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Asignatura: Propedéutica de textos.

Estudiante: Harold S. Murcia.


Fecha: 11/04/19

Reseña de:

Forero, J., Pérez, P. y Bustamante, D. (Productores) y Acevedo, C. (Director). (2015). La tierra y la


sombra [Película]. Colombia: Burning Blue.

La tierra y la sombra es una película que se ambienta en la región del Valle del Cauca en la
primera década del siglo XXI. La temática que desarrolla tiene lugar en los espacios aledaños
a poblaciones rurales que están ubicadas en medio de grandes terrenos de plantación de caña
de azúcar. A su vez, la película se centra en mostrar la forma de vida de una familia campesina
que habita en medio de este lugar y está sujeta a dichas condiciones.

Dentro de las distintas características y condiciones que se retratan en la película, cabe


resaltar tres de éstas: la cultura, la economía y el ambiente espacial. Estas tres características
están íntimamente enlazadas entre sí.

La cultura es entendida dentro de la película como el tipo de lugar común que los
seres humanos forjan para sí. La cultura es un lugar común construido a base de costumbres
reconocidas que constituyen a una comunidad. Se entiende por significado que la cultura es
la construcción de un medio por el cual los seres humanos pueden darse un lugar (un nicho)
en el que pueden experimentar una morada perdurable a la que denominan mundo. La
emergencia de los pueblos se da gracias a fenómenos culturales. Así entendido, el conjunto
de prácticas y artificios generados a partir de la vida común y para consolidar ésta dentro de
un grupo de seres humanos, son su cultura.

Dentro de la película se evidencia este tipo de irrupción en los procesos de la


naturaleza (aunque no el dominio destructivo de ella) para la posterior creación de la cultura.
Esta cultura manifestada en las costumbres, el lenguaje y el espacio común, es representativo
de la familia protagonista de la película. Desde el principio se muestra su modo de vida junto
con sus prácticas cotidianas y el lugar donde viven. Esta cultura que han forjado se ve
afectada por una serie de problemáticas establecidas en toda la región. El tipo de actividad
económica por la que deben optar para subsistir y la reconfiguración a la que se ven obligados
para subsanar los vacíos generados por estas afectaciones, cambian sustancialmente su modo
de vida.

El establecimiento en la región de una economía basada, primordialmente, en el


monocultivo a gran escala de la caña de azúcar, es el factor principal que provoca esta serie
de afectaciones y cambios en dicha familia. En el epicentro de su hogar se adelanta una serie
de quemas para abrir espacio al cultivo de caña de azúcar. Este procedimiento afecta el
ambiente de la zona por la ceniza y contaminación generada. A su vez, esta familia campesina
conformada por padre, madre, un hijo y su abuela, se enfrenta a un gran vacío por el deterioro
de la salud del padre debido a la contaminación. Este hecho provoca un cambio en la
estructura del hogar puesto que deben encontrar alternativas para subsistir. La única
alternativa posible era que las mujeres (la madre y la abuela) se suscribieran al trabajo obrero
en las plantaciones de caña de azúcar. Debido a este cambio, la familia se vió obligada a
comunicarse con el abuelo que los había dejado muchos años antes.

Este encuentro familiar muestra, a su vez, un encuentro entre distintas generaciones.


En este caso se hace evidente las diferencias y las transformaciones del espacio y las
costumbres. Por un lado, el abuelo traía a memoria los inicios de la transformación del
espacio cuando empezó a gran escala el cultivo de caña de azúcar. Por el otro, diecisiete años
después, se encuentra con una cruel realidad que desplazó toda noción de cultura propia por
la suscripción a un sistema económico que generó de todas las formas una dependencia.

Una economía basada en el monocultivo fue lo que destruyó por completo toda
posibilidad de autonomía. Generalmente las familias campesinas tienden a la autonomía
económica porque trabajan sus tierras de acuerdo con sus necesidades. La dependencia a la
economía basada en la explotación de un solo cultivo es gradualmente impuesta por agentes
externos. Los efectos totales (o totalitarios) al inmiscuirse directa o indirectamente este
sistema de producción en todos los ámbitos y actividades, individuales o colectivas, dentro
de la región, hacen casi imposible una resistencia efectiva de las comunidades. El
desplazamiento (producto de tal despojo) es el único camino posible. Es eso o ver impotentes
como todo lo que conocen muere y se destruye ante sus ojos.

La transformación del territorio se da gradualmente. El paso del tiempo la descubre


en su totalidad. La puesta en marcha de esa transformación fue llevada a cabo por un sistema
sin rostro. El jefe es una entidad invisible. Pero todo se lleva a cabo por sus órdenes. Hace
crecer la economía destruyendo la naturaleza y acabando con la cultura. Se despoja a las
comunidades y en especial a esta familia, de lo que le es propio por su condición de seres
humanos: darse un lugar en el mundo y desplegar en él todas sus posibilidades. Se priva de
vida y de destino cuando se priva la cultura. Aquello que pudo ser no será nunca. El daño es
irreparable. La atroz maquinaria económica en la región seguirá su curso detrás de la máscara
del progreso. A la familia no le queda más opción que abandonar su morada e ir en busca de
otros rumbos. No se sabe qué será de ellos. Pero es seguro que arrebatarle a los seres humanos
aquello que es propio de su condición humana, es destruir su dignidad.

Referencias.

Ojeda, D. (2016). Los paisajes del despojo: propuestas para un análisis desde las
reconfiguraciones socioespaciales. Revista colombiana de antropología, 19-43.

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