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Eficiencia Energetica en Ecosistema Urbanos
Eficiencia Energetica en Ecosistema Urbanos
TRABAJO AUTONOMO
TEMA: Eficiencia energética en Ecosistemas Urbanos.
27 / JULIO / 2014
Quito – ECUADOR
EFICIENCIA ENERGÉTICA
EN LOS ECOSISTEMAS URBANOS
http://www.uresoluciones.com/proyectos_eficiencia_energetica_ure_uso_racional_energia_sostenibilidad_economica_ambiental_medellin_colombia.php
Una ordenación urbanística adecuada conducirá a reducir en gran medida el coste energético en el posterior proceso de diseño del edificio
y sus instalaciones. De igual manera que un edificio mal construido y/o diseñado, dificultará las condiciones de uso de sus instalaciones,
reducirá los niveles de confort y aumentará los costes de explotación al consumir más energía una planificación urbanística sin criterios
energéticos claros no ajustará la energía con la demanda.
Planeamiento Urbanístico
Dado que las características del microclima urbano condicionan las necesidades energéticas de los futuros desarrollos urbanos se deberán
tener en cuenta dichas condiciones climáticas. El planeamiento urbanístico debe tener como objetivo el aprovechamiento de las
condiciones ambientales favorables, así como el control de aquellas que sean desfavorables. Hay que considerar las condiciones micro
climático y energético de los emplazamientos en la clasificación del suelo y, en general, en la toma de decisiones.
Los valores de edificabilidad se deben asignar en función de las características micro climático de los emplazamientos. Hay que buscar
el equilibrio entre densidad y ocupación de espacio libre. Las áreas con pendiente del terreno con orientación sur permiten un desarrollo
de mayor densidad urbana que las áreas llanas, puesto que las obstrucciones entre edificios son menores.
En las zonas cálidas, con mayores necesidades de refrigeración que de calefacción, las pendientes con orientación oeste son las menos
favorables para la eficiencia energética. El planteamiento debe tener por objetivo la preferencia por la regeneración de los cascos urbanos
a la extensión territorial de la ciudad. Hay que establecer unos objetivos ambientales y energéticos mínimos para el conjunto de la
actuación y justificar la ordenación desarrollada sobre la base de esos objetivos. En aquellos municipios donde el planeamiento deba
considerar un régimen de vientos característico, será necesario fijar como objetivo de la ordenación corregir o controlar el régimen de
vientos.
3. Tener en cuenta las obstrucciones solares generadas por la edificación al fijar la anchura de las calles y la posición de dicha
edificación respecto a la alineación vial. El plano de sombras es la herramienta que permite la verificación de esta premisa.
Parcelación.
La configuración de las parcelas, junto con los demás parámetros de ordenación de la ciudad van a condicionar la posición de los edificios
y, por tanto, su eficiencia energética. Configurar solares en los que los edificios puedan ubicar la fachada principal con orientación sur
incluso buscando patrones no rectangulares. La orientación sur es aquella que mejor aprovecha los sistemas pasivos de climatización.
Diseñar parcelas de solares que no determinen edificación con grandes profundidades. La tipología de profundidad reducida es preferible
en cuanto comporta disponer viviendas con dos fachadas opuestas por lo que influye sobre la ventilación natural cruzada y garantiza que
cualquier vivienda tenga siempre una fachada mejor orientada.
1. Orientación.
2. Diversidad de las fachadas en función de la orientación.
3. Obstrucción solar.
4. Otros que influyan sobre el comportamiento energético de los edificios.
1. Utilizar árboles de hoja caduca y copa ancha para proteger las plantas inferiores de las viviendas en verano y permitir el acceso
del sol en invierno.
2. Utilización de pavimentos absorbentes del calor en los climas cálidos o muy expuestos.
3. Incorporar sistemas de filtro verde o porosos en la urbanización, por sus condiciones de absorción de la radiación solar, su baja
temperatura, su permeabilidad; en suma, para favorecer el comportamiento térmico del suelo.
4. Utilizar el agua, en forma de fuentes o de láminas que faciliten la evaporación y la refrigeración del aire circulante. (efEnergia,
2014)
Estas cifras evidencian la insostenibilidad urbana donde se consumen cantidades masivas de recursos no renovables y generan cantidades
enormes de residuos que no se reciclan. El apoyo en fuentes energéticas renovables es casi nulo. Pensar en nuevas estrategias en la que
los modelos urbanos territoriales sean más compatibles con el medio ambiente, es uno de los principales retos actuales, y también a las
conclusiones a las que se quiere llegar desde esta investigación. El desequilibrio ambiental se manifiesta mediante una serie de síntomas
que constituyen los elementos básicos de la patología urbana en el momento actual. Se resumen en la siguiente tabla las alteraciones que
introduce la ciudad sobre su territorio circundante, estableciendo los síntomas de la patología urbana actual de nuestras ciudades. Para
ello se diferencian en uno de los lados de la tabla los ciclos urbanos (atmosférico, hidrológico, materia orgánica y residuos y energético),
y en el otro los síntomas más importantes que manifiestan esta patología urbana a que se ha hecho referencia.
Materia orgánica y Aumento de los residuos sólidos urbanos de materia orgánica, con excedente de nutrientes.
residuos Alteración de la composición del suelo.
N Ar N2O NH3 CH4 Contaminación de las aguas subterráneas por infiltraciones.
Salinización de las tierras, pérdida de fertilidad.
A continuación se ejemplifica esta patología con datos cuantitativos obtenidos para el casco urbano de una población de la Comunidad
de Madrid: Tielmes. La cuantificación es el resultado de multiplicar los estandares unitarios por el número de habitantes o la superficie
del término municipal, según los casos. Los datos sirven tan sólo de encuadre general de la patología local de un asentamiento, y se
basan principalmente en los datos de población (1.845 habitantes en el período 1980-1990). En el cuadro se plantea el desequilibrio final
entre fuentes y sumideros.
Fuentes urbanas de Tielmes Sumideros urbanos de Tielmes
(Higueras, 1998)
CONCLUSION
El ser humano, al igual que todos los organismos vivientes, debe obtener la energía que proviene originalmente del sol, para mantener
sus procesos vitales. Como los humanos no son productores, dependen de los vegetales que son capaces de transformar la luz solar en
formas de energía utilizables para ellos. La energía que consume el hombre puede dividirse en dos tipos: energía interna, la que emplea
para los procesos corporales, y energía externa, la que utiliza en actividades tales como el funcionamiento de sus instrumentos y el
mantenimiento de su cultura. El hombre obtiene su energía interna de los alimentos que ingiere. Puede ocupar más de un nivel trófico,
ya que consume vegetales, herbívoros y varios carnívoros. La energía que está disponible para el consumo interno del hombre, depende
directamente del nivel trófico que éste
seleccione. La mayoría de los organismos
vivos no emplean la energía externa y sólo
el hombre la utiliza en cantidades
significativas. Mientras el consumo de la
energía interna ha permanecido
relativamente constante a través de la
historia (2200 al día), el consumo de
energía externa se ha incrementado
notablemente a partir desarrollo
tecnológico. La mayor parte de la energía
externa proviene de los combustibles
fósiles: carbón, petróleo y gas. (Colombia,
2014)
http://www.virtual.unal.edu.co/cursos/ciencias/2000088/lecciones/seccion2/capitulo01/02_01_01.htm
Históricamente el crecimiento de población humana
es directamente proporcional a la alteración de
ecosistemas naturales