncer colorrectal. Sin embargo, el peso de las pruebas
epidemiológicas implica a la alimentación como el factor causal más importante del cáncer
colorrectal, en particular a los regímenes ricos en grasas animales y en calorías.
Ureterosigmoidostomía
Los pacientes en los que se realiza una ureterosigmoidostomía para corregir una extrofia
congénita de la vejiga tienen una incidencia de cáncer colorrectal, 15 o 30 años después,
de un 5 a 10%. De forma característica, las neoplasias se encuentran en situación distal al
implante ureteral, donde la mucosa colónica está expuesta de forma crónica tanto a la
orina como a las heces.
Consumo de tabaco
El tabaquismo se relaciona con el desarrollo de adenomas colorrectales, ante todo en las
personas que han fumado durante más de 35 años. No se ha propuesto ninguna
explicación biológica al respecto